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DEMOCRACIA UNIVERSITARIA,
PROCESOS ELECTORALES Y ELEMENTOS PARA LA
CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO
PROYECTO DE RECONVERSIÓN ACADÉMICO, EN LA UNIVERSIDAD
DE EL SALVADOR.
PARA EL DESARROLLO DE LA UNIVERSIDAD
PÚBLICA
2007
WALTER DEL TRÁNSITO RIVAS CIUDAD UNIVERSITARIA, 23 DE AGOSTO DE 2007
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INDICE
PRESENTACIÓN…………………………………………….3
ELEMENTOS PARA LA DEMOCRACIA
UNIVERSITARIA Y SU CONTRIBUCIÓN A LA DEMOCRATIZACION DE LA SOCIEDAD…………………4
LA UNIVERSIDAD: SUS REALIDADES Y POSIBILIDADES………………………………………………5
INSERCIÓN DE LA UNIVERSIDAD EN LA REALIDAD
NACIONAL……………………………………………………..7
APORTES DE LA UNIVERSIDAD A LA DEMOCRACIA
DE LA SOCIEDAD…………………………………………….9
LOS PROCESOS ELECTORALES EN LA
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR………………………..11
HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO
PROYECTO POLÍTICO-PEDAGOGICO DE UNIVERSIDAD FUNDAMENTADO EN PRINCIPIOS FILOSOFICOS……………………………….15
MEDIDAS BASICAS DE IMPLEMENTACION INSTITUCIONAL EN EL CORTO Y
MEDIANO PLAZO, QUE DEBERÍAN ALCANZAR CONSENSO Y COMPROMISO
DE TODOS LOS CANDIDATOS (AS)……………………16
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DEMOCRACIA UNIVERSITARIA, PROCESOS
ELECTORALES Y ELEMENTOS PARA LA
CONSTRUCCION DE UN NUEVO PROYECTO
ACADEMICO EN LA UNIVERSIDAD DE EL
SALVADOR
PRESENTACIÓN
El presente documento da continuidad, al que fue publicado
con motivo de las elecciones para autoridades universitarias
realizadas en el año 2003, se publica una nueva propuesta
donde se expone la compleja y aun más profunda problemática de
la institución, como mi propuesta para la discusión y debate de un nuevo enfoque universitario QUE
DE PASO AUN NUEVO PROYECTO POLÍTICO –
PEDAGÓGICO DE REFORMA UNIVRSITARIA, con lo cual,
espero contribuir con el actual proceso electoral. El texto plantea
un conjunto de ideas y reflexiones en torno a la democracia en la
universidad, los procesos electorales, las perspectivas y
necesidades de un nuevo proyecto académico político-pedagógico y
el conjunto de medidas indispensables que se deben de implementar, para que la
universidad aporte su contribución a los procesos de resistencia
social, desarrollo sustentable y
democratización real del país. Espero que haya oportunidad de discutir, debatir y dialogar con los
distintos candidatos que se presentan en el proceso electoral y
con las instancias electoras. Debemos aprovechar esta
oportunidad para hablar sobre los diversos y profundos problemas
que enfrentamos, dado que en tiempos no electorales pereciera
que no son temas importantes.
La propuesta analiza una serie de alternativas de inserción de la universidad, tanto en la realidad
nacional, como mundial y los desafíos que se le presentan para
éste periodo histórico de globalización con énfasis
neoliberal.
En el trabajo se enfocan los problemas esenciales que se deben
de abordar con seriedad, responsabilidad y rigurosidad
académica para iniciar la reforma de la universidad y construir así
una mejor relación universidad –
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sociedad, desde la opción de las
mayorías populares, marginadas y excluidas en el modelo neoliberal,
y en consecuencia los retos y tareas históricas con las que debe
comprometerse con la realidad política, sin perder la
especificidad científica y académica.
ELEMENTOS PARA LA
DEMOCRACIA UNIVERSITARIA Y SU
CONTRIBUCIÓN A LA DEMOCRATIZACION DE LA
SOCIEDAD
La construcción de un proyecto
universitario alternativo en El Salvador, no solo debe
materializarse en su proyección frente a las demandas y exigencias
de democracia en la sociedad, no basta con reivindicar de que el
pueblo debe de ser escuchado por sus instituciones y gobernantes, o
luchar por la vigencia y el pleno respeto de los derechos humanos que diariamente les son
atropellados a los sectores más pobres y excluidos de la sociedad.
La universidad también debe aspirar y garantizar que a su
interior surjan, se reproduzcan y desarrollen creadoramente nuevas
formas y prácticas de democracia real.
El contexto de la sociedad
salvadoreña desafía a la universidad para que participe
desde su especificidad, en la lucha por una sociedad donde
predomine la justicia social y la
democracia real. Ante tal situación la institución no debe ni puede
rehuir o pretender asumir un rol de falsa neutralidad o quedarse
silenciada y dejar de ser conciencia crítica de la sociedad.
Por el contrario la función asumida históricamente por la
universidad, ligada a su identidad, le exige que retome un papel más
protagónico a través del cumplimiento de sus tres
funciones académicas esenciales, que como centro de educación superior le obliga a cumplir la
misma ley de Educación Superior por tanto, la dimensión de las
tareas que se le plantea que se apropie la institución se tienen que
contextualizar en lo que debe hacer, con sus propios
instrumentos y herramientas académicas y contribuir así a
solucionar los problemas que más afectan a ésta sociedad en crisis.
Por lo anterior, es de puntualizar clara y categóricamente que en la
intervención de la universidad en la realidad debe realizarla a través
de sus legítimos instrumentos como lo son la investigación, la
docencia y la proyección social inherentes al perfil y
particularidades de la universidad por medio de los cuales debe
explicitar en lo fundamental su politicidad.
Hay que establecer como punto de
partida, que para construir el principio y la praxis de la
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democracia en la universidad, se
tiene que reconocer el hecho de que forma parte de una sociedad
donde los poderes están estructurados de forma autoritaria,
verticalista, antidemocrática, marginante y excluyente y que en
los más de quince años de post-guerra se han profundizado las
desigualdades sociales, donde cada vez los ricos son menos pero
más ricos y los pobres son más y más pobres.
En consecuencia, es de destacar que la realidad de la sociedad
difícilmente puede evitarse que en gran medida se reproduzca al
interior de la universidad los mismos procesos, esquemas,
mecanismos y prácticas antidemocráticas, excluyentes y
discriminadoras son parte de las características que en la actualidad
presenta la institución.
Sin embargo, las máximas aspiraciones de los y las universitarios debe de ser, la de
reorientar todo el esfuerzo académico y administrativo para
que los esquemas de la cultura de la dominación se reproduzcan lo
menos posible, sin caer en la anarquía y los democratismos,
pues también se constituyen en procesos perversos que cercenan e
inmovilizan el quehacer académico de la institución.
