Enseñanzas del papa francisco no. 80

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Enseñanzas del Papa Francisco. No.80

El 10 de noviembre dijo en parte de su homilía: “Debemos perdonar porque somos perdonados, aquel cristiano

que no perdona y no vive lo que predica causa escándalo y “destruye la fe”.

…“todo cristiano, cualquiera sea su vocación, debe saber perdonar siempre y no dar jamás escándalo porque el

“escándalo destruye la fe”.

Jesús dijo:

“Ay de aquellos que escandalizan”,

Pablo, en su Carta a Tito, da indicaciones precisas sobre

cómo debe ser el estilo de vida de un sacerdote –no violento,

sobrio– en una palabra “irreprensible”, es decir, contrario al escándalo.

El escándalo “es decir y profesar un estilo de vida – ‘soy cristiano’ – y luego vivir como pagano, que no cree en nada”.

Esto causa escándalo “porque falta el testimonio”, mientras que “la fe confesada es vida vivida”.

“Cuando un cristiano o una cristiana, que va a la Iglesia, que va a la parroquia, no vive así, escandaliza.

Pero cuántas veces hemos escuchado: ‘Pero yo no voy a la Iglesia – hombres y mujeres – porque es mejor ser honesto en casa y no ir como aquel o aquella que

van a la Iglesia y luego hacen esto, esto, esto…’”.

“¡El escándalo destruye, destruye la fe! Y por esto Jesús es tan fuerte:

‘¡Estén atentos! ¡Estén atentos!’. Y esto nos hará bien repetirlo hoy:

¡Estén atentos a ustedes mismos! Todos nosotros somos capaces de escandalizar”.

”Todos los cristianosdeberían saber perdonar

“siempre”. Jesús invita a hacerlo incluso

“siete veces en un día” si quien nos ha hecho una falta

nos los pide arrepentido.Jesús “exagera para hacernos entender la importancia del

perdón”, porque “un cristiano que no es capaz de perdonar, escandaliza:

no es cristiano”.

“Debemos perdonar, porque somos perdonados.

Y esto está en el Padre Nuestro: Jesús nos lo ha enseñado ahí.

Y esto no se entiende en la lógica humana, la lógica humana te l leva

a no perdonar, a la venganza;te l leva al odio, a la división”.

“Cuántas familias divididas por no perdonarse: ¡cuántas familias! Hijos alejados de sus padres, marido y mujer

alejados… es tan importante pensar en esto:

si yo no perdono no tengo, parece que no tengo derecho –parece– de ser perdonado o no he entendido qué cosa significa

que el Señor me haya perdonado…

Se entiende entonces “por qué los discípulos, escuchando estas cosas,

le dijeron al Señor: ‘Auméntanos la fe’”.

“Sin la fe no se puede vivir sin escandalizar y siempre perdonando. Solamente la luz de la fe, de aquella fe que nosotros hemos recibido.

De la fe en un Padre misericordioso, de un Hijo que ha dado su vida por nosotros,

de un Espíritu que está dentro de nosotros y nos ayuda a crecer, la fe en la Iglesia,

la fe en el pueblo de Dios, bautizado, santo.

Y esto es un don, la fe es un regalo. Ninguno con los libros, asistiendo a conferencias, puede tener

la fe. La fe es un regalo de Dios que te dan y por esto los apóstoles

pedían a Jesús: ‘Auméntanos la fe’”.

El 11 de noviembre dijo en parte de su homilía: “En el servicio humilde está la fuerza y la alegría del cristiano”

El “siervo inútil” después de una larga jornada de trabajo, llega a su casa no para descansar, sino para servir a su señor.

“Alguno de nosotros aconsejaría a este siervo que vaya a pedir algún consejo al sindicato, para ver cómo hacer con un patrón de este tipo. Pero Jesús dice: ‘No, El servicio es total’, porque Él ha hecho camino con esta actitud de servicio; Él es

el siervo”.

  “Se presenta como el siervo, aquel que ha venido a servir y no a ser servido: así lo dice,

claramente.Y así, el Señor hace sentir a los apóstoles el camino de aquellos

que han recibido la fe, aquella fe que hace milagros.

Sí, esta fe hará milagros por el camino del servicio”.

