En un futuro de comodidades sin igual, una megatienda ... · En un futuro de comodidades sin igual,...

Post on 02-Jun-2020

6 views 0 download

Transcript of En un futuro de comodidades sin igual, una megatienda ... · En un futuro de comodidades sin igual,...

Enun futurodecomodidades sin igual,unamegatiendadigitalpuedehacerllegarcualquiercosaquedeseesatupuerta,anticipándosealasnecesidadesqueni siquierasabíasque tenías.A lamayoríadepersonas lesparecebien.Hacequesusvidasseanmásfácilesyplacenteras.

PeroJacobyMeganBrandeis,dosescritoresneoyorkinos,noloventanclaro.De incógnito, empiezana trabajarparaLaTiendaa lavezquedesentierransussecretosmásoscuros.Algunostaninquietantesquepondránasufamiliaenpeligro.¿ConseguiránescapardelavigilanciadeLaTiendaypublicarsulibroantesdequelaverdaddesaparezcaconellos?

www.lectulandia.com-Página2

JamesPatterson&RichardDiLallo

LaTienda

ePubr1.0Karras02.11.2018

www.lectulandia.com-Página3

Títulooriginal:TheStoreJamesPatterson&RichardDiLallo,2017Traducción:JosepEscarréEditordigital:KarrasePubbaser2.0

www.lectulandia.com-Página4

Índicedecontenido

Prólogo12

OchomesesantesCapítulo1Capítulo2Capítulo3Capítulo4Capítulo5Capítulo6Capítulo7Capítulo8Capítulo9Capítulo10Capítulo11Capítulo12Capítulo13Capítulo14Capítulo15Capítulo16Capítulo17Capítulo18Capítulo19Capítulo20Capítulo21Capítulo22Capítulo23Capítulo24Capítulo25Capítulo26Capítulo27Capítulo28Capítulo29Capítulo30Capítulo31Capítulo32Capítulo33Capítulo34Capítulo35

www.lectulandia.com-Página5

Capítulo36Capítulo37Capítulo38Capítulo39Capítulo40Capítulo41Capítulo42Capítulo43Capítulo44Capítulo45Capítulo46Capítulo47Capítulo48Capítulo49Capítulo50Capítulo51Capítulo52Capítulo53Capítulo54Capítulo55Capítulo56Capítulo57Capítulo58Capítulo59Capítulo60Capítulo61Capítulo62Capítulo63Capítulo64Capítulo65Capítulo66Capítulo67

QuincemesesdespuésCapítulo68

Sobreelautor

www.lectulandia.com-Página6

ParamihermanaMaryellen,quemehaapoyadosiempredesde

ladécadade1950.Tequiero.

www.lectulandia.com-Página7

PRÓLOGO

www.lectulandia.com-Página8

1

NOPUEDODEJARDECORRER,niahoraninunca.Creoquelapolicíameestásiguiendo.Opuedequeno.Estoesloabsurdo.Noestoyseguro.Quizáalguienmehayareconocido…Mi fotografía está por todas partes. Apuesto a que alguien llamó al

Departamento de Policía de Nueva York y dijo: «Hay un loco de unoscuarentaycincoañosvagandoporelSoHo,enPrinceStreet.Tienelosojosdesorbitados.Serámejorquelocojanantesdequesehagadaño».

Siempredicenlomismo:«Antesdequesehagadaño».Comosiesolesimportara.

Ese loco soyyo.Y siyomehubieravisto, tambiénhabría llamadoa lapolicía.Mi pelo, de color rubio oscuro, está muy sucio y grasiento. ¿Y lodemás?Estoy fatalymiaspectoesaúnpeor:vaquerosdesgarrados (noporseguirlamoda:estándesgarradosypunto),unacamisetadecamuflajeverdesucia y unasNike clásicas rojas y blancas sucias. La «suciedad» es lo queimpera.Aunqueenrealidadnoesqueimportemucho.

Loúnicoqueimportaenestemomentoeslacajaquellevoenlamano.Esuna caja de cartón atada con unos cordeles. ¿Qué hay en su interior? Unmanuscritodecuatrocientasdiezpáginas.

Sigocorriendomientrasmiroamialrededor.DemodoqueestoesenloquesehaconvertidoelSoHo…Unsitioordenado,limpioymuycaro.Daleala gente lo que quiere. Y lo que quiere es que el SoHo sea una atracciónturística, con gimnasios de última generación, restaurantes de lujo y pocomás. Todas las tiendas de ropa interior al por mayor y de lámparas de ladécadade1950handesaparecido.Ahoratecobranquinientosdólaresporunamousse de setas porcini con crème brûlée fría y ortigas, pero no puedes

www.lectulandia.com-Página9

comprarte unos boxers, un destornillador de estrella o un cartón de lechedesnatada.

Medetengounmomentofrenteaunrestaurante.El rótulo reza«porcetflageolets». La traducción es de examen de instituto: «Cerdo y judías».Adorable.Entoncesoigounavozdemujerdetrásdemí.

−Debedeserél,JacobBrandeis,eltipoalqueestánbuscando.Medoy lavuelta.Lamujerparece surgidadel«antiguo»SoHo:medias

negras, tatuajes, joyas de plata de estilo indio… Tendrá al menos ochentaaños.Sustatuajes tienenarrugas.DebedellevarviviendoenelSoHodesdequelosholandesesfundaronNuevaYork.

−Voyallamaralapolicía−dice.Nometienemiedo.Su amigo, también de aspecto progre pero mucho más joven que ella,

dice:−No.¿Paraquémeterseenlíos?Deliberadamente,cruzanlacalleyoigoloquedicelamujer:—Debodecirqueesmuyguapo.Estecomentarionomesorprende.Gustomuchoalasmujeres.Vale,decir

esoresultaodiosoyarrogante,peroescierto.Esaviejadeberíahabermevistohaceunosaños,cuandollevabaelpelorubiooscurolargoy,comomedijoenunaocasiónunachicaenlauniversidad,eraun«empollónmacizo».Yloera.Hasta que me vi metido en esta locura, que me ha dejado hecho polvo,agotadoy…

Laancianaysujovenamigoestánalotroladodelacalle.−Noesnecesarioquellamealapolicía,señora−lesgrito−.Estoyseguro

dequesabenqueestoyaquí.Comosiquisierademostrármeloamímismo,levantolosojosymequedo

mirando el dron equipado con un montón de cámaras que sobrevuela porencima de mi cabeza, grabando cada uno de mis movimientos. ¿Cómo hepodidoolvidarlo?Elcieloestállenodedronesquevandeunladoaotro,dedos en dos, en grupos, solos. Hay cámaras en las esquinas de todos losedificios.Actualmente,enNuevaYorknadieestárealmentesolo.

Avanzootramanzanaymeparodelantedeunclásicoedificiodehierrofundido del SoHo.Aquí están las oficinas deWriters Place, la última graneditorial que queda en Nueva York. Qué digo: la última gran editorial deEstadosUnidos.

Sujetocontraelpecho lacajaquecontieneelmanuscrito.Tengo lacarallenadepolvoylaespaldaylasaxilasempapadasensudor.Sabesqueapestas

www.lectulandia.com-Página10

cuandopuedesolertupropiosudor.Estoyapuntodeentrarporlapuertagiratoriaperoentoncesmedetengo.Tengoganasdeecharmeallorar,peromelimitoaextendereldedomedio

delamanoderechayselomuestroaldron.

www.lectulandia.com-Página11

2

ANNE GUTMAN, jefa de redacción y directora editorial deWriters Place,mesaludaconsuhabitualcordialidad.

−Tienesunaspectohorrible.−Gracias−digo−.Yahorasalgamosdetudespachoyvayamosaunsitio

dondenadiepuedavernos.−¿Yenquélugarestáspensando,Jacob?¿EnJúpiteroenMarte?−¡PorDios!Yanopuedomás.Meestánvigilandoatodashoras.Ella asiente, pero estoy seguro de que lo comprenda. Ni siquiera estoy

segurodequeleimporte.Meinclinohaciadelanteyledoylacaja.−¿Quéesesto?−pregunta−.¿Unregalo?−¡Eselmanuscrito!¡2020!−grito.¿Porquéestoygritando?Anneechalacabezahaciaatrásyseríe.−Soy incapaz de recordar cuándo fue la última vez que recibí un

manuscritoimpreso−dice.Lamirofijamenteybajolavoz.−Escucha, Anne. Este libro es increíble. Contiene información sin

precedentes.−Yasabesloquemepreocupa,Jacob−diceella.−Sí,losé:nocreesquelaTiendaseauntemainteresanteymuchomenos

queseamoralmentecorrupta.−No se trata de eso. Puede que sea moralmente corrupta, pero puedo

hacerteunalistadeotrascuarentaempresasquetambiénloson.NocreoquelaTiendaseaintrínsecamentemala.Soloesunmonopoliocreativo.

−Léetemilibro.Lee2020.Yluegodecides.−Loharé.−¿Estanoche?

www.lectulandia.com-Página12

−Sí.Estanoche.Inmediatamente.−¿Inmediatamente?¡Guau!Quérápidaeres.Annesonríe.Intentomantenerlacalma.Estoysegurodequesiseleeel

librosequedarádepiedra.Otalvezno.Quizálotirealapapeleradespuésdeunospocoscapítulos. ¿Cómosaberlo?Despuésde todo,no sería laprimeravezquemeequivococonestascosas.

Derepenteseoyeunruido.Alguienarrastrandolospies.Esdifícilsaberdequiénsetrata,peroseescuchanclaramentefrentealdespachodeAnne.Acontinuación, llaman a la puerta. Antes de que Anne pueda decir nada, suayudanteabrelapuertaydice:

−Señorita Gutman, ahí fuera hay tres policías y dos detectives delDepartamentodePolicíadeNuevaYork.

−¿Quéquieren?−preguntaAnne.−HanvenidoadeteneralseñorBrandeis.Anne y yo nosmiramosmientras su ayudante cierra la puerta. Estoy a

puntodevenirmeabajo.Comodecostumbre,ellaestápreparadaparahacerfrentealasituación.

−Vea la salade reunionesy sal por la escalerade incendios.Buscaunlugarsegurodondequedarte.

Anne saca algo de dinero del primer cajón de su escritorio y me loentrega.

−Yomeocupodelapolicía−dice.−Léeteellibro,¿vale?−ledigo.−¡Malditasea,Jacob!Porsupuestoquemeloleeré.Anne sale de su despacho y yo hago lomismo. Lo último que le oigo

decires:−Buenastardes,señores.¿Quépuedohacerporustedes?

www.lectulandia.com-Página13

OCHOMESESANTES

www.lectulandia.com-Página14

CAPÍTULO1

MEGAN,MIMUJER,mandóuncorreoelectrónicoconunainvitaciónparalacenaqueeramuypropiadeella:divertida,ingeniosayconuntoquedemisterio.

MEGANYJACOBBRANDEISOSINVITANALAFIESTADESU

ÚLTIMOALIENTOENMANHATTANJUEVES,30DEAGOSTO

20HORAS322PEARLSTREET

Habíamos invitado a nuestros ocho mejores amigos a cenar en nuestroenormeyextravaganteloft,queocupabalamitaddeunaplantadeunedificiode estilo art déco. Si al oír la palabra loft os imagináis que el espacio eraelegante,moderno y dotado con tecnología punta, estáismuy equivocados.Nuestroapartamento,muylargoymuyestrecho,seencontrabaenloqueenotrostiemposhabíasidoeledificiodeunacompañíadeseguros.Despuésdequedarse vacío durante cinco años, vivieron en él unos okupas. Luego fueadquiridoporungrupodeaspirantesaescritoresyartistas.CadaapartamentoteníaexiguasvistasalEastRiveryfabulosasvistasalasbarcazascargadasdebasura atracadas en South Street Seaport. Solo pudimos permitirnos elapartamento porque en aquellos momentos, la zona (entonces el DistritoFinanciero, que ahora recibe el nombre más chic de «DiFi») era tierra denadie.Latiendadecomestiblesmáscercanaestabaamásdetreskilómetrosde distancia, en el Greenwich Village. Y también podíamos permitírnosloporquenosganábamosbastantebienlavidaescribiendocualquiercosa,desdeeslóganes publicitarios a catálogos, pasando ocasionalmente por algúnartículoparalarevistaNewYorkyelNewYorkObserver.ComoelrestodelagentedeManhattanquenohabía fundadounaempresadedicadaa las altas

www.lectulandia.com-Página15

tecnologíasoespeculabaconfondosdeinversión,noslasapañábamos.Yloqueeramejoraún:nuestroshijostambiénparecíanapañárselasbien.

Lindsay tenía dieciséis años y estudiaba en Spence. Cuando yo era unchavalqueibaalinstitutoGeorgeWashington,eraunsitioparapijos.Ahoraapenasquedanadadeaquellacultura,yesaclasedegenteparecenointeresara Lindsay. En realidad, la mayoría de sus amigos eran latinos yafroamericanosconbecas,ademásde lahijadeunembajadorde laONUyunaprincesadeOrienteMedioparavariarunpoco.

Alex, el hermano de Lindsay, de trece años, estudiaba en la RodephSholom,unaescuelajudíareformistadelUpperWestSide.Legustabamucholaescuela,lecaíanbiensusamigosynoleimportabatenerquetomartodoslos días elmetro para llegar hasta allí. Lo habíamosmandado a ese centroporqueniMeganniyoéramosmuyreligiosos:ellaeracatólicanopracticantey yo judío, aunque solo en un plano cultural. Sin embargo, cuando llevabacasiunmesenlaescuela,Alexhabíadesarrolladouninquietanteinterésporel judaísmo: dedicaba el mismo tiempo de estudio a la Torá que a lainformática.Estudiabachino,perotambiénhebreo.Y,evidentemente,delantedeélmesentíaavergonzado,porquemiconocimientodeljudaísmosereducíaa tres cosas:1) comida (las albóndigasdematzá teníanqueestarduras);2)supersticionesdelasqueningunaotrafamiliajudíahabíaoídohablar(«Sivesunamonja, tócate un botón del abrigo»), y 3) la palabra «cuídese», que ledecíamosacualquieraquesalíadenuestroapartamento(unfontanero,unatía,untestigodeJehová…).

Alex y Lindsay se peleaban sin parar, y cuando no lo hacían, se reíanjuntos.Además,leíanlibros,perolibrosdeverdad,conpáginasdepapelquehayquepasarconlosdedos.Eranunoschicosinteligentesysarcásticosque,engeneral, solíanportarsebien.Meganyyo losadorábamos.Yprefieronohacerespeculacionessobrelorecíprocaqueeraesaadoración.

La noche de la fiesta, Megan y yo estábamos muy nerviosos. Peroteníamosnuestrasrazonesparaestarlo.LeservíaMegansu terceracopadevinoblanco(tratándosedeella,todounexceso)mientrasnuestroshijosdabanlosúltimos toques a la cena:Lindsayglaseaba el salmónhervidoyAlex leechababerrosporencima.

−Yoleechoberros.Eleneldoesuntópicodeloscaterings.Losgrandeschefssontiposduros.−Nuncateacostarássinsaberunacosamás−dije.Megantomóunsorbodevinoydijo:

www.lectulandia.com-Página16

−Talvezdeberíamoshabertituladoestavelada«LosúltimosdinosauriosdeManhattan».

Meechéareírydije:−Talvez.Yo sabía a qué se refería. Todos nuestros invitados eran gente cuyos

trabajosyanoeranimportantes.Enunartículoquehabíaescritohacíaunmespara Salon.com, me refería a esta clase de empleados como «excedenteshumanosennuestronuevomundodenuevastecnologías».

Enefecto:losamigosqueibanacomersalmónesanocheestabanapuntode convertirse −como dirían los británicos− en «redundantes». Me habíavenidoalamenteunaescenadelapelículaUntipodealturaenlaqueeljefesevuelvehaciasuayudante,interpretadoporJeffGoldblum,yledice:«Estásdespedido. J-O-D-I-D-O. ¡Despedido!». No es mi intención parecerinsensible.Peroeraunhecho,yestabaocurriendoentodoelpaís.

Lanochefueunaespeciedefiestadepuestadelargoparalosqueibanadejardeformarpartedelapoblaciónlaboralmenteactiva.

Sandi Feinblum, subjefa de la sección de moda del New York Times,estabaapuntodeaceptarunaindemnizaciónpordejarsuempleo.Trabajabaen la edición «tradicional» en papel del periódico. Sin embargo, la únicagente que aún prefería la edición impresa del Times iba apareciendo lentaperoindefectiblementeenlaspáginasdenecrológicas.

WendyWittenyChuckMcKirdyeraneditoresdesendasrevistasdevinosydegolf,respectivamente,peroningunadelasdoshabíapasadoconéxitodelaediciónimpresaaladigital.

También habíamos invitado a un ejecutivo de la empresa de subastasSotheby’s y a su esposa, una mujer muy nerviosa y adicta a losmedicamentos.Élibacayendorápidamenteenelolvido,suplantadoporsitioswebcomoeBayeiGavel.

A una de las invitadas ya le habían dado la patada. Una exagente deviajes.Todalagentequeenelpasadohabíarecurridoaella,ahorahacíalasreservas de hotel por su cuenta y se imprimía los billetes de avión.Básicamente,habíasidosustituidaporWilliamShatner.

Otroamigo,CharlieBurke,trabajabaenunaempresaqueestabaapuntodeserabsorbidaporlaFox.Cuandosellevaraacabolafusión,esprobablequeseleconocieracomoelúltimohombredeesteplanetaquehabíadirigidouna cadena de televisión independiente. Las sitcoms que había vendido aemisoraslocalesacabaríanenlascadenasneoconservadoras.

www.lectulandia.com-Página17

YfinalmentetambiénestabaAnneGutman,directoraeditorialdeWritersPlace.Anne aún conseguía ganarse la vida editando libros y publicando devezencuandoaalgunosescritoresdenoficcióncomoMeganyyo.Peroellasabía −todos lo sabíamos− que no era ninguna excepción a la reglaelectrónica.

Joder, la oficina de empleo podría haber instalado unamesa en nuestrocomedor.Yloqueeraaúnpeor:Meganyyohabríamossidolosprimerosdelacola.

www.lectulandia.com-Página18

CAPÍTULO2

SÍ,TENÍAMOSPROBLEMAS.Desde fuera daba la impresión de que nos iba muy bien: el loft

extravagante(llenodeinteresantesyartísticos«objetosreciclados»),doshijosmuyguapos,lacasaquealquilábamosenagostoenFireIsland…

Perolociertoesquepisábamosarenasmovedizas.Paranuestro asombro,AnneGutmanhabía rechazado el libro en el que

Meganyyohabíamosestado trabajandodurantecasidosaños,unproyectotituladoLosorígenesdelrapquerecorría lahistoriadeestegéneromusicaldesdeelblueshastaelprimerrockandroll,eldoo-wopyrepasabafinalmentelosúltimosveinteañosdelrapyelhip-hop.

−Lo que ocurre es que ya no tengo presupuesto −había dicho Anne−.Teníadinerocuandoempezasteiselproyecto,perointernetmehadejadosinblanca…Yluego,porsupuesto,estálaTienda…Yanopuedocorrergrandesriesgos… Se podría intentar la autopublicación, pero la gente deldepartamentodemarketingmehadichoquetendríaissuertesiconsiguieraisvenderquinientosejemplares.

LaTienda.Esecolosoonline seestabaconvirtiendoenungigantede laindustriaeditorial.Ytambiéndecualquierotrosectordelmercado.

LaTiendatenía loquelagentequería.Así,controlandolosprecios,nosdecía a todos lo que debíamos comprar. Allí acudíamos para comprartostadoras, tractores, detergentes, salsa de soja, vaqueros, bombillas… LaTienda vendía cualquier cosa que se comercializara en el mundo: roblesplantados enmacetas, cajas de vino, coches…, y normalmente a un preciomásbajoqueenlosnegociosdetodalavida.

LaramaeditorialdelaTiendaconsistíaenpublicare-booksenserie,ydevez en cuando conseguían algún gran éxito de ventas. «De acuerdo−pensamosMeganyyo−,sinopodemosderrotarlos…».

www.lectulandia.com-Página19

EncuantohubimosdigeridoeldolorosoimpactodelanegativadeAnne,hicimosloúnicoquepodíamoshacer:pasarnosalenemigo.Abrimosnuestrosordenadoresportátiles, entramosen lapáginade laTiendayclicamosen lapestaña«autopublicación».Noteníamosotraelección.¿Porquénoíbamosahacerlo?Meganyyoestábamosconvencidosdequeteníamosunbestseller.

Menos de un minuto después de habernos registrado, ya estabamanteniendo mi primera conversación por correo electrónico con mi«representante».

Al principio, nuestras conversaciones por correo electrónico estabanllenas de cálidos besos y abrazos. Unos cuantos retoques en el libro. LapromesadeabrirunacuentaenTwitter,unapáginaenFacebook,unacuentaen Instagram…, el protocolo habitual para alcanzar la lista de libros másvendidos.Todoibademaravilla…SoloeracuestióndetiempoqueMeganyyovaloráramoslaspropuestasparalacubiertadellibro.

Luegollególainevitable(hastaciertopunto)patadaenloshuevos.Pulsando una sola vez la tecla «enviar», la Tienda acabó con nuestros

planes. De repente, rechazaron Los orígenes del rap. Sin darnos ningunaexplicación.Sucorreoelectrónicoparecíalacartadelrescatedeunsecuestro:«Vuestroproyectoyanoesviable.LaTienda».

Midedo índicesalióvolandohacia lapestaña«responder».«Eh,chicos,¿quépasa?¿Así, sinmás?La ideaesunéxito seguro.Este libropodríadarmucho de sí online. Habla de música, y ya sabéis, la música se baja deinternet,luegoestánlosvídeosdeYouTube,lasreferenciascruzadas…».

La respuesta que llegó tenía una sola frase: «Lo sentimos tanto comovosotros.LaTienda».

Estabaclaro:laTiendahabíaacabadoconnosotros.Oesocreía.PeronosotrosnohabíamosacabadoconlaTienda.Niporasomo.

www.lectulandia.com-Página20

CAPÍTULO3

−¿NEBRASKA?¿ESTÁISLOCOS?−exclamóChuckMcKirdy−.¿OsvaisatrasladaralamalditaNebraska?

Meganrespondióalapreguntaconsupacienciahabitual:−Hemosencontradotrabajoallí.Yallíesdondevamosair−dijo,convoz

tranquila.−¿Cuál es el apodo de Nebraska? ¿El estado de las cáscaras de maíz?

−preguntóSandi−Elestadodelospeladoresdemaíz−lacorregí.−¡Vivanlospeladoresdemaíz!−gritóalguien.Muypronto,otrasvocesseunieronalcoro:−¡Vivanlospeladoresdemaíz!¡Vivanlospeladoresdemaíz!−De acuerdo −dije−. Declaro inaugurada la convención anual de

gilipollas.Megansonrióyactoseguidoinicióunbrevediscurso.Dijoqueennuestro

círculo social no era ningún secreto que nuestro último trabajo había sidorechazado«nosoloporfielesamigoscuyaidentidadnovamosadesvelar−enesemomento,AnneGutman,enbroma,escondiósu rostro trassuservilletaaún sin desplegar−, sino también…, y no vais a dar crédito a talhumillación…,sinotambiénporlaTienda».

−Así pues, sin perspectivas de futuro para Los orígenes del rap y sinperspectivas de futuro para Jacob y para mí (por no mencionar a nuestroshijos), parecíamos estar condenados al fracaso. Pero justo cuando las cosaspintabanpeor,miratúpordónde,laTiendaacudióennuestraayuda.

Guardamossilencio.Fuesolounmomento,perolosuficientementelargocomo para correr el riesgo de arruinar nuestra historia. Porque era unahistoria,casiuncuentodehadas.Eraunrelatoconmuchasdosisdeficciónsobrecómohabíaocurridotodo.

www.lectulandia.com-Página21

Enesemomento,Meganyyoestábamosapuntodecontarlesunamentiracolosal a nuestros amigos más íntimos. Y a pesar de que la habíamosensayado a conciencia, noté un nudo en el estómago y una punzada en elpecho, y a Megan le temblaban visiblemente las manos. Sin embargo, yahabíamos dado el pistoletazo de salida. Teníamos que hablar. YMegan lohizo.

−Bueno, loqueocurrióacontinuaciónesunpocodemencial.PensamosquetodohabíaterminadoentrenosotrosylaTienda.AlexyLindsayinclusoempezaronabromeardiciendoqueseríamostanpobresquedeberíandecidirconcuáldenuestrosparientesvivirían.

Lainterrumpí:−NingunodelosdosqueríairseavivirconlafamiliadeMegan.Ella me dio un puñetazo cariñoso (no habíamos ensayado

improvisaciones).−Enfin,recibimosunmensajedeldepartamentoderecursoshumanosde

laTienda…ofreciéndonos…trabajo…alosdos.−¿Haciendoqué?−preguntóChuck−.¿Escribiendoanunciosotextospara

elcatálogo?−Bueno, esa es la parte mala −dije−. Son trabajos bastante cutres.

Trabajaremos en su centro dedistribución.Ya sabéis, tramitandopedidosyhaciendoqueleslleguenalagente.Pero…

Hiceunapausa.Mehabíaperdido.Megannoibaapermitirqueesafrasesequedaracolgada.−Pero−dijoMegan−,comolaTiendaestangrandeyestácreciendotanto,

dentrodetresmesestendremosoportunidaddeascender.Solotresmeses.−Yesoestodo−dije,esperandoquelarotundidadconlaquehabíadicho

esomepermitierarecuperarmeyzanjarelasuntoconmisamigos.Vale, estaban sorprendidos. Muy sorprendidos. Y sí, nuestros amigos

siguieron contando chistes sobre republicanos, sobre granjeros y sobrepeladoresdemaíz.Sinembargo,mirandoamialrededor,penséquetodosmehabíancreído.Alguienpropusoorganizarunafiestadedespedida.YalguienmáshablódealquilarunautocarparaviajaraNebraska.Sí, aparentemente,todosnoshabíancreído.

Bueno,casitodos.Miréatravésdelaventanadelapartamentoyviundron.Estabagrabando

todoloqueocurríaalrededordenuestramesa.También vi que Anne Gutman me miraba fijamente. Éramos buenos

amigos,viejosamigos.Teníaunatímidasonrisaenlos labios.Medicuenta

www.lectulandia.com-Página22

dequeAnnenosehabíacreídoniunasolapalabradeloquehabíamosdicho.

www.lectulandia.com-Página23

CAPÍTULO4

VALE,LESHABÍAMOSMENTIDOanuestrosamigos.Peronotodoeramentira.Lodigocomosiporelhechodequesolo fueraunamentiraamedias resultaramásaceptable.

Sí,nosmudábamosaNebraska.Ysí,íbamosatrabajarenlaTienda.Perohabíamosobviadoalgo:laTiendanonoshabíaofrecidoningúnempleoallí.

La verdad es que habíamos sido Megan y yo quienes lo habíamosorquestadotodo.Y,comoocurrecontantasotrascosas,todohabíasurgidoapartirdeunaideamuysencilla.

Asífuecomounaboladenieveacabóconvirtiéndoseenunaavalancha:despuésdeque laTienda rechazaranuestromanuscrito,yoestaba furiosoyresentido. Era evidente que pensaban que podían tratarme de cualquiermanera.Puesmuybien,seibanaenterar.Simispalabrasparecíanlasdeunloco,creoqueloparecíanporqueenrealidadloeran.

Meganyyonos íbamosa infiltraren laTienda.Sacaríamosa la luzsussecretosysusplanes.Yluegoescribiríamossobreello.Seríanuestraformadedesquitarnos.Peroantesdebíamosconseguirquenoscontrataran.