LA UNIVERSIDAD: SUS
REALIDADES Y POSIBILIDADES
La universidad urgentemente debe
de someterse a procesos de reconversión en lo académico,
administrativo y financiero, de cara a romper con la burocracia
para que en el mediano y largo plazo se pueda erradicar de su
organización las estructuras y valores arcaicos, tanto académicos
como administrativos, que conduzcan a cualquier forma de verticalismo, particularmente los
verticalismos irracionales y fundamentalista que en el pasado
reciente, han sido el método preferido de pequeños grupos que
han controlado facultades o la universidad en su conjunto, ya sea
en función de sus muy singulares intereses o con justificaciones
políticas. Que en todo caso generan el mismo resultado:
PARÁLISIS ACADEMICA DE LA UNIVERSIDAD, deterioro del prestigio y reconocimiento de
la sociedad y muy bajo nivel de desarrollo científico-tecnológico
La participación real con cabeza
propia de los y las universitarias es fundamental, para neutralizar
cualquiera de los intentos que con frecuencia se observan de
manipulación perversa que ponga en peligro la libertad con
responsabilidad, la justicia y la igualdad de oportunidades en la
praxis diaria de la vida universitaria.
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Solo en el contexto anterior, la universidad podrá insertarse con
legitimidad al proceso de resistencia social que a diario libra
el amplio y plural sujeto social organizado, así como la población
en general QUE NO PROTESTA PERO QUE MIGRA
SILENCIOSA Y MASIVAMENTE hacia los
Estados Unidos impactada por el neoliberalismo salvaje. En
consecuencia solo en este contexto la institución debe aportar su racionalidad en la
búsqueda de la transformación positiva de la realidad. No
obstante la universidad solo puede alcanzar una adecuada
inserción en éste proceso cuando se analice y construya en términos
estratégicos la relación universidad – sociedad, la cual no
debe de ser un enfoque retórico que quede en la simple
declaración de principios teóricos y abstractos que nunca se concretan en la realidad y
permanecen en la mera aspiración utópica, por el contrario debe de
ser concreta y práctica, y las acciones universitarias tienen de
contribuir directa o indirectamente a un acercamiento cada vez mayor
de la universidad y la sociedad.
Sin embargo, no se trata de caer en posiciones demagógicas
propias del aventurerismo político al asignarle una misión que la
universidad no puede cumplir o no deba realizar (tentación frecuente
y latente de fuerzas y
movimientos de diversos signos ideológicos en el devenir histórico
de la institución), tampoco se trata de ser utópico al creer
ingenuamente y /o de manera errónea que ha la universidad le
corresponde un protagonismo estratégico y convertirse en
vanguardia de las transformaciones sociales, pues no
se trata de instrumentalizarla en función de la estrategia y
objetivos particulares de ningún grupo, movimiento o partido político.
La construcción de una relación
sólida universidad – sociedad que le permita el reencuentro con la
realidad, solo será posible cuando la universidad se reforme y
despegue académica, científica, tecnológicamente y culturalmente
superando los actuales rezagos intelectuales e ideológicos, el
conocimiento rígido, especulativo y dogmático que en muchas carreras y facultades se promueve
y trasmite como el último grito de la ciencia, cuando se trascienda de
los formalismos, de los formulismos, de la muy abstracta
consigna ideologizada y sin contenido real, cuando se superen
las muy arraigadas verdades obsoletas, absolutas y abstractas
que constituyen el marco axiológico y doctrinario en que se
ha movido la universidad, en su quehacer institucional y educativo
por mucho tiempo. Por tanto la búsqueda, construcción e
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implementación de un nuevo
proyecto político-académico es esencial.
El reencuentro entre la
universidad y la sociedad se concretará, cuando la institución
se convierta en buscadora y constructora de la verdad histórica
aquí y ahora, iniciando un cuestionamiento serio, honesto,
desalienante y desmitificador de la realidad, especialmente de los
grandes problemas que enfrenta actualmente la sociedad global, latinoamericana, centroamericana
y salvadoreña tanto a nivel estructural como coyuntural.
Es de puntualizar, que lo expuesto
no niega de ninguna manera otras formas de expresión y articulación
de la universidad a la realidad socio – histórica siempre y cuando
no la terminen desgastando, agotando y desprestigiando aun
más, y tal situación coyuntural pueda ser aprovechada para justificar su privatización,
concesión o simplemente controlar políticamente su
funcionamiento liquidándose así, cualquier perspectiva de
autonomía universitaria. Por tanto hay que analizar con mucha
seriedad los riesgos y las implicaciones de las retoricas y
acciones espontáneas mal entendidas como radicales que
puedan servir como pretexto y justificación para ahogar
desacreditar o intervenir la universidad por cualquier medio,
tenemos que aprender de la rica y
multifacética historia universitaria para no volver a repetirla.
INSERCIÓN DE LA
UNIVERSIDAD EN LA REALIDAD NACIONAL
Desde una perspectiva en rigor
más académica y científica la universidad tiene que insertarse en
la lucha por la democratización (en consecuencia por el
inalienable derecho del libre acceso) de la cultura, la educación, el arte, la información,
el conocimiento, la ciencia, la tecnología, la política y
especialmente la economía. En fin la institución debe asumir la firme
decisión de tomar la opción, en la cual se contextúe su actuación, de
poner en acción todo su talento y talante para contribuir a que sea
viable la pluralidad de las ideas y los pensamientos, tanto a su
interior como en el seno de la sociedad, pronunciarse y definirse por un autentico pluralismo que
sea incluyente y potencie la participación, movilización y
organización de los sectores universitarios y la sociedad,
PARA PRONUNCIARSE Y LUCHAR CONTRA LOS
SIGNOS DE AUTORITARISMOS Y LAS
SEÑALES DE CORTE DICTATORIALES QUE SE
ESTAN INSTAURANDO DESDE EL GRAN CAPITAL,
QUE AUN NO APRENDE DE LA HISTORIA, lo que sin
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ninguna duda coadyuvará en la
construcción de una democracia real, donde los esfuerzos estén
centrados por una parte, en la denuncia científica y el ser
genuina conciencia crítica de la sociedad para poner al descubierto
tanto los sutiles, como los burdos mecanismos establecidos por el
actual sistema socio-político y económico para marginar a las
grandes mayorías de salvadoreños del derecho a la reproducción
material de la vida, de la cultura y por otra parte, para construir modelos alternativos tanto en los
ámbitos de la economía, la política y en las esferas más
importantes de la vida social, formulados y planteados desde
una visión de rigurosidad académica y honestidad política.
