Post on 19-Mar-2016
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La batalla de Tarqui se libró el 27 de
febrero de 1829 en el llamado Portete
de Tarqui, a pocos kilómetros de
Cuenca (actual Ecuador), entre tropas
de la Gran Colombia, comandadas por
Antonio José de Sucre y Juan José
Flores, y tropas peruanas comandadas
por José de La Mar
Antecedentes
Tras la independencia definitiva del
Perú, el país estaba en buena parte
sometido al protectorado de Simón
Bolívar, que controlaba estrechamente
sus asuntos. Además, todavía estaba
acantonada en Lima la 3ª División del
ejército colombiano que había
colaborado en la independencia. Bolívar
hubo de abandonar Lima en 1826, para
intentar solucionar los graves problemas
que se planteaban en la Gran Colombia.
Este hecho fue aprovechado por
destacados miembros del gobierno y el
ejército peruano para eliminar la
influencia colombiana, y poder incluir
dentro del territorio nacional a la nueva
República de Bolivia (el antiguo Alto
Perú), así como el departamento
colombiano de Azuay (correspondiente
a la actual parte meridional del Ecuador,
con capital en Cuenca), y la ciudad de
Guayaquil, donde una parte influyente
de la burguesía apoyaba la
incorporación al Perú.
En junio de 1827 las elecciones
legislativas proclamaron presidente del
Perú al general José de La Mar que,
residiendo inicialmente en Guayaquil,
tenía fuertes intereses comerciales. La
Mar organizó dos ejércitos, uno que se
dirigió a Bolivia (5.000 hombres al
mando de Agustín Gamarra)8 y otro
hacia el actual Ecuador (otros 5.000
soldados).2 Las negociaciones
diplomáticas con Bolívar fracasaron, y
en julio de 1828 comenzó oficialmente
la guerra. El 28 de noviembre de 1828
La Mar penetró en territorio
grancolombiano y ocupó Loja y
prácticamente todo el departamento de
Azuay gracias al aporte de 3.700
refuerzos traídos por Gamarra;2
posteriormente, La Mar ocupó también
Guayaquil tras haber sido rechazadas
sus tropas en primera instancia por el
general colombiano Juan Illingworth el
23 de diciembre de 1828, el cual decide
evacuar la ciudad visto que se
encontraba en inferioridad numerica a
mas del hostigamiento por parte de los
cañones de los barcos de guerra que
bloqueaban Guayaquil, a la espera de
refuerzos. El 19 de enero de 1829 se
firma la capitulación de la ciudad de
Guayaquil siendo esta ocupada por
tropas peruanas. Ante la situación
Antonio José de Sucre, entonces ya de
vuelta a Quito tras renunciar a la
presidencia boliviana, y Juan José
Flores, gobernador del departamento del
Ecuador, concentraron el ejército del
Sur de Colombia cerca de Cuenca para
presionar a las tropas peruanas, que el
10 de febrero habían ocupado Cuenca.
El 4 de febrero fueron atacadas por
primera vez avanzadas del ejército
peruano por tropas a cargo del general
Luis Urdaneta, comisionado por Juan
José Flores para atacar los puntos de
avanzada del enemigo en Paquichapa
siendo estos perseguidos hasta
Saraguro, donde la vanguardia
grancolombiana compuesta por
Granaderos del Cauca, llegados de
Guayaquil y 20 hombres del Yaguachi
apoyados por la recién arribada
compañía Caracas derrotó y disperso a
un destacamento peruano compuesto
por 1.300 soldados que había quedado
de guarnición, siendo confiscada gran
cantidad de armamento, posteriormente
el pueblo de Saraguro fue incendiado en
represalia por colaborar con el ejército
invasor, el 27 de febrero tuvo lugar la
batalla de Tarqui.4
La batalla
Preparativos para la batalla
El día 14 de febrero el ejército peruano
pasó a Yunguilla. El cuartel general lo
establecieron en Surupali. El 15
continuó avanzando hasta la localidad
de Lenta a 4 leguas de Girón y el 16 se
arribaba a San Fernando. Sucre mientras
tanto se movió hacia la explana de
Tarqui, ubicando a la infantería en
Narancay y a la caballería en Guagua-
Tarqui a donde llegó el 18
manteniéndose en esa posición hasta el
26 de febrero. En esos días, Raulet
retornó de su incursión en Cuenca y
llegaron 700 de los dispersos de
Saraguro. Con eso, las pérdidas en
efectivos de es acción, quedaron
reducidos a una suma sin mayor
significación.