Unabuenanoticia(¡porfin!):resultóquesercontratadoporlaTiendaerasumamentefácil.LaTiendaeraunaempresatanprósperaycrecíatandeprisaque,aparentemente,aceptabanacasitodoelmundoqueclicabaenellinkquehabía en la parte inferior de todas las páginas de la Tienda: «Trabaja connosotros».

Undíacliquéenellinkypocossegundosdespuésaparecióunformulariodesolicitud.Elformularionopedíamuchosdetalles,peroyoestabasegurodequeeraporquelaTiendaharíaunainvestigaciónmásafondoporsucuenta.

Habíamos preparado la respuesta perfecta para cuando nos preguntaranporquéqueríamostrabajarallí:estábamoshartosdelritmodevidafrenéticode Nueva York. Hartos de poder aparcar solo en un lado de la calle cada

www.lectulandia.com-Página24

quincedías,delossintechoquepedíanlimosnaencadaesquinaydevivirloscuatrohacinadosenunapartamentocutreysinascensorconcapacidadparasolodospersonas.Deseábamosdetodocorazónquenuestroshijoscrecieranen una comunidad digna, en una casa con un patio trasero con árboles yplantas…Bla, bla, bla. Éramos escritores. Sabíamos que a la gente que novivíaenNuevaYorkleencantabanlasopinionesencontradeNuevaYork,einclusoMegan,quementíamuymal,habíaconseguidoseguirmeel juegoyhablócomounaauténticaprofesionaldelamentira.Yfuncionó.

Dos días después chateé con un jefe −o una jefa, porque se llamabaLeslie−derecursoshumanos.LesliedejómuyclaralaposicióndelaTienda:«Aunque estáis cualificados para ocupar un puesto en el departamento demarketingoenelcomercial,demomentosolopodemosofrecerosunempleoen nuestro maravilloso nuevo centro de distribución de New Burg, enNebraska».Memoría de ganas de escribir ese libro. Íbamos a convertirnosen…, bueno, espías… Estaba dispuesto a aceptar el trabajo. Y Megantambién.Llegamosaun acuerdo.LaTiendadejó claroqueMeganyyonoocuparíamos puestos de alto rango.Ni hablar. Los nuestros serían empleosrutinarios,comollenarhojasdepedidosypegaretiquetasdeenvío.Sí,eranunos trabajos de mierda para los que solo exigían el título de la escuelaprimariayunasespaldasresistentes.

Llevaríamoscolgadosdelcuellounospequeñosordenadoresquerecibíanlos pedidos. Nosotros buscaríamos las mercancías, las recogeríamos, lasentregaríamosaldepartamentodeembalaje(queteníaeltamañodeunestadiode fútbol) y luego conduciríamos nuestros pequeños go-karts electrónicospararecogerunnuevopedido.Soloque,enestaocasión,envezdeunacajade cereales Cap’n Crunch, un tubo de pomada para las hemorroides, unamesitadecristalycuatrocopiasdeNakedHotYogaatHome,pordeciralgo,recogeríamos una cadena para un tractor John Deere, cuatro tarros demermeladademandarina…Enfin,esaeralaidea.

Losextraseransorprendentementeapetitosos.LaTiendanosofrecíaunacasadetreshabitacionesytambiénpagarlamitaddelacuotamensualdelahipoteca,queascendíaacuatrocientosdólares.Enrealidad,unacifrairrisoriacomparada con lo que pagábamos por nuestro lóbrego apartamento.Estábamos seguros de que la Tienda había cometido un error. Pero, comodescubriríamosmuypronto,laTiendanuncacometeerrores.

Enotrocorreoelectróniconosinformarondequenuestracasaestaríaenuno de los tantos barrios de viviendas que había construido la Tienda. «La

www.lectulandia.com-Página25

mayoríadevuestrosvecinosseránempleadosdelaTienda».Genial:vecinosquepodríanserfuentesdechismorreosydeinformaciónreservada.

Todoparecíaperfecto.Pero,evidentemente,comoespías,nuestramisiónseríadescubrirlasimperfeccionesdeesaperfección.Mentiríasidijeraquenoestábamos asustados: dos blandengues neoyorquinos que llevaban muchotiemposintrabajodispuestosaenfrentarseaunadelasempresasmásoscurasyconunamayorexpansióndeEstadosUnidos.

Pero ¡quédemonios!, la ideadel libroerademasiadobuenaparadejarlaescapar.

www.lectulandia.com-Página26

CAPÍTULO5

−¡GUAU!¡Quépasada!Esa fue la reacción de Alex al ver nuestra nueva casa en el 400 de

MidshipmanLaneenNewBurg,Nebraska.Sinceramente,todostuvimosmásomenoslamismareacción.Noeraunamansión,peroera…,bueno,¡guau,quépasada!Eralacasaen

laqueviviríaunejecutivodenivelmediodeunaempresadealtastecnologíasynountipoquemetíatubosdedentífricoylibrosdeálgebraenunacaja.Lacasa,deladrilloblanco,erabajaylarga(muylarga),conungarajeparatrescochesparanuestroAcuradealquiler.

El interior era tan impresionante como el exterior. Todo−desde el sofágrisoscurodediezplazasenformadeUhastalaarañadecristalybroncedelcomedor−eradeunagrancalidad,siguiendolaúltimamodadeLosÁngeles.Como señalóMegan, la decoración era la que habríamos elegido si nos lahubiéramos podido permitir. Todos empezamos a inspeccionar la casa endiferentesdirecciones.

−Jacob,venaquí.Tienesqueveresto−gritóMegandesdelacocina.Cuandomereuníconella,yahabíaabiertounaenormedespensa.−Sí−dije−.Enuncorreoelectróniconosdecíanquenosdejaríanalgunos

productosbásicos.−¿Básicos?Fíjate.Aquíestántodaslasmarcasquecompramos.Nosolo

lacremadecacahueteJif,loscerealesFrostedFlakesyelatúnBumbleBee,sinotambiénlamermeladadegrosellaWilkinandSonsyelpreparadoparatortitasArrowheadMills.

EnunarmariodelsalónhabíavodkaGreyGooseywhiskyJ&B.Mientrasechábamosunvistazoalabarradelbar,aparecióLindsayenla

puertadelcomedor.Parecíaunpococonfusa.

www.lectulandia.com-Página27

−Fijaosenesto−dijo,mostrándonosalpingüinoPeabody,elpeluchequelehabíamosregaladocuandocumplióunaño.

−¡Eh, es Peabody!−exclamé−. ¿No dijiste que lo habías olvidado en elavión?

−Asíes−respondióLindsay−.Peroeselmismo,¿loveis?Tieneelrasgónenelcollarylamanchadechocolateenelpecho.¡EsmiPeabody!Meestabaesperandoenlacamademinuevahabitación.

Lindsay parecía nerviosa. Me disponía a examinar el pingüino más decercacuandooílavozdeAlexprocedentedelacocina.

−Eh,papá.Hayungrupodegenteenlapartedeatrás.

www.lectulandia.com-Página28

CAPÍTULO6

NOERAUNGRUPO.Eraungruponumeroso.Nuevepersonas.Hombresguapos,sonrientesyfelicesymujeresguapas,sonrientesyfelices,apiñadosfrentealapuerta trasera,comounequipodeportivo. Inclusoparecían teneruncapitán,unamujermuyatractivadecuarentaypocosañosconelpelocastañohastaloshombrosyunosvaquerosmuyajustados.

−Soy Marie DiManno −dijo la mujer−. Somos algunos de vuestrosvecinos,yhemosvenidoaecharosunamanoparadesempaquetar.

Dijeexactamenteloquepensaba:−Estoesalucinante.Meganhizounaaclaración:−Loquequieredeciresquesoismuyamables.−Vimos el camión de mudanzas en la calle −añadió Marie− y nos

enviamosmensajesdetexto.Paraesoestánlosamigos.Casiesperabaqueempezaranacantarlacancióndelmismotítulo.Lociertoesqueestábamostanabsortosporelincidentedelpingüinoque

no habíamos oído entrar al camión. Miré por encima de las cabezas denuestros vecinos y vi a los hombres de la mudanza. Eran cuatro, y todosvestían monos de color azul marino en los que podía leerse operarios demudanzasdelatienda.

Cuandoloshombresempezaronametercajasenlacasa,Marieentró,nosinvitóapresentarnosysiguióaunodelosoperarioshacialaescalera.

Elcomitédebienvenidaparecíareciénsalidodeuncasting.Losprimerosenpresentarsefueronlapareja«demásedad».Amboseran

esbeltosyelegantes,conelpelogris,cortadoconmuchoestilo.ParecíanunaparejadeunanunciodeCialis.

Luegofueelturnodeunaparejaafroamericanadecuarentaytantosaños.Ella llevaba una camisetadenim impecablemente desteñida y ambos lucían

www.lectulandia.com-Página29

unasbermudasJ.Crewdecolorazulceleste.A continuación, se presentó la inevitable pareja joven y rubia. El

quarterbackylaanimadoradelauniversidad.Y, finalmente, la típica pareja de comedia de situación: el tipo calvo y

barrigudo y su esposa, con una boca enorme dispuesta a soltar algunaocurrencia.

−Soy Mark Stanton −dijo el apuesto afroamericano, estrechándome lamano−.BienvenidosaNewBurg.Estaesmimujer,Cookie.

−BienvenidosalaTienda−dijoCookie−.YbienvenidosalafamiliadelaTienda.

−Estosíesunabienvenidaentodaregla−dije.Encasodequedetectaranunpuntodesarcasmoenmivoz(nopretendía

ser sarcástico, solo ingenioso), lasexpresionesdesus rostrosno lodieronaentender.

No tardé en descubrir que Mark Stanton trabajaba en el edificio de«recogida»delcentrodedistribución(asíescomollamabananuestrotrabajo:recogida,unapalabraqueescuchémuyamenudoduranteelsiguientepardehoras).Parecíaquetodoslosquehabíanvenidoaayudarnostrabajabaneneldepartamento de embalaje, envíos o recogida, excepto Marie, que estaba«descansando»traslainesperadamuertedesumarido.Medijoquenotenía«problemasdedinero,porque laTiendaha tenido lagentilezadeasignarmeunapensióndeviudedad».

La mujer más mayor, la del pelo gris, no tardó nada en decirme que«trasladarseaNewBurgparatrabajarenlaTiendaacabaráconvirtiéndoseenlamejordecisiónquehayáistomadoenlavida.¿Enquéotrolugarsepuedecompaginaruntrabajotanagradable,rodeadosdegentetanagradableyenunsitio tan agradable? Después de jubilarnos,Martin y yo nos instalamos enTampa, y, sinceramente, teníamos problemas para llegar a final de mes.Tenemos un hijo en Miami que es drogodependiente». Me dio estainformacióncomosimeestuvieradiciendoquesuhijoeradentista.

−Entonces −continuó−, Martin envió una solicitud para trabajar en laTienda. Nos contrataron y nos mandaron aquí, igual que a vosotros, y…,bueno,hanconseguidoquemerezcalapenavivirlavida.

Nuestrosnuevosvecinosparecían serenérgicosexpertosendesembalar.MarilynFidler,larubiaguapa,habíatraídopapel,conelqueforróloscajonesdel dormitorio (ni en unmillón de años, ni aMegan ni amí se nos habríaocurridoforrarloscajonesdenuestrosmuebles).

www.lectulandia.com-Página30

−Es importanteque todoestéordenadodesdeelprincipio−dijoMarilynmientras ayudaba aMegan y a Lindsay a llenar dos cajones con jerséis ysudaderas.

Enelcursodeaquellaajetreadamañana,Alexmellevóaunrincónymesusurrólosiguiente:

−Eh,papá,¿sabesloquehatraídoesatalMarie?−¿Unmontóndeenergía?−dije.−No. Un artilugio de plástico para doblar camisetas; me ha enseñado

cómo se usa.Dice que así quedan bien apiladas y ordenadas, como en unatiendaderopa.Esunpocoinquietante,¿no?

−Nolosé,colega.Puedequesoloseaperfeccionista.Alexnoparecíamuyconvencido.Entoncesvioasuhermanacargadacon

unacajaconsusvideojuegosyfuetrasella.«Esunpoco inquietante,¿no?»,habíadichoAlex.Aunquenoestabade

acuerdo con él, sabía aqué se refería.Eran todos encantadores, simpáticos,agradables,limpios,ordenados,trabajadores.Entonces,¿porquéelresultadodetodasesascualidadesera«inquietante»?

«Maldita sea», pensé.Esaspersonas solo se estaban comportando comobuenos vecinos. Y mi hijo y yo éramos dos típicos neoyorquinos cínicos,demasiadoinsensiblesparaapreciarlascosassencillasdelavida.

www.lectulandia.com-Página31

CAPÍTULO7

SOYUNMARIDOTANGUAYqueaquelviernespor lanochenosolopreparé lacena,sinoquetambiénmepusealimpiar.Meganyloschicosestabanfuera,explorandoelpatiotrasero.

La cena había sido todo un éxito: boeuf bourguignon (receta de JuliaChild),pasteldepatataalatoscana(recetadeMarioBatali)ytartadelimadelosCayos (recetade JacobBrandeis). ¿Porqué tartade limade losCayos?Puesporque fueraquien fueraelquehabíaabastecidonuestracocina,habíadejado tambiénmasa de galletas Graham, leche condensada, huevos y seishermosaslimasdelosCayos.

EstabalimpiandoconelqueyaeramisegundoestropajocuandoMeganentródenuevoenlacocina.

−Acompáñameafuera,Jacob.−Iréencuantohayaterminado.−No.Ahora.Inmediatamente.Suvozsonósorprendentementeseria.−Por supuesto, cariño −dije, pero, en opinión deMegan, no me estaba

moviendolobastanterápido.−¡Deprisa!Porfavor.Tienesqueveresto.En esta ocasión su voz sonó apremiante. Ni siquiera me molesté en

enjuagarmelasmanos.Solomelimpiélaespumaconunpañodecocina.−Fíjateeneso−dijoMegan,señalando(oesocreíayo)elbrillantecielo

estrelladoporencimadelacanastadebaloncestoquehabíacolgadasobreelgaraje.

−Esunanochepreciosa−dije.−Enséñaselo,Alex.LavozdeMegansonóimpaciente.

www.lectulandia.com-Página32

Alexseacercóalacanasta,seagachóysaltóparaagarrarsealanilloconlamanoizquierda.Sindescolgarse,señalóunpequeñoobjetohechodecristalymetalgris, casi invisible a causade lapinturadelgaraje, tambiéngris.Acontinuación,Alexloarrancódesusoporte,sedescolgóymelolanzó.

−Es una cámara −dije−. Una cámara diminuta, como… una de esascámarasdevigilancia.

Megan,Lindsay,Alexyyonosquedamosmirandofijamente lacámara,comosihubiésemosacabadodedescubrirundiamantemuyraro.Ysupongoque,enciertomodo,asíera.

Rompíelsilencio.−¡Hijosdeputa!−exclamé−.EnNuevaYorkhaycámarasen las calles,

pero con estamierda se hanpasadode la raya. ¡Cámaras ennuestra propiacasa!

−Cálmate,Jacob−dijoMegan.−¡Vamos,Megan!¿Acasolagentenotienederechoadisfrutardeunnivel

razonabledeintimidadensumalditacasa?−PuedequeenNebraskalasleyesseandiferentes−contestóMegan.−No−dije.Estabaempezandoarevolvermederabia−.Nosepuedehacer

algoasíenlacasadealguien.−Yentoncesestallé−:¡Estoesilegal!Mequedémirando la diminuta cámara que tenía en lamanoy luego la

lancé con todas mis fuerzas contra la puerta del garaje. Oí el golpe de lacámaraalestrellarsecontraellayluegosehizopedazos.

Entréenlacasahechounafuria.Cuandounhombrepierdeelcontrol,seconvierteenunloco.

Meganyloschicosfuerontrasdemí.Devueltaenlacocina,miréamialrededor.Empecéaexaminareltechoy

lapartesuperiordelosarmarios.EnelminúsculoespacioquehabíaentreelfrigoríficoSub-Zeroyelarmariode loselectrodomésticos,dondehabíaunabatidora de tamaño industrial, descubrí otra cámara.Metí los dedos por elexiguoespacioylaarranqué.

−¡Estoesilegal!−grité.Encontré otra cámara en la ventana que había sobre el fregadero donde

habíalavadolosplatos.−¡Estoesilegal!−grité.Enelpasillode laentradahabíaotracámara,encimadelarmariode los

abrigos,unsitioperfectoparagrabaralasvisitas.−¡Estoesilegal!−grité.

www.lectulandia.com-Página33

Inspeccionéhabitaciónporhabitación.Lindsayestabasollozando.Meganestabatanenfadadacomoyo.

Encimadelachimeneadelasaladeestar.−¡Estoesilegal!Detrásdelarmarioquehabíaenunrincóndelcomedor.−¡Estoesilegal!Mientrassubíaatodaprisalasescaleras,Lindsaydijo:−Probablementeteesténobservandomientrasdestruyeslascámaras.−Pues dejemos que lo hagan.Me importa un bledo. ¿Y sabes por qué?

−grité,mientrasarrancabaunacámaraquehabíaenelbotiquíndelbañodeloschicos−.¡Porqueestoesilegal!

Denuestrodormitorioaldesván.Delahabitacióndeinvitadosalasaladejuegos.

−¡Ilegal!¡Ilegal!Nosquedamosdepieenmediodelasaladejuegos,sudadosyfueradesí.

Devezencuando,el fantasmadeunvideojuegocrepitabaen lapantalladetelevisión. La silenciosa caldera que había en el lavadero proyectaba unasombra alargada en el suelo de la sala de juegos. Inspeccionamos lahabitación. Parecíamos cuatro miembros de la tripulación de un barco quehabíanconseguidosobreviviraunaterribletormenta.

−¿Creesquehemosencontradotodas?−preguntóMegan.Dehabercontestadoconsinceridad,habríadicho«No,nolocreo»,pero

mimujerymishijosyaparecíanestarbastanteasustados.−Sí,seguramente−respondí.Nossentamosalfinaldelaescaleradelsótano.Estábamosempapadosen

sudoryyomehabíaquedadosinaliento.Permanecimosmásdeunminutoensilencio.

−¿Yahoraqué?−preguntóLindsay.−Ahoravamosaesperar−dije−.Lestocamoverfichaaellos.

www.lectulandia.com-Página34

CAPÍTULO8

TODOSDORMIMOSFATAL.SoyincapazderecordarlasvecesqueMeganyyovolvimoslacabezay

nospreguntamos:«¿Aúnnotehasdormido?».O las veces que entré en la habitación de Alex y le dije: «O bajas el

volumendelamúsicaoteponeslosauriculares».Alahoradeldesayuno,nadieteníahambre.NisiquieraAlex,quenoes

precisamentefamosopordecirquenocuandosetratadecomer.−¿Quétalsivamosadarunavueltaporelcentro?−propuse.Noesperabaquenadieaceptaramisugerencia,peroLindsaydijo:−¿Porquéno?YAlexañadió:−Comoquieras.Porsuparte,Meganseencogiódehombros,comodiciendo«Vale».De

acuerdo, no se trataba de una mayoría entusiasta, pero aun así era unamayoría.

EltrayectodesdelacasaalcentrodeNewBurgeracorto.Nadiesacóeltemadelascámarasdevigilanciadelanocheanterior.Puedequepensáramosquesinohablábamosdeello,eracomosienrealidadnohubieseocurrido.Otalvezteníamosdemasiadomiedopararecordarlo.

DiezminutosdespuésestábamosenlaesquinadeBrickStreetconMortarStreet.

AlexledioungolpecitoenelbrazoaLindsayy,entonosarcástico,dijo:−BrickyMortar.LadrilloyMortero.¿Lopillas,tontita?−Porsupuestoquelopillo,idiota−contestóLindsay.−Valeya,chicos−dijoMegan−.Hacedemasiadocalorparadiscutir.−Sí,malditasea.Hacemuchocalor.Pareceunasauna−dije.−EsuncalormuydistintodeldeNuevaYork−dijoAlex.

www.lectulandia.com-Página35

−Noeshúmedo−añadí.Nohabíamuchagentedandounpaseo.Todosnosdimoscuenta.Quizás

fueraporelcalor.Quizás.Caminamos despacio. La combinación de ese calor asfixiante y del

perfectoencantodelaciudaderahipnótica.Laciudadparecíaunmaravillosodecorado…construidopara,pongamos,unapelículaambientadaenladécadade1950.Unabarberíaconeltípicopostearayasenlapuerta.Unafarmaciaconuna enormebalanzadeboticario de bronce en el escaparate.Una regiasucursaldelFirstBankdeNewBurgconloqueparecíanserunascolumnasdemármolauténticoenlaentrada.

Avanzamos en silencio. De vez en cuando levantaba la vista hacia losletrerosdelacalleylostejadosdelosedificiosbajosenbuscadecámarasdevigilancia.Pocoapoco,estabasiendovíctimadeunaobsesión.

Enelcentrodeaquellaciudadhabíaalgoextraño.Todoslonotamos.PeroMeganfuelaprimeraenverbalizarlo.

−¿Cuántagentevéisenlacalle?−preguntó.Miramosanuestroalrededor.−Quincepersonas−dije−.Sincontarnosanosotros.−¿Yquéedadcreéisquetienen?−preguntóMegan.Nosdimoscuentade inmediato.Todaseranviejas.Todas teníanmásde

setenta años, y algunas probablemente ya habían cumplido los ochenta.Viudasdepelocanosocontrajepantalóndecolorrosayblanco.Ancianosderodillas protuberantes con bermudas de poliéster y polos Lacoste deimitación. Una mujer con un andador. Una mujer en silla de ruedasmotorizada.Yalgunosviejosconbastón.

−Tienesentido−dije−.ElcentrodelaciudadexisteparalosancianosquenohanconseguidoadaptarsealmaravillosoynuevomundodelaTienda.

Mientras los drones sobrevolaban por encima de nuestras cabezas y laTiendaplanificabalainvasióntecnológicadetodoslosámbitosdelconsumo,habíaungrupodegentequesencillamentenuncaformaríapartedetodoeso.

Estaba claro que el centro de la ciudad se había creadopara consolar yseducir a los ancianos, gente que no quería pulsar teclas para comprar porinternet. Gente que necesitaba tocar las naranjas, oler las flores y probarseunoszapatosantesdecomprarlos.Asípues, laTiendahabíaconstruidounapequeñaciudadsoloparaellos.LaTiendasabíaqueeraalgotemporal,que,tardeotemprano,aquellosancianosmoriríanyelmundoestaríaenmanosdeuna nueva generación capaz demanejar un iPad, un portátil y un teléfonomóvilalmismotiempo.

www.lectulandia.com-Página36

Paseamosporlasanchasacerasdemadera.EnelinteriordelaTiendadeRefrescoshabíaunaparejadeancianos−élllevabaunosholgadospantalonesdealgodónyellaunampliocaftándecolorazulceleste−sentadosalabarra.Ambos se estaban tomando un batido de chocolate. Detrás del mostradorhabía un chico salido del centro de castings, un joven escuálido con lasmangasarremangadas,undelantalblancoyunagorradepapel.

CuandopasamospordelantedelaTiendadeJoyasconelescaparatellenode encantadoras pulseras, relojes Timex, anillos de boda y collares con undiminuto diamante, nos cruzamos con dos mujeres. ¿De qué edad? Puesrondarían los setenta y cinco años; ambas llevaban unos pantalonesbombachosqueparecíanfaldas(luegoMeganmeexplicóqueaesaprendasela llamabafaldapantalón).Lasdos teníanelpeloplateado,muybrillante,ynossonrieronalvernos.

−¡EstanopuedeserotraquelafamiliaBrandeis!−exclamóunadeellas.Antes de que pudiéramos responder, la otra mujer pronunció nuestros

nombrescomosifueraunamaestradeescuelapasandolista.−Megan,Jacob,AlexyLindsay.−Sí,esossomosnosotros−dijoMegan−.Pero¿cómohan…?−Queríapasarasaludarosayer−dijolaprimeramujer.−Iréavisitaroslasemanaquevieneconunatartadecaféconstreuselde

nueces,miespecialidad.Hasidounplacerconoceros−dijolasegundamujer,aunqueenningúnmomentonoshabíandichosusnombres.Actoseguidosealejaronatodaprisa,riéndoseporlobajo.

Seguimos paseando. Cuando pasamos por delante de la Tienda deHerramientas, dos hombres muy ancianos cargados con botes de pintura,lonasdobladas y rodillos para pintar se llevaron lamano a la visera de susgorrasdebéisbol.Casialunísono,dijeron:

−BienvenidaaNewBurg,señoraBrandeis…SeñorBrandeis…Ysiguieronsucamino.Pasamospordelantedeotrastiendas.Estábamosllegandocasialfinalde

la calle principal de la ciudad. El letrero del último establecimiento rezabatiendadepizzas.Todoslosnegociosteníanlapalabratiendaensunombre.

Undroncargadoconcuatrocajasdepizzaalzóelvuelo.Luego,unrubiodescomunalsaliódellocalllevandodoscajasdepizza.Vestíaunosvaqueroscortos, una camiseta blanca y una gorra de béisbol con las letras F y Nimpresasenlapartedelantera.

−Eh,cuidadocon lapuerta−dijo,convozgraveymalhumorada.Luegohizo una pausa ymostró una enorme sonrisa−. Jacob, amigo, nome había

www.lectulandia.com-Página37

dadocuentadequeerastú.−Notepreocupes−respondí.−Losiento,amigo.¿Estaestuprole?−Oh,sí.Mifamilia.−Mealegrodeconoceros.Eresuntíogrande,Jake.Acto seguido, el hombre corpulento me dio una suave palmadita en el

hombroysealejó.Antesdequealguienhicieraunapregunta,dije:−¡No!Notengonilamásremotaideadequiéneraesetipo.Pero¿alguien

sabeporcasualidadquésignificanlaFylaNdesugorra?Lindsayteníaunarespuesta.−¿FuerzaNebraska?−No.SonlasinicialesdeFisgonesdeNebraska.Lostreslanzaronungemido.NisiquieraesperéalapreguntaqueLindsay

yAlexestabanapuntodehacer.Simplementedije:−A ver. No sé cómo saben nuestros nombres, pero los saben. Quizás

haya…,no sé, una sección de recién llegados en el periódico local.Quizástodosesténenelcomitédebienvenidaohayanvistonuestrosnombreseneltablóndeanunciosdelaiglesia.

«Oquizás−pensé−setratadeotracosa».Pero¿cuál?

www.lectulandia.com-Página38

CAPÍTULO9

−¡EH, FIJAOS EN ESO! −exclamóAlexmientras apuntaba con el dedo hacia elotroladodelacalle.

Esperabaveralgo interesente,y supongoque loera…paraAlex.HabíaseñaladounaTiendadelEjércitoylaMarina.

−Vamosaecharunvistazo−dije.Asípues, trascomprobarquenoseacercabaningúncoche,cruzamos la

calle.Los chicos lo hicieron antes que nosotros y nos esperaron frente a latienda.MientrasMeganyyosubíamosalaacera,looímosantesdeverlo:uncochedelapolicíaconlaslucesylasirenaconectadas.

Un agente rollizo y de tez rosada se bajó de aquel vehículo con unasonrisaapenasesbozada.

