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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD AJUSCO
LA EXPERIENCIA ESCOLAR DE LOS JÓVENES EN
EL
COLEGIO DE BACHILLERES
TESINA
PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA
PRESENTA:
ERIKA CAMPOS HERRERA
ASESOR:
DR. MARÍA GUADALUPE RAMÍREZ MENDOZA
MÉXICO, D. F. OCTUBRE DE 2011
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ……………………………………………….. 1 Capítulo I Educación Media Superior en México ………………………………………………..3 1.1 Antecedentes históricos del Colegio de Bachilleres ………………………………………………..6 1.2 Estado actual en el Colegio de Bachilleres ………………………………………………..12 1.3 Perfil del estudiante del Colegio de Bachilleres en el área metropolitana ………………………………………………..14
1.3.1 Perfil social ………………………………………………..15 1.3.2 Características académicas ………………………………………………..16
Capítulo II Los procesos de transición en la vida escolar del estudiante ………………………………………………..20 2.1 Los procesos de transición en el ámbito escolar ………………………………………………..20 2.2 Factores que determinan las formas de relacionarse y de actuar de los jóvenes en el Colegio de Bachilleres ………………………………………………..27
2.2.1 La Familia ………………………………………………..28 2.2.2 La experiencia educativa en la escuela secundaria ………………………………………………..31 2.2.3 La influencia de las subculturas juveniles en el contexto escolar ………………………………………………..36
2.3 Expectativas de los jóvenes y su comportamiento con respecto al Colegio de Bachilleres
………………………………………………..40
Capítulo III Las relaciones sociales y significados de los alumnos en el Colegio de Bachilleres ………………………………………………..44 3.1 El Colegio de Bachilleres como un espacio de oportunidad ………………………………………………..44 3.2 Las relaciones interpersonales del alumno del Colegio de Bachilleres ………………………………………………..47
3.2.1 Relaciones entre pares ………………………………………………..50 3.2.2 La relación maestro‐alumno ………………………………………………..52
3.3 La influencia de las relaciones sociales en la construcción de significados sobre lo que es el Colegio de Bachilleres ………………………………………………..55 Conclusiones ………………………………………………..60 Bibliografía ………………………………………………..63
1
I NTRODUCC IÓN
Cursé mi bachillerato en el Colegio de Bachillerato y ante las actitudes de aprecio
o rechazo que observaba en los compañeros despertó en mi la inquietud por
conocer lo qué pasaba con los adolescentes al ingresar al bachillerato, el valor
que le atribuye a este nivel educativo y a su travesía por el mismo.
De esta inquietud se desprenden otras interrogantes como son: de qué forma el
valor o las expectativas que le atribuyen al Colegio repercute en su
comportamiento y qué es lo que el alumno busca en el Colegio de Bachilleres.
Es por ello que el título que se le da a la presente tesina hace referencia a
cuestionamientos sobre las experiencias que vive el alumno al interior del Colegio
de Bachilleres, con quién se relaciona, qué importancia tiene para el joven las
relaciones que establece con sus iguales y con sus profesores del Colegio, cuales
son los significados que el alumno le da al ColBach entre otros.
Esta tesina está fundamentada en investigaciones que desde la perspectiva
pedagógica, psicológica y sociológica se han realizado sobre Educación Media
Superior, en México y los jóvenes que asisten a ella.
En ese sentido, nos propusimos indagar sobre los procesos de transición que vive
en su trayectoria escolar y particularmente sobre su experiencia escolar y de vida
al cursar los estudios de Educación Media Superior en el Colegio de Bachilleres
Esta información permite conocer como entre los jóvenes hay diversas formas de
actuar, y vivir la experiencia escolar.
2
Con la intención de sustentar esta tesina, en el primer capítulo analizamos los
antecedentes históricos del Colegio de Bachilleres, su estado actual y el perfil
general del estudiante que se encuentra en los planteles del Colegio de
Bachilleres en el área metropolitana.
En el segundo capítulo se estudian los diversos procesos de transición en la vida
escolar del estudiante, y cómo la experiencia escolar que va obteniendo influye
sobre la forma en cómo se relaciona y actúa en el Colegio de Bachilleres. En este
sentido se abordan aspectos como la influencia de la familia, de la escuela
secundaria y de las subculturas juveniles que es posible observar en el contexto
escolar, lo que contribuye a generar expectativas en los jóvenes con respecto al
Colegio de Bachilleres.
Dentro del capítulo tres se analizan las relaciones sociales que entablan los
alumnos, cómo van construyendo sus relaciones afectivas, la influencia de estas
en la construcción de diversos significados sobre su experiencia en el Colegio y
la repercusión de estos significados atribuidos en su aprovechamiento escolar.
Por último, se presenta algunas consideraciones finales, que sintetiza los
significados que los alumnos construyen a lo largo de su experiencia escolar.
Espero que esta tesina que contribuyen a la construcción de un panorama más
claro sobre la vida de los jóvenes en el Colegio de Bachilleres, además de que
esto ayude al pedagogo, al maestro entre otros, a comprender a los jóvenes que
están inmersos en bachillerato.
3
Capítulo I
1. Educación Media Superior en México
La educación media superior como su nombre lo indica se ubica entre la
educación básica y la educación superior, inicialmente este nivel comprendía la
escuela secundaria y la escuela preparatoria, situación que se transformó con el
paso de los años.
La educación media superior forma parte del Sistema Educativo Nacional, es un
nivel educativo que contribuye en la formación del sujeto, además de ser un
requisito indispensable para el acceso al nivel superior y en ocasiones para el
acceso al trabajo semiprofesional o técnico. Por ello constituye, con frecuencia,
para los jóvenes, uno de los factores que determina su futuro próximo. Cumple
además con una función social, en tanto es considerada, en todo el mundo, como,
“… el nivel secundario superior previo a la formación profesional…”1 Debido a lo
anterior, este nivel, cumple con las siguientes funciones que son:
Permite que el estudiante cumpla con las exigencias, curriculares establecidos para continuar con estudios superiores.
Ofrece preparación para la vida productiva. Prepara para la vida ciudadana, ofrece una cultura extensa y
destrezas y habilidades generales.
El nivel medio superior está constituido en México por tres subsistemas que “…
buscan atender con diferentes énfasis, no siempre con éxito, las tres demandas
que la sociedad les exige.”2 Estos son: bachillerato general o propedéutico,
prepara al estudiante para poder cursar una licenciatura, el bachillerato
tecnológico, es una modalidad con carácter bivalente, implica estudios técnico
profesionales, y a la vez los estudios académicos necesarios o propedéuticos para
el acceso a estudios de tipo superior, y el subsistema Profesional Técnico, el cual
1 Bustamante, Yoloxóchitl. (2007). La Educación Media Superior en México. Coloquio: Tendencias y experiencias de reforma en el bachillerato, México, 17‐19 enero Consejo Académico del Bachillerato. p. 9. 2 Ibid., p. 10.
4
forma profesionales calificados en diversas especialidades. (Cuadro 1) estos
incluye modalidades de educación escolarizada, abierta y a distancia.
Cuadro 1
PRINCIPALES INSTITUCIONES QUE IMPARTEN LA EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR
Bachillerato general o propedéutico
Bachillerato tecnológico (bivalente)
Educación profesional técnica
Colegios de Bachilleres (CB)
Centros de Estudios de Bachillerato (CEB)3
Escuelas preparatorias incorporadas a las
universidades( UNAM e IPN)
Bachilleratos estatales. Bachilleratos particulares
Incorporados. Bachilleratos de las
Universidades. Preparatorias federales
por Cooperación.
Preparatoria Federal Lázaro
Cárdenas. Preparatoria abierta.
Bachilleratos militares4 Bachilleratos de Arte5
Centros de Estudios Tecnológicos, Industriales y de Servicios
(CETIS)6 Centros de Bachillerato
Tecnológico, Industrial y de Servicios (CBTIS)6
Centros de Enseñanza Técnica Industrial (CETI)7
Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT)8
Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado
(CECyTE)9 Centros de Estudios Tecnológicos
del Mar (Cetmar)10 Centros de Estudios Tecnológicos en Aguas Continentales (CETAC)10
Centros de Bachillerato Tecnológico Agropecuario
(CBTA)11 Centros de Bachillerato
Tecnológico Forestal (CBTF)11 Bachilleratos Técnicos de Arte5
Colegio Nacional de Educación Profesional
Técnica (CONALEP)
Centros de Estudios Tecnológicos
Industriales y de Servicios (CETIS)6
Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y
de Servicios (CBTIS)6
Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia
(ESEO)12 Centros de Estudios Tecnológicos (CET)8
Centros de Estudios del Arte5
Fuente: Colegio de Bachilleres. (2009), Modelo Académico. Secretaría General Dirección de Planeación Académica.
3 Los Centros de Estudio de Bachillerato son coordinados por la Dirección General del Bachillerato. 4 La Secretaría de la Defensa Nacional ofrece los bachilleratos militares. 5 Estas instituciones son coordinadas por el Instituto Nacional de Bellas Artes. Fuente: Dirección General del Bachillerato y otras dependencias educativas. 6 Los CETIS y los CBTIS son coordinados por la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI). 7 El CETI ofrece la formación de tecnólogo. Es una institución descentralizada del gobierno federal 8 Los CECyT y los CET son coordinados por el IPN 9 Los CECyTE son servicios operados por los estados 10 Los Cetmar y los CETAC son coordinados por la Unidad de Educación en Ciencia y Tecnología del Mar (UECyTM). 11 Los CBTA y los CBTF son coordinados por la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria (DGETA). 12 La ESEO depende del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Esta es la única modalidad en que los egresados son técnicos profesionales.
5
Como se puede observar este nivel educativo comprende un amplio número de
instituciones, que cumplen con funciones diferentes y por ende exige una
diversidad de planes y programas de estudio.
La educación media superior enfrenta una creciente demanda por los beneficios
que se le atribuyen, por lo que al paso del tiempo la matrícula ha ido en aumento.
De acuerdo con información proporcionada por la Subsecretaría de Educación
Media Superior (SEMS) en el año 2000 la matrícula era de aproximadamente 2,
594,242 estudiantes y para el 2005 la población atendida creció a 3, 301,555,13
en términos porcentuales este aumento equivale al 27.3 % aproximadamente
(Cuadro 2).
Cuadro 2
Resumen Nacional de Matrícula de Bachillerato 2000 a 2005
2000‐2001 2001‐2002 2002‐2003 2003‐2004 2004‐2005 2005‐2006
2,594,242 2,764,224 2,936,101 3,083,814 3,185,089 3,301,555
Fuente: Colegio de Bachilleres. (2009), Modelo Académico. Secretaría General Dirección de Planeación Académica.
Debido a la creciente demanda sobre las instituciones de nivel medio superior, se
ha visto la necesidad de aumentar su capacidad de atención a un número mayor
de jóvenes, lo que ha provocado un incremento en el número de alumnos en sus
aulas. En cuanto a su edad, la población escolar que se ubica en este nivel
educativo oscila entre los 15 y 19 años, es decir se encuentran en la etapa en la
que se plantean “las más profundas interrogantes de los adolescentes y los
jóvenes”14.
La forma en cómo se asigna un lugar en cada institución de nivel medio superior
es mediante un concurso realizado por la Comisión Metropolitana de Instituciones
Públicas de Educación Media Superior (COMIPEMS) integrada en 1996. Los
egresados de secundaria pueden obtener un lugar en uno de los planteles 13 http://www.sems.gob.mx/Extranet/asp/Archivos/Estadísticas_SEP_2000‐2005.pdf (consulta 13 de junio de 2010). 14 Castañón, Roberto et al. (2000). La educación media superior en México. México, Limusa. p. 15.
6
públicos, “… en función de sus preferencias y con base en el resultado que
obtengan en el examen único que se aplica a todos los aspirantes.”15 De las
instituciones de la educación media superior antes citadas, centraremos nuestra
atención en el Colegio de Bachilleres.
1.1 Antecedentes históricos del Colegio de Bachilleres
La Educación Media Superior tiene, como principal referente histórico, “la creación
de la Escuela Nacional preparatoria en 1867. Desde entonces ha tenido diversas
transformaciones motivadas principalmente por los vertiginosos avances
científicos y tecnológicos, así como por un crecimiento acelerado de la
demanda.”16.
Entre estas transformaciones, nos interesa referirnos al surgimiento del Colegio de
Bachilleres y a las circunstancias histórico sociales que condicionaron su
aparición. En los años 70 del siglo pasado el gobierno estaba preocupado
principalmente por dos problemas en cuanto a la educación media y superior: uno
era la creciente demanda y otro el gigantismo de las dos instituciones nacionales
de educación superior, es decir de la UNAM e IPN. Dado que las autoridades
políticas y educativas consideraban inconveniente que dichas instituciones
siguieran creciendo, por el riesgo que implicaba la amplia concentración de
estudiantes, sobre todo después de la experiencia que se había tenido con el
movimiento estudiantil de 1968. Por esta razón, se encomendó a la Asociación
Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior (ANUIES), que
elaborara un estudio prospectivo sobre el crecimiento de la demanda en la
educación media superior y profesional.
15 SEP. (1999). Perfil de la educación en México, SEP. México. p. 55. 16 Colegio de Bachilleres, (1998). Modelo Educativo. México, Colegio de Bachilleres. p. 14.
7
Los primeros resultados de dicha investigación fueron presentados en la
XIII Asamblea General Ordinaria de la ANUIES, realizada en Villahermosa,
Tabasco, en abril de 1971. En la cual se señalaron las características y funciones
que debía cumplir el nivel medio superior. Expresando lo siguiente:
El nivel superior de la enseñanza media, con duración de tres años, deberá
ser formativo en el sentido genérico de la palabra; más que informativo o
enciclopédico, se concebirá en su doble función de ciclo terminal y
antecedente propedéutico para estudios de licenciatura incorporará los
conocimientos fundamentales tanto de las ciencias como de las
humanidades y, en forma paralela capacitará específicamente para la
incorporación al trabajo productivo17
Para octubre de 1972 la Asamblea General Ordinaria realizada en Tepic, Nayarit,
presentó un modelo de estructura académica para el bachillerato, llegando al
siguiente acuerdo:
La adopción de una nueva estructura académica en el ciclo superior de la
enseñanza media debe caracterizarse en lo fundamental por:
a) La realización de las actividades de aprendizaje en tres áreas de trabajo:
actividades escolares, capacitación para el trabajo y actividades para-
escolares.
b) La división de las actividades de aprendizaje de carácter escolar en dos
núcleos: uno básico o propedéutico, que permitiría el aprendizaje de la
metodología y la información esencial de la lengua, la matemática, las
17 ANUIES. (1991). “Acuerdos y Declaraciones de la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior”, Revista de la Educación Superior, XX (77) p. 158, México. Disponible en http://www.anuies.mx/servicios/p_anuies/publicaciones/revsup/res077/txt10.htm (Consulta: 15 de enero del 2010).
