Maravilla y el mio cid

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COLEGIO PROVINCIAL N°2

LENGUA Y LITERATURA

DE MARAVILLA MARTINEZ AL MIO CID-HISTORIA DE HÉROES.

El asunto convocante es nuestro héroe, sí, el sábado 27 de abril peleó contra un Inglés y ganó la pelea, defendió el titulo mundial y sigue siendo campeón. Sergio “Maravilla” Martínez es nuestro héroe, si alguien no lo comparte lo asumo, es mi héroe, porque así lo

siento, porque comprendo que de alguna manera me representa y nos representa a todos los argentinos.El tipo es campeón ¿se entiende? Apareció un inglesito muy duro y no se la hizo fácil, ganó por puntos, peleó todo roto y ganó por puntos, ¿vos que esperabas? Que lo noquee me vas a decir! Está bien, yo también esperaba eso! Pero también sabes algo; que ni acá, ni en cualquier otra parte del mundo los boxeadores que retan al campeón son boludos. Murray no fue un paquete, no fue una exhibición como esperaban, el tipo vino por el cinturón y la gloria y se fue con las manos  vacías y estropeado. Por eso disfruto de nuestro héroe más que nunca y espero que ustedes también lo hagan. Pero este es el fin de la historia, vamos un poco más atrás…Recuerdo que vi a Maravilla la primera vez hace unos años en Duro de Domar, aparecía como un tipo nuevo, un tipo como cualquiera que va a la TV, como una revelación y ahí empezó a contar su historia. Después, una noche agarre empezada una entrevista que le hizo Fantino y lo conocí de otra manera, más humano, mas real, me impactó su vida, los problemas económicos que tuvo su familia en su niñez y como se fue criando entre trabajo y entrenamiento, su viaje a España y los inconvenientes de papeles y los trabajos abusivos y mal pagos que se vio obligado a hacer. También recuerdo que contó que allí comía de caridad en una iglesia o algo así, y que luego de eso iba todos los días a entrenar, que pasó frio y hambre en el paraíso que para muchos es la madre patria, y la historia me derrumbó un poco, debo asumirlo, lo confieso y no lo considero una debilidad, el relato de su historia me emocionó y me emociona hasta las lagrimas casi siempre.Pero lo que más me fascinó de este muchacho en ese momento fue su certeza, su seguridad, no recuerdo bien pero algo así como “yo sabía que después de todo eso malo que estaba viviendo venía algo

grande, tenía que entrenarme, no podía perder de vista mi meta, todos los días me despertaba y repetía, algún día voy a ser campeón del mundo”.En ese momento recuerdo un Fantino asombrado que le preguntaba por Chávez Junior, y como sería la pelea, pero Martínez con seguridad y mirando fijo a la cámara repetía como un rezo “lo voy a machacar” (triturar, pulverizar, moler), y no me pareció soberbio como lo decía, así que le creí. Sinceramente fue un acto reflejo, porque creo que una persona humilde y convencida nunca pierde, lo veía seguro de sí mismo y de sus capacidades, su historia era impactante, intuí un halo de mística, de divinidad, algo parecido me pasa cuando escucho hablar a Messi, de pies en el suelo y de cabeza en un plano más elevado.Así que un día llegó la contienda con Chávez Junior, y lo machacó durante toda la pelea como había prometido. Casi sobre el final de la misma el mexicano le metió una derecha y lo dejó atontado en el piso, pero Maravilla se recuperó y bien al estilo Rocky ganó la pelea, se quedó con el cinturón y la gloria. En ese momento había empezado a ser mi héroe, porque el tipo había pensado, planificado y entrenado la pelea y había logrado su objetivo, después de todo lo malo vivido tenía razón, fue campeón del mundo…

El destierro del Cid

     El rey Alfonso envía al Cid Ruy Díaz a cobrar las parias (impuestos o tributos) del rey moro Almutamiz de Sevilla, quien guerrea con Almudafar, rey moro de Granada que contaba con el apoyo de algunos hombres ricos de la corte del rey Alfonso, entre los que destaca el conde castellano Garcí Ordóñez. El Cid, amparando a Almutamiz, vence a Garcí Ordóñez en la población de Cabra y le prende afrentosamente mesándole (jalando, arrancando) las barbas (gesto de humillación y sometimiento). El Cid torna a Castilla con las parias, pero sus enemigos le indisponen

con el rey, y éste, que le guardaba aún resquemores por el juramento que le exigiera, no se cuidó mucho de averiguar la verdad y destierra al Cid, quien convoca a sus vasallos y éstos se destierran con él dirigiéndose a Burgos, donde nadie los hospeda, sólo una niña le dirige la palabra para pedirle que se alejen.

     El Cid se ve obligado a acampar fuera de la población, en la glera (arenal del río) y es donde Martín Antolínez lo provee de víveres. El Cid, empobrecido, acude a la astucia de Antolínez. Ambos llenan dos arcas de arena y dicen que están llenas de objetivos valiosos para obtener dinero de los judíos Raquel y Vidas, quienes le dan al Cid seiscientos marcos (monedas de oro) por las arcas y prometen no abrirlas en un año. Antolínez marcha con el Cid después de cobrar el dinero.

La afrenta de Corpes

     En este canto, los infantes de Carrión demuestran su miedo y cobardía ante un león, al que después el Cid somete fácilmente, ante la vergüenza de los infantes, quienes le guardan resentimientos por haberlos puesto en evidencia. El miedo de los infantes vuelve a confirmarse en una batalla a la que inicialmente se niegan a ir, aunque después, ante la ironía del Cid, se ven obligados a aceptar; tal batalla es contra el rey Búcar, donde el Cid gana la espada Tizona. Uno de los infantes persigue a un moro, éste se regresa y el infante corre cobardemente; Pedro Bermúdez mata al moro y le dice al infante don Fernando que tome el caballo del moro y diga que ha matado a su dueño. El Cid con este acto se siente satisfecho de sus yernos.

     Cuando se repartió el botín, los infantes se vieron tan ricos que decidieron volver a Carrión, no sin antes escarnecer a las hijas del Cid; para ello, piden a éste las deje marchar con ellos a Carrión para enseñarles sus heredades, el Cid acepta y éstos se van.

     Al llegar al robledo de Corpes, los infantes maltratan a sus mujeres, golpeándolas y dejándolas por muertas y semidesnudas. Félix Muñoz, quien las acompañaba, las recoge y las lleva de regreso a Valencia, donde el Cid las recibe muy ofendido y manda mensajeros al rey Alfonso para que cite a los infantes de Carrión en la Corte y se juzgue su cobarde acto. Al llegar a la Corte, los infantes son despojados de todos sus bienes por el Cid; además, sus caballeros los retan a duelo, los derrotan y humillan. Doña Elvira y doña Sol contraen nupcias nuevamente con los infantes de Navarra y Aragón, y pasan a ser señoras de Navarra y Aragón, de más alta alcurnia que Carrión, cobrándose así la afrenta que los infantes de Carrión hicieron al Cid al llamar a sus hijas poco dignas de la clase y linaje que ellos tenían. Con esto terminaEl cantar de Mio Cid.

 Fragmento de El cantar de Mio Cid

1) ¿QUÉ RELACIÓN ENCUENTRA ENTRE ESTOS DOS HÉROES TENIENDO EN CUENTA LOS VALORES DE LA ANTIGÜEDAD Y LOS ACTUALES?

2) ¿EN LA ANTIGÜEDAD LA HONRA,EL HONOR DEBÍAN DEFENDERSE,CUÁLES SON LOS VALORES EN ESTA SOCIEDAD ACTUAL?