Post on 02-Jul-2015
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Federación de estudiantes mapuche de wallmapu (FEDEM)
Documento preliminar.
El pueblo mapuche ha sufrido la exclusión por parte de los distintos
gobiernos que han conducido al Estado de Chile. Las injusticias, los atropellos
fueron y son múltiples. Cuestión que la sociedad en general no mapuche no
reconoce. Sobre todo los procesos de racismo y discriminación presentes hasta
hoy en variadas esferas de la sociedad chilena. Identificamos en la identidad
nacional una construcción de país que no reconoce aquellos orígenes, procesos
de encuentro y desencuentros entre pueblos distintos y que dan origen
efectivamente a un país pluti-multicultural, pero que en la práctica vemos uno
constituido desde el mono-culturalismo y etno-centrico. Nuestro pueblo Mapuche
es amplio y diverso, ahí su valoración que hacemos como herederos de una
cultura y pueblo, cargado de historia y significado; pero también cargado de
injusticias y modelado por condiciones de desigualdad política, económica, social
y cultural.
En especial como jóvenes estudiantes, creemos poder construir una
verdadera relación simétrica entre las culturas, la cual rompa aquella barrera de la
cual hemos estado años invisibilizados y ausentes de las discusiones de la
política estudiantil, por la discontinuidad en la legitimidad por parte de los sectores
estudiantil no mapuche. Estamos confiados en el auto-reconocimientos y
reconocimiento por parte de la sociedad en que se considere aquellos elementos
propios de la diversidad cultural, en este caso como estudiantes mapuche, de la
cual nosotros nos hacemos cargo.
Visión y Configuración de la federación
La fundada de la Federación de Estudiantes Mapuche es una organización
y red autónoma compuesta por estudiantes de universidades chilenas y
estudiantes de liceos. Tiene un carácter territorial y se ha fijado como objetivo
principal contrarrestar el fuerte desarraigo cultural y político que sufren los
Estudiantes en la educación formal que ofrece el Estado de Chile.
Su estrategia de negociación consiste; en primera instancia, actuar
proactivamente proponiendo temas y mesas de trabajo y en última instancia la
movilización social. No ya como uno más, sino como un referente legítimo de la
política local y nacional.
Justificación.
Desde el surgimiento de las primeras organizaciones mapuches
contemporáneas, la demanda por educación ha sido esgrimida con fuerza
por nuestro pueblo frente al Estado. Es así que entre la década de los años
20’ al 60’, los principales referentes mapuche impulsaron iniciativas que
buscaban garantizar un acceso cada vez mayor de nuestra población a la
educación primaria y secundaria, restringida en dicho periodo a sectores
privilegiados de la sociedad chilena regional. Esto se vería fortalecido en la
década de los años 70’ con la creación de la Federación de Estudiantes
Indígenas (FEI), importante referente de estudiantes de educación técnica y
superior que canalizó dichas demandas frente al gobierno de la entonces
Unidad Popular.
Tras el retorno de la democracia al país, el creciente ingreso de
jóvenes a la educación superior –gatillado entre otros factores por la
creación de cátedras en Pedagogía Intercultural Bilingüe- significó el
resurgimiento de importantes organizaciones estudiantiles mapuche, que
retomaron el camino transitado por la FEI, desarticulada tras el golpe militar.
Es así que en la década de los 90’ destacan numerosos referentes
estudiantiles mapuches, tanto en universidades estatales como privadas de
la VIII y IX Regiones, los que canalizan ante las autoridades universitarias y
de gobierno necesidades sectoriales no satisfechas por el indigenismo de
Estado. En dicho proceso de reorganización se enmarca la lucha estudiantil
por Hogares Universitarios Mapuche iniciada en Temuco el año 1997 y que
en la siguiente década se extendió a ciudades como Santiago, Concepción y
Valdivia.
Hoy, los estudiantes mapuche de Wallmapu (territorio ancestral
mapuche) nos vemos en la necesidad de dar un paso más en este histórico
proceso de organización como sector. Sentimos la necesidad de no solo
luchar ya por demandas locales, propias de nuestra condición de pueblo
bajo condición colonial; hoy queremos además participar e incidir como
movimiento en las luchas impulsadas por el estudiantado chileno
organizado. Vemos con preocupación que en gran parte de los debates y
reformas a la educación que se plantean a nivel Estatal, somos nuevamente
los marginados. No queremos que esto siga sucediendo y ello demanda
nuestra activa participación. De allí la necesidad de organizarnos como
referente nacional de estudiantes mapuche, pertenecientes a un contexto
sociocultural diferente, pero hermanado con el estudiantado chileno en sus
luchas y aspiraciones.