8
ciencias naturales, las ciencias histórico-sociales y las humanidades, y en
un núcleo de actividades selectivas que permitirían un aprendizaje de
contenidos de cierta especialización que en forma flexible se adecuarían a
los intereses y propósitos del estudiante.
c) La realización de actividades de capacitación para el trabajo en estrecha
relación con las actividades escolares, utilizando con frecuencia recursos
externos y tomando en cuenta las condiciones económicas y ocupacionales
de la región.
d) Las actividades para-escolares destinadas a satisfacer intereses no
académicos del estudiante en los campos cívico, artístico y deportivo, que
podrían ser libres y no sujetarse a evaluación18.
Los resultados finales de la investigación fueron presentados a Luis Echeverría
Presidente de la República, el 28 de mayo de 1973, en ellos se señalaba cual era
la oferta educativa, que existía para dar respuesta a la creciente demanda de
educación en los niveles medio superior y superior, y se planteó al Ejecutivo
federal, la conveniencia de:
La creación por el Estado de un organismo descentralizado que
pudiera denominarse Colegio de Bachilleres, institución distinta e
independiente de las ya existentes, que coordinaría las actividades
docentes de todos y cada uno de los planteles que la integran, vigilando y
evaluando que la educación que en ellos se imparta corresponda a
programas, sistemas y métodos valederos a nivel nacional; y que sus
estudios sean equivalentes y tengan igual validez que los que imparten la
UNAM, el IPN y las demás instituciones educativas que ofrecen este nivel
de estudios.19
18 Ibid., p. 159. 19 Colegio de Bachilleres. (1973a, mayo). Antecedentes. Colegio de Bachilleres, México. pp. 17‐16.
9
El 26 de septiembre de 1973, por decreto presidencial se creo el Colegio de
Bachilleres, un organismo del Gobierno Federal, que comenzó a funcionar en
febrero de 1974, su estructura académica inicialmente fue realizada tomando
como referencia los acuerdos de Villahermosa y Tepic, aunque con el paso del
tiempo desarrolló su enfoque curricular propio, al que se le llamó Modelo de
Bachilleres, estableciendo planteles en todos los estados de la República.
Posteriormente se desarrollaron las bases jurídicas que determinaron la creación
de cada Colegio de Bachilleres como organismo descentralizado en su respectiva
Entidad Federativa, dotado de autonomía orgánica y administrativa, apoyando en
lo financiero por un convenio del Gobierno del Estado con la Secretaría de
Educación Pública y, al inicio, asesorado en lo académico por el Colegio de
Bachilleres de la Cd. de México; este marco sentó las bases para la conformación
del Sistema Nacional de Colegios de Bachilleres.20
Las funciones por las que se rige el Colegio de Bachilleres están reguladas por el
Artículo 3° Constitucional y la Ley General de Educación; el Artículos 3°
Constitucional refiere el derecho que tienen todos los individuos de recibir
educación, desarrollando armónicamente todas las facultades del ser humano
entre otras cosas; en el Artículo 7° de la Ley General de Educación se establece
que la educación que imparta el Estado en sus diferente tipos de organismos
deberán tener una validez oficial de estudios, pero además deberá tener como
fines los establecido en el segundo párrafo del artículo 3º. Algunos de ellos son:
Contribuir en el desarrollo integral del individuo […], infundir el conocimiento y la
práctica de la democracia […], desarrollar actitudes solidarias en los individuos […]
entre otros.21
20 Cfr. Colegio de Bachilleres. (1998)Modelo Educativo, Op. Cit., p. 9. 21 Cfr. SEP. Artículo 3° Constitucional y Ley General de Educación. México SEP. pp. 50‐ 74.
10
Otro artículo que está dentro de la Ley General de Educación y que igualmente
regula al Colegio de Bachilleres es el 47°, que se refiere a los contenidos de la
educación, los cuales deben estar previamente definidos en planes y programas
de estudio con características especificas y el Artículo 49° que estipula, que el
proceso educativo estará basado en los principios de libertad y responsabilidad,
los cuales permiten una conformidad de relaciones entre educandos y
educadores. Padres de familia e instituciones públicas y privadas, así mismo se
fomentara el uso de los recursos tecnológicos y didácticos disponibles. Se apoya
así mismo en la Ley Orgánica de Administración Pública, de las que se deriva su
Estatuto General22.
El Estatuto General está dado como una norma para la vida académica del
Colegio, en él se precisa los fines, estructura y atribuciones de cada uno de los
órganos que componen al Colegio, también se registran las bases para el
desarrollo a las funciones académicas sustantivas de profesores, administrativos,
directivos, técnicos y alumnos.
Para 1983, ya operaban 20 planteles del Colegio de Bachilleres en la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México. El plan de estudios del Colegio fue
diseñado con la intención de lograr una armonía entre las disciplinas científicas y
las humanísticas, operando en dos modalidades: la primera es el Sistema
Escolarizado, con una duración entre seis y nueve semestres23, este sistema es
para aquellos alumnos que tienen la posibilidad de asistir con regularidad al plantel
de acuerdo al horario establecido, esta modalidad tiene como característica
principal la interacción cara a cara entre maestro y el alumno en el proceso
enseñanza- aprendizaje.
22Idem. pp. 50‐ 74. 23 A los alumnos que son irregulares se les dan tres semestres extras como máximo para concluir sin adeudar materias.
11
La segunda modalidad es el Sistema de Enseñanza Abierta, la cual, como su
nombre lo dice, es una modalidad no escolarizada, destinada a aquellas personas
que por diversas causas, no pueden asistir a clases, dicha modalidad se basa en
el estudio autodirigido. Esta modalidad ofrece al joven la posibilidad de:
Estudiar en el tiempo y al ritmo que mejor le convenga y no establece
restricciones temporales ni de orden para cursar las materias que
conforman el plan de estudios. En esta opción educativa el estudiante
cuenta con materiales didácticos impresos y audiovisuales, especialmente
diseñados para la modalidad.24
Un ejemplo de estos materiales son los libros de inglés utilizados para la
asignatura de Inglés I y II, los cuales tienen como característica ser materiales
exclusivos del Colegio de Bachilleres y son publicados por la editorial Macmillan,
su contenido pretende estar acorde a temas actuales, además de estar
ampliamente ilustrado; otros materiales con los que cuenta el Colegio son los
llamados Materiales didácticos digitalizados, los cuales se pueden encontrar en la
página de internet del Colegio y están relacionados con las asignaturas del plan de
estudio.
El Colegio de Bachilleres además de la formación propedéutica ofrece una
preparación técnica que capacita a los jóvenes para el trabajo; otras actividades
que el Colegio brinda son las de desarrollo aptitudinal, artístico y deportivo,
contando con la orientación de profesores preparados en las materias o
actividades que imparte. Al ser el Colegio una institución oficial, “los estudios que
realizan los alumnos son reconocidos por todas las instituciones de enseñanza
superior”25, lo que permite a sus estudiantes el acceso a cualquier universidad del
país.
24 SEP. (1999). Perfil de la educación en México. México. SEP. p.47. 25 Colegio de Bachilleres. (1981). El Bachillerato en México: planes de estudio 19681981. México: Colegio de Bachilleres. p. 192.
12
1.2 Estado actual en el Colegio de Bachilleres
El Colegio de Bachilleres en la zona metropolitana de la Ciudad de México,
desempeña su labor con base en los planes de estudio establecidos, los cuales se
procura estén actualizados, ello le permite apoyar a los docentes para que puedan
estar adecuadamente ubicado en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje,
intentando cotidianamente estar acorde con las exigencias de la sociedad actual.
Mantener actualizados los conocimientos y estilos de enseñanza es sinónimo de
enfrentar la transformaciones que día a día se generan en la actualidad, pues no
sólo se está hablando de dominar los conocimientos científicos y tecnológicos,
sino además superar los desafíos que impone la globalización, modos de
producción y comunicación; factores como éstos, presionan a la educación en
general y a los docentes en particular, exigiendo su actualización, que no siempre
se da al ritmo demandado.
La educación media superior en un intento por cumplir con su función educativa
busca que el alumno desarrolle conocimientos variados, competencias, y un
aprendizaje que le ayude en su diario vivir, de acuerdo con José Bazán, el
Bachillerato es concebido como “un ciclo o una institución de aprendizaje que
corresponde, (…) a los años en que los alumnos van alcanzando una primera
maduración intelectual y humana y se apropian contenidos todavía generales y
previos (…) antes de entrar a los estudios profesionales.”26
Ligando al desarrollo del conocimiento, uno de los grandes retos que tiene el
Colegio es que no cuenta con los recursos suficientes para mantener actualizados
los equipos tecnológicos de los cuales dispone para facilitar el aprendizaje, así
como la infraestructura de los diversos planteles, lo que es un problema que
afecta a los jóvenes estudiantes debido a que aprender no significa poseer
únicamente los conocimientos sino además es tener una “participación en una o
26Bazán Levy, José de Jesús. (2007). “Desafíos del bachillerato”. Coloquio: Tendencias y experiencias de reforma en el bachillerato. México, 17‐19 enero. Consejo Académico del Bachillerato p. 39.
13
más comunidades de práctica, (por lo tanto) es importante proveer acceso a
diferentes espacios ricos de prácticas”27.
En el Colegio los aprendizajes que se generan son diversos, pues están los
formales impartidos por los profesores y los espontáneos que se dan en el trato
informal y ocasional con los profesores y compañeros. En las relaciones que
entablan con otros se generan conocimientos, habilidades y actitudes en los
jóvenes; sin embargo, es necesario buscar de manera consciente estrategias y
contenidos actuales que le sean de ayuda al alumno, no sólo para acceder a la
educación superior, sino para mejorar su condición de vida, lo que implica la
renovación de los estilos de enseñanza, materiales didácticos e infraestructura.
Para poder satisfacer estas necesidades, el Colegio de Bachilleres se dio a la
tarea de demandar a las autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público y de Educación Pública, mayores recursos económicos los cuales
contribuyan a satisfacer las necesidades de cada plantel. En respuesta a sus
demandas el Colegio recibió un presupuesto por 80 millones de pesos, más 8.6
millones de pesos adicionales para trabajos de obra pública.
Asimismo, el Colegio de Bachilleres ha llevado a cabo la renovación de mobiliario
y apoyo a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, equipos de
laboratorio para beneficio de los alumnos. Igualmente bajo este marco de
renovación y modernización del Colegio, se ha trabajado en la modernización de
sus bibliotecas en los 20 planteles, publicando su primer catálogo de libros y
proporcionando en su página web y en sus gacetas la página donde lo alumnos y
maestros podrán consular dicho catálogo.
27 Weiss, Eduardo. (2007). Cultura y jóvenes: cambios en el bachillerato. Apropiación de la cultura y competencias intelectuales en el bachillerato Coloquio: Tendencias y experiencias de reforma en el bachillerato. México, 17‐19 enero. Consejo Académico del Bachillerato p.57
14
1.3 Perfil del estudiante del Colegio de Bachilleres del área metropolitana
La población de los Colegios de Bachilleres en la zona metropolitana del Distrito
Federal es de aproximadamente 87,976 estudiantes repartidos en los 20 planteles
(Cuadro 3), de los cuales 43,083 alumnos (49%) corresponde al género masculino
y 44,893 (51%) al género femenino (Cuadro 4). Dicha población se distribuye en
los dos turnos con los que cuenta el Colegio, en el turno matutino asisten 54%, es
decir que la población del turno matutino es ligeramente mayor que la que asiste
en el turno vespertino.
Cuadro 3 Numero de población por plantel PLANTEL MATRÍCULA % PLANTEL MATRÍCULA %
1. EL ROSARIO 7,008 8.0 11. NUEVA ATZACOALCO 2,112 2.4
2. CIEN METROS 6,442 7.3 12. NEZAHUALCÓYOTL 5,398 6.1
3. IZTACALCO 6,633 7.5 13. XOCHIMILCO TEPEPAN
3,642 4.1
4. CULHUACÁN 7,139 8.1 14. MILPA ALTA 1,614 1.8
5. SATÉLITE 6,869 7.8 15. CONTRERAS
2,677 3.0
6. VICENTE GUERRERO
7,463 8.5 16. TLÁHUAC
3,332 3.8
7. IZTAPALAPA 5,355 6.1 17. HUAYAMILPAS‐PEDREGAL
2,176 2.5
8. CUAJIMALPA 2,460 2.8 18.TLIHUACAN‐AZCAPOTZALCO
2,453 2.8
9. ARAGÓN 4,712 5.4 19. ECATEPEC
2,639 3.0
10. AEROPUERTO 5,259 6.0 20. DEL VALLE
2,593 2.9
Fuente: Colegio de Bachilleres. (2009) Opinión, Percepción y Perspectivas del Estudiante del Colegio de Bachilleres
15
CUADRO 4 Numero de población por género
GÉNERO MATRÍCULA %
MUJERES 44,893 51
HOMBRES 43,083 49
TOTAL 87,976 100
Fuente: Colegio de Bachilleres. (2009) Opinión, Percepción y Perspectivas del Estudiante del Colegio de Bachilleres
1.3.1 Perfil Social
En cuanto a las características sociodemográficas de la población del Colegio de
Bachilleres, podemos señalar que su edad se encuentra entre los 16 y 18 años,
son alumnos en su mayoría solteros, cerca del 73% de los alumnos tienen como
lugar de nacimiento el Distrito Federal, y el 21% son del Estado de México y el
resto de otras partes de la República. Si consideramos su origen social, ideología,
religión, preferencias sexuales, historia familiar etcétera se puede señalar que la
población atendida en cada institución es heterogénea, por lo que sus
capacidades, habilidades, intereses y expectativas son diferentes, lo que influye
en su aprovechamiento dentro de la escuela.
De los estudiantes que se encuentran en el Colegio el 90% viven con su familia
de origen; el 6% con familiares como abuelos, tíos, u otro; el resto de la
población, viven con su pareja, hijos o solos. Este aspecto es de suma importancia
ya que nos habla de la existencia o no de apoyo por parte de los padres o tutores
hacia el alumno, en cuanto a su cuidado y atención personal y académica.
