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INFLUENCIA DE DOS ISLAS CANARIAS EN
LOS ESCRITOS DE MIGUEL DE UNAMUNO
Y JOSÉ SARAMAGO
(INFLUENCIA DE FUERTEVENTURA Y LANZAROTE EN
MIGUEL DE UNAMUNO Y JOSÉ SARAMAGO)
RESUMEN:
Este trabajo se presenta como la investigación de la influencia de dos islas
canarias en la vida y obra de dos grandes escritores: Miguel de Unamuno, exiliado en
Fuerteventura en 1924 y de José Saramago, autoexiliado en Lanzarote en los años 90.
La investigación comienza explicando cuál es la causa de la llegada de estos dos
autores a las islas de Fuerteventura y Lanzarote y explicando que su llegada no fue
voluntaria, sino que problemas políticos en el caso de Unamuno y político religiosos en
el caso de Saramago, les trajeron aquí. En el caso del primer autor, su exilio fue forzoso,
en el caso del segundo autor, fue él mismo el que se autoexilió y el que buscó un lugar
para refugiarse.
A través de los escritos de ambos autores, se expondrán los cambios surgidos en
sus obras y pensamientos tras su llegada a las islas o la experiencia de su paso por ellas.
Comenzaremos por designar a Lanzarote y Fuerteventura como su refugio, su fuente de
inspiración y de superación personal, reflejado en uno y otro de diferentes maneras,
como por ejemplo, cambio de temática en la obra de Miguel de Unamuno, o cambio de
forma en la escritura en José Saramago, que pasará de una forma más barroca, a una
forma más sencilla y menos adjetivada; o cómo, siendo ambos personas ya maduras
cuando llegaron a las islas, y con un importante camino recorrido, éstas, llegan a formar
parte de cambios en la temática de sus obras y filosofía de vida.
Como conclusión, haré un breve resumen en el que pondré de manifiesto cómo
no sólo las islas han influido en sus escritos, sino que su permanencia en ellas, ha
influido también en la cultura y modo de vivir de sus habitantes.
ÍNDICE:
Resumen………………………………..Página 1
Índice…………………………………...Página 2
Introducción…………………………... Página 3
Desarrollo………………………………Páginas 5-10
Conclusión………………………….......Página 11
Bibliografía……………………………..Páginas 12-15
INTRODUCCIÓN:
Es aquí, en mi provincia, donde autores tan prestigiosos como son Miguel de
Unamuno y José Saramago encuentran refugio, donde desde su llegada encontrarán
inspiración para escribir. Y pensé: “¿Por qué estudiar algo lejano a mí? ¿Por qué no
empezar por conocer lo que me rodea? ¿Puede afectar la influencia de un lugar, una
cultura, un lenguaje, a una persona hecha emocional y culturalmente? ”.
Don Miguel de Unamuno y Jugo está considerado como uno de los intelectuales
y escritores más importantes de las letras españolas. Cursó Filosofía y Letras en Madrid
y consiguió la cátedra de griego en 1891 en la Universidad de Salamanca. Es aquí y en
estos años donde se inclina hacia la ideología socialista y escribe frecuentemente en la
prensa obrera de la época. Entre 1921 y 1923 fue vicerrector y decano de la Facultad de
Letras y cuando el general Primo de Rivera dio el golpe de estado del 13 de septiembre
de 1923, anulando la Constitución y disolviendo las instituciones democráticas,
Unamuno condenó el régimen militar de Primo de Rivera, motivo por el cual fue
desterrado a la isla de Fuerteventura a donde llegaría el 10 de marzo de 1924. Su
estancia en ella fue sólo de cuatro meses, pero enseguida entablaría contacto con los
intelectuales de la isla, y en ella escribiría cotidianamente, inspirándose en el paisaje y
las costumbres de sus gentes. Él, con su cuidada poesía y su prosa descriptiva supo
inmortalizar el peculiar paisaje y la cultura majorera proyectándola a nivel mundial.
