Post on 21-Jul-2022
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Implicaciones emocionales del acoso sexual callejero en mujeres de 18 a 25 años
Agudelo Muñoz Laura Cristina, Álvarez Marulanda Carolina, Morales Rendón Diana
María, (2020)
Tecnológico de Antioquia, Institución universitaria, Facultad de educación y ciencias
sociales, Psicología, Copacabana.
Modalidad: Trabajo de grado.
Palabras claves: Acoso sexual callejero, emoción, implicación emocional, mujeres.
Keywords: Street sexual harassment, emotion, emotional implications, women.
Resumen.
El siguiente trabajo pretende realizar una contextualización sobre las implicaciones
emocionales del acoso sexual callejero que se presentan en una muestra aleatoria de
mujeres en el rango de edad de 18 a 25 años, esta población es una muestra representativa
de las estudiantes de la Institución Universitaria Tecnológico de Antioquia sede
Copacabana; el objetivo general del mismo será identificar cuáles son las principales
emociones que se evidencian en las participantes. Teniendo en cuenta lo anterior, se tomó
como base la metodología cualitativa de la investigación con perspectiva fenomenológica y
el método de recolección de datos utilizado fue una encuesta virtual conformada por un
cuestionario de preguntas referentes al tema, a partir de esta encuesta se encontró que: las
emociones más predominantes que presentan las encuestadas al momento de pasar por un
evento de acoso sexual callejero son: enfado con un 88.5% de la población, seguido de
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indignación 78.8%, miedo con un 71.2%, también otros como vulnerabilidad con 63.5%,
40.4% dicen que les genera estrés, 40.4% indica que le genera vergüenza, así mismo a un
19.2% les genera culpa
Abstract.
The present paper is intended to perform a contextualization on emotional
implications of street sexual harassment which are presented in a random sample of women
of the age range of 18 to 25 years, this population is a representative sample of the students
of the Institución Universitaria Tecnológico de Antioquia in Copacabana; the overall
objective of it is going to be to identify which are the main emotions that are shown in the
participants. Taking into account the above, it was based on the qualitative methodology of
research with phenomenological perspective and the method of data collection used was a
virtual survey consisting on an inquest of questions related to the topic, according to the
survey it was found that the predominant emotions of the surveyed women when they
suffer an street sexual harassment are: anger with a 88,5% of the population, followed by
indignation with 78.8%, fear with 71.2% there’s others like vulnerability with 63.5% as
well, 40.4% said that it makes them feel stressed and 40.4% said that it makes them feel
embarrassed, also to 19.2% it generates guilt.
Introducción.
“Las mujeres a menudo cargan con el peso
del acoso en silencio.” (Davis,2017)
Toro y Ochoa (2015) afirmaron que desde la
adolescencia las mujeres comienzan a sufrir
con el acoso sexual callejero de manera
cotidiana (p.73), incluso, desde que apenas
están iniciando la etapa de adolescencia, las
mujeres empiezan a introyectar la idea de
que se deben cuidar más que los hombres en
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los espacios públicos para mantener su
integridad; así lo mencionan Toro y Ochoa
(2015) cuando afirman que las mujeres más
jóvenes, entre los 16 y 25 años, piensan que
ningún lugar es seguro para ellas por su
condición de género (p.89) por ende, este
empieza a ser parte de su vida desde un
momento temprano. Así, siendo este parte
de su cotidianidad, las mujeres tienen que
encontrar por sí mismas estrategias que les
permitan protegerse de dicho acoso. (Toro y
Ochoa) No obstante, estas situaciones
generan reacciones emocionales,
psicológicas, y de otros tipos, por lo cual,
este trabajo de grado se pretende enfocar en
la identificación de las implicaciones y
reacciones emocionales más frecuentes en
las mujeres estudiantes del tecnológico de
Antioquia sede Copacabana. Esto nace del
interés que despierta el conocer de qué
manera este fenómeno puede afectar la vida
emocional de las mujeres en su cotidianidad.
