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LA AUTOPERCEPCIÓN DE LA POBREZA VISTA DESDE EL CAPITAL SOCIAL. ESTUDIO DE CASO: CARTAGENA, BARRANQUILLA Y
VALLEDUPAR
SARA FERNÁNDEZ DE CASTRO
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA BOGOTÁ D.C.
2015
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Tabla de contenido
LA AUTOPERCEPCIÒN DE LA POBREZA VISTA DESDE EL CAPITAL SOCIAL.
ESTUDIO DE CASO: CARTAGENA, BARRANQUILLA Y VALLEDUPAR 9
RESUMEN 9
INTRODUCCIÓN 10
CAPÍTULO 1: PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN. 11
CAPÍTULO 2: MARCO CONCEPTUAL. 15
CAPÍTULO 3: LAS FIESTAS EN LA REGIÓN ATLÁNTICA. LEGISLACIÓN Y
DESCRIPCIÓN 28
CAPÍTULO 4. ANÁLISIS Y INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS. 33
4. CONCLUSIONES 53
REFERENCIAS 54
ANEXO 1. ENTREVISTAS 57
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LA AUTOPERCEPCIÒN DE LA POBREZA VISTA DESDE
EL CAPITAL SOCIAL. ESTUDIO DE CASO: CARTAGENA,
BARRANQUILLA Y VALLEDUPAR
RESUMEN
Este trabajo realiza una aproximación a una explicación a la percepción de
felicidad asociada a la construcción de capital social y autopercepción de pobreza
así como a las políticas públicas que promueven actividades de recreación y
esparcimiento. Para tal fin, se hará un estudio de caso en la región Caribe
colombiana que, a pesar de los altos niveles de pobreza es caracterizada como
una de las regiones más felices del país, buscando entender cómo las diferentes
prácticas culturales pueden construir capital social y disminuir los niveles de
autopercepción de la pobreza
Palabras Clave: pobreza, felicidad, capital social, cultura
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INTRODUCCIÓN
En el informe de la CEPAL (2003) “Hacía el objetivo del milenio de reducir la
pobreza en América Latina y el Caribe” la pobreza es entendida como un
fenómeno multicausal que tiene incidencia en la dimensión económica y social, sin
embargo no se estudia por qué los individuos se sienten pobres, dando paso a
reflexionar el fenómeno de la pobreza desde un enfoque distinto a la medición de
indicadores como Línea de Pobreza (LP), Necesidades Básicas Insatisfechas
(NBI) o Índice de Pobreza Multidimensional (lPM).
En el caso colombiano, lo anterior cobra mayor relevancia al considerar que la
región atlántica es identificada como la más feliz de Colombia a pesar de los altos
índices de pobreza, lo cual rompe con la concepción ortodoxa de que a mayores
niveles de pobreza hay menores niveles de felicidad.
Desde la ciencia política, esta problemática se hace importante en la búsqueda de
respuestas a la pregunta de la pobreza que por mucho tiempo han sido netamente
económicas, dejando de lado la importancia de aspectos como la vida comunitaria,
la construcción de relaciones entre los individuos, la consolidación de una
sociedad, los espacios de cultura, recreación y deporte con los que pueden contar
los individuos.
Durante los últimos años, el concepto de capital social ha buscado explicar
muchas dinámicas de la vida en sociedad y en muchos casos ha buscado tener
conexión de estrategias para la superación de la pobreza, sin embargo, poco se
ha estudiado sobre cómo el capital social y cultural de una comunidad puede
incidir en la autopercepción de los individuos como pobres o no, por lo que esta
investigación permite relacionar estos dos conceptos.
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CAPÍTULO 1: PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN.
El barómetro mundial de felicidad en el 2014 mostró que Colombia continuaba
siendo el país más feliz del mundo, donde el 86% de la población se considera
feliz (Centro Nacional de Consultoría, 2014). En contraste, la misma encuesta
refleja que el 46% de los encuestados consideran que el crecimiento económico
del país será igual al de los últimos años, y el 35% considera que será próspero
económicamente. Adicional a esto, la Costa Atlántica colombiana se ha
caracterizado por ser la región más feliz del país, contando con un gran número de
festividades, carnavales, entre otras actividades culturales.
Sin embargo, en esta región se encuentran altos índices de pobreza, que de
acuerdo con el informe de pobreza del DANE (2014) de los cinco departamentos
más vulnerables a la pobreza, tres se encuentran en la zona caribe: Córdoba
(60.2%), La Guajira (58.4%) y Magdalena (52.3%). A pesar de no encontrar una
medición sobre los niveles de felicidad en estas zonas, se registra que el número
de festividades, carnavales y demás actividades culturales generan diferentes
dinámicas al interior de estas sociedades que aumentan tanto las relaciones que
se establecen como los niveles de felicidad en las mismas, incluyendo dinámicas
de la vida en comunidad y la percepción que los individuos tienen de su situación,
lo que permite ir más allá del concepto de pobreza multidimensional.
La concepción capitalista bajo la cual funcionan la mayoría de los paradigmas de
la pobreza, ha desconocido la importancia de considerar indicadores asociados a
la calidad de vida de las personas y al concepto de capital social que las nociones
posmodernas de la sociedad han posesionado.
Esto permite reflexionar sobre por qué pueden existir altos niveles de felicidad en
12
la Costa Atlántica a pesar de los niveles de pobreza que se encuentran en los
departamentos que componen la región, desde una perspectiva en la que se
incluyen las acciones estatales para la superación de la pobreza, los niveles de
calidad de vida, la creación de capital social y el empoderamiento de las personas
como claves para entender el concepto de felicidad que ha sido propuesto desde
el enfoque de capacidades de Amartya Sen (1999).
En la búsqueda de los distintos elementos que estén asociados a las condiciones
de pobreza y a las explicaciones de la misma, durante los últimos quince años el
concepto de pobreza subjetiva ha cobrado especial relevancia permitiendo
considerar la importancia de la construcción de identidades culturales, redes
sociales al interior de la comunidad, para explicar cómo se autoperciben los
individuos que se encuentran en condición de pobreza.
La presente investigación realiza un estudio de caso en la región atlántica
colombiana, especialmente en los departamentos de Cesar, Atlántico y Bolívar en
donde ocurren tres de las festividades más importantes por las que es conocido el
Caribe colombiano: festival vallenato (Valledupar), el carnaval de Barranquilla
(Barranquilla) las fiestas de independencia en Cartagena; el estudio tiene como
objetivo principal explicar por qué los habitantes de la Región Caribe Colombiana
tienen altos niveles de percepción de felicidad a pesar de los altos índices de
pobreza y el bajo nivel de ingresos per cápita.
Para tal fin se explicará teóricamente la relación entre niveles de capital social,
pobreza y felicidad, a partir de lo cual se vislumbrará cómo los investigadores
perciben la temática en discusión; posterior a ello se pretende realizar un análisis
cualitativo sobre la relación entre las festividades y carnavales seleccionados de la
Costa Caribe con los niveles de felicidad de la región, asociando estos espacios
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con la construcción de capital social y desarrollo mediante la cultura,
posteriormente se realizará un análisis de los resultados obtenidos planteando una
conclusión respecto a la relación de capital social, felicidad y los niveles de
pobreza, esclareciendo qué concepto de pobreza es el que permite el análisis
entre las variables.
En aras de buscar la respuesta a la pregunta de investigación central de por qué
los habitantes de la Región Caribe Colombiana tienen altos niveles de percepción
de felicidad a pesar de los altos índices de pobreza y el bajo nivel de ingresos per
cápita, se parte de la premisa de que los niveles de felicidad de las personas de la
costa Caribe colombiana están asociados a factores diferentes que no tienen
relación directa con los niveles de ingreso y niveles de pobreza en general,
asociado a que la creación redes dentro de la comunidad en la que viven y la
construcción de capital social reduce de forma considerable la percepción de los
individuos en situación de pobreza.
Para desarrollar la investigación se opta por un estudio de caso como método de
investigación, permitiendo encontrar las particularidades del caso que se está
estudiando (Barrio del Castillo, et. al) lo cual permitirá entender las características
específicas de la relación que pueda existir entre los niveles de felicidad, las
festividades culturales de los departamentos de estudio y la percepción de niveles
de pobreza contrastado con los niveles de calidad de vida. Se propone realizar
una revisión exhaustiva de documentos académicos relacionados con la
construcción del concepto de la felicidad desde el enfoque de capital social
asociado con la creación de capacidades propuesto por Amartya Sen (1999).
Es preciso decir que esta investigación no busca hacer generalizaciones, en su
lugar se pretende describir la realidad del contexto local que está en cuestión
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buscando ampliar los conocimientos que se tienen sobre el objeto de estudio para
establecer hipótesis y relaciones entre los conceptos. (Coller, 2005)
Se hace una revisión documental de informes estatales e investigaciones sobre la
temática en cuestión y de información proveniente de fuentes secundarias, tales
como encuestas de calidad de vida del DANE, medición de pobreza monetaria del
DANE, así como estudios de la Cámara de Comercio de las ciudades en cuestión;
esta información será tabulada y contrastada para obtener respuesta a la
pregunta de investigación. Adicional a ello, se realizaron entrevistas semi-
estructuradas1 a La reina del carnaval de Barranquilla y Representante a la
Cámara por el Departamento del Cesar.
