Post on 15-Aug-2021
MILLENNIALS Y CENTENNIALS SU PARTICIPACIÓN EN LOS
PROCESOS ELECTORALES
PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO
EDITOR: SERGIO ADOLFO HERNÁNDEZ SAUCEDO
DOMICLIO: HACIENDA CASA BLANCA No. 15ª, COLONIA EL JACAL, QUERÉTARO, QRO.
Año de Edición o reimpresión: 2017
Fecha en que se terminó de imprimir: Divulgación Digital
No. de Publicación: 1
Clasificación: SEMESTRAL
Periodo: 01 enero de 2017 al 30 de junio de 2017
No. de Ejemplares Impreso: Divulgación Digital
Medios de Divulgación y Difusión: www.partidoverdequeretaro.org
Facebook: Partido Verde Querétaro
Twitter: @PartidoVerdeQuerétaroNo. Publicación: 1
INTRODUCCIÓN
La generación millennial está compuesta por personas que nacieron entre 1980 y 1995, esto quiere
decir que tienen entre 37 y 21 años. Por su parte, la generación centennial, a diferencia de los
primeros, se compone de personas nacidas a partir de 1997.
Desde hace un par de años empezaron a aparecer declaraciones de columnistas, políticos e
investigadores en algunos medios de comunicación nacionales sobre la influencia que pueden tener
en los procesos electorales la llamada Generación del Milenio o millennials.
A excepción de algunas encuestas específicas respecto a las percepciones y actitudes de los
millennials respecto a partidos políticos, agendas públicas y precandidatos (como la conducida por
Nación 321 (2016), la mayoría de las opiniones respecto a la influencia del voto joven en las próximas
elecciones presidenciales de julio 2018 se han basado en estadísticas demográficas que describen
el panorama de los votantes jóvenes, particularmente de quienes votarán por primera vez en una
elección presidencial.
Dichas opiniones son más bien opuestas: mientras algunos han manifestado que los jóvenes pueden
definir el rumbo de las elecciones; otros han afirmado que si bien su participación es importante,
no se podría esperar que defina el resultado de las elecciones (Marván Laborde, s/f), en tanto que
más bien es probable que el voto joven se disperse entre las distintas opciones políticas.
Más allá de las diferencias de opiniones algo es cierto: las y los jóvenes representan un porcentaje
importante de quienes podrán acudir a las casillas a expresar su voto este 2018.
De acuerdo con el listado nominal del INE en 2018 hay 25 millones de electores de entre 18 y 29
años, quienes representan 30 por ciento de los 85 millones de votantes. A ello se suma que
alrededor de 14 millones de mexicanos de entre 18 y 23 años votarán por primera vez en un proceso
de elecciones nacionales. (Olvera, 2017)¿Qué factores habría que considerar para, además de
entender las características de este sector de la población, poder incluir en las agendas políticas las
principales preocupaciones de la juventud mexicana? ¿Quiénes son y qué piden los millennials
mexicanos?
DESARROLLO
¿En qué se diferencian?
A pesar de que se llevan pocos años de edad, los millennials (generación Z) y centennials (generación
Y) tienen diferencias sustanciales. Una de ellas, es la brecha tecnológica evidente. Aunque ambos
son nativos digitales, la generación Z conoció un mundo sin tecnología avanzada, mientras que la
generación Y, no ha conocido vida sin redes sociales ni Internet, eso cambia sus hábitos y
comportamientos, principalmente en el consumo. Es por eso, que estos "futuros adultos" son
motivo de estudio permanente.
El hecho de que los centennials hayan nacido con una tablet bajo el brazo, genera nuevas
concepciones de ver el mundo. La inmediatez y la accesibilidad a la información, al igual que una
era digital jamás vista son pilares de este siglo. Es por eso que se considera una de las generaciones
más tolerantes, especialmente en relación con temas de sexualidad, igualdad de género y derechos
de las minorías.
Los millennials por su parte, disfrutaron de los primeros años de la libertad y privacidad en Internet,
a diferencia de los centennials que vinieron al mundo cuando este ya estaba implantado en la
sociedad, cambiando drásticamente los conceptos de público y privado.
Otra de la característica de los nuevos hijos de la tecnología moderna es la capacidad de estar en
permanente contacto con otras culturas gracias a la conectividad y a las nuevas facilidades a la hora
de planificar viajar. Gracias a las redes sociales y la globalización, las fronteras entre países se
achican y la capacidad de relacionarse con personas de otros países es más fácil que en el pasado.
El futuro del consumo de la mano de los millennials y centennials
Las marcas le dan importancia a la segmentación de su público y la eficacia de los mensajes a la hora
de comunicar. En la actualidad, las marcas se tuvieron que acomodar a estos dos nuevos actores
sociales, sus canales y comunicación y su lenguaje, marcando la impronta de la actual comunicación
digital.
Así es como, un informe publicado por Bank of America Merrill Lynch, titulado "New Kids On The
Block. Millennials & Centennials Primer", explica como estas dos generaciones entienden las
finanzas, el consumo y la tecnología, entre otras cosas. Alguno de los datos que se dan a conocer
son que el 88% viven en mercados emergentes, el 90% posee un smartphone y durante 2025
controlarán el 47% de los fondos del planeta. A su vez, Representan el 27% y el 32 %
respectivamente de la población mundial, estimada a día de hoy en 7.400 millones.
Por otro lado, una investigación realizada por la Maestría en Educación de la Universidad Sergio
Arboleda, ubicada en Colombia, dio a conocer que el millennial tiene una estructura que le permite
tener una atención de hasta 15 minutos sobre un mismo tema en contextos educativos. A diferencia
de los centennials, que no logran atender mucho tiempo en contextos educativos, dado que las
redes y ambientes digitales les presentan un cúmulo de información simultánea que reduce
considerablemente su atención, pero que también aumenta su capacidad de multitasking.
Los resultados preliminares para la atención máxima en el caso de la generación Y, oscilan entre uno
o dos minutos. Así, para que el mercado impacte a este tipo de consumidores debe superar las
lógicas dirigidas al consumidor medio y al millennial, para reinventarse de cara a un nuevo
consumidor que no da la posibilidad de esperar a lo que podrá pasar.