Teniendo en cuenta lo anterior, se considera
importante conocer las emociones que
sienten las mujeres encuestadas en esta
institución educativa, debido a la
normalización que se le ha dado a través de
la historia a estos acontecimientos que casi
en su totalidad son vivenciados por el sexo
femenino; y es que a pesar de que en la
actualidad se considera que la mujer ha
alcanzado una libertad que previamente no
poseía, el fenómeno del acoso callejero
demuestra lo contrario.
Intencionalidad.
Por consiguiente, este trabajo de grado tiene
como objetivo conocer las emociones que
genera el acoso sexual callejero en las
mujeres que son víctimas del mismo. De
esta manera, se espera también identificar
cuáles son las primeras reacciones de las
mujeres que padecen un episodio de acoso
sexual callejero, así mismo, estimar cómo
influye en la cotidianidad de las mujeres
encuestadas el ser víctimas de acoso sexual
callejero.
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Es así que a continuación se presentan
algunos referentes teóricos que fueron de
ayuda a la hora de contextualizar la temática
y darle una base firme que justifique su
pertinencia.
Referentes teóricos.
De esta manera, se pretende iniciar dando
una definición del mismo: El acoso sexual
callejero es, tal y como afirma Micaela Di
Leonardo (Citada en Bowman,1993, p.524):
“El acoso callejero ocurre cuando
uno o más hombres extraños abordan
a una o más mujeres… En un espacio
público que no es el lugar de trabajo
de estas. A través de miradas,
palabras o gestos el hombre afirma
su derecho de irrumpir en la atención
de la mujer, definiéndola como un
objeto sexual y forzándola a
interactuar con él.”(p.524)
“Las agresiones que se clasifican como
acoso sexual callejero se encuentran
invisibilizadas “(Toro y Ochoa, 2015, p.38)
es así como se ha vuelto algo cotidiano
encontrarse con historias de mujeres que
narran cómo han sido perseguidas en la
calle, cómo han tenido que mantenerse en
silencio soportando que se les impere con
comentarios acerca de sus cuerpos sin su
consentimiento y sin haberlo solicitado,
también ser objeto de miradas de naturaleza
sexual e incluso tocamientos por parte de
personas extrañas y cómo gracias a esto se
han sentido amenazadas e incluso
acorraladas. Lo anteriormente mencionado
se ve reflejado en la forma en que las
mujeres reaccionan en el momento en que se
enfrentan a un episodio de acoso sexual
callejero, además de la invisibilización del
fenómeno incluso a veces por parte de las
mismas mujeres con el fin de tratar de evitar
que tal episodio tenga algún tipo de
trascendencia en su vida, como lo menciona
Bowman (1993) A pesar de que las mujeres
son profundamente lastimadas por el miedo
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que el acoso sexual callejero provoca, sus
reacciones inmediatas son a menudo
contraproducentes. Las mujeres acosadas no
responden al acosador sino que lo ignoran, o
mejor dicho, pretenden ignorarlo (p.22).
Al ser un fenómeno invisibilizado, en la
mayoría de los casos las mujeres tienen que
enfrentarse solas a este tipo de situaciones y
esto genera emociones y sentimientos como
rabia, ira, inseguridad, frustración, miedo
que pueden incluso permanecer a lo largo
del tiempo, así lo indica Lenton Smith,
McMaster y Morra (1999) en su estudio
Sexual Harassment in Public Places:
Experiences of Canadian Women, en el que
se pretende conocer a través de las
experiencias de algunas mujeres canadienses
de qué manera influye el acoso sexual
callejero en ellas. Allí se llega a la
conclusión de que a nivel emocional se
presentan consecuencias importantes; las
cuales son mencionadas a continuación: En
el estudio la tercera parte de las participantes
mujeres manifestó haber sentido “miedo” al
momento exacto en el que son víctimas de
acoso sexual en espacios públicos; el 20%
de ellas manifestó sentir “cólera” y el 7.4%
de las participantes manifestó sentirse
“violada”. (Citado en Guillen, F. 2014, p. 8)
adicionalmente, el Egyptian Center for
Women's Rights (2008) se encarga de
complementar el anterior artículo, añadiendo
a las emociones mencionadas el dolor, la
vergüenza, el bochorno y/o la confusión
como parte de las experimentadas por las
víctimas de acoso sexual callejero (Citado
en Guillen F. 2014, p. 9).
