Enseñanzas del papa francisco no.92

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Enseñanzas del Papa Francisco. No.92

El 16 de febrero dijo con dolor por asesinato de 21 cristianos coptos Egipcios decapitados:

“… Solamente decía ‘Jesús ayúdame’. Fueron asesinados por el sólo hecho de ser cristianos”. “La sangre de nuestros hermanos cristianos es un testimonio que grita. Sean católicos, ortodoxos,

coptos, luteranos, no interesa: son cristianos. Y la sangre es la misma, la sangre confiesa a

Cristo”…

El 17 de febrero dijo en parte de su homilía: …“El hombre es capaz de destruir

todo aquello que Dios ha realizado”, el hombre “parece ser más potente que Dios”,

es capaz de destruir las cosas buenas que Él ha realizado.

En los primeros capítulos de la Biblia hay varios ejemplos,

como “Sodoma y Gomorra, la Torre de Babel, en los cuales el hombre muestra su maldad”. Un mal que se anida en lo íntimo del corazón.

… “Pero ¿qué sucede en el corazón del hombre?”, Jesús nos recuerda que “del corazón del hombre nacen todas las

maldades”. Nuestro corazón débil “está herido”.

Existe siempre un “deseo de autonomía”: “¡yo hago lo que quiero y si tengo ganas de esto, lo hago!

¡Y si por esto quiero hacer una guerra, la hago!”.

…Capacidad de destrucción. Y esto no viene del vecino

¡viene de nosotros! ‘Cada íntima intención del corazón

no era otra cosa que mal’. Nosotros tenemos esta semilla

adentro, esta posibilidad. ¡Pero tenemos también al Espíritu

Santo que nos salva, eh! Pero debemos elegir,

en las pequeñas cosas”.

…Debemos tomar en serio el mensaje del Señor, “éstas no son cosas extrañas,

esto no es el discurso de un marciano”, “el hombre es capaz de hacer tanto bien”, como la

Madre Teresa, “una mujer de nuestro tiempo”.

Todos nosotros “somos capaces de hacer tanto bien, pero todos nosotros somos capaces también de destruir; destruir en lo

grande y en lo pequeño, en la misma familia;

destruir a los hijos” no dejándolos crecer

“con libertad, no ayudándoles a crecer bien; anular a los hijos”.

Tenemos esta capacidad y por esto

“es necesaria la meditación continua, la oración, la confrontación entre nosotros,

para no caer en esta maldad que todo destruye”:

“Y tenemos la fuerza (Jesús), …que hoy nos dice:

‘Acuérdense. Acuérdense de Mí, que he donado mi sangre por

ustedes; acuérdense de Mí que los he salvado,

los he salvado a todos; acuérdense de Mí que tengo la fuerza para acompañarlos en el

camino de la vida, no por el camino de la maldad sino

por el camino de la bondad, del hacer el bien a los otros;

no por el camino de la destrucción,

sino por el camino del construir; construir una familia, construir una

ciudad, construir una cultura, construir una patria, siempre más”.

“Pidamos hoy al Señor, antes de comenzar la Cuaresma esta

gracia: de elegir bien siempre el camino

con su ayuda y no dejarnos engañar

por las seducciones que nos l levarán por el camino

equivocado”.

El 18 de febrero dijo en audiencia general: “Tener a un hermano, una hermana que te quiere es una

experiencia fuerte, impagable, insustituible”… “'Hermano' y 'hermana' son palabras que el cristianismo

ama mucho” y “gracias a la experiencia familiar, son palabras que todas las cultura y todas las épocas

entienden”.

Haciendo un repaso en “la historia del pueblo de Dios,

que recibe su revelación en la vivencia de la experiencia humana”, también

“el salmista canta la belleza de la relación fraterna y dice:

'¡Qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos!'”.

“Esto es verdad. La hermandad es bella. Jesucristo ha llevado a su

plenitud también esta experiencia humana de ser hermanos y hermanas, asumiéndola en el amor trinitario y

potenciándola de tal manera que vaya mucho más allá de los lazos del parentesco y pueda superar todos los

muros de la extrañeza”.

Cuando la relación entre los hermanos se arruina,

“se abre el camino a experiencias dolorosas de conflicto, de traición,

de odio”. Como ocurrió en el caso de Caín y

Abel, que “constituye el ejemplo de este resultado negativo”

y que continúa repitiéndose en cada generación y época.

