Post on 14-May-2022
Formación de capital humano, la gran
reforma pendiente en México
Antonio Purón*
Se puede argumentar que dentro de los factores explicativos más importantes de la
riqueza y potencial de una nación se encuentran los conocimientos y habilidades
(CYHs†) de su población. Su endowment natural y la localización geográfica,
importantes en sí mismos, no se comparan con el potencial que se deriva de la
población, ya sea nativa o que opta por localizarse en un sitio en particular – es
potencial perdido si emigran a otras geografías.
La productividad de las actividades humanas tiene una correlación positiva con la
sofisticación de sus conocimientos y habilidades. En este sentido, podemos pensar
en un continuo que va de muy bajos (cuasi nulos) niveles de CYHs hasta aquellos
que se encuentran en la frontera actual de las sociedades globales. Las condiciones
que generan una mayor concentración de CYHs de alto valor agregado son aquellas
que fomentan la formación de capital humano.
La formación de capital humano en cualquier sociedad puede analizarse a la luz de
cuatro preguntas clave: ¿Cómo preparar, atraer, compensar y retener a la mejor
calidad de personas dentro de una sociedad? ¿Cómo generar condiciones de apoyo a
las capas de la sociedad que aportan su mayor productividad? ¿Qué grado de
especialización en la actividad de una sociedad expuesta a la globalización tiene la
mayor probabilidad de generar altos niveles de CYHs? ¿Cuál es el rol de las
políticas públicas y de los gobiernos en generar un círculo virtuoso de formación de
capital humano?
La respuesta a estas preguntas en México arroja retos importantes de cara al futuro.
En el contexto de la globalización y de nuestro desarrollo histórico nos encontramos
en un bache elocuentemente manifestado por multiplicidad de evaluaciones y
comparaciones internacionales. La urgencia del problema es manifiesta y cualquier
pausa en atacar su solución nos enfilará a una problemática mayor en poco tiempo.
* Las opiniones son personales y no corresponden necesariamente a las posturas institucionales con las que el autor está
asociado ni a las del IMCO.
† En este texto se entiende por CYHs aquellos que desarrollan una ventaja comparativa en su intercambio entre miembros
de una sociedad o entre sociedades diferentes. Suelen tener contenidos tecnológicos importantes, aunque no se
limitan a ellos. Por ejemplo, en la medida que las artes (literatura, plástica, cinematografía, música, etc.) generen
bienes apreciados e intercambiables constituyen entonces CYHs apreciadas que generan competitividad.
Nuestro mejor talento frecuentemente emigra y el sistema de educación público no
permite desarrollar CYHs en la población en general. Las actividades de mayor
productividad no encuentran una base de apoyo eficiente en las actividades
económicas del resto de la población, en las que abunda la informalidad y falta de
apego a la ley. México no ha podido destacar como base de producción global
salvo en un puñado de especialidades. Por último, el Estado se concibe como el
“gran ejecutor” de la formación de capital humano, área en la que es muy
ineficiente.
A continuación se proponen una serie, probablemente incompleta, de acciones en
cada una de estos temas. Algunas no son viables políticamente en el corto plazo, a
pesar de lo cual deben atenderse. Otras se refieren a condiciones de competencia o
de acción en la economía en su conjunto pero con gran impacto en la formación de
capital humano.
1. Desarrollo y atracción de capital
El desperdicio del potencial humano nacional es escandaloso. Únicamente el 8 %
de cada generación termina estudios de licenciatura. La calidad de las instituciones
de educación está por debajo de las necesarias para sustentar una base competitiva
de capital humano, a pesar de dedicar más de 5 % del PIB a la educación.
Los puntos más importantes para revertir este estado del sistema educativo
incluirían:
Mejorar la oportunidad de acceso a instituciones de educación eliminando el
monopolio que el estado tiene en su entrega:
Adoptar sistemas de vouchers, como los empleados en Chile, en todos
los niveles educativos
Asegurar que los candidatos de mayor capacidad tengan acceso a las
mejores instituciones, mediante exámenes nacionales estandarizados al
finalizar cada tres años de ciclo escolar
Dotar a padres de familia y a las comunidades locales de la capacidad
de reclutar y despedir a los maestros y directores en sus escuelas
Cambiar el modelo de entrega educativo, adoptando soluciones avanzadas en
las que el rol del maestro cambie profundamente adaptándose a modelos
modernos de tecnologías de información, y en que el aprendizaje se realice
centrado en el alumno:
Modificar el esquema de desarrollo, evaluación y compensación de los
maestros. Implantar metas de rotación de la plantilla de maestros,
eliminando al 5 % de menor desempeño de acuerdo a resultados.
Eliminar al sindicato único, o al menos someter al escrutinio público
sus procesos internos. Establecer el voto libre y secreto en el gremio
así como term limits en los puestos sindicales.
Asegurar procesos de capacitación de maestros abiertos a la
concurrencia de cualquier ciudadano
Permitir discrecionalidad local en la compensación de maestros,
inclusive con aportaciones voluntarias adicionales por parte de padres
de familia
Introducir mayor flexibilidad en los grados académicos y en la acreditación
de capacidades:
Que el mercado defina modalidades distintas a las tradicionales de
grados académicos
Permitir que los colegios de profesionales incursionen en los procesos
de certificación
Establecer incentivos fiscales en los procesos educativos, públicos o
privados y en los procesos de investigación y desarrollo tecnológico
2. Establecer condiciones de apoyo de la economía a las
actividades de mayor productividad
Promover la economía formal
Permitir el libre acceso a bienes y servicios que logren mayor competitividad,
sin importar su procedencia
Enfatizar la formación de CYHs que logren mayor competitividad, inclusive
en las actividades de menor valor agregado pero que soportan a las de mayor
valor agregado:
Tratamiento fiscal de inversión a los gastos relacionados
Promoción de intercambios de información libre
3. Generar condiciones de especialización global en las
actividades de mayor productividad
Promover campeones nacionales en áreas de actividad en las que México
pueda tener ventajas comparativas
Incorporar tecnología de punta, liderada por IED, en áreas con ventajas
comparativas
Abrir los procesos de Pemex, de la CFE, del IMSS y de las paraestatales de
mayor importancia al intercambio tecnológico y a la coinversión con líderes
globales: de CYHs
4. Rol de políticas públicas y del gobierno
Definir una visión trans-sexenal
Salir de la actividad de ser proveedor y pasar a la de asegurar que se cumplan
estándares y oportunidades de acceso a la educación y formación de capital
humano
Antonio Purón. Enero 2011
Armando Chacón Villar Enero 2011
2. ¿Qué cambios propondría para reformar la formación de capital humano y el mercado laboral del País?