A partir de este estudio de caso se pretende realizar algunas conclusiones sobre
la importancia del capital social en los niveles de felicidad de los individuos y cómo
esto puede influir en su percepción de pobreza.
1 Caracterizadas por ser entrevistas de duración aproximada de 45 minutos, que tiene una estructura flexible, en donde el investigador lleva preparada una lista de preguntas abiertas y consta de cuatro momentos claves a saber: (I) introducción, donde se explica el objetivo de la investigación, (II) preguntas para romper el hielo con el interlocutor, en donde el entrevistador intentará ganarse la confianza del entrevistado, (III) desarrollo de las preguntas previamente planteadas por el investigador y (IV) conclusión de la entrevista y agradecimiento al interlocutor (Coller, 2005, pág. 84)
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CAPÍTULO 2: MARCO CONCEPTUAL.
En este capítulo se presentarán los diferentes argumentos teóricos sobre los
enfoques de pobreza objetiva y subjetiva y cómo la teoría de creación de
capacidades y oportunidades permite superar la pobreza desde una perspectiva
integral, para pasar a considerar cómo el capital social relacionado con el fomento
de la cultura incide o no en la autopercepción de la pobreza.
Durante el Siglo XX se generan diferentes concepciones y formas de medición de
la pobreza: (I) pobreza por ingresos, asociada a los niveles de subsistencia de las
personas, (II) el enfoque de necesidades básicas insatisfechas, que incluye las
necesidades para subsistir y las necesidades asociadas con servicios públicos,
salud, educación entre otros y (III) el enfoque de la privación relativa referido a las
carencias que dificultan que las personas puedan hacer parte de una sociedad.
En complemento a este enfoque de las privaciones relativas aparece la creación
de capacidades propuesto por Amartya Sen (1999), en donde la pobreza se
estudia desde las capacidades y libertades fundamentales con las que cuentan las
personas para llevar el tipo de vida que desea y que tiene razones para desear. El
enfoque de Sen (1999) puede considerarse como un punto medio entre las
aproximaciones objetivas y subjetivas de la pobreza.
Aguado y Osorio (2006) proponen que las definiciones de pobreza se pueden
agrupar en categorías básicas: una referida a la incapacidad que tienen los
individuos de adquirir bienes materiales e inmateriales para suplir necesidades de
nivel primario, la segunda asociada a que los individuos se encuentran fuera de
los niveles de vida de los que goza el resto de la sociedad, por último, una
definición relacionada con la percepción de carencias de tener lo necesario para
sobrevivir, la cual responde al enfoque de pobreza subjetiva.
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Las líneas de pobreza y pobreza extrema, son consideradas como un enfoque
absoluto dentro de la medición de pobreza, en donde el factor principal es el nivel
de ingresos económicos con los que cuentan los individuos: quienes se
encuentran debajo de los límites de estas líneas son considerados como pobres o
pobres extremos(Aguado y Osorio, 2006). En términos del Departamento
Administrativo Nacional de Estadística [en adelante DANE], la línea de pobreza se
considera como “el costo per cápita mínimo necesario para adquirir una canasta
de bienes (alimentarios y no alimentarios que permiten un nivel de vida adecuado
en un país determinado” (DANE, 2014, pág. 5), para el año 2013 el monto de línea
de pobreza en el país se consideró en $206.091. La línea de pobreza extrema se
considera como “el costo per cápita mínimo necesario para adquirir únicamente la
canasta de bienes alimentarios que permiten un nivel de sobrevivencia en un país
determinado” (DANE, 2014, pág. 5) cuyo estimado para el 2013 estuvo en
$91.698.
La pobreza también ha sido estudiada desde las medidas monetarias y no
monetarias; las primeras referidas a los consumos e ingresos, lo cual se establece
de acuerdo a las economías de mercado, impidiendo la representación de
medidas no económicas que deben y pueden ser incluidas dentro de la pobreza.
Aguado y Osorio (2006) proponen que dentro de estas medidas se encuentran
indicadores como el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), Índice de
Pobreza Humana (IPM), entre otros son instrumentos complementarios a las
mediciones monetarias de la pobreza.
Los autores consideran que la mayoría de las mediciones de pobreza desconocen
las percepciones de quienes son los individuos que se encuentran en situación de
pobreza, cuestión importante para la formulación de políticas públicas orientadas
atender la pobreza. Lo anterior cobra relevancia al considerar que esta dimensión
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subjetiva hace parte integral del bienestar de los individuos. (Aguado y Osorio,
2006)
El estudio de la pobreza objetiva y subjetiva empieza a verse con claridad en 1996
gracias a la investigación que presenta Novak sobre la encuesta de calidad de
vida en Eslovenia en donde se compararon las condiciones de vida de los pobres
objetivos y subjetivos, encontrando que los factores socioestructurales tenían poca
incidencia en la autopercepción de los individuos como pobres mientras que
aspectos tales como educación y salud tienen una fuerte incidencia en dicha
percepción (Pinzón, 2012, pág. 5).
A nivel nacional, Castillo, Escandón y González (2012) [Citados por Pinzón, 2012]
mediante un análisis econométrico que realizan en Cali, encuentran que la
percepción de pobreza disminuye cuando el consumo de bienes públicos y oferta
cultural aumentan. En ese sentido, existe una relación entre la pobreza subjetiva y
el acceso a educación, vivienda, la calidad del empleo con el que cuentan, los
bienes privados y públicos (dentro de los que se encuentra la oferta cultural) y a
partir de ello se forman las percepciones de los individuos para considerarse
pobres o no.
La percepción de la pobreza, es una medida complementaria a las de pobreza
objetiva, en donde se incluyen consideraciones sobre las condiciones de vida y el
entorno en el que se encuentran los individuos (Pinzón, 2012, pág. 10).
El enfoque de capacidades propuesto por Amartya Sen (1999) ya establece una
relación en cuanto a los niveles de pobreza y los niveles de desarrollo humano,
mientras que el concepto de pobreza subjetiva toma importancia a la hora de
entender determinantes de desarrollo que no son incluidas en perspectivas
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econométricas, logrando incluir percepciones asociadas al bienestar y otras
dimensiones que se relacionan con la creación de capital social y capital cultural.
En el enfoque de Sen, lo más importante es lo que los individuos pueden hacer
con los bienes que tienen o las características que los mismos individuos le
asignan a éstos. El autor propone cuatro tipos de funcionamientos: los
elementales, entendidos como los más importantes permitiendo que los individuos
logren la realización de las capacidades, dentro de ello se incluye la satisfacción
de necesidades básicas tales como alimentación, salud, educación, el segundo se
refiere a los funcionamientos complejos, dentro de los que se considera la
autoestima, autonomía, dignidad, la vida en comunidad, la felicidad, entre otros;
los terceros funcionamientos incluyen la mayoría de funcionamientos elementales,
ya que se refieren a aquellos que le son comunes a la mayoría de las personas,
por último, están los funcionamientos referidos a las capacidades para tener un
producto (Sen, 1999).
El autor expone el por qué la existencia de altos niveles de renta no
necesariamente se corresponde con niveles de bienestar y calidad de vida, por lo
cual va a considerar que hay unas circunstancias que son determinantes a la hora
de entender la calidad de vida y el bienestar, entre estas se encuentran: la edad,
el género, condiciones ambientales, variaciones sociales como pobreza, sistema
educativo, servicios públicos y capital social, incluyendo también las diferencias en
las identidades culturales.
Lo anterior lleva al autor a proponer que la riqueza y el ingreso no son fines del
desarrollo sino instrumentos para alcanzarlo y que en ese mismo sentido el
ingreso desde la concepción de pobreza sólo se convierte en un indicativo de
aquello que poseen los pobres más no una medida de bienestar, por lo que Sen
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(1999) afirma que la pobreza se encuentra en la privación de capacidades
básicas.
Como complemento al trabajo de Sen (1999), Nussbaum (1999) elabora una lista
de capacidades básicas: 1. Capacidad de vivir, 2. Capacidad de tener salud
corporal, 3. Capacidad de tener integridad corporal, 4. Capacidad de usar los
sentidos, la imaginación y los pensamientos, 5. Capacidad de tener emociones, 6.
Capacidad de tener una razón práctica, 7. La capacidad de afiliación, 8.
Capacidad de relacionarse con otras especies, 9. Capacidad de jugar y 10.
Capacidad de tener control sobre el entorno político y material.