Viendo lo anterior, es lógico pensar que el
acoso funciona como un recordatorio diario
de que las mujeres no están en control de lo
que sucede en sus vidas y en consecuencia,
no se puede ver la carga que esto toma en su
vida diaria, en la que el miedo conduce sus
experiencias,(Davis,2017) incluso, este
mismo temor es el que las conduce a
reaccionar de diversas formas negativas y no
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sólo esto, sino que también este fenómeno
genera en las mujeres distintos patrones de
pensamiento respecto a qué conductas están
teniendo que inciten a recibir actos de acoso
sexual callejero por parte de personas
desconocidas, así como lo indica Davis
(2017) en su estudio, al momento de discutir
sus experiencias más recientes de acoso, las
mujeres participantes comentaban que sus
reacciones se centraban principalmente en
sentirse frustradas y enojadas, a pesar de que
a menudo reportaban sentimientos
persistentes de auto duda. Las participantes
lidian con lo que significa estar sola,
primero exasperadas de que realmente no
pueden ir a ningún sitio solas sin ser
acosadas, y otras preguntándose si es el estar
sola lo que provee una invitación al
acoso.(p. 12).
A pesar de esto, Bowman (1993) afirma que
uno de los temas recurrentes en la
jurisprudencia feminista es que la ley falla
en tomar seriamente los eventos de acoso
sexual callejero que afectan la vida de las
mujeres, trivializa o simplemente ignora
eventos que tienen un profundo impacto en
la conciencia femenina, el bienestar físico y
su bienestar psicológico y emocional.(p.518)
y teniendo en cuenta lo anterior, es
alarmante la falta de acompañamiento para
las víctimas del mismo puesto que es una
problemática que acompaña la cotidianidad
de las mujeres desde edades tempranas y
además la sociedad no lo asume como una
violencia directa sino como una situación
casi inofensiva dejando de lado las
emociones y sentimientos que cada víctima
pueda sentir al respecto; como lo mencionan
Toro y Ochoa (2015) El problema con el
acoso sexual callejero, que se ubica dentro
de las violencias sutiles, es que ocurre
cotidianamente, ahondando en la sensación
de miedo e inseguridad que asumen las
mujeres desde su infancia, lo que termina
excluyéndolas del espacio público (p.112).
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Para las mujeres, este profundo impacto
anteriormente mencionado no se limita al
miedo de ser acosadas, sino al miedo de que
algo peor, como el asalto o la violación
podría ocurrir (Davis,2017) Estos temores
no son algo que esté injustificado, pues tal y
como afirman Toro y Ochoa (2015) La vida
cotidiana de la ciudad se encarga de
demostrar que las mujeres están expuestas a
ser agredidas física, sexual y
psicológicamente; y es esto lo que promueve
el hecho de sentirse vulnerables y aumenta
la sensación de que la calle no les pertenece
(p.75). De hecho, los episodios de acoso en
lugares públicos, principalmente en la calle
como se mencionó anteriormente se vuelven
una constante en la vida de la mujer
afirmando que la calle no es un lugar seguro
para transitar porque el acoso desde su
expresión más mínima es un acto violento,
como dan cuenta Toro y Ochoa ( 2015) al
señalar que lo realmente violento es que el
piropo es algo repetitivo, y adquiere la
connotación de acoso: Además de
presentarse diariamente, puede ocurrir varias
veces en un día. Esto les recuerda a las
mujeres que existe una amenaza latente
contra sus cuerpos en el espacio público,
porque hay desconocidos que las miran, las
desean y se les acercan sin su
consentimiento. (P.47).
De acuerdo a DeKeseredy et al. (1999) el
miedo inducido por situaciones de acoso
sexual termina por degradar la vida de la
persona, incluso si ella no ha recibido algún
ataque físico. (Citado en Guillen, F. 2014, p.