José Saramago llega a Lanzarote, la isla más oriental del archipiélago canario,
tras el revuelo mediático ocasionado en Portugal que se produce al censurar el Gobierno
de este país la presentación de una de sus obras, El Evangelio según Jesucristo, en el
que expresa de esta manera: “Entonces comprendió Jesús que vino traído al engaño
como se lleva al cordero al sacrificio, que su vida fue trazada desde el principio de los
principios para morir así y clamó al cielo abierto donde Dios sonreía: Hombres ,
perdonadle, porque él no sabe lo que hizo” 1. Rechazado porque frases como éstas
podría herir emocionalmente a la comunidad católica. Saramago, tras esto, viaja a
Lanzarote donde decide comprar un terreno en el que posteriormente construirá su casa,
ésta será en la que pasará el resto de sus días, escapando así del ruido mediático para
poder dedicarse a la escritura con total tranquilidad, es decir, protagonizará un exilio por
voluntad propia.
1 AQUILEANA. José Saramago:”El Evangelio según Jesucristo”[en línea]
http://aquileana.wordpress.com/2008/01/13/jose-saramago-el-evangelio-segun-jesucristo/ [Consulta 11 de
noviembre del 2011]
DESARROLLO:
Las Islas Canarias, archipiélago, formado por siete islas, situado en el Océano
Atlántico, muy próximo a África, siempre han formado parte de la literatura. Este
archipiélago causa énfasis por su clima y sus paisajes dispares: volcánicos, secos,
húmedos, montañosos, llanos, arenosos, marítimos…
Ya en los textos clásicos podemos encontrar referencias sobre ellas: “En los
confines de la Tierra, atravesando el tenebroso Océano, existen unas islas paradisíacas
que gozan de un clima eternamente primaveral y cuyos campos producen toda clase de
alimentos y frutos sin necesidad de trabajo. En ellas residen ninfas, hijas de Atlante, las
Hespérides, que custodian un maravilloso jardín, en el que está el árbol que contiene la
esencia de la inmortalidad y produce manzanas de oro. Las almas de los
bienaventurados llevan allí una existencia edénica, libres de preocupaciones”2
Pero esto no es lo único que ha dado pie a que éstas sean famosas dentro de la
literatura, muchos han sido los autores que han encontrado la inspiración y el refugio
que buscaban en estas islas, tales como Miguel de Unamuno, Ignacio Aldecoa y José
Saramago, ya sea por simples viajes o exilios.
“Para mí Fuerteventura fue todo un oasis, un oasis donde mi espíritu bebió de las
aguas purificadoras y salí refrescado y corroborado para continuar mi viaje a través del
desierto de la civilización”3
Fuerteventura caló hondo en el alma de Unamuno. Fue en su obra De
Fuerteventura a París que subtitula como Diario íntimo de confinamiento y destierro
y en diferentes artículos y discursos sobre Canarias, recogidos por Francisco Navarro
Artiles en Unamuno. Artículos y discursos sobre Canarias donde podemos encontrar la
presencia de tres temas fundamentales: la crítica mordaz al sistema político impuesto
por Primo de Rivera, recogidos en versos al más puro estilo satírico quevedesco, el
sentimiento fruto de su experiencia religiosa, y el descubrimiento que hace de
Fuerteventura: paisajes, costumbres, leyendas y gentes.