Estos nativos digitales están dando sus primeros pasos en el mercado laboral y presentan un nuevo
desafíos y oportunidades para las empresas, que deberán encontrar maneras de aprovechar y
beneficiarse de las capacidades únicas de los miembros de estas generaciones.
El interés de los jóvenes por la política ha sido visto desde dos puntos de vista diferentes;
El Primero es que a los jóvenes no les interesa la política y lo explican desde la relación con los
políticos y el voto. Por ejemplo, en el 2016, en el Political Intelligence Summit (2016), los analistas
señalaron que los políticos se muestran “acartonados, que no escuchan y que no interactúan” (El
Financiero, 2016) y que buscan el voto exótico, entendiéndolo como la búsqueda de otras opciones
como los partidos pequeños, independientes, sin ideología u optan por votar nulo. Por ello,
propusieron que se hiciera uso de las redes y se crearan espacios colaborativos.
La segunda es que sí les interesa, como se señaló en el III Congreso de Juventud, Medios e Industrias
Culturales realizado en Argentina al explicar la respuesta que tuvieron ante medidas estructurales
planteadas por el gobierno como el Plan Conectar Igualdad, la Asignación Universal por Hijo, la
recuperación estatal de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y la Ley de Servicios de Comunicación
Audiovisual. Se indicó que la política, en este caso, fue entendida por los jóvenes como “una
herramienta de transformación de lo dato y lo establecido” (Facultad de Periodismo y Comunicación
Social, 2012).
Estas posiciones enfrentan una construcción de la imagen de los jóvenes hecha por los medios de
comunicación hegemónicos, que deslegitima su participación y se los muestra como manipulables
(Facultad de Periodismo y Comunicación Social, 2012).
Su percepción del sistema democrático es de desconfianza, confían en los diarios (38%), pero no en
los partidos políticos ni en el congreso (20%), lo que se acentúa con los escándalos de corrupción y
se explica por las políticas educativas y laborales que han permitido la proliferación de universidades
cuya calidad está siendo evaluada a través de indicadores básicos por la Superintendencia Nacional
de Educación Superior (SUNEDU) y el empleo precario ya que uno de los requisitos es la experiencia
laboral, que ha pretendido ser regulada favoreciendo intereses empresariales, por ejemplo, la Ley
de Régimen Laboral Juvenil, conocida como la ley Pulpín.
En este contexto, los jóvenes universitarios nacidos entre 2004 y 2009 y que se ubican en la
denominada generación centennials (nacidos entre 1995 y 2010) es estudiada en cuento a sus
gustos y preferencias como sujetos de consumo, mientras que el interés de los políticos es la
generación milenial por encontrarse en edad de emitir su voto, tienen entre los 23 y 37 años y
representan el 21% de la población.
Esta mirada descuida el rol de los jóvenes en sus lugares de origen y en sus centros de estudios. Los
centennials participan en procesos electorales antes de llegar a aquellas en las que sufraga para
elegir presidentes y congresistas. Una de ellas, es la elección de las autoridades de sus centros
superiores de estudios universitarios.
Estos procesos preparan a los centennials para participar en los procesos electorales nacionales para
elegir presidentes, congresistas, alcaldes, regidores, presidentes regionales y consejeros. Podría
decirse que es un indicador de lo que sucede en el contexto regional y nacional, puesto que al
obtener la mayoría de edad se convierten en un caudal electoral al que los candidatos quieren
acceder.
Sin embargo, la literatura muestra un escaso número de investigaciones relacionadas con los
códigos culturales utilizados por esta generación para promover comportamientos ciudadanos en
entornos políticos. Por ello, a partir de una análisis bibliográfico y documental, se presente mostrar
de manera exploratoria, cómo la cultura y la comunicación política, se evidencian en la existencia
de una ciudadanía digital, que se condice con las características de su generación, a través de los
memes que adoptan una forma de propaganda política.
La justicia, la constancia, la prudencia o magnanimidad eran sustanciales en la personalidad virtuosa
de un ciudadano según como filósofos como Plantón, Aristóteles y Séneca. Su ejercicio hacía que se
configurara la virtud cívica, por lo cual, quienes deseaban ser candidatos se vestían de blanco en la
cultura grecolatina. Al mismo tiempo, la Escuela epicúrea afirmaba que la virtud se tornaba vacía si
no hacía referencia la a búsqueda prudente del placer y la felicidad, entendiendo la felicidad como
la actuación perfecta del ser en función de su naturaleza específica.
Sin embargo, para Aristóteles, la felicidad de un hombre dependía del cumplimiento de las virtudes
de acuerdo a la actividad que realizaba, por lo cual se e considera como una escuela estoica (Robles,
2009).
Ambas posiciones marcaron dos maneras de ver la sociedad y la política, del ordenamiento social y
la participación. Para los epicúreos, la sociedad se formaba por un pacto entre los hombres para no
hacerse daño y como la política era un campo en el cual las personas se veían afectadas por la
discusión, debían alejarse de ella. Para los estoicos, la práctica del bien los hará virtuosos, por lo
tanto, debe promoverse su cultivo, para conservar la sociedad y unión, de tal manera que adquieran
buenas costumbres (Horrach Miralles, 2009).
Es así como “la sociedad y la vida dependerán de la naturaleza de los ciudadanos, de su voluntad y
de su razón” (Robles, 2009, p. 17), pero también del Estado, al garantizar una vida buena “todos se
rigen por el bien de todos y todos participan en la vida pública”. (Robles, 2009, p. 17)
Si bien la corriente estoica predominó, posteriormente resurgió el epicureísmo a través de dos
filosofías: el iusnaturalismo y el utilitarismo. El iusnaturalismo se plantea una concepción del
hombre marcado por sus instintos más básicos y en particular por los agresivos y egoístas, puesto
que, de su sentimiento de miedo e inseguridad, se verá motivado a organizarse, a imponerse normas
y a ser gobernado por otros hombres. Huye, así de la autodestrucción. Hace un pacto social.
Cuando esta filosofía se suma con el cristianismo, aparece el utilitarismo, en tanto se considera que
las personas tienen una racionalidad sustantiva que proviene de Dios y lo hacía actuar de manera
libre y racional, de acuerdo a su interés, pero que lo harían obedecer normas morales y hacer ese
pacto no solo para vivir sino también para defender su propiedad (Horrach Miralles, 2009).