9). Fairchild y Rudman (2008), encontraron
que la experiencia consecutiva de estas
emociones negativas tiene efectos que
deterioran la sensación de bienestar. Esto es
debido a que las situaciones de acoso sexual
callejero se desarrollan de tal forma que van
generando repercusiones en las percepciones
y emociones de las víctimas, y es gracias a
eso que éstas aplican determinadas
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estrategias con el propósito final de evadir
el acoso.(Citado en Guillen, F. 2014, p. 10).
Adicionalmente, el fenómeno del acoso
sexual callejero además de generar que las
víctimas modifiquen sus patrones de
conducta, también desde actos minimizados
por la sociedad pero igualmente incómodos
como el piropo, genera cambios a nivel
psicológico y emocional, según Toro y
Ochoa (2015) aunque algunas mujeres no
identifican al piropo como una violencia,
este acto sí produce efectos como daños en
la autoestima, ansiedad, estrés, enfado,
culpa, miedo, nerviosismo o depresión.
(p.55).
Además de los cambios a nivel emocional,
según Gaytán (2007), las mujeres acosadas
desarrollan cambios a nivel psicológico y
conductual como evitar caminar por
determinadas zonas o modificar su forma de
vestir, con la esperanza de reducir el acoso
callejero. (Citado en Guillen F. 2014, p. 10).
Las mujeres, después de una vivencia de
acoso sexual callejero, además de presentar
cambios a nivel psicológico y emocional
como se mencionó anteriormente, también
en el preciso instante que ocurre este
episodio empiezan a mostrar reacciones que
indican que ésta vivencia no es algo grato.
Por consiguiente, es necesario constatar
que, actualmente, no se cuenta con una
producción científica robusta con respecto a
las emociones y/o malestar que el ASC
puede suscitar o suscita. No obstante,
estudios existentes muestran que las mujeres
reportan emociones displacenteras al
enfrentarse a situaciones experimentales y
reales de ASC (Fairchild, 2010; Cartar,
Hicks & Slane, 1996; OCAC, 2014).
También, Lennox & Jurdi-Hage (2017) y
Dhillon & Bakaya (2014) añaden que a
pesar de que no se presenten emociones
desagradables, la intención de relacionarse
más allá con el perpetrador, sin importar el
contexto ni las características de éste, son
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cercanas a cero (Cartar, Hicks & Slane,
1996). Adicionalmente,respecto a las
consecuencias anteriormente mencionadas
pueden encontrarse efectos que se presenten
a más largo plazo a nivel cognitivo como la
producción de miedo a la victimización,la
presencia de ansiedad en lugares públicos,y
el miedo a que ocurra algo más grave como
la violación; así como conductuales:Los
cuales llevan a modificar las prácticas de
movilidad, autonomía y uso de espacios
públicos . (Citado en Garrido, J. A., Billi,
M., & González, M. J. G. 2017, p. 13).
Metodología
Se decidió realizar un estudio de tipo
fenomenológico con enfoque de
investigación cualitativo. Respecto a esto,
Creswell (1998) (Citado en Ruíz, s.f)
menciona que “Un estudio fenomenológico
describe el significado de las experiencias
vividas por una persona o un grupo de
personas acerca de un concepto o
fenómeno”
Este tipo de investigación permite tener en
cuenta características descriptivas además de
estadísticas que proporcionan una mayor
comprensión de los datos obtenidos.
Adicionalmente, se considera el tema del
acoso sexual callejero como un fenómeno
que se puede investigar y estudiar a partir de
las experiencias de otras personas.