“Un cristiano que no lleva adelante el don de la fe -recibida en el

Bautismo-, por el camino del servicio,

“se convierte en un cristiano sin fuerza, sin fecundidad”; y al final se convierte en

“un cristiano para sí mismo, para servirse a sí mismo”,

de modo que su vida es una “vida triste”, puesto que “tantas cosas

grandes del Señor” son “derrochadas”.

Cristo, nos dice que “el servicio es único”, porque no se puede servir a dos patrones: “O a Dios, o a las riquezas”.

Nosotros podemos alejarnos de esta “actitud de servicio, ante todo,

por un poco de pereza”, pero ello hará tibio el corazón porque “la pereza te vuelve cómodo”.

“La pereza nos aleja del servicio y nos lleva a la comodidad, al

egoísmo. Tantos cristianos así… son buenos, van a Misa, pero el servicio

hasta acá… Y cuando digo servicio, digo todo:

servicio a Dios en la adoración, en la oración, en las alabanzas; servicio al prójimo, cuando debo hacerlo; servicio hasta el final,

porque Jesús en esto es fuerte: ‘Así también ustedes, cuando habrán hecho todo aquello que les ha sido ordenado, ahora digan

somos siervos inútiles’. Servicio gratuito, sin pedir nada”.

La otra posibilidad de alejarnos de la actitud de servicio “es un poco la de adueñarnos de las situaciones”.

Algo que “ha sucedido a los discípulos, a los mismos apóstoles”, que “alejaban a la gente para que no molestaran a Jesús,

pero para estar cómodos ellos”.

Los discípulos “se adueñaban del tiempo del Señor, se adueñaban del poder del Señor: lo querían para su grupito”;

y después “se adueñaban de esta actitud de servicio, transformándolo en una estructura de poder”.

Algo que se comprende observando la discusión acerca de quién era el más grande entre Santiago y Juan. Y la madre que

“va a pedir al Señor que uno de sus hijos sea el primer ministro y el otro el ministro de economía, con todo el poder en sus

manos”.

Esto sucede también hoy cuando

“los cristianos se vuelven patrones: patrones de la fe,

patrones del Reino, patrones de la Salvación”.

Esto “sucede, es una tentación para todos los cristianos”.

En cambio, el Señor nos habla de servicio: “servicio en

humildad, servicio en esperanza, y ésta

es la alegría del servicio cristiano”.

“En la vida debemos luchar tanto contra las tentaciones que tratan de alejarnos de esta actitud de servicio. La pereza lleva

a la comodidad: servicio a la mitad; y el adueñarnos de la situación,

y de siervo convertirse en patrón, que lleva a la soberbia, al orgullo,

a tratar mal a la gente, a sentirse importantes ‘porque soy cristiano, tengo la salvación, y tantas cosas así.

Que el Señor nos dé estas dos gracias grandes: la humildad en el servicio, a fin de que podamos decir: ‘Somos siervos inútiles – pero siervos – hasta el f inal;

y la esperanza en espera de la manifestación, cuando el Señor venga a encontrarnos”...

El 12 de noviembre dijo: “Con gran preocupación sigo los

dramáticos sufrimientos de los cristianos que en varias partes del

mundo son perseguidos y asesinados por su credo religioso.

Siento la necesidad de expresar mi profunda cercanía espiritual a las comunidades cristianas duramente

golpeadas por una violencia absurda,

que no parece detenerse, mientras aliento a los Pastores

y a todos los fieles a permanecer arraigados y firmes en la

esperanza”…

“Una vez más dirijo un apremiante llamamiento a cuantos tienen responsabilidades políticas a nivel local e internacional, así como a todas las personas de buena voluntad, para que se ponga en marcha una vasta

movilización de conciencias en favor de los cristianos perseguidos”.

“Ellos, tienen el derecho de encontrar en sus propios países seguridad y serenidad, profesando libremente su propia fe.

Y ahora, por todos los cristianos perseguidos porque son cristianos,

invito a rezar un Padrenuestro”.

El 13 de noviembre dijo: “El Reino de Dios

“crece cada día gracias a quien lo testimonia sin hacer ‘ruido’, orando y

viviendo con fe su empeño en familia, en el trabajo y en su comunidad de

pertenencia”.

