Post on 01-Jul-2015
Natalia Jimena Lerena 2º BAC E
ÍndiceDiapositiva 4 – Historia de las 13 rosas
Diapositiva 5 – Historia de las 13 rosas (II)
Diapositiva 6 – Historia de las 13 rosas (III)
Diapositiva 7 – Historia de las 13 rosas (IV)
Diapositiva 8 – Historia de las 13 rosas (V)
Diapositiva 9 – Historia de las 13 rosas (VI)
Diapositiva 10 – Historia de las 13 rosas (VII)
Diapositiva 11 – Sus nombres
Diapositiva 12 – Carmen Barrero Aguado
Diapositiva 13 – Martina Barroso García
Diapositiva 14 – Blanca Brisac Vázquez
Diapositiva 15 – Blanca Brisac Vázquez (carta a su hijo)
Diapositiva 16 – Julia Conesa Conesa
Diapositiva 17 – Julia Conesa Conesa (carta a su madre)
Diapositiva 18 – Adelina García Casillas
Diapositiva 19 – Elena Gil Olaya
Diapositiva 20 – Virtudes González García
Diapositiva 21 – Ana López Gallego
Diapositiva 22 – Pilar Bueno Ibáñez
Diapositiva 23 – Dionisia Manzanero Salas
Diapositiva 24 – Victoria Muñoz García
Diapositiva 25 – Luisa Rodríguez de la Fuente
Diapositiva 26 – Joaquina López Laffite
Historia
El 5 de agosto de 1939, trece mujeres, la mayoría menores, fueron ejecutadas junto a la tapia del cementerio de la Almudena de Madrid, a 500 metros de la prisión de Las Ventas.
Nueve de las jóvenes fusiladas eran en el momento de su muerte menores de edad, ya que la mayoría de edad estaba establecida en 23 años.
Dos días antes habían sido juzgadas en el tribunal de las Salesas, junto a cuarenta y
cinco compañeros más del PCE y de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU).
Tramo de la antigua carretera de Extremadura donde murió el general Gabaldón.
Se las acusaba de intentar reconstruir a las JSU, así como de intervenir en "actos de sabotaje e intentos de complot", por la muerte de Isaac Gabaldón, comandante de la Guardia Civil, su hija de 18 años y su chófer. La sentencia fue implacable, siendo condenados a muerte cincuenta y siete de los cincuenta y ocho acusados
“Reunido el Consejo de Guerra Permanente número 9 para ver y fallar la causa número 30.426 que por el procedimiento sumarísimo de urgencia se ha seguido contra los procesados (...) responsables de un delito de adhesión a la rebelión (...) Fallamos que debemos condenar y condenamos a cada uno de los acusados (...) a la pena de muerte”.
Una de las acusaciones que se les imputaron a los jóvenes de la JSU detenidos fue la colocación de unos pasquines en algunas calles madrileñas con anterioridad a la celebración del día del desfile de la Victoria que decía:
“Menos Viva Franco y más pan blanco”.
A las cuatro de la madrugada del día cinco de agosto, un camión viejo y destartalado se detenía ante la puerta de la cárcel de Ventas. Poco después salieron las trece jóvenes que desde hacía varias horas permanecían en capilla.
Sobre la mesa del despacho de Carmen Castro, directora de la cárcel de Ventas, quedaron las solicitudes de indulto que cada una de las condenadas había redactado el día 3, al volver de la vista en las Salesas, para pedir clemencia al Caudillo, y que la directora no había querido tramitar.
Carmen Castro
Sus nombres
20 años, modista. Trabajaba desde los 12 años, tras la muerte de su padre, para ayudar a mantener a su
familia, que contaba con 8 hermanos más, 4 menores que ella. Militante del PCE, tras la guerra, fue la
responsable femenina del partido en Madrid. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.
Carmen Barrero Aguado
Martina Barroso García
24 años, modista. Al acabar la guerra empezó a participar en la organización de las JSU de
Chamartín. Iba al abandonado frente de la Ciudad Universitaria a buscar armas y municiones (lo que estaba
prohibido). Se conservan algunas de las cartas originales que escribió a su novio y a su familia desde la prisión.
Blanca Brisac Vázquez
29 años, pianista. La mayor de las trece. Tenía un hijo. No tenía ninguna militancia política. Era católica y votante de derechas. Fue detenida por relacionarse con un músico perteneciente al Partido Comunista. Escribió una carta a su hijo la madrugada del 5 de agosto de 1939, que le fue entregada por su familia (todos de derechas) 16 años después. La carta aún se conserva.
En estos últimos momentos tu madre piensa en ti. Sólo pienso en mi niñito de mi corazón que es un hombre, un hombrecito, y sabrá ser todo lo digno que fueron sus padres. Perdóname, hijo mío, si alguna vez he obrado mal contigo. Olvídalo hijo, no me recuerdes así, y ya sabes que bien pesarosa estoy.
Voy a morir con la cabeza alta. Sólo por ser buena: tú mejor que nadie lo sabes, Quique mío.
