Post on 13-Apr-2017
ETIQUETADO DEL
CERDO IBÉRICO
El etiquetado del jamón ibérico es algo por
lo que se ha luchado mucho para evitar que
el consumidor tenga en todo momento
presente que tipo de producto esta
adquiriendo.
Esto se hace en la mayoría de los casos
para evitar fraudes relacionados con la
calidad del producto o la veracidad del
origen del mismo. De este modo, con un
etiquetado correcto, se clarifican todas las
dudas existentes.
La nueva norma que regula este tipo de
productos pretende distinguir diferentes
calidades de las carnes y productos
derivados de estas como jamones, paletas
y embutidos como la caña de lomo
provenientes del cerdo ibérico.
Esto dependerá de la pureza de la raza del
animal, de la alimentación a lo largo de su
vida y del manejo o condiciones de vida del
mismo.
Para ello se han establecido cuatro
categorías entre las que varían según
dispongan de unas cualidades u otras.
Los productos serán marcados con un
etiquetado de colores diferentes que será
instalado en el matadero en el que se
genere la producción y esta no puede ser
retirada en ningún momento durante el
proceso de comercialización del producto
en cuestión.
En cuanto a las categorías o etiquetas
podemos encontrar cuatro:
1. Negra
2. Roja
3. Verde
4. Blanca
Etiquetado negro:
Esta representa la mejor
calidad del producto,
garantiza que es una
pieza de cerdo 100%
ibérico, alimentado a
base de bellota en la
dehesa sin aporte
alimenticio de pienso en
ningún momento.
Etiquetado rojo:
En este caso es el de
los productos de cerdos
ibéricos cruzados con
duroc, pero la
alimentación sigue
siendo a base de
bellotas.
Etiquetado verde:
Los cerdos de raza ibérica, alimentados a base de pienso compuesto, que se crían en el campo son los destinatarios de este color de etiqueta. En este encontraríamos los conocidos jamones ibéricos de cebo.
Etiquetado blanco:
Esta etiqueta se le
coloca a los animales de
cebo, que se crían en
granjas o lugares de
espacio reducido, no
son ibéricos al 100%
pero si que lo deben ser
en al menos el 50%.
Estas son las etiquetas de todo producto
que provenga del cerdo ibérico. En cuanto a
otros productos que no provengan de esta
raza, el etiquetado no es válido y quedan
exentos o fuera de la norma.
La esperanza de la aplicación de esta
norma es acabar con el fraude generado
por la venta de productos considerados de
una calidad que no lo son en realidad.