−ElseñorBrandeis,¿verdad?Como todos loshabitantesdeNewBurg, estabadecididoamostraruna

impecableeducación.−Eh…,sí−contesté.El policíamiró aMegan tocándose el ala de un imaginario sombrero y

dijo:−Buenosdíasaustedtambién,señoraBrandeis.−Buenosdías−lerespondióMegan,envozbaja.−¿Sonconscientesdequeacabandecometerunainfracción?−¿Deveras?−dijoMegan.−Aquíestáprohibidocruzarlacalledeformatemeraria−dijoelagente.Yoteníaganasdedecirle«Debedeestarustedbromeando»,peroeltono

delpolicía,aunqueeducado,eramuyserio.−Bueno,comonoseacercabaningúncochepensamosque…Medicuentadequeintentardarunaexplicacióneraunaestupidez.−SeñorBrandeis,laleyeslaley.Ylasnormassonlasnormas.

www.lectulandia.com-Página39

Asentí.Sinembargo,elagenteaúnnohabíaterminado.−Cruzarlacalledeformaimprudenteesilegal.Meganyyointercambiamossendasmiradas.Pudeverlairaensusojos.−QuizásenNuevaYorksesueltanlaley−dijoelpolicía.(Penséqueno

era un buenmomento para decirle que el verbo correcto era saltarse y nosoltarse).Entoncesprosiguió−:Sinembargo,aquí,enNewBurg,norespetarlasnormas,bueno…,esilegal.

−Pero…nosotros…−No hay ningún problema, señor Brandeis. Digamos que esta

conversaciónsolohasido…¿unaadvertencia?Unavezmás,setocóelaladesuimaginariosombrero.−BienvenidosaNewBurg−dijoy,actoseguido,semetiódenuevoenel

cochepatrullaysefue.Guardamos silencio durante unos segundos, fingiendo examinar las

chaquetasdepilotoylospantalonesdecamuflajequehabíaenelescaparatedelatienda.

Entonces,mihijasediolavueltaymerodeóconlosbrazos.Meabrazótanfuertequesentísuslágrimasenmipecho.Sinembargo,fuesuhermanoquienhabló:

−Estamosasustados,papá.Estonotienegracia.Notieneningunagracia.Erandemasiadomayoresparasoltarles lasarengas típicasde lospadres.

No podía decirles «Vamos, no hay nada de lo que asustarse». No podíadecirles «¿Cómo que no tiene gracia? ¿Y quéme decís del tontorrón de lagorradebéisbol?Yeseviejopolicíalocoparecíasalidodeunapelícula.Nohaynadadeloqueasustarse».

Envezdeeso,lesdije:−Sécómoossentís.Yotambiénestoyasustado.Alex tambiénmerodeóconlosbrazos.Meganseacercó,meacarició la

caraydijo:−Porsupuestoqueestamosasustados.Miesposa,damasycaballeros.Unamujerinteligenteymaravillosa.

www.lectulandia.com-Página40

CAPÍTULO10

MEGANYYOÉRAMOSunosauténticosfanáticosdelaslibreríastradicionalesyde las bibliotecas antiguas. Así pues, cuando vimos las palabras bibliotecapública de new burg escritas en un letrero que había en la entrada de unpequeñoedificiodeladrillorojo,intercambiamosunasonrisacómpliceynosdirigimoshacialapuertadeentradablanca.

Labibliotecaestabaabierta.Entramos.Encimadelaltomostradordemaderahabíaunodeesosplumerosquese

usaban en otras épocas, aunque, aparentemente, parecía que no lo habíanutilizado en mucho tiempo: una sutil capa de polvo cubría prácticamentetodaslassuperficies.

Conté diez hileras de estanterías de madera oscura. Echando un rápidovistazoa la colecciónde librosde labibliotecaquedabaclaroquenohabíamuchos volúmenes publicados después de la década de 1930.Vi que habíamuchas obras de Sinclair Lewis −Babbitt, Calle Mayor, Dodsworth− yalgunos viejosbest sellers:GranHotel, Su vida íntima, La exótica.Meganseñaló una amplia antología de obras de Agatha Christie y una pequeñaseleccióndetítulosdeWilliamFaulkner.Parecíaqueningunodeesoslibrosse hubiera abierto nunca. Cuando cogí un ejemplar deLo que el viento sellevó,ellomodellibrocrujiósuavemente;laspáginasestabaninmaculadas.

−¡Megan!¡Jacob!Unavozfemeninaenérgicaydecididacruzólasala.Lavozsedejóoírotravez:−Estoy en la sección de cocina y decoración. No os mováis; sé dónde

estáis.Nonosmovimos,peromevolvíhaciaMeganyledije:−Mierda,seguroqueyahemosvueltoameternosenunlío.

www.lectulandia.com-Página41

Una mujer de unos cuarenta años se acercaba hacia nosotros por laseccióndeficción.Llevabaelpelorecogidohaciaatrásyvestíaunasencillablusadelinogris.Surostroerataninexpresivoquenofuicapazdesabersiestabacontentaoenojada.

−SoyDebBorelli,labibliotecaria.−Y,porloqueparece,yasabequiénessomos−dijoMegan.−EnNewBurg,todosnosconocemos−dijo.Puedequeensurostroempezaraaesbozarseunasonrisa.−Comprendo −dije, como si su respuesta fuera en realidad una

explicación.−¿Tenéisalgunapreguntaalaquepuedaresponder?Teníamontones de preguntas. ¿Por qué la biblioteca estaba vacía? ¿Por

quéestabasucia?¿Porquénohabía librosque tuvieranmenosdesetentaycincoaños?¿Porquétodoelmundonosconocíaysabíanuestrosnombres?¿Porquéenlacallesolohabíaancianos?

−No, no tengo ninguna pregunta, pero gracias −dijo Megan−. Jacob,¿tienesalgunapreguntaparalaseñoritaBorelli?

−No,porfavor−dijolabibliotecaria−.Odiolapalabraseñorita.Nodiceabsolutamentenadaacercadeunamujer.

Teníaganasdedecirle«Bueno,deesose trata»,perohabíaaprendidoamantenerlabocacerradaenNewBurg.Eneso,Meganeramuchomejorqueyo.

−Entonces,¿esseñoritaoseñora?−preguntómimujer.Finalmente,labibliotecariasonrió.Eraunasonrisaamable.Y,sinlugara

dudas,tambiénfalsa.−Nosoyseñorita.Soyseñora.−Ah,entonces,¿estáustedcasada?−dijoMegan.−Sí,loestoy.Yo,conmiencantohabitual,añadí:−SeguroqueunodeestosdíasconoceremosalseñorBorelli.−No.Vaya…Oseestabadivorciandooeraviuda.Habíavueltoameterlapata.−Mimaridohasidotrasladado−dijo.Se hizo un silencio. El rostro de Deb Borelli no mostraba ninguna

expresión.MiróaMeganyluegoamí.Decidídeciralgo.−Trasladado.¿Quésignificaesoexactamente?Labibliotecariaentrecerrólosojosysubarbillatembló.Luegodijo:−Que…hasidotrasladado.

www.lectulandia.com-Página42

Nocontentoconhabercometidounpequeñoerror,decidíconvertirloenungranerror.

−¿Quéquieredecircon«trasladado»?−dije.−Loquequierodeciresqueyanoestáaquí.−Sediolavueltaatodaprisa

yempezóaalejarse−.Yahoratendréisquedisculparme.

www.lectulandia.com-Página43

CAPÍTULO11

CUANDO VOLVIMOS AL COCHE estábamos cansados, inquietos y furiosos, demodo que, mientras conducía, nos comportamos como cualquier familiaamericana normal: empezamos a discutir como idiotas, crispándonosmutuamentelosnervios.

−Mamá, ¿por qué no te sientas en la parte de atrás, para variar? −dijoAlex.

Suvoz teníaunmarcado tono sarcástico,yyonoestabadehumorparaeso.

−Tumadresiempresesientadelante−dije−.Esaeslaregla,oseaquenoempieces.

−CuandofuimosaAlbanynosesentódelante−dijoAlex.Lindsaymetióbaza:−Esofueporquetecomportastecomounmocosoymentiste,diciendoque

estabasmareadocuandonoeraverdad.Túnuncatehasmareadoenuncoche.−Memareocadavezquetemiro−lerespondióAlex.Derepente(ydeformainesperada),Meganestalló:−Dejadloya.Losdos.Basta.Solodos imbécilesdiscutiríansobredónde

deberíamossentarnosenelmalditocoche.Paraevitarqueaquellofueraamás,dije:−Ynoseosocurrahacerunchisteosoltarun insultosobre lode«solo

dosimbéciles».Antes de que nadie pudiera decir nada, vi una luz intermitente por el

espejoretrovisor.Acompañadodeunasirena.Sí, estaba claro que era un coche patrulla, y la luz roja seguía

parpadeando.AlexyLindsaygritaronporturnos:«¿Yahoraqué?»y«¿Quépasa?».−¡Novolváislacabeza!−grité.

www.lectulandia.com-Página44

Sinceramente, no sé por qué dije eso. Entorné los ojos, mirandoalternativamenteporelespejoretrovisorinterioryporellateral.

No estaba seguro, pero sospechaba que la cara redonda y las anchasespaldasquepodíaverporlosretrovisoreseranlasdelmismopolicíaquenoshabíareprendidoenuntonoentreseveroyamenazanteporhabercruzadolacalledeformaimprudente.

¿Porquénosebajabadelcochepatrulla?La luz seguía parpadeando. Luego se oyó otra sirena. Esta era de otro

cochepatrulla,quesedetuvodelantedenosotros.Entonces,lasirenadejódesonar. No estaba seguro de si se suponía que yo debía bajar del coche…,aunque recordaba vagamente que se supone que debes permanecer en tucoche…Porotrolado,sinomebajabadelcoche,lospolicíaspodríanponersefuriosos. De pronto, a través del megáfono del coche patrulla que estabadetrásdenosotros,seescuchóunavozatronadora:

−Policía a vehículo detenido. Policía a vehículo detenido. Por favor,diríjase a su lugar de residencia. Repito: por favor, diríjase a su lugar deresidencia.Respeteellímitedevelocidad.Proceda.

−¿Yahoraquéhacemos,papá?−preguntóAlex.En ese momento estaba experimentando prácticamente todas las

sensaciones que un ser humano puede experimentar. Estaba furioso y mesentía estúpidoy avergonzado.Por supuesto,meaferré a la furiay la toméconmihijo.

−¿Estás sordo? Ese tipo no ha podido ser más claro. Se supone quedebemosvolveracasa.Yasabes,nuestromalditolugarderesidencia.Lohasoídotanbiencomoyo.

Apesardelentumecimientoqueempezabaasentirenlosbrazosyenlasmanos,conseguíincorporarmealtráfico.Mientraslohacía,elcochepatrullaqueestabadelantedemíseanticipóamimaniobraysecolocódelantedemicoche. Aunque hubiera querido, no habría podido rebasar el límite develocidad.

Medicuentadeque,enmediodelcaosylaconfusión,Megannohabíadichoniunasolapalabra.

−¿Quéestáspensando?−lepregunté,envozbaja.−Creoquedeberíamoshacerloquenosdicen−respondió,tambiénenvoz

baja.Entonces,desdeelasientotrasero,Lindsaydijo:−¿Tienesalgunaideadeloquehemospodidohacer,papá?−No−respondí.

www.lectulandia.com-Página45

−¿Nada?−añadióAlex.Parecían muy sorprendidos al ver que su padre, que siempre tenía

respuestas para todo −«Para hacer un tiro elevado tienes que trabajar laspiernas», «No te morirías si leyeras un poco más y dejaras de lado elordenador»−,ahoranotuvieraninguna.

Enunsantiaménestábamosdoblandolaesquinadenuestracalle.Mirélascámaras de seguridad, que aún seguían allí. Vi a una vecina podando losarbustosquehabíabajolaventanadelcomedor.

Loscochespatrullasedetuvierondelanteydetrásdemí.Noestabamuysegurodesidebíamosbajardelcoche.Entonces,elcoche

patrullaqueestabadelantedemídiomediavueltaysealejó.Elqueestabadetrásnoarrancó.

Intuíaproblemas.Elagentedepolicíaqueestabadetrásdemísebajódesucocheysedirigióhaciaelmío,haciéndonosungestoparaquebajáramos.Desbloqueélaspuertasysalimosdelcoche.

Sí,eraelmismogilipollasdecararosadaquenoshabíaparadoporcruzarlacalledeformaimprudente,noshabíaechadounsermón,noshabíaasustadoyprácticamentehumillado.

−Aquí están −dijo el policía, con una enorme sonrisa en su enormerostro−. La familia Brandeis ha disfrutado de una escolta policial hasta sucasa. La policía de New Burg quería demostrarles que puede ser suenemigo…osuamigo.

Dejandodeladolaformalidad,nossaludóconlosdedosíndiceymedioysedirigiódenuevoasucoche,abriólapuertay,antesdemeterseenél,dijo:

−Quetenganunbuendía.

www.lectulandia.com-Página46

CAPÍTULO12

AQUELSÁBADOPORLANOCHE,despuésdequeundronnoshubieratraídounadeliciosa cena a base de ternera a la parmesana, ensalada de rúcula ypizzamargaritadelaTiendadePizzas(estábamosempezandoaaprovecharalgunasdelasventajasdevivirenelmundodelaTienda),Meganyyonosinstalamosennuestro«despacho»deldesván,elrincóndondehabíamosdecididoescribirnuestroreveladorlibro.

Nos habían dicho que el calor seco del Medio Oeste sería un aliviodespuésdeldeManhattan,muyhúmedo.Mentira.Eldesváneraunhorno.Elaireacondicionadonollegabahastaallíarriba,yelventiladorsoloservíaparadesparramarnuestrasfichasyelpapeldelaimpresora.

Habíamoselegidoeldesvánporsienlasotrashabitacionesaúnquedabancámarasquenohubiéramosdetectado.Evidentemente,eramásqueprobableque en el desván hubiese cámaras ocultas (no éramos tan ingenuos), perodespuésdehaberquitadolasquehabíancolocadoenlasvigasdemaderadeltecho,pensábamoshaberconseguidociertoniveldeprivacidad.

Peroconesagentenuncasesabía.Unabombillacolgabasobre lapequeñamesade juegoqueutilizábamos

como escritorio. Hacía tanto calor que nos quedamos en ropa interior. Loscubitosdenuestroscaféssehabíanderretido.

Aunque daba la sensación de que gran parte de aquella casa se hubieraconstruido hacía tan solo una semana, el desván parecía tener doscientosaños:había telarañasyexcrementosde roedores encasi todas lasvigas, lastablasdelsuelocrujíany,devezencuando,enmediodelcalorsofocante,nosllegabaunsoplodeairegélidoquenoéramoscapacesdeexplicar.

Sin embargo, aún más preocupante que todo esto fue la pregunta queplanteóMeganantesdequehubiéramosescritouna solapalabradenuestrolibro:

www.lectulandia.com-Página47

−¿Cómohaocurrido,Jacob?¿Cómohemosacabadosentadosaquí,mediodesnudos,acuarentagradosdetemperatura,enundesvándeNebraska,paraescribirunlibrosobreunaempresademencial?

Era una buena pregunta, una pregunta que yo también me hacía. Pordesgracia,noteníaniremotamenteunabuenarespuestaparaella.

−Puedequesimplementeestemosdestinadosaescribireselibro−dije.−No quisiera parecer cínica, cariño, pero es una respuesta demasiado

extraña…,comosiDiosquisieraqueescribiéramoseselibro.−Diosno−dije−.Nolosé…Eldestino,quizás.−«Eldestino»essolootraformadedecir«Dios».−Tal vez −dije−. Pero parece como si hubiera habido una conspiración

paraque todoestoocurra:el rechazodel libro sobreel rap,elhechode serconscientesdeloquesignificalaTiendaylanecesidaddeconseguirtrabajoydinero…Escomosinoshubiéramosalistadoenelejércitoparairalaguerra,aunaespeciedeguerrasanta.

−Puede ser −dijo ella, pero era evidente que ambos estábamos un pocoasustados. Megan continuó−: Si nos pillan, nos…, en fin, ni siquiera soycapazdeimaginarmeloquepodríanhacernos.

−Relájateydisfruta−dije.−Sí, relájate y disfruta −dijo Megan. Pero no sonrió. Sí, era cierto:

estábamosasustados.Meganañadió−:¿Porquénonosponemosmanosa laobra?

Y eso fue lo que hicimos.Cuando escribíamos un ensayo,Megan y youtilizábamos el mismo método de trabajo. Lo escribíamos todo, cualquierpequeño detalle, opinión o cita, en fichas, que luego archivábamos,ordenábamosyvolvíamosaarchivar.Teníamosarchivosgrandesdivididosenarchivos de fichas más pequeños. Al final había miles de fichascuidadosamente archivadas y ordenadas con precisión en cajas de plástico(que,evidentemente,habíamoscompradoenlaseccióncorrespondientedelaTienda).

Sin embargo, aunque como lamayoría de la gente de nuestra edad nospasábamosgranpartedeltiempofrenteanuestrosordenadoresportátiles,nohabíamosdadoconunmétodosatisfactoriodeorganizarnuestrainvestigaciónen el ordenador. Por algúnmotivo, necesitábamos ver las cajas de zapatos,hurgarenellas,moverlasfichasylospósitsconnotascuandoconseguíamosnuevainformación.

Aunasí,usábamosmuchointernet.

www.lectulandia.com-Página48

¿El nombre original indio de New Burg, Nebraska? Lo buscamos enGoogle. (El nombre, por cierto, es una forma anglicanizadadenom-bah, lapalabraenquapawparareferirsealnúmero2.)

¿Creen los consumidores que hay una diferencia significativa entre losproductos compradospor internet y los adquiridos en las tiendasde toda lavida?Hola,Google.(Alparecer,alamayoríadelagenteledaigual).

Sin embargo, esa noche nos dedicamos básicamente a las fichas.Llenamos unas cuantas sobreDeb, la bibliotecaria, y sumarido, que habíasido«trasladado».YunasdiezsobreeltipoquesaliódelaTiendadePizzas.Sobre Brick Street y Mortar Street. Sobre la búsqueda de las cámaras deseguridad.Sobrelosvecinosquevinieronaayudarnos.Sobreelpolicíaysuespeciede«advertencia».Etcétera,etcétera.

Nuestroslápicesdelnúmero2noparabandeescribir,interrumpidossoloporalgúninesperadosoplodeairegélido.

Megan y yo empezamos a sentir dolor de espalda al mismo tiempo yestiramoslosbrazos.Entonces,elladijo:

−¿Cuándoentregaronesacaja?Miréamialrededor.Estabaseñalandounacajaen laquehabíanescrito

artículosdeoficinadelatienda.−Notengoniidea−dije−.¿Loencargastetú?−No.NohepedidonadadesdequellegamosaNewBurg.Nosacercamosa lacaja.Estabacolocadadebajodeunavigademadera

deltecho.Laabrimossinproblemasyechamosunvistazoasucontenido:doscajasdelápicesdelnúmero2envueltasenpapeldecelofán,quincepaquetesdefichasdevariostamañosycolores,unacajitadecartóncondiezbolígrafosRollingWritery, lomásalucinantede todo,dosgruesosblocsdenotas.Enunopodíaleersedelescritoriodemeganbrandeis.Elotroeraidénticosalvoque,evidentemente,teníaminombreenlatapa.

−¿Estássegurodequenoencargasteesto?−mepreguntóMegan−.Enfin,sontodoslosartículosdeoficinaqueutilizamos.

−Sí, como la crema de cacahuete y los cereales que compraron paranosotros.

Ni Megan ni yo quisimos hablar del tema. Eran casi las dos de lamadrugada,horadeirseadormir.

−No sé por qué, pero estoy diez veces más despierta que cuando nospusimosatrabajar−dijoMegan.

−Bien. Entonces, no malgastemos esa energía −dije−. Entremos en lapáginadelaTienda.

www.lectulandia.com-Página49

Meganmededicóunamiradade¿quéestástramando?,perolapáginaseabrióconsuencabezadohabitual:

BienvenidosalaTiendaTenemostodoloqueustednecesita

LecogíelportátilaMegan,quemiróporencimademihombromientrasyotecleaba.

Memetíenlaseccióndelibros.AsíescomolaTiendahabíaempezadosuconquistadelmercado:vendiendolibros.Seguíanteniendolamayorofertadelibros delmundo,más que la de laBiblioteca delCongreso.Clásicos,bestsellers, libros de texto, libros infantiles, pornografía…, cualquier cosa quepudieraserencuadernada.

Además de todos estos libros tradicionales, había una sección única:«Soliciteunlibroquelegustaríaverpublicado».EstaseccióndelsitiowebdelaTiendaestaballenademilesdesugerenciasdelibrosqueaúnnoexistían,entreellosCómoesterilizarasumascota(lojuro)yEltaodelosalgoritmos.

EntréenlasubseccióndelaletraU.Allí,despuésdeElúltimogritoenelacompañamientoorquestalzen,cliquéen«Envíesusolicitud».

Con mucho cuidado para no cometer ningún error, tecleé: Ulises, elsomníferoperfecto.

En la pantalla apareció esta frase: «Atenderemos su solicitud lo antesposible.Consultelapáginaamenudo».

MiréaMegan,queestabariéndose.Luegonosbesamos.Elbesofueunamezcladeamor,sexoymiedo.−Esperoquetengansentidodelhumor−dijoMegan.−Prontolosabremos.−Sí.Consultaremoslapáginaamenudo.−Pero,ahora,salgamosdeaquí.−Sí,meestoycongelando−dijoMegan.Echéunvistazoalapantallademiordenador:Hora:2:14temp:7°C

www.lectulandia.com-Página50

CAPÍTULO13

−EH,HOYESDOMINGO−dije−.Vayamosalaiglesia.Por las caras de estupefacción demi familia y el largo silencio que les

siguió,bienpodríahaberdichoquenosfuéramosaMarte.Alexfueelprimeroenhablar.−¿Quéteocurre,papá?¿Estáshaciendopruebasparaalgunacomedia?No respondí, peroquinceminutosmás tarde, después de que los chicos

decidieranquedarseencasa,Meganyyo−ellaconunvestidoamarilloconunestampado de margaritas blancas y yo con un blazer de lino azul− nosdirigimosalaúnicaiglesiadeNewBurgparaasistiralamisadelasonce.

Ninguno de los dos era especialmente religioso.Comopareja, la últimavez que habíamos estado en un lugar de culto fue dieciocho años antes,cuandonoscasamosenlaiglesiadeLarchmont.Entoncesestuvimosallíporamor.Ahoraeraparainvestigar.

El templo había sido bautizado como laNueva Iglesia deDios deNewBurg,unnombreperfectamenteadecuadoperosinunápicedecreatividad,adiferenciadeesasiglesiascatólicasquesellamanlaPreciosaSangredeJesúso Nuestra Afligida Señora Estrella del Mar. Y lo mismo ocurría con lostemploscuyosnombressiempresonabancomolasexpresionesenyidisdemiabuela:AnsheEmethShalomoShaarayTefila.

Alas10:55,elaparcamientodelaiglesiaestaballeno.FueraloquefueseloquevendíanenlaNuevaIglesiadeDiosdeNewBurg,estabaclaroquelagente de la localidad lo compraba. Los rezagados que, como nosotros,llegabancuandosolofaltabancincominutosparaquesealzaraeltelón,teníanquedejarelcochealfinaldelaparcamiento.

Bajamosdelcochey,de forma instintiva, tiramosdenuestra ropaynosrepasamoselpelo.Meganyyoéramosextrañosentierraextraña.

Entoncesescuchamosunavoz.

www.lectulandia.com-Página51

−Noospreocupéis.Vaismuyelegantes.Era una voz de hombre−pausada, grave, que arrastraba ligeramente las

palabras− que provenía del asiento del acompañante del coche que estabaaparcado justo al lado del nuestro. Megan y yo esbozamos una sonrisaavergonzadayyodijeunaestupidez:

−Muchasgracias.Vosotrostambién.−Bueno, sinceramente, no lo creo. Compruébalo tú mismo −dijo el

hombre.Abrió lapuertadelcoche,salióyse incorporóen todosumásdemetro

ochentadealtura.Teníalapielmorena;puedequefueradeorigenindonesioo mediterráneo. Llevaba el pelo descuidado y el polo arrugado, pero eraapuesto. Tenía ese aire de haber acabado de darse un baño en el mar queparecegustartantoalasmujeres.

Sucompañerasaliódelasientodelconductor.Eramuyatractiva,casitanaltacomoély teníaelpelorubioy largo.Ambosparecíanmásomenosdenuestraedad.

Ademásdeellos,delcochesalióalgomás:unintenso,dulceydeliciosoolorahumodemarihuana.Séqueelcolocónporcercaníanoexiste,perodehaberexistido, seguroqueaquelhabríasidoelmomentodeexperimentarlo.Nuestros vecinos de aparcamiento debían de haber estado fumando con lasventanillasabiertas,porqueelolorahierbaavanzabahacianosotroscomounciclónenminiatura.

−Me llamo Bud, Bud Robinson, y esta rubia ligeramente colocada esBette,mimujer…EsBettecone,nocony…,ylaesepronuncia.

Aúnestabaprocesandolagrafíay lapronunciacióndelnombredeBettecuandoviqueBudestabaechandounvistazoasumóvil.Sepusoa leerenvozalta:

−Yvosotros soisMeganyJacobBrandeis. Jacob,exescritorygraduadoporlaUniversidaddeNuevaYork,yMegan,tambiénexescritoray…,¡guau!,graduadaporStanford.

Bettediouna largacaladaalporroquecompartíaconsumarido.Luegodijo:

−Esunpocoinquietante,¿no?FueBudquienrespondióalapregunta.−Sí,bueno,aquítodoslosabentodosobretodos.EsoeslaTienda.−¿TodosedebealaTienda?−preguntóMegan.Decidimosandarconpiesdeplomo.

www.lectulandia.com-Página52

La respuesta a la preguntadeMegan fueronunas sonoras carcajadasdeBette y Bud. Mi traducción de sus carcajadas fue: «¿De verdad sois taningenuosquenohabíaisllegadosolosaesaconclusión?».

BettelehabíapasadoelporroaBud.Trasdarleunacalada,seloofrecióaMegan.

Megancogióelporro,lediounacortacaladayluegomelopasó.Estabaclaroqueíbamosallegartardeamisa.

Budsefrotólacabezaydijo:−Lasiguienteinformaciónqueleoenmimóvilesquevivísenel400de

MidshipmanLane.Nosotrosvivimosenel420.−Supongoqueesoosconvierteen losúnicosvecinosquenovinisteis a

echarnosunamanoparadesembalar−dijoMegan.−Estábamos absortos en la recreación, no sé si me explico −dijo Bud,

concentrándoseenelnuevoporroqueestabaliando.EntoncesBettedijo:−Tengo curiosidad, y hay una pregunta que les hago a todos los recién

llegados.−Dispara−dije.−¿Yahabéisencontradolascámarasdeseguridad?−Bueno…,sí−dije.−Laprimeranoche−añadióMegan.−Voyadarosun consejo−dijoBud−.Noperdáis el tiempo tratandode

quitaresascámaras.−Demasiadotarde−dije.−LaTienda volverá a instalarlas a hurtadillas.Es probable que en estos

momentos,envuestracasa,hayaunrobotdronmoviéndosedeunladoparaotroconlasnuevascámaras.

Buddiounalargacaladaalporroyluegoexpulsóelhumolentamente.−¿Vaisairamisa,amigos?−preguntó.−Supongoquedeberíamosir.Mejortardeque…−dije.−Notenéisporquéentrar−dijoBette.Acontinuación,nosexplicóquehacíaunañohabíandescubiertoquelas

cámarasdeseguridadquecontrolabanlaasistenciagrababanaloscochesqueentrabanenel aparcamientoperonoa lagentequeentraba realmenteen laiglesia.

−¿Estáisseguros?−pregunté.−No del todo −respondió Bette−. Con la Tienda nunca puedes estar

absolutamentesegurodenada.

www.lectulandia.com-Página53

Medi cuenta de que aquella parejame caía bien. El tío enrollado y suatractiva esposa. Sin embargo, tenía miedo de que me cayeran demasiadobien.