La participación universitaria en
la construcción de la democracia real y en política en general debe
diferenciarse radicalmente del modo y la forma de cómo otros actores lo hacen PUES NO SE
TRATA SIMPLEMENTE QUE SE SUME A LA PROTESTA
POLÍTICA Y SOCIAL, su función deberá ser más
cualificada, profundamente iluminadora y hablar con la voz de
la razón a través del conocimiento, e inclusive no solo
se trata de fundamentar las opiniones y protestas que realizan
los actores sociales frente a la problemática coyuntural y
estructural del país, derivados en parte del modelo global de
civilización neoliberal, el esfuerzo
universitario debe enfatizarse para que las necesidades, demandas y
protestas de la gente se traduzcan en propuestas rigurosamente
sustentadas y por tanto con posibilidades de viabilidad,
empoderando así a las mayorías populares excluidas, porque les
pertenece la verdad histórica.
La lucha por la libertad de expresión y la libre emisión del
pensamiento, (tan amenazada en esta coyuntura del país) así como los medios para hacerlo se
convierten en una de las principales batallas en las cuales
debe inscribirse la participación de la universidad, como uno de
sus objetivos prioritarios de cara a la democratización de la cultura y
de las ideas, respetando su especificidad académica.
Se afirma categóricamente que sin
justicia social en El Salvador, no habrá democracia real y que por tanto, la lucha por la democracia
es la batalla por la justicia social; para lograrla se requiere de la
democratización de la economía, (es decir el que todos los
miembros de la sociedad por lo menos dispongan de los recursos y
medios básicos para que puedan vivir en condiciones
auténticamente humanas y no estar condenados a continuar
sobreviviendo en situación de pobreza y pobreza extrema)
democratización de lo social, (que implica equidad en el acceso
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para toda la sociedad: a la salud,
la educación, la vivienda, alimentación, al trabajo, al
vestuario, la recreación, etc.) y la democratización de la política
(participación con conocimiento, participación sin manipulación,
participación con libertada de decisión y de elección, libertad de
participación, organización y movilización en la solución de las
necesidades que enfrenta la gente). Es en éste marco que la
universidad debe plantearse científicamente el contexto histórico en el que el sistema
socio-político y económico del país ha construido los diversos
mecanismos autoritarios, antidemocráticos y de exclusión
social del presente, que estructuralmente niegan cualquier
posibilidad de justicia social debido, a las actuales formas de
generación, distribución, apropiación y acumulación de la
riqueza social producida en el país, articuladas a la lógica del neoliberalismo y la globalización
de la economía.
APORTES DE LA UNIVERSIDAD A LA
DEMOCRACIA DE LA SOCIEDAD
La universidad debiera
reflexionar, debatir, reconceptualizar, promover y
proponer con mucho talento, creatividad y dinamismo, nuevos
enfoques y alternativas que
superen las actuales concepciones
y prácticas obsoletas de democracia restringida, vigentes
tanto en la sociedad como al interior de la institución, limitadas
a procesos electorales manipulados desde los poderes
facticos o institucionales de muy poca transparencia que funciona
como mecanismo que cubre las formalidades de las legislaciones
actuales para asignar cuotas de representatividad formal, en las
diversas instituciones de la sociedad, tanto a nivel del Estado como en el ámbito municipal y en
el caso de la universidad para elegir autoridades a nivel de la
rectoría y las facultades, así como para designar representantes en
los organismos colegiados generales como la Asamblea
General Universitaria y el Consejo Superior Universitario y cada
facultad, donde el único mecanismo de participación lo
constituye la emisión del voto, para candidatos propuestos y/o negociados por los grupos de
poder que controla cada partido político en la sociedad. Situación
que se ha replicado con mucha similitud en el pasado reciente de
la universidad, con la aun mayor limitación que para la elección de
Rector, Vicerrector, Decanos y Vicedecanos en la ley orgánica de
la universidad no se reconoce el voto directo para ningún sector de
los que la misma ley considera que forman parte de la institución,
sino que a través de la representatividad paritaria en el
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organismo colegiado que la ley
define como elector, generándose en su seno muchas veces
verdaderas batallas, negociaciones y arreglos que algunas veces
huelen a componendas parecidas a las que se gestan a nivel de la
política nacional. Es de considerar que se dejo al margen al sector
administrativo que tanta incidencia tiene en la vida y
quehacer diario de la institución y que cuya participación es
determinante para el éxito o fracaso de cualquier intento de reforma académica, administrativa
y financiera
El aporte y esfuerzo universitario en este ámbito debe estar
orientado en la formulación de nuevos enfoques y prácticas de
democracia real a su interior, propiciando las reformas legales a
la Ley Orgánica de la institución que faciliten la participación en el
marco de una democracia real y no una Parodia de la misma. Donde se combinen la
construcción de espacios institucionales para la
participación e incidencia efectiva en la toma de decisiones y donde
quienes participen como representantes electos ante los
organismos colegiados universitarios, sean dignos
portadores del sentir y del pensar de los representados y no de la
conveniencia propia, ni de pequeños círculos de interés o de
poder a los cuales están articulados o son influenciados.
Es urgente que en la universidad
se entienda que en está lucha por la democracia, es indispensable su
participación en el debate mundial para generar alternativas al
modelo económico neoliberal, que concentra como nunca antes en la
historia la riqueza en pequeños grupos financieros y frente a un
proceso de globalización excluyente que margina a los
países del SUR subdesarrollado y le da todo el poder y la riqueza a
los países NORTE industrializado.
No cabe ninguna duda que la universidad enfrenta un nuevo
desafío histórico, donde concientemente debe de adoptar
opciones que se traduzcan en acciones, cuyos efectos políticos
contribuyan al desarrollo de la democracia real en la sociedad,
rompiéndose así el supuesto mito de la neutralidad universitaria que
únicamente favorece a los poderosos de la sociedad.
No obstante lo anterior, la universidad debe de tratar de no
caer en el recurrente error que generalmente cometen las
universidades al exigir y demandar democracia para la
sociedad, pero que en su interior se reproduce todo un sistema
autoritario, verticalista, exclusivo y excluyente y por ende
antidemocrático. Es de puntualizar que en el mejor de los casos se
han dado expresiones de democracia restringida que ha
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funcionado muchas veces como
mecanismo de desahogo o válvula de escape que libera presión,
donde se permite y hasta se facilita para que los diferentes
sectores universitarios sean escuchados, puedan dar opinión y
hacer críticas, pero siempre la dirección se reserva el derecho de
tomar las decisiones (que no siempre son tan afortunadas).
Tanto a nivel institucional como de las dirigencias gremiales.
Es de destacar, que tampoco se trata de promover democratismos
absurdos, donde hasta para las decisiones más irrelevantes se
tenga que consultar a las bases, es de hacer notar también, que hay
ámbitos de la vida académica de la universidad, donde no caben los
procesos electorales y las decisiones no tienen porque
tomarse por elección, sino que por sabiduría, por conocimiento, por
especialización en un área particular de la ciencia o de la tecnología. En consecuencia la
democracia al interior de la universidad debe de verse como
un proceso permanente de aprendizaje, que permita de
acuerdo a las circunstancias lograr los equilibrios y balances
adecuados, para potenciar el desarrollo de la institución con el
propósito que cumpla mejor su misión, al servicio de la nación.