“La pregunta de Dios a Caín: '¿Dónde está tu hermano?‘

no cesa de resonar a lo largo de la historia”.

La relación de fraternidad que se forma en la familia entre los hijos

“se produce en un clima de educación en la apertura a los

otros, es la gran escuela de libertad y de paz”.

Y “quizás, no siempre somos conscientes,

pero ¡es la propia familia la que introduce la fraternidad en el

mundo!”.

…“la fraternidad en la familia resplandece de modo especial cuando vemos el cuidado, la

paciencia, el afecto con el que se rodea al hermanito

y la hermanita más débil, enfermo,

o que tiene alguna dificultad. Los hermanos y hermanas que

hacen esto son muchísimos, en todo el mundo, y quizás no

apreciamos lo suficiente su generosidad”.

Y “del mismo modo sucede para la fraternidad cristiana”.

“Los más pequeños, los más pobres deben enternecernos: tienen el 'derecho' de tomarnos el alma y el corazón”.

Cuando así ocurre, “cuando los pobres están

como en casa, nuestra misma fraternidad cristiana recobra

vida. Los cristianos, en efecto,

van al encuentro de los pobres y débiles no para obedecer un programa

ideológico, sino porque la palabra

y el ejemplo del Señor nos dice que todos somos

hermanos”.

Y éste “es el principio del amor de Dios

y de toda justicia entre los hombres”.

…Cuaresma “Es un tiempo favorable para intensif icar su vida

espiritual: que la práctica del ayuno les sea

de ayuda, queridos jóvenes, para obtener el dominio de

ustedes mismos; que la oración sea para ustedes,

queridos enfermos, el medio para confiar a Dios sus sufrimientos y sentir su presencia amorosa;

y que las obras de misericordia los ayuden, queridos esposos,

a vivir vuestra existencia conyugal abriéndola a la

necesidad de los hermanos”.

El 18 de febrero dijo: …“El Señor no se cansa nunca de tener misericordia de

nosotros, y quiere ofrecernos todavía, una vez más, su perdón,

invitándonos a volver a Él con un corazón nuevo, purificado del mal, para tomar parte de su alegría".

Pero, “¿cómo acoger esta invitación?', “Nos lo sugiere San Pablo en la segunda lectura de

hoy: 'Les suplicamos en nombre de Cristo:

déjense reconciliar con Dios'”.

“Saben hermanos que los hipócritas no saben llorar, han olvidado cómo se llora. No piden el don de las

lágrimas”.

Sobre el “esfuerzo de conversión” “no es solamente una obra humana.

La reconciliación entre nosotros y Dios es posible gracias a la

misericordia del Padre que, por amor hacia nosotros,

no ha vacilado en sacrificar a su Hijo unigénito”.

“Cristo, que era justo y no tenía pecado, por nosotros fue hecho

pecado cuando sobre la cruz cargó con nuestros pecados,

y así nos ha rescatado y justificado ante Dios. 'En Él ' nosotros

podemos transformarnos en justos, en Él podemos cambiar, si

acogemos la gracia de Dios y no dejamos pasar en vano el

'momento favorable'”.

Por lo que respecta a

“volver al Señor 'con todo el corazón'”,

“significa tomar el camino de una conversión no

superficial y transitoria, sino más bien un itinerario

espiritual que lleva a lo más íntimo de nuestra persona”.

“el corazón, en efecto, es la sede de nuestros

sentimientos, el centro en el que maduran

nuestras decisiones y nuestras actitudes”.

Pero esta llamada a la conversión no es sólo individual, sino que

“se extiende a toda la comunidad,

es una llamada dirigida a todos”.

“como pueblo de Dios comenzamos

hoy el camino de la Cuaresma, tiempo en el que buscamos unirnos

más estrechamente al Señor Jesucristo,

para compartir el misterio de su pasión y de su resurrección”.

La liturgia propone ante todo “el pasaje del Profeta Joel, enviado por Dios a llamar al pueblo a la penitencia y a la

conversión, a causa de una calamidad

(una invasión de langostas) que devasta Judea”.

“Solo el Señor puede salvar del flagelo y necesita

que se le suplique con la oración y el ayuno, confesando el propio pecado”,

a la vez que el profeta l lama a la conversión.

“El profeta habita sobre todo en la oración de los sacerdotes, haciendo observar que va acompañada de lágrimas.

Nos hará bien pedir, al inicio de esta Cuaresma, el don de las lágrimas,

para que nuestra oración y nuestro camino de conversión sean cada vez más auténticos y no sean hipócritas”.

