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El catlogo que llega a sus manos es el resultado creativo del trabajo de veintiocho estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Ellos nos muestran el resultado del trabajo desarrollado, a lo largo de un periodo que se extendi, segn el caso, entre uno y dos aos. Se han ocupado en investigar sobre la forma de plasmar artsticamente los problemas de los ciudadanos en relacin con la memoria, la identidad y el territorio. As estudiantes de los diferentes cursos, desde primero de carrera hasta de doctorado, han presentado sus obras en las dos exposiciones que se han realizado en Madrid, una en el Centro Cultural Paco Rabal del 4 al 30 de marzo de 2013 y otra en el Ateneo de Madrid, del 15 al 28 de abril de 2013. Cada obra tiene, adems, el aliciente de acompaarse de un texto, escrito por el propio artista, en el que hace una breve refl exin sobre la misma.
El Instituto de Estudios Polticos para Amrica Latina y frica tom la iniciativa y contact con la Facultad de Bellas Artes para formular este proyecto de ejecucin conjunta, con el objetivo de sensibilizar a la poblacin sobre la desigualdad estructural y las injusticias del mundo actual. A lo largo de los aos 2011 y 2012, se han impartido varios talleres para difundir y explicar cmo los pueblos indgenas y afrodescendientes han de trabajar cada da en la defensa de su superfi cie de sustento y su identidad territorial y cultural. Partiendo del aprendizaje, del debate mantenido en los talleres, los estudiantes han podido afrontar con conocimiento el desarrollo de las obras que hoy ustedes pueden contemplar. Esculturas, pinturas, fotografas; es una muestra diversa tanto en tcnicas como en materiales y de apreciable calidad.
Muchas ms veces de las deseables, los artistas inevitablemente inmersos en un micro-mundo de investigacin plstica, acaban por dar la espalda a lo que acontece a nuestro alrededor y es imprescindible que otras personas sensibles, como afortunadamente es el caso de las que conforman el proyecto IEPALA, en este caso comprometidos con un proyecto de gran calado social, nos ayu-den a recuperar el papel del arte como medio de comunicacin, de ideas y de conocimiento. Ellos han brindado a estos artistas, que hoy nos presentan su obra, la posibilidad de mostrar la realidad social a travs del lenguaje plstico. Gracias por ello.
Elena BlanchProfesora Titular de EsculturaFacultad de Bellas Artes UCM
Mis racesDiana Lpez Coello 7
Conexionesngela Ruiz Cupeiro 9
Lo propio - lo ajenoAna M Marcos Herrero 10
Homenaje al hroe desconocidoCarmela Alcolea Snchez 12
Sin ttuloCristina Campos Navarro 14
Pueblos pobres pierden propiedades por papeles peculiaresDaniel Valero Gonzlez 16
Wilaya & Mr FiontraLidia Garca y Brbara Garca 19
Partida de ajedrezJavier Mateo Hidalgo 20
El eterno retornoJess Carmona Snchez 23
RazaLidia Garca Molinero 25
PlantacinM Luisa Assns 26
Eighty Eight InchesNatalia Escudero Lpez 28
InterpenetracinPaula Fernndez Garca 30
Mi sueo, y un recuerdo arrancadoZaida Snchez Gonzlez 33
Dilogos con la muerteAlicia Juan Lobato 34
MaternidadJos Carlos Espinel 36
Asfi xiaMara Galvn Cobo 39
CabraMarina Ortega Merino 40
DueloNivia Mendes 43
RacesPablo Garca Martnez 45
Al-Gharb Al-ndalusRoberto da Silva Lopes 46
Familia #0Maria Gallardo 49
Codex NaturaRodrigo Riveros Mndez 50
Casa de memoriaJiayin Zhu 52
ecce homoManolo Oyonarte 54
Fuera de juegoLuz Rendn Blanco 56
Sin ttuloJess Parras 58
Obras
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Los programas de cooperacin que estamos desarrollando en Amrica Latina* nos permiten dar visibilidad en Espaa de las realidades con las que nos encontramos. Esta muestra es parte de ese trabajo en el que nos proponemos refl ejar el contexto de los pueblos indgenas, afrodescendientes y campesinos de Amrica Latina donde el Derecho al Territorio es un eje vertebrador de las acciones, reivindicaciones y luchas.
Desde esta visin, contagindonos y acompandonos en el andar con nuestras socias (Tierraviva y GACII en Paraguay, NORSUD y CEJIS en Bolivia, CEDEAL en Ecuador, CIJyP en Colombia, FECORACEM y ACUA en El Salvador, ACECSA y DWIN en Guatemala, CPICH y UCANS en Nicaragua, COFADEH en Honduras) y tantas otras organizaciones y personas defensoras de derechos humanos, nos propusimos compartir nuestras ideas en espacios no sensibilizados especialmente por la visin de la Cooperacin al Desarrollo, acerca de lo que signifi caba y representaba el territorio para estos pueblos.
Pensamos en la Universidad Pblica como el espacio que por su naturaleza debiera ser crtico, dinmico, con frescura de pensamiento y energa para hacer. Pensamos en Bellas Artes por sus posibilidades de explorar desde la creatividad con otros lenguajes.
Lo que nos proponemos, y por donde seguiremos avanzando, ms que sensibilizacin es un ejercicio de concienciacin. Siguiendo a Freire, partimos de una realidad que fuimos explorando, en lugar de comenzar con una verdad que queremos transmitir.
Con estas ideas empezamos un proceso que fue posible gracias al entusiasmo y la capacidad de profesores, profesoras y estudiantes, desde sus otras miradas inspiradas en la fuerza que nos dan estos pueblos, y con el deseo y la esperanza de saber aprender de sus luchas.
Andrs Guido Nakab
Coordinador de Cooperacin
IEPALA
* 10-CO1-049 Fortalecimiento de las capacidades humanas e institucionales de las poblaciones indgenas guaranes y de afrodescendientes, altamente vulnerables a situaciones de violacin de derechos humanos y violencia de gnero, en Paraguay, Bolivia, Colombia y Ecuador, con posibles acciones en otros pases de la zona y
10-CO1-079 Ejercicio pleno de derechos y reduccin de la pobreza en las poblaciones indgenas y campesinas, en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, con posibles acciones en otros pases de la zona
Desde IEPALA-UCM.Rafael Burgaleta, Instituto Universitario Adscrito a la Universidad Complutense de Madrid desde junio de 1990, y parte nuclear de IEPALA-Estudios,en convergencia interdependiente con IEPALA-Solidaridad, Derecho de los Pueblos y Derechos Humanos, hemos tenido el honor y el placer total -es decir no slo esttico- de poder colaborar con la Facultad de Bellas Artes y sus jvenes artistas.