Existen pocos estudios que evidencien el enfoque subjetivo de la pobreza y
consideren la percepción que los individuos en dicha condición tienen de si
mismos. Narayan (1999) en una publicación titulada “La voz de los pobres. ¿Hay
alguien que nos escuche?” hace un estudio de hombres y mujeres en condición
de pobreza en 60 países diferentes, analizando temas como las percepciones
sobre qué es la buena vida, la calidad de las instituciones a las que tienen
acceso, entre otras. El estudio incluye países de América Latina tales como
Argentina, Bolivia, Ecuador y Perú, estableciendo ciertas conclusiones frente a lo
que los pobres perciben de su propia condición: (I) dentro de los principales
problemas de los pobres son la carencia de alimentos y la falta de empleo, (II)
perciben al Estado como débil, corrupto y poco eficaz dando respuesta a las
necesidades de los individuos (III) consideran que la mayoría de los pobres se
encuentran en medio de un entorno de violencia, corrupción e inseguridad, lo que
lleva a atacar problemáticas que no responden a sus necesidades sino que son
propias del contexto.
La evaluación de la pobreza desde la perspectiva de los que están siendo
estudiados, se concibe como un proceso altamente participativo concebido a partir
20
del punto de vista de los afectados, buscando comprender el contexto social, el
desarrollo institucional y político en el que se encuentran (Narayan, 2000, pág. 16).
Entonces, la pobreza subjetiva está directamente asociada con los niveles de
bienestar y calidad de vida que son percibidos por los individuos que se
encuentran en situación de pobreza, lo que también puede llamarse bienestar
subjetivo, en donde la persona realiza una evaluación propia de su bienestar.
(Jiménez y Rojas, 2008)
Narayan (2000) considera que dentro del establecimiento de identidades
culturales y vínculos sociales se pueden ayudar a disipar las tensiones que se
producen al interior de las familias cuando se encuentran en situación de pobreza;
como ejemplo, el autor propone que las comunidades indígenas en Oaxaca
poseen pocos bienes materiales pero tienen altos niveles de felicidad, lo cual se
relaciona con la existencia de tradiciones comunitarias, incluso señala que la
identidad cultural de una comunidad logra mantenerse gracias a celebraciones y
festejos, en donde los pobres suelen tener altos niveles de participación, lo cual
permite afirmar que uno de los activos más importantes con los que cuentan los
pobres es la solidaridad social, por lo cual uno de los objetivos más importantes es
el mantenimiento de estos vínculos sociales.
Lo anterior se asocia a lo que Narayan (2000) llama solidaridad social y seguridad
emocional, señalando que para las personas que se encuentran en situación de
pobreza estos son sus activos más importantes, incluso por encima de los activos
materiales. Las restricciones en la participación de eventos en los cuales se
promueva la solidaridad social, es considerado por el autor como algo altamente
perjudicial teniendo consecuencias como la deshonra, humillación , marginación
social y exclusión de estas redes. En zonas rurales de Madagascar, se considera
que es pobre quien es excluido de observar las costumbres y normas locales,
21
mientras que es rico quien vive de acuerdo a éstas, lo cual reafirma la teoría sobre
la importancia dela participación de los pobres dentro de festividades que
fomenten su consolidación de redes sociales.
En el mismo documento, Narayan señala que el capital social2, es otro de los
activos más importantes con los que cuentan los pobres ya que mediante esta red
social logran acceder a lo que necesitan para sobrevivir a diario, fuentes de apoyo
financiero y social de las que pueden hacer uso en tiempos de crisis, siendo un
camino por el cual pueden tener mejoras en sus niveles de bienestar y contando
con una oportunidad de protección a la que no pueden acceder pagando por ello.
Debe señalarse que estos vínculos que se establecen entre los pobres, son de
tipo recíproco, en donde una persona que se beneficia de los recursos de otra
persona que hace parte de esa red, también pueden ofrecer los recursos que
tienen para ofrecer a la redes la que se están beneficiando.
Dicho esto, en el concepto de pobreza subjetiva el capital social es clave para
entender la autopercepción que las personas tienen de su situación. Robert
Putnam, en la década de los 90 genera gran número de investigaciones que
proponen el capital social como eje dentro del desarrollo económico y la
efectividad institucional de los gobiernos (Sudarsky, 2014).
Dentro de las múltiples motivaciones por las que surge el concepto de capital
social es la búsqueda de explicaciones a las causas de la existencia de países
desarrollados y otros en vía de desarrollo, más allá de las propuestas sobre el
capital económico. ( Sanz & Rangel, 2008). Basados en estas premisas, el capital
social atribuye valor a las conductas que tienen los individuos.
2 Definido grosso modo como “beneficios de pertenecer a una red social” (Narayan, 2000, pág. 56)
22
Las primeras aproximaciones al concepto de capital social aparecen en el marco
de la economía, Ocampo (1994) [citado por Sudarsky, 2001] afirma que además
de la acumulación del capital privado que es individual, existe un capital que es
colectivo y que influye en el crecimiento económico. A su vez, desde el
institucionalismo North (1991) afirma que los costos de transacción entre los
individuos pueden disminuir o aumentar de acuerdo al tipo de estructuras
institucional.
Existen otros teóricos que desde las ciencias sociales han posicionado el concepto
de capital social. Bordieu (1985) [citado por Sanz & Rangel, 2008] empieza a
teorizar sobre el concepto, considerándolo como contexto de las “las relaciones,
de las redes sociales, donde un actor se puede movilizar en beneficio propio”
(Sanz &Rangel, 2008, pág. 252), el autor define el capital social desde la lógica
del poder y la estructuración de la sociedad, por lo cual lo entiende como “el
agregado de los recursos reales o potenciales ligados a la posesión de una red
duradera de relaciones más o menos institucionalizadas de reconocimiento mutuo”
(Bordieu, 1985, citado por Sanz & Rangel, 2008, pág. 252).
Coleman y Hoffer (1987) asocian el concepto de capital social con el de capital
humano que mediante el trabajo con personas y la generación de habilidades y
capacidades les permita a los individuos ser más productivos, esto lo llama capital
humano y el social aparece en las relaciones que se establecen entre las
personas y que contribuye de forma positiva a su productividad mediante en
establecimiento de vínculos de confianza y cooperación.
Coleman, a su vez considera que el concepto de capital social está definido de
acuerdo a las funciones que este tiene en la configuración de relaciones y que “es
un bien público en el sentido en el que sus beneficios, no sólo son captados por
los actores involucrados en una determinada relación social, sino por otros” (Sanz
23
& Rangel, 2008, pág. 252). El autor establece un vínculo entre la estructura social
y la acción racional, afirmando que el capital social es algo propio de los
individuos, se centra en las obligaciones, las normas y los vínculos de confianza
que se pueden dar en el marco de las relaciones que se establecen entre las
personas.
Putnam (1993) [citado por Sudarsky, 2011], en sus estudios sobre los procesos de
descentralización de Italia, explica porqué existen diferencias tan marcadas entre
regiones del país que cuentan con las mismas instituciones. De forma general,
concluye que existe relación de causalidad entre el compromiso cívico y el efecto
de desarrollo socioeconómico, en donde participación cívica se entiende a partir
de sociedades de cooperación y confianza. El centro de la explicación del capital
social está mediado por el compromiso cívico, entendido como la participación que
tienen los individuos en diferentes organizaciones.
A partir de lo anterior, Putnam define el capital social como “la confianza, las
normas y las redes de asociatividad cívica, elementos que mejoran la eficiencia de
la organización social promoviendo iniciativas tomadas de común acuerdo” (Sanz
& Rangel, 2008, pág 252), el autor considera entonces que cuando las relaciones
sociales se basan en principios de reciprocidad y confianza se hacen más
eficiente, por lo cual se considera que las asociaciones son mecanismos por los
cuales las personas aprenden a llevar a niveles más altos de confianza.
Se han presentado dos concepciones de capital social, la primera orientada hacía
un enfoque institucionalista en el cual el capital social es una variable dependiente
de las instituciones y la segunda basada en las redes en donde se consideran el
capital social como base para el diseño de instituciones. Sin embargo hay un
enfoque más amplio en el que según Sanz & Jiménez (2008) se “incluyen el
ambiente social y político que conforma la estructura social y permite el desarrollo
24
de normas” (Sanz & Jiménez, 2008, pág. 253), esta concepción permite extender
el concepto de capital social a las relaciones e instituciones a nivel de gobierno, el
régimen político.
Según Sudarsky (2014) en el año 2005, el Departamento Nacional de Planeación
empieza a desarrollar una estrategia para conocer los niveles de capital social en
Colombia, para lo cual se construye el barómetro de Capital Social, en donde se
incluyen diez dimensiones en el que se cubre las relaciones de las personas
desde la participación cívica y política, enmarcando la solidaridad y la
reciprocidad, la comparación entre relaciones horizontales y verticales, entre otros.
El capital social se asocia con los niveles de desarrollo económico y de pobreza.
La articulación de los tres conceptos se da mediante las instituciones y la calidad
de las mismas, Sanz & Jiménez (2008) afirman que los indicadores mediante los
cuales se pueden establecer relaciones son los niveles de confianza generalizada,
el imperio de la ley y cualidades burocráticas que incide positivamente en los
niveles de crecimiento económico. De manera especial se asocia la confianza
institucional con el desarrollo económico, considerando que es muy bajo acumular
capital social en lugares donde los diseños institucionales de los gobiernos no
generan confianza de los gobernados en los gobernantes.