Cuando el joven cuenta con este apoyo, por lo general, se refleja en su adaptación
a la vida en el Colegio de Bachilleres y en su aprovechamiento.
16
Los alumnos en un 90% son dependientes de la solvencia económica de los
padres, lo que les permite concentrarse en sus estudios, en tanto que un 10%
estudian y trabajan, para solventar sus gastos y/o contribuir al ingreso familiar. Se
sabe además que un 15% de los alumnos del Colegio de Bachilleres pertenecen
a un clan urbano, como son los rastas, punks, rockers, emos, góticos, darketos,
skatos y wannabee´s.28 estas subculturas generan cierto perfil y rendimiento
académico por la gran influencias que tienen en el alumno.
1.3.2 Características académicas
En cuanto a su desempeño académico, tenemos que para el 2008 41.3 % de la
población de educación media superior no alcanzó el nivel mínimo de dominio de
las materias previstas para sus grados escolares29, lo que debería generar en casi
la mayoría de los alumnos y de los padres de familia una preocupación por regular
su situación académica, y mejorar su aprovechamiento escolar.
La reprobación de dos o más asignaturas puede deberse no sólo a un problema
de bajo rendimiento escolar que viene arrastrando el alumno, también puede ser
por problemas familiares, emocionales, afectivos, sociales o de salud, falta de
integración escolar, así como por falta de atención y apoyo de sus profesores.
La reprobación es un factor que no sólo genera preocupación en los alumnos, sino
también al ColBach, ya que provoca un elevado índice de deserción. De acuerdo
con información difundida por autoridades de la SEP en el nivel medio superior “la
tasa de deserción en el DF es de 8.8%, mientras que a nivel nacional es de 6.8%,
28 En el capítulo 2 ahondaremos sobre las subculturas en el contexto escolar 29 Archundia, Mónica (2009, 29 de agosto). “Se incrementa nivel de deserción escolar en el DF”. Periódico EL UNIVERSAL, p. 96.
17
en promedio”30. Los datos estadísticos indican que en el 2009 ingresaron
alrededor de 24, 019 jóvenes, pero para sexto semestre la población se redujo a
9, 229 jóvenes en el 2009, esto significa que más de la mitad de los alumnos que
ingresan al Colegio no llegan a concluir sus estudios.
Se observa “…que la deserción, en el Colegio, es muy alta en los tres primeros
semestres, después de estos, la población estudiantil tiene un comportamiento
más estable.”31 Entre los muchos factores que generan este problema se
encuentra en primer término la reprobación, por lo que es importante que los
maestros se comprometan a estimular el aprendizaje entre sus alumnos. .
(CUADRO 5)
Cuadro 5 Decrecimiento de matrícula estudiantil por
semestre. SEMESTRE MATRÍCULA %PRIMERO
24,019 27.3
SEGUNDO
16,128 18.3
TERCERO
15,612 17.7
CUARTO
10,863 12.3
QUINTO
12,125 13.8
SEXTO
9,229 10.5
TOTAL
87,976 100
Fuente: Colegio de Bachilleres. (2009) Opinión, Percepción y Perspectivas del Estudiante del Colegio de Bachilleres.
30 Royacelli, Geovana. (2010, 07 de agosto) “DF ocupa tercer lugar en deserción escolar en México” Periódico EL UNIVERSAL, p. 89. 31 Colegio de Bachilleres. (2009), Modelo Académico. Secretaría General Dirección de Planeación Académica. México, Colegio de Bachilleres p. 58.
18
De acuerdo con un estudio hecho por el Centro Nacional de Evaluación
(CENEVAL), las causas por las cuales se da la deserción en el Colegio de
Bachilleres son: el rezago severo que los alumnos vienen arrastrando a su
ingreso, “…especialmente en razonamiento verbal y matemático...”32, lo que se
traduce, como ya dijimos, en un alto índice de reprobación, hecho que muchas
veces se convierte en la antesala del abandono de los estudios; otra causa es que
“…más del 80% no seleccionó al Colegio como su primera opción para estudiar el
bachillerato…”33, por lo que algunos rechazan al Colegio de Bachilleres, y buscan
nuevamente su ingreso a otra institución.
Aunque es innegable que un 25% de los alumnos desearía en primera instancia
asistir a una preparatoria o CCH de la UNAM, o CECYT del IPN, entre otras
razones para garantizar su pase a la educación superior, también es cierto que al
menos “el 50% de alumnos señaló, en el proceso de selección, encontrarse
satisfechos con el plantel y turno que les fue asignado para cursar sus estudios”34.
De acuerdo con encuestas realizadas, cerca del 90% de los alumnos al egresar
desean continuar los estudios de nivel superior. Entre sus inclinaciones
profesionales, destacan mayoritariamente opciones dentro del área de ciencias
sociales y humanidades así como las deportivas y en menor proporción las
disciplinas físico-matemáticas y químicas biológicas. Hay una baja tendencia hacia
estudios físico-matemáticos y químico-biológicos, así como idiomas; esto se
correlaciona con el hecho de que tanto las matemáticas como los idiomas
extranjeros son las asignaturas donde se registra el mayor número de alumnos
reprobados.
32 COLEGIO DE BACHILLERES. (2009). Modelo Académico, op. cit., p. 17. 33 Idem., p. 17. 34 Colegio de Bachilleres. (2009). Opinión, Percepción y Perspectivas del Estudiante del Colegio de Bachilleres. México, Colegio de Bachilleres. p. 38.
19
Ante el problema de reprobación y deserción que enfrenta el Colegio, a los
alumnos que están en riesgo de abandono o fracaso escolar, se les brinda
actualmente el servicio de orientación educativa y tutorías35, con el fin de
atender principalmente sus necesidades académicas y emocionales. El apoyo
tutorial que tiene como finalidad integrar al alumno en el nuevo entorno escolar,
propiciar su desarrollo personal, atender lo más posible sus necesidades, y
ayudarlos a entender la interacción social y laboral que tenga el estudiante, otro es
el de dar seguimiento y apoyo al alumno durante su paso por la escuela y para los
que están por egresar ofrecerles orientación vocacional. Éstos son los aspectos
principales que se atienden en el programa de tutoría.
Este capítulo nos ofrece información general sobre los antecedentes de la
Educación Media Superior y el Colegio de Bachilleres. Nos habla de sus
antecedentes históricos y nos aporta datos sobre su población estudiantil. Estos
datos nos ayudarán a comprender las expectativas escolares de los estudiantes
del Colegio de Bachilleres, aspectos que abordamos en el capítulo siguiente.
Este capítulo nos ofrece información general sobre los antecedentes históricos de
la Educación Media Superior y en particular del Colegio de Bachilleres. Nos
aporta, igualmente, datos estadísticos sobre el comportamiento de la matrícula en
este nivel y en el ColBach, asimismo incluye datos estadísticos sobre su
población estudiantil que nos permiten conocer algunos rasgos de su perfil. Esta
información datos nos ayudará a comprender las formas de actuar de los
estudiantes del Colegio de Bachilleres al interior del mismo y sus expectativas
escolares, aspectos que abordamos en el capítulo siguiente.
35 La tutoría se puede entender como una modalidad de instrucción en la que un maestro (tutor) proporciona educación personalizada a un alumno o a un grupo reducido de estudiantes. Generalmente se adopta como medida emergente o complementaria para estudiantes con dificultades para seguir los cursos convencionales. Latapí (1988).
20
Capítulo II
Los procesos de transición en la vida escolar del estudiante
En este capítulo se habla sobre los cambios que enfrenta el adolescente ante la
transición del nivel básico al nivel medio superior; igualmente se analizan algunos
de los principales factores que influyen en la conducta que manifiestan los
estudiantes en el bachillerato.
2.1 Los procesos de transición en el ámbito escolar
La transición de acuerdo con Gimeno Sacristán puede ser entendida como “…un
tramo de tiempo delimitando, aunque con cierta prolongación en un acontecer; es
como un lapso especial en un curso temporal.”36
En el curso de la vida hay momentos intermedios o de transición que no podemos
evitar y que pueden durar mucho o poco tiempo. De acuerdo con el diccionario de
la Real Academia Española la transición es definida como la acción o efecto de
pasar de un modo de ser o estar a otro distinto, por lo tanto es posible concebir a
la transición como un concepto utilizado para entender los cambios o el paso de
una situación a otra que se dan durante el curso de la vida, en este caso nos
referiremos a los procesos de transición que se dan en el contexto escolar
específicamente.
Para abordar el análisis de la transición en el ámbito escolar es importante
señalar, primero, que el sistema escolar “… supone un conjunto de escalones o
niveles que responden a la propia organización del sistema educativo, que
estructura divisiones o parcelas, más o menos arbitrarias, en el conocimiento, en
los horarios, en los alumnos, en los profesores.”37 De acuerdo con ello, usaremos
36 Gimeno Sacristán, José. (1997). La transición a la educación secundaria. Madrid, Morata., p.17. 37 San Fabián, José Luis. (s.f.). Coordinación entre primaria y secundaria ¡Ojo al escaló! En Ruiz Guevara, Lillian Susana et al. “Transición a la secundaria: los temores y preocupaciones que experimentan los estudiantes de primaria”. Revista Iberoamericana de Educación no. 52/3, 1‐13 p.2. Disponible en http://www.rieoei.org/deloslectores/3253Ruiz.pdf (Consulta: 15 Junio de 2010).
21
el concepto de transición para hacer referencia al paso de un nivel educativo a
otro.
El sujeto en su vida escolar pasa por diversos periodos de transición, la primera
se da cuando el niño ingresa a preescolar, la cual es la primera institución escolar
a la que asiste, en ella, vive nuevas experiencias, enfrenta nuevas situaciones,
como: conocer a otros niños de su edad, acatar la reglas o normas establecidas
por un sujeto distinto a su mamá y papá. Dentro de la institución los niños
aprenden a confiar en otros adultos como puede ser la maestra de su grupo. En
esta etapa el niño inicia su proceso de autonomía, ya que comienzan a decidir
sobre cómo y hacia dónde caminar, cómo y qué comer o vestir, igualmente
comienzan a tener iniciativa en sus decisiones, puede dar muestras de creatividad
sin necesidad de esperar ser aprobado por su papá y/o mamá, además comienzan
a confiar más en sus propias habilidades.
Posteriormente al pasar el niño a la escuela primaria, vive un nuevo periodo de
transición, el cual implica cambios como son: asumir nuevas responsabilidades,
tener más conciencia de la necesidad de organizar su tiempo para estudiar, para
la realización de tareas escolares, sin tener que dejar de jugar o ver televisión,
ordenar sus útiles escolares y su uniforme, etcétera. El niño deja de ser
egocéntrico para desenvolverse en un ambiente de colaboración con sus
compañeros, debe aprender y aceptar nuevos ritmos de trabajo; aprende a
expresar sus ideas con más claridad; paralelamente en ese periodo, es común
que el niño que tenga prototipos a seguir, su autonomía es más marcada lo que le
permite iniciar el desarrollo de su juicio moral, tiene más conciencia de lo que
ocurre a su alrededor, y su sensibilidad ante lo justo o injusto es más amplia.
Un nuevo proceso de transición vive el alumno al abandonar la escuela primaria
para asistir a la escuela secundaria. Al pasar a este nivel el adolescente “…suele
22
vivir el despegue de la enseñanza primaria, por lo general, como pérdida de un
mundo más acogedor, pero también [ve] oportunidades nuevas, y el
reconocimiento de [ese nuevo status]”38.
El paso a la secundaria puede significar un reto en varios sentidos, entre otros,
podemos señalar los siguientes:
La disciplina a la que se ven sometidos es más rígida.
Vencer temores relacionados con: la capacidad de aprender, de
relacionarse con otras personas, con la imagen que pueda proyectar a sus
maestros y compañeros.
Vivir situaciones de incertidumbre, por ejemplo el adolescente se cuestiona
si terminará la escuela, si tendrán buenas calificaciones, si le caerán bien al
profesor (a), a sus compañeros etcétera.
No poder enfrentar adecuadamente la situación que conlleva pasar de ser
parte del grupo de niños grandes de la primaria, a ser los más chicos de la
secundaria y sentirse perdidos.
Desconocer el lugar, especialmente, cuando el paso a la secundaria exige
el traslado a otro plantel escolar.
Tener más profesores, lo que implica habituarse a diferentes estilos de
enseñanza y disciplina a lo largo de la jornada escolar.
Debe recordar cuál es la siguiente clase o materia que recibirá, ya que cada
50 minutos, cambia de asignatura y de maestro, lo que le demanda
conocer y acostumbrarse a formas distintas de trabajo, pues cada profesor
tiene un estilo peculiar de enseñanza, por lo que el adolescente debe
cumplir con sus exigencias y con la “montaña” de tarea que deja cada uno.
38 Gimeno Sacristán, José. (1997). La transición a la educación…, op. cit., p. 22
23
Tener o no tener horas libres.
Trasladarse en transporte público para acudir a su escuela y volver a casa.
Preocuparse por su seguridad personal, especialmente cuando detecta la
presencia de compañeros violentos.
Por otra parte observa que tanto el padre como la madre disminuyen su
implicación y presencia en su nueva vida escolar.39
Los procesos de transición no son fáciles, por los cambios que conllevan:
momentos de alumbramiento de nuevas realidades, [que en muchos de los
casos supone dolor y procesos de duelo y son] etapas de crisis o de
indefinición en las que se sabe desde dónde se sale pero no se tiene claro
adónde se va a llegar y en qué estado se quedará uno en la nueva
situación.40
Pero los cambios, en términos generales, son necesarios en la vida del hombre
para poder crecer, para lograr un mayor desarrollo, en tanto supone nuevos
aprendizajes.
Ante los cambios que implica pasar a la secundaria el adolescente debe
adaptarse a ellos para poder seguir desarrollándose. El adolescente debe
comprender que es necesario obtener un buen aprovechamiento escolar,
desenvolverse de manera adecuada, en la escuela secundaria para poder pasar
al siguiente nivel, lo que supone la apertura a nuevas fronteras que contribuirán a
la satisfacción de sus ideales.
39 Cfr 39 San Fabián, José Luis. (s.f.). Coordinación entre primaria y secundaria ¡Ojo al escaló! En Ruiz Guevara, Lillian Susana, et. al. Transición a la secundaria: los temores y preocupaciones que experimentan los estudiantes de primaria. Revista Iberoamericana de Educación no. 52/3, 1‐13 p.5. Disponible en http://www.rieoei.org/deloslectores/3253Ruiz.pdf (Consulta: 15 Junio de 2010) 40 Gimeno Sacristán, José. (1997). La transición a la educación…, op. cit., p.17.