El resultado ha sido la presentacin y difusin de una magnfi ca exposicin de pintura, escultura y poesa escrita y hablada, con el fi n de dar a conocer a otras Facultades, Escuelas, Institutos, Universidades y gente estudiosa de nuestro mbito geogrfi co y aca-dmico, la realidad de los Pueblos Indgenas, Afrodescendientes y campesinos que nacieron y viven en la Tierra de Centroamrica y una buena parte de la Amrica el Sur.
Desde estas tierras nos han ofrecido un enorme Universo de Sentido, de aprender del Buen Vivir en sus Identidades Diferencia-das, para poder compartir y colaborar con sus Culturas hacindonos portavoces, en esta Espaa en crisis que viene de aquella otra imperial y catlica que les expulso, excluy y esclaviz de forma salvaje , para darnos la oportunidad de ser sus pares, sus iguales pensando en un futuro justo, bello, inteligente y fraterno donde los Derechos de Todas y cada una de las personas y de sus Pueblos soberanos, se expresen con Libertad y Creatividad haciendo que el sol de cada da sea nuevo y nuestras miradas terminen, por fi n siendo limpias para alegra y esperanza de toda la gente y en especial de la gente nia y joven que siga naciendo
POR TODO ELLO, MIL GRACIAS!!!!
A los Pueblos que nos habis admitido
A los Artistas que habis creado belleza e ilusin de que Por fi n LLEGAR!!!!
Siempre vuestros
IEPALA
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Memoria, identidades, territorios y races. Lo que somos va mucho ms all de lo que se ve, de lo que mostramos. Nuestras races, al igual
que los rboles, estn profundamente arraigadas en el interior y se nutren del lugar donde hemos crecido, de las personas que
nos han querido, de los momentos que hemos vivido... y nunca podremos desligarnos de ellos. La identidad de un individuo, de un
pueblo, en defi nitiva, del hombre, es el resultado de un largo proceso al cual nosotros pertenecemos y estaremos siempre unidos.
Estos son los aspectos realmente importantes y valiosos para el ser humano; venimos al mundo con las manos vacas y nos iremos
de l con las manos vacas, todos los bienes materiales no podrn nunca aportarnos nada al espritu. Por eso debemos apreciar
todas las experiencias, lugares y personas que nos aportan algo, a un nivel ms trascendental. Esos son los verdaderos valores
que nos enriquecen. Por eso es tan preocupante el drama que estn viviendo tantos pueblos indgenas y culturas iberoamericanas;
estn siendo despojados de todo aquello que representa su identidad, sus races.
Mis races
Dimensiones: libro: 27 x 27 x 2 cm.; caja: 30 x 30 x 7 cm. Tcnica: libro de artista. Grafi to, tinta, linograbado, aguafuerte e impresin sobre papel super alfa encuadernado. En caja de madera de pino.
Diana Lpez Coello
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Esta pieza indaga en los enlaces que existen entre las personas, hallando as conexiones comunes de manera consciente e inconsciente, en las que surgen uniones entre muchas personas, las cuales nos hacen ser iguales
aun siendo diferentes. Con este proyecto se enlazan los cuerpos, mediante sus
marcas, huellas, la piel, las arrugas, las manchas, y las acciones diarias que
pueden producir heridas, marcas, fracturas, quemaduras, como puntos de
unin entre todos a travs de las manos. Por ello, para este proyecto cuento
con la composicin de imgenes de manos de personas de diferentes edades
y sexos. Mediante hilo rojo como interpretacin de la sangre, creo enlaces
sobre la imagen en la que se une una foto con otra, quedando todas unidas.
Convirtindose en un resumen de muchas personas, muchas manos, muchas
acciones, muchos puntos comunes. Mi interpretacin fi nal con este proyecto
es que somos muchos viviendo bajo un mismo techo, y vivimos en una
sociedad actualmente tan rpida e informatizada, que cada vez usamos menos
la palabra verbal para comunicarnos y as tambin la parte fsica, perdiendo el
contacto con el prjimo y hacindonos seres ms frios. El punto en comn son
las manos usadas para realizar nuestras actividades diarias y comunicarnos
con ellas, adems de decirnos cosas como quines somos y qu hacemos.
Conexionesngela Ruiz Cupeiro
Dimensiones: 70 x 100 cm.Tcnica: impresin digital, cartn pluma, hilo y alfi leres.
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La inestabilidad de la imagen, su fragilidad, su instantaneidad hace que exista un choque continuo entre unas y otras. Tales choques que representan la expe riencia cotidiana del habitante de las ciudades de comienzos del siglo veintiuno hace que la pregunta sea cmo producir sentido a partir del caos de ideas e imgenes
que constituyen nuestra vida cotidiana. Sentido de vida, de experiencia, de inter-cambio. Trueque de ideas usadas,
esa mezcla confusa de cosas y afectos que compone el que da nfasis en lo propio y lo ajeno, invitacin a una
apropiacin de lo ajeno en tanto que se da de lo propio.
Ana M Marcos Herrero
Dimensiones: 150 x 100 cm.Tcnica: collage
Lo propio - lo ajeno
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Homenaje al hroe desconocido
Per, pas privilegiado en biodiversidad y riquezas naturales, donde se encuentran 84 zonas de vida de las 104 que existen en el planeta; 28 tipos de clima de 32 contabilizados en la tierra; 25.000 especies vegetales, 12.000 lagos y lagunas, ms de 800.000 kilmetros cuadrados de bosques y enormes reservas de minerales.
Zona agraria difcil y compleja, donde la globalizacin ha provocado un enorme retroceso social convirtiendo la vida en un
problema de sobrevivencia, donde miles de personas se rebelan sucesivamente y millones han preferido emigrar.