A. Formación de capital humano
La colosal importancia del capital humano para el desarrollo se plasma en nuestra definición de competitividad. Aunque somos nuevos en el tema, conocemos lo suficiente para colocar nuestras apuestas en las áreas donde los incentivos de mercado pueden ser más efectivos para mejorar la calidad y la cantidad del capital humano de los mexicanos. Resolver la eterna pregunta sobre cuál sistema educativo o pedagógico puede dar mejores resultados está fuera de nuestro ámbito. En muchos sentidos la pregunta sobre cuál sistema es el mejor no es la pregunta correcta. Esa pregunta implica que lo que falla en México es el sistema y no las personas. Modelos educativos de clase mundial existen ya en México para los que pueden acceder a ellos. No hay que ir a buscar la receta a Dinamarca. La principal diferencia entre el sistema educativo Danés y el México es el nivel de desarrollo de la sociedad danesa.
En México, los niños que se desenvuelven en entornos de primer mundo consiguen
resultados de primer mundo. Los malos resultados se concentran en entornos poco favorables. Nuestra investigación actual resalta los obstáculos que impiden a los individuos y a sus familias invertir en más años de educación a pesar de su alta rentabilidad. Estos obstáculos provienen en su mayoría del entorno adverso en el que se desenvuelven la mayoría de los estudiantes. Desde esta perspectiva, el problema educativo es más un problema de desarrollo que un problema de modelo educativo. También destacamos cómo en los entornos menos favorables la decisión de permanecer más años en la escuela compite más de cerca con la necesidad inmediata de contribuir al gasto familiar. La paradoja que ello plantea es que mientas prevalezcan las condiciones de subdesarrollo, tendremos una población que no puede invertir en desarrollarse aunque conozca la receta. Las acciones que proponemos buscan romper la paradoja con acciones voluntarias que permiten a los individuos darle la vuelta al efecto adverso que tiene su entorno sobre sus posibilidades de acumular capital humano. En ese contexto, proponemos trabajar por el lado de la demanda con acciones privadas y voluntarias que ayuden a detectar talento oportunamente, a moldear aspiraciones y a vencer restricciones financieras.
Muchos creemos que la educación es el mejor instrumento para el desarrollo porque se
basa en la capacidad del individuo para pescar su propio pescado una vez que sabe cómo. Mientras que el enfoque de encontrar el mejor sistema educativo propone mejorar las técnicas de pesca, nosotros proponemos ayudar a que más personas puedan y quieran asistir a clases de pesca. Este tipo de acciones para ayudar a las personas a superar sus condiciones de vida persona por persona se escapa del ámbito de las políticas públicas.
Armando Chacón Villar Enero 2011
Sin embargo, nuestro énfasis en el lado de la demanda no significa que no haya amplio
campo en las políticas públicas y en los incentivos institucionales para mejorar la oferta educativa. Sin duda la mayor calidad aumenta el valor de mercado de la educación. El incentivo para educarse más es mayor si la educación que se recibe también es mejor. La eficiencia de los recursos públicos que se destinan a ese fin también puede mejorar si existen los incentivos correctos al interior de las escuelas e instituciones que administran los servicios de educación pública.
¿Dónde puede agregar más valor el IMCO? Yo pondría nuestras apuestas en propuestas que partan de los incentivos económicos
más que de reformas y planes maestros par mejorar la calidad. La reformas y planes maestros dependen de lo políticamente viable. Como sabemos, en el sector educativo mexicano, lo políticamente viable es particularmente limitado. Planes maestros y reformas que dependan de la cooperación del sindicato tienen pocas posibilidades de prosperar a la velocidad requerida. Los avances así logrados se darán siempre a cambio de concesiones que implican costos.
La oferta educativa también pude mejorarse a través de la demanda. Para que ello
ocurra, los consumidores de educación necesitan tener las libertades y capacidad que les permita castigar la mala calidad y premiar la buena a través de sus decisiones informadas. En un sistema público los consumidores no tienen mucho margen de decisión. El que el Estado destine recursos públicos para la educación no implica que tenga que operar esos recursos. Destinar recursos públicos puede justificarse políticamente bajo la noción de que la educación básica debe ser un derecho que garantice el Estado para todos. En los mismos términos puede argumentarse que los beneficios sociales de la educación superior justifican que se destinen recursos públicos. Lo que no se sigue de esos argumentos es la necesidad de que sea el estado quien opere y decida la asignación de esos recursos. Destinar más recursos a un sistema con baja calidad promedio promete replicar sus deficiencias. Expandir la capacidad instalada impone al presupuesto no sólo el mayor gasto corriente sino que requiere de inversiones adicionales.
Creo que una de las contribuciones principales del IMCO debería consistir en un
planteamiento serio sobre alternativas concretas para que las libertades del consumidor le permitan elegir opciones mejores. El uso de los vouchers educativos es una excelente área de oportunidad. Hasta ahora se ha discutido superficialmente el planteamiento teórico y algunos casos aislados de éxito y fracaso. No es necesario intentar concebirlo como “la solución” y defender hasta sus últimas consecuencias sus méritos teóricos y las aisladas
Armando Chacón Villar Enero 2011
experiencias exitosas. Podríamos hacer el planteamiento para un lugar específico, para un grupo específico con condiciones puntuales. Podemos enfocarnos menos en el planteamiento general y más en ir a fondo en el modelo de implementación. De este modo, nos alejamos de la discusión sobre cuál es “la solución” y nos enfocamos en algo concreto y realista que puede ser aplicable para un lugar y situación especial. Planteado como un beneficio focalizado para un grupo de personas que lo necesita, no tenemos que resolver en una discusión estéril sobre cómo podría aplicarse el modelo en las situaciones donde no se puede aplicar. Nos centramos en qué pasaría exactamente en una situación donde sí pueden ser implementado de manera voluntaria.