En la universidad se deben de
dejar las reglas claras, pero muy claras de que se va a entender por
democracia y participación de la
comunidad universitaria (sobre cuáles son los espacios de
participación, los mecanismos y procesos para incidir en la toma
de decisiones etc.).
En la actualidad, la universidad aun no logra superar la
democracia formal y representativa, y se debe de decir
con mucha franqueza que no siempre se respetan las reglas, por
tanto aun en éste ámbito limitado se le tiene que plantear con sinceridad a la comunidad
universitaria los mecanismos y procesos electorales con la mayor
transparencia posible para lograr la representatividad de la
colectividad en los organismos y cargos de elección.
La Universidad de El Salvador
debe tener como visión, convertirse en el principal centro
democratizador de la cultura, ciencia, tecnología, arte, conocimiento e información,
recuperar la legitimidad y el liderazgo en la educación
superior, no porque así misma se asigne esa condición, sino, porque
la sociedad en general y las mayorías populares en particular
se lo reconozcan.
La universidad debe proponerse la producción de nuevos
conocimientos y la formulación de hipótesis en las diversas áreas de
las ciencias y las tecnologías, pero especialmente en el contexto de la
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política, donde a través de la
construcción de la democracia real a su interior, puede aportar una
valiosa contribución que sirva como ejemplo de modelo de
organización y convivencia humana para la sociedad. Con
mucha sinceridad estoy convencido que es la utopía por la
que debemos trabajar y comprometernos todos en la
institución.
LOS PROCESOS ELECTORALES EN LA UNIVERSIDAD DE EL
SALVADOR
En más de veinte años que tengo de formar parte de la comunidad
universitaria, como alumno y como docente he observado muy
de cerca por lo menos siete procesos electorales para el relevo
de autoridades a nivel de rectoría y decanatos y si bien, cada uno a
tenido dinámicas y características distintas en su forma, en su enfoque y esencia, han sido muy
parecidos, con características y rasgos comunes.
En primer lugar: se ha sobre dimensionado las características,
cualidades y atributos del candidato o candidata ya sean
estos reales o ficticias, los enfoques con mayor o menor
énfasis se han reducido a una visión mesiánica, en última
instancia se presenta al candidato(a) como el Mesías que
viene a salvar la universidad, una especie de superhombre o
supermujer que con sus dotes y
cualidades extraordinarias va realizar las grandes reformas que
desde hace más de veinticinco años necesita la institución y
quizás, o seguramente por lo menos a nivel de rectoría los(as)
últimos seis rectores(as) que he conocido han sido personas muy
capaces, lo cual demuestra que se requiere mucho más que
cualidades extraordinarias del candidato(a).
En segundo lugar: la campaña electoral y la plataforma electoral ofrecida a la comunidad
universitaria, más se articulan a partir de la crítica demoledora,
sobre los errores o las cosas que no pudo hacer la gestión que esta
finalizando, que en algunos casos pueden ser justificadas y en otros
no, sin embargo es un ardil al que siempre se recurre.
En tercer lugar: los candidatos(as) elaboran su plataforma electoral
donde se comprometen demagógicamente a hacer cosas que de antemano saben que no
van a poder cumplir, pero que pueden parecer muy atractivas
para los sectores que votan o que inciden de manera determinante
en quienes eligen. Lamentablemente en cada
campaña electoral universitaria se ha desaprovechado la oportunidad
de discutir, analizar y gestar propuestas de solución a los
grandes que presenta la institución.
En cuarto lugar: todos los procesos electorales que he
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observado en la universidad, han
carecido de una verdadera discusión y debate académico
serio y riguroso sobre los distintos problemas que la nueva gestión
deberá abordar y resolver. CASI SIEMPRE SE PRESENTAN
IDEAS GENERALES, ABSTRACTAS, VACUAS, CON
LAS QUE TODO MUNDO FÁCILMENTE PUEDE ESTAR
DE ACUERDO, PERO QUE NO DICEN NADA, SE REUYE EL
DEBATE, LA DISCUSIÓN Y ANALISIS SERIO, sin embargo generan un gran compromiso para
quien gana las elecciones, que cuando se convierte en Rector o
Decano descubre que entre lo que prometió y la realidad
institucional hay una gran divergencia, realmente en muchos
de los casos no han sabido que hacer, ni como hacerlo, no
disponen de un plan, de un equipo, de medios y recursos y ni
siquiera de un consenso básico para intentar hacer algunas de las cosas que dijeron que harían, se
enfrenta a la burocracia de la administración pública y
especialmente a la de la universidad, el talento y talante de
los candidatos que tanto se enarbolo durante la campaña
electoral ahora como funcionarios no dan muestra de tales dotes, la
universidad en su conjunto y las facultades en particular han
continuado su proceso inercial donde en algunos casos la calidad
académica a continuado deteriorándose, en otros el
estancamiento se a mantenido y en
la mejor de las situaciones los cambios muestran una muy lenta y
limitada evolución. En quinto lugar: por lo general es
el equipo de campaña o los más allegados asesores(as), los que
después de ganar ocupan los puestos de mayor y mejor rango
de dirección, muchas veces sin que importe demasiado si la
persona designada o nombrada para un determinado cargo reúne
las características y atributos que requiere el perfil del puesto, generalmente se considera con
derecho por haber trabajado duro en la campaña, en diversas
ocasiones los cargos son repartidos durante la campaña
solo para ganar apoyos y adeptos electoreros; algunos dirán la
política es así, sin embargo se les olvida que están en la universidad
y que la naturaleza de las elecciones, así como la
designación de funcionarios para ocupar cargos institucionales de cualquier nivel debiera
privilegiarse el talento, la capacidad, el conocimiento, las
habilidades técnicas, la honestidad, y la vocación de
servicio de la persona. En sexto lugar: es de puntualizar
que los bandos perdedores en la mayoría de los casos se
convirtieron en una férrea oposición intransigente,
intolerante, desgastante y paralizadora del quehacer
institucional, ya sea que adopte formas activas o pasivas y solo en
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raras excepciones han jugado el
papel de una oposición constructiva o se han sumado a
fortalecer el trabajo académico institucional.