No creo queBette pudiera leermimente, pero estoy seguro de que eracapazdeinterpretarlasituación.Depronto,aunquemuytranquila,dijo:

−Apuestoaquelosdosestáispensandosipodéisconfiarenunagentealaqueacabáisdeconocer.

Meganyyosonreímos.Eraunasonrisanerviosa.−Ybien,¿podemosconfiarenvosotros?−dije.−¡Por supuesto que no! ¿Estáis locos? ¡Trabajamos en la Tienda! −dijo

Bud,entresonorascarcajadas.

www.lectulandia.com-Página54

CAPÍTULO14

EL LUNES POR LA MAÑANA, Megan y yo fuimos a trabajar. Al centro dedistribucióndelaTienda.

Dieciocho edificios con una superficie total de casi ocho kilómetroscuadrados. Dieciocho edificios conectados por pasos elevados, túneles,puentesyvías,conkilómetrosdeescalerasmecánicasycintastransportadorasentre ellos.Los drones sobrevolaban los edificios en los que trabajaban losempleados,vestidosconmonosdecolorazulmarino.

NOHAYPROBLEMA

Esodecíaelcartelquehabíaenlasparedes,enelrespaldodelassillas,enlasmáquinasde refrescosgratuitos, en lasmáquinasde comidagratuita, enlasmáquinasdecafé,capuchinoyexpresogratuitas.

NOHAYPROBLEMA

Esodecíaelcartelquehabíaenlosmilesdemonitores,enlasentradasyenlassalas,inclusoenlosbañosdecaballeros.

Evidentemente, Megan y yo no teníamos más que problemas. ¿Nospillaríantomandonotas?¿Nosdescubrirían?

Acabábamos de unirnos a miles de trabajadores. Cientos de ellos noshabían dicho «Bienvenidos, amigos», mientras una mujer joven nosacompañaba al aparcamiento subterráneo del centro de distribución. Fue eneseenormeaparcamientodondevimosnuestroprimerStormer,unvehículopilotadoporunordenador.

SiuncarrodegolfyunPorschesehubieranapareado, su retoñohabríasidounStormer,eleficazmediodetransportedemercancíasquerecorríaloscarrilesde losedificiosdelcentrodedistribución.Losencargadosdereunir

www.lectulandia.com-Página55

losartículos,comoMeganyyo,íbamosdeunladoaotropararecogerloque,enlaTienda,todoelmundollamabalascosas.

Daba la impresión de que todas las «cosas» que existían en el mundoestabanenesosdieciochoenormesedificios.¿Tamañoaproximado?PuesmásomenoseldequinceMadisonSquareGarden.

¿Alguien necesitaba un sofá de piel de tresmódulos desmontables, unacucharaparasacarbolasdemelónodesandía,un relojPatekPhilippe,unatabladeplanchar,dosmilbolsasparareciclarplástico,clipsrojosouncromoautografiadodeljugadordebéisbolMickeyMantle?¿Oquizásuninodorodebajoconsumodeagua,unacajadepreservativos,undispositivodeTVRoku,unamáquinaparahacerpasta,unatiaradediamanteseduardianavaloradaencincuenta mil dólares, medio kilo de caviar Sevruga, quinientos kilos deestiércol, un servilletero, una caja de servilleteros, una tableta de chocolateHershey’sSpecialDark,unacajadetabletasdechocolateHershey’sSpecialDark,unacanoa,unamotoacuática,unacajadebolsasdecolostomía…?

Sialgoexistía, laTiendalovendía.LosStormersibandeunladoaotrocomo cucarachas huyendo de la luz. Los empleados se movían como lospersonajesdelasantiguaspelículasmudas.

MeganyyomiramosanuestroalrededormientraselStormernoshacíaunrecorridode«formaciónyorientación».Una relajantevoz femenina sonabaen nuestros auriculares a medida que nos movíamos: «En estos momentosestáisviendoelensamblajedeunacaja.Fijaosencómolamercancíaesizadaydepositadaensuinterior.Luego,unoficialverificaelpedidoy…».

Cadapocosmetros,lavozproseguía:«Enestosmomentosestamosenlaseccióndeproductos“semiperecederos”,desdejícamasaaguacates,pasandoporhuevosrellenosysalmónahumado.Enestasección, la temperaturaestáprogramadaa…».

Yentonces,unasorpresa.Giramosalaizquierda,dejandoatráslasecciónde«impresiónfotográfica

eimpresiónláserentresdimensiones»paraentrarenlade«suelosnaturales,marcosparapuertasymolduras coloniales» cuandounamanomequitó losauriculares.

Elasaltante,alqueaúnnohabíaidentificado,dijo,enunsusurro:−BienvenidosalPlanetade losLocos.Porfavor, revisensucerebroa la

entrada.EraBud.−¡Joder!−Moderatulenguaje,neoyorquino−dijounamujer.

www.lectulandia.com-Página56

EraBette.Sí,nuestrosdosamigosfumetasdelaparcamientodelaiglesia.Bettenosmostrólapantalladesutableta,queformabapartedelmaterial

estándardelaTienda,mientrasdecía:−Hemosrastreadovuestrorecorridodeorientaciónenlapáginade«recién

llegados».Echadleunvistazo.EnlatabletadeBettehabíaunafotodeMeganyunamía,muyretocadas.

Parecíamosmodelosdeuncatálogoderopadeladécadade1950.Elpiedefotodecía:«DadleslabienvenidaaMegyJake».

¿Meg?¿Jake?Megansacudiólacabezaydijo:−Haempezadolalocura.−Yestoessoloelprincipio−dijoBud.−Tenemosqueirnos−dijoBette−.Luegohablamos.Pasaremosaveros.BetteyBudsealejaronatodaprisa,yMeganyyovolvimosaponernos

losauriculares.Lavozdelaguíaprosiguió:«Ahoraquevuestravisitanoprogramadaha

terminado…».Alguiennoshabíaestadoobservando.Lavozcontinuó:«Porfavor,presentaoseneláreadeasignación44para

vuestraprimeratarea».Ysehizoelsilencio.El Stormer giró bruscamente a la derecha en dirección a la sección de

«detectoresdehumo,extintoresydetectoresdemonóxidodecarbono».Al cabo de unos diez minutos estábamos en el área de asignación 44.

Durante ese trayecto de diezminutos conté noventa y cinco rótulos con eleslogandelaTienda.

NOHAYPROBLEMA

¿Nohayproblema?Enmiopinión,nohabíamásqueproblemas.

www.lectulandia.com-Página57

CAPÍTULO15

ENELÁREADEASIGNACIÓNdelaTiendasonóunacampanayennuestratabletaaparecióunmensajedetexto.

Eléxitode laTiendadependedelentusiasmoy la implicaciónde losclientesa losqueservimos. A veces, nuestros amigos, los consumidores, están tan contentos con los bajosprecios y la eficacia en la entrega de los artículos que compran que se quedan totalmenteensimismados.Cuandoesoocurre,nuestrosamigos,encasa,necesitanayudayorientacióndesusamigosdelaTienda.

Hoy, vosotros, Megan y Jake, como equipo, nos representaréis mientras intentamosayudaralagentealiberarsedeladependenciadelosproductosqueconsumen.Dichodeotromodo:lossacamosdesuscasasylosdevolvemosalacalle.Muchosdeelloshanpedidodíaslibresensutrabajo.

Por favor, examinad los temas de discusión mientras vuestro Stormer os conduce avuestraprimeraparada.Buenasuerte.

Asípues,nuestroStormernos llevóavisitaraclientesde laTiendaqueestabantan«enganchados»alosproductosdelaTiendaquenecesitabanser«desenganchados y reinsertados». El objetivo era conseguir que la gentedejaradecomprarsusproductosfavoritosdelaTiendayvolvieraasutrabajo.

NuestraprimeraparadafueunaenormemansióndeestiloTudor.Segúnlainformación de nuestras tabletas, la pareja de treintañeros que vivía allí nohabía salido a la calle desde hacía sesenta y cinco días. Sí, sesenta y cincodías. Tenían un pequeño ejército de licuadoras Vitamix que se habíaconvertidoensuobsesión.

−Eh,amigo,tomaunsorbodezumodecollombarda,berzasyarándanos−dijoelmaridoen laentrada, sosteniendounenormevasodeunmuypocoapeteciblemejunjedecolorazul.

−No,gracias−dije.−¿Señora?−dijo,ofreciéndolelamismapociónaMegan.

www.lectulandia.com-Página58

Nocreoqueaquel tiposehubieraafeitadoenesossesentaycincodías.Llevabaunacamisetasuciayunosboxersrojos,amboscubiertosdemanchasdelmismocolordelzumoquenoshabíaofrecido.

−SomosdosamigosdelaTienda−dijoMegan.−Escierto,soisamigos−dijootravoz,estafemenina.Entoncesvimosalamujer.Debíapesarmásdecienkilos.−Nuestros amigos de la Tienda nos vendieron nuestrasVitamix, y esas

licuadorasobatidorasoloqueseannoshancambiadolavida.Lamujertambiénsosteníaunvasollenodeunlíquidoquedefiniócomo

unbatidodefrutayyogurconchocolate.−Esdelicioso,yademásesbuenoparacombatircualquiermalestar−dijo.Cogíelvasoytoméuntrago.Eraincreíblementedelicioso.Ytambiénera

increíblemente dulce e increíblemente contundente. Habría apostado queaquellamujer había estado bebiendo litros de batidos como ese durante losúltimossesentaycincodías.

Megan y yo intentamos tentar a la pareja con las ventajas de «volver asaliralacalleconsuscolegasdelaTienda».¿Sureacción?Nosinvitaronapasaralacocinaparaconocerasu«familia».

La familia estaba integrada por cinco Vitamix distintas: dos licuadorasCIAProfessionalSeries,dosProfessionalSeries500yunalicuadoraG-Series780.

−La G-Series es de última generación −susurró la mujer, en tono deconfidencia.

Noscontaroncómoerasuvida…,siesqueaaquellose lepodía llamarvida.

Elmaridopedíaproductosparaprepararzumo−desdepuerrosanaranjas,pasando por aguacatesa la Tienda. La mujer pedía yogures Chobani ychocolateMastBrothersalaTienda.

Elmaridoloexpresóperfectamente:−LaTiendafacilitatantolascosasquenisiquieratienesquesalirdecasa.

−Hizounabrevepausayluegoañadió−:Bueno,unavezsí.EstabajugandoaPokémonGO.

Actoseguido,seechóareír.Siguieronabundandoeneltema.Laparejasehabíasuscritoaloscanales

de cine,TVy deportes que ofrecía laTienda.LaTienda les proporcionabamedicamentos («Tengo un poquito de diabetes, por lo que debo tomarmetformina»,dijo lamujer).LaTienda leshabíavendido«aunpreciomuy

www.lectulandia.com-Página59

razonable» un frigorífico Thermador en el que almacenaban su surtido debatidosylacompraquelesentregabanlosdrones.

−Pero ¿y la gente, el contacto humano, vuestros amigos? −preguntóMegan.

−¿Quiénlosnecesitacuandotienestodoesto?−dijolamujer.Nosfuimos.Nuestra siguiente parada estaba a solo dos casas de la de la pareja

Vitamix.La puerta estaba abierta. Al entrar, nos encontramos con un enorme

vestíbuloconmuchosespejosyllenodevaporqueolíaaeucaliptoymentol.En el ambiente flotaba el sonido de una música exótica: arpa, piano ycascadas.

Aparecióunamujerdeunoscincuentaaños,vestidaconunlargoalbornozblancodeteladerizo;elpelo,rubioypeinadohaciaatrás,parecíahúmedo.Conuntonodevozcordial,nospreguntósipodíaayudarnosenalgo.

Antesdequeyopudieraresponderle,Megandijo:−Vaya,estopareceunspadelujo.−Esunspadelujo−dijolamujerrubia.Almomentoaparecióunaversiónmásjovendelamujer:unachicarubia

deunostreintaaños,vestidatambiénconunalbornozblancodeteladerizo.Debíandesermadreehija.

−ApuestoaquesoisdelaTienda,¿noesasí?−dijolachica.Ledijimosquesí.−No funcionará −dijo lamujermayor−.No sois los primeros. Nos han

mandadoamuchos.Durantelosúltimosseismeseshanvenidodiezpersonasdistintas de la Tienda.Algunas parejas, pero casi siempremujeres. Pero lociertoesquealver loquehemoshechoaquí,aveces tampocoquieren irse.Lasmáquinasdemasaje,lassaunas,inclusolostresasistentes…Nosotraslosllamamos «los chicos». Todo lo hemos comprado en la Tienda, y ahora laTienda dice que deberíamos volver al trabajo. Pero ¿por qué deberíamoshacerlo? Nos han prorrogado nuestro permiso retribuido. Y…, ¿por quéíbamosarenunciaratodoesto?

Les sugerí que retomar sus vidas y sus relaciones −gente con la quepasarlobienysalir−podíaserdivertido.

Serierondemí.Pensabanqueestabaloco.−Tenemos purificadores de aire, camas solares…, todo cuanto

necesitamos−dijolachica.

www.lectulandia.com-Página60

Entoncesnoshicieronunabrevevisitaguiadaporsumágicoymisteriosospa,yera…,enfin,unspadeverdad.Otrachicarubiaestabarecibiendounmasajedeunhombrecorpulentoymayorqueella.Enlasaunasecahabíauntipogordoyvelludo.Yenlasaunahúmedahabíaunamujermuyanciana.

−¿Estofuncionacomounnegocio?−pregunté.−¡Oh,no!−dijolamujerrubia−.Sonsoloamigosyfamiliares.Otrofracaso.Salimosdelspa.−MesientocomountestigodeJehová−dijoMegan.−¿Quéquieresdecir?−Vamospuertaapuertaperonoconvertimosanadie.DevueltaenelStormer,lediuncortoydulcebeso.−Relájateydisfruta−dije.−No−repusoMegan−.Laexpresióncorrectasería…Hizounapausa,yluego,casialunísono,dijimos:−Nohayproblema.

www.lectulandia.com-Página61

CAPÍTULO16

AL DÍA SIGUIENTE, Megan y yo nos separamos… en el trabajo. En nuestronuevoyextrañomundo,estarsolosfue…unasensaciónextraña.Meganyyosiempre estábamos juntos, sobre todo durante los meses anteriores:escribimoslosdesastrososOrígenesdelrap,organizamosel trasladoaNewBurg,hicimoslamudanza,trabajamoseneldesvánenelnuevoproyecto…Yahoraestábamossolos,locualeramuypocohabitualennosotros.

NosasignaronunStormeracadaunoendiferentesedificios.Esesegundodía,amímedestinaronalasecciónde«artículosparaelhogar»,recogiendoypreparando para su embalaje dispensadores de bolsas de plástico de pared,espátulasdesilicona,velasconperfumedetartademanzanaytazasdecafédeusarytirar.

Megan fue asignada a la sección de «vaqueros premamá», tramitandopedidos de vaqueros negros «levantaculo» con cintura elástica, vaqueros desargablancosconpernerasextensiblesyvaquerosgastadosdecinturaelásticaconagujeros«raídosyrasgados»enlasrodillas.

Volvimos a casa juntos, por supuesto. Mientras Megan conducía, yoescribía notas en las fichas («Cálculo rápido: las comidas gratuitas en lacafetería le cuestan a la Tienda unos 830.000 dólares diarios») yobservaciones («Estoy casi seguro de que el supervisor de la sección“artículosparaelhogar” llevaunmicrochip implantadoenel antebrazo»)eimpresiones personales («El personal de entrega de los Stormers, amable yeducado;losmecánicosdelosStormersapestan»).

Cuando llegamos a casa teníamos pensado charlar un rato con Alex yLindsay,corrermediahoraenlascintasquehabíaenelsótano,luegohaverquinceminutosdeejercicioen lamáquinadestepsy, finalmente, relajarnostomándonosunpardecervezasSamAdams.

www.lectulandia.com-Página62

Como he dicho, ese era nuestro plan. Pero Alex nos estaba esperandojuntoalapuertadelgarajeabierta.

Nadade«Hola».Nadade«¿Quétaleldía?».Susaludofue:−¿ConocéisaunhombreyaunamujerquesellamanBetteyBud?−Sí −dijo Megan, y a continuación, en un tono un tanto santurrón,

añadió−:Losconocimosenlaiglesia.−Aleluya−dijoAlex.Yluegocontinuó−:Puesbien,estánenelcomedor,

yundronacabadetraerlesunasalitasdepolloypatatasfritas.Entramos en el comedor y fuimos recibidos con profusión de abrazos.

Obviamente,BetteyBudsehabíanapuntadoalamodadelabrazosalvajequeseestabapropagandoportodoelpaís,incluidoNewBurg.

−Yaosdijequepasaríamosaveros−dijoBette.Les dijimos que nos encantaba que se hubieran dejado caer, que no

habíamospreparadonadaparaaquellanocheyquelasalitasdepolloeranunodenuestrosplatosfavoritos.

BetteyBudnoparecíantanenrolladosnitanatractivoscomoennuestrosdos anteriores encuentros. Bette estaba pálida y no llevaba maquillaje; elvestidoquesehabíapuestoleveníagrandeyparecíapropiodeunaanciana,yademás llevaba una ridícula sudadera rosa.Bud tenía ojeras y llevaba unospantalones«deabuelo»plisadosyconlacinturaalaalturadelestómago.

−Hemos tardado exactamente dos minutos en llegar hasta aquí −dijoBud−.Depuertaapuerta:lohecronometrado.

−¿Se os ocurre algo más aburrido que usar un cronómetro mientrasrecorresunamanzana?Lapróximavezcontarálasgotasdelluvia−dijoBette.

−Porcierto−dijoBud−,alparecerteníamosrazón.−¿Sobrequé?−pregunté.Budmoviólacabezaendirecciónalachimenea.−Loscocker−dijo.Megan y yo volvimos la cabeza hacia la repisa de la chimenea y los

cockerspanieldecerámicadeprincipiosdelsigloXXquelaabueladeMegannoshabíaregalado.

Yodebíadetenerunaexpresiónconfusa.−Serefiereaesto−dijoBette.Sedirigióhacialachimenea,cogióunodelosperrosylediolavuelta.No

habíaqueserunagentedelaCIAparaverlacámaradevigilanciaquehabíancolocadoenlapatadelperro.

−¡Hijosdeputa!−exclamé.

www.lectulandia.com-Página63

−Porfavor,Jacob−dijoMegan−Noempieces.Inspeccioné el salón y el vestíbulo. En efecto: las cámaras estaban de

vuelta, las habían reinstalado, tal y como Bette y Bud habían vaticinado.Sobrelapuertaprincipal.Sobreelespejoyelarmariodelaentrada.SobreelfalsoMatissedelsalón.Algunasestabanenlosmismossitiosdeantes,otrasennuevasubicaciones.

−Tendrásqueacostumbrarte,amigo−dijoBud−.AsíescómofuncionalaTienda.Ynohaynadaquepuedashaceralrespecto.−Hizounapausa.Sonrióyluegoañadió−:Nadasalvoesto…

Bud se levantó de golpe y empezó a cantar Jealous, la canción quecausabafurorentrelosquinceañeros.Cogiólacámaraqueestabaenelperrodecerámicacomosifueraunmicrófono.MientrasBudcantaba,dabavueltasyhacíaunapésimaimitacióndeNickJonas,moviendoelperropordelantedesucara,Meganyyoestábamosdemasiadodesconcertadosparareírnos.HabíaqueveraBud,conquépasiónsemovía.

«Nomegustalaformaenqueéltemira».Derepente,Budsedetuvoysedejócaerenlasilla.−Siempre me ha gustado ofrecer un poco de entretenimiento a los

bastardosquetienenqueverestascintas.DeberíaisvermiimitacióndeLadyGaga;esperfecta.

EntoncesBettedijo:−DebéissaberquepuestoquelademencialinterpretacióndeBudhasido

grabadaporunadelascámarasdevuestracasa,laTiendasacaráeltemaenvuestraentrevista.

−¿Nosvanaentrevistar?−preguntóMegan.−Evidentemente. Todos los que se mudan aquí deben someterse a una

entrevistaintroductoriadetreshoras.Debeirlafamiliaalcompleto,conlosniños.Ouncanarioounperrosi fueraelcaso.Luegohayque responderatropecientaspreguntas.Algunasmuypersonales.Algunasmuy intelectuales.Yalgunassimplementedemenciales.

−Sonmuyeducadosymuycorteses−dijoBud−.Nadieparecesaberquéhacenconlosresultados,peronoesalgoporloquehayaquepreocuparse.

Por la expresiónde sus caras, comprendimosque tampoco era algoquedespertaraprecisamenteentusiasmo.

www.lectulandia.com-Página64

CAPÍTULO17

ALDÍASIGUIENTE,Megan,Lindsay,Alexyyoestábamossentadosenunasalagrandeycómoda.

−Lindsay, empecemos contigo. Dime dos cosas que cambiarías de tuspadressipudieras.

Las paredes estaban recubiertas de madera oscura. El mobiliario era eltípico de la consulta de un psiquiatra: una silla Eames, un sofá de tweedmarrónynegroconunasilladetweedajuegoy,porsupuesto,unamesitaconunacajadeclínex.

−Jacob,¿dejaríasdeacudiralaiglesiaundomingoparairaunpartidodebéisboldelaMajorLeague?

El entrevistador, Justin, era un tipo delgado con el característico buenaspecto de un presentador de un concurso de televisión. No habría sabidodecirsierarealmentepsiquiatra.

−Megan,¿eresdonantedeórganos?Justinnosdijoquesetratabadeunasesiónparaconocerse.Lohacíancon

todoslosnuevosempleadosysusfamilias.Justinnosdijoalgoquerepetiríaenbastantesocasionesdurantelastreshorassiguientes.

−Nohayrespuestascorrectasniincorrectas.Sí,claro.−Lindsay,¿quéesloquemásechasdemenosdeNuevaYork?−Lalocura.−Megan,¿creesqueeltreceeselnúmerodelamalasuerte?Megandijoquenoerasupersticiosa.−Entonces, sigamos con el tema. ¿Vivirías en un apartamento que

estuvieraenlaplantatrece?−Bueno,comohedicho,nosoysupersticiosa,porloquemeimaginoque

sí.

www.lectulandia.com-Página65

−Insistamosenelasunto.Hasdicho«meimaginoquesí».¿Significaesoquenoestássegura?

Megandijoqueestabasegura.−Alex,lamismapregunta.¿Plantatrece?Alexestabapreparado:−Vivodondevivenmispadres.−Buenarespuesta,muchacho.PuestoqueJustinnoteníanipapelnilápicesparatomarnotas,solopude

llegar a la conclusióndequenos estabangrabandooviéndonos endirecto.¿Habíahecho tantasvecesestaentrevistaquese lo sabía tododememoria?¿Oimprovisabasobrelamarcha?¿Oeraunamezcladeambascosas?

−Jacob,enlaheladeríasolotienentressabores:pistacho,cremadepacanaycremadecacahueteconchocolate.¿Cuálelegirías?

Decidímostrarmeanteélcomounhombretradicional.−Cremadepacana−respondí.Justinpusounaexpresiónsolemne.−Peroeresalérgicoalaspacanas,Jacob.Ledijequepenséqueeraunapreguntateórica.−No.Esunapreguntapersonal.Estaentrevistaespersonal.Continuemos.−Perodiporsentadoque…−Porfavor,Jacob.Continuemos.Ycontinuamos.LasiguientepreguntafueparaLindsay.−Sidispusierasdeuna semanaparavisitar unúnico lugar en elmundo,

¿cuálseríaeselugar?«Por favor,cariño,nodigasNuevaYork»,pensé.Perono teníaporqué

preocuparme.−Laluna−contestóLindsay.−Interesante…Dime,Megan,¿aúnsiguesencontactoconalgúnamigode

laescuelaprimaria?−Megan,cuéntamealgosobretumaridoqueningunaotrapersonadeesta

habitaciónconozca.−Alex,¿cuáleratujuguetefavoritocuandoeraspequeño?−Jacob, dime dos cosas de tu mujer que te parezcan extremadamente

irritantes.−Megan,¿cuálestupesoideal?−Alex,¿teimportaqueunapersonaseagayolesbiana?−Jacob,siduranteelrestodetuvidasolopudierasllevarunacamisetade

uncolor,¿dequécolorsería?

www.lectulandia.com-Página66

Yasísucesivamente:equiposdedeporte,trabajo,religión,sexo,animales,comida,educación,elfuturo,elpasadoy,finalmente,laTienda.

−¿LaTiendaesperfecta?−Casi−dijoMegan.−Laverdadesquenolosé−dijoAlex.−Supongoquesí−dijoLindsay.−Ytú,Jacob,¿creesquelaTiendaesperfecta?−Nohaynadaenelmundoqueseaperfecto.

www.lectulandia.com-Página67

CAPÍTULO18

ELTRAYECTOHASTACASAdesdeel«centrodeexamen».Elclicdelaspuertasal abrirse. El clic al abrocharse el cinturón de seguridad. Éramos como uncoroapuntodehacerlamismapregunta:«Ybien,¿quéoshaparecido?».

La hicimos casi almismo tiempo, y todos salvoLindsay nosmoríamosporresponderla.Lindsaydijoque lepreocupabademasiadoqueenelcochehubieracámarasoaparatosdegrabacióncomoparaactuarconenteralibertad.Pero ¿y los demás? Estábamos impacientes por hablar de la entrevista. Aldiabloconlavigilancia.

−Hasidomejorypeordeloqueesperaba−dijoMegan−.Ynocreoquedebieranhaberlahechoengrupo.¿Quéhijoquerríaresponderpreguntassobresuspadrescuandoestosestánenlamismahabitación?

−A mí me ha parecido muy inquietante −dijo Alex−. Justin erainquietante. La sala era inquietante. Y las preguntas eran estúpidas. ¿Quéimportancia tiene querer tocar la trompeta, jugar al béisbol o desear ser unpoco más alto? A ver, han organizado todo esto para asegurarse de quequeremosformarpartedeesteabsurdolugar.

Estabade acuerdocon todas sus apreciaciones.Y se lodije.Había sidoinquietante,embarazoso…ytambiénextenuante.Horasyhorasdepreguntassobre el pasado, el presente y el futuro. Y luego añadí un comentariosuperfluo:

−Bueno,almenoshaterminado.Pero,evidentemente,yosabíaqueestabamintiendo.Todossabíamosque

estabamintiendo.FueentoncescuandoLindsaysedecidióahablar:−¿Ha terminado de verdad, papá? ¿Crees que no habrá más tonterías?

¿Másestupideces?Quitamoslascámarasyellosvuelvenainstalarlas.Sabenqueeresalérgicoalaspacanas.Sabenquédentífricousamos.Saben…

www.lectulandia.com-Página68

Aunque en ese momento entrecerró los ojos, no pudo evitar que se lecayeranlaslágrimas.

−Vamos,cariño−dijoMegan,desabrochándoseelcinturóndeseguridadyvolviéndose hacia el asiento trasero. Le cogió la mano a Lindsay y se laapretó.

−Oye,enunaocasióntumadreyyo…−empecéadecir.PeroAlexmeinterrumpióconvozaltayaguda:−Hablandodelibros:¿habéisvistoeso?Me coloqué junto a la acera y frené. A nuestra izquierda estaba la

biblioteca, que Megan y yo habíamos visitado unos días antes. Pero algohabíacambiado:habíasidoclausurada.

Enlasventanashabíatablonesdemaderayunagruesacadenadeaceroyvarios candados enormes impedían la entrada. En los mástiles no ondeabaninguna bandera. Incluso el césped estaba en pésimas condiciones: pedía agritosquealguienloregara.