Por ejemplo, ¿qué opciones tendría alguien que apruebe los exámenes de selección para
universidades o preparatorias públicas en el área metropolitana? Nada impide que una universidad pública reciba un talón de vouchers para repartirlos entre alumnos que no tiene espacio para admitir. Nada impide que esa sea la respuesta del gobierno ante solicitudes de fondeo para expandir la capacidad de universidades públicas en los estados. ¿Podría el anuncio de un paquete de vouchers destinado para secundarias privadas específico motivar la apertura de escuelas privadas en un Municipio? Nada impide a escuelas privadas utilizar su capacidad ociosa para recibir alumnos con vouchers. Sabemos por nuestra investigación de campo que las universidades privadas en México tienen capacidad ociosa de entre 20% y 40%.
Un planteamiento concreto fundamentado con hechos demográficos y costos reales no
implica competir por la verdad absoluta sobre lo que más conviene a México en materia de modelos educativos. Se trata de un planteamiento que no requiere convencer a todos. Basta con un gobernador progresista en tiempos de elecciones. Ofrecer no sólo grandes líneas de actuación sensatas y novedosas, sino acompañarlas con planes precisos de implementación puede ser la diferencia entre una buena idea que se queda en nuestros reportes y una política pública que se juzgará por sus resultados prácticos.
B. Mercado Laboral
Si el objetivo es el incremento de la productividad laboral en México, nuestras leyes e
instituciones contiene obstáculos que sin duda inhiben tanto la oferta de empleos como los incentivos para una mayor participación laboral y la asignación eficiente del tiempo de los trabajadores.
En ese sentido, la lista conocida de aspectos a corregir en ese marco legal e institucional
tiene sentido y urgencia. Suscribo la lista cotidiana de aspectos que permitan mayor participación de mujeres y jóvenes, así como la transparencia sindical que permita a
Armando Chacón Villar Enero 2011
empresas y trabajadores mayor flexibilidad e incentivos a la productividad. En esos temas elaboré las presentaciones oficiales del Instituto.
Sin embargo, el problema fundamental no se encuentra ahí. Sería ingenuo pensar que la
brecha de productividad que se observa entre México y los países desarrollados se debe mayoritariamente a una Ley Federal del Trabajo demasiado restrictiva en combinación con obligaciones patronales demasiado costosas y con sindicatos charros. ¿Reformas ideales en la legislación laboral, la seguridad social y la capacitación en el empleo lograrían cerrar esa brecha? Yo creo que no. Restricciones similares existen en los países desarrollados, en muchos casos en mayor medida. Recordemos que la productividad por trabajador en los países desarrollados es de unas cinco veces la que vemos en México. El caso de Francia es uno de graves rigideces laborales que son equiparables a las nuestras, pero con una productividad significativamente mayor.
Si buscáramos comprobar estadísticamente las fuentes de las brechas de productividad
entre México y los países de la OCDE, creo que tendríamos mucho más esperanza de encontrar relaciones significativas usando indicadores de desarrollo humano (como la escolaridad y el entorno de los trabajadores) que las que obtendríamos utilizando indicadores de costos regulatorios. De manera similar, puede ser que los participantes en la economía formal tengan aversión a pagar impuestos y a cumplir con los requisitos de establecerse formalmente. Lo que es seguro, es que la productividad de sus actividades está por debajo de la productividad de los trabajadores formales.
Aunque recomiendo cautela al valorar el peso específico de la carga regulatoria en la eficiencia del mercado laboral, eso no quiere decir que considere que se trata de costos despreciables. Tengo la convicción de que los planteamientos de reforma que hemos discutido ampliamente incluyen buenas ideas para bajar el costo de las transacciones laborales y mayor flexibilidad para los grupos que la requieren. La reducción de esos costos puede sin duda resultar en mayor expansión del empleo. Reducir los incentivos para la litigiosidad de las relaciones laborales baja significativamente los riesgos para el patrón y reduce las rentas para intermediarios legales.
Quizá la parte más potente del paquete laboral y quizá la que menos probabilidades tiene de sobrevivir es la que se refiere a la transparencia de las relaciones sindicales. La eliminación de la deducción obligatoria de las cuotas sindicales, el voto secreto y la eliminación del escalafón ciego tienen el potencial de entregar el poder de negociación a los trabajadores y abrir la puerta a negociaciones mutuamente ventajosas entre trabajadores y patrones. Entre las posibilidades que se abren están los contratos individuales de productividad. La posibilidad para los trabajadores de capitalizar incrementos en su
Armando Chacón Villar Enero 2011
productividad alinea sus incentivos con los de los patrones. También pone los incentivos correctos para que conjuntamente promuevan la capacitación en el empleo y la certificación de competencias laborales. En el mismo sentido, con contratos ligados a la productividad se amplían las posibilidades para establecer mecanismos para mitigar riesgos, como pueden ser paros técnicos contingentes bajo condiciones preestablecidas.
El gran ausente en la reforma laboral es el tema de la seguridad social. Ahí existen dos
aspectos con gran potencial de reducir costos para patrones y trabajadores. Por un lado, la complejidad y alto costo de las obligaciones patronales ante el seguro social es un señalamiento recurrente. Por otra parte, la universalización de las contribuciones de seguridad social puede incrementar la población cubierta al dar a los trabajadores la libertad para transitar entre el sector público, el sector privado y actividades independientes sin perder la posibilidad de seguir contribuyendo y acumular beneficios.
Me gustaría mucho seguir participando en el diseño de incentivos laborales que permitan aún mayor flexibilidad para las mujeres. En la presentación sobre el caso específico de las mujeres que difundimos el año pasado, discutimos la complejidad de lograr contratos que permita mayor participación laboral de las mujeres sin que esos contratos se conviertan en causa económica para la discriminación. Destacábamos ahí el caso de Suecia, donde los amplios beneficios laborales en su legislación han relegado a las mujeres a trabajos dentro del gobierno al tiempo que en otros sectores se observan tasas de participación mucho menores a las observadas en economías donde las mujeres gozan de beneficios laborales mucho menores.
3. ¿Qué lo hace la persona más indicada para dirigir a IMCO?
Los cuatro candidatos tenemos capacidades intelectuales y experiencia suficientes. Todos
tenemos muchas horas de vuelo en medios y en audiencias académicas, empresariales y gubernamentales del más alto nivel. Todos hemos departido con presidentes de países y de mega-empresas dentro y fuera de México. Todos podemos contar con momentos de alto brillo individual del que se beneficiaron sin duda la institución y sus miembros.