También se debe de considerar los revanchismos de los ganadores,
que asumen el control institucional marginando de modo
absoluto, intransigente e intolerante a los que identifican
como sus enemigos, cuyas actitudes extremistas EN EL
PASADO RECIENTE los han llevado a intentar destituir a docentes y trabajadores
administrativos, generando de entrada verdaderos conflictos
institucionales que terminan desgastando a todo mundo y
también producen parálisis académica y administrativa en la
institución. Séptimo lugar: desde la
perspectiva universitaria los procesos electorales no debieran
estar limitados a la propaganda colorida de formas sin contenido, restringida a las discusiones
estériles muchas veces viscerales de pequeños grupos, que cada vez
que hay una elección resucitan y salen más divididos de cuando
iniciaron la campaña. En verdad seria importante preguntarse con
honestidad que tanto se interesa la llamada comunidad universitaria
en los procesos electorales, en verdad es legitimo hacerce la
pregunta si en la actualidad realmente formamos una
comunidad universitaria con objetivos básicos comunes y
cohesionada en torna aun gran
propósito estratégico particularmente el sector más
dinámico y mayoritario, como lo son los estudiantes y me refiero a
la totalidad de alumnos y no solo a los sectores estudiantiles
organizados. Seguramente también resulta igual de válido
hacerse la misma pregunta respecto a los docentes y por
supuesto una menor expectativa de parte de los
administrativos(as). por el contrario las elecciones deberían de convertirse en una
muy buena oportunidad para promover la participación que
lleven a la consolidación de la comunidad universitaria a través
de la discusión, análisis y reflexión, con toda seriedad sobre
los problemas fundamentales que afectan la educación superior y la
universidad en particular, para aportar en la formulación y
consenso de las estrategias, las políticas y el plan de desarrollo académico-administrativo a
implementarse en la institución y en esto, los organismos e
instancias electorales tienen una fuerte cuota de responsabilidad
para propiciar que el proceso electoral se enrumbe en esta
dirección. El debate no debe limitarse a los candidatos y sus
grupos de apoyo. Se vuelve indispensable que todos los
universitarios y universitarias que tengamos que decir y aportar algo
participemos de la discusión constructiva, para dar nuestra
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contribución en la formulación de
un nuevo proyecto político de universidad sustentado en
principios filosóficos.
HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO PROYECTO
POLÍTICO-PEDAGOGICO DE UNIVERSIDAD
FUNDAMENTADO EN
PRINCIPIOS FILOSOFICOS
Los diferentes sectores y personas que conformamos o estamos
interesados en el desarrollo de la universidad, debemos de
contribuir a la formulación e implementación de un nuevo
proyecto político-pedagógico de universidad, sustentado en
principios filosóficos, desarrollados históricamente por la humanidad y que se constituyen
en los pilares fundamentales de las sociedades en permanente
construcción democrática y de todos aquellos sectores defensores
de las libertades; por tanto es importante puntualizar de manera
explicita la definición de algunos conceptos sustantivos que deberán
constituirse en la piedra angular o en la columna vertebral de un
nuevo perfil de proyecto político-pedagógico de la universidad.
Desde mi punto de vista la Universidad de El Salvador debe
enfatizar como principios
filosóficos su carácter de UNIVERSIDAD PUBLICA que
se debe de consolidar y desarrollar financiada por el Estado, NO A
CUALQUIER IDEA DE PRIVATIZACIÓN,
CONSECIÓN U OTRAS formas, similares o conexas. Reafirmarse
su naturaleza ACADEMICA, rigurosamente científica y laica(lo
cual no significa que se reconoce que el 99.9% de universitarios y
universitarias tengan creencias religiosas de carácter cristiano en sus distintas denominaciones, más
bien se trata de reafirmar su naturaleza estrictamente
científica), su esencialidad DEMOCRATICA, tanto al
interior de la institución, como en su proyección en la sociedad que
la conviertan en promotora de la LIBERTAD con responsabilidad,
con conocimiento y con plena conciencia de las necesidades
históricas de la sociedad y la realidad mundial, comprometida con la VERDAD como medio
fundamental para combatir la esclavitud y la dominación
resultante de la ignorancia, una universidad de rostro humano, de
perfil humanista comprometida con la irrestricta protección y
defensa de los DERECHOS HUMANOS, que reivindica la
EQUIDAD DE GENERO construyendo y proponiendo la
igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, luchadora por
la inclusión integral de la mujer en
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los procesos de desarrollo de la
sociedad. Debemos de construir una
universidad al servicio de la nación, sin olvidar que vivimos en
una sociedad altamente excluyente y que la institución (desde mi
óptica) debe de asumir LA OPCION PREFERENCIAL (no
excluyente) POR LAS MAYORÍAS POPULARES,
DESPOSEIDAS y sumidas en la miseria, una UNIVERSIDAD
QUE REALMENTE PRACTIQUE LA CRITICA Y LA AUTOCRITICA capaz de
hacer su síntesis histórica para no volver a cometer los mismos
errores del pasado. Debemos de luchar por construir
una universidad verdaderamente AUTONOMA, NO
MANIPULADA, que no se convierta en apéndice de ninguna
fuerza, grupo o partido político, que respete ella misma su
autonomía y luche por ella, no debemos de permitir una universidad silenciada, como
resultado del chantaje económico o político, como complacencia,
conveniencia o comodidad asumida por presiones y /o
voluntariamente por la institución. En un país destruido
ecológicamente, al borde de una crisis ambiental irreversible, con
un planeta en pleno proceso de cambio climático se debe tener
una UNIVERSIDAD ECOLÓGICA, no solo como
discurso o retórica ambiental asumida institucionalmente, sino
que tal compromiso debe llevar a
profundas transformaciones curriculares para que se incluya
como parte de la formación profesional de todas las carreras,
programas y actividades académicas, ya sean estas de
carácter formal o no formal implementadas por la institución.
La dimensión ambiental de la universidad también debe quedar
explicitada en los estudios y propuestas de solución que se
planteen frente a la grave crisis ambiental del país y del planeta. No hay que perder de vista que
todos y cada uno de estos principios rectores que debieran
orientar el quehacer institucional deben de tomar sentido, forma y
contenidos específicos en un profundo y gradual proceso de
reforma académica, administrativa y financiera, enfocada desde una
perspectiva de la actual realidad global, regional, nacional y local
del país.
MEDIDAS BASICAS DE
IMPLEMENTACION INSTITUCIONAL EN EL
CORTO Y MEDIANO PLAZO, QUE DEBERÍAN ALCANZAR
CONSENSO Y COMPROMISO DE TODOS
LOS CANDIDATOS (AS)
La reforma universitaria en los ámbitos académico,
administrativo y financiero no son un discurso abstracto, conformado
por las buenas intenciones, en concreto deberá ser un conjunto
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de medidas articuladas en un plan
de desarrollo político-pedagógico viable y que alcance niveles
básicos de consenso. Por tanto en una primera fase se trata de
aplicar medidas insoslayables, a las que difícilmente se les puede
decir que no, o encontrar una férrea e intransigente oposición y
quizás paralelamente ir trabajando en los consensos y puntos de
coincidencia de aquellas medidas que generan más controversia,
discrepancias o conflictos o dejar esos asuntos para un segundo momento mientras el proceso se
abre paso. Si de alguna manera habría que
llamarles a estas reformas, serian las reformas universitarias de
primera generación o instrumentales, las cuales
seguramente contribuirán a una reforma más integral, que le
devuelvan a la institución el liderazgo nacional en la educación
superior y la pongan en el plano de una universidad generadora de conocimiento, ciencia, tecnología
y cultura en serio, con absoluta rigurosidad académica.