Este trabajo es un homenaje al pueblo Indgena, en solidaridad con su negativa al proyecto de la mega-minera, dedicado a
las Comunidades y Rondas Campesinas Indgenas.
Estos movimientos repudian el hecho de que el Presidente haya dado su aval para comenzar a operar y no admiten medidas
paliativas o simples promesas sobre la continuidad en el suministro del agua u otros recursos naturales en la regin. Hasta ahora,
los enfrentamientos con la polica durante las acciones de resistencia ya se han cobrado varias vidas. Vidas y cuerpos perdidos,
dramas para familias y sus entornos, pero, invisibles para el resto del mundo. Pocos son los medios de comunicacin que ponen
nombre a estos combativos hombres y mujeres que reclaman su derecho a decidir sobre el destino de sus tierras y la explotacin
de estas.
El germen de este proyecto es un acercamiento a
esta cultura milenaria y sus reivindicaciones. Con esta
fi nalidad se han remarcado ciertos guios, muy evidentes
en el desarrollo formal de la pieza. La utilizacin del
barro como material no es casual, pretendido refl ejo de
la tierra que se reclama y defi ende, por la que luchan.
As mismo se han marcado ciertos rasgos caractersticos
de la fi sonoma de su arte escultrico.
Objetivo nico: Servir como medio para el recuerdo de
hroes sin nombre y ser un refl ejo de la desesperacin
de un pueblo ignorado.
Carmela Alcolea Snchez
Dimensiones: 60 x 40 x 26 cm.Tcnica: modelado en barro rojo.
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Tiempo, historia y la mezcla de culturas son la esencia de esta escultura. Su volumen representa un todo, un mundo completo. Por una lado un mundo
avanzado, la excelencia esttica, la perfeccin aparente;
esta se encuentra en confl icto con la otra parte, la cual
ha sufrido el desgaste de contribuir; es una mella, la parte
no visible, el sufrimiento de los pueblos a los que les han
robado su cultura. Nos hace recordar que estamos lejos de
ese mundo perfecto idealizado.
Sin ttuloCristina Campos Navarro
Dimensiones: 50 x 30 x 30 cm.Tcnica: talla en piedra
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Pueblos pobres pierden propiedades por papeles peculiares
Consta de tres dibujos. La forma de lectura es de derecha a izquierda. En el dibujo de la derecha vemos como una serie de policas antidisturbios van a demoler a la persona anciana que se encuentra a su izquierda. El dibujo plasma la fuerza con la que actan los pases desarrollados frente a los desfavorecidos. El haber elegido una nica persona y anciana, es porque bajo
mi punto de vista son los que mejor representan a las tribus indgenas ya sean de Amrica o frica. Es evidente que esta fuerza,
va a derrumbar a este anciano y van a conseguir penetrar en el pueblo, aunque eso signifi que acabar con su insignifi cante vida,
slo para ampliar territorio por no tener un papel que le proporcione el derecho de reclamar lo que ha sido suyo durante cientos
de aos.
As pues, cualquier persona con mayor poder adquisitivo podra arrebatrselo, produciendo una migracin obligada hacia
el territorio de otra tribu con los problemas de etnocentrismo que genera. En el cuadro del centro se muestra a un nico nio
llorando ya que es como actuara el pueblo, puede luchar y protestar todo lo que quiera, que al fi nal quin decide es el padre,
en este caso quien tenga el poder. Y en el cuadro de la izquierda muestra a la tribu escapando de sus territorios, pero no pueden
avanzar ya que si avanzan entrarn en el territorio de otra etnia, y este nuevo grupo no ceder sus territorios, y pelear por que
no entre ningn extrao. Producira decenas de muertos, y nadie informa sobre ello.
Esto es una clara crtica al orden mundial actual. Como antes he dicho no eres nadie hasta que un papel lo dice. Un caso ms
cercano es el de la universidad, no eres arquitecto hasta que tienes un papel en el que lo diga, aunque lo sepas todo acerca de la
arquitectura.
Daniel Valero Gonzlez
Dimensiones: 140 X 58 cm.Tcnica: grafi to, collage, y tinta sobre cartulina.
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Wilaya & Mr Fiontra
Uno slo es el mundo.
O al menos as debera ser. Pero lo cierto
es que la polarizacin y la desigualdad
estn cada vez ms presentes y acentuados
gracias al poder del mundo occidental, que
bajo su propia crisis se est olvidando por
completo del resto. El Norte subyug al Sur,
no slo explotando los recursos naturales
y arrasando el territorio sino tambin
esclavizando a sus habitantes, que son
precisamente los que vivan de ese territorio
y a la vez le daban vida, gracias a que no
slo conocen perfectamente su entorno y sus
posibilidades, sino que adems lo protegen y
respetan, empatizan con l. Algo imposible
de comprender desde las alturas de un
rascacielos.
W ilaya y Mr Fiontra representan las dos caras de la moneda. Esas que ahora estn enfrentadas pero que deberan complementarse.A primera vista son completamente antagnicos. Wilaya es un dibujo a carboncillo, material negro por antonomasia y muy
relacionado con culturas primitivas que crearon las pinturas rupestres tan ligadas a su entorno, sobre madera que representa
a la poblacin indgena y el Sur. Todo lo relacionado con l es natural y orgnico. Mientras que Mr Fiontra representa todo lo
contrario, lo inorgnico y lo artifi cial, cualidades propias de un mundo posedo por la tecnologa, que ha perdido el contacto con
el territorio y sus habitantes. De ah que sea un dibujo sobre chapa metlica y a base de colores fl or en spray, siendo el blanco el
que conforma la fi gura propia del mundo occidental y el Norte.
Sin embargo, una mirada ms profunda delatara lazos que unen a ambos. Estos dos habitantes ocupan el territorio que en
principio no correspondera. Wilaya se encuentra sobre el plano de una ciudad occidental, como Madrid, y Mr Fiontra se perfi la
sobre las siluetas de Amrica Latina y frica. Por lo tanto, presenciamos las dos mitades de un todo preparadas para encajar y
complementarse. Porque no slo se trata del territorio en el que nacemos o vivimos, sino de nuestra relacin con l.