Para cualquiera de nosotros el principal reto no es de inteligencia, ni de carácter o
substancia. El reto principal será manejar las expectativas sobre el liderazgo del Instituto al interior y al exterior del mismo. La única oportunidad que tiene cualquiera de nosotros para lograrlo (en oposición a un candidato externo con autoridad que emane de credenciales y experiencia equivalentes a las de su antecesor) es lograr la unidad de un equipo de pares. Todos nos hemos mostrado igualmente incompetentes para lograrlo. Ante la oportunidad que se nos brindó para brillar en equipo, nos dedicamos a conspirar unos en contra de otros.
1
Reformar incentivos para acumular capital humano
Federico Rubli Kaiser
La formación deficiente de capital humano en México tiene su origen principal en una
estructura de incentivos incorrectos que frenan la productividad. Esta baja
productividad propicia a su vez una tasa de expansión económica poco satisfactoria.
Por ende, el capital humano es un factor crucial para un desarrollo económico
favorable.
Un primer problema es la ineficiencia en el gasto público en educación. No se trata de
una cuestión de cantidad de recursos sino de la calidad del gasto. Éste es canalizado
por la Federación a los estados, quienes lo ejercen a discreción, sin controles ni
mecanismos de transparencia y de evaluación integrales. En suma, gastan recursos
públicos sin una respectiva rendición de cuentas. Adicionalmente la influencia del
sindicato en el sector resulta perversa, debido a que el sistema de incentivos favorece
la maximización de rentas para sus dirigentes en detrimento de los agremiados. Se
propondría entonces realinear los incentivos con el objetivo de promover educación de
calidad, implantando un estricto proceso de rendición de cuentas que contemple
sanciones. Además se debería instaurar un sistema basado en resultados para
fomentar escuelas y maestros competitivos. Así, el acceso a recursos debe definirse de
acuerdo con resultados periódica y objetivamente evaluados.
Como en todo mercado, el capital humano tiene dos aspectos: la oferta y la demanda.
La oferta la constituyen quienes contribuyen a formar capital humano (profesores y
escuelas). El principal problema de los maestros es su baja calidad alentada por
programas mediocres de la carrera del magisterio. Esta deficiencia se acentúa con los
obstáculos que el sindicato impone a la preparación y capacitación del profesorado.
Las propuestas de solución-independientemente de reformar al sindicato- incluirían un
sistema de evaluación al desempeño que sea autónomo, fidedigno, riguroso y con
consecuencias. Así, para alentar la sana competencia y mejorar la calidad de los
profesores, se debe institucionalizar el escalafón salarial basado en conocimientos y
2
resultados, e instaurar el concurso abierto para plazas. En suma, la competencia es el
mejor medio para la profesionalización del magisterio.
En cuanto a las escuelas, existe una gran varianza entre la calidad de los diferentes
planteles. La ausencia de competencia entre ellos es propiciada por la falta de
medición de la rentabilidad social relativa de las escuelas. Conocer esta última
constituye en sí una rendición de cuentas que pondría a competir a los diferentes
planteles. Para las instituciones públicas es además un criterio para evaluar al gasto
público. Asimismo, la conocida propuesta de “vales” de educación que los padres
puedan asignar a escuelas de su preferencia, constituiría un incentivo correcto para la
competencia y por ende para mejorar la calidad, dejando que los mecanismos propios
del mercado eliminen las instituciones deficientes.
Por otro lado, quienes demandan capital humano para después ofrecerlo en el mercado
laboral se enfrentan al problema de la fuerte desconexión entre las empresas y las
escuelas, es decir un desfase entre las necesidades del demandante del factor trabajo
y las habilidades del oferente. La propuesta en este campo sería otorgarle mayor
autonomía a las escuelas con consejos escolares que incluyan la voz de los padres y
de las empresas. Con ello se fortalecería la creación de perfiles competitivos en el
mercado laboral, tanto a nivel técnico como profesional.
Actualmente no existen incentivos suficientes para que el sector privado invierta en la
capacitación del empleado. Igualmente el sistema financiero está muy poco
desarrollado en ofrecer productos crediticios para solventar carreras universitarias. Esto
último se debe a la percepción de un bajo retorno esperado de la educación. Es claro
que el Estado no puede ofrecer toda la educación que necesita el país, por lo que su rol
debe ser fomentar un entorno adecuado que proporcione incentivos para que los
mecanismos privados (empresas e instituciones financieras) inviertan en capacitación.
Si los retornos a la educación son bajos, cabe la pregunta de por qué un individuo
elegiría estudiar un año más. Claramente cuando el beneficio esperado es menor al
costo de la inversión, la acumulación de capital humano quedará estancada. Una vez
más, conforme se alineen los incentivos para mejorar la calidad de la educación, se
3
podrá motivar la formación educativa de más años a través de una mejor orientación
vocacional.
Por su parte, la inversión en salud abona al mantenimiento del capital humano. La
problemática del sector salud es compleja y ameritaría un análisis separado. Basta
señalar que es fundamental consolidar campañas de prevención de enfermedades
crónicas como la diabetes.
Finalmente todas estas propuestas se estancarían en la presencia de obstáculos al
acceso de oportunidades por razones no relacionadas con capacidades, tales como
género, raza y nivel de ingresos. La existencia de dichas barreras-ya sea por sesgos
culturales o ausencia de legislación-representa una fuente importante de ineficiencias y
asimetrías de información en el mercado. Consecuentemente, es crucial concientizar a
la población sobre el costo de estos sesgos e impulsar políticas incluyentes.
A través de este ensayo, se enfatizó la importancia del capital humano para mejorar la
productividad y por ende el crecimiento económico. La esencia del problema radica en
la ausencia de una estructura de incentivos que permita desarrollar la calidad de la
educación así como ampliar la acumulación de este capital. Estos incentivos deben
alinearse hacia la competencia, pues es el mecanismo de mercado que logra eficientar
el proceso de formación de capital humano, permitiendo así empatar la oferta laboral
de los mexicanos con las necesidades del sector productivo.
Propuestas para Reformar la Educación en México
Por Jonathan Heath1
A través del tiempo y como resultado de mi propia experiencia, he reflexionado sobre los
cambios que necesita la formación de capital humano en el país. Estas ideas las expresé en
cuatro artículos publicados en el Periódico Reforma entre 1996 y 1997, los cuales son la base
de este pequeño ensayo(*). También he leído con interés las propuestas emanados del
Instituto. Sin embargo, decidí plantear aquí mis propias propuestas, ya que complementan las
publicadas por el IMCO y representan en forma más genuina mi pensamiento al respecto.