Respecto a la aplicación de las encuestas se
llevó a cabo de manera virtual debido a la
situación de emergencia sanitaria por el
COVID-19, a causa de esto, no se pudo
continuar con la modalidad educativa
presencial y se vió afectado el proceso de
realización de encuestas de manera física, es
por esto que se decide continuar con su
realización por medio de la herramienta
encuestas google, el cual es un medio que
permite la creación de encuestas de manera
virtual en tiempo real generando un link para
la difusión de la misma en medios digitales,
después se tomó una muestra aleatoria de
mujeres jóvenes y adultas de forma
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voluntaria que pertenecieran al rango de
edad de 18 a 25 años, estudiantes de la sede
Copacabana del Tecnológico de Antioquia-
Institución Universitaria, pertenecientes a
todas las carreras y semestres.
La sede Copacabana de la institución
universitaria Tecnológico de Antioquia
cuenta con 350 estudiantes matriculados en
su totalidad, de los cuales el 80% (280) son
mujeres. Así mismo el 55% (154) de esta
población se encuentran en el rango de edad
aplicado para este trabajo (18 a 25 años).
Los requisitos para poder formar parte de la
encuesta fueron:
1) Ser mujer
2) Pertenecer al rango de edad de 18 a
25 años
3) Ser estudiante matriculada de la
institución
Dentro del trabajo, se implementó la
encuesta con un cuestionario como método
de recolección de información para lograr
los objetivos propuestos. Respecto a la
aplicación de la misma, se realizó la
encuesta de manera virtual en diferentes días
y horarios de acuerdo a la disponibilidad de
tiempo de las mujeres que decidieron
participar del estudio. La encuesta se realizó
de modo que no se conociera el nombre de
la encuestada sino otros datos como el
programa al que pertenece, su edad,
semestre cursado y estrato socio-económico.
La difusión de la encuesta se realizó vía
correo electrónico a través de los entes
institucionales de coordinación del programa
de Psicología, se les envió un correo
solicitando el envío de la encuesta a los
correos de las estudiantes del Tecnológico
de Antioquia de la sede de Copacabana para
tener mayor alcance de respuestas. También
se envió un correo a la coordinadora de la
sede de Copacabana, solicitando la difusión
de la encuesta y la misma se hizo a través de
los grupos de Whatsapp que el Tecnológico
de Antioquia tiene de cada semestre como
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medio para enviar información académica,
adicionalmente, por parte de las estudiantes
que realizan el trabajo de grado, también se
hizo la difusión vía Whatsapp a las
compañeras del mismo semestre y a quienes
conocían de otros semestres para que no se
hiciera caso omiso al mensaje y se lograra
un mayor número de respuestas de la
encuesta. La plataforma de encuestas
Google donde se realizó la encuesta, se dejó
habilitada dos semanas para que las
estudiantes de acuerdo a sus espacios de
tiempo pudieran responder y al finalizar
automáticamente cada respuesta llegó a la
plataforma. Al momento que se inició la
difusión de la encuesta, en la plataforma
comenzó a registrarse el número de
respuestas que se estaban obteniendo,
inicialmente, se registraron pocas respuestas,
debido a esto, se implementó la difusión
entre estudiantes por medio de las redes
sociales personales para llegar a más
personas y se tomó la decisión de volver a
escribir a los entes institucionales de la sede
de Copacabana para realizar una nueva
difusión a través de los grupos de Whatsapp
de cada semestre de la sede, de esta forma se
alcanzó un número mayormente
significativo de respuestas en las encuestas.
Se procedió entonces a iniciar la lectura de
las respuestas de las encuestas y
posteriormente se dió inicio a la tabulación
de las mismas para el empezar con el primer
análisis de acuerdo a los datos obtenidos,
este análisis se hizo de acuerdo a los
porcentajes mayormente significativos de
cada pregunta, teniendo en cuenta los
objetivos y los referentes teóricos del trabajo
de grado. Este método de encuesta tipo
Likert con opciones de respuesta abiertas y
cerradas permite una amplia recolección de
datos del tema porque facilita la expresión
de ideas por parte de las encuestadas con
respecto al tema, gracias a ello, se realizó
una clasificación de los patrones más
significativos allí encontrados y se
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dividieron en emociones, reacciones
inmediatas y conductas adoptadas por las
participantes en el momento y después de un
episodio de acoso sexual callejero, a partir
de esta clasificación, se procedió a iniciar
con la discusión del tema a la luz de los
objetivos y las respuestas brindadas por las
participantes, y es a partir de esto que, se
realizan las conclusiones generales del
trabajo de grado.