Knack y Keefer (1996) realizaron una investigación en la que encontraron que el
capital social se forma por la cooperación y confianza que existe, y que estas dos
condiciones son mayores en el momento en el que las desigualdades culturales y
de ingresos son menores (Sanz & Jiménez, 2008).
Esto se relaciona con la perspectiva de Durston (2003) en la que el capital social
se considera como una forma de movilidad social y generación de beneficios
conjuntos que se pueden obtener de las redes sociales de las que hacen parte las
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personas; más adelante se considerará que el capital social tiene una dimensión
cultural muy importante asociada a los valores que utilizan las personas para
interactuar entre ellas. Debe considerarse que el capital social tiene una dimensión
que es colectiva cuando se considera las relaciones de reciprocidad que existen
en las redes sociales que se establecen (Sanz & Jiménez, 2008).
Coleman (1990) realiza un estudio sobre las dimensiones del capital social, de
manera generalizada aparece la confianza, los canales de información y las
normas y sanciones que existen. Posteriormente otros autores agregan
dimensiones como la cooperación, generosidad (entendida como el interés en que
las acciones sean recompensadas), entre otras.
Una vez explicados los conceptos de pobreza y capital social de forma individual,
existen diferentes autores que establecen una relación entre la superación de la
pobreza y la existencia de capital social, que incluye un nuevo concepto llamados
bienes socioemocionales que de acuerdo con Atria et. al (2003) el producto que se
obtiene de las redes sociales son este tipo de bienes, que son definidos como
“emociones que se expresan entre personas que muestran aprobación,
manifiestan interés o brindan informaciòn que aumenta el propio conocimiento y la
autoestima” (Atria et. al., 2003, pág. 67).
La importancia de los bienes socioemocionales se encuentra en que estos
permiten el autoconocimiento de los seres humanos convirtiéndose en el principal
bien que puede ser intercambiado; estos bienes se producen al existir
cooperación, intercambio de información y comportamientos recíprocos.
Además de las razones ya expuestas, se considera que el capital social cobra
importancia en la reducción de la pobreza ya que la brecha existente entre pobres
y ricos se hace más evidente por las relaciones que se establecen entre ellos; los
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bienes socioemocionales son el principal vehículo para disminuir los niveles de
desigualdad, que pueden sustituir el capital económico que inicialmente se utiliza
en los intercambios entre las personas.
Ahora bien, cabe considerar las percepciones que se tienen sobre los niveles de
felicidad en concordancia con la percepción de condiciones de bienestar y calidad
de vida. Botello & Quintero (2014) realizan un estudio sobre las condiciones de
subjetivas del bienestar, la felicidad y la autopercepción de la pobreza en
Colombia, a partir del cual afirman que las peores condiciones de bienestar en el
país se encuentran en la región Atlántica y Pacífica y los lugares con mejores
indicadores se encuentran Bogotá, Valle del Cauca y San Andrés, sin embargo
reconocer que no siempre existe una relación positiva entre las condiciones de
bienestar y felicidad, afirmando que en condiciones de pobreza las necesidades
básicas empiezan a cubrirse con factores no materiales, dentro de los que se
incluye la familia, los amigos, compartir en comunidad y estar en capacidad de
ayudar a otros.
La relación del concepto de felicidad con el de bienestar y calidad de vida aparece
en el estudio de la satisfacción con la vida, medición que permite identificar
situaciones sociales que necesitan intervención del ente gubernamental,
evaluación de políticas públicas implementadas. (Veenhoven, 1994; En: Botello &
Quintero, 2014, pág. 6). Botello & Quintero (2014) reconocen que el concepto de
satisfacción con la vida tiene dos dimensiones: (I) objetiva, asociada a los bienes y
servicios materiales a los que una persona tiene acceso (II) subjetivo, asociados a
la valoración que los individuos realizan sobre su vida y el contexto en el que se
encuentran.
Una vez establecida la relación entre la superación de la pobreza y el concepto de
capital social, también existe una conexión entre la cultura y este último concepto.
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De forma específica el Ministerio de Cultura colombiano en el año 2013 realiza
una aproximación a un diagnóstico cultural del país, allí se destaca la importancia
de la cultura como un agente generador de capital social, señalando que la cultura
se encuentra en diferentes condiciones del capital social en una sociedad
evidenciado en los valores compartidos por la comunidad, entre otros
considerando la importancia en la superación de la pobreza y en el aumento de
cohesión social (Ministerio de Cultura, 2013, pág. 20).
En el informe se resalta que la cultura promueve diferentes procesos que tienen
conexión directa con el establecimiento de capital social tales como la confianza,
el comportamiento cívico y la asociatividad, lo cual es posible gracias a que la
cultura puede moldear los valores y los comportamientos de la sociedad
(Klinsgberg, 2006, En: Ministerio de Cultura, 2013). En este contexto se considera
que el capital social permite entender cómo las comunidades en exclusión social
pueden acceder a bienes y servicios de tipo cultural que ayudan a promover
procesos de construcción de identidad local, pertenencia a un territorio y/o a una
comunidad, lo que en últimas ayuda a generar movilidad social.
El Plan Nacional de Desarrollo considera la importancia de la generación de
capital social lo cual permite reducir los costos de transacción ayudando a
aumentar los niveles de legitimidad del estado y condiciones de elección y
participación de los ciudadanos, razón por la cual, en este documento se
considera que el capital social es un elemento clave para la generación de
desarrollo.
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CAPÍTULO 3: LAS FIESTAS EN LA REGIÓN ATLÁNTICA. LEGISLACIÓN Y
DESCRIPCIÓN
En la presente investigación se estudiarán les festividades más representativas de
la región atlántica: Carnaval de Barranquilla (Barranquilla, Atlántico), Festival
Vallenato (Valledupar, Cesar) y Fiestas de noviembre en Cartagena, Bolívar. En
primer lugar debe precisarse que para el desarrollo de estas fiestas, el gobierno
municipal tiene una gran participación buscando la promoción de estas
festividades, considerando que estas representan una fuente de ingresos alta para
el municipio ya que atrae un alto número de turistas, así como se convierte en un
reconocimiento para el municipio y un mecanismo de promoción de la identidad
cultural local.
En ese sentido, las alcaldías locales de estos municipios expiden por decreto los
días que serán declarados como “cívicos” para que todos los habitantes de la
ciudad puedan participar de las fiestas, argumentando que estas eventos hacen
parte de la identidad cultural de cada uno de los habitantes y que por tal deben ser
promovidos dichos espacios culturales.
Carnaval de Barranquilla:
Sus orígenes se remontan a un carnaval que llego a América desde España, el
cual tenía un espíritu de renovación y cambio. El primer Carnaval celebrado en la
capital del Atlántico se da hace más cien años. Según UNESCO el Carnaval de
Barranquilla ha sido declarado como la fiesta folclórica y cultural más importante
del país, contando con dos designaciones: patrimonio cultural de la nación y obra
maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad. (Carnaval de
Barranquilla, 2015). La ley Nº 706 del 26 de noviembre de 2001, declara el
Carnaval de Barranquilla como patrimonio cultural de la nación, autorizando la
incorporación en el presupuesto General de la Nación la apropiación requerida
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para compra, ejecución y terminación de escenarios para la realización de
eventos, construcción y adecuación de escuelas folclóricas, promoviendo a su vez
la organización del “Carnaval Internacional de Barranquilla”. (Ley 706, 26 de
Noviembre de 2001).
Esta festividad recoge expresiones de la memoria, la identidad y la cultura de los
habitantes de Barranquilla, pero representa también una mezcla de identidades
culturales de aborigen y africanas, expresando la resistencia a la perdida de mitos,
creencias y expresiones culturales.
La importancia de esta festividad en el imaginario cultural de los barranquilleros se
hace evidente en las dinámicas de vida que se establecen alrededor del carnaval,
dentro de lo que se puede incluir la participación en las festividades, preparación
de baúles, máscaras, atuendos y demás que ayudan a “fortalecer el tejido social
en diversos sectores de la ciudad” (Carnaval de Barranquilla, 2015).
El Carnaval de Barranquilla se ha convertido en la expresión de la vida cotidiana
de los habitantes del Caribe colombiano, así como un medio de reafirmación de
identidades colectivas, consolidando procesos de afirmación, transformación y
reconocimiento de los barranquilleros. De acuerdo con el informe del Ministerio de
Cultura del año 2012 “Carnaval de Barranquilla, obra maestra del patrimonio Oral
e intangible de la Humanidad” esta festividad permite la construcción del tejido
social de los diferentes grupos en Barranquilla, así como la promoción de espacios
de participación, construcción de ciudad y ciudadanía.
En cuanto al Plan de Desarrollo de Barranquilla, debe precisarse que hace una
fuerte apuesta para promover la cultura desde diferentes aspectos para que
permita reconocer la diversidad cultural de región. Se propone la mejora de la
calidad de la educación mediante la formación de seres integrales mediante
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estrategias complementarias a las jornadas oficiales aumentando el espacio para
desarrollar actividades culturales y deportivas, considerando que la educación
continua y los espacios de esparcimiento son la clave para la transformación
social, la creación de oportunidades, la superación de la inequidad y el desarrollo
de capacidades y habilidades (Consejo Distrital de Barranquilla, 2012, pág. 14).