LAS MEDIDAS BÁSICAS QUE
SE PROPONEN SON LAS SIGUIENTES:
Es urgente que la universidad
construya procesos que le permitan lograr determinadas
acreditaciones y/o certificaciones de la calidad académica, tanto a
nivel de la instancia nacional como en algún sistema
internacional. Hay que reconocer
que en el mundo de hoy las credenciales emitidas por terceros
cuentan mucho para el acceso a recursos financieros nacionales y
de cooperación internacional particularmente las donaciones.
Una universidad acreditada por terceros, genera mucha más
confianza, prestigio y credibilidad en la demanda de sus servicios y
en ser voz autorizada de la sociedad, pues se supone que hay
una mayor garantía de la calidad de lo que hace. Sin embargo someterse a un proceso de
acreditación no es una cosa tan sencilla, dado que en el plano
académico demandará de la construcción de todo un sistema
de planificación pedagógica institucional, de la irrestricta
supervisión del desarrollo educativo, del monitoreo y
evaluación docente externo, de la planificación científica, técnica y
pedagógica de los programas de asignaturas, unidades o módulos, de la planificación operativa
desagregada de los programas de estudio, planificación y desarrollo
de planes didácticos por contenido, del desarrollo del guión
de contenido básico para cada tema, preparación de materiales
complementarios por cada tema, preparación por cada curso de las
guías para el procesamiento de los materiales de estudio,
instrumentos y guías de evaluación de los educandos por
curso.
18
Es importante destacar que el
record de cada asignatura, modulo o unidad se deberá llevar por lo
menos en tres tipos de registros: a) al que se denomina como el
Portafolio del Educando donde se archiva todo lo del curso
correspondiente a los estudiantes, b) el Portafolio del Docente donde
se archiva todo lo del curso correspondiente al maestro y c) el
Portafolio Institucional del curso donde se archiva tanto lo
correspondiente a los educandos como a los docentes por cada curso.
Los procesos de acreditación implicaran también el desarrollo
de dos evaluaciones docentes por semestre, realizadas idealmente
por una unidad de recursos humanos independiente y
aplicando instrumentos de evaluación estandarizados, con
reglas muy claras de todo el proceso, evaluaciones idealmente
semestrales o anuales de las facultades y la universidad en su conjunto, de los servicios de
apoyo, de la labor gerencial de los organismos de conducción,
autoridades, jefaturas, de todos los sistemas de administración de lo
académico, la administración financiera de la universidad y
como trabaja realmente en función de lo académico.
Evaluación y calidad del capital humano e intelectual tanto a nivel
docente como en general de toda la institución, considerando los
grados académicos, investigaciones realizadas,
publicaciones, educación
continuada, tipos de actualizaciones profesionales, etc.
Si la nueva administración no tomara la decisión de acreditarse
en el corto plazo, se debe puntualizar que estas son acciones
que se tienen que realizar como universidad para auto depurarse y
mejorar la calidad institucional lo más posible en todas los ámbitos
enunciados. En el corto plazo se debe de
iniciar una profunda y gradual reforma curricular de todos los planes de estudio vigentes en la
actualidad, lo cual tendrá muchas implicaciones en las diversas
esferas del quehacer institucional. No será tan fácil transformar la
educación universitaria fundamentada actualmente en la
era industrial de la humanidad y transitar hacia los enfoques de la
economía de la información y del conocimiento. Estamos con
planes de estudios cuyos fundamentos epistemológicos tienen sus orígenes en el siglo
XIX, desarrollados por profesores del siglo XX, para
alumnos del siglo XXI, los nuevos planes de estudio deberán
de tener como piedra angular la producción de ciencia y
tecnología y en el mediano plazo pasar a constituirse en una
organización universitaria productora de conocimiento.
No hay que perder de vista que para que la reforma curricular
tenga éxito es urgente la reconversión intelectual de la
19
planta docente, hay que invertir
esfuerzos y recursos en la capacitación, formación y
actualización de los profesores(as), cuya meta debiera
ser para los próximos cinco años que todos los docentes de la
institución hayan alcanzado el grado académico de maestría.
se deben de superar los rezagos en el conocimiento de un segundo
idioma, preferentemente el inglés y nos guste o no es el idioma
universal de la ciencia en el presente, pero la meta debe de ser tener cada vez más un mayor
porcentaje de profesores bilingües en cualquier idioma universal, el
manejo de tecnologías de la información, actualizar los
conocimientos de los cursos en los que da clase y del área de la
ciencia en la que se desempeña, garantizar el manejo de las
tecnologías aplicables a la especialidad, capacitarlo para el
manejo y aplicación en su labor docente de nuevos enfoques, métodos y técnicas de la
educación universitaria. No me cabe ninguna duda, que
como docentes debemos de auto exigirnos permanentemente, para
mejorar constantemente nuestras competencias profesionales y
credenciales académicas, por tanto se nos debe plantear como
exigencia que estudiemos, que leamos, que nos preparemos, pero
para ello la institución debe de garantizar facilidades, medios y
recursos.
Una aspiración mínima de la
universidad debería de ser, que su personal académico escribiera y
publicara por lo menos una o dos veces cada seis meses y que lo que
se escriba tenga la rigurosidad básica, para que por lo menos le
pueda servir al mismo docente como resúmenes de los cursos que
desarrolla. UNA UNIVERSIDAD QUE SE
DECLARA COMO ORGANIZACIÓN
PRODUCTORA DE CONOCIMIENTO, NO PUEDE TENER PERSONAL
ACADEMICO QUE NO GENERE CONOCIMIENTO, en
consecuencia la institución debe apostarle a la investigación
científica seriamente y definir una amplia gama de estrategias y
políticas donde se identifiquen las prioridades institucionales y si es
posible, una agenda de investigación que dinamice en
serio la producción de información, ciencia y tecnología; pero también se deben facilitar los
medios y recursos para que se pueda hacer esto, acudiendo a la
cooperación financiera internacional, a través de gestionar
mayor financiamiento estatal y dejar abierta la posibilidad de
financiamientos bajo otras modalidades no experimentadas.
La universidad cuenta con un personal académico con muchos
años de servicio, algunos de ellos se jubilaran pronto, la institución
no dispone de un mecanismo o proceso sistemático para
20
incorporar nuevo recurso humano,
especialmente de sangre joven, de profesionales recién graduados
que fueron estudiantes altamente aventajados, los mejores, los que
realmente se pueden constituir en el capital intelectual de mediano y
largo plazo de la institución, personas con vocación, con interés
y deseo de hacer carrera como docentes universitarios o como
investigadores. Es urgente definir una política de recursos humanos
especialmente respecto del personal académico.
