Post on 15-Apr-2017
La editorial.
Desde nuestro joven proyecto al margen editorial queremos darte las
gracias por confiar en nuestras publicaciones.
Para inagurar nuesta sección de poesía hemos apostado por una
antología del consagrado poeta Boris Rozas, con una doble edición en
papel y digital, que lleva por título La senda de las espigas.
Los setenta poemas que siembran este fértil campo reflejan la pasión
por la vida que este laureado autor a demostrado a lo largo de estos
últimos años.
Nuestra pasión por la literatura nos obliga a volcarnos con todas y cada
una de las obras que pasan por nuestro taller, para que cuando llegue a
tus manos, ya sea en formato digital o en papel, disfrutes con la mayor
intensidad posible de un contenido, siempre elaborado por escritores
que se han dejado la piel en sus creaciones.
Nuestro objetivo, como editorial, es dar a conocer a escritores con una
productiva carrera literaria, ya sea por la calidad de las publicaciones
que acumulan en sus estanterías o por los premios que han reconocido
su valía, y a los que es necesario potenciar, difundir y situar entre los
referentes nacionales en sus respectivas especialidades.
Por supuesto, no nos olvidamos de las jóvenes plumas que también
merecen un espacio en el que mostrar sus talentosos trabajos.
Trataremos de dejar siempre nuestra mejor impronta pero si alguna vez
nos equivocamos, querido lector, no dudes en avisarnos y darnos tu
siempre bienvenida opinión.
El equipo de al margen editorial te desea una muy agradable lectura.
¡GRACIAS POR APOYAR LA LITERATURA DE CALIDAD!
Boris roza, Poeta.
Boris Rozas nace en Buenos Aires (Argentina). Es Licenciado en
Filosofía y Letras por la Universidad de Valladolid, ciudad en la que ha
transcurrido la mayor parte de su vida. Suele desenvolverse en la esfera
del verso, pero sin dejar de lado la narrativa o el ensayo, con el sano afán
de conservar la esencia de las dos orillas literarias que atesora.
Su faceta poética abarca hasta la fecha siete libros publicados, más
un octavo en preparación: Bagajes del alma (2004), Lleno del mar
(2005), Hemisferio Sur (2007), Huyendo de este jardín, me encontré con
el viento (2009), Ragtime (2012), Invertebrados (2014), La senda de las
espigas (Antología poética del autor, 2016), Primeras impresiones de un
hombre en la sala de autopsias (2016, en preparación). Pese a su
juventud, su obra aparece ya en numerosas antologías literarias, entre
las que podemos destacar: Poesía Española. Una Propuesta. De la
Generación del 68 a la del 2000 (2008), La Hora Sagrada. XIII Encuentro
de Poetas Iberoamericanos (2010), Corazón de Cinco Esquinas. Junta de
Castilla y León (2010) y Esta ternura y estas manos libres de Poesía
Hispanoamericana, homenaje al Centenario del natalicio de Julio
Cortázar (2014), etc.
Ha obtenido más de setenta galardones literarios hasta la fecha, de
entre los que podemos destacar: Primer Premio Internacional de Poesía
Pilar Fernández Labrador, Premio Sarmiento de Poesía 2007, Primer
Premio del XXXIII Certamen de Poesía Manuel Garrido Chamorro,
Accésit del Premio de Poesía Ángel Miguel Pozanco por la obra
“Hemisferio Sur”, dos veces finalista del Premio de Poesía Jaime Gil de
Biedma (2012 y 2015), Primer Premio de las XLII Justas Poéticas de
Laguna de Duero, Primer Premio de Poesía del XVI Certamen Poético
“Villa de Ermua”, Accésit del XXIII Premio Nacional de Poesía de
Peñaranda de Bracamonte, en dos ocasiones Accésit del Premio
Nacional Hernán Esquío de Poesía, “Botijo de Plata” en las XLVI Justas
Poéticas de Dueñas, “Bautismo de Recuerdo” auspiciado por el Excmo.
Ayuntamiento de Valladolid y la Casa de José Zorrilla, etc, etc.
Web personal del autor: www.borisrozas.com
Del autor.
Tiempo de detenerse por un instante a contemplar el camino
recorrido, con la mirada del que aún piensa que tiene casi todo por
recorrer: Valladolid, Salamanca, Segovia, Martos, Laguna de
Duero, Dueñas, Ferrol, Zaragoza, Barcelona, Ermua, Miami, Cali,
Peñaranda de Bracamonte, Avellaneda, Buenos Aires, Astorga, Segovia,
Islas Malvinas, Bilbao, Sevilla, Uruguay, Nueva York, Cuenca de Campos,
Méjico DF, León, Valladolid…
Por esta abierta e infinita senda de las espigas, discurren de la
mano el fuego del verso y la mirada poética del hombre que intenta
manejarse sutilmente a dos niveles: primero como padre y ser
humano, después como fiel hacedor de castillos en el aire o en papel
en blanco, seguro a estas alturas de que sólo existe la
incertidumbre.