En las páginas De Fuerteventura a París, tanto en los sonetos como en sus
apostillas en prosa, “Unamuno dejará fluir la palabra literaria como llama viva
consustanciada de pasión y soledad. En ella verterá su experiencia emocional y sus
tensiones profundas, en una actitud de romántica vehemencia y en la más pura línea de
la modernidad”4. Y es así como podemos encontrar que es en la isla de Fuerteventura
2 IES LILA. Las Islas Canarias en el Mundo Clásico. [en línea]
ieslilab.files.wordpress.com/2010/11/canarantig.pdf [Consulta 16 de diciembre del 2011]
[Consulta 16 de diciembre del 2011] 3 UNAMUNO, Miguel. De Fuerteventura a París. Santa Cruz de Tenerife. Ediciones Idea. 2002. Pág.100
4 ARENCIBIA SANTANA, Yolanda. Unamuno en Canarias y Canarias en Unamuno: vida y literatura
[en línea] [Consulta 11 de noviembre de 2011]
donde encuentra Unamuno un remanso para la reflexión religiosa que le había
inquietado durante toda su vida:
“Un oasis me fuiste, isla bendita;
La civilización es un desierto
Donde la fe con la verdad se irrita;
Cuando llegué a tu roca llegué a puerto
Y esperándome allí a la última cita
Sobre tu mar vi el cielo todo abierto”. 5
Pero donde más podemos afirmar que esta reflexión religiosa y humana es
importante en el escritor es a través de sus escritos sobre el mar: “La mar ha cantado a
mi soledad íntima y me ha encantado”6 afirma con este juego de palabras o: “¡La mar!
Allá en Fuerteventura, en mi entrañada Fuerteventura –pedazo de mi alma eterna ya- ,
bañaba todos los días mi vista en la visión eterna de la mar, de la mar eterna, de la mar
que vio nacer y verá morir la historia, de la mar que guarda la misma sonrisa con que
acogió el alba del linaje humano, la misma sonrisa con que contemplará su ocaso” 7donde además se describir de forma magistral su sentimiento sobre el mar y su
recuerdo de la isla, podemos ver reflejada esa expresión íntima que siempre persiguió a
Unamuno: su preocupación existencial, ese fantasma que le perseguirá hasta el final de
sus días y que se repetirá en muchas de sus obras “Sobre tu mar vi el cielo todo
abierto”.8
Al llegar, le sorprendieron la austeridad de sus paisajes, revivió la sensación de
aislamiento que sintiera la primera vez que llegó a Canarias de forma voluntaria y
5 UNAMUNO, Miguel. De Fuerteventura a París. Santa Cruz de Tenerife. Ediciones Idea. 2002. Página
99.
6 HERNÁNDEZ BAUTISTA, Roberto. Unamuno en Fuerteventura.[ en línea]
http://www.slideshare.net/roberto662/unamuno-en-fuerteventura-1946195 [Consulta 25 de octubre de
2011]
7 HERNÁNDEZ BAUTISTA, Roberto. Unamuno en Fuerteventura.[ en línea]
http://www.slideshare.net/roberto662/unamuno-en-fuerteventura-1946195 [Consulta 25 de octubre de
2011]
8 DE LA NUEZ CABALLERO, Sebastián. Ensayos y documentos sobre Unamuno en Canarias. La
Laguna
http://books.google.es/books?id=U172KxzNLggC&pg=PA81&dq=Miguel+de+unamuno+estudio+sobre
+su+obra+II+Yolanda+arencibia+santana&hl=es&sa=X&ei=Wr0yT4i6JMKDhQeDssmwCQ&ved=0CD
cQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false. Instituto de Estudios Canarios. 1998. Página 58.
descubrió la placidez, fuerza y soledad del mar. Tuvo contacto con sus habitantes y con
algunos de ellos forjó una verdadera amistad que confortarían la desolación íntima del
destierro. Así, podemos encontrar estas palabras: “Porque nunca olvidaré que fue ahí y
gracias a usted y su librería cómo releí a Galdós y aprendí a conocerlo. Pues debo
declarar que aun cuando yo conocí y traté a don Benito, mi verdadero conocimiento de
su obra data de mi estancia en esa casa. Es la quietud y sosiego de esa isla donde pude
darme cuenta de todo el enorme trabajo de aquel hombre recogido. Mi Galdós de hoy es
el que aprendí a conocer ahí”9 para más adelante continuar diciendo: “¡Qué mañanas
aquellas en que le leía en la terraza del hotelito, completamente desnudo y tomando el
sol!” 10
Dirigiéndose a Castañeyra, conocido librero majorero.
