Las partes de la misa

Post on 11-Jul-2015

5.986 views 36 download

Transcript of Las partes de la misa

I.- Ritos iniciales EntradaSaludo al altarRito penitencialOraciones iniciales

II.- Liturgia de la palabra Diálogo entre Dios y su pueblo:Dios hablaEl pueblo responde

III.- Liturgia de la eucaristía Presentación de las ofrendasPlegaria Eucarística y consagraciónRito de comunión

IV.- Rito de despedida Avisos (no son parte de la eucaristía)Saludo y bendición finalDespedida y misión

Llegamos al Templo y nos disponemos para celebrar el Misterio mas grande de nuestra fe. Acompañamos la procesión de entrada cantando con alegría.El canto tiene una triple finalidad:

Inicia al espíritu de fiesta Expresa la alegría de reencontrarse los hermanos entre sí y con su Padre Dios Acompaña la procesión (marcha)

El altar es el centro de la celebración eucarística, mesa del Señor, por eso es saludado. Se realiza una inclinación y un beso (a veces se inciensa).Por el saludo el que preside entra en comunión con la asamblea.

Después de besar el altar y hacer la Señal de la Cruz, el sacerdote saluda a la asamblea.

Pedimos humildemente perdón al Señor por todas nuestras faltas. Sin olvidar los fallos personales destaca la misericordia y la bondad de Dios.

Alabamos a Dios, reconociendo su santidad, al mismo tiempo que nuestra necesidad de Él.(No se canta ni en Adviento ni en Cuaresma)

Es la oración que el sacerdote hace al Padre en nombre de toda la asamblea. En ella recoge todas las intenciones de la comunidad.

“Señor, mira complacido a tu pueblo y derrama sobre él los dones de tu Espíritu, para que crezcan sin cesar en el amor a la verdad y busque, en la doctrina y en la práctica, la perfecta unidad de los cristianos. Por nuestro Señor Jesucristo.”.

Dentro de la eucaristía viene a ser la “primera mesa” de la celebración. En ella

Escuchamos a Dios, que se nos da como alimento en su Palabra, y

respondemos cantando, meditando y rezando. Consta de:

Primera Lectura

Salmo

Segunda Lectura

Santo Evangelio

Homilía

Credo

Oración de los fieles

Dios nos habla a través de la historia del pueblo de Israel y de sus Profetas. Las lecturas están tomadas del Antiguo Testamento.

Respuesta de acción de gracias, petición o alabanza por las maravillas realizadas por Dios a favor de su pueblo. Como está relacionado con la primera lectura no puede ser sustituido por cualquier canto.

Dios nos habla a través de sus apóstoles, en el nuevo Testamento.

Con el canto del “aleluya” la comunidad puesta de pie saluda al Evangelio que llega, es decir al Señor que se hace presente por medio de su Palabra. Es proclamado por el presbítero o diácono.

Dios nos habla por medio de su Iglesia. El que preside actualiza el mensaje de la Escritura para iluminar la vida, las situaciones que vivimos.

La asamblea recita el Credo como una respuesta a la Palabra de Dios. Se sienten unidos por una misma Fe.

Rezamos unos por otros, pidiendo por las necesidades de todos. La comunidad se abre al mundo con sus angustias y esperanzas.

Tiene tres partes: Presentación de las Ofrendas, Gran plegaria Eucarística

(es el núcleo de toda celebración, es una plegaria de acción de gracias en la

que actualizamos la muerte y resurrección de Jesús) y rito de comunión.

Presentación de ofrendas Prefacio Eplíclesis Consagración Aclamación Interseción Padre Nuestro Comunión Oración post-comunión

Presentamos el pan y el vino que se transformarán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Realizamos la colecta en favor de toda la Iglesia.

Oramos sobre las ofrendas.

“Derrama, Señor, la bendición de tu Espíritu, sobre estos dones que te presentamos para que tu Iglesia quede inundada de tu amor y sea ante todo el mundo signo visible de la salvación. Por Jesucristo …”

Es una oración de acción de gracias y alabanza a Dios, al tres veces santo.

P: El Señor esté con vosotrosA: Y con tu EspírituP: Levantemos el corazónA: Lo tenemos levantado hacia el SeñorP: Demos gracias al Señor, nuestro DiosA: Es justo y necesarioP: En verdad es justo y necesario …

El celebrante extiende sus manos sobre el pan y el vino e invoca al Espíritu Santo, para que por su acción los transforme en el cuerpo y la sangre de Jesús.

“Por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros cuerpo y sangre de Jesucristo, nuestro Señor …”

El sacerdote hace “MEMORIA” de la última cena, pronunciando las mismas palabras de Jesús. El pan y el vino se transforman en el cuerpo y la sangre de Jesús. “…el cual, cuando iba a ser entregado a

su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: "Tomad y comed todos de él…”

Aclamamos el misterio central de nuestra Fe.

- P: Este es el Misterio de nuestra fe.- A: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, Ven Señor Jesús …”

Ofrecemos este sacrificio de Jesús en comunión con toda la Iglesia. Pedimos por el Papa, por los obispos, por los difuntos y por todos nosotros.

“…dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvemos tu amistad…”

Preparándonos para comulgar, rezamos al Padre como Jesús nos enseñó.

El gesto de la paz es signo de la fraternidad hecho por toda la asamblea.

Aclamamos al Cordero de Dios.

Es el momento en que la celebración llega a su objetivo final. Signo de amor y caridad.

Los que comemos un mismo pan, formamos un solo cuerpo.

“Cuando te acerques a recibir el cuerpo del Señor, no avances con las manos tensas, ni con los dedos separados, sino haz de tu mano izquierda un trono para tu mano derecha, ya que ésta debe recibir al Rey y, en el hueco de tu mano, recibes el cuerpo de Cristo, contestando: Amén”.

(San Cirilo de Jerusalén, siglo IV)

Según la actual normativa, tan aceptables es recibir la comunión en la mano como en la boca.Los dos pueden expresar igualmente nuestra comprensión y nuestro respeto al misterio eucarístico.

Damos gracias a Jesús por haberlo recibido, y le pedimos que nos ayude a vivir en comunión.

Este Rito es breve y sencillo. El objetivo fundamental es devolver a la Comunidad a la vida.

Los avisos: se dan después de al oración y antes de la Bendición final. El presidente desea a todos que el Señor esté con todos y cada uno. La Misa culmina en una Misión (Misa): Extender la presencia de Jesús en todo el mundo.

La comunidad, inclinando la cabeza, recibe la bendición, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El Sacerdote besa el altar y se procede a la salida.