−¿Quéhaocurridoaquí?−preguntóMegan.−No lo sé−contesté−.Pero sea lo que sea…, está claroqueno es nada

bueno.Nosquedamosmirandolabibliotecaduranteunossegundos.Luegomedi

lavueltaparahablarcontodamifamilia.−Bajaddelcoche.Todos.Ahoramismo.Ya−dije.Parecíanasustados,peromeobedecieronde inmediato.Alcabodeunos

segundos estábamos en la agrietada acera que había delante del pequeñoedificioabandonado.

−¿Acasocreesquehayunabombaenelcoche,papá?−preguntóAlex.−No−dije−.Peroestoysegurodequehayalgúndispositivodegrabación

oculto.Laexpresióndesusrostrosrevelabaansiedad.−Escuchadme con mucha atención. Esta ciudad no es ningún juego ni

ningunabroma.Estelugaresaterrador.Noséquémásdecir,peroapartirdeahoratenemosqueandarnosconmuchocuidado.

Vi a Alex haciendo un esfuerzo por no echarse a llorar y a Meganabrazandoanuestroshijos.

−Losiento,papá−dijoLindsay−,peroestoymuyasustada.−Yasomostres,cariño−dijoMegan.−No−dije−.Yasomoscuatro.

www.lectulandia.com-Página69

CAPÍTULO19

TENEMOS AMIGOS cuyos apartamentos habían sido desvalijados. Y todosdecíanlomismo:eracomosihubiesensidoviolados.

Empezabaacomprendercómosedebierondesentiresosamigos.Dabalasensacióndequecadavezquesalíamosalacalle,alguienoalgodelaTiendaentrabaennuestracasa.Aúltimahoradelatarde,cuandollegamos,despuésdenuestra«entrevista»,descubrimosquehabíavueltoaocurrir.

Cuandoentramosencasa,Megandijo:−Alparecer,haremosunabarbacoaparacenar.Enefecto:sobrelaencimeradelacocinahabíaunafuenteconcostillasde

cerdo, un cuenco con puré de boniato y rebanadas de pan de maíz conmantequilla.

Loúnicoquemeextrañóesquenonosextrañaba.EstábamosempezandoadarnoscuentadequeaquellaclasedeviolacionesformabapartedelavidaenNewBurg.

Nuestros intrusos habían trabajado de lo lindo: habían reparado lasbisagrasdelarmariodelaentradayhabíandobladoyguardadoensusitiolaropalimpiaquehabíaenellavadero.

−Mepareceenfermizo.Alguienquenoconozcoha tocado…,en fin,hatocadomiropainterior.Esdepervertidos.

−Devioladores−dije−.Estotehacesentirviolado.Megannegóconlacabeza.El siguiente en hablar fue Alex. Como solía ocurrir a menudo, estaba

delantedelfrigorífico.−Eh,mamá,¿recuerdasquetedijequelapróximavezquehicierasunode

esospedidosqueentregan losdrones incluyerasalgunabotelladeMountainDewytúmedijistequeno?

−Enrealidad,loquetedijefuenihablar.Llevademasiadoazúcar.

www.lectulandia.com-Página70

−He leído que lleva 250 mililitros de jarabe de maíz por cada 350mililitros−añadiólaprofesoraLindsay.

−Puesbien,quienquieraquehayaestadohusmeandoporaquínopareceestardeacuerdo.EnlaneverahaydospacksdeseisMountainDewcadauno.

En la planta de arriba, las camas estaban hechas. Y en el armario denuestro baño habían dejado el jabón que el médico le había prescrito aMegan.Enaquelmomentointerrumpíelinventarioydije:

−¡Oh,mierda!Tengoquecomprobaralgo.Subílasescalerasqueconducíanaldesván,anuestro«estudiodetrabajo».

Y, evidentemente, las caóticas pilas de fichas habían sido ordenadas. En elsuelo, junto a la impresora, había un tóner nuevo. Y −¡joder!− habíaninstaladounaparatodeaireacondicionadoen lapequeñaventanaquehabíajuntoanuestroescritorio.

−¡Megan!−grité−.¡Sube!−Nopuedo.Hayalguienenlapuertatrasera.Mientras bajaba los dos tramos de escaleras, Megan y Lindsay se

dirigieronatodaprisahacialacocina.−¿Habéisvistoenelmonitorquiénhabíaenlapuerta?−pregunté.−¿Quiénquieresquesea?SonGingeryFred.−¿QuiénessonGingeryFred?−preguntóLindsay.−Olvídalo,cielo.Túnisiquierahabíasnacido−dijoMegan.−Bueno,enrealidadnosotrostampocohabíamosnacido−añadí.MeganlesabriólapuertaaBetteyBud.Besosyabrazosamansalva.−Mehe enteradodeque esta nochevais a hacer unabarbacoayhemos

pensadoenautoinvitarnos.Peronovenimosconlasmanosvacías−dijoBud.−Tartademelocotóncaserayuncuencodeauténticanatamontada−dijo

Bette.Nonosmolestamosenpreguntarlesporquéconocíannuestrosplanespara

lacena.AesasalturasyahabíamosaprendidoquelasmágicastabletasdelaTiendadifundíancualquierinformaciónquequeríanquelagenteconociera.

Nossentamosenel salónynosservimoscuatrocopasdeJackieD,queera el nombre que Bud le daba al bourbon Jack Daniel’s, al que era muyaficionado.

−En una noche calurosa no hay nada como un Jackie D con hielo yginger-ale.

«¡Malditasea!»,pensé.«Tengounapreguntayvoyahacerla».Sí,sabíaquelascámarasdevigilanciaestabangrabandoatodotrapo.Ysabíaqueen

www.lectulandia.com-Página71

nuestra casa no había intimidad. Perome daba igual.Demodo que hice lapregunta.

−Chicos,cuandosalísdecasa…,porejemplo,parairacomprarocuandoestáiseneltrabajo…,enfin,¿lagenteentrayhacecosas?¿Cambiacosasdesitio?¿Hacecamasoreparalabañera?

BetteyBudserieronentredientes.Sinembargo,habríajuradoquedetrásdesusrisashabíaciertonerviosismo.

−Cuando llegamos aquí pasaban cosas así a todas horas. Pero luegodejaron de ocurrir, y creo que es porque se dieron cuenta de que éramosdemasiadopasotasparaquealgoasínosimportara−dijoBud.

−En general, no estamos muy dispuestos a cooperar. Es algo innato−añadióBette.

Una extraña pausa interrumpió la conversación.Luego,Bette rompió elsilencio.

−Evidentemente,estoesNewBurg,porloquenopodéisestarsegurosdequecuandooscontemosalgoestemosdiciendolaverdad−dijo.

Otraincómodapausa.MegantomóunsorbodeJackieDyluegodijo:−Y, evidentemente, tampoco podéis dar por sentado que Jacob y yo

estemosdiciendolaverdad.−Bueno,supongoqueno−dijoBud.Actoseguido,loscuatronosechamosareír.Aunque Megan no tenía nada más que decir, yo sabía qué estaba

pensando.Relájateydisfruta.

www.lectulandia.com-Página72

CAPÍTULO20

BETTEYBUDSEFUERONasucasainmediatamentedespuésdecenar,peronosalegramosalcomprobarquehabíaquedadolamitaddelatartademelocotón.AlexyLindsayestabaninmersosensusmundosdeInstagramyFacebook,yMeganyyonospusimosatrabajarennuestrodespachodeldesvánconelaireacondicionado recién instalado. Aunque eran casi las once, teníamos laenergíadequiensedisponeaempezarsujornada.

−Esto es lo que quería enseñarte desde que llegamos −dijo Meganmientrastecleabafrenéticamenteensuportátil−.Nomiresporencimademihombro−añadió−.Esperaaquesehayaabiertotodo.

Tras unos segundosmás fingiendo nomirar por encima de su hombro,Megandijo:

−Vale, ahora ya puedes mirar. Pero ojo: no es un único documentogrande; simplemente he cortado y pegado cosas que me he bajado y heguardado.HetituladoelarchivoUMDML.

−Merindo.¿QuésignificaUMDML?−UnMontónDeMierdaLegal.−Vaya, ¿cómo no he sido capaz de deducirlo? −dije sarcásticamente,

aunqueellameignoró.−Vamos,echaunvistazo−dijoMegan.Eraincreíble.Conclusión: veintisiete estados habían aprobado leyes claramente

concebidaspara favorecera laTienda.Evidentemente, lapalabraTiendanoaparecía en ningún momento, pero Megan y yo sabíamos lo que estabaocurriendo.

LaAsambleaGeneraldeConnecticuthabíaaprobadoloquehabíandadoen llamar «ley de beneficios para el consumidor», que prohibía a cualquierempresa «radicada en el territorio» (lo que equivalía a decir cualquier

www.lectulandia.com-Página73

empresadetodalavida)«modificarlospreciosparaequipararlosalasofertasdeinternetantesdequehayantranscurridosietedías».

Traducción: si la Tienda tenía un taladroBlack&Decker en venta porveintinuevedólares,laferreteríalocaldebíaesperarsietedíasantesdepoderigualaresaoferta.

Los ediles del ayuntamiento de Chicago habían aprobado una ley«concebida para mejorar la situación económica de las familias másdesfavorecidas» que permitía a la ciudad proporcionar «gratuitamenteordenadoresytabletasatodosloshogaresconingresosinferioresalos24.000dólares anuales. Durante los tres primeros meses, dichos ordenadores ytabletassolotendránaccesoasitioswebdeventaalpormenor».

Traducción: la gente pobre de Chicago podía usar unos pésimosordenadoresprogramadosexclusivamenteparavisitarpáginaswebdetiendasonline, es decir, supermercados y grandes centros comerciales, aunque esagenteclicaríasobretodoenelsitiowebdelaTiendaparacomprartodaclasedemierda, productos que no podía permitirse, endeudándose cada vezmásconsutarjetadecrédito.

Las leyes,decretosyenmiendasa favorde laTiendahabíanproliferadopordoquier.

Comoeradeesperar,NebraskateníamásleyesfavorablesparalaTiendaquecualquierotroestado.EracomosiNebraskaseestuvierapreparandoparaeldíaquelaTiendagobernaraelestado.LaAsambleaLegislativadeLincolnhabía aprobado normas peligrosas para el medio ambiente con vistas a unfuturoenelque loscielosestarían llenosdedrones, loqueobligaríaa talarmillonesdeárboles.

EnFloridasedabaporsentadoqueloscubanospoblaríanmasivamenteelsur del estado, de modo que, ¿por qué no aprobar una ley que permitierapagarlesalosinmigrantes«temporales»unsalarioinferioralmínimo?EsoesloquehabíahechoelsenadodeTallahassee.

Aunqueelnuevoaparatodeaireacondicionadofuncionabaatodotrapo,noevitabaquelasangrehirvieraennuestrasvenas.

−Tengoganasdevomitar−dije.−Pordecirlosuavemente−dijoMegan.Mimujermecomentóquememandaría todoel archivode inmediatoy

luego, muy atinadamente, sugirió que copiáramos a mano toda esainformación en fichas y borráramos cualquier rastro de ella en nuestrosordenadores.Ambosdábamospor sentadoquea laTienda le resultaríamás

www.lectulandia.com-Página74

fácil el espionaje informático que irrumpir en nuestra casa para robar unacopiamanuscrita.(Sí,losé:nuncahayquedarnadaporsentado).

−Cuandodigoborrar,quierodecirborrarliteralmente−dijoMegan.Paranosotrosnoeraningúnproblema.Unodelos«trabajosalimenticios»

que había hecho Megan fue escribir un manual de instrucciones de diezpáginastitulado«Dieztrucosdehackeralalcancedetodos».Asípues,sabíacómo limpiar completamente un ordenador, más allá del inútil «Borrarhistorial» que utilizamos lamayoría de los que solo somosmeros usuarios.(Sí,tambiénlosé:esimposiblelimpiarcompletamenteunordenador).

AntesdesumergirmeenelarchivoUMDML,medediquéaunproyectode cosecha propia relacionado con la Tienda. Había empezado a reunirinformaciónsobreelfundadordelaTienda.Aunquesepodríapensarqueerafácil entrar en Google y navegar por un montón de páginas dedicadas aThomas P. Owens, la información era sorprendentemente escasa. OwenshabíanacidoenLorain,Ohio,en1939,porloquedebíatenerunossetentayochoaños.VivíaenArizonayteníaotracasaenNuevaYork.Habíafundadola Tienda hacía alrededor de veinte años. Al principio era una páginawebmuycutreychapuceraenlaqueOwensvendíalibros,artículosdeoficinay,sobretodo,golosinasdeotrostiempos,comoloscaramelosNeccoWafersyBonomoTurkishTaffy.

Laempresa(enaquellostiemposllamadaTuTienda)tuvotantoéxitoqueelWall Street Journal y elCrain’sNewYorkBusiness le dedicaron sendosartículos.En1998,OwensvendiólaTiendaaungrupodeinversores.

Apartirdeahí,habíasidoincapazdeencontrarmásinformaciónsobreesetipo.

MisdedosvolabansobreeltecladocuandoMegandijo:−¿TehasleídoelarchivoUMDML?−Todavíano,peroloharéenseguida.Estabahaciendoalgunasbúsquedas

sobreThomasP.Owens.−Vale.Bájatetodalainformación,colega,yvenaquí.Estotevaadejar

alucinado.

www.lectulandia.com-Página75

CAPÍTULO21

CONFIDENCIALLEERLOSIGUIENTE

ANTESDECONTINUAREste comunicado electrónico está exclusivamente destinado a vosotros y seautodestruiráunahoradespuésdehabersidoabierto.Nopuedeserreenviado,impreso,alteradonifotografiado.Enelcasodequealgunosdesusdestinatariosquierancopiartotal o parcialmente el comunicado para hacerlo público, su remitente negarácategóricamentesucontenido.DE:SENADORWILLIAMWARDPARA: SENADORAKATHLEENLANGSTON,SENADOR JULIORAMIROMUNOZ,SENADORFRANKLINPETERSON,SENADORDOMINICKROSELLIASUNTO:ENMIENDACONSTITUCIONALXXVIII

ElpresentecomunicadoeslacontinuacióndelaconversaciónquemantuvimoselmartespasadoenelhotelFourSeasons.

Enesareuniónsedecidióseguiradelanteconlaenmiendaconstitucionalqueabolíatodoslosimpuestosquegravanalosproductosadquiridosporinternetsimásdel50porcientodelosqueformanpartedeunpedidoestánfabricadosenlosEstadosUnidos.

MecongratulainformarosdequehetenidodiversasconversacionesconRogerKendrick,directorejecutivoypresidentedeLaTienda.com,queapoyalaidea.

Conseguir los votos para una enmienda constitucional no es fácil, aunque algunossondeos llevadosacabopor iniciativapropiadeLaTienda.comdemuestranqueesposible.Asípues,sugieroqueelaboremosunalistadesenadoresyquedesignemosadosdeellosparacelebrarunareuniónenelDespachoOval.

HeorganizadounareuniónsecretadenosotroscincoelpróximodomingoalasochodelanocheenlasuitePH3delhotelRitz-CarltondeGeorgetown.

Conseguir que se apruebe la enmiendaXXVIII sería ungran logroparaAmérica, paraLaTienda.comyparanosotroscinco.

WW/pb

Mientras leía el memorándum secreto en la pantalla del ordenador metemblaban las manos y los pies. Lo único que pude decir fue el siempreefectivo«¡Joder!».Ylodijemásdeunavez.

−¿Estoesauténtico?−pregunté.

www.lectulandia.com-Página76

−Auténticodeverdad.−¡Joder!¡Joder!AlgunosmiembrosdelSenadodelosEstadosUnidosestabanconspirando

parapresentarunaenmiendaalaConstituciónqueconvertiríalaTiendaenlaempresamásimportanteyrentabledeAmérica…yprobablementedelmundoentero.

AgarrésuavementeaMeganporloshombros.−¿Cómohasconseguidoesto?−lepregunté.−Lohehackeado−contestó,sinpestañear.−¿Lohashackeado?−dije−.¿Cuándo…?−No, Jacob. No hagas preguntas ni te preocupes. Simplemente he

aprendidocómohacerlo.Esa habilidadme parecíamuchomás avanzada que la información que

habíaincluidoenelfolletoqueescribió.−Megan,estoesmuygrave.Podríanmatarnosporello−dije.Megansepusodepieymemirófijamente.−No,Jacob.Estoesmuygraveporquecincosenadoresestánengañando

alpuebloamericano.Esmuygraveporque laTiendaha tomadouncaminodemencial que la llevará a…, no sé…, dominar el mundo. ¿Queremosinvestigartodoestoafondoono?Silarespuestaesno,entoncesvolvamosaNuevaYorkyolvidémonosdeNewBurg,delaTiendaydenuestrolibro.

Me acerqué a Megan. La abracé y apoyé el rostro en su cuello parabesarla.

−Tienes razón, por supuesto −dijo−. Te casaste con un gallina, y no temerecesqueyo…

−Vamos,déjaloya.Vamosahacerlo.SeguiremosinvestigandohastaquedesenmascaremosalaTiendaohastaqueellos…

Meganvacilóuninstante.−¿Ohastaqueellosqué?−pregunté.−Ohastaqueellosnosmaten.

www.lectulandia.com-Página77

CAPÍTULO22

NUESTROTRABAJOenelcentrodedistribucióntedejabalaespaldahechapolvoy te embotaba la mente. Consistía en cargar la mercancía en el Stormer yluego,cuandoelvehículoestaballeno,descargarlaenelcentrodeembalaje.Yasíunayotravez…

Sin embargo, al cabo de poco tiempo, el trabajo deMegan resultó sermuchomásllevaderoqueelmío.SamReed,eljefedeequipoencargadodedistribuir las tareas, demostró tenerle una lisonjera simpatía a Megan. Asípues,mientrasamísolíaasignarmeeltrabajodecargaryembalarestiércoldevaca, sacos de tamaño industrial de harina para repostería e incluso pesas,Megan solía hacer lo mismo pero con libros, cosméticos y tarjetas defelicitación.

Sam llamaba a Megan «mi dulce irlandesa» y «mi belleza de pelocobrizo».Cuandohablabaconella,solíaposarsushuesudasyvelludasmanosensushombros,yenunaocasióninclusolesugirióquenoeranecesarioqueseabotonaraeluniformedelaTiendahastaarriba.Aestasugerencialesiguióuninquietante«Alostíosnosgustaecharunvistazoalosmelones».Sí,Samerauntipoconclase.

Sisehubieratratadodeotraempresa,Meganhabríapresentadounaquejaaldepartamentoderecursoshumanos,peronosrecordamosmutuamentequeelobjetivoalargoplazodenuestrosempleosnoerasolorecogerauricularesBose, pañales Huggies ni sillas plegables, sino también reunir informaciónparacontarleaAméricalaverdadsobrelaTienda.

EldíadespuésdelabarbacoaconBetteyBud,mientrasvolvíamosacasa,Meganmepreguntó:

−¿Acabamos de cenar conBette yBud o es que en esta jaula de locosestoyperdiendolanocióndeltiempo?

Estabaleyendoelplanparalanocheensutableta.

www.lectulandia.com-Página78

−Sí−dije−.UnabarbacoamásmediabotelladeJackieD.−Aver si lo adivinas.Mehanmandadounmensaje: tienenuna reserva

paralassieteenMinka,elrestaurantejaponésdelaciudad,yesperanquenosreunamosconellosallíparacenar−dijoMegan.

−¿Cómosehanenteradodequeestábamoslibres?−pregunté.−¿Cómo?Losabesmuybien.Lasagendasdetodoelmundosonpúblicas,

ycomonohemosprogramadonadaalassiete,hanpensado,acertadamente,queestábamoslibres.

Una hora más tarde estábamos sentados en el Minka con Bette y Buddelante de una enorme fuente de sushi, una ración de pollo teriyaki y unascostillas de cerdo fritas. Es posible que en NewBurg se pudiera perder lacabeza,peroloquenuncaseperderíaerapeso.

−¿Creéis que Minka es el apellido de los dueños del restaurante?−pregunté.

−No−respondióBette−.Minkaeslapalabraqueusanlosjaponesesparareferirse a lo que nosotros llamaríamos una granja. Cuando diseñé elrestaurantepenséqueelestilorústicotendríaunefectorelajante.

−¿Cuándodiseñasteelrestaurante?−dijoMegan.No se esforzó demasiado en disimular su sorpresa al enterarse de que

aquellamujeraparentementesimpleataviadaconunsencillovestidoamarillosinmangasera…arquitecta.

−Asíes.Yaséquenoloparezco,perosoyarquitecta.DescubrimosqueBettehabíaproyectadoydiseñadocasi lamitaddelas

tiendas y restaurantes de New Burg. Se había graduado en la UniversidadCarnegieMellonyhabíahechoprácticasenSkidmore,Owings&Merrill.

−Ysupongoquetúdebesserjefedeneurocirugía,¿noesasí,Bud?−dije,soltandounacarcajada.

−Me temo que no. Bette es el cerebro de la pareja. Yo soy guardia deseguridad en el almacén de productos químicos del centro de distribución−dijo.

−Todoslosdíaspasamospordelantedeesealmacéndecaminoaltrabajo−dije.

−Graciasamipasedeseguridad,Betteyyopudimosentrarysaludarosenvuestroprimerdíadetrabajo.

−Escuchadme−dijoBetteenun tonomuydelicado−.Quieropedirosunfavor.

−Porsupuesto−dijoMegan−.Loquesea.

www.lectulandia.com-Página79

−Oh, es algomuy sencillo −continuó Bette−. No le digáis a nadie quesabéisquesoyarquitecta…

−Niqueyosoyguardiadeseguridad.−Perolagenteyadebesaberlo−dijoMegan.−Algunossí,perootrosno−dijoBette−.Creemosqueesmejorhablarlo

menosposible.EsedeberíaserelundécimomandamientodeNewBurg.¡Mierda!Estabannerviosos.Nopodíanestarmásparanoicos,nisiquiera

en New Burg. De modo que, fueran amigos o fueran espías… Tenía quepreguntárselo.

−¿Dequétenéistantomiedo?Hubounapausa.−Detodo.Absolutamentedetodo−respondióBud.Trasesarespuesta,nohabíanadamásquedecir.Juntoalaventana,habíaundronsuspendidoenelaire.Sihubieraestado

abierta,podríahaberpicadounapiezadesushi.BetteyBudintercambiaronsendasmiradasysesonrieron.Actoseguido,

saludaronaldron.

www.lectulandia.com-Página80

CAPÍTULO23

EMPEZABAELCURSOESCOLAR.Ylaideanosaterrorizaba.Sabíamos lo que había supuesto para Lindsay y Alex dejar atrás a sus

profesores y a sus amigos de Nueva York…, y que habíamos sido unosegoístasalobligarlosaabandonarlaciudad.Losabíamosporquenodejabanderecordárnoslo.

También sabíamos que, siendo como eran dos chicos avispados yurbanitas de Nueva York, podían ser muy negativos y sarcásticos conrespectoaun institutodeNebraska.Asípues,estábamospreparadospara lopeorcuandollegaronacasatrassuprimerdíadeclaseenelinstitutodeNewBurg.

−¿Qué tal en la escuela?−preguntóMegan, listapara escucharquejasyacusacionesyasumirelsentidodeculpa.

−Bastanteguay−dijoAlex.−Muyguay−dijoLindsay−.¿Sabíaisquelesdanunmóvilnuevoatodos

losalumnos?¡Fijaos!−Sacóelteléfonodesumochila−.Ypodemosbajarnostodas las aplicaciones que queramos…gratuitamente, siempre y cuando noseansoloparaadultos.

−Ymiradesto…Además,noshandadounportátilnuevo−añadióAlex−.Oseaqueyapodéistirarelquemetraje.

Suantiguoportátil,elúltimogritohacíatansolounaño,noteníanipuntodecomparaciónconelnuevoqueAlexteníaentrelasmanos,equipadoconlatecnología más puntera que Silicon Valley era capaz de crear. Alexme loenseñó: el ordenador tenía una pantalla flexible que podía doblarse yenrollarse como un cilindro. Cuando vi que tenía «control de acceso porreconocimiento de iris», por lo que no era necesaria ninguna contraseña,penséqueacababadeaterrizaren2040…oqueenNewBurgyaestabaneneseaño.

www.lectulandia.com-Página81

Vale.ParecíalógicoqueunaescuelavinculadaalaTiendafueralamecade la alta tecnología.Estaba claro quehabía sidomuchopara ser el primerdía,porquenuestrosdoshijos se encerraronen sus respectivashabitacionesparaexaminarsusnuevosdispositivoselectrónicos.

Sinembargo,elsegundodíanosdeparóaúnmássorpresas.Nuestroshijosseguíanestandoencantadosconlaescuela.Quierodecirquelesencantaba…deverdad.Les encantaba más que cualquier otra cosa que les hubiera encantado

hastaentonces.InclusomásquelasescandalosamentecarasescuelasprivadasenlaquehabíanestudiadoenNuevaYork.

Les encantaban sus profesores. Les encantaban sus compañeros. Lesencantaban las clases. Les encantaban los equipos deportivos del centro, elemblemade la escuela, incluso la comidade la cafetería. («Papá, tienenunauténticochefdesushi»).

Amedida que iban pasando los días oímos hablar de «ese profesor deinformática tan guay», de «ese enrollado entrenador de fútbol» y de «esachicatangenialquetieneuntatuajegenialdeunamariquitaenlanuca».

Meganyyonodijimosnadadurantemásomenosunasemana,peroeraevidentequealgonofuncionaba.

−Muybien,ahíva−medijounanocheMegan,muynerviosa−.Nienunmillón de años pensé que podría decir esto, pero creo que a los chicos lesgustademasiadoesaescuela.

En circunstancias normales, ese comentario nos habría hecho reír. PeroMeganteníarazón.Yestábamosasustados.

−¿Esposiblequeesténmintiendoparanohacernossentirmal?−pregunté.−Raramente suelenmentir.Y raramente les importa cómonos sintamos

−dijoMegan.−Y luegohayotra cosa: parecen tenermuchosmás amigos aquí que en

NuevaYork.Eracierto.AlexyLindsaytraíananuevosamigosacasa todos losdías.

Chicosychicasconampliassonrisasensusenormesybienparecidosrostros.Había empezado a referirme a ellos como los Risueños. Jason Risueño,AndrewRisueño,EmmaRisueña…

−Séqueloquevoyadecirpodríaparecerpropiodeunaviejaloca−dijoMegan−,perolosadolescentesnodeberíansertanfelices.

Sindudaalguna,nuestroshijoshabíancambiado,perodabalaimpresióndequehubiesencambiadoparapeor.

NuestraconversaciónseinterrumpiócuandoAlexentróenlacocina.

www.lectulandia.com-Página82

−Eh−dijo−.¿Cuándocenamos?DeboestarencasademiamigoNathandentro de media hora. Por cierto, ¿os ha comentado Lindsay los correoselectrónicossobreelProgramadeVidaquehemosrecibido?

−¿Programa de Vida? −dijo Megan mientras metía las verduras en elmicroondas−.Pareceelnombredeuncursodealimentaciónsana.