Dentro de la apuesta por buscar una Barranquilla más competitiva se quiere
promover el desarrollo social y humano así como el crecimiento económico, para
tal fin se ha decidido fomentar la riqueza cultural de la ciudad, orientada a
convertirla en la Capital cultural del Caribe, que se orienta al desarrollo de
acciones para salvaguardar, valorar y conservar el patrimonio cultural de
Barranquilla, se busca el desarrollo y fortalecimiento de organizaciones sociales y
apoyo a iniciativas orientadas a disminuir las brechas y la exclusión social, en
general se quiere promover que la identidad cultural logre convertirse en el motor
para desarrolla la prosperidad social y económica de la ciudad (Consejo Distrital
de Barranquilla, 2012, pág. 52).
El Concejo de Barranquilla ha promovido la creación de centros de desarrollo
cultural en donde se expongan todas las expresiones artísticas presentes en el
Distrito, de forma que todos los artistas de la ciudad tengan un espacio en donde
expresarse; también se incluye el proyecto de emprendimiento cultural que busca
desarrollar habilidades que tienen los barranquilleros, buscando la formación de
cooperativas que promuevan el trabajo en equipo que permitan promover el
emprendimiento orientado a la exaltación de las manifestaciones culturales de la
ciudad. A su vez se promueve que los procesos de cambio cultural pueden incidir
de forma positiva en las dinámicas sociales, los sistemas de valores y creencias
tanto individuales como de la comunidad (Consejo Distrital de Barranquilla, 2012,
pág. 52).
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Festival de la Leyenda Vallenata:
El festival de la leyenda vallenata se lleva a cabo en Valledupar, Cesar, cuyo
origen se remonta a hace más de 40 años en donde Alfonso Lopez Michelsen,
Consuelo Araujo Noguera y Rafael escalona quieren exaltar la tradición cultural y
musical de la región, buscando que perdure en el tiempo, dando origen al festival
de la leyenda vallenata en donde se da vida a los mitos, costumbres y patrimonio
lingüístico y oral del vallenato, ritmo musical característico de la región caribe. Este
festival ha evolucionado de la mano del crecimiento social y económico de la
ciudad.
Valledupar es conocida como una de las ciudades culturales y de epicentro
musical y folclóricos más importantes. El plan de desarrollo local exalta que se
quiere convertir a la ciudad en un emporio del turismo asociado a las experiencias
y al patrimonio cultural propio de la ciudad mediante el apoyo y el empoderamiento
de las comunidades (Concejo Municipal de Valledupar, 2012)
Fiestas Novembrinas en Cartagena de Indias:
En Cartagena de Indias, Bolívar se celebran las fiestas del 11 de noviembre en
conmemoración a la independencia de la ciudad del yugo español, es considerada
como la verdadera fiesta del pueblo, que se acompaña de desfiles, comparsas por
el centro histórico de Cartagena, así como el aumento de casetas en los barrios
populares. Durante estas fiestas los cartageneros reafirman su identidad cultural y
sus raíces afro.
Frente a las consideraciones culturales que tiene el plan de desarrollo “Ahora si
Cartagena 2013-2015” se quiere hacer una apuesta orientada al aumento de
oportunidades y mejoramiento de calidad de vida mediante el mejoramiento en los
niveles de educación de la población, construcción de tejido social que permita
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tener niveles de convivencia pacífica más altos en donde la cultura y respeto por
los derechos se conviertan en el vehículo para promover el desarrollo humano
(Concejo de Cartagena, 2013, pág. 106).
De acuerdo a lo descrito hasta aquí se observa que las fiestas y carnavales de
estos cuatro municipios del Caribe están promueven la identidad cultural de los
habitantes generando en muchas ocasiones el fortalecimiento del tejido social y de
la comunidad en general.
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CAPÍTULO 4. ANÁLISIS Y INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística anualmente realiza la
Encuesta de Calidad de Vida (ECV) en las que se consideran variables que
incluyen vivienda (materiales de pisos y paredes y acceso a servicios públicos),
educación, salud, cuidado de los niños, fuerza de trabajo, gastos e ingresos así
como tenencia de bienes y percepción de vida en el hogar. (DANE, 2014)
A continuación se presentarán los resultados conglomerados de la Encuesta de
Calidad de Vida del 2014 para la región Atlántica, que incluye departamentos de
la Guajira, Cesar, Magdalena, Atlántico, Bolívar, Sucre y Córdoba.
Tabla Nº1: Encuesta de Calidad de Vida – Educación 2014
Personas de 15 años y más por condición de alfabetismo
Alfabeta 94,3%
Analfabeta 5,7%
Fuente: DANE,2014
Dentro de las variables importantes a la hora de considerar la creación de capital
social y la medición de los niveles de pobreza, la educación se convierte en un
factor fundamental para el mismo; de acuerdo con el informe presentado por el
DANE (2014), en la Encuesta de Calidad de Vida, el 94,3% de los residentes de la
Región Atlántica son alfabetizados.
Tabla Nº2: Encuesta de Calidad de Vida – Empleo 2014.
Población ocupada por posición ocupacional
Obrero o empleado de empresa particular 29,3%
Obrero o empleado del gobierno 3,5%
Empleado doméstico 2,9%
Profesional independiente 1,5%
Trabajador independiente o cuenta propia 50,5%
Patrón empleador 3,3%
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Trabajador finca, tierra o parcela 3,6%
Trabajador sin remuneración 2,5%
Ayudante sin remuneración 0,3%
Jornalero 2,7%
Fuente: DANE,2014
Según la propuesta de Narayan (2000) uno de los factores que permite cambiar la
percepción de las personas sobre si son pobres o no, es la posibilidad de contar
con un empleo, en la región Atlántica se encuentra que en más del 85% de la
población está ocupada, el mayor porcentaje son trabajadores independientes
50,5% seguido por la posición de obrero o empleado de una empresa privada,
29,3%.
Tabla Nº3: Encuesta de Calidad de Vida – Condiciones de calidad de vida 2014.
Hogares por opinión del jefe o cónyuge sobre las condiciones de vida actuales
Muy buenas 4,1%
Buenas 63,0%
Regulares 30%
Malas 2,9%
Hogares por opinión del jefe o cónyuge sobre el nivel de vida actual del hogar, respecto a 5 años atrás
Mejor 48,3%
Igual 39,7%
Peor 12%
Fuente: DANE,2014
La percepción de los niveles de calidad de vida de los habitantes de la región
indica que a pesar de que el 63% considera que tienen buenas condiciones de
vida, el 30% que representa un porcentaje considerable, afirman que tienen
condiciones de vida regulares; a su vez, el 48,3% considera que tienen mejores
condiciones de vida con respecto a cinco años atrás.
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Tabla Nº4: Encuesta de Calidad de Vida – Condiciones de económicas 2014.
Hogares por opinión del jefe o cónyuge sobre las condiciones económicas del hogar con relación al hogar en el que se crió
Mejor 52,2%
Igual 37,0%
Peor 10,9%
Hogares por opinión del jefe o cónyugue sobre los ingresos de su hogar
No alcanzan para cubrir los gastos mínimos 32,5%
Sólo alcanzan para cubrir los gastos mínimos 54,5%
Cubren más que los gastos mínimos 12,9%
Opinión del Jefe o Cónyugue respecto a si se considera pobre 42,5%
Fuente: DANE,2014
Referente a la percepción de la situación económica, se encuentra que el 52,2% y
el 37% consideran que las condiciones económicas del hogar son mejores o
iguales a las que se crío, lo cual indica que de acuerdo con las percepciones de
los habitantes de la región Atlántica, en cuanto al poder adquisitivo, se encuentra
que el 54,5% de los encuestados
Tabla Nº5: Informe de Calidad de vida 2014 .
Item Cartagena Barranquilla Valledupar
Pobreza Monetaria 29,2% 29,1% 31,4%
Pobreza Monetaria extrema 5,8% 4,2% 4,4%
Fuente: Red de ciudades cómo vamos, 2015
En un estudio comparado sobre los resultados de la calidad de vida de las tres
ciudades en cuestión, la Red de Ciudades Cómo Vamos (2015) presenta los
niveles de pobreza monetaria y pobreza monetaria extrema. Valledupar, es la
ciudad con el porcentaje más alto de pobreza monetaria (31,4%), seguido por
Cartagena (29,1%) y Barranquilla (29,1%); en cuanto a la pobreza monetaria
extrema, el índice más alto está en Cartagena (5,8%), seguido por Valledupar
(4,4%) y Barranquilla (4,2%).
Tabla Nº6: Informe de Calidad de vida – Empleo 2014 .