24
Dejar la escuela secundaria para cursar la educación media superior, supone
volver a vivir un proceso de transición. Este último nivel educativo es visto por
muchos jóvenes como una llave que les permite abrir la puerta a la enseñanza
superior, además de ser actualmente uno de los requisitos para poder tener un
empleo mejor remunerado, o por lo menos con mayor estabilidad. 41
La adaptación a los cambios tiene un valor educativo, que se refiere a la
capacidad que tiene la institución y los agentes que lo presiden para favorecer al
aprendizaje del estudiante en los conceptos, valores y destrezas que habrán de
enriquecer su vida cultural y la adquisición de las herramientas que le ayudaran a
adaptarse, conservar y disfrutar de su medio. Es importante que quienes están
encargados de la educación, inculquen o consideren los procesos de transición
dentro de la escuela bajo una perspectiva positiva, de manera que el sujeto que
vive este proceso pueda asimilarlo como una etapa en la que tiene la oportunidad
de adquirir nuevos aprendizajes de diversa índole.
El acceso a un nuevo nivel educativo, como lo es la educación media superior,
favorece nuevas experiencias que seguramente ayudarán a crecer al
adolescente tanto en los aspectos intelectual, moral, emocional como en lo social.
La transición escolar, del adolescente, de la secundaria al bachillerato, le exige
aceptar nuevas condiciones, como son: los cambios en la cultura escolar, la cual
se conforma de nuevas normas, mitos, símbolos, ritos, lenguajes y formas de
comunicación, distintas a las aceptadas en la escuela secundaria; valores y
supuestos básicos; aceptar las consecuencias de sus conductas ante los maestros
y compañeros de clase; el cambio de estatus en el rol como estudiante, debido a
la obtención de “… estudios de más prestigio, más especializados, quizá más
acordes con los intereses de cada uno.”42
41Lamentablemente, está oportunidad esta hoy en día limitada a un número reducido de jóvenes, ante la incapacidad del sistema de generar oportunidades equitativas de estudiar y acceder al mercado laboral. 42 Gimeno Sacristán, José. (1997). La transición a la educación…, op. cit., p. 22.
25
Para algunos, enfrentar cambios, como la movilidad social, geográfica o
académica, perder o separarse de un ser querido, cambios en el aspecto físico,
entre otros, implica problemas. En el mundo escolar los cambios pueden llegar a
ser positivos, atractivos, pero también pueden ser vividos como drásticos o
desfavorables. Los cambios insistimos, no reducen al cambio de institución, sino
que implica el cambio de compañeros, profesores, reglas, hábitos alimenticios,
formas de trabajar, etcétera.
Cuando el adolescente cursa la secundaria, su escuela es un sitio asimilado, al
que se han ambientado, con el paso del tiempo ha conocido el espacio, las
personas que en él se encuentran; han construido lazos afectivos, conocen las
normas, los modos de trabajo aceptados, entre otras cosas. Se puede decir que
para los adolescentes la secundaria ya les es un terreno explorado y en su
mayoría dominado, por lo que en él, se sienten más o menos seguro.
Cuando llega el momento de pasar a un nuevo nivel e institución, los cambios y
complicaciones regresan, los estudiantes alcanzan el punto de transición, el
tamaño de la escuela se convierte significativamente más grande que en la
escuela secundaria, los estándares académicos son más rigurosos, los círculos
sociales y la presión de grupo cambia profundamente, las normas disciplinarias
parecen más laxas, pero por lo mismo con más riesgos, dado que los limites para
los estudiantes son menos claros, además de que no toman conciencia en
muchos casos sus malos comportamientos, decisiones y actitudes ante sus
profesores lo que tiene implicaciones en su vida .
Con apoyo de San Fabián43, señalaremos a continuación, algunos de los cambios
que implica pasar al bachillerato y son:
Con frecuencia el recorrido es más largo de la casa a la escuela44.
43 San Fabián, José Luis. (s.f.). Coordinación entre primaria y secundaria ¡Ojo al escaló! En Ruiz Guevara, Lillian Susana, et. al. Transición a la secundaria: los temores y preocupaciones que experimentan los estudiantes de primaria. Revista Iberoamericana de Educación no. 52/3, 1‐13 p.5. Disponible en http://www.rieoei.org/deloslectores/3253Ruiz.pdf (Consulta: 15 Junio de 2010) 44 En el Distrito Federal existen, como ya señalamos anteriormente en el capítulo I, 20 planteles del Colegio de Bachilleres, en tanto que existen alrededor de 145 escuelas del sector público de este nivel.
26
Su autoconcepto se ve mermado ante el nuevo ambiente ya que “el
cambio institucional que viven los alumnos significa pasar de cabeza de
ratón a cola de león”45; para algunos es preferible ser el primero entre los
pequeños que el último entre los grandes.
Cambios en sus relaciones sociales.
El clima institucional es diverso.
Los métodos didácticos pueden ser desconocidos, los diferentes modos de
enseñanza que se pueden encontrar en cada maestro, puede ser desde un
maestro tradicional hasta un constructivista.
La relación maestro-alumno es diferente, ya que por lo general los maestros
se concretan a impartir la clase sin llevar a cabo un acercamiento con el
alumno.
Hay una amplia diversidad de contenidos que debe apropiarse, el horario
de clases pueden ser más extenso e intensivo.
El número de horas de estudio se incrementa.
Tiene más libertad, pues puede elegir entrar o no a sus clases, pero debe
asumir la responsabilidad de sus actos.
Tiene una menor vigilancia por parte de los padres y autoridades
institucionales.
Digamos que en buena medida los cambios experimentados al pasar a la escuela
secundaria se repiten, pero ahora el joven es más consciente de sus actos y de
sus consecuencias lo que puede llegar a atemorizarlo. Por otra parte cada
institución tiene, como ya dijimos su propia cultura46, tiene sus propias normas,
45 Idem., p.5. 46 Cultura es la información transmitida mediante un aprendizaje social y se “… designa precisamente el proceso mediante el cual una disposición y habilidad de comportamiento pasa de una generación a otra mediante procesos de aprendizaje social” (García y García, 2001:370).
27
tradiciones formas de trabajar, de tomar decisiones, etc., en especial los Colegios
de Bachilleres se representan ya no con un orden expresivo47 que se refiere a la
transmisión de la conducta, el carácter y los modales, sino que recaen en un
orden instrumental48 el cual se refiere a describir plan y programas de estudio,
principalmente describir los propósitos del Colegio de Bachilleres que es la
transmisión de conocimientos y destrezas más especializadas; estos aspectos se
convierten en factores que intervienen en la forma en cómo viven y asimilan la
transición de la secundaria al bachillerato.
2.2 Factores que determinan la formas de relacionarse y de actuar de los jóvenes en el Colegio de Bachilleres
Durante el curso de vida del adolescente existen factores que, en buena medida,
determinan su forma de tomar decisiones, su carácter, la manera enfrentar los
problemas que se le presentan sean personales, escolares, laborales, etcétera,
así como la imagen que tiene de sí mismo, entre otras cosas. Factores que por lo
mismo influyen, también, en su vida escolar.
A continuación revisaremos con más detenimiento algunos de los factores, que
inciden sobre la conducta del adolescente, al llegar al bachillerato.
47 Por orden expresivo se entiende como lo que rige a los modos de actuación, llámese conducta, carácter y maneras. 48 El orden instrumental hace referencia a los conocidos y fundamentales elementos del currículum de la didáctica, y de la evaluación; es decir, contenidos, métodos y valoraciones. Al ser transmitido, divide y jerarquiza a los alumnos en razón de sus habilidades y orientaciones a unas y otras materias.
28
2.2.1 La Familia
La familia es reconocida como la primera institución social en la vida del sujeto,
en la cual se comparten valores, creencias, costumbres, hábitos. La familia induce
a los hijos, al mundo social y cultural, le ofrece la “…estimulación y la oportunidad
necesaria para conocer el mundo que los rodea.”49 En este sentido se afirma que
la familia tiene como principales funciones: proteger, mantener, socializar y educar
a sus miembros, tarea que comparte con otras instituciones sociales como
respuesta a necesidades de la cultura.
Es importante que la familia asuma el compromiso que tiene con el adolescente,
ya que éste depende en gran manera, del núcleo familiar, no sólo en lo
económico, sino en lo y moral, físico, afectivo, social, y cultural; así como, para la
promoción y motivación constante en su esfuerzo de desarrollo personal; para
garantizar su permanencia en el sistema educativo y su aprovechamiento en
términos, no sólo académicos, sino también como espacio de socialización, de
desarrollo moral, de formación como ciudadano y de recreación; entre otros
aspectos.
La disposición que tiene los padres de familia para apoyar a sus hijos en su vida
tanto personal como escolar, el interés que muestran por saber qué es lo que
ocurre en su vida, cómo está asumiendo su papel de hermano, alumno, amigo, le
permiten al padre y a la madre estar informados y preparados para brindar su
apoyo cuando este sea necesario. El sujeto al sentirse aceptado y amado, le da
la seguridad, confianza en sí mismo y la posibilidad de desarrollar la capacidad de
dar afecto, de gozar y de estabilidad emocional.
La manera como la familia apoya el desarrollo del sujeto a lo largo de su vida es
importante, ya que de ello depende la forma en que el joven asumirá la
responsabilidad que tiene como hijo de familia y como ciudadano. El valor que le
49 Sánchez Escobedo, Pedro. (2006). “Discapacidad, Familia y logro escolar”. Revista Iberoamericana de Educación no. 2/40 p. 2 Disponible en http://www.rieoei.org/deloslectores/1538Escobedo.pdf (Consulta: 20 de junio del 2010).
29
dé al esfuerzo de sus padres por proporcionarle lo indispensable para satisfacer
sus diversas necesidades determinará en buena medida su comportamiento.
Los valores que construye e introyecta de su vida en familia es un factor que
ocupa un lugar importante en la vida del joven, pues establece su forma de
interactuar con lo demás y la reacción que puede llegar a manifestar ante las
situaciones problemáticas que enfrenta. Los valores que el sujeto sostiene, se
adquieren, básicamente, en el seno familiar, pero también de la escuela, y en
otras instituciones en las cuales se desenvuelve, como: la iglesia, clubs, centros
recreativos, etcétera. Junto con los valores también se pueden considerar
aspectos como los consumos culturales, los cuales son factores que condicionan,
de alguna manera, el comportamiento del joven, en los distintos ambientes donde
participa.
Los contextos familiares de los alumnos son variados lo que significa un gran reto
para el docente, ya que tiene que trabajar con la diversidad de valores, hábitos,
tradiciones, capital cultural, ideologías, del que son portadores los alumnos. El
capital cultural tiene como raíz el núcleo familiar, el cual es considerado, “… como
el ámbito de cultura primaria del niño y donde se imprime el valor que se le otorga
a la educación y a la escuela, así como el grado de involucramiento para la
resolución de las tareas y dificultades escolares.”50
Lo que la familia enseña o inculca al adolescente, tiene gran incidencia en el
desarrollo cognitivo y social de éste. Estos aprendizajes son la base para
aprendizajes futuros, por lo que es indispensable que la familia los potencialice, ya
que esto le ayudará al joven a su buen desempeño escolar, y sobre todo a su
integración social.
La manera en que la familia participa en la labor educativa del niño o del
adolescente se puede manifestar de diversas formas, por ejemplo: al acompañarlo
en su proceso de aprendizaje, al revisar lo que ha hecho en la escuela, visitas a la
50 Espitia Carrascal et al. (2009). “Influencia de la familia en el proceso educativo de los menores del barrio costa azul de Sincelejo (Colombia)”. En Investigación y Desarrollo Nº 1 vol. 17, p. 93
30
escuela con el fin de estar informados de los logros académicos y de conducta,
visitas a museos, centros culturales, sosteniendo una comunicación estrecha.
Las relaciones y comportamientos que el niño desarrolla “…están estrechamente
influidas por las normas que se practican en el hogar; si existen buenas relaciones
de afecto, respeto, buenos hábitos, buena comunicación y paz en la convivencia
familiar, así será el comportamiento de los niños en otros espacios sociales,
porque el niño es un imitador de los ejemplos que ve a su alrededor.”51
Lo antes dicho nos permite afirmar que la familia determina en buena medida la
manera de actuar y progresar del joven en la escuela y en la sociedad. Es la
familia la que proporciona, de forma significativa, los recursos afectivos, materiales
y culturales, que le ayudarán a crecer como persona; la influencia, que ejerce la
familia va más allá de la educación básica, de tal manera que la visión que la
familia tenga sobre la educación, influirá de forma importante en la decisión que
tome el adolescente sobre su formación próxima, concretamente el bachillerato a
escoger y la carrera a estudiar.
El problema surge cuando aquellas aspiraciones que tiene el adolescente no son
precisamente las que tiene la familia, y la comprensión será el factor indispensable
entre ambas partes, para tomar la mejor decisión posible, sin miedos y dudas
sobre sí lo que elige es lo correcto.
Los conflictos pueden darse debido a que la familia puede pensar en aspectos
relacionados con: la economía familiar, estatus social, oportunidades de trabajo y
calidad de vida, aspectos que son meras hipótesis sobre su futuro o expectativas.
Sin embargo para la mayoría de los jóvenes, sus aspiraciones están más
enfocadas hacia lo que les gusta hacer, lo que les apasiona y lo que saben o
creen hacer bien y en sus deseos y motivaciones, ello les impulsa a dar su mejor
esfuerzo; sin embargo los jóvenes pueden no tener un futuro prometedor, a los
ojos de su familia, por lo que buscarán cambiar su decisión. 51 Ibid., p. 98.
31
Pese a la mayor independencia que va ganando el joven, la familia sigue
influyendo en él y condicionando, en buena medida, su comportamiento en el
bachillerato.