Gracias a los que me animan a creer y seguir creyendo cada día.
La poesía es mi luz.
Boris Rozas.
La perenne ignorancia del ciprés
Primer Premio XV Concurso de Poesía del Barrio de Torrero, Zaragoza, año
2012.
Había olvidado las líneas rotas de una mano
quebrada por el agua
que derrama por la negra grieta de un hombre enterrado
en su nido de paja y trigo, hacia el amanecer del fin de semana
víspera de otro lunes de vergüenza envuelto en aire.
Emerge la duda a flote borrando la sonrisa, queda la llaga
que sujeta el alma por la negra grieta
de un hombre enterrado en el sudario de la existencia
eternamente en víspera de sí mismo.
Pudiendo amanecer a tu lado todos los días de mi vida
elegí la perenne ignorancia del ciprés,
hacerme de madera y ornamento
hombre rinconera, contracción de caracol
pudiendo amanecer
a tu lado y bañarme todos los días en tu orilla
hasta caer el sol desmantelado
a nuestros pies de barro y hojarasca.
Como una Sra. Dallaway cualquiera dijo que compraría las flores
ella misma,
descalza entre afilados cantos de tiempo
en recurrencia. Repintada en la mañana de ese martes
que tan poco le servía, rebusca en el fondo
de un armario hueco
como el amor
de un junio en decadencia.
Se enciende el mediodía a través de diminutos rayos que asoman
por entre las tiernas rosaledas del amor
en eclosión, una vez podados los recuerdos
de final de temporada. El pétalo gris de la noche
ha embalsamado nuestros cuerpos en aceite,
la rosa de té difumina tu esencia
hasta perderse
por las juntas de trapo de mi ausencia.
Como de ceniza en miércoles camino descalzo por la casa
de paja y trigo, rumiando este desamor
que sazona el día sin permiso. No encuentro el mando
a distancia de mi barco a la deriva
en busca de sirenas que apartar
de la ruta, no entiendo el canto de este mundo
varado en tu susurro
mientras me dimensiona la soledad.
No entiendo la métrica de este verso
hecho de afecto sucedáneo, de la tibia llama
de un amanecer equivocado,
pastoreo por entre las vueltas de tu pelo
para salvar los muebles de mi vida.
Confieso en esta iglesia de pasajes inéditos
que he pecado de exceso de confianza
al querer tomar las riendas de tu cara,
no hay misterio para este aspirante
sin Alejandrías que echarse a la boca,
tan sólo pan de oro
al tenerte entre las yemas,
caricias al agua en este ático sin gárgola.
A modo de última cena
este jueves vamos a reencontrarnos debajo
de la alfombra, a tirar juntos de la manta febril
del otoño,
vuelta y vuelta en un organismo sitiado
por la tarde que arrima el hombro
jadeante, ebrio de tanta rebaja
en una sangre ya picada.
Como una Sra. Dallaway cualquiera dijo que compraría las flores
ella misma,
alborotada por tanta nieve en la trastienda de los años
echada a suertes la forma del abismo,
tocando a muerte la campana
del invierno, no hay arena suficiente
para meterse en los bolsillos,
no hay arroyo tan profundo.
Pudiendo amanecer a tu lado todos los días de mi vida
elegí la perenne ignorancia del ciprés,
cimbré a viernes de madera amarillenta, rolando
a sotavento hasta encallar en tu mejilla,
pudiendo haber servido como almohada
para el vuelo
hinqué la rodilla en tu nuevo continente
descubrí tu cielo de rímel y acuarela.
Había olvidado las líneas rotas de una mano
quebrada por el agua
que cala la piel seca, hacia el amanecer del velo antropomórfico
que atraviesa los objetos sólidos
en vísperas de otro retorno del amante.
Me asalta la duda de quererte muy por encima
de un hombre enterrado en el sudario
de la existencia
eternamente en víspera de sí mismo.
Plaza Almagro
Botijo de Plata XLVI Justas Poéticas de Dueñas, Palencia, año 2012.
Dame la mano mientras duermes esta noche, la yema rota
de tu corazón dactilar acunará mis ansias de sobrevolar este día
hasta posarme en Plaza Almagro, la única plaza pública
de mi barrio,
sentarme en mi arenero a comulgar con las hormigas
mientras se entretiene el mediodía con mi boca seca,
harto de esperar
por la calesita que se llevaron en el traslado de Lima Oeste.