Nosotros, sus habitantes, somos los que decidimos cmo ser esa relacin con l y entre nosotros mismos. Est en nuestra
mano proteger el territorio que nos da la vida y a todos sus habitantes sin desigualdades y en libertad, para as poder ser al fi n un
slo mundo.
Dimensiones: 92 x 39 cm. cada pieza.Tcnica: carboncillo sobre madera y spray sobre metal.
Lidia Garca y Brbara Garca
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Partida de ajedrez
Sobre una acotada superfi cie, dos jugadores deciden sobre el destino de un grupo de fi guras humanas que se les antojan como peones de una partida de ajedrez. Estos jugadores simbolizan ese destino del que dichas criaturas no pueden zafarse, del que no pueden escapar. Algo ms poderoso, algo que se encuentra por encima de ellos, maneja los hilos de su vida
siendo ellos tan solo impotentes piezas de un juego en el que no han pedido participar.
Somos acaso nosotros quienes construimos el camino de nuestra propia historia? Qu o quin si no se encuentra detrs? En
este mundo de incertidumbre, parecemos nadar en un mar de niebla con la sola brjula de nuestra intuicin y, en muchos casos, no
debemos elegir lo que ms nos gustara sino lo que menos nos puede disgustar. Esto incluso puede ir ms all del propio sentido
que le demos a nuestra vida, pues podemos encontrarnos ante algo ms general, ms universal, una pregunta que el ser humano
siempre se ha hecho: Por qu estamos en el mundo? Qu funcin realizamos? Por qu nacemos y morimos?
Una vez que partimos de la casilla de salida, solo nos queda tratar de llegar a la meta de nuestro camino de la mejor de
las maneras posibles, sabiendo seguro que durante el trayecto nos encontraremos con mil y un obstculos que harn de nuestra
travesa algo interesante y doloroso. La clave est en usar bien nuestra estrategia e intentar, en la medida de lo posible, no
dejarnos desplazar, sino movernos nosotros mismos, por nuestra cuenta y riesgo. El ser humano ha luchado desde siempre por
este fi n y, aunque el recorrido no ha sido fcil, hemos aprendido de errores del pasado para allanar cada vez ms nuestra llegada
al otro lado del tablero.
Javier Mateo Hidalgo
Dimensiones: 60 x 42 cm.Tcnica: lpices de colores sobre papel.
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El eterno retorno
- Escuch decir a la vecina que venimos al mundo sin nada
y nos vamos sin nada. Siendo as, no tiene importancia lo que
hagamos con las cosas.
- Lo que acabas de decir es muy egosta le respondi
el abuelo - porque t que tienes tantas cosas slo piensas en
disfrutarlas sin pensar que lo que hagas con ellas puede afectar a
los dems.
- Bueno, pero ellos tambin vinieron sin nada y pueden
hacer lo mismo que yo respondi el nio.
- Pero no has pensado que el jardn ya estaba aqu antes
que t concluy el abuelo.
Esta pieza forma parte de una serie de fotografas basadas en el tema del eterno retorno. Para ilustrarla presento un pequeo cuento:
Un nio pisotea uno de sus juguetes en el jardn. Su abuelo le reprende
dicindole que tiene que tener ms cuidado con las cosas. El nio le explica:
Jess Carmona Snchez
Dimensiones: 38,67 x 29 cm.Tcnica: impresin digital.
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Un icono (del griego , eikon: imagen) es un signo que sustituye al objeto mediante su signifi cacin, representacin.En los ltimos aos la sociedad, sobre todo la espaola, ha sufrido algunos cambios muy relevantes para el desarrollo de la misma. La inmigracin, y actualmente la emigracin han sido unos de las principales caractersticas que hemos sentido como
ciudadanos. Es este movimiento de masa de ciudadanos el que nos tendra que abrir los ojos a la gran simbiosis humana que se
est desarrollando actualmente, aunque ciertos grupos sociales no los toleren.
As mi obra a travs de la fi gura del ratn Mickey, representante de la sociedad occidental, y de lo que algunos creen, es
el desarrollo, ha sido creado a travs de tierras y piedras, que van desde el slice hasta la arenisca, para representar como esos
pueblos a los que occidente considera inferiores han sido absorbidos por la avaricia del hombre blanco. Esta obra es una crtica
a la hipocresa del sistema, el cual se aprovecha de los pueblos ms humildes para su propio desarrollo y que no contentos con
ellos, cuando hay grandes movimientos migratorios tan severos como los que han sucedido en las ltimas dcadas, no son capaces
de aceptarlos y adoptarlos bajo sus mismas condiciones.
Dimensiones: 11 x 42,4 x 4 cm.Tcnica: resina de polister sobre cristal.
RazaLidia Garca Molinero
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Plantacin
Mi obra parte de la conviccin de la importancia que tiene para el desarrollo de una cultura y el bienestar econmico y social, as como el arraigo de los pueblos a su territorio.La tierra es nuestra vida. Sin tierra no hay vida. Este es el grito que se oye con fuerza en las manifestaciones y actos
reivindicativos, y que aparece reiterado una y otra vez, en los documentos crticos con el proceso de destruccin de la tierra y los
desalojos forzosos que, de forma constante, viven numerosos pueblos indgenas, y muy especialmente, en Amrica Latina.
Las ancestrales tierras frtiles en las que han habitado desde siglos muchos pueblos indgenas se estn convirtiendo en
eriales industriales, en autopistas que dan acceso a localizaciones, que slo son de inters para las multinacionales, o en grandes
extensiones, y plantaciones de monocultivo, que una vez ms, solo estn pensadas para conseguir materias primas para exportar
a gran escala y que no revierten en benefi cio alguno para las comunidades locales.
Mi obra, es una metfora del uso destructivo de la tierra que provocan las plantaciones de las multinacionales en Amrica
Latina. Un uso destructivo que termina esquilmando y devastando la tierra, convirtiendo el suelo en algo inerte y sin vida.
Los cultivos de las multinacionales generan tan poca vida y tan poca riqueza para los indgenas de esas tierras, como las
varillas metlicas que yo he plantado sobre una superfi cie de acero. Slo una rama, quebrada y retorcida, nos recuerda que la
naturaleza y la vida no pueden ser destruidas de forma defi nitiva, que permanecen agazapadas entre los surcos de las tierras
yermas y desoladas, pero resistiendo.