Así nace la concepción liberal de ciudadano político, quien interviene en la vida política para
proteger sus intereses, decidir qué forma de gobierno le conviene y elegir a la persona que debe
ejercer el poder, a través del voto.
Por ello, inicialmente, el derecho al voto era para los propietarios y se excluía a mujeres y jóvenes,
pero luego varió esta posición, a partir de la obra de Mill, para quien la participación política es un
derecho natural y por tanto, debe recibir el mismo tratamiento e implica formación e información
del ciudadano a través de la discusión y el debate político.
A la posición liberal, se antepone la republicana para la cual los ciudadanos deben tener una
vinculación con la esfera política donde se evidenciarán sus virtudes ciudadanas, por lo que el Estado
debe favorecer y proteger los espacios comunes y públicos, la libertad (no dominación) e igualdad
de los ciudadanos. Los gobernantes se ven entonces en la obligación de fomentar las virtudes
ciudadanas (Horrach Miralles, 2009).
El voto es obligatorio y la formación ciudadana debe empezar desde la escuela con las virtudes
cívicas como pensamiento crítico, respeto a las opiniones ideas y tradiciones.
Sin embargo, la multiculturalidad y la globalización, la autodeterminación, han obligado a plantear
una ciudadanía sobre la base del pensamiento de Kant, según el cual, los ciudadanos se unen por
una causa común, por principios éticos y morales con los cuales se relaciona con los otros, formando
una comunidad, no están delimitados geográfica ni culturalmente. Su participación tiene un carácter
deliberativo y razonado respecto a temas concretos.
Debe tenerse en cuenta que, en esencia, es un juego de poder, poder que se concibe como la
capacidad relaciona del actor, en tanto sujeto de acción que desde una posición de poder influye
sobre otro y otros actores, para que se cumpla su voluntad, se favorezcan sus intereses y se
fortalezcan sus valores. Este poder se ejerce a través de la coacción y de la construcción de
significado (Castell, 2009).
En este contexto, la red de computadoras que permiten no sólo la consulta de información, sino que
a través de aplicativos facilita la comunicación, ha generado la aparición de comunidades virtuales
en internet y, por lo tanto, el surgimiento de ciudadanía digital.
Una comunidad virtual puede ser entendida de dos maneras: como aquellas que son reales y físicas
que usan internet para interactuar y como aquella que está dispersa y se une por intereses comunes
a través de internet, sin embargo, los estudios muestran que en realidad se trata de comunidades
con lazos sociales que existieron y que se fortalecen a través de lo virtual, con normas de
reciprocidad, intereses e identidad comunes que favorece el capital social (Robles, 2009).
Asimismo, debe anotarse que lo digital ha permitido abrir espacios de discusión de temas sociales y
políticos, plataformas para actividades de ciudadanos, que han dado lugar a que en internet se use,
por ejemplo, para “la defensa de derechos o la denuncia de situaciones consideradas injustas”.
(Robles, 2009, p. 55)
Estas comunidades virtuales que realizan sus “prácticas productivas y comunicativas” a través de
medios digitales, conforman la sociedad digital (Rivera-Vargas, 2018).
Por ello, se considera como ciudadano digital a quien ejerce sus derechos políticos o sociales a través
de internet de forma independiente o por medio de su pertenencia a una comunidad virtual que
tiene acceso a internet, habilidades digitales y percibe la utilidad de las tecnologías (Robles, 2009).
Además, debe estar orientado por principios como “la ética, la legalidad, la seguridad y la
responsabilidad en el uso del Internet, las redes sociales y las tecnologías disponibles” (Rivera-
Vargas, 2018, p. 148) y aplicar conductas que reflejen su comprensión de asuntos sociales, culturales
y humanos.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional Electoral (INE), en la entidad el rango de 18 a 30 años
de edad representa el 31 por ciento del padrón electoral; y en promedio, en los últimos años, se han
sumado 60 mil electores al cumplir 18 años de edad.
La apatía ha sido una característica que describe a la generación de jóvenes mexicanos
pertenecientes a la generación centennialss y millennials, aquellos nacidos entre 1982 y 1994.
Sin embargo la supuesta inactividad y apatía política quedó en la crítica hace seis años, cuando por
primera vez una gran mayoría de este grupo generacional acudiría a las urnas en 2012, para elegir
al sucesor del entonces presidente en turno, Felipe Calderón Hinojosa.
La sociedad mexicana atestiguó los primeros destellos del interés real de los jóvenes por los temas
neurálgicos del país un 11 de mayo de 2012, cuando el presidente Enrique Peña Nieto, en ese
entonces candidato a la presidencia por el PRI, fue cuestionado durante una conferencia que dio en
la Universidad Iberoamericana.
Mientras esto sucedía en las cuatro paredes de un auditorio, en los alrededores del campus se
gestaba un movimiento que se extendió a otras universidades públicas y privadas, y que terminó
con una gran marcha sobre las principales calles de la Ciudad de México. El objetivo era impedir la
llegada de Peña Nieto a Los Pinos.
Los millennials: Una nueva generación «Nacidos entre 1981 y 1995, son los hijos del Baby Boom.
Según diversos informes globales, en 2025 supondrán el 75 % de la fuerza laboral del mundo. Les
llaman así debido a que se hicieron adultos con el cambio del milenio (en plena prosperidad
económica, antes de la crisis). Algunos la llaman Generación Y, otros los Echo Boomers, aunque
desde hace ya tiempo son etiquetados como los Millennials.
El punto de encuentro entre la vieja política y la nueva política Las organizaciones e instituciones
tradicionales no parecen responder con la misma velocidad a los cambios que la ciudadanía digital,
que tienen a la Generación Millennials como estándar, reclama.
La nueva escala de valores que engendra la cultura digital, la evolución en la forma de apoderar a
los jóvenes hacia la política y la escala de preocupaciones de la Sociedad Red -más próximas a la
realidad de la ciudadanía- dificultan el tránsito de convertir estos cambios puntuales, que posibilitan
las victorias concretas, a nuevas estructuras organizativas.
Esta generación desea establecer una relación muy diferente, también, con la política formal, mucho
más contractual, promiscua, exigente y volátil. Pero decisiva en los próximos procesos electorales.