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Item Cartagena Barranquilla Valledupar
Tasa de Ocupación 53,9% 56,1% 55,8%
Tasa de informalidad salarial 55,5% 55,4%
Tasa de desempleo 9,9% 8,0% 9,9%
Fuente: Red de ciudades cómo vamos, 2015
En cuanto al empleo, se encuentra que en las tres ciudades más del 35% de los
ciudadanos no tiene ocupación alguna. La tasa de ocupación más baja está en
Cartagena con 53,9%, seguida por Valledupar 55,8% y la más alta en Barranquilla
56,1%. La tasa de desempleo de las tres ciudades oscila entre el 8% y 10% y el
nivel de informalidad entre el 55% y 56%.
Tabla Nº7: Informe de Calidad de vida – Participación en actividades
culturales 2014 .
Item Cartagena Barranquilla Valledupar
Proporción que manifestó participar en actividades culturales en el último año
74% 78,8% 40,8%
Fuente: Red de ciudades cómo vamos, 2015 De las tres ciudades, Valledupar es el lugar donde menor participación registran
los ciudadanos en actividades culturales, teniendo que sólo el 40,8% participa en
las actividades culturales, Barranquilla tiene la más alta que es de 78,8% y por
último Cartagena con 74%.
Tabla Nº8: Informe de Calidad de vida – Eficacia y gestión de las
instituciones 2014 .
Item Cartagena Barranquilla Valledupar
Porcentaje de ciudadanos que considera que la alcaldía desarrolla
23% 30% 23%
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acciones para mejorar la calidad de vida
Porcentaje de ciudadanos que considera que el concejo desarrolla acciones para mejorar su calidad de vida
6,5% 3,85 3,9%
Porcentaje de ciudadanos que consideran que el gobierno nacional desarrolla acciones para mejorar su calidad de vida
13,2% 19,3% 10,0%
Porcentaje de ciudadanos que consideran que la empresa privada desarrolla acciones para mejorar su calidad de vida
6,7% 4,5% 2,7%
Porcentaje de ciudadanos que consideran que las universidades desarrollan acciones para mejorar su calidad de vida
6,1% 9,6% 5,9%
Porcentaje de ciudadanos que consideran que ninguna entidad desarrolla acciones para mejorar su calidad de vida
36,7% 25,6% 33,5%
Fuente: Red de ciudades cómo vamos, 2015
Referente a las variables de la eficacia de las diferentes instituciones de la ciudad,
se encuentra que Barranquilla es la ciudad que más satisfecha considera que la
alcaldía está haciendo algo para mejorar su calidad de vida (30%), seguidos por
Cartagena y Valledupar con n 23% cada uno. Se encuentra también que la gestión
del concejo de la ciudad no es muy visible y por tanto no se reconoce demasiado
sus acciones en pro de la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, así
como se encuentra que en el nivel local tampoco se reconoce la gestión del
gobierno nacional teniendo un nivel de favorabilidad de 19,3% en Barranquilla,
13,2% en Cartagena y Valledupar 10%. Según los resultados hay un alto
porcentaje de ciudadanos que considera que nadie hace nada para mejorar su
calidad de vida: Cartagena 36,7% , Valledupar 33,5% y Barranquilla 25,6%.
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A continuación se presentan los resultados de la encuesta de clima de opinión y
situación económica de los hogares realizadas por la red de ciudades cómo
vamos, a partir de la cual se logrará analizar las percepciones de los individuos de
las ciudades en cuestión.
Tabla Nº8: Encuesta de percepción ciudadana sobre la calidad de vida año 2014 .
ITEM Cartagena Barranquilla Valledupar
Se sienten orgullosos o muy orgullosos de su ciudad
61% 81% 72%
Se sienten satisfechos con su ciudad como lugar para vivir
58% 80% 77%
Optimismo y bienestar subjetivo combinados
52% 74% 68%
Personas que se consideran a si mismos como pobres
30% 30% 29%
Fuente: Red de ciudades cómo vamos, 2015
La ciudad con más habitantes orgullosos de la misma es Barranquilla 81%,
seguida por Valledupar 72% y Cartagena con 61%, de igual manera en cuanto a
los resultados sobre el optimismo y bienestar subjetivo están en la misma escala
teniendo los siguientes resultados respectivamente 74%, 68% y 52%.
Tabla Nº9: Encuesta de percepción ciudadana sobre la calidad de vida año 2014 – Personas que consumieron al menos tres comidas
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ITEM Cartagena Barranquilla Valledupar
Personas que consumieron menos de las tres comidas
25% 29% 12%
Fuente: Red de ciudades cómo vamos, 2015
Barranquilla es la ciudad con mayor porcentaje de personas que consumieron
menos de tres comidas 29%, seguida por Cartagena 25% y Valledupar 12%.
Tabla Nº10: Encuesta de percepción ciudadana sobre la calidad de vida año 2014 –Afiliación a régimen de salud
ITEM Cartagena Barranquilla Valledupar
Afiliación a régimen contributivo de salud
52% 48% 44%
Afiliación a régimen subsidiado de salud
44% 51% 55%
Fuente: Red de ciudades cómo vamos, 2015
Según los resultados de la encuesta se registra casi una cobertura completa de
régimen de salud: en Cartagena el mayor porcentaje está en régimen contributivo
52% y 44% en subsidiado, Barranquilla 48% en contributivo y 51% en subsidiado y
Valledupar 44% contributivo y 55% subsidiado
Tabla Nº11: Encuesta de percepción ciudadana sobre la calidad de vida año 2014- Satisfacción con la oferta cultural .
ITEM Cartagena Barranquilla Valledupar
Satisfacción con la oferta cultural 48% 50% 63%
40
Fuente: Red de ciudades cómo vamos, 2015
La satisfacción con la oferta cultural es baja en general: Cartagena tiene 48% de
ciudadanos satisfechos, Barranquilla el 50% y Valledupar el 63%.
Tabla Nº12: Encuesta de percepción ciudadana sobre la calidad de vida año
2014 –Percepción de seguridad
ITEM Cartagena Barranquilla Valledupar
Percepción de seguridad en la ciudad 22% 32% 25%
Percepción de seguridad en los barrios
40% 50% 27%
Ha sido víctima de algún delito en el último año
15% 21% 20%
Fuente: Red de ciudades cómo vamos, 2015
En cuanto a la percepción de seguridad, Barranquilla en general tiene mayores
índices de seguridad tanto en la ciudad 32% como en los barrios 50%, Cartagena
percibe mayor seguridad en los barrios 40% pero muy baja seguridad en la ciudad
en general 22% y Valledupar presenta el mismo fenómeno siendo
respectivamente 27% y 20%.
Tabla Nº13: Encuesta de percepción ciudadana sobre la calidad de vida año 2014 –satisfacción con la gestión de las instituciones.
ITEM Cartagena Barranquilla Valledupar
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Considera que las entidades del estado están trabajando por su calidad de vida
55% 72% 68%
Considera que las entidades civiles están trabajando por su calidad de vida
42% 48% 32%
Imagen favorable de las instituciones públicas de la ciudad
78% 81% 75%
Buena gestión de las instituciones de la ciudad
51% 58% 43%
Confianza en la gestión del alcalde 35% 48% 27%
Buena Gestión del alcalde 51% 39% 30%
Favorabilidad del alcalde 62% 60% 55%
Conocimiento del alcalde 92% 79% 91%
Conocimiento del Concejo Municipal 42% 55% 60%
Imagen favorable del Concejo Municipal
49% 50% 54%
Buena Gestión del Concejo Municipal 26% 30% 26%
Perciben poco transparente la administración municipal
39% 23% 36%
Piensa que la corrupción ha aumentado
44% 27% 32%
Fuente: Red de ciudades cómo vamos, 2015
En la ciudad donde se registran más altos niveles de corrupción y baja percepción
de transparencia es en Cartagena teniendo indicadores del 44% y 39%
respectivamente, seguidos por Valledupar 32% y 36% y Barranquilla 27% y el
23%. La gestión más conocida es la del alcalde en comparación con la del concejo
municipal.
Considerando los datos presentados de la encuesta de calidad de vida del DANE,
las encuestas de calidad de vida y percepción ciudadana de la Red de ciudades
cómo vamos, y de acuerdo a lo propuesto por los autores citados en el capítulo
42
de la aproximación teórica, en especial Narayan (2000) la argumentación que se
desarrollará de acá en adelante girará en torno a sustentar cómo la cultura de la
Región Caribe, mediante la creación de bienes socioemocionales puede incidir
positivamente en los niveles de confianza y cooperación que generan un aumento
en los niveles de capital social que disminuye la autopercepción de pobreza
buscando explicar la conexión entre este último concepto y la felicidad.
En ese sentido debe analizarse qué sucede con la cultura y los bienes
socioemocionales, este concepto según Atria et. Al (2003) es un producto que se
obtiene de las redes sociales que resultan ser emociones de aprobación o interés
de unos individuos hacia otros y que ayudan a aumentar los niveles de
autoestima. En ese sentido, se considera que el desarrollo de actividades
culturales permite la creación de redes sociales que empiezan a generar activos
en la manera en la cual se relacionan los individuos, es decir que se generan
bienes socioemocionales que permiten aumentar los niveles de autoestima de los
individuos.
