Post on 18-Jan-2016
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SESIÓN 3LA EMPRESA EDUCATIVA
(CONTINUACIÓN)
MAESTRIA EN DOCENCIA Y GESTIÓN DE INSTITUCIONES EDUCATIVAS
GESTIÓN ESCOLAR.
Por:José Raúl Galván Godines
NUEVAS PROPUESTAS PARA LA GESTIÓN EDUCATIVA
Imaginemos por un segundo que contemplamos la cadena de montaje del modelo “T” de Ford,
una interminable secuencia de ensamble de piezas que tienen la finalidad de entregar al final de
ella, un producto terminado. Cada uno de los encargados de las diferentes estaciones de la cadena
de montaje repitiendo de forma automática colocar una pieza, contando las vueltas de los tornillos
y midiendo la presión a la que deben estar sujetos cada uno para no aflojarse, colocando un cristal
en su lugar, cuidando que no se rompa o astille y afecte la calidad del producto final; al terminar la
jornada el obrero, solo puede pensar en cómo introdujo el pistón en el monoblock del motor, el
movimiento mecanizado para sujetar la caja de velocidades al motor o para finar la suspensión al
chasis de cada unidad que pasó por sus manos.
En este ambiente, la escuela imparte el conocimiento o al menos eso es lo que la reforma
educativa que hoy vivimos quiere evitar, pero en realidad ¿quién sabe cómo aplicar el concepto
educativo de Piaget o de Brunner? ¿Cómo se debe formar al estudiante del siglo XXI? ¿Cuántos
sabemos cómo debe ser una sesión de corte constructivista?
El problema ahora es romper ese paradigma de la escuela conductista si todos los que estamos al
frente de los estudiantes en el aula solo sabemos estar al frente, no sabemos cómo estar entre
ellos ni conocemos a fondo su circunstancia, sus gustos e intereses; fomentamos la competencia
por el logro de la máxima nota, evaluamos para reflejar el desempeño de aprendizaje por un
número, enseñamos con la repetición para la memorización conocimientos o información que
“sabe dios” si será útil en su vida laboral o cotidiana.
El premio o el castigo que este tipo de enseñanza trae para nuestros estudiantes se reflejará en la
“mediocridad” o “triunfo” que las personas habrán de hacer evidente en su forma de vida; la
respuesta más común del docente es decir: “ya lo castigará la vida”, “necesito quien lave mi coche
o quien pode mi jardín”; cuando en realidad el ser humano únicamente necesita conocer es el
manejo de herramientas que le permitan desempañar bien su trabajo cualquiera que este sea para
proveer de lo necesario a sus dependientes. El ser humano, al igual que la semilla de una planta,
tiene la información necesaria para formarse y proveerse del medio ambiente que le rodea, en los
primeros años de vida absorbemos y asimilamos todo lo que necesitamos para vivir, se podría
decir que el noventa por ciento de los menores de 6 años, son genios y que el 10 por ciento de los
mayores de 25 pueden clasificarse como tal1. La gestión educativa como se ha ido manejando es la
culpable de este fenómeno, en realidad se podría decir que el concepto de escuela surge a partir
del modelo prusiano que busca formar trabajadores “inteligentes” de la cual se espera que
algunos cuantos alcancen niveles superiores a los estándares, que sean los que dirijan a la
mayoría, lo mismo que unos cuantos “marginados”.
La existencia de la elite se respalda en la existencia de la “plebe” que debe callar y obedecer, que
crea un sistema que perpetua la máxima darwiniana “la supervivencia del más apto” crea la
escuela a imagen de un proceso productivo, que busca la competencia, la segregación y el
aburrimiento…
Hoy en día tanto docentes como estudiantes “alucinan” con el fantasma del aburrimiento, el
estudiante de hoy tiene infinidad de distractores e informadores que modelan una personalidad
inquieta, que busca nuevos retos y que rechaza al “líder de látigo”, imagen que por desgracia tiene
el maestro, heredada de sus propios maestros. El docente de hoy necesita realimentarse de las
teorías que ya han planteado el conocimiento significativo y contextualizado, pero a la vez
necesita un modelo de liderazgo que le permita desarrollarlo sin la exigencia de quienes dirigen las
políticas educativas que a toda costa requieren resultados positivos, bajo estándares de premio o
castigo.
Hoy en día tenemos una disyuntiva, seguir con el conductismo o tomar el constructivismo, que
espera que cada uno asimile el conocimiento a su propio ritmo, el cuál se sale de los estándares
que organismos como la OCDE exige a quienes quieren formar parte de ella y que se contrapone
con los postulados de la UNESCO en sus cuatro pilares de la educación: Aprender a conocer,
aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
La escuela de hoy con la reforma en marcha necesita apegarse a un plan estratégico de gestión
educativa, para que en las aulas el docente sea un líder que provoque en sus alumnos el deseo de
aprender, que desarrolle escenarios contextualizados que generen en el estudiante los
aprendizajes significativos que conviertan a la escuela en el espacio que Sócrates, Platón y
Aristóteles generaron para obtener el conocimiento y formación para la vida que los estudiantes
necesitan para acceder a la educación superior o integrarse al campo laboral.
1 Película “La educación prohibida” EULAM producciones 2012