El día 22 se dispuso que incursionara
sobre Girón y a continuación se ordenó
que la División Norte al mando del
general José María Plaza hiciera lo
mismo. Tanto Plaza como Necochea se
opusieron a esta orden, porque ponía a
los 900 hombres más cerca de Sucre
que del resto de los peruanos. Se le
ofreció a Plaza que de inmediato le
seguiría el resto del ejército. El general
al partir dijo: “si no se tratase de mi
honor, pediría licencia.“ [cita requerida]
El
ejército sólo llego a Girón el 26, dos
días más tarde, y se dio a Plaza una
nueva orden de avanzar hasta el ejército
peruano. Todo el ejército colombiano
estaba en la planicie norte, muy cerca de
Plaza. El general Plaza consciente de la
imprudencia de esta acción, protestó,
pero sintiéndose comprometido en su
honor, obedeció como buen militar. Al
llegar de noche al sitio de su destino,
distribuyó como mejor pudo a su tropa.
Ya entrada la noche llegó Raulet con un
contingente. Sería el gran
sacrificado.[cita requerida]
El 24, Sucre se enteró que una columna
con dos batallones se encontraban en o
cerca de Girón, pero pensando que sería
solo un escuadrón de reconocimiento no
avanzó sobre el grupo peruano. Sin
embargo, ya el 25 junto con el general
Flores, se entera que el grupo seguía en
Girón separado del resto de sus
efectivos en San Fernando, por lo que el
día 26 decide atacarlos.
Las tropas de Sucre se pusieron en
marcha a las tres de la tarde con tres mil
seiscientos hombres de combate. Al
comenzar la marcha, sobrevino una
fuerte lluvia, que apenas nos permitió
llegar a las tropas a Tarqui a las 7 de la
noche. Ya en el lugar, se enteró que el
general Plaza estaba en el Portete de
Tarqui, a tres leguas, y que el resto del
ejército peruano llegaría aquella tarde a
Girón.
El inicio de la batalla
La mañana del día 27 de febrero, y
después de una larga marcha que duró
toda la noche anterior, el mariscal Sucre
consiguió situar la 1ª División
colombiana de 1500 hombres de
infantería y 100 caballos compuesta por
tres batallones y un escuadrón al norte
de la llanura de Tarqui en posición
ventajosa, mientras esperaba la llegada
de la 2ª División.
Mientras tanto en cumplimiento de las
órdenes de La Mar la vanguardia
peruana formada por la División del
general José María Plaza compuesta por
900 infantes avanzaba sobre el portete,
siendo esta completamente derrotada
por los hombres a la cabeza del General
Antonio José de Sucre, atacando
sucesivamente al grueso del ejército
peruano que acudió en ayuda al mando
de Lamar y Gamarra.4
Tanto Plaza como el general argentino
Mariano Necochea, al frente de los
Húsares de Junín, manifestaron sus
repararos a una orden que ponía a sus
escasos 900 hombres aislados de la
fuerza principal y al alcance de Sucre
pero obedeció diciendo que "si no se
tratase de mi honor, pediría licencia".
Arribó a Girón en la noche del 26, a
corta distancia del ejército colombiano
situado en la planicie norte, procediendo
a distribuir sus tropas en previsión de un
ataque. Carecía de caballería y artillería
y sus hombres sólo tenían la munición
que llevaban en sus cartucheras. En su
parte, Sucre relata que "El 24 supe que
una columna con dos batallones y un
escuadrón enemigo al mando del
general Plaza estaban en Girón. Juzgué
que sería un fuerte reconocimiento,
porque no me persuadí de que se
avanzara sola esta división, pero el 25
hallándome con el general Flores,
examinando por Tarqui la verdad, me
informaron nuestros espías, que aún
permanecía aquella en Girón y su
ejército en San Fernando. El 26 resolví
atacarla, y nuestros cuerpos, todos se
pusieron en marcha a las tres de la
tarde con tres mil seiscientos hombres
de combate. Al comenzar nuestro
movimiento, sobrevino una fuerte
lluvia, que apenas nos permitió llegar a
Tarqui a las 7 de la noche. Dando un
descanso a la tropa, tuve partes que la
división del general Plaza estaba en el
Portete de Tarqui, a tres leguas de
nosotros y que el resto del ejército
peruano llegaría aquella tarde a Girón.