Volveremos a pie hasta nuestra primavera recién eclosionada
junto a la torre de Santa María de La Antigua,
tu tierno amor románico atraviesa todavía mi escudo
hasta desembocar en este mar de iglesias sin crucero
mientras se entretiene la medianoche con mi torpe discurso
de hombre continental, corazón al baño María
a punto de introducirse en otro más grande para juntos
llevarse al fuego hasta la orilla de este lecho
sin flores de otro mundo.
Dame la mano mientras sueñas con Os Pinos de tu Galicia
de atardeceres plomizos y playas sin rostro,
erosionada te vieron partir los robledales sinuosos
de hoja blanda, porque creciste en suelos más hermosos
te hiciste bosque atlántico en forma de “s”
mientras al final de la Castilla llana, harto de esperar
se ha detenido en tu mirada
un pájaro de envergadura y canto pelágico,
nidificado ante la cercanía del hombre
llegado del Pasaje de Drake
hasta posarse en Plaza Almagro, la única plaza pública
de mi barrio.
Tandoori
Botijo de Plata XLVI Justas Poéticas de Dueñas, Palencia, año 2012.
Cuando empiece a caer la tarde sobre la esquina alborotada
de la Tiergartenstrasse
nos buscaremos entre el arrulle de los tilos
en el corazón del mausoleo soviético al lado mismo
de las piedras-continente.
El perfecto chambelán teñido de rojo nos aguardará seguro
a las puertas
y no vamos a perder ni un minuto
en virar a proa este domingo de susurros.
Se avecina tormenta en el ocre de la tarde,
retuerce su cabeza el visitante
estremecido hacia el fragor que se abre paso
en la cúpula del Reichstag. Circula ya la tibia lluvia por las venas
de la Unter den Linden mientras el sol en el Mitte
esculpe ráfagas de vida a borbotones.
Se avecina tormenta en el quicio del verano
revienta la noche entre tus gárgolas de historia.
Plegando los brazos espero con impaciencia en el Arkaden,
mirando ropa cara de tejidos incomibles
sacando tiempo de la cartera, intuyo
tu tierna sombra rolando entre wifis
por el cielo de la Alexanderplatz, dibujando historias
con el contorno de la mano que ha escondido
el mañana bajo las sábanas de seda,
entre la dulce propina del ama de llaves
y los pétalos de centaureas azules.
Juntando palabras espero con impaciencia
frente al escritorio del Ritz, a que cese la tormenta,
quiero llevarte a la Potsdamer a cenar algo tandoori
mientras nos sobrepasan estrellas adolescentes
de ficción
en su efímero paseo por alfombras que nunca
languidecen, pose de foto fija, maquillajes,
no van a perder ni un minuto
en virar a proa nuestro domingo de susurros.
Creo que mañana lunes será el día,
cogeré la U2, dirección mi juventud, sólo para llegar
a la misma estación de siempre.
Invertebrados
I Premio Internacional de Poesía “Pilar Fernández Labrador”
Salamanca, año 2013.
En blanco y negro la mosca pegada a la pared
ve pasar con ojos compuestos
los días rebobinados en seda sensorial,
atrapa siluetas al agua
bajo el signo del libre albedrío de los invertebrados.
Un Kafka metropolitano me ha advertido
esta mañana, tú no eres Yerba amarga,
a pesar del hastío de tus versos,
en blanco y negro
la mosca pegada a la pared
dibuja instantes con halterios inventados
habilidad para escapar,
especie de insecto con lentes de aumento
que recorre la vida
a gritos
bajo el habito cansino de los invertebrados.
El extranjero
I Premio Internacional de Poesía “Pilar Fernández Labrador”
Salamanca, año 2013.
No soy el príncipe Mishkin
envuelto en sus medias verdades
ante el grueso patíbulo del eterno padecimiento
pero siempre quisiera sentirme protegido
ante lo efímero, no obstante
prendo fuego a mi vida cada verano
arropado por el sol determinista
que finge arder los campos, y campo
a mis anchas por el filo del olvido
me siento vigía entre campanarios,
campanarios de melancolía.
No soy el extranjero de Camus
pintando días de menos
frente al verso reconcomido por el aire
pero si por poder pudiera
pasar inadvertido, pasaría
de puntillas
bajo el cielo de esta tierra
corazón en la llanura
del molino, me siento
vigía entre invernaderos,
cementerios de melancolía.
Radio Tristeza
Finalista del XXII Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma, año 2012.
XXXIII Certamen de Poesía Manuel Garrido Chamorro, Martos, año 2012.
Dicen que escucha por las noches el blues frío
de la Radio Tristeza,
mientras sacude las viejas gárgolas
del Top of the Rock. Más otoño
que se le viene encima.
El corazón
salió hace tiempo
de reconocimiento, en limo en blanco
marfil,
dejando para siempre el alma
por el viejo Nueva York.
Was my idea,
me suele decir siempre. Más otoño
que se le viene encima.