Los pueblos de Fuerteventura y su arquitectura, su gastronomía, su clima y sus
leyendas son también cuna de inspiración para Unamuno, le sorprenden sus
construcciones que le recuerdan a aquellas de las antiguas grandes civilizaciones del
Nuevo Mundo, alzando así éstas a un merecido reconocimiento universal: “En Pájara
hay una pequeña iglesia , y esta iglesiuca de Pájara tiene una portada en que un cantero
que parece haber recibido inspiraciones de los aborígenes de las Indias occidentales, ha
trazado unas grecas y unas figuras simbólicas que por su estilo recuerdan los
ornamentos incaicos o de los aztecas”11
. Podemos ver que dice con respecto a su
gastronomía: “¿Ha hecho el gofio a los majoreros, o han hecho los majoreros al gofio?
Las dos cosas. Y a los dos les ha hecho esta fuerteventurosa Fuerteventura. Es esta tierra
esquelética, escueta, hija de las entrañas fogosas de la tierra, es esta isla de desnudez la
que ha hecho el gofio, como ha hecho la aulaga, y ha hecho el hombre que tuesta el
grano y se lo come”; 12
sin olvidar nunca su paisaje: “Estas soledades desnudas,
esqueléticas, de esta descarnada isla de Fuerteventura! ¡Este esqueleto de tierra,
entrañas rocosas que surgieron del fondo de la mar, ruinas de volcanes; esta rojiza
osamenta atormentada de sed! ¡Y qué hermosura! ¡Sí, hermosura!”13
. Sobre su clima
podemos encontrar: “¿Qué le parece a usted nuestro clima? Clima quiere decir
9 GARCÍA MORA, José Luis. Unamuno leyó a Casandra de Galdós. Universidad Autónoma de Madrid. Pág. 98 [en
línea]
http://books.google.es/books?id=U172KxzNLggC&pg=PA97&lpg=PA97&dq=Jos%C3%A9+Luis+Mora+Garc%C3
%ADa.+Unamuno+ley%C3%B3+a+Casandra+de+Gald%C3%B3s.+Universidad+Aut%C3%B3noma+de+Madrid&s
ource=bl&ots=-
FiPGQbRZf&sig=_E1km36QucmTlCTpOj0ilxlDWlY&hl=es&sa=X&ei=9b4yT8iODsWdOvOSrfgG&ved=0CCsQ6
AEwAQ#v=onepage&q&f=false [Consulta el 12 de diciembre de 2011]
10 ROBLES, Laureano. Alrededor del estilo. Epistolario Americano. Página 28 [en línea] http://books.google.es/books?id=Wxs4uTcTf18C&pg=PA442&dq=Laureano+Robles.+Alrededor+del+estilo.+P%C3
%A1g.+28&hl=es&sa=X&ei=0b8yT4ygMoOxhAfi_dDxBA&ved=0CDIQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false
[Consulta 17 de diciembre de 2011]
11HENRÍQUEZ SANTANA, María del Rosario. Me llevo el recuerdo: Unamuno en Canarias. Página 18 [en línea] http://www.tomasmorales.com/portal/RWcab/DOCUMENTOS/27/2_19292_33.pdf [Consulta 11 de diciembre de
2011]
12 NAVARRO ARTILES, Francisco. Unamuno. Artículos y discursos sobre Canarias. Puerto del Rosario.
Excelentísimo Cabildo Insular de Fuerteventura. 1980. Página 70-71
13 HENRÍQUEZ SANTANA, María del Rosario Me llevo el recuerdo: Unamuno en Canarias. Pág 21 [en línea] http://www.tomasmorales.com/portal/RWcab/DOCUMENTOS/27/2_19292_33.pdf [Consulta 11 de diciembre de
2011]
inclinación, y la inclinación es aquí, en esta afortunada isla de Fuerteventura, admirable.