Determiné dar una acción general".
La batalla dio inicio cuando una
avanzada peruana de reconocimiento al
mando del capitán Uria tropezó con una
grancolombiana al mando del capitán
Piedrahita trabándose un sangriento
combate que comprometió al escuadrón
de caballería Cedeño, comandado por el
coronel José María Camacaro y al resto
de la División peruana de Plaza. El
batallón Rifles, Yaguachi y Caracas
avanzó en apoyo del "Cedeño" y se
encontraron con el batallón Quito. El
desorden inicial de la batalla y la falta
de visibilidad hizo que estos batallones
se enfrentaran entre ellos.
El uniforme de los granaderos de la
batalla de Tarqui, actualmente guardia
de honor del palacio presidencial de
Quito.
El general Flores, mientras tanto,
consiguió superar los bosques que le
separaban del enemigo, y organizar un
ataque conjunto de los diversos
batallones. Viéndose superado en
número y con las municiones agotadas
el general Plaza ordenó el repliegue en
busca del grueso del ejército peruano
encargando proteger la retirada al
Coronel Quiroz siendo en todo
momento acosado por la infantería y
caballería grancolombiana.
Cuando a las 7 de la mañana el resto del
ejército peruano comandado por La Mar
arribó al campo ya la División de Plaza
había sido casi batida y el ejército
grancolombiano ocupaba su posición.
Viendo que el Portete de Tarqui ya
había sido tomado por el ejército
grancolombiano el general La Mar
dispuso el repliegue estratégico del
ejército hacia Girón.
Mientras tanto la caballería
grancolombiana bajo el mando del
Coronel Daniel Florencio O'Leary
intentaba cortar el repliegue de la
infantería peruana, en vista de ello el
General Argentino Mariano Necochea
al frente de los Húsares de Junín
comandó una carga de caballería que
consiguió desbaratar a la caballería
grancolombiana (escuadrón "Cedeño")
y detener el avance de la infantería de la
Gran Colombia, compuesta por unas
compañías de cazadores, protegiendo el
repliegue de la infantería peruana, fue
en esta batalla cuando se produjo el
célebre duelo a lanza entre el Teniente
Coronel del Ejército Peruano Domingo
Nieto jefe del primer escuadrón de
Húsares y el coronel José María
Camacaro 1ª Lanza de la caballería de
la Gran Colombia, que mandaba al
escuadrón "Cedeño" y que envió un
parlamentario con señal blanca para
que, a su nombre, haga un desafío, a fin
de "que ahorrasen la sangre de sus
regimientos y que él se batiría con
cualquiera que le conteste el duelo y el
que ganara se quedaba con la
victoria", triunfó Nieto, Camacaro fue
muerto de un lanzazo y las armas
peruanas se quedaron con la victoria.
Al ver a su jefe muerto los soldados
grancolombianos del escuadrón
"Cedeño" no aceptaron la afrenta y
atacaron a los "Húsares de Junín", pero
éstos lograron derrotarlos y acuchillaron
a casi todo el escuadrón "Cedeño"
reduciéndolo a 6 ó 7 hombres
aproximadamente, consiguiendo los
"Húsares de Junín", con su acción,
impedir que las armas de la Gran
Colombia obtengan una victoria total
sobre las armas peruanas.