Considerando esto, en cuanto a la población cartagenera según los datos de la
Red de Ciudades Cómo vamos (2015) el 74% manifestó participar en actividades
culturales y el 48% de la población está satisfecha con la oferta cultural con la que
cuenta esta ciudad. Lo anterior se acompaña de la propuesta que desde la
Alcaldía Local se tiene en el Plan de Desarrollo orientada a promover las
actividades culturales de la ciudad, considerándolas como un camino para
promover el desarrollo humano de los cartageneros, aumentando las
oportunidades y capacidades para que puedan mejorar su calidad de vida; la
administración local considera que la cultura genera un impacto positivo en el
fomento de la educación y construcción de tejido social.
43
De acuerdo a esto, puede decirse que en Cartagena existe un alto porcentaje
(74%) de ciudadanos que participa de las actividades culturales que se ofrecen,
sus bajos niveles de satisfacción (48% satisfechos) se debe a que ésta se
visibiliza de forma más clara en el mes de noviembre cuando se hace la
celebración de las fiestas en conmemoración a la independencia, que además es
el momento del mes en el que los ciudadanos reafirman sus creencias y la
identidad cultural.
Estas fiestas logran reunir a la comunidad en torno a un fin común que es
conmemorar la Independencia mediante la organización de comparsas y desfiles
lo que permite que se generen acuerdos entre las personas para lograr el objetivo
propuesto.
En cuanto a Barranquilla, el 78,8% de la población encuestada por la Red de
Ciudades Cómo Vamos (2015), en esta ciudad la celebración del Carnaval de
Barranquilla es la festividad más fuerte que se tiene a lo largo del año y que se ha
institucionalizado tanto a nivel nacional como internacional, el cual es una
representación de las mezclas de identidades aborígenes y africanas. Se
considera que esta es la principal festividad alrededor de la cual muchas
asociaciones artísticas y de otro tipo trabajan a lo largo del año para hacer parte
de las comparsas del carnaval.
Esta festividad además de ser considerada como el evento folclórico y cultural
más importante del país y patrimonio cultural de la nación y obra maestra del
patrimonio oral e inmaterial de la humanidad, esto ha permitido que la festividad se
convierta en un espacio para la generación de tejido social que se acompaña en el
fortalecimiento de relaciones y redes entre las personas participantes de la
festividad.
44
Ahora bien, desde la política municipal se quiere diseñar un modelo en el cual la
calidad en la educación permita la formación de individuos integrales en los que la
cultura juega un papel muy importante que fomente la superación de las
inequidades y aumente el desarrollo de capacidades. Esto se acompaña de una
propuesta de creación de centros de desarrollo cultural en donde se logre que los
artistas de la ciudad tengan un lugar para expresarse exaltando así las labores
que realizan.
En Valledupar se considera que el 40,8% de la población ha participado de
actividades culturales, a pesar de que en la ciudad se celebra una Festival el cual
exalta la tradición cultural y musical de la región, evitando que se pierdan las
tradiciones, mitos y costumbres del vallenato, ritmo característico de la región
caribe. Sin embargo, de acuerdo con lo que expresó el Representante a la
Cámara del Departamento del Cesar, Eloy Quintero, quien considera que
realmente el festival vallenato fortalece la economía región, sin embargo esto no
se hace visible debido a que la ciudad no está lo suficientemente organizada para
recibir los dividendos que el turismo genera durante esta época del año (Quintero,
2015)
Si bien, desde el plan de desarrollo municipal se quiere que los individuos y las
comunidades se empoderen hacía la consolidación del patrimonio cultural, los
niveles de participación de la ciudadanía en las festividades culturales no es tan
alto como en los otros dos casos, lo cual puede estar asociado a que el Festival se
ha convertido en una celebración en la que participan mayoritariamente personas
de los estratos medio-alto y alto.
A partir de lo dicho hasta acá, puede afirmarse que Cartagena y Barranquilla en
medio de la celebración de diferentes festividades han logrado que la gente
genere interés por las actividades culturales que se realizan y formen asociaciones
45
y redes entre ellos, que les permiten aumentar las oportunidades. Lo anterior está
basado en que basadas en que individuos generen lazos de cooperación, bajo la
premisa de un juego Toma y Daca, que consiste en una ayuda mutua y que
mientras todos los jugadores respondan de la misma manera, se podrán seguir
manteniendo las relaciones de cooperación y confianza, lo que a su vez incide
positivamente en la generación de capital social.
Los bienes socioemocionales aparecen cuando se considera que dentro de esa
red social a la que pertenecen los individuos que se asocian para fomentar las
actividades culturales de la región Caribeestán todos en condiciones de
pertenecer a la red y aportar de alguna manera en ella, es decir, que el activo más
importante vuelven a ser las redes con las que cuenten los individuos y los bienes
socioemocionales asociados a la cooperación y a la confianza que ayudan a
generar confianza.
De acuerdo a los datos presentados de la encuesta de Calidad de vida del DANE
(2014) y la información de la Red de Ciudades Cómo vamos, esto no ocurre de la
misma manera en Valledupar, en donde la cultura no es el principal vehículo para
la construcción de relaciones de cooperación y confianza que creen capital social
considerando que las percepciones que se tienen del Festival Vallenato están más
orientadas a la promoción de la economía turística, relegando a un segundo plano
la promoción del patrimonio cultural.
Ahora bien, la generación de capital social y la autopercepción de la pobreza se
pueden analizar de forma conjunta mediante tres variables: (I) la capacidad de
acceder a alimentos y a un empleo estable, (II) estado débil, corrupto y poco
eficaz, (III) entorno en el que se encuentran los pobres asociado a la percepción
de seguridad y violencia. Para ello se analiza ciudad por ciudad los resultados de
estas variables de la forma que se presenta a continuación.
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Tabla Nº 14: Variables e indicadores para analizar autopercepción de pobreza
y capital social
Variable Indicador
La capacidad de acceder a
alimentos y a un empleo estable
Personas que consumieron menos
de tres comidas
Tasa de desempleo
Estado débil, corrupto y poco
eficaz
Imagen favorable de las
instituciones públicas de la ciudad
Buena gestión de las instituciones
de la ciudad
Confianza en la gestión del alcalde
Perciben poco transparente la
administración municipal
Piensa que la corrupción ha
aumentado
Entorno en el que se
encuentran los pobres asociado
a la percepción de seguridad y
violencia
Percepción de seguridad en la
ciudad
Fuente: Elaboración propia.
Tabla Nº15: Indicadores para analizar autopercepción de pobreza y capital
social
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Indicador Cartagena Barranquilla Valledupar
Personas que consumieron
menos de tres comidas
25% 29% 12%
Tasa de desempleo 9,9% 8,0% 9,9%
Imagen favorable de las
instituciones públicas de la
ciudad
78% 81% 75%
Buena gestión de las
instituciones de la ciudad
51% 58% 43%
Confianza en la gestión del
alcalde
35% 48% 27%
Perciben poco transparente la
administración municipal
39% 23% 36%
Piensa que la corrupción ha
aumentado
44% 27% 32%
Percepción de seguridad en la
ciudad
22% 32% 25%
Fuente: Red de Ciudades Cómo Vamos, 2015.
Frente a la variable para acceder a empleo y a alimentación, se encuentra que
Barranquilla tiene el porcentaje más alto de personas que consumen menos de
tres comidas diarias, seguido por Cartagena y Valledupar; en cuanto a la tasa de
48
desempleo en Cartagena y Valledupar tienen la misma que es de 9,9% mientras
que Barranquilla tienen una tasa de 8%. Ahora si estos datos se contrastan con
los niveles de pobreza monetaria y pobreza monetaria extrema, las tres ciudades
muestran índices muy similares, sin embargo, Valledupar a pesar de tener un bajo
índice de personas que consumen menos de tres comidas, tiene el más alto nivel
de pobreza monetaria de las tres ciudades.
De forma general puede decirse que los dos indicadores escogidos para analizar
la variable de acceso al empleo y alimentación, son congruentes y representan
porcentajes similares a excepción del caso de Valledupar.
Tabla Nº16: Comparación entre indicadores de pobreza monetaria, pobreza monetaria extrema y percepción de pobreza
Pobreza
Monetaria
Pobreza Monetaria
extrema
Percepción de
pobreza
Cartagena 29,2% 5,8% 30%
Barranquilla 29,1% 4,2% 30%
Valledupar 31,4% 4,4% 29%
Fuente: Red de Ciudades Cómo Vamos, 2015
En cuanto a la variable de Estado débil, corrupto y poco eficaz, se encuentra que
en las tres ciudades hay una imagen de favorabilidad alta de las instituciones
públicas siendo para Cartagena de un 78%, Barranquilla 81% y Valledupar 75%,
sin embargo en la evaluación de la gestión disminuye un poco la satisfacción de
los ciudadanos frente al tema, siendo respectivamente: 51%, 58% y 43%; y
disminuye aún más cuando se observa la confianza en la gestión del alcalde que
49
es de 35%, 48% y 27%. Referente a los niveles de corrupción y transparencia, el
44% de los cartageneros considera que ha aumentado la corrupción, el 27% de
los habitantes de Barranquilla considera lo mismo y en Valledupar el 32%.