−No.Es genial…,de verdad−dijoAlex−.El segundodía de la escuelahicimosunmontóndetest,yhaygenteque,apartirdeesostest,diceaquépodría dedicarse cada alumno. Luego planifican toda tu experienciaescolar…,asíescomolollamanellos.Amí,porejemplo,mehandichoquepodríasermédico.PoresoquierenquemeunaalclubdequímicayquemeprepareparaingresarenlaBrigadadeRescateyEmergenciasdeNewBurgyhagavarioscursosdebiología.Y,noosloperdáis,handichoque,cuandoseamayor, Lindsay podría convertirse en un genio delmarketing, por lo quedeberíaseguiralgunosdesuscursosextraescolares…,nosé,sobreporquélagentequiereycompracosasysobredimografía…

−Demografía−lecorrigióMegan.−Creo que aún es muy pronto para empezar a planificar esta clase de

cosas−dije.Aunquemivoznosonóinquieta,estabamuyinquietopordentro.−Amímeparecegenial−dijoAlex−.Vamos,papá.Nuncaesdemasiado

prontoparaempezar.Yenlaescuelasabenloquesehacen.¿Quiéneraaquelmuchacho?¿QuéhabíasidodeAlex?−Vamosaver,Alex−dijoMegan−.Apenashasempezadoavivirtuvida.

Nopuedessaberquéquieresseroquéquiereshacero…−¿De verdad? ¿Por qué no, mamá? Incluso a Lindsay le parece bien.

Tienemuchosentido.Alexestabasonriente.Tenía lamismasonrisaqueveíaenlosrostrosde

susamigos.Eraunasonrisaencantadoraperovacía,esasonrisade«elmundoesunlugarmaravilloso».LasonrisadeNewBurg.

−Avísamecuandoestélistalacena−gritóAlexalsalirdelacocina.Cuando estuvimos de nuevo a solas, Megan y yo nos miramos

mutuamente.Trasguardarsilenciounosinstantes,dije:−Vale, vale. Ya sé que parece un poco absurdo, pero quizás estemos

exagerando.Estopodríaseralgobueno.Tieneciertosentido.−Noestoydeacuerdo,Jacob.AesteasuntolollamanProgramadeVida,

y Lindsay y Alex solo son unos niños. Apenas acaban de entrar en laadolescencia.Ylosestánprogramando.¡Deporvida!

−Vamosatranquilizarnos.Comotehedicho,podríaseralgobueno.

www.lectulandia.com-Página83

−¿Deverdadlocrees?−mepreguntóMegan.Neguéconlacabeza.Estabaconfundido.Ypreocupado.−No,nolocreo.−¿Estánintentandoarrebatarnosanuestroshijos?Volvíanegarconlacabeza.−Esunalocura,¿no?Enfin…,nopuedenhacereso,¿verdad?¿Osípodían?Elmicroondas emitió un pitido.Megan llamó aAlex y a Lindsay, que

llegaroncorriendo.Ambosestabansonriendo.

www.lectulandia.com-Página84

CAPÍTULO24

AUNQUE EN SUMOMENTO ignorábamos cuál era, había una buena razón paraque a Megan y a mí nos hubieran elegido para «echar una mano» en elEncuentroEspecialdeArtistas.

LafiestaibaacelebrarseenelSalóndeRecepcionesyentrelosinvitadoshabría artistas de renombre, diseñadores, escritores y filósofos, así comoalgunospecesgordosdelmundodelaTiendaqueraramentesedejabanver.

ElSalóndeRecepcioneseraunaréplicadeVersalles:muralesdelestilodeFragonard,mobiliarioLuisXIV(probablementeauténtico)yarañasdeoroycristaleneltecho…Alfondodelaenormesalahabíaunescenarioconunatril.

En medio de las celebridades había un centenar de empleados de laTienda.Aunquenoconocíaaninguno,eranfácilesdedetectar:todosllevabanplacaselectrónicasenlasquepodíaleerse«Soydelatienda.Bienvenidos».

Despuésdeque los invitados sehartarandebeber champányde comerentremeses, las arañas parpadearon y todo el mundo ocupó sus asientos.Megan,yoy losotros seis«ayudantes»empezamosamovernoscomorataspararecogerplatossucios,copasyservilletas.Luegonossentamosdetrásdelosinvitados.

Una mujer joven y muy atractiva vestida con un traje chaqueta azulmarinomuyeleganteseacercóalatril.

−IsabelToledo−mesusurróMegan.−¿Asísellamaesamujer?−lepregunté,tambiénenunsusurro.Meganpusolosojosenblanco.−No,idiota.Esladiseñadoradeltrajequelleva.−Ah.−Hastaahora,losencuentrosartísticosorganizadosporlaTiendahansido

todounéxito−dijolamujer−.Hoy,conmotivodeldecimoquintoencuentro,

www.lectulandia.com-Página85

tenemos el honor de contar con la presencia del doctor David Werner,economistadefamamundial,graduadoenKinkaidyprofesordeeconomíaenlaUniversidaddeHarvard.

Lamujer enumeró algunas credencialesmásdel doctorWerner y acabódiciendoesto:

−LaconferenciadeldoctorWernerse titula«Lasorprendente influenciaocultadelarteylamúsicaenlarecuperacióneconómica».

Entonces,eldoctorWernersubióalescenario.Eraunhombredeaspectofrágil, tendríaunossetentaycincoañosyllevabauntrajegrisoscuroyunapajaritadeunazulbrillante.

Muyprontodescubrimosqueaquelhombrenoteníanadadefrágil.Alprincipionodijonada.Setomósutiempoparainspeccionaralpúblico

consemblantegrave,moviendolacabezalentamentedeizquierdaaderecha.Luegoempezóahablar.

−Mehan llamadoparahablardearteymúsica,yestoysegurodequeatodosnosgustaría debatir sobre tannoblesplaceres.Sin embargo, no esdeeso de lo que voy a hablaros. Y si no os gusta lo que tengo que decir, lolamentomuchoporvosotros.

Algunos de los presentes intercambiaron sendas miradas, algunas depreocupación, otras de confusión. Lamujer que había presentado al doctorWernerse levantóbruscamentedelasientoqueocupabaenlaprimerafilayabandonólasala.EldoctorWernercontinuó:

−Permitidme que deje las cosas claras desde un principio. −Hizo unapausa y, a continuación, su voz retumbó sobre lamultitud−. ¡Nome caéisbien!¡Ningunodevosotros!

Se escucharon algunas risas aisladas entre el público. Sin embargo,Wernerlassilencióenseguidagolpeandoelatrilconlamano.

−No…, no os riais −continuó−. En realidad… −Tras hacer otra pausa,dijo,conunavozmásfuertequeantes−:Meponéisenfermo.Estelugarmeponeenfermo.LaTiendamedaganasdevomitar.

Los asistentes se miraban mutuamente con las cejas enarcadas,boquiabiertos,murmurandoysusurrando.

−Debetratarsedeunabroma−oídeciraalguien.Peroalgoenmiinteriormedecíaquenosetratabadeningunabroma.Aquelpredicadorenfervorizadohabíavenidoparasoltarsusermón.La cuestión era si habría alguien que, aparte deMegan y yo, estaría de

acuerdoconél.

www.lectulandia.com-Página86

−Fijaosenelmalquevosotrosy laTiendahabéisdesencadenado−gritóWerner−.Nooshabéiscontentadoconmanipularalpúblicovendiendomásbaratoquenadieyeliminandolacompetenciaenunsistemacapitalistalibre,sinoquevosotrosy laTienda tambiénoshabéis convertidoen losmayoresrecopiladoresdeinformaciónpersonalyconfidencialsobreconsumidoresdelmundoentero.

Los murmullos aumentaban de volumen y se escuchaban gritos dedesaprobaciónyalgúnsilbidoocasional.

−La Tienda se ha apoderado de las mentes y las carteras de Américaporqueespíayregistratodoloquehacenlosamericanos.Sabeloquelagentequiereyanhela.Sabeyanalizatodoloquelagentehaceonline,desdelomássórdidoa lomásrespetable.Sabe loquecomenlosamericanosycuándolocomen.Sabeloquevelagenteycuándolove.Inclusosabecuándofollanyconquiénfollan…

Meganyyonosmiramosatónitos.EsetalWernerleestabaespetandolaverdadalpúblico…,diciéndoleexactamenteloquepensábamos.

Sinembargo,elpúbliconosedabaporaludido.Dosgorilasdescomunalesvestidoscontrajesnegrosdemuymalacalidadaparecieronaambosladosdelescenario.

Sinembargo,eldoctorWernernoserendía.Concadaunadesusfrases,elcorazóndeMeganyelmíolatíanmásdeprisaconnuestroregocijo.

−LaTiendatienemilesdemiembrosdegruposdepresiónenWashingtonDC−dijo−.Yunareddeespíasycontraespíasquesehaninfiltradoentodoslosestadosdelauniónypuedequeentodoslospaísesdelmundo−añadió−.He llegado a la conclusión de que las principales agencias de defensagubernamentales,comoelFBIylaCIA,sonsuscómplices.

Megan y yo miramos a nuestro alrededor.Muchos de los asistentes sehabíanlevantado,gritándoleaWerner.

−¡Lárgatedeaquí!Losquepermanecíansentadosestabanpateandoelsuelo.−Ylopeordetodo−empezóadecirWerner…,aunquenopudoterminar

lafrase.Losdosgorilasvestidosdenegrocorrieronhaciaél,lolevantaronporlas

axilas y lo sacaron del escenario. Mientras Werner trataba de soltarse, elpúblicoaplaudía.

−Nodigasnada,Jacob−dijoMegan−.Nolemiresaélnimemiresamí.Nosonrías.Vamosaretiraresosplatoscomosinadahubieraocurrido.

www.lectulandia.com-Página87

Por supuesto, tenía razón. Incluso la más mínima reacción por nuestrapartepodíatraicionarnosydesenmascararnoscomolosrebeldesqueéramos.

−Perotengoqueconoceraesehombre.Meabrípasoatravésdelaenormesalahastalapuertaqueconducíaala

zona de bastidores. La atractiva mujer del traje azul, muy seria, estabahablando con los dos corpulentos tipos que habían sacado a Werner delescenario.

−Perdón −dije−. Me preguntaba si podrían decirme dónde puedoencontraraldoctorWerner.

Duranteuninstante,lostresintercambiaronsendasmiradas.−Sehaido−dijounodeloshombres.−Lo sé. Lo he visto…, en fin…, abandonar el escenario. Esperaba

poder…−Sehaido−dijoelsegundohombre.−Bueno,¿sabenenquédirecciónsehaido?Quizáspueda…−No −dijo la mujer, interrumpiéndome. Hizo un gesto con la mano y

añadió−:EldoctorWerner…yanoestáconnosotros.

www.lectulandia.com-Página88

CAPÍTULO25

¡1984HAVUELTO!BARBACOAENCASADEBETTEYBUD

DOMINGO,17:00H.

EstaeralainvitaciónqueBetteyBudmandaronporcorreoelectrónico.Megantuvolamismareacciónqueyo:−¡ComosienNewBurghubieradejadodeseralgunavez1984!Sin tenerencuentael añoenelqueestuviéramos,nospresentamoscon

unatartadechocolateymalvaviscoyunfajodefichasenlosbolsillos.−Creoqueyaconocéisalmenosa lamitadde losquehanvenido−dijo

Bette.Teníarazón.Lamayoríadelospresentesqueteníanveintitantosañosnos

habíanayudadoeldíadelamudanza.Derepente,unodeellosaparecióamilado.

MeavergüenzareconocerquemeacordabadeMarkStantonporqueélysu esposa, Cookie, eran los únicos afroamericanos en medio de todos losrostrospálidosquevivíanenNewBurg.

−MiamigoJacob−dijoMarkStanton.Traschocarlospuños,lepregunté:−¿DóndeestáCookie?Marknorespondió,encogiéndosedehombros.Mientrastanto,MeganestabahablandoconMarieDiManno,laviudaque

habíaorganizadolabrigadadeayudaeldíadelamudanza.Unamujermuyguapa repartía vasitos de plástico con ronmientras dos

atractivos hombres a los que no conocía jugaban un relajado partido debádminton.

PoruninstantepenséquehabíacosaspeoresquetomarsealgofríoenunacalurosatardededomingoenNebraska.

www.lectulandia.com-Página89

Sin embargo, esemomento de felicidad se esfumó enseguida. Tambiénsabíaquehabíaunacámaradevídeodebajodelamesadepícnicyalmenosotras tressujetasa loscanalonesdelacasa.Reconocíaunodeloshombresqueseocupabadelaparrilladecarbónvegetal:eraunodelostiposquehabíasacadoaldoctorWernerdelescenario.Vivariosdronesdotadosconsistemade audio y vídeo planeando entre los pequeños grupos de invitados. Y nopude evitar preguntarme por qué Mark Stanton no me había dado unarespuestaclarayconcisacuandolehabíapreguntadoporsumujer.

Tardamosalrededordeunahoraendevorartodoslosfiletes(excelentes)ylas costillas (extraordinarias) quenos sirvieronBette yBud.Sobre las sietehabíamosdadocuentadeloquequedabadelpasteldechocolateymalvaviscoy del pastel de coco con nata. También habían desaparecido dos tartas demoras. Las cámaras de vídeo estaban grabando a un grupo de gentesuspirandodesatisfacción.

¿Quiénhabríadichoquelanochenohabíahechomásqueempezar?Una de las invitadas, una atractiva mujer de aspecto maternal que

trabajabaenelcentrodedistribución,golpeóunacucharillacontrauna tazadecaféydijo:

−Todosmeconocéis.SoyLynnHarris.Ytodossabéisaquépuntodelaveladahemosllegado,¿verdad?

SalvoMegan y yo, el resto de invitados parecían saberlo, ya que todosempezaronaaplaudiryagritarconentusiasmo.

−Efectivamente: es elmomento perfecto para el debate sobre la Tienda−continuó.Luegonosmiró fijamente aMegany amí−.Creoquedebemosexplicarles a nuestros nuevos vecinos qué es el debate sobre la Tienda:elegimosvarios temasdeciertarelevanciaparaNewBurgypara laTienda,losmetemosdentrodeunabolsa,sacamosunoydebatimossobreélhastaquenoscansamosoalguien sepone insoportable.−Lynnseechóa reíry luegoañadió−:Hoyheelegidoyolostemas.

Evidentemente,nopudemantenerlabocacerrada.−¿Has pensado tú los temas y los has metido en la bolsa o te los han

sugerido?Unodelostiposquehabíaestadojugandoabádmintondijo:−Unamezcladeambascosas.Enrealidad,noimportadedóndesalenlos

temas.−Puedeserdivertido−dijoMegan.Mesentíaorgullosoperoalmismotiempomeinquietabaestarcasadocon

unamujercapazdementirdeformatanconvincente.

www.lectulandia.com-Página90

−Megan, saca el primer tema −dijo Lynn. Luego añadió−:Y tú, Jacob,puedesleerloenvozalta.

Todoelmundoaplaudió.−Vamos,Megan,sacaunoqueseainteresante−gritóBud.Unos segundos después, Megan me entregó un trocito de papel y acto

seguidolesleíelprimertemadeldebatedelaTiendaalosinvitados.−Lapreservacióndelospawnee−leí,yluegoañadí−:Puedequeenlugar

de«preservación»sea«reserva».−No. Es correcto −intervino un tipo rechoncho demediana edad−.Hay

muchoquehacerenesecementerioindioquedescubrieronmientrasestabanexcavandoparaconstruirlanuevaplantadefluoraciónyenriquecimientoconvitaminasdelagua.Haygentequecreequenohabríaquetocarlo,perootrospiensan…,¡aldiablolosindios!

−Nativosamericanos−lecorrigióMarkStanton.−Eso,nativosamericanos…,yanoquedaninguno.−Bueno,nocreoquedebamosdecidirlonosotros−dijoMarieDiManno−.

EslagentedelaTiendaquiendebetomardecisionessobreasuntoscomoese.LasiguienteenhablarfueBette.Lohizoconvozjovialperofirme:−Exacto.¿Porquédeberíamosintervenirenlatomadedecisiones?Evidentemente, Megan y yo captamos el tono sarcástico de Bette. Sin

embargo,mepreguntabaquiénmáslohabríapercibido.Vi a Bud dando una suave palmadita en la mano de su mujer, como

diciéndole«Cálmate,cariño».−Sacaotrotema,Megan.Ytratadequeseamenospolémico−dijoBud.−Haréloquepueda−dijoMegan.Uninstantedespuésteníaotropapelitoqueleer.−¡ElequipodelosCornhuskers!Enellugardelqueveníamos,un«debate»sobredeportespodíaprovocar

gritos,amenazasydisparosconarmasdefuego.ProntodescubríqueenNewBurglascosasnoeranmuydistintas.

−Este año no son más que un hatajo de perdedores −dijo un tipoligeramentebarrigudoque,irónicamente,llevabaunacamisetadelequipodeNebraska.

−Pues a mí me parecen buenos −dijo el guardia de seguridad de laconferenciadeWerner.

Entonces intervino Bud con una voz que me pareció excesivamentefuerte:

www.lectulandia.com-Página91

−Sí, son buenos, siempre y cuando no jueguen contra Ohio,Michigan,PensilvaniaoWisconsin.

Casitodoslospresentesserieronacarcajadas.Sinembargo,untipojovenquenoestabaenabsolutodeacuerdoconBud

sepusodepieydijo,enfadado:−¿Quiéncoñotecreesqueeres?¿JoeBuck?−Modera tu lenguaje, Carl. Hay señoras presentes −dijo otro tipo,

poniéndosetambiéndepie.−Vamos a calmarnos y a guardar las formas −intervinoLynn−. Solo es

fútbol.−¿Soloesfútbol?−gritóunanuevavoz.Viqueunaparejasedirigíahacialacalle.Lynnhablódenuevo.Eraevidentequeestabanerviosa.−VoyapedirleaMeganquesigasacandotemashastaquesalgaunosobre

elquepodamoshablarcivilizadamente.Aunquelagentesehabíacalmado,nadiesonreía.LynnvolvióacolocarlabolsadelantedeMegan,quesacóunpapelitoy

melotendió.−EldoctorDavidWerner−leíenvozalta.Entrelamultitudseoyeronmurmullosde«¿Quién?»y«¿Quiénesese?».−El tipoquehablóelotrodíaenelencuentrodeartistas−respondí−.El

quedespotricósobrelaTienda.−Heoídohablardeél.Esunlunático−dijounamujer.−Miesposaestuvoechandounamanoesanoche.Dijoqueesetipoeraun

demente.Tuvieronquesacarlodelescenario.Lagenteestabaagitadaymurmuraba,intercambiandoopiniones.Algunos

envozmuyalta.−Seguroqueesungilipollas.−Claro.Sivivesaquí,yasabescuálessonlascondiciones.Estásdeparte

delaTienda;poralgoestaessuciudad.−Bueno,aunquenoestédeacuerdocon laopinióndeWerner,creoque

tienederechoa…−dijounamujer,tanvalientecomoingenua.Otramujercontraatacódeinmediato:−Está claro que no tiene derecho a venir aquí y hablar de más.

Seguramente es uno de esos intelectuales que tiene celos de la vida quellevamosenNewBurg.

EntoncesBetteselevantóy,convoztranquilaperorotunda,dijo:−CreoqueWernerhizounaseriedeobservacionesmuyatinadas.

www.lectulandia.com-Página92

Sehizounrepentinosilencio.Betteechóunrápidovistazoasusinvitadosconunamezcladeconfusiónyrabiaenlaexpresióndesurostro.

−¿Quéospasaatodos?¿TantomiedoletenéisalaTiendaquenisiquierapodéisdarvuestraopiniónenunabarbacoa?

−Notenemosmiedo.Somosfelices−gritóMarkStanton−.¿Acasoesalgotanhorrible?

Bettelerespondiódeinmediato.−Déjamequetehagaunapregunta.Cookie, tumujer,¿tambiénesfeliz?

¿Esporsermuyfelizquehemosdejadodeverla?−Bud,dileatumujerquecierreelpico−gritóunanciano.LynnHarrissesumóalaltercado.−En toda América no existe un lugar mejor que este. Disculpadme si

recojomibolsaymevoy.LynnHarris,sumaridoyotrasdosparejassedirigieronhacialacalle.−¿Esquenoloentiendes,Bette?Nosgustaviviraquí.Joder,nospareceel

lugarperfecto−dijounodelosjugadoresdebádminton.Yfueentoncescuandoocurrió.BettenosmirófijamenteaMeganyamí.−Vosotros sabéis de lo que estoy hablando, ¿verdad?Debemos ponerle

ciertos límites a la Tienda. Nuestras vidas son nuestras. Estáis de acuerdoconmigo,¿noesasí?

Guardamossilencio.Budleechóunamanoasumujer.−Vamos, sabéis queBette tiene razón, ¿verdad? Lo sabéis, ¿no? Jacob,

Megan,decidalgo.Peronolohicimos.Estábamos ante una terrible disyuntiva: podíamos decir lo que

pensábamosyquedaraldescubiertoomentiryseguiradelanteconellibro.EntoncesMarkStantonperdiólacalmaysueleganciahabitualygritó:−Todoestosongilipolleces,Bette.SinlaTiendanotendríamosnada.La gente le manifestó su apoyo a gritos, y algunos también decidieron

irse.Otrossemarcharondiscretamente trasdespedirseconeducación.Yloshuboqueselargaronporlasbuenas,sindeciradiós.

−¿Quépodemoshacer?−mepreguntóMeganenvozbaja.−Pues intentar recordar todo lo que ha ocurrido aquí esta noche.Luego

nosvamosacasaaescribirlo.

www.lectulandia.com-Página93

CAPÍTULO26

LOS COCHES SE ALEJARON a toda prisa, como si estuvieran huyendo de unacatástrofe. La única que se quedó fueMarie. Estaba hablando con Bette yBud.

−Graciaspor lafiesta−dijo−.Pero…,chicos,debéisaprendercuándoesmejormantenerlabocacerrada.Yavendrémañanaapormiscuencos.

Yentoncesnosquedamosloscuatrosasolas.BetteyBud.Meganyyo.−Bueno,gracias−dije−.Hasidomuyinteresante.Interesanteydivertido.BettemiróaMeganconairetriste.−¿Deveraslocreéis?Elproblemaesque…−dijo.Fueinterrumpidaporunavozmasculinaprocedentedelotroextremodel

patio.−Disculpen−dijolavoz.Entoncesvimosqueerandosagentesdepolicía,unhombreyunamujer.

Sedirigíanhacianosotros.−Hemosrecibidoquejasdeunafiestademasiadoruidosa−dijoelhombre.−Eraunasimplebarbacoa−respondióBud,bruscoydemalhumor−.No

creoquehayasidomuyruidosa.−¿Esustedelpropietariodelacasa?−preguntólaagente.−Sí.Esnuestra−dijoBette.−Bien, entonces ya va siendo hora de que los invitados regresen a sus

casasydeempezaralimpiar−dijoeloficial.−Somoslosúnicosinvitadosquequedan−dije.−Yestábamosapuntodeirnos−añadióMegan.AmbosdedicamossendassonrisastontasaBetteyaBud.Lospolicíassealejaronhaciaelextremodelpatio.−Esperad, esperad, esperad −gritó Bud−. Megan, Jacob, quiero deciros

algo.

www.lectulandia.com-Página94

Hubo una pausa. Bette estaba mirando al suelo. Bud tenía los ojoshumedecidos.

−Prometedme…−dijoBud−.Prometedmequenovaisasercomo todoslosdemás.

Antesdequepudieracontestar,Bettedijo:−Bud,cariño,nolesobliguesahacerpromesasquenopuedancumplir.

www.lectulandia.com-Página95

CAPÍTULO27

AQUELLANOCHE,cuandollegamosacasa,Meganyyoteníamosunmontóndesuculentomaterialquetranscribir.Estuvimosdespiertoshastapasadaslasdosde la madrugada, lo cual puede que no fuera la mejor de las ideas: al díasiguienteeralunes,yloslunesteníamosqueestarenelcentrodedistribuciónalassietedelamañana.

−Aúntenemosalgodetiempo−ledijeaMeganenlaentradadelcentrodedistribución−.QuizáspodríamospasarporelalmacéndeproductosquímicosparasaludaraBud.

−Nonos dejarán entrar enun sitio queno estamos autorizados a visitar−dijoMegan.

Probablemente tenía razón, pero aun así quería intentarlo. Además,confiaba mucho en mi capacidad para contar bolas. Así pues, mantuvimosocupadasacentenaresdecámarasdevigilancia.Quinceminutosdespués,conlaayudadelaappdeconducciónasistidadelaTienda,nosplantamosdelantedelaentradadeseguridaddelalmacéndeproductosquímicos.

Mi pase conmicrochip electrónico nome permitió superar la puerta dehierro, pero lo que sí hizo, al parecer, fue notificar a tres guardias deseguridadquealguiensinautorizaciónestabaintentandoentrar.

−¿Oshabéisperdido,chicos?−nospreguntólamujerbajitadeexpresiónnerviosa que salió a hablar con nosotros, acompañada de dos hombres,tambiénguardiasdeseguridad.

−No,sabemosqueestoeselalmacéndeproductosquímicos.Queríamospasar un momento antes de ir a trabajar para darle un mensaje a nuestroamigoBud.

−Trabajamosenelcentrodedistribución−añadióMegan.−¿CómoseapellidaBud?−preguntólamujer.−Robinson.PuedequesunombrenoseaBud;talvezseaunapodo.

www.lectulandia.com-Página96

Lamujerempezóateclearensutableta.−AquínotrabajaningúnRobinson.NiBudninadie−dijo.Losdoshombrestambiénestabantecleandoensustabletas.Unodeellos

dijo:−Unmomento.¿Eraunguardiadeseguridad?−¿Dóndehasvistoeso?−preguntólamujer.−EstáenlalistadelaT−dijoelhombre.−Sí,esguardiadeseguridad−dije.−Sí, está en la lista de la T −dijo la mujer−. Él y su mujer han sido

trasladados.−¿Quédemoniossignificaeso?−dije,quizálevantandodemasiadolavoz.Sentílamismarabiayconfusiónquehabíasentidocuandolabibliotecaria

nosdijoquesumaridohabíasidotrasladadosindarningunaexplicación.−Significaqueesaparejahasido trasladada.Avecesmandanaalgunos

candidatos a la sede central de San Francisco para hacerles una entrevistaantesdeasignarlesunnuevopuesto−dijounodeloshombres.

−Si estuviera en vuestro lugar −dijo entonces lamujer−,me dirigiría alcentro de distribución para no llegar tarde. Supongo que no querrás llegartarde,Megan. Y tú tampoco, Jacob. Disfrutad de vuestra jornada laboral yluegovolvedacasaparaprepararlesunabuenacenaaAlexyaLindsay.

Estábamos ya tan acostumbrados a que todo el mundo lo supiera todosobre nosotros que ni siquiera nos sorprendió que la mujer pronunciaranuestrosnombres.

LoúnicoquesabíamosMeganyyoeraquemenosdedocehorasdespuésde haber organizado la barbacoa, Bette y Bud estaban siendo trasladados,habían sido trasladados o estaban siendo entrevistados antes de sertrasladados.

Meganyyodecidimosquellegaríamostardealtrabajo.

www.lectulandia.com-Página97

CAPÍTULO28

ENTRAMOS EN EL CAMINO DE ACCESO de la casa de Bette y Bud como sifuéramos dos agentes de policía que estuvieran persiguiendo a alguien.Inclusolosfrenoschirriaroncuandodetuveelvehículo.Luegonosdirigimosatodaprisahacialaentrada.

Timbre.Breveespera.Unamujerdetreintaytantosaños,bastanteguapa,vestidaconunosvaquerosyunacamisetadecolorturquesa,conelpelorubiopeinadohaciaatrásysujetoporunadiadema.Teniendoencuentaquemuchosde los habitantes deNewBurg se parecían tanto que podrían ser parientes,pensé que seguramente esa mujer debía de ser un familiar de Bette. ¿Unaprima,talvez?

−Hola −dije−. Perdón por molestarte tan temprano, pero ¿están Bud oBette?