Nuestra propuesta tiene especial relevancia por la preocupación asumida en la
educación de nuestros pu peñi ka pu lamgen (hermanos y hermanas);
entendemos que nuestra sociedad mapuche está impregnada de cobardes actos
de violencia hacia nuestras familias, pero por otro lado también es especialmente
violenta en términos simbólico por la pérdida de identidad de los jóvenes
mapuches en los sectores urbanos y rurales como consecuencia de la educación
de enfoque mono cultural.
Por tanto la federación comprende que su rol es esencialmente de una
“organización” de base orientada hacia la masa del estudiantado con raíces en la
tierra y que no pretende ser una mera organización “universitaria” porque la lucha
por la autodeterminación escapa a los muros de la máquina de saber burgués y
occidental que representa esta. La Federación en sí, es un acto de reafirmación
hacia la determinación y continuidad de lo que somos y lo que queremos ser, es
una abierta respuesta y negación a los marcos culturales a los que nos quieren
someter.
Los problemas que aquejan y han aquejado al pueblo mapuche durante siglos y
siglos no dependen en exclusiva de las cooptaciones que puedan tener partes del
mismo dentro de las cúpulas de poder en que se mueve la dinámica de la política
chilena.
Nuestro llamado es asumir los problemas desde una óptica propia afín a la raíces
que nos hacen ser lo que somos, en una visión de largo plazo, que si bien no
renuncia los conflictos coyunturales de nuestro pueblo continuamente reprimido,
intenta dar soluciones y pensar variados caminos en el mediano y largo plazo, en
este caso el plano de la educación.
En nuestras consideraciones y banderas de luchas esta la defensa de nuestra
tierra que tiene un rol destacado, por lo cual declaramos que la base del problema
es el modelo mercantilista chileno ajeno a nuestra cosmovisión, pues no ve en el
territorio más que una materia prima, un recurso, un medio de producción para ser
controlado, extraído y usado. Por eso reivindicamos el territorio y sus
componentes desde las semillas, pasando por nuestro saber; dejando claro no
aquel “ecologismo de fin de semana”, pues la tierra es un otro, un sujeto que debe
ser tratado como un igual con respeto. Hasta aquel rakizuam (pensamientos o
sabiduría) dejado por nuestros antepasados.
También declaramos una abierta resistencia al modelo de educación Chilena, si
bien estamos conscientes que esta da a las herramientas necesarias para el
desarrollo del sujeto (somos prueba de ello), también somos testigos de la horrible
situación de la educación pública a la cual debe asistir la mayor parte de nuestro
empobrecido pueblo, que frustra el desarrollo cultural y económico.
Hacemos hincapié en que la educación pública, tiende en el sur, precisamente en
las zonas rurales y urbanas (de la periferia) a generar sujetos encaminados a
formar parte de la masa “trabajadora” para entrar al mercado como mano de obra
barata, limitando que los hijos de padres indígenas pasen a formar parte del
proletariado urbano pobre y vulnerado.
La educación está totalmente llena de sesgos y sabemos muy bien que es un
elemento de control y homogeneización cultural. La velada falta de crítica e
invisibilizacion en el currículo de la historia de la llamada falsamente pacificación
de la Araucanía es un acto de violencia hacia nuestro pueblo pues niega el
enorme sufrimiento de nuestros antepasados. Por eso llamamos a una
democratización de la Educación, a un cambio en las llamadas “verdades” y al
reconocimiento de de la realidad de nuestro país como multicultural.
Ha quedado demostrado, en los diferentes países del continente que el
crecimiento económico no garantiza por sí solo un mayor nivel de empleo ni una
mejor distribución del ingreso, sino por el contrario, tiende a generar
desigualdades e inequidades (Escobedo y LLao, 2005). Situación diagnosticada
también por el Consejo Asesor Presidencial Trabajo y Equidad (2008)
puntualizando que el mercado y consecuentemente el crecimiento económico del
país han sido importantes en la generación de recursos y la generación de
empleo, pero no ha resuelto el problema de equidad, más bien éste proceso tiende
a preservar esta distribución. Siguiendo esta idea Celis et al. (2008) Han concluido
que la peor cara de exclusión e inequidad la muestran los hogares indígenas
Mapuche, encontrándose en desmedro en forma significativa en cualquier
dimensión de bienestar, especificando que en territorios donde ha habido
crecimiento económico se ha mantenido o profundizado la desigualdad étnica,
siendo los hogares Mapuche no partícipes del desarrollo económico en la misma
medida que los hogares no Mapuche.
Dado lo anterior, es necesaria y urgente la ejecución de Políticas Públicas
tendientes a enfrentar y aminorar la exclusión de la sociedad Mapuche mediante
programas contribuyan a un cambio de las conductas sociales, es decir, propender
a una sociedad inclusiva para las minorías étnicas existentes en el país. Al
respecto, la propuesta es:
1. Creación e Incorporación a los planes y programas, mallas curriculares y Proyecto
educativo Institucional, de contenidos Mapuche en relación a la lengua, historia y
cosmovisión.