¡Qué escuela de sosiego! ¡Qué sanatorio! ¡Qué fuente de calma!” 14
;o sobre sus
leyendas: “He estado leyendo sobre el origen de estas islas y me he armado una regular
confusión en la cabeza con todas estas andróminas geológicas. Si las islas se han
destacado del continente africano; si han surgido, por sucesivos levantamientos
volcánicos, del fondo del océano -y esto dicen que parece lo más probable-; si en un
tiempo remoto antes de venir el hombre a nacer, sufrir, soñar y morir en la tierra,
formaron parte de un continente, hoy sumergido entre el Antiguo y el Nuevo Mundo y
hasta si estuvo o no dividida la Tierra en dos continentes-mejor contenidos- sólidos, uno
del Norte y otro del Sur. Y a todo esto llega la famosa Atlántida de Platón. Aquella de
que el poeta habló en dos de sus diálogos, en el Timeo y en el Critias”.15
Todo ello para concluir que Unamuno no fue un habitante más, un exiliado al
que sólo importaba volver a su tierra, a su mundo, sino que esta isla además de
procurarle buenas amistades, hizo que una temática nueva, nunca imaginada, emergiera
en su literatura.
"Contar los días con los dedos y encontrar la mano llena”16
.
De esta manera es como el Premio Nobel de Literatura de 1998, José Saramago,
expresa los sentimientos que emergen de su interior sobre su estancia y vivencias en
Lanzarote, su pequeño refugio volcánico, su Azinhaga reencontrado.
Es aquí, en mi Isla, donde José Saramago encuentra su refugio idealizado, donde
desde su llegada hasta más adelante, encontrará la inspiración de las obras que redactará
en la isla de Lanzarote. El escritor José Saramago, siempre ha sido un personaje
controvertido, en cuanto a ideología se refiere y una persona, a parte, de ideas claras y
firmes. Su estancia en Lanzarote es más prolongada que la de Unamuno, ya que
permanecerá aquí desde la década de los 90 hasta su fallecimiento en junio de 2010 y
comparte con él, entre otras cosas, el haber encontrado un refugio y un lugar de calidez
en las Islas Canarias.
Esta relación la sostiene también César Antonio Molina en el prólogo de
Cuadernos de Lanzarote I, poniendo en boca de Saramago, que éste se sentía
identificado con el sentimiento de exilio compartido con Miguel de Unamuno17
.
Aunque el de Saramago se extendiese hasta el último de sus días; ambos comparten la
fuente de inspiración que supuso para ellos la isla en la que se hallaban.
14
ARTILES, Francisco. Unamuno. Artículos y discursos sobre Canarias. Puerto del Rosario.
Excelentísimo Cabildo Insular de Fuerteventura, 1980. Página 53. 15
ARTILES, Francisco. Unamuno. Artículos y discursos sobre Canarias. Puerto del Rosario.
Excelentísimo Cabildo Insular de Fuerteventura. 1980. Página 65. 16
SARAMAGO, José. Cuadernos de Lanzarote (1993–1995). Madrid. Alfaguara. 1998. Página 656. 17
SARAMAGO, José. Cuadernos de Lanzarote (1993–1995). Madrid. Alfaguara. 1998. Página 20.
Los cambios más notables en la vida de Saramago son la entrada en una vida
más relajada en cuanto al rumor mediático. Aquí me refiero a la última etapa de su
residencia en Lisboa. Una entrada a una vida de total tranquilidad entre volcanes y mar,
entre sus gentes y su hospitalidad. En Lanzarote retoma el contacto con la naturaleza
que había sentido en su infancia en Azinhaga y en sus veranos en este pueblo de
Portugal, del cual tiene sus verdaderos recuerdos, como él mismo expone en su discurso
de aceptación del Premio Nobel de Literatura, que le concedieron en 1998, que hoy se
recoge en un libro llamado Discurso de Estocolmo.
Sumergiéndome más aún en la vida del Premio Nobel, voy conociendo más
sobre él, sobre sus sentimientos y aspiraciones.