Según una encuesta de Telefónica, más de la mitad de los jóvenes a nivel mundial no se sienten
representados por su gobierno y tan solo el 28 % admite haber participado en los últimos procesos
electorales.
El nivel de desencanto y desafección, principalmente en Europa y Estados Unidos, es altísimo. Es
una generación políticamente independiente (o indecisa). Pues no cree en los partidos (en su actual
configuración), los considera parte del problema y no de la solución. Tal es así que, en Estados
Unidos, la mitad de los millennials no se identifica con ningún partido −aunque si les obligan a elegir,
dicen inclinarse por el Partido Demócrata−. El desánimo de los millennials encuentra una válvula de
escape en la tecnología social, ya que se muestran optimistas cuando hablan del papel que las
nuevas tecnologías pueden llegar a tener en la política.
Usan internet para informarse políticamente, para vigilar y monitorizar la actividad de sus
representantes, para denunciar, para debatir, para todo. No creen que internet sea una mera
herramienta de la política, sino de la ciudadanía, creen que es el futuro. Presente, para ellos y ellas.
Si bien los millennials son críticos, casi inconformistas, quieren participar y decidir, aunque todavía
no están verdaderamente seguros del cómo y del para qué. Tal y como dijo alguna vez Jean Cocteau:
«La juventud sabe lo que no quiere antes de saber lo que quiere». Para proporcionar un punto de
encuentro entre la vieja y la nueva política profundizaremos en tres elementos, la mayoría ya
existentes, que, por un lado, deben proporcionar razones para involucrar a los millennials en la
estructura política formal y, en paralelo, deben apuntan nuevas formas y nuevos fondos para que
esta participación sea posible.
Desde hace un par de años empezaron a aparecer declaraciones de columnistas, políticos e
investigadores en algunos medios de comunicación nacionales sobre la influencia que pueden tener
en los procesos electorales la llamada Generación del Milenio o millennials.
A excepción de algunas encuestas específicas respecto a las percepciones y actitudes de los
millennials respecto a partidos políticos, agendas públicas y precandidatos (como la conducida por
Nación 321 (2016), la mayoría de las opiniones respecto a la influencia del voto joven en las próximas
elecciones presidenciales de julio 2018 se han basado en estadísticas demográficas que describen
el panorama de los votantes jóvenes, particularmente de quienes votarán por primera vez en una
elección presidencial.
Los millennials son, a su vez, un desafío y un reto para la política. Son un público complejo y difícil
de tratar. Pueden mantenerse al margen de la política, mostrarse apáticos, desencantados,
indiferentes. O pueden movilizarse y mostrar sus dientes como hicieron en el Movimiento 15M en
España o en Occupy Wall Street en Estados Unidos. De una manera u otra, desinteresados o
movilizados, seguirán siendo los protagonistas de la política durante algunos años más.
Los Centinnelias, como muchos ciudadanos, desean que los actuales partidos se reformen para
promover una mayor cultura democrática interna y nuevas prácticas. La insatisfacción ha dado paso,
simultáneamente, a la indignación y la proposición exigente, en una retroalimentación de energía
cívica. En estos momentos, extramuros de las instituciones, en la sociedad civil, se están generando
un importante y relevante número de iniciativas regeneracionistas y renovadoras. Muchos
ciudadanos no se van a quedar de brazos cruzados: fiscalizan, reclaman, exigen y proponen. Como
hemos analizado, los ciudadanos queremos colegislar, también, ante la parálisis parcial de nuestras
instituciones, bloqueadas por una concepción patrimonial y partidista de la participación política y
de la democracia misma.
La Generación del Milenio
En 1991 los sociólogos estadounidenses Neil Howe y William Strauss acuñaron el término
generación del milenio para referirse a la población nacida a inicios de la década de los 80 (más
específicamente, a partir de 1982), pero no fue hasta después de la publicación de su libro
Millennials Rising en el 2000 que el término se comenzó a popularizar. Si bien el término sirvió
originalmente para describir a la población joven de América del Norte y Europa Occidental, el
término se introdujo pronto en los países en desarrollo para tratar de caracterizar a la primera
generación verdaderamente global. (Palley, 2013)
Los esfuerzos por caracterizar a este segmento de la población han sido diversos, desde la definición
de Howe y Strauss quienes abordan aspectos específicos sobre la manera en que los millennials
consumen, interactúan y aspiran; y a pesar de que hay distintos criterios para definir quiénes
pertenecen a la generación del milenio, el consenso los ubica como aquellos nacidos entre 1980 y
1995.
Asimismo, es importante reconocer que hay diferencias importantes entre los millennials de
economías desarrolladas, como Canadá y Alemania, y los millennials de economías en desarrollo,
como México. Por ejemplo, la Encuesta Millennials 2017 realizada en 30 países por Deloitte (2017)
indica que de manera global 36 por ciento de los millennials espera que las situaciones sociales y
políticas en sus países mejoren durante los próximos 12 meses, sin embargo, esta situación es muy
distinta al tomar en consideración el origen de los jóvenes. En los países en desarrollo, 48 por ciento
espera mejorías, mientras que en los países desarrollados solo 25 por ciento lo hace.
Aún así, los millennials alrededor del mundo comparten características muy particulares: son nativos
de las tecnologías de la información (Deal, Altman & Rogelberg, 2010) y su manejo los distingue
extraordinariamente del resto de las generaciones. (Hershatter & Epstein, 2010)
Otra importante diferencia con la generación de sus padres y abuelos está relacionada con las
expectativas laborales y las aspiraciones personales: a los millennials se les ha criticado por mostrar
actitudes narcisistas, buscando flexibilidad, comodidades y crecimiento en poco tiempo dentro de
las empresas, resultados que a sus predecesores les tomó años obtener, aunque también resaltan
actitudes positivas como: la lealtad hacia las personas sobre la lealtad a las instituciones, un gran
interés en las visiones corporativas que demuestran compromiso con causas sociales y/o
ambientales. (Alexander & Sisko, 2013)
En el plano axiológico, valores como la estabilidad laboral y “hacer carrera” dentro de un mismo
centro de trabajo, así como la noción misma de seguridad asociada al trabajo asalariado y
prestaciones económicas, no son atractivos para esa generación, menos aún para permanecer
vinculados a un trabajo. (Navarrete, 2017)
Asimismo, los millennials expresan aspectos importantes considerar oportunidades laborales para
tener impacto, el propósito de la organización, el tipo de liderazgo en las organizaciones, poder
hacer algo que les gusta, ambientes positivos, deseo por recompensas intrínsecas (por ejemplo,
satisfacción, sentimientos de felicidad, prestigio, globalidad, responsabilidad social, sustentabilidad)
por encima de recompensas monetarias, oportunidades de liderazgo y trabajo en equipo. (Llantada,
2017; Nations, 2007)
¿Quiénes son los millennials mexicanos?