Resultados.
El proceso de encuesta se inició el 24/05/20,
con ayuda de los entes institucionales se
procedió a compartirlo entre las estudiantes,
no obstante, se encontró un obstáculo
inesperado: Las estudiantes tenían un bajo
nivel de participación. A pesar de esto, a lo
largo de las dos semanas que se mantuvo
abierta la plataforma se obtuvieron 52
respuestas. Una de las cosas que más llamó
la atención sobre éstas fue que gran parte de
las estudiantes pertenecían al programa de
Psicología (37); aquello llevó a pensar sobre
la importancia que se le da a la temática de
parte de las mujeres de los distintos
programas.
Para iniciar el proceso de análisis se tomaron
en cuenta las siguientes categorías:
● Respuesta emocional
● Reacción
● Conductas adoptadas
● Otras
Luego se procedió a dividir las respuestas de
acuerdo a su categoría y a partir de esto se
desarrolló el análisis.
Es importante destacar que el 88,5% de las
mujeres encuestadas afirman haberse sentido
víctimas de acoso sexual callejero y el
11,5% de ellas afirman no haber sentido que
han vivenciado un episodio de este
fenómeno. Principalmente las mujeres de 25
años (19%) son las que han tenido una
mayor vivencia de acoso sexual callejero
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mientras que las participantes de 18 años
(2%) han tenido menos experiencias de este
fenómeno, adicionalmente, los dos estratos
socioeconómicos más representativos fueron
el estrato socioeconómico 2 (59,6%), y el
estrato 3 (26,9%).
Respecto a la concepción que las
participantes tienen de acoso sexual
callejero, se halló que lo definen como un
acto violento que ninguna de ellas
encuentra como algo agradable, por el
contrario, lo toman como acciones
indeseadas que generan malestar y las
vulnera y que en algunas ocasiones puede
hasta generar sensaciones como el estrés.
Las reacciones inmediatas que más destacan
las participantes en el momento de vivenciar
el acoso sexual callejero son: ignorar la
situación (59,6%) y huir (26,9%),
adicionalmente, el 78,8% afirman no haber
recibido ayuda por parte de personas que
estén alrededor cuando han sufrido el
episodio de acoso sexual callejero mientras
que el 21,2% afirma haber recibido algún
tipo de ayuda por parte de terceros, lo que se
acerca al pensamiento que el acoso sexual
callejero está siendo normalizado por las
personas sin tener en cuenta las
consecuencias que generan en aquellos que
lo presencian.
Así mismo, las participantes manifestaron a
través de la encuesta que hay diferentes
formas de ser víctimas de acoso sexual
callejero, dentro de las cuales las más
destacadas fueron: las miradas lascivas que
indiquen un deseo exacerbado (96,2%) ,
comentarios de tipo sexual respecto a su
cuerpo (96,2%), gestos obscenos (92,3%),
exhibición no solicitada de genitales
(88,5%), besos y ruidos similares (84,6%),
jadeos (75%) ,preguntas personales sobre su
vida sexual (73,1%), silbidos (65,4%).
Adicionalmente, con un número no tan alto,
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sin ser menos importante está, tocar el
cuerpo sin autorización con un 2% y uno
que se puede presentar en medios de
transportes masivos: el rozamiento no
consentidos con un 2%.
El acoso sexual callejero para la mayoría de
las participantes sí representa una amenaza
para la salud mental y dentro de las razones
para ello destacaron : porque desencadena
sintomatología como nerviosismo, estrés, etc
señalado por el 86,5% de las participantes,
igualmente el 86,5% indicó porque
desencadena el temor a ser violentadas de
forma más grave, el 65,4% manifestaron que
deteriora la sensación de bienestar mientras
que el 57,7% respondió porque las mujeres
que lo vivencian son culpabilizadas, por su
manera de vestir, o situaciones como de salir
solas en horas de las noche.
