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Imperativo Poético
Antonio Carrillo Cerda
Imperativo poético - 2009
2 Antonio Carrillo Cerda – México
Índice
1 – Háblame de la amistad 3
2 – Demuéstrame lo contrario 5
3 – Hazme el amor 7
4 – Cuéntame una historia de amor 9
5 – Sal de mí demonio 13
6 – Muéstrame ese mundo 15
7 – Si me escuchas ven 17
Imperativo poético - 2009
3 Antonio Carrillo Cerda – México
—Háblame de la amistad.
Voy a cerrar tus ojos con mis palabras,
nada sabrán de tu buena voluntad.
Hablaré de un pequeño mundo color ocre,
arenas de muchos sabios atrás,
arcillas de muchos ídolos falsos,
polvo de un sólo par de sandalias santas.
La otra noche conversé con Dios, me dijo:
“No hijo mío, para eso no te he dado el corazón”
El suelo de este mundo se extiende bajo nuestros pies,
recorremos una vereda que se propaga,
andamos la negra marcha de la humanidad,
intentando aminorar nuestra soledad.
Recorremos el círculo de fuego que no se extingue,
compartimos el fuego de la piedad que no consume.
Vemos caer Babel a través de señas
Imperativo poético - 2009
4 Antonio Carrillo Cerda – México
decidimos seguir la brújula que nos marca
con fuego podemos evitar el frío que nos quema
la piel de los caídos nos sirve de mapa.
Ya estando en el desierto de la razón
donde los troncos de los árboles filtran la luz
y sus hojas son del color del cielo
y las sombras de sus ramas trazan caminos blancos
podremos llegar a Dios
o alcanzar la muerte.
Imperativo poético - 2009
5 Antonio Carrillo Cerda – México
—Demuéstrame lo contrario.
Vi una parvada de pájaros volar en círculo
los escuché recitar en lenguaje poético
un credo irrepetible que aún se confunde
con el sonido que emite la luz.
Llegaron a entender los mensajes de las nubes y del viento
no confesaron el secreto, pero me hicieron una señal
y fue así como lo entendí todo.
Bailaron en su círculo de viento
aleteando juramentos, atestiguando su grandeza
mirándose entre ellos, desvaneciéndose…
Luego, cristal de pájaros
la transparencia de un círculo vidente
que miraba las tragedias del mundo.
Las describió en plumajes y palabras.
Presté atención a lo que decía.
Me permitió mirar a través de él
mientras los cuarzos de pájaro
aleteaban mi nombre
y olvidaba por completo el pasado.
Imperativo poético - 2009
6 Antonio Carrillo Cerda – México
Vi al pecado bailar al ritmo del fuego,
vi caballos en tensión cromática de libertad,
vi el hambre acompañando al hombre,
y te vi mientras me mirabas a través de tu claridad.
Por primera vez tus senos traslúcidos
me dejaron ver tu corazón.
Finalmente lo vi a Él
rodeado de miles de diminutas aves
que lo aman y de Él liban la verdad,
una verdad inagotable que de Él mana.
Tallé mis ojos para creer,
entonces vi en el círculo de viento
mis parpados cerrados
y un coro de aves hermosas
que lamentaban mi muerte
en una lengua que ya no me es extraña.
Imperativo poético - 2009
7 Antonio Carrillo Cerda – México
—Hazme el amor.
Sobre tu cuerpo escribo una carta de amor
ilegible a tus ojos
espectáculo de mi transparencia
libre de opacidad.
Sobre el aire que te rodea escribo mi nombre
el que Él me dio, el único que conozco
legible a tus ojos
para que me veas.
Sobre tu mente un puñado de memorias
hojarasca sentimental.
Te recuerdo bajo el árbol de mi sombra,
me recuerdas difundiéndome en el azul del cielo.
Se añoran nuestras hojas secas.
Abrir es un verbo que se conjuga fácilmente.
Tus dedos, tu cuerpo, tus labios.
Multitudes que colisionan,
ejércitos que se alían,
Imperativo poético - 2009
8 Antonio Carrillo Cerda – México
colectividades que intentan reconocerse en la oscuridad
portando un sólo par de rostros inconfundibles.
De dos árboles que se recuerdan
miles de ramas se entrelazan.
En el ascetismo de este abrazó
anidan criaturas aladas
incandescentes e inmortales.
De tu pedernal,
la chispa divina brota
en la oscura soledad que nos habita,
alumbrándome un instante
para que me veas.
Imperativo poético - 2009
9 Antonio Carrillo Cerda – México
—Cuéntame una historia de amor.
Hace muchos años en una región del alma
ahora inaccesible al hombre
habitabas la densa niebla,
el lago inmóvil, la tensa rama…
Presencia asustancial en el universo.
Hallábase perdido el Corazón,
por descuido caído en la espesura
de un bosque henchido de ramas,
brazos inexpertos que sujetan a nadie,
raíces voraces que se alimentan de nada.
Lo sabías perdido a través del goce de tus ojos.
Desnudo y descalzo de malicia
entre las sombras,
entre la penumbra,
entre cortinas de oscuridad y periodos de ceguera
hallaste placer en contemplarlo.
En la quimera de una sombra iluminaste su rostro
con la serpiente blanca que nace de la luna.
Imperativo poético - 2009
10 Antonio Carrillo Cerda – México
Interrumpiste el sueño de su hambre
con los sonidos de tu bosque,
con la humedad de tu piedra,
con la tersura de tu musgo,
con el crujir de tu hoja seca.