Las y los jóvenes mexicanos nacidos entre 1982 y 1995 crecieron y se desarrollan en situaciones muy
distintas a las que vivieron sus padres, empezando por el hecho de que fueron la primer generación
de niños a quienes se les reconocieron sus derechos humanos, tras la ratificación por parte del
Senado de la República en 1991 de la Convención de los Derechos del Niño. También son los niños
y las niñas que vivieron las consecuencias de la crisis económic a y -política de 1994 y 95, la entrada
en vigor del TLCAN y la apertura de la economía mexicana al mercado global.
También hay diferencias en materia de educación y empleo: en la última década, la proporción de
ocupados con educación media y superior se elevó en 10 puntos porcentuales al pasar de 24.7% a
34.7%; mientras que la población ocupada con educación menor a secundaria descendió 13 puntos
porcentuales al pasar de 44.1% a 31.1% del total de ocupados. En el ámbito educativo destaca el
hecho de que los millennials son la generación con mayor nivel de educación obtenido (vgr. INEE,
2008) y, a diferencia de las generaciones previas, en el caso de los millennials son más las mujeres
quienes cuentan con estudios superiores. (INEGI, 2017) Los millennials asistieron a la escuela en
mayor proporción y permanecieron más tiempo en ella, muchos postergaron su inserción en el
mercado laboral, que los recibe en numerosas ocasiones con posiciones laborales precarias, cuando
no informales. (Martínez Salgado & Tapia McClung, 2017)
A diferencia de la generación de sus padres y abuelos, los millennials nacieron en un país
mayormente urbanizado: en 1940 vivían en México casi 20 millones de personas con un grado de
urbanización de 20%, lo que significa que el país era mayormente rural; durante los siguientes 40
años el país tuvo una explosión demográfica, con un aumento en la tasa de natalidad y del tamaño
de la población, que llegó a 66.8 millones de mexicanos en 1980 y un grado de urbanización de
51.8%; finalmente, tras este crecimiento demográfico y aunado a reajustes en la política económica
nacional, la población llegó a los 112 millones de habitantes en 2010 y un grado de urbanización de
62.5%. (Sobrino, 2011)
En materia conyugal, si bien los cambios en la edad promedio de la primera unión (matrimonio o
unión libre) son pequeños, pasando entre 1970 y 2010 de 21.2 a 23 años en el caso de las mujeres
y de 24.1 a 25.4 años en los hombres, el promedio de hijos por mujer disminuyó considerablemente
en el mismo periodo, pasando de 6.83 a 2.36 en el mismo periodo. (Banco Mundial, 2017)
Dichos antecedentes generacionales han modelado sus comportamientos como adultos y sus
efectos son visibles, más allá de los mitos alrededor de los millennials. Para muestra dos ejemplos:
apenas unos párrafos arriba se indicaba que para los millennials las prestaciones laborales no son
importantes al momento de considerar opciones de empleo, sin embargo en una interesante
encuesta realizada por la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar, 2017) reveló que 53%
de los millennials encuestados sí consideran importante contar con prestaciones. Por otro lado,
también suele decirse que los millennials son apáticos, egocéntricos y centrados en la comodidad;
sin embargo, se estima que aproximadamente 80% de las personas que ayudaron en las labores de
rescate, centros de acopio, brigadistas, etc. tras el terremoto ocurrido el pasado 19 de septiembre
de 2017 eran millennials. (Arteaga, 2017)
También se ha dicho que los millennials no están interesados en la política, aunque dichas
afirmaciones suelen carecer de evidencia o datos suficientes para respaldarlas y la verdad es que,
salvo contadas excepciones, hay muy pocos estudios respecto a la participación política de esta
generación, entre los que destacan los análisis del voto joven en el proceso de elecciones
presidenciales en EEUU 2016, que resultaron en la presidencia de Donald Trump, y el referéndum
para desincorporar el Reino Unido de la Unión Europea, mejor conocido como Brexit. A
continuación, algunas lecciones importantes que dejan ambas experiencias respecto al voto
millennial.
Voto millennial
¿Puede el voto joven cambiar el curso de las elecciones? A simple vista y tras las elecciones
presidenciales de EEUU 2016 y el Brexit podríamos decir que no: en EEUU la mayoría de los electores
jóvenes votaron por Hillary Clinton, candidata presidencial por el Partido Demócrata; y, en el Reino
Unido la mayoría de los jóvenes votaron por la permanencia de su país en la Unión Europea (Circle,
2016). En ambos casos, el resultado final fue el opuesto al voto joven.
Sin embargo, más allá de los resultados finales de ambos procesos democráticos quedan algunos
aprendizajes significativos respecto a las preferencias y votos de las y los jóvenes.
En el caso de las elecciones presidenciales de EEUU, el voto millennial fue muy distinto entre los
jóvenes que viven en áreas rurales y de poco desarrollo cívico y el de los jóvenes urbanos, con un
mayor porcentaje de votos a favor de Donald Trump en el primer caso que en el segundo. (Circle,
2016b) También hubo diferencias significativas por raza: mientras la mayoría de los electores
jóvenes de ascendencia latina o afroamericana no votaron por Trump, el voto (76% y 91%
respectivamente), mientras que en el caso de los votantes blancos dicho porcentaje fue de 48%.
(Circle, 2016) Finalmente, también hubo diferencias importantes por sexo: en general el porcentaje
de mujeres millennials que votó por Hillary Clinton fue mayor, comparado al porcentaje de hombres
con el mismo voto (63% y 47% respectivamente); aunque dicha proporciones fueron distintas entre
las mujeres afroamericanas y latinas, entre quienes el voto a favor de Hillary Clinton alcanzó 70%.