2.2.2 La experiencia educativa en la escuela secundaria
La escuela secundaria desde su origen posee un doble sentido ya que preparaba
para la continuidad de los estudios pero además para el trabajo. Actualmente la
secundaria es parte de la educación básica y es el antecedente inmediato, para
los estudios de bachillerato. La escuela secundaria se puede definir como un:
sitio donde el orden es la tarea y la contingencia el enemigo: donde
un día bueno es un día de rutina, donde a la entrada y la salida hay
personal vigilando y quizá esculcando los objetos de los estudiantes,
donde hay personal especializado para vigilar, someter, canalizar a
las instancias correspondientes a los infractores, donde los salones
son fríos, los colores de las paredes deprimentes y las bardas, muy
altas, donde el uniforme estricto es vital para poder acceder a la
escuela, donde existen oficinas especiales para confrontar al
estudiante que se ha salido de la norma y en la que se le asignan las
sanciones: suspensiones temporales, tareas extras, trabajos físicos,
llamadas de atención frente a los padres, todo tan revelador del
carácter normativo de la escolarización.52
Durante su paso por la secundaria, el adolescente enfrenta situaciones de diversa
índole, que forman parte de su vida cotidiana, la cual puede interpretarse de
acuerdo con Agnes Heller, como el espejo de la historia, debido a que en ella se
52 Giroux Henry, (1996) en “Los significados de los alumnos hacia la escuela secundaria en México”. Revista Iberoamericana de Educación (2005) no. 9 vol. 36 p.1 Disponible en http://www.rieoei.org/deloslectores/1051Lozano.PDF (Consulta 18 de julio de 2010)
32
proyecta una imagen de la sociedad histórica, por lo tanto en esta vida cotidiana
se encuentran:
Todas las capacidades fundamentales, los afectos y los modos de
comportamiento fundamentales con los cuales trasciendo mi
ambiente y que yo remito al mundo `entero' alcanzable por mí y que
yo objetivo en este mundo, en realidad yo me los he apropiado en el
curso de la vida cotidiana.53
La etapa de desarrollo por la cual atraviesan los adolescentes, influye en gran
manera en su forma de representar sus creencias, valores, costumbres y
principios, los cuales vienen a ser pequeñas o grandes muestras de sus vivencias
diarias, que están acompañadas de significados, y que por lo tanto en su
interacción con otros lo manifiesta y dan a conocer su manera en cómo conciben
su diario vivir.
Los adolescentes, al ingresar a la secundaria, experimentan cambios, enfrentan
temores, conocen nuevas ideologías, formas de vivir, actuar, etcétera. La manera
de enfrentarlos dependerá de cada alumno, habrá variaciones por diversas
causas, una de ellas puede ser porque prefieren mantener sus problemas
personales y académicos bajo discreción, otra variación podría ser el cómo se
muestran ante la situación que están viviendo, la disposición y confianza que
tengan para hablar con otra persona, especialmente con el personal docente de la
escuela, así como la diversidad de la cultura escolar a enfrentar. Estos factores
influyen en la construcción de su identidad, la cual es concebida como una
definitoria de su ser característico de cada momento evolutivo
Lo que los estudiantes piensen de la escuela secundaria y lo que suceda dentro
de ella, es importante y afecta no sólo su comportamiento académico sino
53 Heller Agnes, (2005). “Sociología de la vida cotidiana”. En Adame, Miguel Ángel. Hacia una socioantropología de la vida cotidiana y su crítica. Mayo, Revista UAM. p.1 Disponible en http://www.difusioncultural.uam.mx/revista/mayo2005/adame.html (consultado 07 de julio 2010 ).
33
también social, esto también es un factor que influye en la construcción de su
identidad, la cual debe encontrar y entender el adolescente, ya que esto lo llevará
a “la creación de un sentimiento interno de mismidad y continuidad, una unidad de
la personalidad sentida por el individuo y reconocida por otro, que es el saber
quién soy”.54
Día con día el adolescente lucha por construir su identidad, este proceso de
construcción no le es fácil, ya que ésta “consiste en negociar los significados de
nuestra experiencia de afiliación a comunidades sociales (esto se refiere a quiénes
somos en función de lo familiar o lo desconocido)”55, conteniendo con ello
características singulares como es el reconocerme a mí mismo mediante la
participación que lleve a cabo en cualquier lugar, otra es en razón del aprendizaje,
el cual nos da como referencia quien soy, de dónde soy y hacia dónde voy, otra
característica también es en relación a la manera de manifestar estilos y
discursos.
Los alumnos al estar dentro de la escuela, conviven y se recrean de diversas
formas, ya que parte del tiempo que están dentro o fuera de las aulas, se presta
para poder tener una convivencia que va más allá de ser alumno. Los alumnos
pueden ser participes de una plática entre iguales, juegos, riñas, participación en
actividades extracurriculares dentro de la escuela. Esto, sin duda, propicia un
aprendizaje, que puede ser parte de esa preparación para la vida adulta, ya que
en muchas situaciones, deben a aprender a negociar, resolver los conflicto que
llegan a tener ya sea con compañeros, maestros, prefectos, personal
administrativo, etcétera.
En la secundaria el tiempo es un factor relevante, debido a que su uso
“determinan las orientaciones y posibilidades de diversos procesos escolares en
54 Neuhaus, Susana. (1986). Fracaso adolescente y sometimiento familiar. Valle de Sartenejas, Baruta, Universidad Simón Bolívar. p. 48. 55 Wenger en Martínez Alvarez Silvia y Rafael Quiroz (2007). “Construcción de identidades de los estudiantes en su tránsito por la escuela secundaria”, en Revista de Investigación temática Educativa. Vol.12/032. p. 262.
34
tanto están cargados de sentido para los sujetos que en ellos participan”56, para el
alumno el tiempo implica cambiar de profesor cada cincuenta minutos, la
negociación de ganar tiempo entre clases debido a que al sonar el timbre en
cuanto sale el maestro entra inmediatamente el siguiente y éste trae nuevos
contenidos escolares, formas de trabajo, además, el adolescente, debe cumplir
puntualmente con las tareas de cada materia, para el maestro, su práctica exige
una buena administración del tiempo, para poder implementar las estrategias que
favorezcan el proceso de enseñanza y aprendizaje, poder calificar a tiempo a
todos su alumnos y evaluar su proceso de aprendizaje.
En la secundaria se vive bajo ritmos de tiempo que van a estar en relación a la
normatividad y ritmo de vida de maestros y de los alumnos, ya que “en la vida
cotidiana escolar de los estudiantes el ritmo del tiempo significa, antes que nada,
la necesidad de cambiar las actividades, las actitudes, las estrategias de
sobrevivencia escolar en lapsos muy breves.”57
En un día común de clase, la convivencia entre estudiantes es parte del tiempo
cordial, se puede observar a los jóvenes interactuando entre ellos llevando a cabo
conversaciones que pueden girar en torno a: los profesores, el clima, las
relaciones sentimentales, los gustos por la música, la moda, la comida, las tareas,
los problemas que enfrentan, y muchas cosas más. Por ello es claro ver que aun
cuando el maestro no está en el aula entre los alumnos, se siguen generando
aprendizajes, que contribuyen a su desarrollo personal.
Para el estudiante de una forma u otra el uso del tiempo:
significa principalmente una experiencia escolar no integrada, ya que la
división del tiempo institucional se plasma en su vida escolar como un
rompecabezas de materias, maestros y actividades que no es fácil de
armar58.
56 Quiroz, Rafael. (1992). “El tiempo cotidiano en la escuela secundaria”, en Nueva Antropología, núm. 42 vol. XII, , México. p. 94. 57 Ibid., p. 95. 58 Idem.
35
La secundaria es un espacio educativo pero no sólo en el plano académico, ya
que es un espacio en el cual los adolescentes comienzan a explorar nuevas
cosas, nuevas experiencias que perfilan gustos, ideas, creencias, actitudes; el
adolescente enfrenta nuevos retos y temores. En este espacio, inicialmente los
alumnos, cruzan por un momento de confusión al darse cuenta de que lo que
antes acostumbraban hacer o tener como: juegos, bromas, gustos, etcétera, ya
no tienen el mismo significado; posteriormente pasan a una etapa de mayor
seguridad pues ya conocen los mecanismos, las reglas que rigen la vida en la
escuela, pero la confusión y los nervios regresan cuando no saben hacia dónde
van y qué es lo que se quiere de ellos. Esta situación los enfrenta a la necesidad
de conocerse más e intentar comprender el por qué de todo lo que viven; los
cambios aunque no siempre son gratos, traen cosas nuevas, que finalmente le
servirán a su debido tiempo.
La secundaria también puede ser vista como un espacio que brinda la
oportunidad de expresar y reflejar los talentos que los alumnos poseen, y los
cuales en muchas ocasiones los llevan a poner el nombre de la escuela en lugares
muy altos, este tipo de oportunidades, son de gran utilidad porque en ellas se
adquieren experiencias y se llegan descubrir habilidades que los mismos alumnos
ignoraban.
Es importante considerar que los diversos cambios que los alumnos viven en este
nivel van estar condicionados en parte por la disposición que tengan los maestros
para aceptar su proceso de desarrollo, brindándole al alumno la oportunidad de
obtener una educación integral, y con la calidad necesaria para formar alumnos
con conocimientos, valores y actitudes necesarios para la vida actual; esta
transformación que se da en la secundaria implicará no sólo la actuación de
maestros, sino también de los directivos e incluso de los padres de familia, ya que
el apoyo que puedan brindar todas las partes al alumno contribuye a fortalecer su
educación.
36
2.2.3 La influencia de las subculturas juveniles en el contexto escolar
La juventud es vista como “…una condición universal, una fase del desarrollo
humano que se (encuentra) en todas las sociedades y momentos históricos.”59
Cuando se habla de los jóvenes, la mayoría de las veces se dan explicaciones,
sobre el por qué de su comportamiento, actitudes entre otros, así como
definiciones o soluciones a problemas de manera generalizada, se tiende a
homogenizar a la juventud de tal forma que pareciera que todos tienen la mismas
necesidades, inquietudes y problemas.
Pero la realidad es otra los jóvenes son un grupo heterogéneo, debido a diversos
factores como: su cultura de origen, género, escolaridad, situación
socioeconómica, religión, lugar de residencia, ya sea una zona urbana
desarrollada, urbana marginal, rural desarrollada, marginal indígena, etcétera;
estos factores marcan diferencias entre los jóvenes manifestándose entre otros
aspectos en su conducta, por lo mismo exigen una atención diferenciada.
La cultura es parte sustancial del sujeto, de acuerdo con Bruner y Vigotsky ésta
es mediadora del desarrollo filogenético y ontogenético, la cultura permite al sujeto
desenvolverse en su medio, en tanto comprende un “…conjunto de valores, ideas,
actitudes, comportamientos y normas que caracterizan a una sociedad y que son
transmitidas por sus miembros de una generación a otra, a través de un proceso
de socialización”60, con base en la cultura el sujeto perfila su actitudes, hábitos,
patrones de comportamiento, forma de resolver problemas y su modo de
interactuar con otros.
Las instituciones también poseen su propia cultura, la cual es construida por sus
miembros, en el caso del Colegio de Bachilleres los jóvenes estudian
59 Urteaga, Maritza et al. (1998). El reloj de arena. Culturas juveniles en México. México, Causa Joven‐SEP, Colección JOVENes No. 3. p. 17. 60 Solé, Ma. Luisa. (2003). Los consumidores del siglo XXI, España, ESIC. p. 74.
37
interactúan, se divierten, discuten, resuelven problemas, etcétera, actividades en
la que muestran o reflejan la cultura de la institución y la suya propia como grupo
de alumnos. Como aspectos de la cultura podemos identificar “… las normas y
valores dominantes entre los profesores, las relaciones entre ellos y entre los
distintos sectores de la comunidad educativa…”61.
Los jóvenes, dada su heterogeneidad, tienden a formar grupos en función de sus
afinidades, estos grupos desarrollan generalmente subculturas que dan origen a
una diversidad cultural al interior de la institución y puede ocurrir que una
subcultura predomine más que otra. En el caso del Colegio de Bachilleres, “cada
cultura comprende a su vez pequeños grupos o subculturas, que son unidades
menores que pueden influenciar también de forma importante el comportamiento
del individuo…”62
La cultura en el cual se desenvuelven los jóvenes adolescentes puede
determinar, entre otros factores, el tipo de relaciones que construyen. Ello los lleva
a formar pequeños grupos, donde generalmente existe un líder al que el grupo le
debe obediencia, respeto, e incluso protección ante cualquier situación
amenazante.
Con el tiempo un grupo puede crecer llegando a construir una banda de jóvenes,
que se “…constituyen, en una subcultura al articular en un ‘estilo’ distintivo un
conjunto de comportamientos, vestimentas, gustos musicales, ídolos
cinematográficos, accesorios, lenguajes, representaciones del espacio y del
tiempo y, los combinan jerárquicamente para dotarlos de significado…”63
La subcultura al ser una variante de la cultura dominante, posee creencias,
valores y costumbres diferentes de la misma. Algunas maneras de identificar este
tipo de subculturas son por medio de la vestimenta, expresiones verbales,
actitudes corporales, formas de actuar, formas de pensar, etcétera. Entre los
jóvenes estudiantes encontramos diferentes grupos portadores de distintas
61 Marchesi, Álvaro et al. (2004_). Desarrollo psicológico y educación. Vol. 2 Madrid, Alianza p. 198. 62 Solé, Ma. Luisa (2003). Los consumidores …, op. cit., p. 80. 63 Urteaga, Maritza et al. (1998). El reloj de arena…, op. cit., p. 50.
38
subculturas, estos pueden ser: skato, skate, rasta, fresas, nacos, góticos,
metaleros, electros, hippies, graffiteros, punk, cluber, emos, gothic metal,
skinheads, wannabee`s, rockers, flogger, etcétera.
El hecho de pertenecer a un grupo y especialmente a una subcultura, influye en el
joven, ya que dependiendo de las influencias que lo gobiernen, el joven puede
tomar decisiones por ejemplo, el de asistir a una institución educativa, asistir o no
a la clase, relacionarse con ciertos compañeros, considerar ir a un antro o
cualquier otro sitio o simplemente optar por una forma de pasar el tiempo, o bien
estudiar con mayor o menor empeño. Generalmente cualquier decisión que tome
el joven va a estar influenciada por el grupo de pertenencia, pero también puede
ocurrir que el joven, al ser consciente de lo que ocurre a su alrededor, decida ser
diferente y tomar sus propias decisiones al margen de lo que deciden otros.
La generación joven ha formado su propia sociedad relativamente independiente de la influencia de los mayores. En las filas de los jóvenes hay dos principales divisiones; muchachos de las esquinas y muchachos de colegio. Los primeros son grupos de hombres que centran sus actividades sociales en esquinas de ciertas calles, con sus barberías, fondas, salones de billar o clubes… Pocos (complementan) sus estudios de segunda enseñanza y muchos de ellos (abandonan) la escuela…los que asisten al colegio forman un pequeño grupo de jóvenes que se han elevado sobre el nivel del muchacho de la esquina, por medio de la educación superior. Al intentar abrirse paso por ellos mismos, como profesionales64.