Cambio de guardia del Regimiento de
Caballería "Glorioso Húsares de Junín"
Nº 1 - Libertador del Perú
El grueso del ejército grancolombiano
consideró prudente conservar su
posición mientras que el peruano logró
replegarse en orden y formar sus
divisiones en la llanura con su caballería
y artillería a la salida del desfiladero, en
espera de un nuevo enfrentamiento con
el ejército de la Gran Colombia. El
fracaso de esta última ofensiva, por
parte del ejército de la Gran Colombia,
y el repliegue estratégico peruano
sellarón el resultado de la batalla. Sucre
no satisfecho con este resultado envía a
un oficial de Estado Mayor, con el
objeto de negociar con La Mar siendo
esto aceptado y el 1 de Marzo en el
campo de Girón se firma el Convenio
de Girón que es ratificado por los
generales Flores y O' Leary, por parte
de la Gran Colombia y Gamarra y
Orbegoso, por parte del Perú.4
La pequeña victoria grancolombiana
sobre la División peruana de Plaza
(compuesta por los Batallones de
Infantería "Ayacucho" y "Callao") se
debió en buena parte a la estrechez del
lugar, a lo ventajoso de la posición que
las tropas de Sucre ocupaban, lo
precipitado del combate que presentó a
las divisiones peruanas la dificultad de
desplegarse en orden de batalla y al
enfrentamiento por separado contra la
vanguardia del ejército peruano.
Las bajas fueron considerables, el
ejército grancolombiano confesó 400
bajas en combate mientras que el
peruano perdió, según la Gran
Colombia, 2,500 hombres entre
muertos, heridos y 300 prisioneros, sin
embargo el General Carlos Dellepiane,
en el Tomo I de su libro Historia Militar
del Perú, sostiene que las bajas en el
ejército grancolombiano fueron 800
mientras que en el ejército peruano
llegarón a cerca de 1,200 entre muertos
y heridos. Según la Gran Colombia de
la cifra supuesta de 8,400 soldados que
ingresaron al sur de la Gran Colombia
2,500 supuestamente regresaron al Perú
tras el arresto de La Mar en Piura por
parte del mariscal Gamarra.
El 10 de Julio de 1829 se firmó el
armisticio en Piura el cual fue ratificado
por Simón Bolívar el 15 Julio de 1829
procediendo las tropas peruanas a
evacuar Guayaquil.4
Consecuencias
El resultado de la batalla obligó
a Sucre a negociar con los
peruanos firmándose el
Convenio de Girón.
Las fuerzas peruanas se habrían
de retirar de la provincia del
Azuay y abandonar todas las
plazas ocupadas. Si bien las
fuerzas peruanas se retiraron La
Mar se negó a entregar
Guayaquil y, de hecho, se
preparaba para iniciar una nueva
ofensiva.
Durante cinco meses la guerra se
estabilizó pues la Marina de
Guerra Peruana aun continuaba
dueña del mar y el ejército
grancolombiano no se hallaba en
condiciones de intentar
recuperar Guayaquil.Finalmente
el mismo Bolívar se había
desplazado hacia el sur para
dirigir la campaña para
recuperar el puerto.
La guerra acabó
inesperadamente con un golpe
de estado por parte de Agustín
Gamarra y otros jefes peruanos
en Lima que derrocó a La Mar.
El nuevo gobierno de Agustín
Gamarra cesó las hostilidades y
entregó Guayaquil el 20 de julio.
El 22 de septiembre de 1829 se
firmó un tratado de paz en
Guayaquil y se preparó una
comisión mixta para fijar
definitivamente los límites entre
ambos países.
No obstante la disolución de la
Gran Colombia pocos meses
después dejó unas conclusiones
poco claras, en gran parte
gracias a un desacuerdo sobre la
cédula real de 1802, que
señalaba los obispados de
Mainas y Quijos como parte del
Virreinato de Lima, en lugar de
la Real Audiencia de Quito, a
quienes habían pertenecido hasta
entonces. Este es el origen del
largo conflicto fronterizo entre
Ecuador y Perú (véase Conflicto
Perú-Ecuador).
Referencias
1. ↑ «Libro de Fechas Históricas y
Hombres Notables del Ecuador
y del Mundo.» (en español).
2. ↑ a b c d La Batalla de Tarqui - La
guía de Historia
3. ↑ a b Richard Snowden (1832).
The history of North and South
America: from its discovery to
the death of General
Washington. Filadelfia: M'Carty
& Davis, pp. 188.
4. ↑ a b c d e f g Feliciano
Montenegro Colón (1834).
Geografia general para el uso
de la juventud de Venezuela.
Tomo III. Caracas: Imprenta de
Damiron y Dupouy, pp. 409-410
5. ↑ George Lauderbaugh (2012).
The History of Ecuador. Santa
Bárbara: ABC-CLIO, pp. 41.
ISBN 978-0-31336-250-7.