(Circle, 2016c)
En el caso del Brexit, 71% de votantes entre 18 y 24 años votaron quedarse en el bloque europeo;
sin embargo, este grupo de edad solamente representó cerca de 7.6% del total de votos. Asimismo,
también hubo diferencias importantes entre los distintos niveles de educación de los electores: las
personas con mayor grado académico votaron mayoritariamente por permanecer en la Unión
Europea, pero a menor nivel de educación, mayor la prevalencia del voto por la desincorporación
del Reino Unido.
En 2017 los reflectores de la comunidad internacional también se centraron en las elecciones
presidenciales de Francia, en las que resultó electo Emmanuel Macron.
Respecto a dichas elecciones, también se especulaba la posible influencia que podrían tener los
millennias sobre los resultados, particularmente debido al notable crecimiento del voto joven por
el partido de extrema derecha Frente Nacional, que en 2007 apenas obtuvo 6% de los votos de
jóvenes entre 18 y 24 años, mientras que en 2012 obtuvo 18% y en 2015 llegó hasta 34% de los
votos en dicho rango de edad (Martin, 2017). Sin embargo, la candidata del Frente Nacional, Marie
Le Pen, obtuvo solamente 21% de los votos de jóvenes entre 18 y 24 años, mientras que la mayor
parte del voto joven lo obtuvo el candidato de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon. (Gaveau,
2017)
Considerando estos tres antecedentes, podemos decir que hay algunas lecciones claras al momento
de considerar el voto millennial:
El voto millennial no se ha unificado bajo una sola opción política: si bien hay opciones políticas que
pueden concentrar a un alto porcentaje de los electores jóvenes, el voto de éstos suele distribuirse
entre las distintas opciones.
Las diferencias de sexo, raza, nivel educativo y procedencia urbana/rural importan. Es importante
reconocer que la edad es sólo una característica de los electores pero no la única, y que hay otros
factores que tienen gran influencia no solamente al momento de votar, sino también en la manera
en que se visualiza a los candidatos y se interpretan sus mensajes.
No todos los millennials tienen las mismas preferencias políticas ni quieren lo mismo. En países
europeos como Reino Unido, Francia y Holanda los jóvenes siguen teniendo mayor inclinación por
las agendas liberales de izquierda y de los partidos verdes; sin embargo, es evidente el crecimiento
del porcentaje de jóvenes con preferencias políticas de derecha y extrema derecha.
Podemos identificar que hay diferencias en la conducta electoral entre los millennials nacidos a
inicios de los 80 comparados con los millennials más jóvenes. En las elecciones de Holanda 2017, la
mayoría de los jóvenes se inclinaron por los candidatos de izquierda y del partido verde (Pieters,
2017), sin embargo hubo diferencias en la manera en que se distribuyeron los votos entre los
jóvenes de 25 a 34 años y los jóvenes de 18 a 24 años; asimismo, el nivel de participación fue mayor
para el primer grupo (82% votaron, por encima de la media nacional), que para el segundo (66%).
(Pieters, 2017b)
¿Qué podríamos esperar en las elecciones de México 2018?
Según datos de la encuesta Voto Millennial realizada por Nación321.com (2016), 10% de los jóvenes
nacidos entre 1980 y el 2000 aseguró que no quiere salir a votar, 77% dijo que sí, 10% tal vez lo hará
y 3% no contestó. La misma encuesta señala que 43% de los millennials no está convencido por
ningún partido y que 7% preferiría a un candidato independiente. Respecto a lo que esperan por
parte de los candidatos, resalta la necesidad por la honestidad: 57% prefiere un gobierno íntegro y
transparente aunque no se noten los resultados, frente a 36% que quisiera resultados a pesar de
tener sospechas de deshonestidad.
En otra encuesta, realizada por Deloitte (2017), destaca que, de manera general, los millennials
encuestados no apoyan a los dirigentes que tomen posiciones controvertidas o de división, ni a
aquellos que buscan una transformación radical en lugar de un cambio gradual; asimismo, se sienten
más cómodos con el lenguaje directo y sin rodeos, por parte de los líderes políticos.
El pasado 29 de enero el periódico nacional El Universal (2017) publicó los resultados de una
encuesta levantada en vivienda entre los días 19 al 25 de enero, en la que se indican las preferencias
de las personas por los precandidatos presidenciales: si bien en términos generales los números
ubican al líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, a la cabeza, llama la atención que entre
la población millennial (identificados como los menores de 30 años) la intención de voto se
encuentra dividida en porcentajes prácticamente iguales entre Andrés Manuel y Ricardo Anaya,
precandidato del PAN.
En el más reciente proceso electoral en el Estado de México, en el que resultó electo gobernador el
candidato de la coalición PRI-PVEM, Alfredo del Mazo, hubo una diferencia aunque poco
significativa en la manera en que votaron los millennials. Delfina Gómez, candidata por Morena,
sacó una ventaja de 3 puntos sobre el candidato priista entre los de 18 a 36 años, en tanto que Del
Mazo ganó por 8 puntos entre los no millennial. (Moreno, 2017)
Por lo demás, análisis de los resultados electorales en 2017 que desagreguen los datos por edad son
más bien nulos. De igual manera, hay pocos datos publicados por los Institutos
Electorales respecto a las elecciones 2012 y 2015 para poder identificar cuál es el comportamiento
de los votantes millennials. Sin embargo algo es claro: de cara a las próximas elecciones será
fundamental ver en las y los jóvenes no solamente nuevos electores, sino una generación de
votantes que requieren un acercamiento diferenciado, acorde a su visión del mundo, de los
problemas sociales y de la política, con necesidades particulares y distintas ideas, para poderlos
incluir en los procesos democráticos, reducir la baja participación juvenil en las elecciones y
desarrollar una verdadera agenda de juventud en el Estado.