−¿Quién?−Oh,somoslosBrandeis.YosoyMegan,yesteesJacob,mimarido.−Hola −dijo la mujer, con voz dulce−. ¿A quién decís que andáis

buscando?Empezabaaestartanconfusocomoesamujer.−ABetteyaBudRobinson.Vivenaquí.−Debéishaberosequivocadodecasa.SoyTessMorris.Mimarido,Peter,

yyoacabamosdemudarnosaquíconnuestroshijos.−¿Cuándo?−preguntóMegan−.¿Cuándooshabéismudado?−Llegamosanoche.Hemosdormidoenunoscolchoneshinchables;enla

partedeatrásestáelcamióndelasmudanzas,descargandonuestrosmuebles.Algunosvecinoshanvenidoaecharnosunamano.Penséqueformabaispartedelgrupo.

Hubounapausa.Lostresnossentíamosincómodos.

www.lectulandia.com-Página98

Unhombrebastantealtoyconelpelooscuroyrizadoseacercóysesituódetrásdelamujer.

−Hola−dijo−.SoyPeteMorris.Acabamosdemudarnos.¿Quépodemoshacerporvosotros?

Tess Morris le explicó a su marido el motivo de nuestra visita, quehabíamosvenido«buscandoerróneamenteaunaparejaqueyanoviveaquí».

−Vivían aquí hasta ayer −dijoMegan−. Estuvimos en una barbacoa…,aquí,ayerporlatarde.

−Lodudo−dijoPete.Estabaempezandoatratarnoscomosiestuviéramoslocos−.Nisiquierahayunaparrillaenelpatiotrasero.Lohecomprobado.Ylashabitacionesestánreciénpintadas.Entrad;aúnhueleapinturafresca.

Entramos.Yaconocíamoselvestíbulo.CuandoBetteyBudvivíanaquíenlacasa,estabapintadodeuncolorverdeclaro.Peroahoraerabeis.Echéunvistazoalestrechopasilloqueconducíaalacocina.ViaMarieDiMannocargada con una gran caja de cartón, y justo después a Mark Stantonsosteniendounaenormelámparadecristal.

−Escierto−dije−.Huele a recién pintado.Lacasa está impecable.Perotengo que insistir una vezmás: ¿nunca habéis oído hablar de Bette y BudRobinson?

−No.Nunca−respondióPete.Meganacudióamirescate.−Bueno,daigual.Bienvenidosalbarrio.Pasaremosparatraerosunatarta,

unestofadoocualquierotracosa.Bienvenidos,deverdad−dijo.−Gracias −dijo Tess Morris−. Creo que esta ciudad será perfecta para

nosotros.Antesdesalir,nosdimoslavueltaydije:−Sí,creoqueestaciudadseráabsolutamenteperfectaparavosotros.

www.lectulandia.com-Página99

CAPÍTULO29

TUVIMOS QUE REPRIMIR cualquier idea que se nos ocurrió para investigar ladesaparicióndeBetteyBud.Enel centrodedistribuciónnosenteramosdequelasentrevistasdelostrasladosserealizabanendossedes;unaestabaenSanFranciscoylaotraenAtlanta.Peronosabíamoscómoempezar,ymuchomenospordónde.Además,connuestrotrabajoduranteeldíaenlaTiendayporlanocheenelproyectodellibro,apenasdormíamoscuatroocincohoras.

El trabajo diurno era estúpido.Megan y yo no dejábamos de quejarnosmutuamente de él, porque era duro, aburrido y monótono. Conducir elStormerporelenormecentrodedistribucióneraagotador.

Sinembargo,eltrabajoteníaimportantesventajas.Larutinanospermitíapasardesapercibidos,mezclarnosanónimamenteconlosmilesdeempleadosque trabajaban en la Tienda y movernos libremente entre nuestroscompañeros.LaencantadorapersonalidaddeMeganconseguíaque lagenteserelajaraysesincerara,avecesconjugosa informaciónprivilegiadasobrelos tejemanejes de la Tienda. Pero ¿informaría esa gente a sus superioressobre nuestras pesquisas? ¿Quién sabía a ciencia cierta cómo funcionaba laTienda?

Tras unas semanas trabajando, a pesar del dolor de espalda y el estrés,habíamosemprendidoelcaminoparaescribirungranlibro.

−Escucha−decíayoamenudo−.DentrodeunañoestaremosdevueltaenNuevaYorktocandoelcieloconlasmanos.

Megan estaba de acuerdo conmigo, pero a veces decía que nosdescubriríanyqueyo,ella,AlexyLindsaydesapareceríamosdelafazdelatierra.Hablábamos.Enocasionesinclusonosechábamosallorar.Yentonceshacíamosloúnicoquepodíamoshacer:seguirtrabajandoenellibro.

Asípues,cuandoatodoelpersonallellegóelmensajedequehabíaunavacante como ayudante de jefe de equipoque estaría a las órdenes deSam

www.lectulandia.com-Página100

Reed,Meganyyonisiquieranosplanteamoslaposibilidaddesolicitarla.Unosdíasmástarde,mientrasestabacargandoveintecajasdebombillas

debajoconsumoytrescientascajasdecomidaparagatosFancyFeastClassicenmiStormer,recibíestemensajedetextodeMegan:

¡Increíble!¡Mehanascendidoaayudantedejefedeequipo!

Alahoradecomer,cuandoMeganyyohablamosdel tema, ledijequeestabaalucinado,porqueellanisiquierahabíasolicitadoesepuesto.

−Yotambiénhabríaalucinado…−dijoMegan−,denohabersidoporquefueelgilipollasdeSamReedquienmelocomunicó.Dijoque,básicamente,ladecisiónhabíasidosuya,porqueyotenía«unabuenaactitud».

−Yunbuenculo−añadí.Ambosnosechamosareír.Pero,seamossinceros:aunmaridonuncale

gustanestaclasedecosas.Meganyyoconvinimosenquelamejormaneradeprocedereradarlelas

graciasaSamytratardebuscarmásoportunidadesdeconseguirinformaciónpara nuestro libro.Demodo que en la pequeña fiesta que se organizó paracelebrar al ascenso de Megan (varios cientos de invitados, un exquisitoChâteauLafiteRothschildylosmismosaperitivosdecaviarquesirvieronenladiatribadeldoctorWerner),cuandoSamlevantósucopaparabrindarporMegan y dijo «¿Quién habría dicho queNuevaYork iba a regalarnos esteespléndidorayodesol?»,mimujersonrióyrespondió:

−NopodríaimaginarmeunlugarmejorqueNewBurgparabrillar.YelÓscaralamejorinterpretaciónfemeninaenunpapelprotagonistaes

paraMeganBrandeis.No pude evitar pensar, aunque solo fuera por un segundo, que al día

siguienteMegan estaría sentada detrás de un escritorio y que yo lo estaríadetrásdelvolantedelStormer.EntoncesmiréhaciaelcentrodelasalayviaSamReed y aMegan. Estaban posando para una foto. Por todas partes seescucharonlosclicsdelascámarasdelosmóviles.ViaSamdescansandosumanoenlaespaldadeMeganybajándolahastaunsitioenelquenodeberíahaber estado.Mequedémirandoy esperé aqueMegan retirara lamanodeSam.Peronolohizo.QuizásdebíapermitirleaSamquelasujetara.Oquizásno.

Aunquemiparanoianohabíallegadoallímite,estabaclaroquesedirigíahaciaél.

Decidí que, demomento, todo iría bien.Quizásmehabíadejado influirestúpidamente por todos esos carteles del centro de distribución en los que

www.lectulandia.com-Página101

podíaleersenohayproblema.

www.lectulandia.com-Página102

CAPÍTULO30

−ALEX,APAGAahoramismoesamalditacámara−dijoMegan.Poreltonodesuvoz,estabaclaroquehablabaenserio.DescubrimosaAlexyaLindsayennuestroestudio,escondidosdetrásde

una pila de ejemplares atrasados del Wall Street Journal. Nos estabangrabandoporenésimavezconsuspequeñosdispositivosultraplanosconlosquepodíanmandarmensajesdetexto,llamarygrabaryeditarvídeos.

Llevabantresdíasgrabándonossinparar.Nosgrababantomandocaféporlamañana,hablandoporteléfono,enelsupermercado,lavandoelcoche…,encualquiersitiosalvoenladuchayenelretrete…,aunquenoestabadeltodosegurodequehubiéramosconseguidoescaparatalhumillación.

−Tambiénoshemosgrabadounmontóndevecesmientrasdormíais−noshabíandicho.

Nos informaron de que el material era para un proyecto de la escuelallamado«NewBurg,dulcehogar».

−Es una especie de collage −explicó Alex−. Planos muy cortos conmúsica de fondo que mole. Beck, por ejemplo. Como uno de esosdocumentalessuperinteresantes,yasabes.

No,no lo sabía.Además, que no pararan de grabarmeme ponía de losnervios.

−Vale−dijoLindsay−.Sinuestroproyectoparalaescuelanoosinteresa,nosquedaremossentadosaquí,ensilencio.

−Porsupuestoquenosinteresa−dijoMegan,respirandoprofundamente−.Pero ahora, papá y yo estamos trabajando. Ya sabéis lo importante que esnuestroproyecto.

−Entonces¿nopodemosquedarnosaquísentadosensilencio?−preguntóAlex.

−¿Yporquéibaisahacereso?−lespregunté.

www.lectulandia.com-Página103

TantoAlexcomoLindsayteníanaúnensurostrolassonrisasestándardeNewBurg,perocuandomihijacontestó,suvozsonóirritada.

−Sí,tienesrazón,¿porquéíbamosahacereso?−VolviéndosehaciaAlex,Lindsaydijo−:Vámonos.

Ysalierondelestudio.−¿Hemossidodemasiadodurosconellos?−preguntóMegan.−No−repuse−.Esterepentinointerésdeloschicosporestarconnosotros

resultainquietante.−Quizássolosignificaqueseestánhaciendomayores.Quierenestarcon

nosotros.−Yonuncaqueríaestarconmispadres−contesté.−Despuésdehaberlosconocido,nomesorprende−dijoMegan.−Esomehadolido.−Soloquierenestarconnosotros.¿Acasoestanterrible?−Nolosé−dije−.Tengolasensacióndequedurantegranpartedeltiempo

que pasan con nosotros no están exactamente… interactuando. No hablanmucho.Cuando estamosmirando algo en internet o leyendo también subenaquíy…

Noencontrabalaspalabras.−Ypasanelrato−dijoMegan.−No,nopasansimplementeelrato.Nosobservan.Tengolaimpresiónde

quenosestánvigilando.Meganseechóareír.Luegoseinclinóymediounbeso.−Los únicos que nos vigilan son los drones y las cámaras de seguridad

−dijo.−Yahora losdronesy lascámarasdeseguridadvigilananuestroshijos

mientras nos están vigilando.Mira, estoy preocupado. Vale, les encanta laescuela, les encantan sus amigos y sus profesores y… bueno, ese es elproblema.Elproyectoescolaresunejemploperfecto.Estántanenfrascadosenél,tanensimismados…,queescomosiseestuvieranvolviendo…,nosé…Simplementenosonlosmismosdeantes.

−Te entiendo, pero era algo que tarde o temprano iba a ocurrir −dijoMegan.

−¿Queseconvirtieranenunosdesconocidos?−No.Quesehicieranmayores.Cogimosdenuevonuestrosportátiles,aunquenopormuchotiempo.Sonó

ungolpeenlapuertayAlexapareciórepentinamenteennuestroestudio.

www.lectulandia.com-Página104

−Vamos, tesoro −digoMegan en tono amistoso−. Basta de vídeos, porfavor.

−Vale,bastadevídeos−dijoAlex−.Perohayalgoquequierodecirosalosdos.

Teniendoencuentaqueaúnteníalasonrisaenlacara,nopodíaseralgotanmalo.

−Dispara−dije.−Ellibroqueestáisescribiendo…−Sí,¿quépasa?−preguntóMegan.−Dejadlo.Dejaddetrabajarenél.Dejaddeescribirlo.−¿Porqué?−pregunté.−Porfavor,dejadlo−dijoAlex.−Pero¿porqué?−insistí.−Esunamalaidea.La sempiterna sonrisa de su rostro desapareció por completo. Alex se

dirigióhacialapuerta.Luegosediolavueltayañadió:−Unapésimaidea.

www.lectulandia.com-Página105

CAPÍTULO31

EL LUNES POR LA MAÑANA, Sam Reed, el jefe deMegan, a quien habíamosapodadoSamBaboso, ledijo amiesposaqueambosdebíanasistirdurantecincodíasaunaconvencióndesupervisoresdelaTiendaquetendríalugarenlasedecentraldelaempresaenSanFrancisco.

EllunesporlanochesoñéqueMeganySamReedestabandesnudosenelcentro de distribución, cargando dos mil cajas de preservativos de látexlubricadosTrojanUltraRibbedenelStormerqueconducíayo.

Vale, séqueeraunsueñohartomorbosoyprevisible,peroa lamañanasiguiente le dije aMegan que quizás sería una buena idea que yo tambiénviajara a San Francisco.Después de todo, los empleados que empezaban atrabajarenlaTiendateníanautomáticamenteelderechoatomarsecincodíasdevacaciones.

−Nomalgastestusvacaciones,Jacob.Además,parecequeloquequieresesconvertirteenmiguardaespaldas.Yanosoyningunaniña;sécuidardemímisma.

−Oye, ambos sabemos que él intentará ponerte las manos encima encuantoestéisasolas−dije.

−Sí,estoyseguradequeintentaráalgo,peroyalohepuestoensusitioenotrasocasiones,yvolveréahacerlolasvecesquehagafalta.

−Vamos, compraréunbilletebaratoyme iré contigo.Puedeque juntospodamosconseguiralgunavaliosainformaciónparaellibro.TúdileaBabosoque también voy. No seré nadamolesto. Dile que nunca he estado en SanFranciscoyquemeapetececonocerNobHill.

−Bueno,enprimerlugar,esoesmentir.SíhemosestadoenSanFrancisco−dijoMegan.

−¿Yqué?Fuehaceveinteaños,reciénsalidosdelauniversidadysinuncentavo−dije−.Dormimosenuna tiendadecampañaenGoldenGatePark,

www.lectulandia.com-Página106

comíamosenlabeneficencia,andábamos…Megan me interrumpió antes de que siguiera echando mano de los

recuerdos.−Vale.Aunqueodiomentir,creoquepodrévivirconestamentira.Perosé

queSamsevaacabrearcuandoledigaquevendrásconnosotros.−Estupendo.Esohacequeaúnmeapetezcamáselviaje.Meganestaba totalmenteen lociertocon respectoa la reaccióndeSam

Baboso. Estaba cabreado y decepcionado, y trató por todos los medios dedisuadirla. Le dijo sin tapujos que aquella era una «oportunidad» para queambosseconocieranmejor.

Meganmecontóque lehabíadichoque«esoesexactamente loquemetemía:queloquequieresesconocermemejor».

SurespuestaalcomentariodeSamReedsonabademasiadoagresivapararesultarcreíble,inclusotratándosedeunamujerfuertecomoMegan.

Pero¡aldiablo!Comohedicho,Meganodiabamentir,ysiesoeraloqueafirmabahaberdicho…,entoncesesquelohabíadicho.

Almenosesperabaquefueracierto.

www.lectulandia.com-Página107

CAPÍTULO32

AL FINAL RESULTÓ QUE MEGAN y Sam tomaron un vuelo chárter con unnumerosogrupodedirectivosdelaTiendadesdeOmaha,elaeropuertoenelqueaterrizamoscuandollegamosaNebraska.

¿Yyo?PuessalídoshorasmástardedelaeropuertodeNewBurg.Alguien que aterrizara en el aeropuerto internacional de New Burg o

−cosa que sería sorprendentepartiera de allí, seguro que pensaría que no esmásqueotrodeesossoñolientosaeropuertosdelMedioOestecuyaactividadse reduce a unos cuantos vuelos comerciales, algunos privados, conexionescon aeropuertos más importantes y a vuelos de avionetas fumigadoras.Dejando de lado las dos pistas, lo único que había era una pequeña ydestartaladaterminaldemadera.ComocasitodaslascosasdeNewBurg,eledificio, diminuto, era pintoresco, con un diseño gracioso. El techo era detejasgrisesdesgastadasporlaintemperie,yunavallareforzadaparasoportarfuertesvientosrodeabaunaparcamientoenelqueapenascabíanunadocenadevehículos.

Sinembargo,comocasitodaslascosasdeNewBurg,lasaparienciaseransumamenteengañosas.

Aparquéelcocheysaquélamaletadelportaequipajes.Entremismaníasestúpidasfiguraladenousarmaletasconruedas.CadavezqueMeganyyoestamos en un aeropuerto, ya sea el deRío,Londres oNuevaYork, nuncadejadeseñalarmealosmuchísimoshombresmásjóvenesqueyoqueviajanconmaletasconruedas.

Lapuertadeentradadelasencillaterminaldemaderanoeraautomática.En realidad tenía pomo. Lo giré. Cuando entré, unamujer vestida con unafaldarojayunblazerazulqueparecíasalidadeunanunciodetelevisióndeladécadade1950vinoarecibirme.

www.lectulandia.com-Página108

−BienvenidoalaeropuertodeNewBurg,señor.¿Puedoversutarjetadeembarque?−dijo.

Noeranidulceniseca.TeníalaperfectaeducacióndeNewBurg.Leenseñélatarjetadeembarquey,despuésdeexaminarla,lamujermela

devolvióyseñalóunapuertacerradaquehabíaasusespaldas.−Puedeusarlaescaleramecánica−dijo.Esapuertasí seabrióautomáticamente.Tomélaescalera,quebajómuy

deprisa.Alcabodeunos instantesestabaen la saladeesperamásmodernaque jamás había pisado. Tenía cosas que están en otros aeropuertos: cintastransportadoras, paneles parpadeantes que anunciaban las salidas y lasllegadas, mostradores de acero que parecían indicar las puertas de lascompañíasaéreas,perolascintaseranmásrápidas,lospanelesmásbrillantesylosmostradoresdeaceromásaltos.

Todo parecía más brillante de lo normal y mejor de lo normal. Laspasarelaseranmásanchasylostechosenformadecúpulamuyaltos.

Echéunvistazoalpaneldesalidas,peronoaparecíaningúnvueloaSanFrancisco.NingúnSFOaunquesímuchosLGA,JFKyLAX.Peronadaquemeinteresara.Lamaletaempezabaaparecermemuypesada.

Entoncessemeacercóunamujerjovenyatractivavestidadeuniforme.−¿ElseñorBrandeis?¿JacobBrandeis?−mepreguntó.−Sí,soyyo.−Estupendo.−Sí,esestupendo−dije,conunasonrisa.Ellaignorómibroma.EstabaempezandoadarmecuentadequeenNew

Burg todo el mundo ignoraba mis bromas. Puede que no fueran muydivertidas.

La mujer sostenía un pequeño dispositivo electrónico. Después deexaminarlo,dijo:

−VeoquetieneunbilleteparaelpróximovueloaSanFrancisco.YquesumujerdespegódeOmahahaceunasdoshorasenunvuelodeUnited.Yqueviajancondosniños.

−Bueno,másomenos.Mimujerviajaconotrogrupo,perolaTiendahizoestareservaparamí.

−Correcto−contestó, como si acabara de decirle que el cielo era azul yqueelsolquemaba.

−Peroustedviajacondosniños,AlexanderyLindsayAnne.−Sí.Sonnuestroshijos.Peroestánencasa,enlaescuela.

www.lectulandia.com-Página109

Aunque empezaba a estar nervioso, aún no era presa del pánico. Yempecéadarmecuentadequecasitodaslaspersonasygruposdegentequehabíaenelaeropuertoestabansiendoentrevistadaspormujeresatractivasqueconsultabandispositivoselectrónicos.Laúnicadiferenciaesqueelrestodelagenteparecíaestarencantadaconsusconversaciones.

−Bueno −dijo lamujer−.Debe de haber habido una confusión.Déjemequeverifiquealgo.

Traspulsarvariasteclas,meconfirmóloqueyamehabíadicho.−No.Losniñosdeberíanestarconusted.Hayqueorganizarelserviciode

atención almenor de la Tienda y el servicio de catering de la Tienda. Nopuedenquedarsesolos.

−Oiga −dije−, ya son mayores. Les hemos dejado solos en muchasocasiones.Sonperfectamentecapacesde…Lindsaytiene…

Me estaba preparando para tener una discusión de órdago con aquellamujercuando,derepente,conunaenormeyridículasonrisa,dijo:

−Nohayningúnproblema,Jacob.Ningúnproblema.Acto seguido pulsó algunas teclas más en su dispositivo y siguió

hablando.−Ya se ha contactado con el servicio de asistencia al menor y se han

encargadodosentregasdecomidapordron,unaporlamañanayotraporlanoche,conlosvaloresnutricionalesestándar.

−Bien.Muybien.Fueloúnicoquefuicapazdedecir.−Puerta once −me informó la mujer, con su insoportable y estúpida

sonrisa−.SuvueloaSanFranciscosaledentrodecuarentaycincominutos.Quetengabuenviaje.−Yluegoañadió−:Relájese.

−Porcierto−dije−.¿Enquécompañíavuelo?Despuésdesonreír,lamujerañadió:−Comoyalehedicho,señorBrandeis:relájese.

www.lectulandia.com-Página110

CAPÍTULO33

ENSANFRANCISCOhabíamuchascosasqueseguíanigualqueveinteañosatrás,cuando visitamos la ciudad. Los pintorescos tranvías aún subían hasta lascolinas, y el Golden Gate, pintado de aquel insólito color rojo industrial,seguíasiendoincreíblementehermoso.

Sinembargo,habíaotrascosasquesíhabíancambiado,ymucho.Ynosetrataba solo de los cientos de nuevos edificios de cuarenta pisos que seelevabanhaciaelcieloodelosmultimillonariosdeSiliconValleyparadosenlosatascosalvolantedesusPorschesyMercedes.

UnodeloscambiosnosinquietódemaneraespecialaMeganyamí:eracomosi lapequeña localidaddeNewBurg sehubiera transformadoenunaciudadgrandeyelegante.

HabíacámarasdeseguridaddelgobiernoydelaTiendaportodaspartes:encimadelossemáforosylasentradasdelosedificios,enlosfrigoríficosdelastiendasdecomestibles,ocultasenlosvitralesdelacatedraldeSaintMaryeinclusoenlaspuertasdelosbañosdelestadioAT&TPark.

Habíadiminutosdispositivosdegrabacióndeaudioenlasmesasdetodaslas cafeterías, en los mostradores de todos los grandes almacenes y en lashabitacionesdetodosloshoteles.Ytambiénenlostaxis,losautobusesylostranvías.Habíacámarasenlosrestaurantes,losparquesyelferrideAlcatraz.Muchagentellevabamascarillas,ynosoloporlacontaminación,sinoporquelesayudabaaocultarsuidentidad.

Elcielodelaciudadtambiénresultabaigualdeinquietanteydeprimente.Yno era oscuro solo por culpa de la famosa niebla deSanFrancisco, sinoporque había unmontón de drones de vigilancia, de reparto y de búsquedasobrevolándolo. La nueva ciudad de San Francisco me asustó muchísimo,pero también me entristeció. Había visto el futuro, y estaba claro quepertenecíaalaTienda.

www.lectulandia.com-Página111

Y,sí,porsupuesto,habíaotracosaquehabíacambiadoduranteelviaje,ynoteníanadaqueverconSanFrancisco.TeníaqueverexclusivamenteconSamReed,nuestrorepulsivojefe.

SamReed,el tipoquenolequitabalasmanosdeencimaamimujer,eltipo queme hablaba como si yo fuera un apestado, se había convertido deprontoenmimejoramigo.Sinmotivoaparente.

−Eh, Jacob, he comprado entradas para el partido de los Giants y losDodgersdeestatarde.¿QuétalsiMegansevadecomprasyavisitarunpardemuseosmientras túyyovamos al partido?Luegopodemosquedarparacenar.

¿Cómo?Heaquíotroigualmenteinquietanteeinesperadoestallidodehumanidad

porpartedeSam:−Oye, Jacob, no está enmismanos quepuedas asistir conMegan a las

reuniones y ponencias de mañana, pero sí puedo colarte en la excursión aNapadelatardequehanprogramadoparanosotros.

Megan y yo no nos fiábamos ni un pelo de Sam: Mr. Hyde se habíatransformadoeneldoctorJekyllcondemasiadafacilidad.

DevueltaenFairmont,mientrasmeestabacambiandoparairalpartido,hablamossobre«elnuevoSamReed».

Comodecostumbre,aMeganledabaigualquelascámarasdeseguridadgrabarantodoloquedecíamosymediosuopinión.

−Está tramando algo −dijo−. Es imposible que alguien como Sam seconviertaenDonPerfectodelanochealamañana.

−No pulsemos tan rápido el botón del cinismo−dije−.Quizás solo estáintentandoconocernosy,bueno,creequesomosgentedivertida, inteligente,decentey…

−No te engañes, Jacob −dijo Megan−. ¿Recuerdas cuando ayer lepreguntamosporBetteyBud?LoúnicoquehizofueteclearensuiPadydiezsegundos después dijo: «Ni idea.Han sido trasladados.No han pasado poraquíparaserentrevistados.Nuncahanestadoaquí».

−Puedequeesaseatodalainformaciónquetiene.−¡Oh, vamos! Su voz era gélida. Su interpretación deDonPerfecto fue

pésima.CreoquesealegrómuchísimodedecirnosqueBetteyBudestabanilocalizables.Túpiensaloquequieras−añadió−,peroyonomefíoniunpelodeél.

−Supongo que tienes razón. Pero, de momento, disfrutemos del nuevoSammientraspodamos.Yasabes,antesdequereaparezcaelviejo.

www.lectulandia.com-Página112

−Disfrutatúdeél−dijoMegan−.Yoprefieromantenerlasdistancias.MepuselosvaquerosyMeganserecogióelpeloenunmoño.Mientrasse

pintaba los ojos y se ponía una camiseta azulmarino bastante ajustada, nopudeevitarpensarenellaySam.

Ambossabíamosqueeraundepravadodeprimeracategoría,pero¿acasonoeraposiblequehubierasentadolacabeza?Megannosefiaba«niunpelo».Amí,aqueltiponomecaíabien,peroMegansentíaauténticoodioporél.

Oalmenosesoeraloqueellaqueríaquecreyera.

www.lectulandia.com-Página113

CAPÍTULO34

ELACTOMÁSIMPORTANTEdelaconvencióndeSanFranciscofueunaincreíblesorpresa: una ponencia a cargo de Thomas P. Owens, el fundador de laTienda.

Lociertoesqueningúnmiembrodelaorganizaciónconocíarealmentealseñor Owens. Todo el mundo creía que vivía recluido. Según una fuente,residía en una finca en Brasil. Otra decía que tenía un ático de veintehabitacionesenCerdeña.Seguimostodaslaspistas,ytodasnosconducíanauncallejónsinsalida.Casinadiehabíaconocidoaesetipo.

Como parte del trabajo de nuestro libro secreto,Megan y yo teníamosvariosvoluminososarchivossobreOwens.Peroinclusodespuésdeleertodala información que habíamos recopilado, de haber analizado todos losartículos de carácter económico que se habían escrito sobre él y de haberentrevistadoaunamujerqueafirmabasersuhijalegítima,sabíamostanpocosobreOwenscomolamayoríadelagente.TantosiseocultabadetrásdeunacortinaenNuevaYork,enLorain,suciudadnatalenOhio,oenlamismísimaTierra de Oz, nadie parecía saberlo. Sin embargo, todo el mundo queríaaveriguarlo.

Yo no tenía derecho a estar enGallery 16, la galería de arte y sala deexposicionesdemodadondeThomasP.Owensibaahacersuaparición.Perotuvesuerte.