Dentro de los sentimientos que indican las
encuestadas sentir cuando en la calle un
sujeto desconocido lanza una palabra de
connotación sexual, se puede encontrar gran
coincidencia entre los siguiente
sentimientos, miedo con un 71%, enfado
88.5%, indignación 78%, estrés 59.6%,
vergüenza 40.4%, vulnerabilidad 63.5%,
teniendo gran diferencia con sentimientos
como bienestar 0%, y euforia 13.5%.
En cuanto a los lugares en los que se
perciben a sí mismas más acosadas se
encontró que un 98.1% de ellas consideran
la calle como el mayor lugar de acoso,
continuando con el transporte público con
un 71.2% y las estaciones de buses y
parques con un 42.3%.
Acerca de la afectación emocional que
puede presentar el fenómeno, el 71.2% de
las participantes respondió que consideraba
que sí afecta a su estado emocional, las
razones de esta afectación varían, sin
embargo se encuentra un patrón de
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respuesta: Dentro de los sentimientos
expuestos por ellas, se encontraron la
incomodidad, la indignación, el miedo, la
rabia, la tristeza, el asco, la culpabilidad, la
frustración y la vergüenza. Así mismo,
manifestaron otras respuestas como el
sentirse vulneradas, expuestas, intimidadas,
cosificadas, en estado de alerta e indefensas.
Las emociones mayormente manifestadas
por las participantes respecto a la situación
del acoso sexual callejero fueron: asco,
indicado por el 90,4% de las participantes,
irá seleccionado por el 75%, miedo
manifestado por el 65,4%, tristeza señalado
por el 19,2% y sorpresa con el 7,7% de las
participantes.
Las acciones tomadas por las participantes
luego del episodio responden a: Evitar pasar
por lugares donde ha sido acosada (62,9%),
preferir salir acompañada (44,2%), sentir
incomodidad a la hora de salir debido al
acoso (40,4), tomar precaución con los
horarios para salir (34,6%). Lo que ocasiona
para ella cambiar hábitos asociado a su
temor.
Dentro de la encuesta, se hizo la pregunta
respecto a la importancia que tenía el tema
del acoso sexual callejero y que él mismo
fuera tratado a mayor profundidad, para lo
cual, la totalidad de las participantes (100%)
respondió que sí es importante tratarlo de
manera más profunda.
Discusión.
Se inició este trabajo de grado con el
objetivo de conocer las emociones que
genera el acoso sexual callejero en las
mujeres que son víctimas del mismo, de esta
manera, se esperaba también identificar
cuáles son las primeras reacciones de las
mujeres que padecen un episodio de acoso
sexual callejero, así mismo, estimar cómo
influye en la cotidianidad de las mujeres
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encuestadas el ser víctimas de acoso sexual
callejero.
De acuerdo a los resultados obtenidos a
través del instrumento de recolección de
datos, se evidenció que efectivamente estas
situaciones generaban reacciones
emocionales, psicológicas y de otros tipos;
también la predominancia de emociones
negativas mostrando así la influencia del
acoso sexual callejero en la salud emocional
de las mujeres. Las principales emociones
indicadas por las participantes fueron el
asco, seguido por la ira y el miedo, en menor
grado la tristeza y la sorpresa. Lo
anteriormente mencionado, da cuenta de que
este fenómeno no genera emociones
positivas en la mayoría de mujeres, sino por
el contrario las indispone en el momento de
vivenciarlo, genera reacciones igualmente
negativas en ellas y además puede suscitar el
adoptar ciertas conductas en su cotidianidad
con el fin de evitar tener nuevas experiencias
de acoso sexual callejero.
De igual modo, se comprobó que en la
mayoría de los casos las mujeres tienen que
enfrentarse solas a estas situaciones, como lo
afirma el 78.8% de las encuestadas quienes
no recibieron ayuda por parte de terceros
ante estos eventos. También, se evidenció
que el enfado, la indignación y el miedo se
manifiestan como las principales reacciones
emocionales que se presentan en las mujeres
ante el acoso sexual callejero, se confirma
así mismo que la vergüenza está altamente
presente entre estas reacciones.