Tratar de caracterizar a una población siempre es difícil por la diversidad que puede haber dentro
de ella: pueden ser muy distintas las conductas y oportunidades que tenga una joven que vive en la
zona dorada de León, comparada con una joven de la misma edad que vive en la sierra de Xichú. Es
posible que como parte de la misma generación, ambas compartan ciertas características, formas
de relacionarse y visiones del mundo, pero no se puede negar la influencia del contexto en la
definición de cada una de ellas. Por lo tanto, es importante considerar que, cuando se habla de los
millennials o la juventud mexicana, debemos tomar en cuenta su diversidad y las distintas
necesidades que puede haber en un mismo grupo generacional.
Los estudiantes universitarios expresan su ciudadanía a través del voto desde antes de
enfrentar un proceso electoral, la diferencia entre una generación y otra se evidencia en
múltiples factores, como la cultura y la comunicación política. Por ello, el estudio exploratorio
pretende mostrar la influencia de estos dos factores en la formación de una ciudadanía digital
centennials a través de los memes como forma de propaganda política.
CONCLUSIONES
De esta primera exploración se puede observar que al utilizar las multiplataformas, los
centennials entienden plenamente el lenguaje y el código cultural utilizado para dirigirse a
ellos, y al buscar romper mandatos que le resultan injustos, conectaron con el mensaje
promovido con el vídeo y el afiche, lo que convirtió al meme, en una forma de propaganda
política.
El mensaje emitido por sus pares, habló a los jóvenes electores de la generación centennials
con padres millennials, nacidos entre 2004 y 2009 en un proceso de comunicación política
en el cual compartieron la misma visión de la política. Los emisores apelaron a su disgusto
por la injusticia, valoraron su capacidad como actor ciudadano, en un código y un medio de
comunicación propio de su generación por lo cual lograron que se implicaran en el proceso.
Tanto el vídeo como el afiche como comunicación política logran sintetizar el contexto
geográfico de la universidad, así como las características de los actores políticos, anulando
el discurso del opositor con uno alternativo que logró neutralizarlo.
Este caso muestra que los centennial son sujetos activos, ciudadanos digitales que participan
en el espacio político con cultura política, interesados en la micropolítica cotidiana y busca
romper con mandatos injustos.
Estos resultados también llevan a reflexionar sobre la relación existente entre la producción
y actuación en medios digitales de los centennials como opinión pública y la construcción de
espacio público. En este caso, la proximidad y lo concreto los llevaron a participar
activamente en el proceso electoral, se trataba de su universidad.
Y ¿qué sucede cuando hay menos construcción de espacio público y producción y actuación
en medios digitales de los centennials como opinión pública; o más construcción de espacio
público, pero menos producción y actuación en medios digitales de los centennials como
opinión pública; cuando hay más producción y actuación en medios digitales de los
centennials como opinión pública y menos construcción de espacio público? Es decir que aún
quedan interrogantes por responder y analizar.
Su formación ciudadana debe reforzarse en los períodos previos a las elecciones
gubernamentales en las cuales se convierten en el segmento buscado por los candidatos.
La tecnología resulta, en estos casos, un aliado y al mismo tiempo, una fuente de información
falsa, como se ha observado en el análisis. El desarrollo del juicio crítico puede reducir el
impacto de las emociones originadas por este tipo de información falsa, que podrían conducir
a decisiones electorales equivocadas
Referencias
https://www.milenio.com/politica/elecciones-2021/votan-50-jovenes-representan-31-lista-
nominal
Alexander, C.S., Sysko, James M. (2013) I’m Gen Y, I love Feeling Entitled and it Shows. Academy
of Educational Leadership Journal; Arden Vol. 17, Iss. 4, (2013): 127-131.
Arteaga, H. (2017) Los millennials van a influir en las elecciones de 2018 ? Columnas SDP, extraído
de https://www.sdpnoticias.com/nacional/2017/10/09/los-millennials-van-a-influir-en-las-
elecciones-de- 2018
Banco Mundial (2017) Tasa de fertilidad, total (nacimientos por mujer). Datos. Disponible en
https://datos.bancomundial.org/indicador/SP.DYN.TFRT.IN?cid=GPDes_11
Circle (2016) Young People Reject Trump, But Older Voters Propel Him to Unexpected Victory. The
Center for Information & Research on Civic Learning and Engagement. Disponible en
http://civicyouth.org/tooclose- to-call-young-people-reject-trump-older-voters-key-to-his-
unexpectedly-strong-performance/
Circle (2016b) Rural Millennials, the 2016 Election and Civic Deserts. The Center for Information
& Research on Civic Learning and Engagement. Disponible en https://civicyouth.org/rural-
millennials-the-2016- election-and-civic-deserts/
Circle (2016c) New CIRCLE Analysis on Millennial Women and the 2016 Election. The Center for
Information & Research on Civic Learning and Engagement. Disponible en
https://civicyouth.org/new-circle-analysison- millennial-women-and-the-2016-election/
CONSAR (2017) Encuesta Nacional: Qué piensan los millennials mexicanos del ahorro para el
retiro?
Deal, J.J., Altman, D.G. & Rogelberg, S.G. (2010) Millennials at Work: What We Know and What
We Need to Do (If Anything). Journal of Business Psychology, 25, 199-199.
http://dx.doi.org/10.1007/s10869-010- 9177-2
Delitte (2017) The 2017 Deloitte Millennial Survey. Aprehensive Millennials: Seeking Stability and
Opportunities
in an Uncertain World. Disponible en
https://www2.deloitte.com/content/dam/Deloitte/global/Documents/About-Deloitte/gx-
deloittemillennial- survey-2017-executive-summary.pdf
El Universal (2018) AMLO Lidera Preferencias Rumbo a Comicios: Encuesta. Disponible en
http://www.eluniversal.com.mx/elecciones-2018/amlo-lidera-preferencias-rumbo-comicios-
encuesta
Gaveau, C. (2017) Présidentielle 2017 : ouvriers, chômeurs, jeunes… Qui a voté quoi ? RTL
Présidentielle 2017. Disponible en http://www.rtl.fr/actu/politique/presidentielle-2017-
ouvriers-jeunes-ruraux-qui-a-votequoi- 7788279034
Hershatter, A., Epstein, M. (2010) Millennials and the World of Work: An Organization and
Management Perspective. Journal of Business and Psychology, 25, 211-223.
http://dx.doi.org/10.1007/s10869-010- 9160-y
INE (2018) Estadísticas Lista Nominal y Padrón Electoral. Disponible en
http://portalanterior.ine.mx/archivos3/portal/historico/contenido/Estadisticas_Lista_Nominal_
y_Padron
Electoral/ INEE (2008) Panorama Educativo de México. Indicador CS03b Nivel de estudios
alcanzado por la población. Disponible en
http://www.inee.edu.mx/bie/mapa_indica/2010/PanoramaEducativoDeMexico/CS/CS03/2010
_CS03 _b-vinculo.pdf
INEGI (2017) Estadísticas a Propósito del Día Internacional de la Juventud. Datos Nacionales.