6. ↑ a b c Spencer C. Tucker (2009).
A Global Chronology of
Conflict: From the Ancient
World to the Modern Middle
East. Santa Bárbara: ABC-
CLIO, pp. 1153. ISBN 978-1-
85109-672-5.
7. ↑ a b Carlos Dellepiane. Historia
Militar del Perú. Tomo I.
Buenos Aires: Círculo Militar-
Biblioteca del Oficial, pp. 299
8. ↑ Confederacion Perú-
Boliviana: Historia Universal
2. A fines de 1828 el General José
de La Mar, por recomendación
de Simón Bolívar se hallaba de
Presidente del Perú, invade
nuestro país por las Provincias
de Loja y Azuay, a la cabeza de
5000 soldados. En Saraguro
(Loja) recibió el refuerzo de
3700 más, del General Agustín
Gamarra. La Mar, que había
nacido en Cuenca, demostraba
así su ambición e ingratitud para
su tierra que lo vio nacer.
3.
4. El ejército del General Flores, se
componía de 4600 hombres, el
27 de Enero de 1829 el Mariscal
Antonio José de Sucre asumió el
mando y trató hasta el último de
lograr un arreglo pacífico,
considerando que eran naciones
hermanas de la América y que
habían luchado juntos para
librarse del yugo español. La
Mar sólo aprovechó estas
conversaciones y traidoramente
intentó dar un golpe a las tropas
de Sucre. En los días siguientes
los dos ejércitos se movían en
busca de posiciones más
ventajosas, hasta que al
amanecer del 27 de febrero de
1829, a las 7 de la mañana se
inició la batalla. Y Portete de
Tarqui fue el escenario de una
redención y afrenta.
5.
6. La acción de armas del 17 de
febrero de 1829 tiene 2
trayectorias de ataque; mar y
tierra. Las posiciones de
nuestras tropas eran magníficas,
pues, Sucre se hallaba al norte
en la llanura de Tarqui y el
General Flores, con tres
batallones se situó en el
7.
8. Pórtete de Tarqui. El General
Luis Urdaneta fue comisionado
por Flores para atacar los puntos
de avanzada del enemigo y se
puso en marcha en compañía del
Granaderos del cauca llegados
de Guayaquil y 20 hombres del
Yaguachl; temerariamente atacó
al enemigo, demasiado superior
en número, lo derrotó y lo
persiguió hasta Saraguro en
donde esperaban los de
retaguardia peruana, éstos
fueron comandados por el
coronel Jiménez, que corrieron
en la arremetida, sembrando el
desconcierto; en su desordenada
fuga cayeron centenares de
prisioneros, aparte de los
muertos y heridos, como
también el armamento que fue
tomado.
9.
10. Se une el coronel José María
Camacaro a las tropas de León y
Urdaneta, en Saraguro atacan a
los batallones peruanos.
Ayacucho y número 8. Sucre
retrocede hasta Nabón, y de allí
marcha a Girón que era lugar de
las aspiraciones de La Mar,
porque no quiso tocar las
malsanas regiones de Yungullla
y del Río Girón. Sucre logra
situar los batallones y un
escuadrón en Pórtete de Tarqui,
habiendo caminado la noche
entra desde Narancay para
amanecer viernes 27 de febrero.
11. 12. El coronel colombiano José
María Camacaro y su batallón
Cedeño, que estaba a la
vanguardia entablan combate,
luego plegan al Caracas, el
Yaguachi y el Rifles, no tarda en
amargar al enemigo que no
puede resistir a tan grade carga y
de Inmediato suenan los clarines
de triunfo. En la batalla los
peruanos tuvieron 1500 muertos
y 1000 heridos. Los
ecuatorianos 154 muertos y 206
heridos.
13. 14. Sucre satisfecho con estos
triunfos envían un oficial de
Estado Mayor, con el objeto de
ofrecerle a La Mar medios para
salvar el resto del ejército
peruano, La Mar pide
condiciones. Sucre ordena que
cese la persecución al enemigo y
que esas condiciones eran las
que un ejército vencedor
Impondría a un pueblo vencido,
pero los subterfugios y la mala
fe del Invasor como en 1941, no
acepta a pesar de una flagrante
derrota; a las 5 de la mañana del
28 de febrero de 1829, La Mar
solicitó la suspensión de
hostilidades, a las 10 de la
mañana se reunieron al frente de
Girón hoy la Casa de los
Tratados; el General Flores y
O'Leary, por Colombia;
Garamarra y Orbegoso, por el
Perú, firman el Tratado de
Girón.