También se pudo corroborar que este
fenómeno las hace sentirse vulneradas,
expuestas, intimidadas, cosificadas, en
estado de alerta e indefensas, lo que les quita
algo de control sobre su propia vida y la
forma en la que se desenvuelven en el
espacio público.
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Por otra parte, se encontró que las
reacciones inmediatas a las que más recurren
las mujeres cuando están en una situación de
acoso sexual callejero se centran en ignorar
la situación y huír de la misma, es bastante
diciente el hecho de que las mismas mujeres
deciden ignorar el suceso debido a la
normalización que ha tenido el fenómeno a
través del tiempo lo cual va de la mano de la
insensibilidad de las personas por
comprender las emociones negativas que
despiertan en las mujeres el hecho de
sentirse acosadas y como se mencionó
antes, las personas alrededor de este tipo de
episodios, en su mayoría no actúa de
ninguna forma, dejando entrever que son
sucesos que hacen parte de la cotidianidad.
Otras reacciones inmediatas también
seleccionadas por las participantes pero en
menor grado fueron atacar verbalmente al
agresor y enfrentarse a él, esto ratifica la
idea de que como mujeres, recibir
comentarios, tocamientos, persecuciones y
todas estas acciones de acoso sexual
callejero no es gratificante ni cómodo y por
el contrario las hace reaccionar en ocasiones
de manera negativa alterando su vida
cotidiana.
Conclusiones.
A partir de lo anteriormente discutido,
concluimos que la temática elegida, a pesar
de ser una realidad constante en la vida de
las mujeres, se ha visto invisibilizada y
normalizada por la sociedad; tanto, que
algunas mujeres son incluso incapaces de
ver tal problemática, uno de los factores más
concluyentes para que este fenómeno se
presente está asociado al ámbito cultural del
machismo que ha pasado de generación en
generación en nuestra sociedad.
A pesar de que se pudo comprobar que el
fenómeno tiene una importante influencia en
la vida emocional de las víctimas y afecta
cómo se desenvuelven en su vida diaria,
18
influyendo así sus patrones de conducta y
facilidad de movimiento en su cotidianidad,
de parte de las entidades juridicas y
judiciales no hay acciones serias que se
implementen y puedan acompañar a las
mujeres que sufren este fenómeno y puedan
dar una contención a sus emociones más allá
de realizar campañas de educación
ciudadana.
Adicionalmente, se requiere más que un
estudio a profundidad, el inicio de acciones
que tengan como fin último suprimir y
castigar a los perpetradores de tal fenómeno,
puesto que, como se mencionó
anteriormente, son actos que están tan
adaptados a la normalidad que quienes están
alrededor visualizando la situación no suelen
manifestar algún tipo de apoyo o
acompañamiento a las víctimas del mismo.
También se concluye que las emociones,
reacciones y conductas de las mujeres frente
al acoso sexual callejero no suelen ser
positivas, les puede generar episodios de
enfado, indignación, ansiedad, constante
miedo y temor a salir solas e inseguridad,
deteriorando así la sensación de bienestar
tanto emocional como psicológico.
Las mujeres son la mitad de la población en
esta sociedad (DANE,2018), y este
fenómeno las afecta de una forma más
íntima y personal de lo que normalmente se
piensa, así, limita su desarrollo como
personas, pues tal y como las mismas
participantes lo manifestaron esta situación
les genera un miedo y un estado de
vulnerabilidad que les impide en muchas
ocasiones desempeñarse en el ámbito
callejero; como sociedad, es nuestro deber
proporcionar espacios seguros para todos
por igual, y así poder conseguir la sana
convivencia y el desarrollo social que es tan
necesario; no solo por medio del
acompañamiento hacia las víctimas sino
también mediante la promoción de
actividades de prevención, procurando
educar a los posibles agresores a no
19
promover este fenómeno tanto como a las
posibles víctimas a denunciarlo
abiertamente.
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