M Luisa Assns
Dimensiones: 30 x 42 x 40 cm.Tcnica: acero, madera y rama de rbol.
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Eighty Eight Inches
Eighty Eight Inches es una porcin de territorio que fue dispuesta para ser recorrida. Representa un espacio concreto que ha sido conquistado, forzado y explotado. Sobre la superfi cie blanca y alargada del soporte una gran cantidad de incisiones establecen un mapa, una esfera de accin sobre la que se establecen medidas, se poseen espacios. Al mismo tiempo se
crean momentos cargados de dibujo, cicatrices del tiempo donde slo hay belleza.
Se trata de una metfora. Del mismo modo que las comunidades indgenas han sufrido y sufren la desposesin de sus tierras
y recursos, la opresin y la discriminacin, esta obra es el resultado de la accin de poseer este espacio a travs de incisiones o
rasgados, papeles impuestos y tachados. A travs de las medidas tomadas en pulgadas se impone una manera de establecer su
dimensin. Las pulgadas pretenden poseer un espacio que no les pertenece. Imponen su ttulo convirtindose en seoras de la
hacienda. Llamas a la puerta y lo primero que percibes es su nombre.
Eighty Eight Inches es adems un espacio de experimentacin plstica. La manera en que el indgena lucha por su tierra
demuestra fuerza, persistencia, verdadera creencia y conciencia de lo que son y de sus orgenes. Cualidades muchas veces olvidadas
aqu, en las grandes ciudades. Cualidades capaces de inspirar un mtodo de accin que ha sido el motivo de esta experimentacin.
Las incisiones, la fuerza con que el lpiz se encuentra cerca de perforar el papel, la manera en que una aguada inunda todo lo
que se encuentra, el capricho de elegir una zona y no otra para levantar una construccin, la incapacidad de soportar los impulsos
corporales son ensayos que ponen en contacto esta obra con la realidad del territorio indgena.
Territorio es todo lugar concreto, esfera de accin, hogar.
La tierra es, hoy en da, un valor puramente mercantil; ha devenido un espacio
medido, repartido, convertido en posesin.
La superfi cie blanca del papel es un territorio por conquistar.
Basta trazar una lnea aislada.
Una arruga, un pliegue, un recoveco. Son momentos cargados de dibujo, cicatrices
del tiempo donde slo hay belleza.
La envoltura del cuerpo humano deviene territorio. Su superfi cie es un mapa
geogrfi co. Lo vamos poco a poco descubriendo, y en el momento en que pensamos que lo
hemos comprendido, como una ola, todo cambia.
Vuelta a empezar.
Hemos olvidado que el territorio corporal cambia de una persona a otra, esa es su
naturaleza. Esta confusin puede desarrollar graves trastornos, deshaciendo la vitalidad
de nuestros cuerpos.
Natalia Escudero Lpez
Dimensiones: 223,5 x 21 cm.Tcnica mixta: acuarela, lpices de colores, acrlico, collage, transferencia...
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Interpenetracin
A travs del lenguaje el hombre ha creado un sistema abstracto de pensamiento conceptual con el que nunca podr describir por completo la realidad. As el concepto del mundo est basado en las impresiones de nuestros sentidos que slo nos pueden dar una representacin aproximada de la realidad. Partiendo de esto, los conceptos creados por el hombre,
como el de territorio, se ven realmente limitados para describir esta realidad. La experiencia directa de esa realidad nos podr
dar en ocasiones una mejor aproximacin. Como Alfred Korzybski dijo en su eslogan El mapa no es el territorio, desligando
as concepto, representacin y realidad. En esta obra podemos ver cmo el concepto, la realidad y el hombre se fusionan
ya que la realidad es una e indivisible. La visin fragmentada del mundo, compuesto por los ladrillos bsicos de Demcrito,
est siendo dejada atrs gracias a las nuevas teoras de la fsica cuntica. Segn estas teoras todo fl uye y todo es uno, estando
interrelacionadas todas sus partes y siendo interdependientes. En este punto se hace prescindible el uso del lenguaje ya que estos
conceptos no existen ms que en nuestras mentes. El arte nos puede mostrar complejidades no necesariamente inteligibles o
conceptualizables, trasladndonos a otro estado (como establece Lev Tolsti en Sonata a Kreutzer), relacionado probablemente
con el estado del creador.
Paula Fernndez Garca
Dimensiones: 38,67 x 29 cm.Tcnica: impresin digital (pasta alimenticia sobre cuerpo).
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Mi sueo, y un recuerdo arrancado, pretende hacer una refl exin sobre el sentimiento de desarraigo provocado por la accin del hombre en su bsqueda de benefi cios
econmicos a costa de la explotacin y expropiacin del espacio de otras culturas y
civilizaciones. Adems, busca tambin refl ejar el estrecho vnculo que se crea entre
naturaleza y hombre, y que se estrecha a lo largo del tiempo mientras se habita un espacio.
El patrimonio cultural de un pueblo, su memoria, recuerdos, constituye tambin su presente y ayuda a construir su futuro, por
lo que es algo a lo que debe concedrsele valor y respeto. A este respecto, la idea de desarraigo o de ser arrancado de manera
forzosa intenta refl ejarse en esta obra, que busca sensibilizar sobre este tema, presentndose la fi gura femenina como una
metfora que representa a la sociedad que se enfrenta y lucha contra ilegalidades externas en defensa de unos derechos legtimos.
La razn de este desnudo es la correspondencia que este tipo de representaciones siempre ha tenido con la verdad, en este caso,
con el derecho de defender un terreno y la libertad de poder habitarlo en dignidad. No hay ningn sentimiento oculto, y todas las
partes del cuerpo se muestran en la unidad de su expresin, al igual que la naturaleza se nos muestra tal cual es, en la conexin
de lo humano con lo natural como en este caso, las dos partes se muestran en igualdad.
En cuanto a su expresin, aunque tumbada y en apariencia con todo el cuerpo
en una actitud de reposo, como durmiendo, busca transmitir un movimiento de
inquietud interior, resaltando un estado de cierto desconsuelo por algo perdido.