De una forma u otra, todos los gobiernos enfatizan la importancia de la educación. Sin
embargo, en la mayoría de las ocasiones el énfasis queda simplemente como una enunciativa o
en el mejor de los casos como una política sin trasfondo. Para que la política educativa tenga
éxito, especialmente en un país como México, debe involucrar cambios estructurales de fondo.
Pero los cambios no se limitan al sistema educativo del país, sino también a un esquema de
valores familiares. La importancia de la educación debe empezar desde la familia misma y en
todos los estratos socioeconómicos de la sociedad. En especial, debemos fomentar políticas
que transmiten una mayor cultura educativa a nivel familiar en los segmentos más pobres de la
población.
Por lo mismo, lo primero que se debe hacer es mejorar y ampliar la educación básica (a
nivel primaria), para todos los estratos de la población. El presupuesto y enfoque principal del
gobierno debe concentrarse en esta rama como la prioridad más alta, dejando por cierto tiempo
la responsabilidad fundamental de la mejoría educativa a nivel medio y superior al sector
privado. Hay que inculcar el gusto por el conocimiento, el gusto por la lectura y el gusto por el
aprendizaje desde un principio.
Lo segundo es concentrarse en mejorar la calidad de esta educación, no solamente con
mayor énfasis en las matemáticas y las ciencias, sino en mejorar la habilidad de razonar y
pensar, en vez de memorizar y recitar. Desafortunadamente toda la educación, en cada ciclo
escolar, está basada en memorizar una gran cantidad de información. Nos enseñan a
memorizar estados, ríos y países, a memorizar hechos históricos y fórmulas matemáticas. Pero
no existe el esfuerzo en enseñar la lógica, el debate y el proceso de razonar. En la vida real, no
sirve de mucho saber memorizar. Por sí solo, no sirve saber una gran cantidad de hechos de
enciclopedia. Sin embargo, siempre va servir saber pensar y razonar. El saber tomar
decisiones nos ayuda a todos, en todas las situaciones, lugares y trabajos.
El sistema actual busca “enseñarnos” lo más posible desde el principio, dado que la
probabilidad de seguir al siguiente nivel es reducida. Sin embargo, el sistema debe operar bajo
una lógica diferente, de enseñar las bases con énfasis en el saber pensar y razonar. De esta
manera, si el proceso educativo queda troncado la persona sabrá pensar mejor y si sigue
adelante, podrá aprovechar mejor los siguientes niveles educativos. En la mayoría de los
casos, cuando un alumno en la universidad tiene un desempeño irregular anómalo, es porque su
formación básica desde la primaria fue deficiente.
No necesitamos alumnos sumisos que tomen los datos como artículos de fe. Más bien
necesitamos enseñar a los alumnos a racionalizar los hechos, a discutir su validez y a
investigarlos. Debemos enseñarles la historia no como un compendio de hechos pasados, sino
1 Las opiniones son personales y no corresponden necesariamente a las posturas institucionales con las que el
autor está asociado ni a las del Instituto
2
como una serie de hipótesis sobre las decisiones que tomaron nuestros antepasados. Después
llevarlos a un debate ordenado y respetuoso sobre los hechos y que deriven sus propias
conclusiones.
Para poder realizar este esfuerzo, tenemos que proporcionarles las bases a los maestros.
Tenemos que mejorar su preparación, subir los estándares y exigirles resultados. Tenemos que
rehacer por completo los libros de texto gratuitos, con base en esta nueva orientación.
Tenemos que seguir estableciendo pruebas e indicadores de calidad para poder medir
adecuadamente su desempeño. Tenemos que estar dispuestos a mejorarles substancialmente
sus salarios, en base a una mejor calidad de enseñanza y una nueva productividad. Ante todo,
debemos convencerlos que este es el camino a seguir.
Finalmente, no solamente debemos enseñar a pensar sino también a ser competitivos y
competir sanamente. Una persona que sabe razonar y ser competitivo es valiosa para la
sociedad. Por un lado, se han fomentado pruebas de enlace que permiten identificar las
escuelas mejor evaluadas en una comunidad. Ahora por el otro lado, necesitamos fomentar el
querer ir a la mejor escuela, entender que más y mejor educación es la clave para el progreso
individual, familiar y de la sociedad.
Si la educación básica es amplia y de buena calidad, las decisiones diarias a todos los
niveles serán mejores. Los valores personales y familiares podrán mejorar. Si los papás tienen
un mayor nivel de educación, podrán educar mejor a sus hijos. Al mismo tiempo, los hijos que
progresen a un nivel superior tendrán mayor competencia y podrán aprovechar mejor sus
estudios.
(*) Heath, Jonathan (1996), “La Importancia de la Educación”, Pulso Económico, Sección de Negocios, Periódico
Reforma, 17 de octubre.
Heath, Jonathan (1997), “La Pobreza de la Educación Mexicana”, Pulso Económico, Sección de Negocios,
Periódico Reforma, 8 de septiembre.
Heath, Jonathan (1997), “Educación Mediocre, Camino a la Corrupción”, Pulso Económico, Sección de Negocios,
Periódico Reforma, 15 de septiembre.
Heath, Jonathan (1997), “La Política Educativa”, Pulso Económico, Sección de Negocios, Periódico Reforma, 1
de diciembre.
4
2. ¿Qué cambios propondría para reformar la formación de capital humano del País?
James Heckman, Premio Nobel de Economía (2000) y profesor de la Universidad de
Chicago, ha demostrado que la educación temprana en niños menores de 5 años tiene un
enorme impacto en los resultados académicos en el largo plazo. La etapa entre el
nacimiento y los primeros 5 años de vida es un periodo crítico de desarrollo cognoscitivo
que determina la capacidad intelectual y la productividad de los individuos en su vida
adulta.
De acuerdo a un estudio citado por la revista The Economist1 los beneficios de la
educación preescolar se reflejan en una mayor probabilidad de terminar la educación
preparatoria y en una reducción de las tendencias a incurrir en conductas criminales. Un
estudio del National Institute for Early Education Research sostiene que por cada dólar
invertido en un turno completo de educación preescolar se recuperan 4 dólares en
beneficios de largo plazo para el infante, su familia y el erario público. Heckman2 afirma
que cada dólar invertido en el desarrollo temprano de la población infantil tiene una tasa
de retorno del 10% sobre los recursos de inversión pública. Esta tasa de retorno en capital
supera la recuperación de la inversión en muchos proyectos de infraestructura física como
puertos, puentes y carreteras.