…La limosna, la oración y el ayuno. “Jesús pone en evidencia una

tentación común en estas tres obras, que se pueden resumir en la de la propia hipocresía (la nombra tres

veces): ‘Estén atentos a no practicar su

justicia delante de los hombres para ser bien admirados por ellos...

Cuando hagan limosna, no toquen la trompeta ante ustedes,

como hacen los hipócritas.... Cuando oren, no sean igual que los

hipócritas, que... aman rezar de pie, para ser vistos por la gente...

Y cuando ayunen, no se conviertan en personas melancólicas como los

hipócritas”.

“cuando se hace algo bueno, casi instintivamente nace en nosotros el deseo de ser estimados

y admirados para esta buena acción, para obtener una satisfacción”.

“Jesús invita a cumplir estas obras sin ostentación, y a confiar únicamente en la recompensa del Padre

'que ve en lo secreto'”.

Que María Inmaculada “sostenga nuestro combate espiritual

contra el pecado” y “nos acompañe en este momento

favorable, para que podamos llegar a cantar juntos la alegría de la victoria en

la Pascua de Resurrección”.

El 19 de febrero dijo en parte

de su homilía: … “Cuando el Señor nos da

este consejo - '¡Detente!, elige hoy, elige' - no nos deja

solos. Está con nosotros y quiere

ayudarnos. Solamente nosotros tenemos que confiar,

tener confianza en Él. 'Dichoso el hombre que

confía en el Señor '”.

“Un camino equivocado es el de buscar siempre el propio éxito,

los propios bienes, sin pensar en el Señor, sin pensar en la familia.

Estas dos preguntas: ¿Cómo es mi relación con Dios?,

¿cómo es mi relación con la familia?...

…“Es más fácil vivir dejándose l levar por la inercia de la vida, de las situaciones, de las costumbres”.

“Elegir entre Dios y los otros dioses, aquellos que no tienen el poder de darnos nada, solamente pequeñas cosas que se acaban. Y no es fácil elegir, nosotros tenemos siempre esta costumbre de

ir un poco donde va la gente, un poco como todos. Como todos y ninguno…

El hombre “que quiere salvar su vida la

perderá, pero el que pierda su vida por

mi causa la salvará”.

El 20 de febrero dijo en parte de su homilía: …El ayuno verdadero es el de liberar a los oprimidos,

vestir a los desnudos y hacer justicia. Éste “es el ayuno que no es solamente externo, una

observancia externa, sino un ayuno que es un ayuno que viene del corazón”.

“En las tablas de la ley se encuentra la ley hacia Dios y la ley hacia el prójimo y todos y las dos van juntos”.

“…el amor a Dios y el amor al prójimo son una unidad

y si quieres hacer penitencia, real no formal, debes hacerla delante de Dios

y también con tu hermano, con el prójimo”.

Se puede tener mucha fe, pero “si no haces obras, está muerta, de qué sirve”.

Y al que va a Misa todos los domingos y comulga se le puede preguntar:

“¿Cómo es tu relación con tus empleados? …

“Cuántos, cuántos hombres y mujeres de fe, tienen fe pero dividen las tablas de la ley:

'Sí, sí yo hago esto'. ¿Pero das limosna? 'Sí, sí, siempre envío una asignación a la Iglesia'. 'Ah, está bien. Pero a tu

Iglesia, a tu casa, con aquellos que dependen de ti, sean hijos, sean nietos, sean los empleados.

¿Eres generoso?, ¿eres justo?”.

“No puedes ofrecer cosas a la Iglesia en los hombros de la injusticia que haces con tus

empleados. Este es un pecado gravísimo:

es usar a Dios para cubrir la injusticia”.

En este sentido, “es lo que el profeta Isaías en nombre del Señor nos hace entender: no es un buen cristiano el que no hace justicia con las

personas que dependen de él”.

Y tampoco es un buen cristiano “el que no se desprende de

algo necesario para él y se lo da a otros que tienen necesidad”.

Precisamente, la Cuaresma “es esto, es doble,

a Dios y al prójimo: es decir, es real,

no es una formalidad. No es no comer carne

solamente el viernes, hacer alguna cosita,

y después hacer crecer el egoísmo,

la explotación del prójimo, la ignorancia a los pobres”.

… “¿en esta Cuaresma hay en tu corazón lugar para aquellos que no han cumplido los mandamientos?, ¿para aquellos que se han equivocado y están en la

cárcel?”.