Las decisiones que tomen y las experiencia que éstas conlleven contribuyen a ir
conformando su identidad, proceso que comienza en la búsqueda de sus iguales,
cuya compañía le permita sentirse cómodo y comprendido. Este tipo de
necesidades pueden ser atendidas, en muchos casos, al interior de los clanes
urbanos que construyen marcos que les ayudan a los jóvenes definir el sentido de
su vida.
64 Whyte. (1972 ). en Urteaga, Maritza. El reloj de arena. Culturas juveniles en México. En Colección JOVEN es No. 3. p.39.
39
El sistema social de adscripción determina en el joven, desde que es pequeño, la
forma de vivir y de concebir a la vida misma. Es de suma importancia que se
tenga cuidado sobre cómo se le presentan al sujeto en desarrollo, aspectos como:
qué es calidad de vida, qué es ser el mejor, cómo es no dejarse pisotear por
nadie, etcétera, pues mucho de ello se reflejará en cómo vivan su juventud. Esta
etapa representa para el joven “… es un periodo de considerable tensión e
inseguridad...”65 porque:
La existencia de la juventud como un grupo definido no es un
fenómeno universal y, como todo grupo de edad, su desarrollo,
forma, contenido, y duración son construcciones sociales y, por tanto,
históricas, porque dependen del orden económico, social, cultural y
político de cada sociedad; es decir, de su localización histórica y del
modo en que la “juventud” es construida en una sociedad66.
Dentro del Colegio de Bachilleres se puede encontrar a jóvenes que pertenecen a
alguna de las subculturas antes citadas. Es posible identificarlos su singular forma
de vestir, los accesorios que porten, su corte de cabello, maquillaje que utilizan,
forma de hablar de pensar. Estos rasgos son una evidencia suficiente para percibir
el fenómeno de la diversidad cultural. En los últimos años en el Colegio de
Bachilleres la subcultura que más predomina es la de los Emos. En los pasillos y
patios no es extraño observar a estos jóvenes, los cuales se caracterizan por su
indumentaria y su corte de cabello, que cubre casi en su totalidad los ojos, su
comportamiento dentro y fuera de la institución, la forma de relacionarse con otros
muestra que pertenecen a dicha subcultura.
65 Parsons, Talcott. (1972). en Urteaga, Maritza. El reloj de arena. Culturas juveniles en México. México, Causa Joven‐SEP, Colección JOVENes No. 3. p. 40. 66 Souto, Sandra. (2007). Juventud, teoría e historia: la formación de un sujeto social y de un objeto de análisis. España. Instituto de Historia del CSIC. pp. 181‐182.
40
Cada una de estas subculturas tiene una forma peculiar de vivir la experiencia
escolar en el Colegio. Sin embargo los maestros parecen no advertir estas
diferencias en el aula, independientemente de la cual grupo pertenezca el
alumno, el maestro procura ignorar o mantenerse al margen, trabajar y evaluar de
manera supuestamente objetiva, siempre y cuando no altere el orden del grupo y
el trabajo en el aula.
2.3 Expectativas de los jóvenes y su comportamiento con respecto al
Colegio de bachilleres
Cuando inician el tercer grado de secundaria, muchos adolescentes comienzan a
pensar en la escuela donde podrán seguir estudiando y en la posibilidad de
aprobar el examen elaborado por la Comisión Metropolitana de Instituciones
Públicas de Educación Media Superior (COMIPEMS), para poder acceder a la
institución de su preferencia. Los jóvenes adolescentes depositan en buena
medida sus expectativas, y planean su futuro próximo, en la institución de nivel
medio superior
Los jóvenes generalmente tienden a idealizar la escuela de su preferencia,
consideran que sólo en ella podrán lograr aquello que se proponen; cada joven
tiene sus propios sueños, su proyecto de vida, su imagen ideal de escuela.
La valoración que haga el joven sobre la institución dependerá de que tenga un
carácter propedéutico o bivalente, prestigio y de las oportunidades que ofrezca
para construir sus estándares profesionales. La escuela a la cual el alumno aspira
responde a diferentes aspiraciones y expectativas.
Como ya se ha hablado en el capítulo I, para poder ingresar a una institución
pública de nivel medio superior, el adolescente debe presentar un examen único
de selección, elaborado por la COMIPEMS; al alumno de acuerdo al resultado
que obtienen en el examen, le es asignado un plantel, el cual, si bien estuvo
dentro de las opciones que el mismo señaló, ocurre en muchos casos que aunque
41
la institución estuvo dentro de sus opciones ésta no era señalada como primera
opción de ingreso, por lo que con frecuencia no se encuentran satisfechos con el
plantel asignado.
Ingresar a la institución de su preferencia, puede ser el elemento que motive al
alumno de secundaria para hacer lo posible para mejorar su aprovechamiento
escolar, sobre todo en el 3 año de secundaria. El rechazo a la institución
asignada puede ser un factor que contribuya a explicar la deserción o bajo
aprovechamiento al ingresar a una institución de educación media superior.67
Dentro del Colegio de Bachilleres 60 % de los estudiantes se encuentran
estables, tranquilos en dicha institución, aunque cabe señalar que la mayoría de
estos alumnos tuvieron como primera opción escuelas que son incorporadas a la
UNAM, de las cuales fueron rechazados, pero se da el caso de quienes no se
encuentran satisfechos con la institución asignada, algunos volverán a presentar el
examen para el siguiente ciclo escolar, buscando entrar a la escuela de su
preferencia, unos lo lograrán, y otros no.
Por otra parte, en algunas escuelas secundarias se les aplica un examen de
simulación para que tengan una idea de cuál es su aprovechamiento y el
porcentaje de aciertos que obtienen, de tal manera que busquen elevar su
aprovechamiento académico al nivel que demanda la institución de su preferencia;
de forma que en el examen de admisión se sientan más cómodos y seguros al
responder.
Cuando el alumno ingresa al ColBach, de acuerdo con investigaciones hechas por
el mismo Colegio, el 22% de los alumnos de primer ingreso considera que éste es
mejor de lo que esperaba, el 38% mencionó que éste es tan bueno como lo
esperaba y el 35 % dijo encontrarlo inferior a sus expectativas. Es decir que para
el 60% de los alumnos el Colegio de Bachilleres, responde a sus expectativas.
67 Las expectativas de los alumnos sobre la escuela les permite poder evaluar y con ello saber cuál es la preparación o nivel de aprovechamiento para ingresar. En la actualidad cada institución establece el número de aciertos necesarios para ingresar a ella.
42
Otra variante de sus expectativas y por ende de su satisfacción con la institución
está en el turno escolar; generalmente la demanda más alta se encuentra en el
turno matutino, las preferencias por el turno en buena medida, están ligadas a su
historia escolar, a sus necesidades familiares, laborales u otros. Sin embargo el
turno que se les asigna depende básicamente de los aciertos obtenidos en el
examen de selección y del promedio obtenido en la secundaria. Las encuestas
revelan que el 77% de los alumnos muestran estar satisfechos con el turno que
les fue asignado, mientras que el resto buscará cambiar de turno.
Otra de las expectativas de los alumnos recae en sus profesores, los alumnos
esperan sean buenos y comprensivos, otros aspectos que se consideran también
importantes son la rigidez calidad el compromiso la que cumplen su papel los
docentes, los alumnos no dejan de tomar en cuenta el dominio en su materia, la
puntualidad con la que inician y concluyen su clase, así mismo que concluyan los
contenidos asignados para el semestre, entre otros aspectos.
Otro punto es la asistencia de los docenes, se enfatizan la incongruencia de
algunos profesores que demandan puntualidad y asistencia y los docentes no la
llevan a cabo, otra expectativa está puesta en la preparación adecuada que
tengan los profesores, ya que de ello depende la amplitud que puede llegar a tener
el tema visto, además de responder a todas aquellas dudas que se tienen sobre el
mismo. Algunos alumnos, también esperan que los docentes los motiven en su
estudio, pues se dicen estar más interesados por la materia y cumplen con las
tareas, cuando el profesor es un buen promotor de la misma, es decir que tiene un
amplio manejo del tema, lo que provoca que no sea tediosa o hasta aburrida.
Cada plantel del Colegio de Bachilleres tiene los mismos planes y programas y
una planeación didáctica profesional, cada Colegio va a diferir en la manera de
aplicarlo, ya que están en diversos contextos sociales, económicos y culturales,
así mismo difieren en cuanto a infraestructura, esto se debe no sólo del tiempo
43
en que fueron construidos; depende también del financiamiento que recabe, de su
planta docente, del equipo directivo, de su propia historia institucional entre otros
factores.68
Cuando el alumno ingresa a la institución comienza a construir una identidad, esto
favorece la manera en cómo se desenvuelve y lo que busca lograr.
Este capítulo nos permite conocer los diversos procesos de transición por los que
pasa el niño y más tarde el adolescente, a lo largo de su vida escolar. Estos
procesos de transición resultan difíciles y complicados para los niños y
adolescentes, por lo que se requiere de la atención por parte de la escuela y de la
familia, de manera que los períodos de transición les sean más fáciles y vivan los
cambios que estos implican con pericia.
En el texto se analizan diferentes factores que influyen en su forma de vivir los
procesos de transición hasta su ingreso al Colegio de Bachilleres. Con ello
afirmamos elementos para entender el comportamiento del joven al interior del
Colegio y los significados que le otorga a su experiencia escolar.
68 Todos los planteles cuentan con aulas, auditorios, instalaciones deportivas, jardines, espacios para el estudio y recreación, laboratorio y talleres entre otras cosas aunque unos se encuentran en mejores condiciones que otros.
44
Capítulo III
Las relaciones sociales y significados de los alumnos en el Colegio de Bachilleres
Los aspectos abordados en este capítulo buscan acercarnos a la comprensión de
las relaciones que el alumno construye al interior del Colegio de Bachilleres, con la
intención de identificar los diferentes tipos de relaciones que construyen, los
significados que otorga a su experiencia escolar para poder hablar finalmente de
cómo estos significados influyen en su desenvolvimiento en el Colegio.
3.1 El Colegio de Bachilleres como un espacio de oportunidad
El alumno, al ingresar al Colegio de Bachilleres, se enfrenta a nuevas
experiencias, como son: el nuevo ambiente de la institución, al que deberá
adaptarse; el conocer nuevos compañeros; maestros; estilos de vida; tradiciones
y creencias religiosas; además de las normas del Colegio; las formas de trabajo
de los distintos profesores; así como los nuevos contenidos académicos,
etcétera.
Los conocimientos y creencias sobre la vida, y sus convicciones sobre lo que se
quiere ser y se quiere obtener a lo largo de su existir son parte de lo que el
alumno va construyendo, en los diferentes ambientes donde participa y que va
afirmando o cambiando a partir de sus nuevas vivencias.
Estos conocimientos, saberes y creencias influyen en las relaciones que
construye; en su comportamiento; en el sentido que le otorga a las experiencias
que vive, y a la vez éstas influyen en sus creencias y saberes. Esto en su conjunto
le ayuda a formarse un criterio sobre los diferentes aspectos de la vida y sobre lo
que él es y quiere ser.
45
Este concepto de sí mismo está relacionado, entre otros aspectos, con la
educación, ya que de una u otra manera el alumno lo construye bajo la motivación
de lograr un mejor mañana.
La mayoría de los jóvenes, en la actualidad, tienden a manifestar desinterés o
indiferencia hacia aspectos que tienen que ver con su preparación, en función de
alcanzar un futuro mejor, tanto en lo emocional como en el plan económico,
debido a que sus inquietudes están dirigidas hacia el aquí y el ahora. El joven se
crea un mundo de ideas y creencias que le permite identificar que es bueno para
él y lo mejor que puede tener, dejando fuera todo aquello que lo daña, olvidando
por momentos los problemas familiares y académicos que enfrenta.
La escuela es un espacio en el cual se dan diversas relaciones sociales, que
generan emociones, afectos sobre los profesores, compañeros de trabajo, la
escuela y las materias escolares. Los estados emocionales que se generan tanto
al interior del aula, como en la institución o fuera de ella pueden ser positivos y
negativos. Estas emociones contribuyen a que el alumno atribuya significados a
sus experiencias en el Colegio, que determinan, en buena manera en el alumno
su conducta y lo que pretende obtener en la vida.
Con base en lo anterior se destaca que el autoconcepto que el sujeto va
construyendo, proporciona bases con las cuales interactúa con profesores y
compañeros en el contexto escolar y social.
Los significados que construye el alumno definen, como ya señalamos, en gran
medida su conducta en el medio en que se desenvuelve; si el alumno no otorga
un significado positivo a su experiencia escolar, “suele encontrar (poca
satisfacción en las tareas del) colegio, rápidamente pierde motivación y el interés y
en cambio emplea buena parte de sus energías en aquellos aspectos que se
relacionan con los sentimientos hacia sí mismo”69, como son los temores, la
ansiedad y problemas pueden surgir al relacionarse con otros. Así mismo las
69 Herrera, Francisco et al. (2004). “¿cómo interactúan el autoconcepto y el rendimiento académico, en un contexto educativo pluricultural”, Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681‐5653). p. 3.
46
experiencias que obtiene requieren de su atención y de la del profesor ya que
influye en su proceso de aprendizaje.
Uno de los problemas que se ven actualmente en las escuelas, es que los
profesores no están capacitados para promover en los alumnos el conocimiento
de sí mismo y un autoconcepto positivo, por lo que el alumno se encuentra solo
en este proceso, lo que lo hace más difícil.
Se sugiere por lo tanto que el profesor ayude al alumno a “descubrir lo mejor de sí
mismo, a aceptar sus características físicas y psicológicas y a conseguir un
elevado nivel de autoestima”70. Esta autoestima “hace referencia a la evaluación
afectiva que llevamos a cabo de nuestro autoconcepto en sus diferentes
componentes, (…) como son: el cómo se valora y siente la persona en relación a
las características que se autoatribuye” 71.
De acuerdo con Daniel Chabot, cuando en la escuela se estimula e impulsan las
competencias cognitivas, ocurre que las competencias emocionales se ven
favorecidas, y permiten la exploración de un buen futuro; lo mismo ocurre con el
autoconcepto éste se va ir asumiendo conforme se le enseñe aprenda a socializar
con otras personas.