Si nos situamos en la parte más social y cálida de José Saramago, éste entra en
contacto con el mundo lanzaroteño, con personajes tan importantes dentro de la cultura
de Lanzarote como es César Manrique, escultor y pintor lanzaroteño con el que
entablaría una gran amistad y con el que compartiría, entre otras cosas, su defensa de la
Isla frente a “los desmanes de la especulación inmobiliaria”18
Posteriormente, el Gabinete Científico de Lanzarote Reserva de la Biosfera
recuerda que César Manrique fue el artista “descubridor” de Lanzarote, mientras que
José Saramago recaló en la Isla más tardíamente, atraído por ella y “Dispuesto a luchar
contra la mercantilización en boga y la explotación destructiva del territorio”.19
El contacto que mantenía José Saramago con las gentes de Lanzarote podemos
verlo reflejado en el siguiente fragmento de Cuadernos de Lanzarote I: “Estos
artesanos no usaban horno, las piezas son cocidas al aire libre, sobre rejas de hierro.
Cuando Elena preguntó a la vieja Dorotea si le gustaba ver por allí a los turistas,
respondió que sí, que tanto daba entenderlos como no…La jornada terminó con un
rápido paseo por El Golfo, pero antes habíamos estado con un personaje extrañísimo, un
Enrique Díaz de Bethancourt, descendiente, por lo que se dice y él confirma, de la
antigua familia fundadora, a principios del siglo XV”20
Si volvemos la vista otra vez a Azinhaga, el pueblo portugués, en el cual
Saramago nació y residió durante un periodo de la niñez muy corto, aunque
posteriormente lo frecuentaba cada verano. Es aquí, en el pueblo de sus abuelos
maternos, donde tiene los verdaderos recuerdos, en su mayoría buenos recuerdos, como
18 Europa Press. “Lanzarote agradece a Saramago su defensa de la isla frente a "los desmanes de la
especulación inmobiliaria" [en línea] http://www.20minutos.es/noticia/744523/0/ [Consulta 25 de de
noviembre de 2011]
19 Europa Press. “Lanzarote agradece a Saramago su defensa de la isla frente a "los desmanes de la
especulación inmobiliaria" [en línea] http://www.20minutos.es/noticia/744523/0/ [Consulta 25 de
noviembre 2011]
20 SARAMAGO, José. Cuadernos de Lanzarote (1993–1995). Madrid. Alfaguara. 1998. Páginas 41-42
él nos hace partícipe en el ya mencionado discurso de aceptación del Premio Nobel de
Literatura. Saramago, una vez instalado en la isla y con un periodo largo de años en
ésta, se atreve a designar a Lanzarote como su Azinhaga reencontrado. Esto nos hace
entender que de una manera muy profunda esta pequeña isla ha cautivado y formado
parte del corazón del escritor marcándolo con una serie de recuerdos, sus mejores
recuerdos. Como he podido apreciar, éste no mantiene recuerdos notables sobre su vida
en Lisboa, únicamente en Azinhaga y Lanzarote, y concluye que éstas fueron etapas
buenas, bonitas, productivas y felices. Para ella me apoyo en una de sus citas de
Cuadernos de Lanzarote I, “ El placer profundo, inefable, que es andar por estos
campos desiertos y barridos por el viento, subir un repecho difícil y mirar desde allí
arriba el paisaje negro, desértico, desnudarse de la camisa para sentir directamente en la
piel la agitación furiosa del aire, y después comprender que no se puede hacer nada más,
las hieras secas, a ras de suelo, se estremecen, las nubes rozan por un instante las
cumbres de los montes y se apartan en dirección al mar y el espíritu entra en una especie
de trance, crece, se dilata, va a estallar de felicidad ¿Qué más resta, sino llorar)”21
este
fragmento extraído de Cuadernos de Lanzarote I es tan significativo por el hecho de
que Saramago vuelve a tomar contacto con la naturaleza en Lanzarote, contacto que
mantenía con ésta en el pueblo de Azinhaga y que pierde en el periodo de Azinhaga a
Lanzarote, recuperándolo sólo en los veranos que pasaba en este pueblo.