“'Con esta gente yo no.... ' . 'Pero él está en la cárcel’. Si tú no estás en la cárcel es

porque el Señor te ha ayudado a no caer.

¿En tu corazón los encarcelados tienen un lugar?

¿Rezas por ellos, para que el Señor les ayude a cambiar la

vida?'”. “Señor acompaña nuestro

camino cuaresmal para que la observancia exterior

corresponda con una profunda renovación del Espíritu”.

El 22 de febrero dijo al presidir el rezo del Ángelus: …“el desierto cuaresmal nos ayuda a decir no a la

mundanidad, a los ‘ídolos’, nos ayuda a hacer elecciones valientes

conforme al Evangelio y a reforzar la solidaridad con los hermanos”.

(Jesús en el desierto) “Es una prueba de la cual el Señor sale victorioso y que lo prepara a anunciar

el Evangelio del Reino de Dios. Él, en aquellos cuarenta días de soledad,

enfrentó a Satanás ‘cuerpo a cuerpo’, desenmascaró sus tentaciones y lo

venció. Y en Él hemos vencido todos,

pero nos toca a nosotros proteger en nuestro cotidiano esta

victoria”.

…Cuaresma es tiempo de lucha – en la Cuaresma se debe luchar – un tiempo de lucha espiritual contra el

espíritu del mal”.

“Y mientras atravesamos el ‘desierto’ cuaresmal, tenemos la mirada

dirigida hacia la Pascua, que es la victoria definitiva de Jesús contra el

Maligno, contra el pecado y contra la muerte.

… volver decididamente al camino de

Jesús, el camino que conduce a la vida.

Mirar a Jesús, qué ha hecho Jesús e ir con Él”.

“Este camino de Jesús pasa a través del desierto. El desierto es el lugar en el cual se puede escuchar la

palabra de Dios y la voz del tentador”.

“En el rumor, en la confusión,

esto no se puede hacer; se escuchan solo las voces

superficiales. En cambio, en el desierto,

podemos bajar en profundidad, donde se juega

verdaderamente nuestro destino,

la vida o la muerte”.

“¿Y cómo escuchamos la voz de Dios? La escuchamos en su Palabra.

Por esto es importante conocer las Escrituras, porque de otra manera no sabemos responder a las insidias del Maligno”.

Entrar en el desierto “sin miedo, porque no estamos solos: estamos con Jesús, con el Padre y con el Espíritu Santo”.

“Es más, como fue para Jesús, es precisamente el Espíritu Santo

que nos guía en el camino cuaresmal, aquel mismo Espíritu descendido sobre Jesús y que nos ha sido donado en el

Bautismo”.

“la Cuaresma, por lo tanto, es un tiempo propicio que debe conducirnos a tomar siempre más conciencia de cuánto el

Espíritu Santo, recibido en el Bautismo, ha obrado y puede obrar en

nosotros”.

“Al final del itinerario cuaresmal, en la Vigil ia Pascual, podremos renovar con mayor conciencia la alianza bautismal y

los compromisos que de ella derivan”.

Que “la Virgen Santa, modelo de docilidad al Espíritu,

nos ayude a dejarnos conducir por Él,

que quiere hacer de cada uno de nosotros una ‘nueva creatura’”.

Al finalizar el rezo del Ángelus, dijo al obsequiar a los presentes un libro titulado “Custodia el corazón”:

“la Cuaresma es un camino de conversión que tiene como centro el corazón. Nuestro corazón se debe convertir al

Señor”.

“…la conversión y el crecimiento espiritual, que parte siempre del corazón: all í donde se juega la partida

de las elecciones cotidianas entre bien y mal, entre mundanidad

y Evangelio, entre indiferencia y compartir”.

“la humanidad necesita justicia, paz, amor y sólo los podrán tener volviendo con todo el corazón a

Dios, que es la fuente de todo esto”.

En twitter dijo:Jesús ha venido a traernos la alegría a todos

y para siempre.

Durante la Cuaresma, hallemos modos concretos para superar nuestra

indiferencia.

Señor, concédenos la gracia de reconocernos pecadores.

Donde hay hombres y mujeres que han consagrado su vida a Dios, hay alegría.

Los Sacramentos manifiestan la ternura y el amor del Padre con cada uno de nosotros.

No hay pecado que Dios no pueda perdonar. Basta que pidamos perdón.

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