Los recursos asignados a educación preescolar se consideran como una inversión en
capital humano que permite aumentar la productividad de toda la economía. De acuerdo
a otro estudio citado por Heckman, un 5% de aumento en la tasa de graduación masculina
de estudiantes de preparatoria permitiría reducir en 379 millones de dólares, los costos
del sistema penitenciario del estado de Illinois.3 Los beneficios también se reflejan en el
ingreso potencial de los individuos. En el curso de su vida, un graduado de preparatoria
genera 400 mil dólares adicionales de ingreso que un estudiante que vio truncada su
educación intermedia.
El diagnóstico de Heckman permite afirmar que una de las mejores inversiones que podría
hacer México para incrementar su capital humano sería incrementar la inversión pública
para fortalecer los sistemas de educación preescolar. Entre 2005 y 2010 la cobertura de
preescolar en nuestro país pasó apenas de 45 a 50%.4 A este paso la cobertura del 100%
se alcanzaría en el año 2060.
El déficit de cobertura en preescolar puede representar una enorme oportunidad para
modernizar al sistema educativo. La puesta en práctica de las políticas públicas basadas en
el diagnóstico de Heckman verá sus frutos hasta después del año 2025, cuando egresen de
preparatoria los niños que hoy tienen alrededor de 3 años. El déficit de capital humano y
1The Economist, Wobbly first steps, 10 de Abril de 2003.
2www.heckmanequation.org/videos
3The Economist, Op.cit.
4Datos de la ENOE (INEGI) y el Sistema Nacional de Información Educativa.
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su impacto en la productividad de la economía requieren medidas que tengan efecto en el
corto plazo y que beneficien a los alumnos de otros niveles de escolaridad.
Para avanzar la cobertura de preescolar en las entidades con mayor voluntad de reformar
su sistema educativo se podría adaptar el modelo de Race to the Top implementado por
Arne Duncan, el secretario de Educación de Estados Unidos. Race to the Top consiste en
un fondo concursable de más de 4 mil millones de dólares para catalizar reformas
educativas a nivel estatal. Los objetivos generales del fondo son promover el surgimiento
de más charter schools, fortalecer la rendición de cuentas y romper el muro que separa el
ingreso de los maestros del desempeño de los alumnos.
Cada estado de la Unión Americana puede decidir su camino para aspirar a una rebanada
del pastel presupuestal, pero el gobierno federal establece criterios estrictos y
transparentes para evaluar la transformación educativa de las entidades. Este es un
modelo de reforma interesante para un país con un régimen federal y un sistema
educativo descentralizado. Race to the Top no sólo implica más recursos para los estados
reformadores, sino también un reconocimiento político para los gobernadores que
impulsen los cambios.
La versión mexicana podría entregar recursos para acelerar la cobertura en preescolar, a
los estados que tengan mayores avances en reformar su educación primaria. Al ser un
concurso voluntario, los estados con mayores dificultades políticas para enfrentar al
sindicato magisterial se abstendrían de participar y se generaría un mecanismo de
autoselección para identificar entidades donde hay algún potencial de impulsar reformas.
Imaginemos que sólo una de las 32 entidades decide entrar al concurso, con una meta
modesta: que en dos años el 2% de las escuelas del estado sean charter schools. El
gobernador del estado que ganó por default tendría un enorme margen de retorno en su
capital político. Los ciudadanos de cada entidad tendrían mayores incentivos en presionar
por la reforma educativa, porque eso garantizaría una mejor cobertura para preescolar.
Además, la ampliación de preescolar es un éxito de gobierno muy fácil de comunicar en
elecciones y campañas políticas. De funcionar este modelo se podría quebrar el pacto
entre los gobernadores y el sindicato magisterial para preservar el statu quo en el sistema
educativo.
El éxito del fondo concursable dependería de la capacidad del gobierno federal para no
ceder a presiones de estados que no han hecho nada por mejorar su sistema educativo,
pero exigen una tajada de recursos. El modelo ideal de reforma educativa pondría a
concursar una escuela con otras en su zona. El esquema aquí presentado no es ideal, pero
al menos se imponen criterios de competencia y meritocracia entre los sistemas
educativos estatales.
Propuestas para mejorar la formación de capital humano en México
Molano 1
Propuestas para mejorar la formación de capital
humano en México
Manuel Molano1
La primera parte del ensayo ofrece un diagnóstico de por qué en México no creamos
suficiente capital humano en el margen. La segunda sección ofrece algunas medidas
de política pública.
I. Diagnóstico
El problema de capital humano ha sido abordado como un problema de oferta
educativa (ver por ejemplo Mexicanos Primero 2009). La veta de oferta educativa no
está agotada, y requiere más activismo ciudadano que investigación económica.
Es necesario enfocar el problema como uno de demanda; la decisión personalísima de
invertir en capital humano tiene un análisis de costo y beneficio en el cual la gente con
información imperfecta decide invertir tiempo, esfuerzo y dinero en incrementar su
capital humano (Becker, 1975). Si la educación es rentable y aun así no hay suficiente
gente educándose, el análisis desde la demanda resulta prometedor (Peña y Chacón
IMCO, 2011, pendiente de publicarse). Algunas posibles hipótesis sobre la falta de
demandantes de educación en el margen son:
1. Restricciones financieras. La gente enfrenta un elevado costo de oportunidad
por los ingresos no devengados en el mercado laboral mientras están
estudiando. Si los mercados de crédito funcionaran, la gente podría endeudarse
para incrementar su capital humano y pagar con sus ingresos futuros. Sin
embargo, este es un mercado incompleto. Nadie puede garantizar el éxito
económico futuro del educando, quien además no tiene historial crediticio. Hay
incertidumbre respecto al valor presente neto de la inversión.
2. Información imperfecta. Muchos jóvenes no tienen gente en su entorno cercano
que haya progresado debido a inversiones en capital humano. Es posible que
piensen que esa inversión no es rentable.
1 Las opiniones son personales y no corresponden necesariamente a las posturas institucionales con las que el autor
está asociado ni a las del Instituto
Propuestas para mejorar la formación de capital humano en México
Molano 2
3. La calidad de la oferta es pobre y la gente lo sabe, por lo cual decide no invertir
en educación que no le servirá.