“En el si lencio, quizá de una casa donde se l lega a fin de mes con medio euro solamente y aún así no deja de rezar y de cuidar

a los propios hijos y los propios abuelos”. Precisamente “all í es donde se encuentra el Reino de Dios, lejos del clamor, porque el Reino de Dios no atrae la atención exactamente como no la atrae la semilla que

crece bajo tierra”.

“¿Cuándo vendrá el Reino de Dios?”

Jesús, en esta ocasión, responde que “vendrá un día en el que os dirán:

‘aquí está’, o ‘allí está’; no os vayáis, no lo sigáis”. “el Reino de Dios no es un espectáculo.

El espectáculo muchas veces es la caricatura del Reino de Dios”.

“El Señor nunca dice que el Reino de Dios es un espectáculo” porque “¡es una fiesta! Pero es diferente. Es fiesta, cierto, es bellísima.

Una gran fiesta. Y el Cielo será una fiesta, pero no un espectáculo”.

Sin embargo, “nuestra debilidad humana prefiere el espectáculo”.

A veces “el espectáculo es una celebración -por ejemplo, una boda- en la que se presenta la gente más que para recibir un

sacramento, para hacer un espectáculo de

moda, a hacerse ver, la vanidad”.

A diferencia de esta actitud, “el Reino de Dios es si lencioso, crece dentro.

Lo hace crecer el Espíritu Santo con nuestra disponibilidad,

en nuestra tierra, que nosotros debemos preparar”.

El día que llegue el Reino “hará ruido” porque “lo hará como el relámpago, iluminando, que brilla de un lado al otro del cielo. Así será el Hijo del hombre en su día,

el día que hará ruido.

Y cuando uno piensa en la perseverancia de tantos cristianos, que llevan adelante la familia -hombres, mujeres- que cuidan de sus hijos,

cuidan de los abuelos y llegan al final de mes con medio euro solamente,

pero rezan, allí está el Reino de Dios, escondido, en esa santidad de la vida cotidiana, esa santidad de todos los días”.

De la misma manera, “el Reino de Dios no está lejos de nosotros, ¡está cerca!”

No obstante, la llegada del Reino estará precedida de un tiempo de sufrimiento y dificultad: “Antes es necesario que sufra mucho

y sea rechazado por esta generación”. Lo que quiere decir, que “también el sufrimiento, la cruz,

la cruz cotidiana de la vida, la cruz del trabajo, de la familia, de llevar las cosas adelante, esta pequeña cruz cotidiana es parte

del Reino de Dios”.

“Cuidar el Reino de Dios que está dentro de nosotros con la oración,

la adoración, el servicio de la caridad, silenciosamente” una de sus virtudes fundamentales es que es “humilde, como la

semilla: humilde pero es grande, por la fuerza del Espíritu Santo”.

A los cristianos “nos toca dejarlo crecer en nosotros, sin presumir: dejar que el Espíritu venga, nos cambie el alma y nos

lleve adelante en el silencio, en la paz, en la calma, en la cercanía a Dios, a los otros,

en la adoración a Dios, sin espectáculos”.

El 14 de noviembre acompañado por niños y adolescentes dijo a padres y catequistas en parte de su homilía:

¿Cómo se transmite la fe a los nativos digitales? Con la modalidad que mejor puede impactar a quien vive constantemente estimulado por las imágenes: el ejemplo...

… Parece que estamos en la “Misa de los chicos”, “es ver una promesa, es ver el mundo que vendrá”.

“¿Pero qué dejaremos a nuestro futuro?”.

“¿Enseñamos lo que hemos oído en la Primera lectura: caminar en el amor y en la verdad? ¿O lo enseñamos con las

palabras, pero nuestra vida va por otra parte?

¡Pero para nosotros ver a los chicos es una responsabilidad! Un cristiano debe cuidar con solicitud a los chicos,

a los niños y transmitirles la fe, transmitir lo que vive, que está en su corazón.

¡Nosotros no podemos ignorar a las plantitas que crecen!”.

Todo depende de la justa actitud hacia los niños. “¿Cómo es mi actitud?

¿Es una actitud de hermano, de padre, de madre, de hermana, que lo hace crecer o es una actitud de indiferencia:

‘ellos crecen, yo hago mi vida…?’”.