15. 16. En el histórico escenario de esta
gran batalla se levanta un
obelisco como recuerdo de la
indescriptible victoria de las
fuerzas grancolombianas, cuyos
soldados conquistaron un
espléndido triunfo, necesario
para mantener la dignidad
nacional; no obstante este hecho
glorioso de la participación del
soldado ecuatoriano, el Perú a
través de los tiempos ha
mantenido el derecho de la
fuerza; pero el Ecuador, en
cambio, se impondrá con la
fuerza del derecho porque no
pueden ser violados sus
sagrados territorios heredad de
nuestros antepasados que
entregaron con su vida y su
sangre, Inteligencia y valor.
17.
La Historia
El 15 de julio de 1821, se juró
en Lima la independencia
peruana, proclamada por José de
San Martín en la Plaza de
Armas, el 28 de julio. Sin
embargo en la Sierra Central y
en el Sur los realistas seguían
como dueños del territorio. La
liberación definitiva del
territorio peruano fue merced a
la acción de Bolívar, que al
mando del ejército de la Gran
Colombia, necesitaba terminar
con la amenaza realista que
existía en ese lugar.
Una vez lograda la
independencia peruana de los
españoles, un grupo de peruanos
influyentes decidió que también
era momento de emanciparse de
la influencia de la Gran
Colombia y aprovecharon el
alejamiento circunstancial de
Bolívar de Lima, en 1826, para
cumplir su propósito, que era
además, el de sumar a su estado,
el territorio de la nueva
República de Bolivia, el
Departamento de Azuay y a la
ciudad de Guayaquil.
right0En 1827, la presidencia
del Perú fue ejercida por el
general José de La Mar, y éste
concretó las aspiraciones
anteriores. El 3 de julio de 1828,
Simón Bolívar, ante esta actitud
expansionista, declaró la guerra
a los peruanos. Tras ser
infructuosos los acuerdos por
vía diplomática, realizados por
Daniel Florencio O´Leary,
Ministro Plenipotenciario, cuyos
poderes fueron rechazados por
Perú.
Este último país, armó dos
ejércitos, uno con destino a
Bolivia, y otro hacia Ecuador.
Loja fue tomado por las fuerzas
de la Mar, el 28 de noviembre
de 1828, con 5.000 hombres.
Allí reforzó sus tropas con 3.700
efectivos, aportados por el
general Agustín Gamarra, y
luego se apoderó del
departamento de Azuay, y de
Guayaquil.
15240697230Antonio José de
Sucre que había renunciado a la
presidencia de Bolivia, se dirigió
a Quito, para ponerse al mando
de las tropas, cuyo cargo había
adquirido el 27 de enero de
1829, y unir sus fuerzas a las del
gobernador de Ecuador, Juan
José Flores, que contaba con
4.700 hombres, estableciéndose
en las proximidades de Cuenca,
localidad que también había sido
ocupada por los peruanos.
Primero se produjeron las
batallas de Saraguro, Oña,
Nabòn, Girón, Narancay y luego
el 27 de febrero de 1829, en el
Portete de Tarqui, donde se
había apostado el general Flores
(Bolívar estaba en la llanura de
Tarqui, al norte).
Ëste fue el escenario de un
encuentro decisivo, donde al
principio predominó la
confusión, luchando en ciertos
momentos batallones del mismo
bando, entre sí. Pero la mejor
organización y la lucha conjunta
favorecieron el triunfo de la
Gran Colombia, formada por los
batallones Cedeño, que iba a la
vanguardia, comandado por el
coronel José María Camacaro,
seguido por el Rifles, el Caracas,
el Quito y el Yaguachi, que
completaban las tropas. El
ejército peruano no logró unidad
en sus batallones Pichincha y
Sepita, que fueron vencidos en
forma separada.
El saldo fue de mil quinientos
muertos y casi la misma
cantidad de heridos para los
peruanos, mientras los
ecuatorianos no alcanzaron ni al
20 % de esa cifra.