4. Sociedad poco meritocrática. En general, el éxito en México está desconectado
del mérito. Muchos jóvenes inteligentes son segregados y explotados, por lo cual
tienden a la mediocridad para encajar en un entorno mediocre (Newell y Malo,
2006). Si priva la cultura del compadrazgo sobre el mérito, el buen desempeño
académico se vuelve la última prioridad. Fenómenos como la deshonestidad
académica, desde la primaria hasta el posgrado, merecen una revisión
cuidadosa, ya que pueden alterar las decisiones de inversión de los educandos.
II. Propuestas de política pública
De manera enunciativa:
1. Voucher educativo. Transferir los subsidios hoy destinados al sindicato a las
familias, mediante un voucher educativo como el propuesto por Friedman (1955,
1995). La realpolitik de este esquema es difícil, pero no imposible.
2. Posibilidad de salirse del carril educativo oficial, mediante exámenes a título de
suficiencia, validez de títulos y certificaciones de países extranjeros, educación a
distancia y autodidacta, como opciones para mantener a los malos maestros
lejos de los buenos alumnos.
3. Mayor atención a la deshonestidad académica, privilegiando trabajo en equipo,
evaluación por pares, pruebas personalizadas, exámenes orales y mecanismos
usuales en el mercado laboral para prevenir el problema del free-rider.
4. Créditos educativos con acompañamiento para elevar probabilidad de repago.
Fondos de garantía, mentores, coaching para educandos pueden ser más
rentables que muchos programas sociales.
5. Comparaciones internacionales. La prueba PISA-OECD, el bachillerato
internacional, exámenes estandarizados como GRE, GMAT, TOEFL, son
posibilidades de homogeneizar el desempeño de los estudiantes con el resto del
mundo. Adoptarlos como estándar y dar información respecto a qué escuelas
realmente ayudan a sus alumnos a mejorar el resultado en esas certificaciones.
6. Información respecto a la rentabilidad de la inversión. Es importante divulgar a la
gente el resultado que puede obtener en el mercado laboral a partir de sus
elecciones de inversión en capital humano.
Propuestas para mejorar la formación de capital humano en México
Molano 3
Gráfico 1 Salario mensual según profesión (ENOE III-2009). Poco más de 35 millones de trabajadores en
México que no tienen profesión tienen un salario cercano a los 3 mil pesos mensuales, cerca de la mitad del
salario promedio. El salario empieza a crecer cuando la gente tiene profesión.
7. EUA es un faro de conocimiento, usémoslo. A pesar de la pérdida de liderazgo
de los estadounidenses en diversos campos, siguen siendo una potencia en
atracción de talento y formación de capital humano. El boleto de entrada para los
mexicanos es mayor calidad de educación en matemáticas, inglés, ciencias y
pensamiento crítico. Ello implica, como país, superar diversos complejos
históricos (Maloney, 2010).
8. Atraer talento de la economía digital. Crear y divulgar un repositorio de
información tecnológica digital de dominio público en español. Apoyar a grupos
establecidos a mejorar su perfil a cambio de participar en la educación
tecnológica científica (por ejemplo, comunidades digitales como Linux).
9. Política migratoria. Si tardaremos en generar talento propio, hay que importarlo.
A pesar de las difíciles condiciones actuales de México, es posible encontrar
talento en países con otro tipo de problemas (Venezuela, Argentina). La fuga de
talento difícilmente parará mientras haya diferencias de salario entre México y
otros países. Hay que usar a la red de mexicanos que ha emigrado como un
puente entre México y el mundo para efectos de formar talento.
Propuestas para mejorar la formación de capital humano en México
Molano 4
10. Inversión extranjera en el rubro educativo. No es difícil imaginar que las
universidades de Estados Unidos tengan sedes en México. El sector público
podría ser proactivo en el proceso de atracción.
11. Colegio liberal anglosajón, proceso de Boloña. Nuestro sistema universitario
exige que jóvenes de 17 ó 18 años elijan un carril de especialización. Las
universidades anglosajonas, las más exitosas del planeta, tienen programas
flexibles en los primeros dos años. Esto permite a la gente tomar una decisión
de especialización con más madurez y conectar campos de conocimiento
diversos (IMCO, 2009).
12. Sistema especial para jóvenes de alto talento, quienes pueden concluir el
curriculum básico más rápido y convertirse en catalizadores de cambio social
(Newell y Malo, 2006).
Referencias
Becker, G (1975), "Human Capital: A Theoretical and Empirical Analysis, with Special
Reference to Education, 2nd ed," NBER Books, National Bureau of Economic
Research, Inc, número beck75-1: Capítulo 1.
Friedman, M (1955), "The Role of Government in Education," de Economics and the
Public Interest, ed. Robert A. Solo, derechos reservados © 1955 de los apoderados
fiduciarios del Rutgers College, Nueva Jersey.
Friedman, M (1995), “Public schools: make them private”, Briefing paper No. 23, Cato
Institute Briefing Papers, Cato Institute. Washington, DC Disponible en
http://www.cato.org/pubs/briefs/bp-023.html.
IMCO (2009), “Competir por talento contra el mundo”, en México ante la crisis que
cambió al mundo, informe de la competitividad internacional de México 2009, IMCO,
México, DF: páginas 163-179.
Maloney, WF (2010), presentación en la conferencia “Beyond the crisis: thinking
strategically about Mexico‟s future”, Brookings Institution, Washington, DC. Versión
estenográfica disponible en
http://www.brookings.edu/~/media/Files/events/2010/0625_mexico_economy/20100625
_mexico_economy.pdf
Propuestas para mejorar la formación de capital humano en México
Molano 5
Mexicanos Primero (2009), “Contra la pared: estado de la educación en México 2009”,
Mexicanos Primero, México, DF: http://www.mexicanosprimero.org.mx/recursos/203-
publicaciones-de-mexicanos-primero.html?start=1 .
Newell, R y Malo, S (2006), “Video promocional para el proyecto de niños con talento”,
IMCO, México, DF.
Peña, P y Chacón, A, (2011), "Recession, Stagnation and the Investment in
Postsecondary Education: Evidence from the „Lost Decade‟ in Mexico", proyecto
pendiente de publicarse, IMCO, México, DF.
Peña, P y Chacón, A, (2011), "Self-reported Credit Constraints and Optimal Schooling
in Mexico", proyecto pendiente de publicarse, IMCO, México, DF.
CAMBIOS PARA REFORMAR LA FORMACIÓN DE CAPITAL HUMANO DEL PAÍS.