El hecho de que la cabeza se apoye en los brazos sobre una roca vuelve a mostrar
la conexin entre hombre y naturaleza, y las manos la agarran, incrustndose la
derecha en el material y aferrndose a l.
Zaida Snchez Gonzlez
Dimensiones: 57 x 26 x 41 cm.Tcnica: modelado
Mi sueo, y un recuerdo arrancado
Dilogos con la muerte
D ilogos con la muerte nos presenta un lugar que una vez tuvo vida y a un hombre que form parte de ella. Ahora, slo quedan la nostalgia y los recuerdos del esplendor
de una poca pasada. Este lugar roto, sin ninguna esperanza
de recuperacin, es una azucarera abandonada en la provincia
de Len. Fue un enclave para el cultivo y el desarrollo de una
zona rural sin muchas expectativas de crecimiento. La falta
de rentabilidad para la empresa, acab por cerrar sus puertas,
y con ello, la idea de un futuro mejor para las gentes que
habitaban ese municipio.
La azucarera se ha ido derruyendo, no pertenece a nadie,
generando un espacio de vaco y muerte donde nada ocurre, y
aquellos que todava siguen vivos, cercanos a encontrarse con
esa muerte, se renen para hablar del aquel pasado que un da
les dio la gloria.
Alicia Juan Lobato
Dimensiones: 29,7 x 42 cm. (izq.); 42 x 29,7 cm. (dcha.)Tcnica: fotografa.
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Maternidad
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como estn de razn y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros Declaracin Universal de los Derechos Humanos 1948Si bien es cierto que la cultura nos rodea desde el preciso momento en que nacemos, son inevitables los momentos de nuestra
vida donde la cultura y la tradicin no son las que marcan el camino. El momento mgico donde una madre da el pecho a su hijo
es igual de sublime para la mujer espaola, para la mujer latinoamericana o para cualquier otra mujer en el mundo. Como hombre
no puedo participar en ese momento no siendo sino como hijo o como espectador. No puedo ms que elucubrar e intentar dilucidar
que se siente cuando entre tus brazos tienes a un ser que forma parte de ti, que surgi de tu cuerpo y al cual alimentas en un acto
tan frgil y a la vez tan rotundo como el que he intentado plasmar en esta obra. Solamente puedo admirar como se desarrolla la
magia sin la cual nunca habramos estado aqu.
Jos Carlos Espinel
Dimensiones: 100 x 120 cm.Tcnica: mixta.
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Asfi xia
El ahogamiento, el no dejar respirar de manera constante y prolongada conlleva Asfi xia. De este modo se intenta representar mediante una obra plstica, al pueblo indgena latinoamericano, en su explotacin, en
la explotacin de sus tierras para el consumo posterior de los pases ms
desarrollados; no importando a stos de donde viene ni quien lo ha cultivado
sino simplemente el precio, a ser posible, ms barato. A todos nos gustan los
precios bajos pero la sobreexplotacin en Amrica Latina es cada vez ms notoria, por lo que la explotacin campesina es cada
vez mayor, todo para crear precios competentes en los productos alimenticios en el mercado global, hecho que no debera seguir
ocurriendo ya que, no todo vale, y unos precios competentes en el mercado no deben ser excusa para el ahogamiento, en sus
propias tierras, de la poblacin campesina latinoamericana.
As la escultura Asfi xia representa de algn modo a todos aquellos campesinos que se ven ahogados en sus propias tierras,
en sus propias cosechas, en sus propios productos. Vetados de su soberana alimentaria se ven envueltos en un ahogamiento
esttico que poco a poco les va quitando terreno en el que respirar.
La escultura est hecha en resina a partir de un molde obtenido de la pieza de modelado, se encuentra sobre una estructura
que ahoga a la fi gura con caf molido a modo de tierra, o del propio producto, la misma produccin que asfi xia a una poblacin.
Mara Galvn Cobo
Dimensiones: 30 x 24 cm.Tcnica: modelado
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Cabra
La cabra es un animal presente en casi toda Sudamrica. Los pueblos indgenas sudamericanos se aprovechan de este tipo de animales para alimentarse, son parte de sus riquezas, de su cultura y de sus tradiciones, y eso es algo presente en el arte. Desde la prehistoria se intentan representar las costumbres y el entorno, son parte de la cultura, y por ello son algo que se
debe respetar y cuidar, pero en la actualidad no se muestra respeto por nada, slo se busca productividad y prosperidad econmica,
y por ello este tipo de pueblos se ven obligados a abandonar su territorio, a dejar su vida y su cultura atrs para favorecer al primer
mundo que a ellos ni les va ni les viene, dejan todo lo que tienen y sacrifi can sus vidas para luchar contra algo que no entienden y
que no les tiene en cuenta. Cuando un pueblo indgena se ve forzado a abandonar su territorio o a defenderlo, defi ende tambin
los recursos de los que vive, como su ganado, su ro, sus plantas
Y eso es lo que yo quera representar, una cabra como smbolo del ganado, de esos recursos naturales pero a la vez como obra,
convirtindose en cultura, porque esos recursos tambin lo son.
Al haber realizado la escultura con materiales encontrados tambin vuelvo a esa temtica del territorio como fuente de
recursos y como cultura de un lugar. Los indgenas slo pueden valerse de lo que tienen a su alrededor, nadie les puede enviar
materiales de otro sitio, y mi escultura se hizo de la misma manera con materiales encontrados, nada comprado, que ensambl
formando la cabeza de una cabra.
Marina Ortega Merino
Dimensiones: 60 x 20 x 20 cm.Tcnica: roca, hierro, rama y pigmentos.
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Duelo
En Amrica Latina el campesinado indgena es una poblacin numerosa sobre todo en pases como Guatemala, Mxico, Honduras, Ecuador, Per, Bolivia y Paraguay. Ellos luchan junto a los afrodescendientes y campesinos por su territorio, defendiendo su identidad y memoria cultural. Estas poblaciones tienen un arraigo muy consciente de la propiedad de tierra
cultivada: concepto y postulado terico propio e inherente tanto del pasado Feudal como del Capital actual.