La institución debe de resolver el problema de los hora clase, hay
facultades donde el personal docente fácilmente cubre el 30%
de la carga académica y es un requerimiento permanente debido
a que forman parte de los planes de estudio aprobados y vigentes,
hay muchos casos en que su carga docente es igual o mayor al de un
profesor de tiempo completo, pero no tienen prestaciones aunque se les descuentan y su salario neto no
es mayor al 35% de un docente de tiempo completo. Lo cual deja en
claro que en la universidad se está incrementando la precarización
del empleo. Es inconcebible que haya docentes con más de doce
años de tener la condición de profesores hora clase y a nadie le
importe; y por otra parte se contratan profesores a tiempo
completo sin ninguna experiencia. A los profesores hora clase se les
debe de ofrecer contrataciones
permanentes, es un acto de
justicia.
Si la universidad pretende cualificar su capital humano se
requiere que como parte de todos los esfuerzos de mejoramiento de
la calidad académica y eficiencia administrativa se busquen
alternativas para el mejoramiento en las remuneraciones saláriales
tomando en consideración las nivelaciones saláriales y los
incrementos o reconocimientos económicos debido a esfuerzos y meritos alcanzados por cada
empleado de la institución.
La universidad debe hacer un profundo análisis, evaluación y
definición de prioridades respecto a sus programas de maestrías,
debido a que la mayoría de estas surgieron como iniciativas
personales de pequeños grupos, como la idea de un funcionario o
por que a nivel de cooperación internacional se presento la oportunidad y solo en muy raras
excepciones han surgido como resultado de un estudio que
demuestre claramente las necesidades del recurso humano
formado para la institución, el mercado laboral o el país en su
conjunto. La universidad debe garantizar
que todos y cada uno de sus programas de estudio en general y
de maestría tenga un estándar de calidad BÁSICO y es una
responsabilidad inaplazable, hacer una rigurosa evaluación de las
21
maestrías para reestructurar,
fortalecer o cerrar todos aquellos programas que no tengan la
calidad mínima; pero este proceso debe de dar paso a la formulación
de un nuevo plan global de maestrías, sobre la base de
estudios diagnósticos y necesidades de capital humano del
país, en el corto, mediano y largo plazo; asimismo se debe de crear
el sistema y estructura de administración y funcionamiento
de las maestrías. Es urgente que la universidad
incorpore el uso masivo de las tecnologías de la información y no
me refiero solo como asignatura especial en los planes de estudio
de las carreras, sino como herramienta de uso generalizado
en todos los cursos por educandos y educadores, desde el primer
ciclo de estudio, para lo cual se requiere invertir en equipos
informáticos y crear laboratorios de computo de libre acceso, centros de información de tercera
generación u otro tipo de modalidad. Cada alumno y cada
docente deben tener sus propias cuentas de correo electrónico y
acceso gratuito o de muy bajo costo a Internet. Aun contamos
con estudiantes y docentes que nunca han trabajado en una
computadora. Se argumentara que no existen
los recursos financieros necesarios y seguramente esto es cierto en la
actualidad, pero si se reestructura financieramente la institución y se
cambian las prioridades actuales,
seguramente se podrán asignar recursos, tal vez no suficientes
pero importantes como punto de partida.
La enseñanza y el aprendizaje del idioma ingles se debe generalizar,
(al igual que otros idiomas universales) no solo como uno o
dos cursos dentro de los programas de estudio, sino que en
todos los cursos de las carreras, debemos aspirar a un graduado
universitario bilingüe, debido a que en la actualidad se a convertido en el segundo idioma
del planeta, es un idioma universal, el idioma de la ciencia,
la tecnología y la cultura global, por tanto es fundamental que los
estudiantes lo aprendan como un segundo idioma.
En la educación actual la información, el conocimiento, la
ciencia, la tecnología y la cultura en general son elementos
estratégicos de una universidad y se debe estar actualizado, por tal razón las bibliotecas se tienen que
fortalecer, invertir en ellas; en las mejores bibliografías posibles y
dar paso al diseño y organización de bibliotecas modernas de
primer, segundo y tercer nivel(ya no más, la simple bodega de libros
desfasados), se debe de buscar establecer convenios de
cooperación para tener acceso en línea a centros de investigación
internacional, a bases de datos de organismos internacionales
multilaterales y de universidades prestigiosas, en todo caso se debe
22
comprar los derechos. Así como
promover, crear y desarrollar la cultura del uso inteligente de la
información en los procesos de enseñanza aprendizaje, de
investigación y de proyección de la universidad frente a la sociedad.
En una era caracterizada por la
ciencia y la tecnología, la formación cuantitativa en todas
las carreras en fundamental, por tanto se requiere de un serio
cuestionamiento y replanteamiento pedagógico de la enseñanza, especialmente de las
matemáticas y las estadísticas. Hay que revisar, curricularmente
que se debe de enseñar, como se debe de enseñar, como se debe
evaluar, que recursos didácticos se deben utilizar, que tipo de
atención hay que darle a los educandos etc..
Las áreas cuantitativas son esenciales, pero se debe romper
con los paradigmas actuales, un tanto enciclopedistas y escolásticos con que se enfocan ,
pues tal como son desarrollados los cursos en el presente sirven
muy poco y tienen limitada aplicabilidad, es más, son cursos
estigmatizados que desde la óptica de los educandos únicamente
sirven para reprobar alumnos y excluirlos de las carreras, después
que aplazan en tercera matricula. Lo anterior implica que entre la
realidad que se tiene y lo que se necesita, hay una notable
discrepancia en la que se debe de trabajar, capacitando y
replanteando integralmente los
enfoques, contenidos, métodos de enseñanza-aprendizaje y formas
de evaluación que emplean los docentes de las ramas
cuantitativas. Es determinante que, en todas las
carreras de la universidad se incorpore la enseñanza de
modelos cuantitativos y cualitativos, para ello se debe de
preparar a los profesores, para que esto, se haga aplicado a cada
carrera, con rigurosidad técnica y disciplina científica.
En la institución debemos iniciar una cruzada universitaria por la
rigurosidad de la ortografía y la redacción, iniciada desde el
primer día que comienzan los alumnos(as) en la universidad,
tarea que se debe de realizar en cada curso. A esto se le debe dar
la importancia que tiene, dado que se ha soslayado por mucho
tiempo; un profesional con mala ortografía es algo así como andar de traje formal y descalzo.
Seguramente habremos docentes con mala ortografía y redacción,
pero esta es una deficiencia del sistema educativo del país, que
aun ahora debemos de corregir para poder ayudar a los educandos
en esta tarea importante. Se debe de replantear el papel
asignado a las ciencias sociales en los planes de estudio y otorgarles
el estatus que les corresponde, pasar de enfoques esquemáticos,
un poco escolásticos, doctrinarios, altamente politizados
23
en cualquier sentido ideológico a
visiones y contenidos que se constituyen en la actualidad en los
grandes problemas o temas de discusión y búsqueda de
soluciones tanto a nivel nacional como global, que en muchos
casos todavía no han sido descubiertos por la universidad.