Mario Rodarte1
La cobertura educativa está garantizada, al menos en los grados educativos básicos, como primaria y secundaria. El gran reto es hacer que los estudiantes permanezcan en el sistema. Para ello se debe instrumentar un programa de búsqueda, ubicación y apoyo de talentos. El programa debe decidir el tipo de apoyos que los estudiantes de excelencia deben recibir, sean estos el pago de las colegiaturas, en su caso, así como un ingreso mensual para su manutención y darle acceso a los servicios de cuidado de la salud. Los estudiantes del programa deben recibir tutorías que les permitan no sólo avanzar en los diferentes grados académicos, sino desarrollar su capacidad para pensar, analizar y utilizar su razonamiento abstracto. Se le debe inducir en las tutorías a que investigue, cuestione, pregunte y proponga cosas nuevas en cuanto aspecto se introduzca, sean artes o ciencias. Los centros de tutoría deben estar bien equipados con material didáctico y tener acceso a todo tipo de material en la red. El programa se encargará de definir cuál es la mejor opción para su educación media superior y superior, para lo cual recomendará a los estudiantes para que viajen y se alojen en lugares diferentes a su hogar, en su caso. El programa paga las colegiaturas y los gastos de los estudiantes que lo requieran, estipulando que se trata de un premio de excelencia. Se debe establecer un promedio mínimo para permanecer, que puede ser 8.8 o superior y el requisito de jamás reprobar una materia. Al avanzar a la educación profesional superior, el programa recomendará al estudiante la mejor opción y de tratarse de una opción de ingeniería o científica se le otorgará un premio, o se le dará un incentivo adicional. Lo que el país requiere son ingenieros y científicos, aunque también se pueden apoyar otros talentos. Algunas de las universidades públicas existentes se les podría sugerir que avanzaran hacia este nuevo modelo educativo de excelencia, basado en incentivos, pero dependiente de muy buenos resultados académicos. A partir del grado de avance de cada institución se le podrían ampliar los recursos a su disposición, aunque como la excelencia también las incluye a ellas, deben probar que se manejan con estándares internacionales, sin personal excesivo y con elevada productividad.
1 Las opiniones son personales y no corresponden necesariamente a las posturas institucionales con las que el autor está asociado ni a las del Instituto
¿Qué cambios propondría para reformar la formación de capital humano del País?
Rodrigo Gallegos1
Para reformar el capital humano en México considero fundamental abordar el tema desde tres perspectivas.
1. La primera se refiere a las acciones que dependen del sector público para mejorar la educación, la salud, la inclusión social y las estrategias para salir de la pobreza. Para ello, recomiendo:
Socializar el gasto público del gobierno. Sacar parte del presupuesto de las manos de instituciones corporativistas como los sindicatos o grandes burocracias y trasladarlas a los ciudadanos. Los vouchers educativos son un claro ejemplo de esto pero se puede ampliar esta idea para abarcar muchas más acciones que impacten el desarrollar el capital humano.
Cuantificar, medir y seguir el gasto público en capital humano de forma minuciosa. Debido a que son tantas las transferencias del gobierno en gasto social, es clave dar seguimiento a este gasto y tener herramientas de rendición de cuentas para medir los impactos de los programas sociales.
Cambiar todos los subsidios para detonar el capital humano en esquemas de incentivos y en caso de ser necesarios subsidios condicionales. De tal forma que el dinero no se regale, sino se condicione a ciertos comportamientos como lo hace hoy el programa Oportunidades o el de bécalos.
Utilizar de manera inmediata la mayor cantidad de tecnología. El uso de más tecnología no solo abarata el costo de gastar este gasto, sino el costo de transacción de los más pobres.
Hacer las grandes reformas pendientes en el sector educativo, tanto a nivel primaria como secundaria y educación terciaria. Buscando una educación más flexible que permita a los alumnos tomar más decisiones y aprender de los demás, no de solamente un profesor.
2. La segunda son las acciones que dependen de la sociedad civil en su conjunto y en lo individual para
transformar el desarrollo de capital humano en el país, para estas sugiero:
Generar una propuesta clara y contundente, basada en mejores prácticas sobre procesos ciudadanos para contribuir con su tiempo y experiencia a mejorar el capital humano de los más desfavorecidos. Un ejemplo en el que ha estado trabajando IMCO, es la investigación acerca de programas en México y el extranjero ( “Teach for America”) para que los profesionistas donen su tiempo para enseñar a los más necesitados. La clave es crear una propuesta logística que permita a los ciudadanos emplear sus capacidades a bajo costo.
Crear proyectos para generar talento como el que desarrolló IMCO pero a una mayor escala. Estos proyectos no sólo detonan el crecimiento e influyen positivamente en muchos, sino que puede ser fácilmente autofinanciable en el largo plazo. El día en que estos jóvenes consoliden su desarrollo profesional, será probable que paguen el total de sus becas.
Generar información útil para que la ciudadanía pueda influir para cambiar los servicios de educación, salud, desarrollo e inclusión que reciben del gobierno. El portal comparatuescuela.org
1 Las opiniones son personales y no corresponden necesariamente a las posturas institucionales con las que
el autor está asociado ni a las del Instituto
creado por IMCO permite a los padres y alumnos comparar la calidad de las escuelas en el país de forma simple y amigable, además de que los usuarios también son participes al agregar sus propios comentarios. Herramientas de este tipo permiten que los ciudadanos exijan mejores servicios de salud, educación y desarrollo, a la vez que socializan la información.
3. La tercera son las acciones que deberá hacer el gobierno para detonar el desarrollo productivo del país. Al final el empleo es una de las únicas salidas a la pobreza y marginación. En este sentido se puede hablar de dos clases de acciones:
La primera es proponer cambios en materia de regulación que aseguren igualdad de oportunidades para todos. En este sentido promover una ley de competencia y contar con agencias reguladoras fuertes disminuye las barreras de entrada y detona el crecimiento económico, al final la única salida a la pobreza.
Otra forma de detonar crecimiento es promover esquemas de negocio que impacten de forma positiva el desarrollo de capital humano en la base de la pirámide. Por ejemplo, los gobiernos o la sociedad civil puede reunir fondos para dar créditos blandos, garantías o capital semillas para este tipo de negocios. En India por ejemplo con ayuda de gobiernos locales se desarrollaron clínicas de salud privadas en las zonas de más alta marginación con impactos muy importantes tanto en como atención medica como en salud.