En este punto de la investigación es en el que pasaré a detallar los cambios
escasos, pero existentes, que se dieron en la obra de José Saramago tras su llegada a la
isla de Lanzarote. Empezaré por uno de los cambios más visibles y significativos que
sufrió la obra de Saramago y continuaré por unos menos carentes de significado para
concluir con otros cambios menos claros de captar a simple vista. Comenzaré pues, por
los que para mí y según mi estudio son los que quizás son más claros de apreciar. José
Saramago experimenta un cambio radical en sus obras escritas en Lanzarote, éste
comienza a escribir de una forma kafkiana, en la que el espacio-tiempo dejan de ser
significativos y no se pueden ubicar con facilidad, es decir, los deja pasar a un segundo
plano, en el que realmente no se llega a especificar el dónde y el cuándo. Mientras que
en obras anteriores a la época lanzaroteña, Saramago plasma e intenta que sea fácil de
identificar el espacio-tiempo en sus obras.
También hay un cambio significativo en el lenguaje que utiliza. Durante la época
que éste escritor vivió en Lisboa y en épocas posteriores, se observa que Saramago
presenta un lenguaje recargado, al que podríamos denominar como barroco, cargado,
decorado, excesivo en muchas ocasiones. Pero, al llegar a la Isla, el escritor experimenta
un cambio, su leguaje comienza a adquirir una simpleza, sobre todo cuando realiza
descripciones del paisaje lanzaroteño y trata de reflejarlo con todo lujo de detalles. Se
expresa de una forma seca como los paisajes de Timanfaya y simple como los granitos
de arena de la playa de Famara. Para verificar esto he escogido dos obras: Memorial del
21
SARAMAGO, José. Cuadernos de Lanzarote (1993–1995). Madrid. Alfaguara. 1998. Página 13.
convento, obra anterior a su llegada a la Isla y La caverna, escrita aquí durante su larga
estancia.
Dice, por ejemplo, en Memorial del convento, “Nunca la suma grandeza de estos
señores sospechará que va escoltando a un vagabundo, asegurándole vida y bienes, tan
cerca de acabarse. Pero, para que no se acaben demasiado pronto, sobre todo la vida,
bien preciosos, no conviene a Joáo Elvas entrometerse en el cortejo, sabido es cuán
ligera tienen la mano los soldados y pesada, Dios los bendiga, si piensan que corre
peligro la también preciosa seguridad de su majestad.”22
Existe aquí un lenguaje decorado y complejo que corresponde a su etapa de
escritura anterior a su llegada a Lanzarote.
Observemos ahora un fragmento de La caverna: “La mujer de las chabolas,
aquella que necesitaba platos y tazas nuevas, preguntó al marido, Qué ha pasado, no
encontraste la furgoneta de la alfarería, y el marido respondió, Sí, la obligué a parar,
pero después dejé que se marchara, Por qué, Si tú hubieses visto la cara del hombre que
iba dentro, apuesto a que habrías hecho lo que yo hice.”23
Aquí, su vocabulario y forma de expresión adquieren simplicidad, lo que
confirma la observación formulada anteriormente.
Dejando de lado las cuestiones formales y centrándonos en la productividad
como escritor, podemos afirmar que es aquí donde aparece en la etapa más fructífera ya
que, no sólo se dedica a las obras literarias en sí, sino que además llevaba un blog
digital sobre su vida, pensamientos, anécdotas, etc., que posteriormente se plasmarían
en los Cuadernos de Lanzarote. Todo esto debido a la carente presión mediática con la
que se encontraba en Lanzarote de la cual no se libraba en su vida en Portugal, sobre
todo después del revuelo mediático que causó en su obra El Evangelio según Jesucristo.
Es aquí donde escribe Ensayo sobre la ceguera, considerada como la obra que le
llevaría hasta la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1998; aquí redactaría su
discurso de aceptación del mismo, y sería aquí, en esta pequeña isla, donde terminarán
sus días el 18 de junio de 2010.
CONCLUSIÓN:
22
SARAMAGO, José. Memorial del convento. Madrid. Alfaguara. 2003. Páginas 350-351. 23
SARAMAGO, José. La caverna. Madrid. Alfaguara. 2000. Página 29.
Miguel de Unamuno y Fuerteventura, José Saramago y Lanzarote, dos grandes
de la Literatura que llegan en distintas épocas a dos islas muy cercanas por problemas
políticos en sus países y donde no cabe duda, que el escritor, la persona y el lugar
quedan unidos para siempre.