Anidaste el mundo,
y él anidó en ti,
compartieron los frutos de la soledad,
recorriste la vida humana a través de él.
Sobrevivió el fin del tiempo, perdido en ti.
Y hubo flores de calor,
criaturas breves de fugaz tornasol;
y hubo sueños que parecían eternos
donde juntos bebían luz de un cántaro de plata.
y hubo tiempo para habitar la hojarasca
mimesis de inmovilidad semejante a tu mirada.
Le enseñaste los lenguajes viejos,
la antigua forma de su nombre,
aprendió a leer el mapa de sus manos,
mientras trazaba rutas para encontrarte.
Imperativo poético - 2009
11 Antonio Carrillo Cerda – México
Compuso para ti melodías de río,
y escribió en los tallos de los juncos versos de caverna profunda,
que sólo la obcecada cigarra puede recitar.
Se ha movido la sombra del sol,
ha descendido la arena del reloj.
Blanquecino el Corazón, ya sin fuerza,
satisfecho de tanta hambre, durmió intensamente
abrazado por las raíces de un secuoya inmune al tiempo.
Un viento frío recorrió el borde de los árboles,
un polvo ligero se levantó de la tierra
y el dolor de la montaña
inútilmente bajó para consolarte.
Resequedad en las hojas de los árboles.
Una grieta en el valle se ensanchó para despedirlo
con la humedad de la tierra,
con el aire que no respira,
con el calor que abandona su cuerpo.
Imperativo poético - 2009
12 Antonio Carrillo Cerda – México
Lo recibió un mundo ignoto e inexplorado,
donde la sombra no es más,
donde la corteza es suave al tacto,
donde se habla la lengua escrita en el dorso de sus manos.
Imperativo poético - 2009
13 Antonio Carrillo Cerda – México
—Sal de mí demonio.
Esta es la noche más noche,
hoy comerás la carne de la bestia
sangre para la carne sabor polvo.
La imagen, perfecto desnudo.
Esta es la fiesta de la calavera que sonríe,
que suenen los senos de hielo,
que retumbe el valle de los huesos,
cráneos cascabeles,
tum, tum,
tum, tum,…
¡He traído carne para mi legión,
sentaos a la mesa que hay pan para todos los minotauros!
Que tu sexo se consuma
por destreza de una legua diabólica,
que tu pergamino se queme
bajo las ascuas flores del infierno.
Volar de cabellos rojos.
Imperativo poético - 2009
14 Antonio Carrillo Cerda – México
Que comience el baile de las endemoniadas,
que se abracen las hembras en celo,
que la luna ilumine lúbricas piernas.
Ya quiero ver guirnaldas sobre el toro.
Leíste el Libro de las desobediencias,
mostraste tus pezones a la luna,
has coqueteado con el monstruo de la laguna.
Ya ves, entre Él y tú no hay diferencias.
Hay un valle de dolor y llanto,
un abismo de soledad y mutismo eterno,
hay bosques de puntiagudos e indiferentes árboles
y en los ríos pululan peces de sangre que devorarán tu Corazón.
Para ser bienvenida tu alma a mis brazos
tan sólo dime, ¿quién es tu señor?
Imperativo poético - 2009
15 Antonio Carrillo Cerda – México
—Muéstrame ese mundo.
Permíteme tu cuerpo, varas y paja,
he de barrer toda la hojarasca
que te aviva los fríos
tiritar de la nostalgia.
Traición a los signos sensibles,
flexión del espacio,
látigo que ondea,
curva de cadera, distancia corta.
Mira, aquí está el fin del mundo.
Espero para ti
haya un perro.
En el lecho del río
las rocas, algunos huesos
y tu sombra
descansan la vida
ejercicio de la muerte.
Las aguas de aquel río
tu mano mi cuerpo limpio, mecen,
Imperativo poético - 2009
16 Antonio Carrillo Cerda – México
mira, se sujetan en el tiempo.
Aquí,
las ondas ni un instante
permanecen.
Ni polvo, desierto ausente.
Esta es la otra tierra
ni dolor, ni llanto,
réquiem sostenido
ensueño de la espera.
Sin manecillas
mejor aún, reloj sin cuerda.
Al llamado de su voz inmaterial
aguarda, se complete el giro de la rueda.
Imperativo poético - 2009
17 Antonio Carrillo Cerda – México
—Si me escuchas, ven.
Lejos de los otros
la polilla de celofán
se revela bajo el fulgor de la razón.
He roto el sello de este rollo.
Libertad a los colibríes de cuarzo;
que alas, viento y polvo de oro
se esparzan por el cielo.
La luciérnaga ya alumbra
la región obscura, sombra de toda ignorancia.
Resuena el caracol de las múltiples lenguas,
vuelan los signos enjambre de mi voz
a todas partes.
Habrá árboles cuyos frutos curarán el hambre
y la muerte no será más,
verán tus ojos la palabra viva
y la dimensión de sus alas.
Imperativo poético - 2009
18 Antonio Carrillo Cerda – México
Él permitirá que leas
el libro de luz y los otros rollos.
De sufrir las calamidades
me ampare el eterno resplandor de sus ojos
porque he sido yo quien ha escrito las añadiduras.
Imperativo poético - 2009
19 Antonio Carrillo Cerda – México
Portada: Hombre naturaleza, 1997, ACC
Edición del Autor – 2011
Toluca, Estado de México
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