La diversidad cultural del continente latinoamericano, en el marco de matrices civilizatorias, son producto de siglos de
acumulacin de experiencias, orienta hacia respuestas, especfi cas y creativas, en funcin del lugar concreto en el que cada
grupo humano se sita y existe. Esta constatacin nos lleva a identifi car cmo la unidad civilizatoria se expresa bsicamente
como grandes zonas de infl uencia cultural, la cual se pueden encontrar rasgos comunes de lengua, alimentacin, arquitectura,
urbanismo, agricultura y religin; se desgrana, por lo tanto, una variedad local que evidencia la riqueza humana de existir y estar
en el mundo.
La prdida y separacin de la pachamama (del aimara y quechua pacha: tierra; mama: madre, es decir Madre Tierra,
es un sinnimo del duelo de una muerte lenta y cierta a los nativos. El territorio que antes les perteneca ahora se queda como
granos de tierra en la memoria, y la generacin venidera, sin identidad.
El ladrillo molido representa lo desmenuzado de la identidad construida por las poblaciones indgenas, afrodescendientes y
campesinos, en el territorio del continente Latino Americano, este representado por el mapa dibujado en el suelo. La huella de la
planta del pie izquierdo identifi ca la unidad y pertinencia al territorio, la huella del metatarso del pie derecho signifi ca el inicio
de la ruptura relacional entre la tierra y el hombre nativo; lo que se supone la ausencia del paso siguiente que representa el corte
in totum de la intimidad y pertinencia con la tierra.
Nivia Mendes
Dimensiones: variables.Tcnica: ladrillo molido.
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La pieza Races pretende ser una representacin grfi ca de signifi cados y lazos invisibles. Mediante una simple reproduccin a lpiz y papel de una imagen fotogrfi ca el autor intenta refl ejar los diferentes signifi cados inherentes que subyacen bajo la piel de esas personas. Unas uniones que de manera implcita se hacen evidentes, pues los nexos que arraigan a
unos miembros con otros dentro de un mismo ncleo familiar, as como el contexto en el que nacen, se desarrollan y mueren son
profundos e imprescindibles.
El planteamiento general de la obra se centra en los puntos de unin y de afi nidad sentimental que se establecen de manera
subconsciente entre los individuos. Esos nexos estn condicionados tanto por las circunstancias individuales como colectivas dentro
de un amplio circuito vital que propician todo tipo de relaciones sociales de forma ininteligible. Estas relaciones incognoscibles,
de manera racional, tienen cabida dentro de un terreno o hbitat a lo que los entes denominan tierra o races, y que repercuten
el crecimiento y maduracin de los seres que conforman el colectivo. Asimismo, la repentina descontextualizacin de los propios
individuos con respecto a su tierra ocasiona un impacto emocional a la vez que una radical ruptura con esa materia consustancial
de la que sin quererlo forman parte.
La intencin a la hora de representar dibujos que pretenden emular las reproducciones fotogrfi cas conocidas como fotos
carnet, y a las que atribuimos ingentes cantidades de signifi cados, es de presentar un objeto que es afn a todos nosotros y que
inconscientemente nos defi ne como personas y nos reconoce como seres provenientes de lugares y culturas diversas. El sentido que
he pretendido recoger es aquel en el cual atribuimos un sentimiento de nostalgia, de recuerdo, aquella imagen que conservamos
porque nos evoca determinados momentos o de aquella persona de la que simplemente nos quedan, pues eso, recuerdos. Pretendo
poner de manifi esto el sentido inconsciente pero latente de las cosas, de aquellas que no entendemos como explcitas, pero que
implcitamente permanecen inamovibles.
En nuestra sociedad el individuo establece una conexin con el hbitat que ha condicionado sus decisiones y en la que ha
establecido infi nitos lazos sentimentales, quedando de esas conexiones recuerdos materiales, espirituales o en ocasiones una
unin de ambos. Es precisamente esto ltimo lo que he pretendido recoger en esta muestra.
Dimensiones: 5 x 6 cm. (dibujos) / 29,7 x 42 cm. (soporte de papel)Tcnica: grafi to sobre papel.
RacesPablo Garca Martnez
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El Al-Gharb Al-ndalus era como se designaba a la parte ms occidental de la actual regin del Algarve, situado en el sur de Portugal. Tiene una superfi cie de 4960 km. y una poblacin residente de
458.734 habitantes (ine.pt 2010). La regin fue intensamente islamizada,
convirtindose en el centro ms importante de la cultura, ciencia y
tecnologa islmicas.
El Algarve, es una regin muy turstica, recibiendo anualmente a 9 millones de turistas extranjeros, en su mayora originarios
de Portugal, Reino Unido, Espaa, Alemania, Pases Bajos, Irlanda, Francia y Escandinavia.
En la actualidad, se encuentra parcialmente modifi cado a consecuencia del progreso, producindose cambios drsticos en su
economa y sus recursos naturales.
Toda la zona costera ha sido vctima de construcciones masivas como hoteles y lugares de ocio, sustituyendo parte de su
paisaje natural por campos de golf. Las tradiciones y sus costumbres ancestrales, han sido olvidadas. Ahora, forman parte de la
globalizacin. Su territorio ha sido devastado con autopistas dividiendo algunos pueblos, siendo necesaria la expropiacin de
tierras a sus propietarios.
Tomando como base las delimitaciones geogrfi cas de la regin del Algarve y su cultura popular, he hecho una valoracin del
territorio, teniendo en cuenta las consecuencias que ha sufrido a causa del desarrollo turstico, utilizando elementos representativos
de la manufactura artesanal, en este caso el alfi ler, que ha sido una herramienta auxiliar de costura durante mucho tiempo, antes
de que llegasen las confecciones del mundo industrial.
El color oscuro del cojn, representa la transformacin de una regin, que para evolucionar se tuvo que desprender de sus
valores ms arraigados.
Al-Gharb Al-ndalusRoberto da Silva Lopes
Dimensiones: 20 x 50 x 30 cm.
Tcnica: mixta (cojn de terciopelo negro y alfi leres).
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Familia #0
Me propuse una exploracin sobre el territorio familiar, sobre el mo propio y sobre el que me precede. ste no es slo fsico o emocional, sino tambin poltico, cultural y econmico. He tratado de hacer una reconstruccin a base de testimonios y documentos antiguos capaces de contar la historia de mi familia y de los territorios que compartieron sus identidades.