Fuerteventura y Lanzarote, es cierto, influyen en sus estilos literarios, pero no es
menos cierto que ellos también influyen en estas islas. En cuanto a Unamuno, hay
algunos estudiosos de su obra como Marcial Morera que recoge en su obra Unamuno y
Fuerteventura que no dudan que en la historia de la Isla existe un antes y un después de
1924 (año en el que llega Unamuno desterrado). Dice este autor: “De Fuerteventura a
París es verdaderamente importante para nuestra isla y para sus moradores porque su
palabra poética contiene una renovación profunda de la realidad histórica de Fuer-
teventura, haciéndola ver de forma radicalmente distinta a como había sido vista por la
tradición, e inventando así (inventando, que no describiendo, como dice el mismo autor
del libro) la Fuerteventura del siglo XX. Esta transformación de ese ente cultural que
llamamos Fuerteventura es tan radical en De Fuerteventura a París, que, en la historia
de nuestra isla, tenemos que hablar de una Fuerteventura preunamuniana y una
Fuerteventura postunamuniana”24
. Fuerteventura además, ha reconocido y agradecido la
estancia forzosa de éste en la Isla con la apertura de la Casa-Museo de Unamuno
dedicado a difundir la obra que Miguel de Unamuno produjo en Fuerteventura, y que
universaliza el paisaje majorero a través de la palabra escrita.
Del pueblo lanzaroteño recibe José Saramago su reconocimiento con distintos
galardones como: Hijo Adoptivo de Lanzarote y Tías e Hijo Predilecto de Canarias, y
es después de su muerte, cuando su esposa, Pilar del Río, apoyada y arropada por las
distintas autoridades culturales y políticas de la Isla, decide abrir al público la casa y
biblioteca de José Saramago para que todas aquellas personas que estén interesadas en
cómo, dónde y de qué manera vivió el autor los últimos años literarios de su vida. Es
aquí, en Lanzarote, donde escribe Ensayo sobre la ceguera, considerada como la obra
que le llevaría hasta la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1998; aquí
redactaría su discurso de aceptación del mismo, y sería aquí, en esta pequeña isla, donde
terminarán sus días el 18 de junio de 2010.
Total de palabras: 3.564
24
MORERA, Marcial. Unamuno y Fuerteventura. Página 417. [en línea] M MORERA - dialnet.unirioja.es
[consulta 11 de diciembre de 2011]]
BIBLIOGRAFÍA:
1. AQUILEANA. José Saramago:”El Evangelio según Jesucristo”[en línea]
http://aquileana.wordpress.com/2008/01/13/jose-saramago-el-evangelio-segun-
jesucristo/
2. ARENCIBIA SANTANA, Yolanda. Unamuno en Canarias y Canarias en
Unamuno: vida y literatura [en línea]
http://books.google.es/books?id=U172KxzNLggC&pg=PA81&dq=Miguel+de+
unamuno+estudio+sobre+su+obra+II+Yolanda+arencibia+santana&hl=es&sa=
X&ei=Wr0yT4i6JMKDhQeDssmwCQ&ved=0CDcQ6AEwAA#v=onepage&q
&f=false
3. AYÉN, Xavier.”Rebeldía de Nobel. José Saramago”. Magazine (en línea)
http://magazine.lavanguardia.com/cultura/los_premios_nobel/reportaje/cnt_i
d/295
4. DE LA NUEZ CABALLERO, Sebastián. Ensayos y documentos sobre
Unamuno en Canarias. La Laguna. Instituto de Estudios Canarios. 1998.
5. EL PAÍS.COM. “José Saramago. El escritor que nunca se escondió” [en línea]
http://www.elpais.com/especial/jose-saramago/
6. EUROPA PRESS. “Lanzarote agradece a Saramago su defensa de la isla frente
a "los desmanes de la especulación inmobiliaria".20minutos.es [en línea]
http://www.20minutos.es/noticia/744523/0/
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