Seguramente tal como se sirven en la actualidad, muchos de los
cursos de las ciencias sociales, particularmente en las carreras de
otras áreas de la ciencia son de muy poca utilidad, generan muy baja motivación y en general, tal
como se desarrollan aportan muy poco en la formación profesional,
tal situación no justifica que la solución que se plantee sea la
eliminación de dichos cursos, por el contrario estas áreas hay que
fortalecerlas en las carreras, pero reconceptualizando los enfoques,
los contenidos, los métodos de enseñanza-aprendizaje, las formas
de evaluación y particularmente definiendo claramente como se articularan en los objetivos
curriculares de una determinada carrera, esta es una discusión que
se a diferidos desde hace mucho tiempo y los académicos de las
ciencias sociales no han querido asumir y reivindicar como
legitima bandera, pero es algo que ya no se puede prorrogar más.
La nueva administración deberá
trabajar para que cada vez, sea un número mayor de salas y aulas las
que dispongan de conexiones de acceso a Internet y se pueda
utilizar en los procesos
educativos. Debemos de orientar todos los esfuerzos hacia la
creación de aulas inteligentes.
Como institución que debe buscar la excelencia, se le debe dar
mayor preponderancia al rendimiento académico de los
educandos, a través del desarrollo de actividades o acciones que
hagan sentir que es algo que realmente importa en la
universidad, para lo cual se pueden realizar sistemáticamente después de que finaliza cada ciclo
o año académico actos de reconocimiento o premiación para
los estudiantes que más destaquen, también se pueden implementar
olimpiadas académicas por áreas de conocimiento o carreras
anualmente, se pueden realizar concursos de investigación para
estudiantes y docentes con premios muy atractivos para los
primeros lugares etc. Como parte del mejoramiento de
la calidad, de la inserción de la universidad en al sociedad y del
debate, análisis, discusión y reflexión de los problemas
coyunturales como estructurales del país, se debe de crear la
CATEDRA DE REALIDAD NACIONAL, con toda la
seriedad, rigurosidad académica y política, cuya máxima aspiración
deberá ser, convertirse en el foro de discusión más prestigioso del
país.
24
La universidad debe de trabajar
fuertemente por mejorar su programa de asignación de cuotas
estudiantiles y de becas, especialmente las remuneradas,
garantizando de que se amplié la cobertura y que sea lo más justo
posible para que se les asignen las cuotas escolares de acuerdo a sus
ingresos escolares así como becas remuneradas a aquellos
alumnos(as) que realmente no puedan pagar, porque son de muy
escasos recursos económicos y que a la vez, mantengan un rendimiento académico no menor
al ochenta por ciento. La meta debiera de ser por lo menos
duplicar el número de becarios en los próximos cinco años.
La institución debe construir un
sistema que haga factible, que todos los trámites académicos se
puedan realizar electrónicamente por Internet y brinde así una mejor
atención a sus usuarios. Todas las carreras que se
desarrollan en la institución deben asumir como compromiso, que los
horarios de clase tienen que ser muy flexibles y abrir la cantidad
de grupos de clase de acuerdo a la demanda real y necesidades
estudiantiles y no por conveniencias administrativas o
docentes. La consigna deberá ser que todo alumno que quiera cursar
una materia y cuente con los prerrequisitos, no la deje de llevar
porque ya no hay cupo o disponibilidad de horarios.
En las facultades con más estudiantes, la inscripción de
cursos ya no debe de ser algo engorroso, burocrático y
torturante para los educandos, el esfuerzo deberá estar orientado
para diseñar un sistema que elimine las largas colas, que evite
que los educandos se asoleen algunas veces por jornadas
prolongadas y que cuando les corresponde su turno se
encuentren con la no muy grata sorpresa que están agotados todos los grupos o en los horarios en que
él o ella podían cursarla.
Se debe de garantizar que todas las instancias de la universidad, en
las que se tengan que hacer tramites académicos o financieros
a los educandos se les trate como lo que son: nuestros usuarios,
nuestros demandantes de un servicio, nuestros clientes que
compran un servicio por el cual el Estado y/o ellos pagan; por tanto tienen derecho a exigir y pedir de
nosotros una atención amable, pronta y eficiente, no es un favor
el que les hacemos, debido a que nos paga la institución por los
servicios que proporcionamos.
En general, será necesario crear la Secretaria de Asuntos
Estudiantiles, como una nueva estructura académica
administrativa, que se encargue de abordar los múltiples problemas
que enfrentan los estudiantes en las diversas facultades y carreras
25
para que sean resueltos de manera
expedita de cara a las necesidades de los educandos(as)
Al interior de la institución se
debe pactar el más amplio consenso, respecto a las políticas,
las estrategias y cupo en relación con el nuevo ingreso, que tantos
conflictos causa al inicio de cada año y plantear una negociación
seria y sensata con el Ministerio de Educación y el gobierno PARA
LA ASIGNACIÓN DE NUEVOS RECURSOS e incrementar las capacidades institucionales que
permitan tener una mayor cobertura de alumnos de nuevo
ingreso. Al interior de la institución se debe pactar para que
no se manipule políticamente este asunto, privilegiando los intereses
de los aspirantes de nuevo ingreso y la estabilidad institucional
La universidad debe de garantizar
una excelente oferta cultural, deportiva y de recreación en general para sus estudiantes y
trabajadores que realmente despierte el interés y la
participación.
La universidad no se caracteriza por la limpieza y el ornato, sus
aulas con mucha frecuencia permanecen sucias y en las áreas
verdes o zonas de circulación se observa mucha basura tirada y en
casos extremos se han llegado a formar hasta mini basureros que
parece que no le molestan a nadie, los baños son realmente una
verdadera porquería y pareciera
que tampoco importa, estos son problemas que debemos de
combatir de manera frontal y no hay ninguna justificación para que
siga pasando esto, dada la cantidad de personal
administrativo y de servicio con que cuenta la universidad, de igual
forma pasa con el ornato, no hay justificación para que las zonas
verdes de la institución permanezca descuidadas.
Como utopías en las que hay que trabajar, para ser alcanzadas en el
mediano plazo por la institución se debe pensar en una emisora de
radio, porque no en un canal de televisión, porque no en un
hospital universitario, porque no en volver a tener un equipo de la
universidad en la liga mayor de fútbol, en la creación de un
instituto de derechos humanos, el instituto universitario de estudios
de la mujer etc. etc. No me cabe ninguna duda que
cada uno de los elementos propuestos son de absoluta
obligatoriedad e indispensables en cualquier proceso de reforma
universitaria, aunque no son todos, seguramente se quedan
algunos de mucha trascendencia; pero que se pueden ir sumando y
agregando a todo este proceso de discusión y debate que espero, que
este documento contribuya a abrir.