El Tratado de Girón, firmado
por el General Flores y Daniel
Florencio O´Leary por
Colombia; y Garamarra y
Orbegoso, por el Perú, impuso a
Perú la renuncia de los
territorios ocupados, pero el
problema más grave era
Guayaquil que La Mar se
negaba a devolver.
LA BATALLA
15240280670El día 14 de febrero
el ejército peruano pasó a
Yunguilla tras de salvar peligrosos
desfiladeros en donde bien pudo
ser atacado por Sucre con ventaja.
El cuartel general lo establecieron
en Surupali. El 15 continuó
avanzando hasta la localidad de
Lenta a 4 leguas de Girón y el 16 se
arribaba a San Fernando. Sucre
mientras tanto se movió hacia la
explana de Tarqui, ubicando a la
infantería en Narancay y a la
caballería en Guagua-Tarqui a
donde llegó el 18 manteniéndose
en esa posición hasta el 26 de
febrero. En esos días, Raulet
retornó de su incursión en Cuenca
y llegaron 700 de los dispersos de
Saraguro. Con eso, las pérdidas en
efectivos de es acción, quedaron
reducidos a una suma sin mayor
significación.
El día 22 se dispuso que
incursionara sobre Girón y a
continuación se ordenó que la
División Norte al mando del
general José María Plaza hiciera lo
mismo. Tanto Plaza como
Necochea se opusieron a esta
orden, porque ponía a los 900
hombres más cerca de Sucre que
del resto de los peruanos. Se le
ofreció a Plaza que de inmediato le
seguiría el resto del ejército. El
valiente general al partir dijo: “si
no se tratase de mi honor, pediría
licencia. “El ejército sólo llego a
Girón el 26 o sea dos días más
tarde y se dio a Plaza una nueva
orden de avanzar hasta el ejército
peruano. Todo el ejército
colombiano estaba en la planicie
norte, muy cerca de Plaza.
El general Plaza tuvo plena
conciencia de la imprudencia de
esta acción y protestó, pero
sintiéndose comprometido en su
honor, obedeció como buen
militar. Al llegar de noche al sitio
de su destino, distribuyó como
mejor pudo a su tropa, la que sólo
tenía la munición que llevaba en
sus cartucheras. No tenía ni
caballería, ni artillería. Ya entrada
la noche llegó Raulet con un
contingente. Sería el gran
sacrificado.
Veamos ahora lo que cuenta Sucre:
15240835660“El 24 ( de febrero)
supe que una columna con dos
batallones y un escuadrón enemigo
al mando del general Plaza estaban
en Girón. Juzgué que sería un
fuerte reconocimiento, porque no
me persuadí de que se avanzara
sola esta división, pero el 25
hallándome con el general Flores,
examinando por Tarqui la verdad,
me informaron nuestros espías,
que aún permanecía aquella en
Girón y su ejército en San
Fernando”..
Se refería Sucre, a la primera orden
que recibió Plaza de que con 900
hombres avanzara sobre Girón. El
mismo Mariscal de Ayacucho,
expresa que no creía posible que
esa división hubiera avanzado sola.
Desde ese momento, Sucre busca
atacar a esa división aislada.
Continúa diciendo el mariscal de
Ayacucho:
“El 26 resolví atacarla, y nuestros
cuerpos, todos se pusieron en
marcha a las tres de la tarde con
tres mil seiscientos hombres de
combate. Al comenzar nuestro
movimiento, sobrevino una fuerte
lluvia, que apenas nos permitió
llegar a Tarqui a las 7 de la noche.
Dando un descanso a la tropa, tuve
partes que la división del general
Plaza estaba en el Portete de
Tarqui, a tres leguas de nosotros y
que el resto del ejército peruano
llegaría aquella tarde a Girón.
Determiné dar una acción
general”.
Como se puede apreciar, Plaza
avanzaba hacia Sucre y se
distanciaba del resto del ejército
peruano. Todos los efectivos
colombianos se le iban a ir encima
para destruirlo en la ratonera a
donde se había metido por orden
superior. El pesimista pronóstico
del general Plaza se cumplía.
Artículo principal: Batalla del
Portete de Tarqui
15240-3810
El uniforme de los granaderos de la
batalla de Tarqui, actualmente
guardia de honor del palacio
presidencial de Quito.