Disponible en http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2017/juventud2017_Nal.pdf
Llantada, A. (2017) Millennials vs Generación X: Los dos son un dolor de cabeza. Entrepreneur,
Diciembre. Disponible en https://www.entrepreneur.com/article/296104
Madrazo, J. (2018) Voto Millennial. Opinión, El Financiero. Disponible en
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/voto-millennial.html
Martin, V. (2017) Will Millennials Take Marie Le Pen to Power? Newsweek. Disponible en
http://www.newsweek.com/marine-le-pen-french-election-president-millennials-
587316Nations, Harold
L. (2007). Generation X & Y. Recuperado de http://www.howardnations.com/pdf-
pt/GenXYW93.pps
Martínez Salgado, M., Tapia McClung, R. (2017) Variación Espacial de la Unión Conyugal de los
Jóvenes en México. Revista de Estudios Demográficos y Urbanos, COLMEX, Vol. 32, núm. 1 (94).
Marván Laborde, M. (s/f) Los Millennials no definirán los resultados de las elecciones
presidenciales de 2018.
En http://www.unamglobal.unam.mx/?p=2018
Moreno, A. (2017) ¿Cómo Votaron en e Edomex? El Financiero. Disponible en
http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/con-del-mazo-mujeres-los-de-baja-escolaridad-y-
mayoresde- 37-anos.html
Nación321 (2016) Los millennials sí quieren votar en 2018, pero no les laten los presidenciables.
Voto Millennial.
Disponible en http://www.nacion321.com/voto-millennial/los-millennials-quieren-votar-en-
2018-perono- les-laten-los-presidenciables
Olvera, D. (2017) Jóvenes que Votarán por Primera Vez en 2018 Heredan un México Violento y sin
Seguridad Social. SinEmbargo. Disponible en http://www.sinembargo.mx/10-05-2017/3211237
Palley, W. (2013) Study: BRIC millennials are a global, interconnected generation. J. Walter
Thompson Intelligence. Disponible en https://www.jwtintelligence.com/2013/11/data-point-
bric-millennials-are-aglobal- interconnected-generation/
Sobrino, J. (2011) La Urbanización en el México Contemporáneo. Reunión de Expertos sobre
Población,
Territorio y Desarrollo Sostenible, Santiago, Chile, 16-17 Agosto de 2011. CEPAL. Disponible en
https://www.cepal.org/sites/default/files/events/files/jaime_sobrino.pdf
Pieters, J. (2017) Young Dutch Voter Lean More to Left-Wing, Green Politics. NL Times. Disponible
en https://nltimes.nl/2017/03/16/young-dutch-voters-lean-left-wing-green-politics
Pieters, J. (2017b) Fewer Young Dutch Voted in Parliamentary Election. NL Times. Disponible en
https://nltimes.nl/2017/03/17/fewer-young-dutch-voted-parliamentary-election
Campos Pico, R. (26.09.2014) La importancia que los millennials dan a los dispositivos móviles es
abrumadora (Puro Marketing).
CBS (8.11.2007) The “Millennials” are comming. Fernández, A. Millennials: la generación malcriada
que quiere cambiar al mundo (ABC).
Fernández, J.A. (28.04.2014) Social Travelling: ¿Cómo es y que motiva al Viajero Social? (Fusión) .
García Vega, M.A. (04.04.2014) El órdago de los ‘millennials’ (El País).
Gutiérrez-Rubí, A. (30.05.2014) Podemos. Sabemos. Queremos (El País).
Gutiérrez-Rubí, A. (28.08.2014) Equador, la política y la generación millennials (Telégrafo).
Gutiérrez-Rubí, A. (06.11.2013) La política en la era digital: Recursos y perspectivas comunicativas
(TEMAS para el debate, «Cibersociedad & Democracia», Fundación Sistema).
Gutiérrez-Rubí, A. (24.14.2013) Queremos legislar (El País).
Gutiérrez-Rubí, A. (17.09.2012) Generación ‘knowmad’, profesionales del siglo XXI (Cinco Días).
Gutiérrez-Rubí, A. (29.11.2011) Generación APPS = Generación ON.
Gutiérrez-Rubí, A. (19.08.2008) La crisis y la generación Y.
Gutiérrez-Rubí, A. (09.09.2009) Generación Y (documento power point).
Pérez Colomé, J. (04.2014) A la mierda con Karate Kid (Jot Down). Puro Marketing (20.05.2014)
YouTube es ya la primera fuente de información sobre productos entre jóvenes consumidores.
Jóvenes y generación 2020 169 Puro Marketing (22.08.2014) Generación Z, ¿cómo es la futura
generación de consumidores? Puro Marketing (05.09.2014) Millennials, auténticos cazadores de
promociones y ofertas en redes sociales Puro Marketing (21.09.2014) Generación Z, ¿cómo es la
futura generación de consumidores? Romero, R. (27.08.2014) No pida perdón por ser ‘millennial’
(El País). Safiullina, A. (28.08.2014) Periodismo millennial: social, móvil e inmediato (La Nación).
Toharia, J.J. (5.05.2014) Una generación que no se puede perder. VVAA (09.11.2008) Generación
Obam@ (La Vanguardia). VVAA Who are Millennials (Millennial Marketing)
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1990-86442020000400159
https://www.infobae.com/especiales/2017/08/16/el-futuro-en-manos-de-la-nueva-juventud-
millennial-y-centennial/
CONSEJO EDITORIAL
Diseño editorial y cuidado de la edición:
Sergio Adolfo Hernández Saucedo
Desarrollo de contenidos:
Arq. Ricardo Astudillo Suárez
Mtro. Jaime Garrido Gutiérrez
Diseño web:
Javier Guadalupe Torres González