“Todos nosotros tenemos la responsabilidad de dar lo mejor que tenemos

y lo mejor que tenemos es la fe. Darla a ellos, ¡pero darla con el ejemplo!

Con las palabras no sirve, con las palabras… ¡Hoy las palabras no sirven!

En este mundo de la imagen, todos estos tienen el celular y las palabras no sirven… ¡Ejemplo! ¡Ejemplo! ¿Qué cosa les doy a

ellos?”.

…Debemos pedir a Jesús que nos enseñe a caminar en la verdad

y en el amor. ¿Lo decimos juntos? ‘Caminar en la verdad y en el amor’”.

El 16 de noviembre dijo en sus palabras previas al rezo del Ángelus, refiriéndose a la parábola de los talentos:

“Esta parábola nos empuja a no esconder nuestra fe y nuestra pertenencia a Cristo, a no sepultar la Palabra del

Evangelio, sino a hacerla circular en nuestra vida, en las relaciones,

en las situaciones concretas, como fuerza que pone en crisis, que purifica, que renueva”.

“El Evangelio de este domingo es la parábola de los talentos,

tomada de san Mateo. Narra de un hombre que,

antes de partir para un viaje, convoca a sus servidores

y les confía su patrimonio en talentos, monedas antiguas de un

gran valor”.

“El hombre de la parábola representa a Jesús, los siervos son los discípulos

y los talentos son el patrimonio que el Señor les confía: su Palabra, la Eucaristía, la fe en el Padre celeste, su perdón…

en resumen, sus más preciosos bienes”.

“mientras en el lenguaje común el término ‘talento’ indica una resaltante calidad individual – por ejemplo en la

música, en el deporte, etcétera –,

en la parábola los talentos representan los bienes del Señor,

que Él nos confía para que los hagamos fructificar”.

“El pozo cavado en el terreno por el ‘servidor malo y perezoso’

indica el temor del riesgo que bloquea la creatividad

y la fecundidad del amor”.

“Jesús no nos pide que conservemos su gracia en una caja fuerte,

sino que quiere que la usemos para provecho de los demás”.

“Es como si nos dijese: ‘He aquí mi misericordia, mi ternura, mi perdón: tómalos y úsalos abundantemente’. Y nosotros ¿qué hemos hecho con ellos? ¿A quién hemos “contagiado”

con nuestra fe? ¿A cuántas personas hemos alentado con nuestra esperanza?

¿Cuánto amor hemos compartido con nuestro prójimo?”.

“Cualquier ambiente, también el más lejano y árido, puede convertirse en un lugar donde hacer fructificar los

talentos. No existen situaciones o lugares excluidos a la presencia

y al testimonio cristiano”.

“No tengamos encerrado en nosotros mismos” el perdón, que el Señor nos da en el Sacramento de la Reconciliación.

“No lo tengamos encerrado en nosotros mismos, sino dejémoslo que desate su fuerza, que haga caer aquellos muros

que nuestro egoísmo ha levantado, que nos haga dar el primer paso en las relaciones bloqueadas, retomar el diálogo

donde no hay más comunicación”.

“el Señor no da a todos las mismas cosas y de la misma

manera: nos conoce personalmente

y nos confía aquello que es justo para nosotros;

pero en todos coloca la misma, inmensa confianza

¡No lo defraudemos! ¡No nos dejemos engañar por el

miedo, sino intercambiemos confianza

con confianza!”.

“La Virgen María encarna esta actitud de la forma más bella y más plena. Ella ha recibido y acogido el don más sublime,

Jesús en persona, y a su vez lo ha ofrecido a la humanidad con corazón

generoso”.“Pidámosle ayudarnos a ser ‘servidores buenos y fieles’,

para participar ‘de la alegría de nuestro Señor’”.

 En twitter dijo:

¡Qué importante es el trabajo: para la dignidad humana, para formar una familia,

para la paz!

 La guerra destruye, mata, causa pobreza. Señor, danos tu

paz.

 Un cristiano da paz a los demás.

Y no sólo paz, sino también amor, bondad, fidelidad y alegría.

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Servicio Gratuito. Que Dios te llene de bendiciones.

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