Se considera necesario, entonces que al alumno se le oriente en un
conocimiento más profundo sobre sí mismo, y que le permita conocer qué es
capaz de hacer, saber o sentir, lo que pude contribuir a lograr un resultado
favorecedor tanto en el ámbito educativo, como en el social.
70 Saura Calixto, Pilar (2002). La educación del autoconcepto: cuestiones y propuestas. Estrategias, técnicas y actividades para el autoconocimiento. Murcia: Servicio de Publicaciones, Universidad. p. 40. 71 Miras, Mariana (2004). “Afectos, emociones, atribuciones y expectativas: el sentido del aprendizaje escolar”. En Palacios, Jesús et al. (2004) Desarrollo psicológico y educación", vol. 2. Madrid, Alianza Editorial p. 312.
47
3.2 Las relaciones interpersonales del alumno de Colegio de Bachilleres
El aula es vista por los alumnos como un escenario de relaciones interpersonales,
que se enriquecen con el desarrollo cognitivo y social. Este desarrollo al volverse
significativo para el sujeto, le proporcionan bases para entender lo que sucede a
su alrededor.
Las relaciones interpersonales en la escuela están plagadas de emociones y
afectos como son: cariño, aceptación, confianza, simpatía, rechazo, indiferencia,
duda o desconfianza, éstas son emociones que se construyen y aprenden a nivel
social. Estos afectos y emociones “regulan las relaciones sociales y ponen en
juego el equilibrio personal y el bienestar social”72, llegando a influir en el joven en
cuanto a su logro académico, pero además el conocer y reconocer estas
emociones se convierten en un factor que pueden impactar su forma de
convivencia en el aula, aunque esto se pueden transpolar a un ambiente social
mucho más amplio.
Los alumnos regularmente ven al Colegio de Bachilleres como un espacio en el
cual tienen la oportunidad de establecer nuevas relaciones sociales, nuevos
vínculos afectivos; los cuales pueden ser de amistad, de amor a su pareja e
incluso de enemistad. Todas estas emociones y sentimientos que se generan
dentro del aula, le proporcionan al sujeto mensajes, datos que le ayudan a saber
cómo desenvolverse, cómo interpretar cada situación y hacia donde deslizarse en
momentos de dificultad; esta evaluación afectiva se puede dar de manera
consciente o inconsciente. Se puede entender que “la evaluación afectiva es el
juicio agradable-desagradable que se realiza sobre objetos sociales, que es
estable y que puede recuperar de forma ‘fría’ de la memoria”73
Los alumnos emplean enorme cantidad de tiempo durante el cual entran en
contacto o establecen relaciones con otros jóvenes de su mismo grupo de
72 Torrego, Juan Carlos et al. (2007). Modelo integrado de mejora de la convivencia. Estrategias de mediación y tratamiento de conflictos. Barcelona. GRAÓ. p. 115. 73 Páez, Rovira Darío, et al. (1993). Actividad, cognición y conducta social. Psicothema, vol. 5, No. 1, pp. 133‐150 Departamento de Psicología Social. Universidad del País Vasco p. 134.
48
edad, de tal forma que la escuela constituye un espacio privilegiado en el
que se produce la confluencia de diversos sujetos, distintas visiones del
mundo, con códigos comunes, intereses y expectativas propias y vivencias
compartidas generadas en el interior del centro escolar74.
Cuando los adolescentes ingresan al Colegio, pareciera que todos se
encuentran en la misma condición: estudiantes nuevos, que desean estudiar,
aprender, y por supuesto desean terminar su bachillerato; sin embargo los
alumnos poseen rasgos, características que los distinguen entre sí. “Algunos
grupos de jóvenes se identifican por compartir valores, normas y prácticas de
grupos”75, que son afines en sus preferencias, algunos de estos grupos
constituyen subculturas.
Al interior del ColBach las relaciones sociales que se construyen son diversas;
los alumnos, en el proceso de construcción de relaciones sociales intercambian
experiencias, conocimientos, sentidos, a fin de encontrar a otros con los puedan
entablar una relación que les brinde confianza, afecto, consuelo, consejo, y que
les ayude a sentirse tranquilos, seguros y aceptados.
Estas relaciones afectivas, cuando se dan de manera armónica, pueden ayudar al
alumno en su proceso de aprendizaje, puesto que difícilmente se puede aprender
cuando el sujeto en cuestión se siente amenazado, rechazado o molesto con el
clima social en el aula.
Estar en un clima en el cual se sienta cómodo, aceptado, le facilita al alumno
concentrarse en sus clases, cumplir con sus tareas y actividades, e incluso que se
sienta seguro de participar en clase sin temor a equivocarse. Cuando tiene ese
efecto estimulante, se da la posibilidad de establecer relaciones con sus iguales,
con los cuales pueden compartir ideas, gustos, vivencias.
74 Guerra Ramírez, María Irene et al. (2004) ¿Qué sentido tiene el bachillerato? Una visión desde los jóvenes. México, UPN. p. 183. 75 Ibid., p.186.
49
Por otro lado, es común que los compañeros se apoyen entre sí, para sacar
adelante las materias y los trabajos exigidos para aprobar sus asignaturas; se
puede hablar también del apoyo que se genera entre iguales cuando se ha
reprobado un examen o una materia; en ocasiones es en los compañeros o
amigos en quienes el joven encuentra, la ayuda necesaria para poder solucionar
dichos problemas académicos.
Cuando el alumno se siente bien, su proceso de aprendizaje se ve favorecido y
enriquecido. “Podemos considerar (que la) educación (es) una actividad presidida
por las relaciones humanas que, además de un objetivo productivo o de
rendimiento, tiene la finalidad de establecer contactos afectivos entre personas”76.
Para el joven que está inmerso en el proceso de enseñanza aprendizaje, “los
éxitos y los placeres sentidos durante [este proceso] son el antídoto contra el
abandono escolar”77, por lo que es necesario que el alumno encuentre satisfacción
y “cualquier forma de placer asociado a su trayectoria de aprendizaje”78, para que
pueda sortear las dificultades académicas que se le presentan.
Lograr las cosas con mayor facilidad, da pie a que se busque entre sus pares
apoyo y guía para la resolución de los problemas que enfrenta no sólo en el aula
sino en cualquier lugar.
Por el contrario, las diversas situaciones problemáticas que viven los alumnos en
el Colegio de Bachilleres, en ocasiones los afecta negativamente, “las emociones
ensombrecen las capacidades intelectuales, procedimentales o relacionales; otras,
las realza, las estimula y las facilitan”79.
Las maneras de sentir en relación a su desempeño académico, y a sus
compañeros del Colegio, son diversas. Sin embargo las condiciones del trabajo
de los docentes, tornan difícil que él o los profesores traten a cada alumno en lo
76 Martínez Otero, Valentín. (2000). Formación integral de adolecentes, fundamentos Madrid p. 57 77 Chabot, Daniel et al. (2009). Pedagogía emocional. Sentir para aprender. Interacción de la inteligencia emocional en el aprendizaje. México, Alfaomega. p. 198. 78 Idem. 79 Ibid., p. 7.
50
individual; pese a que su estado emocional influye en su aprovechamiento
académico.
Es necesario que el maestro propicie un ambiente en el cual los alumnos tomen
interés por conocerse, por ayudarse y respetarse, para que el alumno encuentre
satisfacción en las tareas que desempeña dentro de la escuela, y gusto al trabajar
con sus demás compañeros, ya que esto favorecerá un mejor rendimiento
académico y trabajo de calidad. La competitividad académica que se generan
dentro del aula son un factor motivador que le ayuda a mejorar y cuidar su
desempeño académico.
3.2.1 Relaciones entre pares
El ser humano tiene la necesidad de encontrarle un sentido a su existencia, la
satisfacción de esta necesidad se puede dar, en cierto grado, a partir de los
contactos sociales, al encontrar afecto, apoyo y la aprobación de los demás. En
muchas ocasiones los jóvenes buscan satisfacer sus necesidades afectivas en la
escuela. En el contexto escolar es posible identificar básicamente tres tipos de
sistemas relacionales, estos son: profesor-alumno, relaciones entre iguales y la
relación entre el profesor el alumno y el contenido de aprendizaje, esta relación es
conocida como triángulo interactivo.
Los estudiantes interactúan no sólo son con sus compañeros, sino también con los
profesores, con el personal administrativo y de intendencia; estas interacciones
no son emocionalmente neutras; los afectos80 que se generan pueden ser
diversos, generando en el alumno diversas reacciones. Esto ocurre
especialmente en la interacción del alumno con el maestro en el aula.
80 Se entiende por afecto a la cualidad de las emociones, que puede ser positiva, (afecto positivo) o negativo (afecto negativo),[…] el afecto puede considerarse como una emoción de la familia del amor. Bisquerra, Rafael, (2000). Educación emocional y bienestar. Barcelona. CISSPRAXIS. p. 67.
51
La afectividad es el motor, la causa primera del acto de conocer; es el
mecanismo que origina la acción y el pensamiento lo cual implica afirmar
que todo acto de deseo es un acto de conocimiento y viceversa81.
En base a lo anterior se genera un reconocimiento de la persona y además tanto
el profesor como el alumno obtienen información que le permitan predecir su
reacción en situaciones futuras según sea el caso.
La relación entre iguales supone una constante búsqueda de intereses en común,
a través de un panorama positivo. Podemos suponer que las relaciones que se
dan en el aula y en la escuela, se construyen con base a un mismo fin, el cual
varía entre los sujetos; para algunos puede ser tener amigos para no sentirse solo;
para otros tener amigos para apoyarse en las tareas, o simplemente para tener
con quien platicar.
Estas relaciones pueden enriquecer a los jóvenes al combinar sus características,
en el proceso de adquisición de conocimientos, desarrollo de aptitudes, así como
en la incorporación de valores, hábitos; sin embargo también existe el riesgo de
que las relaciones sociales que establece con sus pares sean una influencia poco
favorecedora para su desarrollo personal.
El joven al ingresar al Colegio puede no tener una idea clara de quién es, qué
busca, qué quiere, por lo que las relaciones que construye, pueden no ser siempre
positivas para su desarrollo social y académico.
La inteligencia y la afectividad están sometidas a desarrollos interrelacionados y
paralelos82, lo que significa que le alumno no puede llegar a experimentar
afectividades y emociones si no se hay compañeros y profesores que estén bajo
un mismo clima, el cual se genera en esa convivencia que se da día con día en la
clase y fuera de ella, pues el alumno en todo momento está entablando relaciones
sociales.
81 Piaget, Jean (2005) Inteligencia y Afectividad. Buenos Aires, Aique. p. 8. 82 Cfr. James Anthony, Emociones e inteligencia. En Pérez Gómez Ángel, et al (1996). Lecturas de aprendizaje y enseñanza. México, FCE, PAIDEIA. p. 258.
52
Un ejemplo de ello es cuando se dan tiempos libres en el Colegio. De acuerdo con
alumnos del Colegio de Bachilleres, las actividades en las que emplean este
tiempo son: el ir a lugares de entretenimiento como son las “maquinitas” o el X-
box, otra es el ir a comer, hacer la tareas inconclusas, platicar con compañeros de
la escuela de otros semestres o del mismo, escuchar música, jugar futbol,
generalmente se puede ver que buscan alguna actividad la cual en su mayoría se
está acompañado con alguien generando con ello la convivencia e interacción.
3.2.2 La relación maestroalumno
Al comienzo del semestre tanto maestros como alumnos pueden llegar a tener
dificultades para interactuar debido a que sólo conocen a algunos alumnos y/o
maestros, según sea el caso. Los alumnos tendrán referencias de cómo son los
profesores, lo que los ayuda a adaptarse a su forma de trabajo; para el profesor
es difícil dado el gran número de alumnos que tiene que ubicar, por lo que llegar
a conocerlo puede llevar un tiempo. Durante el curso tendrán oportunidad de
conocer mutuamente sus modos de trabajo, tipos de comportamiento,
ocasionalmente sus gustos y afectos, sin embargo es posible pensar que
difícilmente el maestro conocerá a todos sus alumnos.
Una buena relación maestro-alumno debe estar basada en la confianza, en el
respeto, para que permita a los alumnos expresar libremente sus ideas,
creencias, dudas, sentimientos. En ambas partes debe existir una actitud de
respeto, tolerancia, atención hacia el otro, flexibilidad en estilos de
comportamiento, ello puede contribuir a alentar el trabajo académico.
En el salón tienden a destacar diversas personalidades, así como distintos roles
que se juegan al interior del mismo. Los dos más importantes dentro del aula,
obviamente son el maestro y el alumno, pero dentro del conjunto de alumnos
podemos observar que existen otros roles.
53
El sujeto “desempeña, y expresa su personalidad a través del desempeño del rol,
(…) y engarza el juego de transferencias”83, las cuales están basadas en la
reactualización que hay en la relación maestro-alumno donde el primero está en
espera de que el alumno responda a la propuesta de trabajo planteada y el
alumno a su vez espera que el maestro sea flexible y justo al asignar sus
calificaciones.
Bajo el rol del alumno se puede observar que éste procura llenar las expectativas
que de él se esperan pero además en este rol “interviene de una manera decisiva,
la motivación para que puedan ser satisfechas las expectativas que sobre él ha
depositado el maestro”84.
Las interacciones maestro–alumno al interior del Colegio de Bachilleres por lo
general no van más allá de aspectos vinculados con los contenidos académicos,
regularmente el profesor entra al salón saluda al grupo y comienza su clase, y sólo
ocasionalmente se interesa por los alumnos en lo personal.
Los jóvenes estudiantes tampoco se acercan a los profesores, pues gran parte de
ellos creen que lo que suceda a ellos, al profesor le es indiferente, por lo que no
se sienten en confianza para hablar con ellos; el profesor no parece ser la mejor
opción para hablar de cuestiones personales que les son relevantes.
Los profesores regularmente evitan tener un acercamiento con sus alumnos ya
sea por el temor de que esto dañe su imagen de autoridad y provoque que el
joven no tomen en serio su trabajo, o bien por falta de tiempo ya que el maestro
sale de un salón para entran a otro, a lo largo de la jornada. Las barreras que se
ponen unos a otros, de manera consciente o inconsciente, o bien las que imponen
las condiciones materiales de trabajo provocan que las interacciones maestro-
alumno fuera del aula sean prácticamente nulas.
83 Aguirre Baztán et al. (1995). Patios abiertos y patios cerrados Psicología cultural de las instituciones. Madrid, Marcombo. p. 134. 84 Idem.