Lo anterior refleja que a pesar de la alta favorabilidad que parecieran tener las
instituciones públicas de la ciudad, la confianza en la gestión de las mismas es
muy baja y los niveles de percepción de corrupción altos indica que se tiene baja
confianza en la gestión del Estado, de su institucionalidad y transparencia del
mismo. En cuanto al entorno, debe decirse que la percepción de seguridad en
estas ciudades es muy baja: 22% en Cartagena, 32% en Barranquilla y 25% en
Valledupar.
Dicho esto, se puede afirmar que las dos variables directamente relacionadas con
la creación de capital social que es la confianza en las instituciones y el entorno en
que habitan los ciudadanos, son muy bajas ya que se encuentran que los niveles
de confianza y seguridad ciudadana en las ciudades en cuestión no muestran que
se fomente la creación de capital social careciendo de confianza tanto en la
gestión de la instituciones gubernamentales como en la seguridad del entorno.
En cuanto a la autopercepción de la pobreza comparado con los niveles de
pobreza monetaria y pobreza monetaria extrema se encuentra que los niveles son
muy similares, es decir que quienes son considerados como pobres de acuerdo a
los cálculos que se hacen bajo los niveles de ingresos de la población, se perciben
también como pobres.
Ahora considerando que la autopercepción de la pobreza está directamente
asociada con la percepción de bienestar y felicidad, lo dicho hasta acá falsearía la
hipótesis que se ha propuesto de que el fomento de actividades culturales incide
50
positivamente en los niveles de felicidad de la población y en los niveles de
autopercepción de pobreza, considerando que estos niveles se disminuyen
cuando se da la creación de capital social.
En aras de explicar este fenómeno, se puede decir que la falencia puede estar en
la forma en la que se genera capital social. Si bien, las tres ciudades tienen
grandes festividades que son reconocidas a nivel nacional, la oferta cultural en
general es muy precaria y aún cuando desde los planes de desarrollo se propone
el fomento de la cultura, las acciones concretas orientadas a tal fin son pocas, lo
cual genera que la oferta cultura se reduzca a las grandes festividades y sean
sólo estaos escenarios en los que los ciudadanos pueden establecer relaciones de
cooperación y confianza, es probable que estas no sean lo suficientemente fuertes
en todos los aspectos.
A su vez, los niveles de capital social pueden ser bajos debido a la poca confianza
que se tiene en el diseño institucional, la eficacia del Estado a la hora de dar
respuesta y a los entornos en los que habitan los individuos, considerando que los
bajos niveles de seguridad mina las relaciones de cooperación y confianza que se
pueden dar entre los grupos comunitarios.
Se considera entonces que la generación de capital social está asociado a dos
variables que se pueden agrupar en: fomento de actividades culturales y la
confianza en el entorno y en el diseño institucional. A partir de allí se pueden
presentar cuatro escenarios que serán presentados en el gráfico Nº1.
Desde la propuesta diseñada en este documento, se pensaba en ejemplificar el
escenario en donde existieran altos niveles de cooperación y confianza
promovidos tanto por los niveles culturales como por la confianza en las
51
instituciones y en el entorno en el cual se encuentran las personas. Sin embargo,
lo que se encontró al hacer el análisis es una mezcla entre el escenario en el que
hay altos niveles de cultura y bajos niveles de confianza en el entorno y en las
instituciones y un escenario en el que debido a los bajos niveles de cultura y baja
confianza en las instituciones, no se cuenta con altos niveles de capital Social.
La principal ejemplificación del escenario 3 puede ser la situación de Valledupar,
en donde a pesar de la celebración del festival vallenato la población percibe
bajos niveles de actividades que promuevan la cultura y la confianza en las
instituciones y el entorno es muy baja. Barranquilla ejemplifica el escenario 4 en
donde existen altos niveles de cultura que generan bienes socioemocionales de
que permiten generar bienes socioemociales que crean relaciones de cooperación
y confianza pero no son lo suficientemente fuertes para ser materializadas debido
a la debilidad institucional. Cartagena, se encuentra en una entre estos dos
escenarios, en donde si bien hay altas festividades y celebraciones culturales no lo
son tanto como para generar fuertes relaciones de cooperación y confianza, lo que
si se puede afirmar es que existe un baja nivel de confianza en el entorno y las
instituciones por lo cual no se logra generar capital social.
52
Gráfica Nº1: Cultura y confianza en la generación de capital social.
Fuente: Elaboración Propia.
53
4. CONCLUSIONES
A partir del análisis que se presentó se puede concluir que la hipótesis propuesta
bajo la cual se afirmaba que la población de Cartagena, Barranquilla y Valledupar
son más felices debido a que las festividades culturales aumentan el capital social
que ayudan a disminuir los niveles de autopercepción de la pobreza, fue falseada.
A pesar de las festividades culturales que se presentan en cada una de estas
ciudades, los niveles de capital social siguen siendo muy bajos y al realizar una
comparación entre los niveles de pobreza monetaria y pobreza monetaria extrema
no dista mucho de la percepción que tienen de pobreza.
En ese sentido se puede afirmar que aún cuando existe una apuesta desde los
planes de desarrollo local de las ciudades en cuestión para la promoción de la
cultura, la materialización de las actividades culturales es muy compleja,
considerando además que para que incida de forma positiva en la creación de
capital social, debe acompañarse de un fortalecimiento institucional y aumento de
garantías en el entorno y en su seguridad.
Puede decirse entonces que tal y como se manifiesta en las en las entrevistas
realizadas y en el análisis de datos hecho os ciudadanos de Cartagena,
Barranquilla y Valledupar no son más felices sino que en torno a la festividades
que celebran tienen más espacios para ser alegres, lo cual no necesariamente
indica que sean más felices. Si se analiza la felicidad desde la concepción
subjetiva de pobreza y bienestar, se encuentra que en las ciudades en cuestión
las variables a partir de las cuales se puede construir capital social son muy bajas
de forma que no inciden de forma positiva en la disminución de la autopercepción
de la pobreza.
54
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ANEXO 1. ENTREVISTAS
Eloy Quintero -Representante a la Cámara por el departamento de Cesar. Por
el partido Cambio Radical
1. ¿Cuáles son los efectos (expost) del Festival Vallenato?
R/ . Bueno en la parte económica el festival vallenato se fortalece de muchos
sectores de la economía de la región y eso es muy importante, lastima que el
festival no esta organizado como debe ser, hay mucho desorden, no se
canalizan bien las cosas yo creo que el mismo turismo que genera mucho
dividendo en este evento, no esta bien organizado, la ciudad colapsa y
entonces se pierde mucho, se pierde mucho recurso que podrían canalizarse
bien en este evento tan importante, el mas importante que tiene el país digo yo
porque aquí legan alrededor de 60 mil 80 mil personas y eso dice mucho.
2. ¿ Porque la región Cribe es considerada como la más feliz?
R/. Yo no creo que sea la mas feliz, porque hay mas pobreza, lo que ocurre es
que el temperante del hombre del caribe es ese, espontaneo, alegre, pero no
puede ser la mas feliz, en la costa hay mucha pobreza como en el occidente, el
Chocó el pacifico colombiano, diferente el pacifico a la costa caribe porque son
como mas fríos son menos espontáneos que nuestra gente del caribe
colombiano.
3. ¿Cómo la creación social de capital puede ayudar a reducir los niveles de
pobreza?
R/. Claro, cuando se tienen inversiones los inversionistas que lleguen a
cualquier región deben pensar en la parte social, invertir en la parte social, lo
que va a generar ese capital en la parte social , y eso es lo mas importante por
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eso muchas empresas en este país tienen fundaciones porque es la manera de
generar compromiso con los sectores sociales de la población.
María Margarita Diaz Granados Gerlein. Reina del Carnaval 2014
1. ¿Cuáles son los efectos (ex-post) del carnaval de Barranquilla?
R/. Los efectos post carnaval son muy positivos ya que después de esta
experiencia crecí mucho como persona, aprendí a valorar las verdaderas cosas
importantes de la vida, también aprendí mucho más sobre mi cultura, llegue a
rincones de mi ciudad que no conocía y conocí el verdadero amor del pueblo
caribeño.
2. ¿Por qué la región caribe es considerada como la más feliz?
R/. La región caribe es considerada como la más feliz, porque todas aquellas
personas que viven en esa región se caracterizan por ser individuos
descompilados, alegres y llenos de felicidad sonríen siempre y se enfrentan a los
problemas con una actitud positiva.
3. ¿Cómo la creación social de capital puede ayudar a reducir los niveles de
pobreza?
Ya que es una variable que nos indica que tanto estamos ayudando a los demás y
que tanto estamos colaborando para que la pobreza en nuestro país se disminuya.
Pienso que es una variable a concientizar y nos hace actuar en beneficio de los
demás.