Sólo te pido que seas muy bueno, muy bueno siempre. Que quieras a todos y que no guardes nunca rencor a los que dieron muerte a tus padres, eso nunca. Las personas buenas no guardan rencor y tú tienes que ser un hombre bueno, trabajador. Sigue el ejemplo de tu papachín. ¿Verdad, hijo, que en mi última hora me lo prometes? Quédate con mi adorada Cuca y sé siempre para ella y mis hermanas un hijo. El día de mañana, vela por ellas cuando sean viejitas. Hazte el deber de velar por ellas cuando seas un hombre. No te digo más. Tu padre y yo vamos a la muerte orgullosos. No sé si tu padre habrá confesado y comulgado, pues no le veré hasta mi presencia ante el piquete. Yo sí lo he hecho.
Enrique, que no se te borre nunca el recuerdo de tus padres. Que te hagan hacer la comunión, pero bien preparado, tan bien cimentada la religión como me la enseñaron a mí. Te seguiría escribiendo hasta el mismo momento, pero tengo que despedirme de todos. Hijo, hijo, hasta la eternidad. Recibe después de una infinidad de besos el beso eterno de tu madre.
19 años, modista. Nacida en Oviedo. Vivía en Madrid con su madre y sus dos hermanas. Se afilió a las JSU por las instalaciones deportivas que presentaban a finales de 1937 donde se ocupó de la monitorización de estas.
Pronto se empleó como cobradora de tranvías, ya que su familia necesitaba dinero, y dejó el contacto con las JSU.
Fue detenida en mayo de 1939 siendo denunciada por un compañero de su “novio”. La detuvieron cosiendo en su casa. entre los motivos de la acusación era que Julia que había sido "cobradora de tranvías durante la dominación marxista". Julia Conesa también escribió una carta a su
madre:
Julia Conesa Conesa
"Madre, madrecita, me voy a reunir con mi hermana y papá al otro mundo, pero ten presente que muero por persona honrada. Adiós, madre querida, adiós para siempre. Tu hija que ya jamás te podrá besar ni abrazar... Que no me lloréis. Que mi nombre no se borre de la historia".
19 años, activista. Militante de las JSU. Hija de un guardia civil. Le mandaron una carta a su casa
afirmando que sólo querían hacerle un interrogatorio ordinario. Se presentó de manera voluntaria, pero no regresó a su casa. Ingresó en prisión el 18 de mayo de
1939.
Adelina García Casillas
Elena Gil Olaya
20 años, activista. Ingresó en las JSU en 1937. Al acabar la guerra comenzó a trabajar en el grupo de Chamartín.
Virtudes González García
18 años, modista. Amiga de María del Carmen Cuesta (15 años, perteneciente a las JSU y superviviente de la prisión de Ventas). En 1936 se afilió a las JSU, donde conoció a Vicente Ollero, que terminó siendo su novio. Fue detenida el 16 de mayo de 1939 denunciada por un compañero suyo bajo tortura.
Ana López Gallego
21 años, modista. Militante de las JSU. Fue secretaria del radio de Chamartín durante la
Guerra. Su novio, que también era comunista, le propuso irse a Francia, pero
ella decidió quedarse con sus tres hermanos menores en Madrid. Fue detenida el 16 de
mayo, pero no fue llevada a la cárcel de Ventas hasta el 6 de junio. Se cuenta que no
murió en la primera descarga y que preguntó “¿Es que a mí no me matan?”.
Pilar Bueno Ibáñez
27 años, modista. Al iniciarse la guerra se afilió al PCE y trabajó como voluntaria en las casas-
cuna (donde se recogía a huérfanos y a hijos de milicianos
que iban al frente). Fue nombrada secretaria de
organización del radio Norte. Al acabar la guerra se encargó de la reorganización del PCE en ocho
sectores de Madrid. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.
Dionisia Manzanero Salas
20 años, modista. Se afilió al Partido Comunista en abril de 1938 después de que un obús matara a su hermana y a unos chicos que jugaban en un descampado. Al acabar la guerra fue el enlace entre los dirigentes comunistas en Madrid. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.
Victoria Muñoz García
18 años, activista. Se afilió con 15 años a las JSU. Pertenecía al grupo de Chamartín. Era la hermana de Gregorio Muñoz, responsable militar del grupo del sector de Chamartin de la Rosa. Llegó a Ventas el 6 de junio de 1939.
18 años, sastre. Entró en las JSU en 1937 sin ocupar ningún cargo. Le propusieron crear un grupo, pero no había convencido aun a nadie más que a su primo cuando la detuvieron. Reconoció su militancia durante la guerra, pero no la actual. En abril la trasladaron a Ventas, siendo la primera de las Trece Rosas en entrar en la prisión.
Luisa Rodríguez de la Fuente
Joaquina López Laffite
23 años, secretaria. En septiembre de 1936 se afilió a las JSU. Se le encomendó la secretaría femenina del Comité Provincial clandestino. Fue denunciada por Severino Rodríguez (número dos en las JSU). La detuvieron el 18 de abril de 1939 en su casa, junto a sus hermanos. La llevaron a un chalet. La acusaron de ser comunista, pero ignoraban el cargo que ostentaba. Joaquina reconoció su militancia durante la guerra, pero no la actual. No fue conducida a Ventas hasta el 3 de junio, a pesar de ser de las primeras detenidas.