Maria Gallardo
Dimensiones: 40 x 85 cm.Tcnica: mixta
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Codex Natura
Dentro de la facultad de Bellas Artes de la UCM existe un patio interior en el que entre otras cosas, encontramos rboles, un camino hecho de baldosas de piedra, esculturas de exalumnos, etc. Todo este crecimiento, la vida, slo puede ser contemplada de forma artifi cial y aislada ya que las ventanas, paredes y puertas bloquean el acceso. Repar en l al comienzo del
curso 2012. Justo delante de mi taquilla est situado un ventanal que me permita observarlo. Da a da lo observaba framente,
me senta como un mero intruso que quiere tocar y debe conformarse con mirar. Esta obra es una visin de cmo esta ingente
cantidad de vida crece en una crcel de ladrillos y ventanas. Con mis dibujos, elaboro un registro codifi cado en el que estudio y
analizo con extremo detalle todo lo que en l acontece. Me valgo del formato panormico para conectar con mayor fl uidez con el
espectador. El cine, la televisin, la fotografa son lenguajes que utilizan este formato para expresarse. Con ello, la historia pasa a
ser narrada y no contada. Es una obra que pide ser leda, saboreada y refl exionada.
Rodrigo Riveros Mndez
Dimensiones: 20 x 70 cm.Tcnica: bolgrafo Staedler Pigment Liner 0.05 y tinta china sobre pergamino sinttico.
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Es una obra que tiene relacin con la lucha y la defensa de la tierra y el territorio. Quiero mostrar una parte de los recuerdos de mi infancia y buscar en mi memoria. Lo ms importante es la letra que est fuera de la casa , quitar, es una palabra en mi memoria, pintada en la pared por ms de diez aos. Esta letra se utiliza por parte de las autoridades para
identifi car aquellas residencias o casas sujetas a posible expropiacin. Estas refl exiones son una parte de mis memorias, que
incluyen recuerdos buenos y malos. Cuando volv a casa despus de tres aos, haba cambiado mucho mi barrio por el gobierno. En
la casa sobre todo haba cambiado la decoracin, pero los recuerdos de mi niez no. stos se ven aumentados a travs de una lupa.
Casa de memoriaJiayin Zhu
Dimensiones: 12 x 15 x 18 cm.Tcnica: instalacion- madera y fotos cortadas.
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La obra ecce homo pretende representar la lucha entre la verdad con la mentira de milenios, la guerra de espritus que se ha planteado siempre entre explotadores y explotados, el espritu desnudo del indgena frente al afn egosta de posesin desmedida de la tierra que siempre ha posedo a algunos hombres. Por eso est desnudo, y en posicin de danzante
crucifi cado, por eso opone su desnudez orgnica, todo lo que le queda, a la geometra estructural de un mundo que no comparte
ni comprende.
En la eterna dialctica entre lo orgnico y lo geomtrico, entre la vida y la razn, entre la justicia y la ley, ecce homo toma
partido por lo dionisiaco. Se mueve iniciando una rotacin en torno a s mismo, y con su equilibrio inestable, sujeto por la propia
fuerza centrfuga que l genera con su giro, crea una tensin expansiva creada para conectar con lo comn que hay en todos
nosotros, con la parte ms vital del hombre, enfrentndonos con nuestras contradicciones egostas.
Es, por tanto, un ttem bidimensional, un objeto mgico que mueve las voluntades de los poderosos, al arrastrarlas de forma
irremediable por el giro que las libera de la jaula de asepsia fi nanciera en la que viven, presas de una pretendida libertad de
mercado.
ecce homoManolo Oyonarte
Dimensiones: 96 x 130 cm.Tcnica: mixta sobre lienzo.
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Fuera de juego
Quin juega?, Quines juegan?, Qu se juega?, A qu juegan?... El juego lo hacen otros, no te permiten jugar.La energa de la vida arraigada en el territorio, la presencia de los grupos humanos, el tiempo de supervivencia se representan en
la obra a travs de las casillas del tablero. Los tubos simbolizan los rboles con los anillos del tiempo.
La partida est as, mueven fi cha segn sus intereses: los bosques, pueblos van desapareciendo, las casillas del territorio se pierden
en el vaco, cuando el pueblo se desplaza.
El poder del metal, sustituye a la vegetacin y sin sta, muere la vida. Estn fuera de juego.
Luz Rendn Blanco
Dimensiones: 21 x 21 x 34 cm.Tcnica: latn, cobre patinado.
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Sin ttulo
Cada corazn representa a un pas en diferentes niveles acentuando as la diferencia que hay actualmente
entre ellos. Los tres pases ms elevados
son EEUU, Rusia y China como primeras
potencias mundiales y representantes del
primer mundo que han logrado un alto grado de desarrollo humano. Los
dems pases: Guatemala, Hait, Angola, Surinam, Liberia, Zambia y Chad
como representantes del tercer mundo. La obra es una crtica negativa para
ver la realidad en la que viven indgenas, afrodescendientes y poblacin
campesina de Amrica Latina, frica y Asia que estn siendo obligados a
luchar y defender su tierra y cultura. Busco que el espectador se vea ms
involucrado en el concepto. Si luchamos contra las desigualdades y por
la libertad de estos pases llegaremos a conseguir que todos estemos al
mismo nivel y se acabe esta gigantesca desigualdad que actualmente hay
en este mundo.
Jess Parras
Dimensiones: varias medidas.Tcnica: escayola policromada.
Coordinacin: Cristina Fuertes Lpez y Elena Blanch Gonzlez
Diseo del catlogo: Paula Fernndez Garca
Fotografa portada: Beatriz Gil Snchez
Idea grfi ca: Ileana Angulo Ascanio
IEPALA 2013
C/ Hermanos Garca Noblejas, 41-8o; 28037-MADRID. Telfono: 34 91 4084212El contenido de esta publicacin es responsabilidad exclusiva de IEPALA.Esta publicacin forma parte de dos convenios desarrollados en
Centroamrica y Sudamrica, fi nanciados por la Agencia Espaola de Cooperacin Internacional para el Desarrollo (AECID). El contenido de
dicha publicacin es responsabilidad exclusiva de IEPALA y no refl eja necesariamente la opinin de la AECID.