54
Consideramos que si el maestro demostrara mayor interés y empatía hacia los
alumnos, los intercambio serían más fecundos, significativos y relevantes, a la vez
los procesos de enseñanza-aprendizaje se verían favorecidos, en tanto, pueden
con más facilidad, dar apertura a nuevas formas de trabajo, a romper con las
formas, rutinas que el sistema los ha llevado a cumplir, como es: tomar la clase,
escuchar pacientemente al profesor y esperar la hora para tomar la siguiente
asignatura o bien abandonar la escuela.
El alumno, durante su vida en la escuela, construye una imagen del profesor, por
lo general lo consideran un sujeto lleno de cocimientos pero con un estilo de
trabajo que lo lleva a catalogarlo como aburrido o pesado. Pero también hay
alumnos que opinan que algunos de sus profesores no poseen una adecuada
preparación y muestran poca responsabilidad para preparar sus clases, llegando
a ser evidente su improvisación clase con clase.
Igualmente hay alumnos del Colegio que afirman conocer maestros que los
motivan para que sigan estudiando, para ser mejores en sus materias, no
conformándose con lo que ya han obtenido. Estos maestros por lo general
propician la participación de los jóvenes en las clases, logrando con ello que los
alumnos tengan interés por aprender y desarrollarse.
Cuando el maestro y el alumno interactúan en un buen ambiente de trabajo, es
más frecuente que el alumno se sienta aceptado, respetado y el maestro por su
parte asuma su tarea como profesional, comprometiéndose con el
aprovechamiento de sus alumnos, la vida en la clase, es más interesante, más
amena.
Cuando el estudiante se encuentran con un maestro que recupera sus
experiencias, usa las nuevas tecnologías de la información, favorece la
participación, plantea problemas que lo desafían, y que además se interesa por lo
qué le pasa, les resulta grato, novedoso, por lo que es más fácil que se acerquen
al docente para platicar dudas, problemas, anécdotas, etcétera.
55
Lo importante de ello es que sea un interés sostenido que logre resultados, ya que
los jóvenes en la actualidad lo necesitan, para sentirse apoyados, escuchados,
con un sentimiento de que su existencia es valiosa e importante.
3.3 La influencia de las relaciones sociales en la construcción de significados sobre lo que es el Colegio de Bachilleres.
La construcción de significados no sólo implica la capacidad del estudiante
para relacionar sustantivamente la nueva información con sus
conocimientos previos, sino que hace falta su motivación para lograrlo. 85
Todo ser humano pose una capacidad simbólica, la cual le permite “representar la
realidad, valorarla, modularla virtualmente, transformarla, y comunicar sus
transformaciones y valoraciones”.86 El alumno al ir conociendo más al Colegio de
Bachilleres y a quienes se encuentran en él, desarrollará y hará uso de esta
capacidad, igualmente, las vivencias personales, familiares y sociales contribuyen
a que construyan significados sobre la escuela y genere expectativas en torno a
la misma. Los significados que los alumnos crean estarán determinados por sus
características socioeconómicas, culturales, de género así como por su situación
escolar y en su caso en lo laboral.
Como ya hemos señalado, en el capítulo anterior, en la escuela se da un “cruce de
culturas, visiones, sentidos, que provocan tensiones, (roces, conflictos,) aperturas,
(se identifican entre sí, se generan) restricciones y contrastes en la construcción
de significados”87.
LOS alumnos llevan a cabo intercambios con aquellos con los que se relacionan,
incluyendo maestros, ya que en la vida cotidiana se producen intercambios que
abren la posibilidad de compartir sus significados con otros; llegando a compartir
en algunas ocasiones las mismas visiones. Se puede decir que los significados
85 Papahiu, Patricia, et al. (1990). Representaciones de estudiantes universitarios sobre el aprendizaje significativo y las condiciones que lo favorecen. Consultado el 10 de enero de 2011 desde http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0185‐26982007000100004&script=sci_arttext 86 Pérez Gómez, A. (2004). La cultura escolar en la sociedad neoliberal. Madrid, Morata. p. 214. 87 Ibid. p. 12.
56
son impredecibles por lo que no se puede caer en interpretaciones unilaterales y
reduccionistas, en algunos casos sucede que el significado que el alumno
atribuye a la escuela no empata con los significados marcados por la sociedad o el
sistema que nos rige.
Los significados:
se objetivan en comportamientos, artefactos y rituales que forman la piel
del contexto institucional y que se asumen como imprescindibles e
incuestionables por su carácter previo a la intervención de los agentes88
Los significados aportan información al alumno para actuar de una manera
determinada en el Colegio, ya que dichos significados le proporcionan una
orientación e interpretación de lo que sucede, y esta acción del alumno se
configura en su función de las exigencias sociales, políticas y económicas.
Al cuestionar a los alumnos del Colegio de Bachilleres sobre lo que significa para
ellos asistir a un ColBach encontramos los siguientes significados:
un lugar donde pueden adquirir los conocimientos que les permitan
ingresar a un nivel superior.
Para otros la escuela es básicamente “un espacio de vida juvenil que
tiene que ver con procesos que ocurren fundamentalmente en el ámbito
extracurricular”89, como son en los tiempos de convivencia que se da en los
patios y espacios abiertos del plantel, o en los intercambios entre clase y
clase, y ceremonias cívicas que se realizan al interior del Colegio.
88 Ibid. p. 16. 89 Guerra Ramírez, María Irene et al. (2004). ¿Qué sentido tiene el bachillerato? Una visión desde los jóvenes. México, UPN. p. 181.
57
Para otros más, señala Guerra Ramírez:
“la escuela suele ser un campo fértil para las risas. La escuela desarrolla y
da forma a ese ambiente característico en el que se desarrolla el tipo de
humor inherente a ‘los colegas’90.
“La escuela también parece significada por los jóvenes como un espacio de
participación creativa y de expresión”91, que de alguna manera les genera
sentimientos positivos.
En este sentido el Colegio Bachilleres favorece el desarrollo de capacidades,
creatividad, de expresiones artísticas a través de actividades como son: la danza,
dibujo, música, teatro, artes plásticas, actividades en las que muchos jóvenes se
sienten bien y les despiertan el gusto por alguna de éstas, y en algunos casos
favorece que el alumno lleve algunas de estas actividades a un nivel más
avanzado, dejando prácticamente de lado las materias del programa de estudios.
Comúnmente los alumnos suelen descubrir, vivir y sacar el mejor provecho de
estos espacios y significados, si esto no fuera posible, la escuela, para los
alumnos, carecería de sentido, pues a ellos les interesa una institución que vaya
más allá de ofrecer el certificado de nivel medio superior.
Los alumnos al asistir a la escuela no sólo ocupan sus pensamientos y
tiempos en cuestiones académicas, asisten a la institución también con un
fin social como es el de hacer amigos, para tener novia o novio, convivir
sus iguales provocando sentimientos que los envuelve y los mantiene
ocupados pensando en esto mismo.
Así mismo, encontramos que para algunos alumnos el Colegio significa un
espacio que privilegia el estilo de vida juvenil, ya que en este espacio
podrá hacer uso de su libertad de expresar por medio de palabras o
actitudes lo que siente y piensa, sin la menor preocupación de que sus
90Willis, Paul. (1983). Aprendiendo a trabajar. Madrid, Akal Universitaria. p. 44. 91 Guerra Ramírez, María Irene et al. op. cit., p. 202.
58
padres le reprueben dicha conducta, además de que al sentirse un joven
libre pueda hacer uso de su tiempo como él considere conveniente.
Otros jóvenes ven al Colegio como un espacio alternativo para no estar en
casa, pues la escuela la encuentran más cómoda, ya que ésta sólo
demanda sentarse y escuchar al profesor, mientras que casa se dan casos
en los que los jóvenes deben ayudar con los labores domésticos, o bien les
es incómodo escuchar regaños, gritos por parte de los padres,
cuestionamientos, entre otras cosas.
Por otro lado el ir al Colegio significa un peldaño que se sube como parte
de la escalera de la vida, “porque así debe de ser”, no lo ven más que como
parte de la exigencia del sistema por el cual están regidos, cayendo en la
monotonía, pues para los jóvenes no tiene un sentido lógico su
permanencia en la escuela, sentarse a escuchar a un profesor y llegar a
cumplir con sus tareas sin tener una gran relación con el futuro que en
muchos casos los alumnos esperan, bajo su perspectiva, pues sólo la
vitalizan como una obligación que deben cumplir en respuesta a las
exigencias familiares o sociales.
La sociedad maneja la idea de que la escuela brinda la oportunidad de
contribuir al ingreso familiar, por lo que los muchos alumnos crean el
significado de que la escuela es un espacio que posibilita incrementar sus
ingresos en un futuro, por lo que buscan terminar los estudios de nivel
medio superior, y si éstos tienen la posibilidad de seguir estudiando
ingresan al nivel superior con este mismo significado.
Otro significado, que señalan los jóvenes, es el de concebir al Colegio
como un espacio de diversión libre donde pueden hacer lo que quieran,
refiriendo con ello que en este espacio de diversión se pueden romper
fácilmente las normas, no importa si maltratan el mobiliario, pues mientras
59
no sean descubiertos por alguna autoridad, no pasa nada, y no pueden
acusarlos de nada, pues son muchos alumnos. Si quieren pueden sentarse
en la mesa o el suelo, para estos jóvenes es lo mismo; en el Colegio
comen, si pueden duermen, es como dice Paul Willis un “ejército de
ocupación invisible, la dimensión informal de los ‘colegas’ se desparrama
por todas partes en busca de incidentes divertidos, subversivos y
provocadores.”92
Estos significados que los alumnos crean sobre la escuela, le dan un sentido a sus
actos y al entorno en que se desenvuelve en este caso al Colegio La forma de
manifestarlo será a través de la forma de vivir el Colegio de Bachilleres, de
pensar, actuar, hablar, vestir y en la construcción de proyectos a futuro
próximos, por lo tanto el significado viene a ser que “la manera en que el [yo]
considera su vivencia, reside en la actitud del yo hacia esa parte de su
corriente de la conciencia que ya ha fluido”93.
Este capítulo nos permitió conocer lo que ocurre al interior del Colegio de
Bachilleres, cómo representan al Colegio y las relaciones que se generan al
interior del mismo y qué aspectos son relevantes en estas relaciones, lo que se
obtiene de ellas y lo que genera en el alumno. Por último señala que a partir de
estas interacciones entre maestros y alumnos se generan significados sobre el
Colegio, afirmando que, a partir de estos significados, se generan actitudes y
formas de desenvolverse al interior del Colegio.
92 Willis, Paul. (1983) op. cit., p. 45. 93 Schütz, 1932, en ATTIÉ, Thalía. (2007). ¿Para qué sirve la escuela?: algunos aspectos descuidados de la educación. México, Koala. p. 99.
60
Conclusiones
A partir de este trabajo de indagación sobre la experiencia escolar de los jóvenes
en el Colegio de Bachilleres podemos concluir que la Educación Media Superior
tiene una creciente demanda, que el Colegio ha contribuido a satisfacer a partir de
su creación en 1973, ya que cuenta con 20 planteles en el Distrito Federal, con
dos turnos, y en todo el país.
La investigación nos permite afirmar que el niño y más adelante el joven, a lo largo
de su vida escolar, atraviesa por varias transiciones, que genera en ellos nuevos
aprendizajes, experiencias que se traducen en referencias y expectativas sobre
los siguientes niveles educativos a cursar. A estos aprendizajes se aúnan los
obtenidos en el núcleo familiar y social próximo.
Estas transiciones e influencias que vive el sujeto muestran la necesidad de
preparar al alumno para estos momentos de transición, explicarle lo que va a vivir,
conocer, para la toma de decisiones respecto a su educación, buscando que
éstas sean mejores, se trata de que el alumno logre una mejor validad de vida.
La etapa de la adolescencia es un momento de definiciones, en el que se requiere
educar en el joven adolescente su manera de ver la vida, cómo enfrenarla, abrirle
el panorama de lo que puede lograr, enseñarle que a pesar de su corta edad,
debe fijarse metas las cuales puede alcanzar, siempre y cuando mida sus
posibilidades y se empeñe para conseguirlo.
61
Una vez que el alumno ingresa al nivel medio superior, enfrenta nuevas formas
de pensar, trabajar e incluso de relacionarse. Las influencias que el joven reciba
antes de su ingreso al Colegio ya en él experiencias y factores que perfilarán su
comportamiento su forma de actuar de relacionarse, su estilo de vivir el Colegio
de Bachilleres.
En el Colegio de Bachilleres las relaciones que entabla el alumno son diversas, y
le traerán experiencias que, en muchos casos, le marcarán de por vida. En este
período asumirá una mayor autonomía que le permitirá enfrentar y resolver
problemas por sí solo, conocerá los riesgos de su conducta y de sus acciones.
En esta etapa los padres de familia no podrán estar todo el tiempo
protegiéndolos, cuidándolos o resolviendo su problemas, en el Colegio de
Bachilleres los más próximos a ellos son las autoridades de la escuela llámese
maestros, jefes de materia, orientadores e incluso los directivos los cuales
pueden ser figuras de gran importancia en su vida.
He podido ver que hay la conveniente necesidad de que la interacción maestro-
alumno sea más abierta. Aunque el maestro no se siente a platicar con sus
alumnos tiene una gran responsabilidad en cuanto a orientarlos sobre las
opciones más favorables sobre su futuro, ya que puede orientarlas de manera
directa o indirecta en torno a sus decisiones, problemas, inquietudes, dudas e
intereses¸ a pesar de las cargar de trabajo excesivas que pueda tener.
Frente al Colegio de Bachilleres muchos alumnos argumentan que no es lo que
ellos querían pero lo aceptan, otros dicen que pese a no ser lo que esperaban les
gusta, y otros se la pasan lamentándose por estar ahí; ante estas actitudes hay
62
una gran necesidad de hacerles ver a los alumnos que si están ahí ya no es
tiempo para lamentarse de lo que no hicieron; es tiempo de hacerles ver que la
escuela no va a determinar su rendimiento académico ni lo que serán en un futuro,
es su empeño en el estudio, trabajos escolares, lo que determinará cómo se
proyecten en un futuro.
Podemos decir que el Colegio de Bachilleres, aunque no es la escuela que todo
joven elegiría en primera instancia, es una escuela que cumple con estándares de
calidad que permiten al joven seguir estudiando el nivel superior, y muchos de
quienes estudian en esta institución lo entienden. La calidad del Colegio de
Bachilleres se expresa en sus egresados que cursan una licenciatura en una
institución de educación superior.
63
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