Actualmente el sistema educativo no ha respondido a la situación de
diversidad cultural, el sistema se ha abstraído de la diversidad existente, ha
sido pensada y diseñada en un educando ideal y homogéneo. Por hacerlo, ha
descuidado la necesidad de prestar atención diferenciada a las particularidades
de cada Región, olvidando la realidad chilena que responde a una sociedad
multiétnica, pluricultural y multilingüe.
López (1993) plantea que en sociedades heterogéneas y no homogéneas
como las latinoamericanas, es responsabilidad de la escuela reafirmar a los
educandos como miembros de un grupo histórico-social determinado y
paralelamente a ello, propiciar el desarrollo de un espíritu de tolerancia y respeto
hacia los demás y hacia sus manifestaciones culturales y lingüísticas1. Se hace
ineludible incorporar la especificidad cultural en los territorios y comunas donde
exista alta población Mapuche para promover y mejorar las relaciones
interculturales, avanzar en el mejoramiento de la calificación del capital humano y
profesional y hacer de la formación educacional pertinente a sus formas de vida de
los habitantes Mapuche y no Mapuche que aquí habitan.
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En Chile junto al castellano los Pueblos Originarios hablan las siguientes lenguas: Aymara, Rapa Nui, Quechua, Kawesqar y Yagán. Así también, las colonias extranjeras concentradas hoy en asociaciones o club dentro de sus centros de educación enseñan las siguientes lenguas: Alemán, Italiano y Francés como las más importantes. Al nivel general se enseña el Inglés.
2. Instalación de Universidades Interculturales en todo Chile. Se trata de la creación
universidades interculturales cuyo fin esté centrado en desarrollar las
necesidades y las potencialidades de desarrollo de las comunidades o regiones a
las que deberá atender. La oferta educativa debe centrarse en ofrecer carreras
que contribuyan al desarrollo regional y de los pueblos originarios allí presentes.
Actualmente, existen iniciativas en proceso en países como México, Ecuador y
Bolivia. Al respecto se señala que estas universidades tienen como objetivo
“impartir programas formativos en los niveles de profesional asociado, licenciatura,
especialización, maestría y doctorado, pertinentes al desarrollo regional, estatal y
nacional, orientados a formar profesionales comprometidos con el desarrollo
económico, social y cultural en los ámbitos comunitario, regional y nacional, cuyas
actividades contribuyan a promover un proceso de valoración y revitalización de
las lenguas y culturas originarias.2
Al respecto, Silas Casillas (2010), señala que:
- Las universidades interculturales (UI) brindan educación superior a las
comunidades alejadas de los servicios educativos. En este sentido, es un buen
uso del dinero público, porque este tipo de instituciones se ubican en
comunidades que tienen gran población indígena y a la vez están empobrecidas.
- Las UI reivindican la cultura original y dan un espacio apropiado para que el
conocimiento de los Pueblos Originarios sea discutido y analizado. Constituyen
un espacio muy importante de discusión entre el conocimiento occidental y el
conocimiento indígena.
- Las UIs están muy unidas a las comunidades en las que están ubicadas y a sus
ciudadanos. En este sentido, estas universidades están dirigidas a las
necesidades de la comunidad y generan sinergias para el compromiso de grupos
locales de interés y el mejoramiento de la comunidad.
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- Las UIs consideran las características culturales de sus estudiantes por lo que se
genera un ambiente cálido, generando un mayor logro de resultados académicos,
por ejemplo, menor deserción.
- Las UIs educan el talento local y previene a los estudiantes de dejar sus
comunidades de origen, contrarrestando la “fuga de cerebros”
La educación intercultural debe plantearse a la sociedad nacional en su conjunto
ya que la implementación de un currículum educativo basado en el reconocimiento
de la diversidad nacional no sólo enriquece las competencias culturales y amplía
la mirada respecto de las relaciones interétnicas, sino también es una oportunidad
de crecimiento económico.
3- Creación de Universidades Mapuche: esto con el fin de crear un espacio de
desarrollo de conocimiento mapuche, ya que como toda sociedad tiene el derecho
de dar continuidad a sus conocimientos obedeciendo a la constante movilidad que
la sociedades tienen, esto no afectara la propuesta de universidades
interculturales sino todo lo contrario permitirá aportar conocimiento desde el
mundo mapuche hacia la interculturalidad, entendiendo esta como la interacción
de dos o más culturas, ya que es necesario que existan contrapartes para la
interacción y respeto entre ambas culturas, lo que conllevara a la simetría cultural,
social y política, siendo este un principio primordial de la interculturalidad misma.
4- Solución a los problemas socioeconómicos:
Construcción e implementación de hogares indígenas de educación superior de
acuerdo a la demanda estudiantil (todos los niveles)
Becas completas (estudios, mantención y alojamiento) para estudios superiores
(universitarios y post – grado) en cantidad y cobertura
Mecanismos especiales de ingreso a las universidades públicas y privadas.