Minuevomejoramigo,SamReed,habíaconseguidocolarme.Unmédicojoven(almenoscreoqueeramédico)sepresentóennuestrahabitaciónymepusounainyecciónenelcodoizquierdo.Medijoquela inyecciónquedaríaregistrada en un panel de máxima seguridad que me proporcionaría unaautorizacióndetreshorasparaasistiralacto.SammedijoqueerauntrámitehabitualparaasistiralasaparicionespúblicasdeOwens.

CuandoSam,MeganyyollegamosaGallery16,Sammediounconsejo:

www.lectulandia.com-Página114

−Intentapasardesapercibido.Yasabes,quédateenlapartedeatrás,entrelosdemásintrusos.

Megan y Sam soltaron una risita, pero yo obedecí. Pasé desapercibidoentreungrupodecamarerosyfotógrafosdelaTiendaquesehabíansituadoen los laterales,mientras queSamyMeganocuparon losmejores asientos:primerafila,juntoalpasillo.

Desde mi posición podía ver perfectamente a los alrededor de ochentadirectivos que ocupaban los otros asientos. Los hombres vestían blazersazules o trajes oscuros, y las mujeres elegantes pantalones o discretosvestidos,tambiénoscuros.

Sinembargo,elvestuarioconservadorylastípicassonrisasdeNewBurg(inclusoMeganlahabíaestampadoensurostro)nopodíandisimularelhechodequelasalabullíadeemoción.Lagenteseabrazaba.Algunosreprimíanlaslágrimas. Todo el mundo hablaba, muy excitado. Solo hay una forma dedescribirlo:aquellamultitudestabaesperandoalMesías.

Finalmente, una mujer se dirigió hacia la parte delantera de la sala,situándosedelantedeunretratoenazuldelareinaIsabelIIdeAndyWarhol.El público guardó un silencio sepulcral. La mujer se volvió hacia losasistentes,mostrandosusonrisadeNewBurg.Lareconocíenseguida:eralamisma que había presentado la desastrosa conferencia del doctor DavidWerner.Alparecer,eralaanfitrionaoficialdetodosloseventosquelaTiendacelebrabafueradesusede.

Nopudeevitarhablarconladesconocidaqueteníaallado.−ElvestidoquellevaesamujeresdeIsabelToledo−ledije.−Ah,magnífico−dijo,yluegoseseparóvarioscentímetrosdemí.Lamujerquehabíaocupadoelescenariodijo:−Debodecirquecompartovuestraeuforiayvuestraexpectaciónporesta

rara oportunidad de conocer y saludar al fundador y a la conciencia de laTienda,elseñorThomasP.Owens.

Losaplausosfueroncalurososyentusiastas.−Asípues,podéisimaginaroscuálhasidomidesilusiónalenterarmehace

tansolounosminutosdequeelseñorOwensnopodráestarconnosotrosestatarde.

Lagenteexpresósusquejascongritosde«¿Cómo?»,«¿Porqué?»,«¿Quéhaocurrido?».

−ElseñorOwensoshacellegarsusmássincerasdisculpasysusmejoresdeseosdequelaconvenciónseafructíferayestimulante.Tomaosalgoenlas

www.lectulandia.com-Página115

barrasquehemosinstaladoynoosperdáiselpuestodetortillasycrepesyeldeblinisycaviar.

Lapresentadoradesaparecióenmediodevariosgruposdegenteque sehabíanapiñadoenlasala.LassonrisasdeNewBurgsehabíanesfumadocasiporcompleto.Algunosseconsolabanmutuamente.Otrosbajaban lacabeza.Viavariaspersonassecándoselosojos.¿EraesoloqueocurríacuandoestásesperandoalMesíasytedejaplantado?

Casi no podía creer lo que estaba viendo, pero cuando miré hacia laprimerafilarealmentenopudecreerloquevi.MeganySam.

¿Quédemoniosestabaocurriendo?Meganestaballorando,ySamlahabíarodeadoconsusbrazos.Aparentemente,estabatratandodeconsolarla.

Seguro.

www.lectulandia.com-Página116

CAPÍTULO35

NO TENÍA TIEMPO de preocuparme por el caluroso abrazo que Sam le habíadadoaMegan.

No.Teníaalgomuchomásimportanteporloquepreocuparme:Meganyyohabíamossidoconvocadosaun«análisisyentrevistaafondo»enlasedecentraldelaTienda.

−No tenéis por qué preocuparos −nos dijo Sam−. Sabían que Meganestaba aquí, y, evidentemente, se enteraron enseguida de que tú la habíasacompañado,Jacob,demodoqueelcomitésuperiordeentrevistasconsideróqueeraunaocasiónperfecta.

−Pero cuando nos entrevistaron enNewBurg ya nos hicieron todas laspreguntasimaginables−dijoMegan−.¿Estaentrevistaesparatodoelmundooestáreservadaalosquepodríanserunpocorebeldes?

−No todo el mundo se somete a esta entrevista. No hay un esquemadefinido.Laselecciónsehaceunpocoalazar−explicóSam−.Escuchad:soloduraalrededordeunahora,ytodoelmundoesmuyagradable…Soloesparasusarchivos,y…

−Ysupongoquenopodemosnegarnos−dije.−Nooslorecomiendo−dijoel«auténtico»Sam,recuperandosuvozseria

ydesagradable.Así pues, aquella tarde Megan y yo nos sentamos en una enorme e

inhóspitasaladereunionesenlaquesolohabíacuatrocómodassillasdepiely una mesita con una jarra de café, otra de té y cuatro botellas de aguamineral.

Nuestros entrevistadores eran un hombre y unamujer. Aunque al igualque todos los empleados de la Tienda eran indefectiblemente educados yamables,nosepresentaroncuandonosestrechamoslamano.Ambosparecíantenerunosveintitantosañosyserreciéngraduados;mepreguntésienelgran

www.lectulandia.com-Página117

esquemadelaTienda,Meganyyosoloéramosutilizadosparaqueaquellosdos«niños»hicieransusprácticas.

−Empecemos −dijo la chica−. Debo decirles que tal vez las primeraspreguntas lesparezcanunpoco…,digamos…obviaso ridículas.−Entoncesempezóaleerensuordenadorportátil−.Delasiguientelista,elijanelgrupodel que lesgustaría formarparte:A, la iglesiade laCienciología;B, elKuKluxKlan,yC,laTienda…

−Antesdequehagaun esfuerzopor responder, permitidmequeosdigaque teníaisbastante razón−dije−.Laspreguntasson…,sigamos…obviasyridículas.

−Bueno −intervino el jovencito−, espere hasta escuchar la siguiente.−Entonces leyó de su ordenador portátil−. De los numerosos y deliciososplatos disponibles en los mercados y los servicios de entrega de comida adomiciliodeNewBurg,¿cuáleselpreferidodesufamilia?

No era necesario ser licenciado en psicología para comprender que elobjetivodetodaaquella«ridícula»conversacióneradesarmarnosaMeganyamíyconvertir aentrevistadoresyentrevistadosenviejosamigos.Asípues,loscuatrosnosreímosporlobajoduranteunratito.

Sin embargo, al cabo de cinco minutos, el carácter de las preguntasempezóacambiar.

−Jacob,paraalguiencomousted,queesescritor,nodebederesultarmuyestimulanterecogerproductosenelcentrodedistribución.Seguramentedebedeescribirensutiempolibre.

Acababa de dar una respuesta bastante vaga y absurda cuando laentrevistadoramepreguntó:

−¿Enquéproyectoliterarioestátrabajandoenestemomento,Jacob?¿Setratadealgopersonal? ¿Algoautobiográfico?¿Algo sobre la empresaen laquetrabaja?Puedesersinceroconnosotros.

Sí, claro.Mehabría cortado las venas antes que contarles la verdad, demodoquedije:

−Estoy escribiendo, pero no es nada importante; el libro aún no hacobradoforma.Enciertosentidoesautobiográfico.Encuantoestétodomásclaroosloharésaber.

Conlaimprescindiblesonrisaensusitio,lachicadijo:−Estoyseguradequelohará;seráestupendo.Eljovenseinclinóhacianosotrosconesafalsaexpresióndepreocupación

enelrostrotípicadelosagentesdesegurosydelostíosirritantes.

www.lectulandia.com-Página118

−Sus hijos…, Alex y Lindsay… ¿Cómo se están adaptando al nuevoentorno?

−Muy bien. Les encanta la escuela, y han hecho amigos −respondióMegan.

−Sí,probablementeselomontenmejorqueMeganyyo.Los dos entrevistadores parecían estar agradable o desagradablemente

sorprendidos (era difícil distinguir entre estas dos cosas en New Burg).Meganmelanzóunamiradaqueveníaadecir«Noseascretino».

Eljovenrecuperódeinmediatoelhilo.−CreoqueAlexeslaestrelladelequipodeboxeojuvenil−dijo.¿Alex? ¿Boxeo? ¿La estrella? El único deporte por el que Alex había

demostradointerésenalgunaocasiónsejugabaenunenormeymullidosofá,yelequipoeraundispositivoelectrónicoqueibaconectadoaltelevisor.

−Parasersincero−dije−,lodeAlexyelboxeoestotalmentenuevoparamí.¿Tehabíacomentadoalgoati,Megan?

−Bueno, es posible que lomencionara enunaocasión, aunqueno estoysegura−dijoMegan.

Comoyahedicho,noerabuenamintiendo.Entonces,lachicadijo:−SeñorBrandeis,quizálehayaocultadoesainformaciónporquesabeque

odialosdeportesdecontactocomoelboxeoyelfútbol.−NuncahehabladodeesoconAlex.−Peromis notas reflejan sus ideas, y usted se opone al boxeo por una

cuestióndeprincipios.−Bueno,sí.PeronuncahehabladodeelloconAlexniconningunaotra

persona.Enfin,esunaidea,no…Nosé…Nosetratadeningunaobsesiónnideningunacausaopasión…

−Si es posible, quiero volver brevemente sobre otro asunto, señoraBrandeis…¿Ayudaustedasumaridoenellibroqueestáescribiendo?

Mepusedepie.Estabafurioso.−¿De qué demonios está hablando? ¿«El libro que está escribiendo»?

Comoyalehedicho,¡tengounlibroenmente,peronoloestoyescribiendo!Debo decirle que ni siquiera sé cuál es el objetivo de esta entrevista. Soyconscientedequeconsuscámaras,susespíasytodasumierdasabenmuchosobreloquehacemos.Peroestoesunalocura.Unaauténticalocura.

La chica sugirió que nos tomáramos un descanso. Y entonces me dicuenta,estúpidamentetarde,dequeeramuyprobablequelosdosespejosqueocupabangranpartedelasparedesdesnudasdelasalafueranpolarizadosyquenosestuvieranobservandomientrasnossometíamosalaentrevista.

www.lectulandia.com-Página119

−No. No necesitamos tomarnos un descanso, porque no necesitamosningunaentrevista−dije.

−Porfavor,Jacob.Intentemoscolaborar−dijoMegan,y,francamente,nopodíacreerquehubieradichoeso.

Entonces,eljovendijo:−En realidad no quedan muchos puntos que tratar… Solo algunas

preguntas sobreuna intervenciónpolicial enuna fiestaa laqueasistieronyluego…

−¡Laentrevistahaterminado!−dije,gritando−.Nosvamos.Megan aún seguía sentada. La fulminé con la mirada. Se levantó muy

despacioycogióelbolsodelsuelo.−Puedenhacerloquieranconnosotros−dije−.Trasladarnos.Meternosen

la cárcel.Pegarnosun tiro.Loque sea.Pero ahoramismonos largamosdeaquí.

www.lectulandia.com-Página120

CAPÍTULO36

MEGANTIENEDOSFORMASdecanalizarsuira:gritandooguardandosilencio,yenaquelmomentoeraimposiblepredecirporcuáldelasdosoptaría.Suponíaque después de mi comportamiento durante la entrevista habría muchosgritos,palabrotasyquediría«Medaigualsimontounaescena».Y,comodecostumbre,meequivoqué.Porcompleto.

Meganguardósilencioabsolutoduranteel trayectohastaelhotel.Yesaera justamente laclasede iraqueyonoquería.Queríaquemegritaraymedijera lo estúpidoquehabía sidodurante la «entrevista».Quería que sacaratodoloqueteníadentro,obligándomeasíaregresaralaterradormundodelaTienda.

−Vale,vale−dije, tratandodeprovocaralgunareacciónenella−.Mehecomportado como un auténtico cretino. Debería haberles escuchado,contestadoyseguidoeljuego.

Megannodijonada.−Sé que nuestro futuro depende de ese libro y sé que lo he puesto

gravemente en peligro. Sé que he actuado como un idiota.Y sé que tienestodoelderechodelmundoaestarcabreadaconmigo.

Mássilencio.El habitual ambiente inquietante de las calles de SanFrancisco no hizo

másqueempeorarlascosas.Aquellahermosaciudaderaunaversiónagranescala de New Burg: de los drones que inundaban el cielo, había uno queestabaclaramenteasignadoaMeganyamí:semovíaporencimadenuestrascabezascomounenormeparaguaselectrónico.Yluegoestabanlasdiminutascámarasincrustadasenlosmurosdelosedificios,enlasseñalesdestopyenlos bordes de los cubos de basura. Los propios cubos de basura eran unmodelo de la eficacia de la Tienda: cuando tirabas un trozo de papel o de

www.lectulandia.com-Página121

plásticoenelcontenedor,esteerasilenciosamenteabsorbidoporunsistemadereciclajesubterráneo.

Todoeraperfecto,limpioyaterrador…,almenosparamí.Derepente,Megansedetuvoyladeólacabeza.Yotambiénmedetuve.−Oye,Jacob.Esimportantequeloentiendas:noestoyenfadadacontigo.

Te quiero, pero tengo la sensación de que has cruzado el límite. Y locomprendo. Este nuevo mundo, este nuevo lugar, estas nuevas reglas… tesuperan.Perotucomportamientonoshacelavidaimposiblealosdemás…ALindsay,aAlex…yamí.

−Pero lo que han hecho en esa sala de entrevistas ha sido indignante−empecé.

−Sí, sí, lohasido.Losé.Ambos losabemos,peroesta intoleranciaquehas desarrollado…, el hecho de que no puedas contenerte por…, por…, enfin,laúnicaformaquesemeocurrededecirloes«elbiencomún»…,sehaconvertidoenunproblema,yestoypreocupada.

−Notepreocupes−dije−.Estoysegurodequetodo…−¿Saldrábien?No.Deesonopuedesestarseguroenabsoluto.Lasparejasdignasdeconsiderarsecomotalessiempreterminanlasfrases

delotro.−Me preocupa ver en qué te has convertido −continuóMegan−. Todos

estamosallímite,perocreoqueesposiblequetúyalohayascruzado.Posé lasmanos en sus hombros y di un paso para abrazarla.Megan se

echóallorar.Nofueunllanto,solounospequeñossollozosygemidos.¡Mierda!¿HabíaalgodeverdadenloqueMeganpensaba,sentíaydecía?

¿Meestabaconvirtiendoenunhombrenuevoyextrañoenestemundonuevoy extraño? Sí, por supuesto que odiaba la insensatez de un mundocompletamente automatizado en el que no había libros, ni bolígrafos nihumanosconduciendolostranvíasylostrenes.Noconseguíaadaptarmeaél.Aúnseguíabuscandobilletesenlosbolsillosparapagarlascosas,aunqueeneste mundo el único dinero válido era el de las tarjetas de crédito y losmóviles.Echabademenosmiantiguavida.QueríaverunpartidopenosodelosKnicksentelevisiónynoenundispositivointeractivoportátil.Queríairalsupermercadoparapalparlosmelonesconlasmanosycomprarunacajadecereales que no necesitábamos. No quería pulsar botones para que nuestradespensasevolvieraallenarautomáticamente.

Incluso mientras estaba abrazando a Megan miré a mi alrededor y mesentíinquieto.Enlacallehabíamuchospeatonesconmáscaras,auricularesytrajes de protección. El aire tenía permanentemente un olor a goma y

www.lectulandia.com-Página122

amoníacomezcladoconunleveperfumedefloresalqueyollamaba«vómitoalagardenia».

Meganmemiróysonrió.−Elvómitoalagardeniaesasqueroso,¿no?−dijo.Yseguimosandando.−¡Dios!−exclamé−.Esperonohaberlotiradotodoporlaborda.EsperabaqueMegandijeraalgoasícomo«Porsupuestoqueno,todoirá

bien».Peronodijonada.Yseguimosandando.Unavezenelhotel,eldronquenosseguíasealejó.Yaseencargaríande

vigilarnoslosdispositivoselectrónicosdelestablecimiento.Elporteronosabriólapuerta.−Bienvenidos de nuevo, señoresBrandeis −dijo, con voz cordial−.Hay

dospersonasesperándolesenelvestíbulo.

www.lectulandia.com-Página123

CAPÍTULO37

−¡EH,LOSBRANDEIS!¡Aquí!Eraunavozfemenina,fuerteyalegre.−Miradavuestraderecha.¡Estamosaquí!−gritóunhombre.Depronto,lavozdeMegansetransformóenladeunaniñitaasombrada.−¡Oh,Diosmío!¡SonBetteyBud!−gritó.Oh,Diosmío.EranBetteyBud.Ambosparecíanunpocomás jóvenes,

unpocomásdelgados,unpocomás…,enfin,unpocomás«guays»queenNewBurg.

Besosyabrazos.Luegodimosunpasoatrás,examinándonosdelacabezaalospies.Bette,BudyyonossentamosenunsofáyMeganenunenormesillón.

−Tenéisunaspectoestupendo−dije.Ylodijeenserio:parecíaquehacíaseismesesquehubiesendejadoNew

Burg,yahorateníanelaspectodehabersequitadodiezañosdeencima.−Es cierto, estáis estupendos−dijoMegan.Teniendo en cuentaque ella

eraelmiembrocontactodenuestroequipo,añadió−:Aver,siemprehabéistenido un aspecto estupendo, pero habéis perdido peso, el corte de pelo deBetteestrèschicy…Nosé…,estodo.TenéisunapielradianteylaropaquelleváisesmuyRalphLauren.

Supongoque,alfinal,Meganagotóloscumplidos.Sequedóensilencioperosindejardesonreír.EraelmomentoperfectoparaqueBetteyBudnosdijeranloestupendosqueestábamos.

−Bueno,Meganestátanguapacomosiempre−dijoBette.−Sinduda.Pareces inclusomás jovenquecuandonosvimosporúltima

vez−añadióBud.«Claro−pensé−.Nooscortéis, tíos.Yahoradecidme lobienqueestoy

yo».

www.lectulandia.com-Página124

Sinembargo,enlugardeeso,Budsonrióydijo:−En cambio, tú, Jacob, tienes pinta de haber trabajado demasiado. ¿Te

explotanmucho?Budserioentredientes.−No.Trabajo,peronodemasiado−dije.−Ha perdido unos cinco kilos desde la última vez que le visteis −dijo

Megan−.Sinproponérselo.−¿Cómo?¿Osestáismetiendoconmigolostres?Alomejorsolomehace

faltaunrepaso.Me eché a reír, pero nadie me imitó. Estaba cabreado, aunque nadie

parecíadarsecuenta.−Escucha, Jacob−dijoBette−. Soy partidaria de controlar el peso, pero

estardemasiadodelgadoestanmalocomotenermuchoskilosdemás.−Amén −dijo Megan. Le dirigí una mirada que venía a decir «¿Qué

diablosestáocurriendoaquí?».Sonrióyañadió−:Esportupropiobien.Penséque siemprequealguiendecíaquealgoespor tupropiobien, en

realidad nunca lo es. Pero pensé sobre todo en lo mucho que me dolía eirritaba queMegan se hubiera apuntado al club de «Jacob está hecho unamierda».

Afortunadamente se acercó un camarero para tomar nota (en sudispositivo electrónico, por supuesto; probablemente yo era el últimoamericanoqueaúnutilizabaunlápizdegrafito).

Meganpidióunvodkacontónica,BetteunaCocaColalight,Budunaguacongas(«Perosinlima,¿deacuerdo?»)yyounChivasconhielo.

−¿Habéisdejadodebeber,chicos?−pregunté.−Qué va −respondió Bette−. Solo intentamos beber un poco menos.

Siempreesunabuenaidea.Mepreguntéporqué tenía lanecesidaddedefinir loqueacabadedecir

como«unabuenaidea».Entonces, Megan les dijo que habíamos intentado localizarlos cuando

llegamosaSanFrancisco.−Bueno,despuésdehabersidotrasladadosnovinimosdirectamenteaSan

Francisco−dijoBette−.NosmandaronaSanDiego.−SanJosé−lacorrigióBud.−¡Oh,haytantossantos!−exclamóBette−.Clara,Mónica,Anita,Diego,

Clemente…Lamitaddeltiemponisiquierasédóndeestoy.−Contadnos −dijo Megan−. ¿Qué estáis haciendo aquí? Es como si os

hubieseislargadodeNewBurgenplenanoche.

www.lectulandia.com-Página125

−Efectivamente, nos largamos de New Burg en plena noche −confirmóBette−.UnejecutivodelaTiendanosllamóydijoquenosenviaríanuncocheque nos llevaría al aeropuerto, donde tomaríamos un vuelo privado a…−Dudóduranteuninstante−.ASanJosé.Ahíesdondevivimosytrabajamos;está a solo una hora de aquí.Yo estoy en el centro de distribución de SanMateo…Ahílotienes;otronombredesanto.

Bette y Bud se miraron el uno al otro con ojos brillantes y enormessonrisas. En realidad, parecían no haber dejado de sonreír desde que losvimos.

Deberíahaberdejadoeltema.Lointenté,peronoloconseguí.−Escuchad.Somosvuestrosamigos.EnNewBurgeraisnuestrosmejores

amigos.Contadnosquépasó−dije,quizáscondemasiadofervor.−Pasó lo que acabamos de deciros, Jacob −dijo Bud. La sonrisa había

desaparecido de sus labios−. Ellos nos llamaron y nos dijeron que lopreparáramostodoporqueelaviónestabalisto.Demodoqueesohicimos.Ynostrasladaron.

Estaba perdiendo la paciencia. Y hablé con un tono de voz demasiadoalto.

−Pero ¿quién diablos son ellos? ¿Quién os llamó? ¿Y por qué tuvisteisque iros de inmediato, en plena noche? ¿Y qué significa exactamente sertrasladado?Respóndeme.Cuéntamelo.Desaparecisteis sindejar rastro. ¡Esonoesnormal!¡Esantinatural!

−Cálmate,Jacob−dijoMegan.−Anosotrosnosparecióperfectamentenormal−dijoBette,−Pero¡noloes!−grité−.Noesperfectamentenormaltomarunaviónen

medio de la noche con destino a otro lugar.No es así como funcionan lascosasenestemundo.

Hubounalargapausa.Bebíunlargotragodewhisky.Entonces,Budtomólapalabra.

−Asíesexactamentecómo funcionan lascosasenestemundo.Ysiporalgúnmotivo no te parece perfectamente normal, no hay ningún problema.Peroanosotrossínosloparece.

Elbotónde«rellenar»elvasoquehabíaencimadenuestramesitaestabaparpadeando.Todosloignoramos,yfinalmenteseapagó.

Bette intentó restablecerelorden.Hablóconsudulcevocecita, comosidurantenuestraconversaciónnosehubieradichoningunainconveniencia.

−Demodoqueasí fuecomonos trasladaron.Unaviónprivadoy, ¡zas!,estábamosenSanJosé.

www.lectulandia.com-Página126

−¿Ytodoenelcursodepocashoras?−preguntóMegan−.Esincreíble.−Enrealidadesmásbieninquietante−dije.Megan extendió el brazo y me dio una palmadita en la mano. Estaba

convirtiéndomeenunexpertoenhacercomentariosinoportunos.YMeganseestabaconvirtiendoenunaexpertaendeshacerelentuerto.

−Amínomepareceinquietante−dijoMegan−.Enrealidad,creoqueesbastantegenial.

−Y el avión era de auténtico lujo: seis asientos, cocina totalmenteequipada,bar…−empezóBud.

−¡Cállate,Bud!−dijoBette,riéndoseentredientes−.EstoyseguradequelosBrandeishanvoladoenunaviónprivado.

−Puessiesoesloquecrees,teequivocas−dije.BetteyBudserierontanagustoquesepodríapensarqueJoanRivers,la

reinadelacomedia,mehabíadejadoesafraseensutestamento.Las carcajadas cesaron, pero nuestros antiguos amigos no dejaron de

sonreír.Larabiayelcinismodelqueamboshabíanhechogalaconrespectoala Tienda parecían haberse esfumado por completo. Ahí estaban, con subonita ropay los rostros risueños, felices con sus trabajosy felices con susvidas.

Apuramoslascopas.Les pregunté cómo habían sabido que Megan y yo estábamos en San

Francisco.−Vamos,chicos,yasabéisqueenlaTiendatodoslosabentodoacercade

todos−respondióBud,quitándoleimportanciaalasunto.−Espartedesuencanto−dijoMegan.−Sí,unagranpartedesuencanto−añadí.CreoqueniBetteniBudsabíanacienciaciertasiestabasiendosarcástico

ono.Estuvimoshablandounratosobrelosniños,sobresunuevacasa,sobreel

cortedepelodeBette…,hastaquellegóelmomentodedespedirnos.Nos levantamos y todos dijimos que había sido genial volver a verse.

Parecía que hubiéramos regresado a los viejos tiempos. Bette y Megan seabrazaron.BudabrazóaMegan.Yentonces,antesdequecadaunotomarasucamino,Budsevolvióhaciamíytambiénmediouninesperadoabrazo.

−No lo olvides −me susurró al oído−. Nunca sabrás si puedes fiarterealmentedenosotros.

www.lectulandia.com-Página127

CAPÍTULO38

MEGANYYOVIMOScómosealejabanBetteyBudyluegonossentamosenelvestíbulodelhotel.Alcabodeunosminutos,dije:

−Lo siento, cariño. Voy a comportarme mejor; sabré controlarme.−Luego, abriendo y cerrando comillas con los dedos, añadí−:Me ceñiré al«programa».

Meganasintió.Lanochesenoshabíaechadoencima.Eranlasocho,yestabahambriento.−¿Teapetececenaralgo?Nohemoscomidonadadesdeeldesayuno.−Claro−dijoMegan.No fue un «claro» rotundo, pero en cualquier caso era una respuesta

afirmativa.−¿DeberíamosmandarleunSMSaSamporsiquiereunirseanosotros?

−pregunté.−No−dijoMegan−.Estanochedebeasistiraunaimportantereuniónde

pecesgordos.Cenaremossolos.Trashaberpedidoconsejoalrecepcionista,nosdirigimoshaciaelsur,al

NobHillCafé.−Estácercaylospreciossonrazonables−noshabíadicho.−Estáclaroquelehanhabladodenosotros−lerespondí.−Sí, así es −dijo el recepcionista, y me di cuenta de que no estaba

bromeando.HacíaesefríoquetodoelmundodicequeespropiodeSanFrancisco,por

loqueaceleramoselpaso.Todoeranormal:habíaturistas,lugareños,genteconmascarillas,drones

sobrevolando el cielo y, por supuesto, nuestro dron personal siguiendonuestrospasos.Laconstantevigilancia,queamímeponíafurioso,noparecíaimportaraMegan.

www.lectulandia.com-Página128

Cuandoelsemáforoenverdeempezóacambiararojo,dije:−Vamos.Nosdatiempoacruzar.−No−dijoMegan−.Odioquecrucesenrojo.−Vamos.Tengofrío.Empezamosacruzarlacalle.Eldronnossiguió,bajóenpicadoyestuvo

apuntodegolpearnos.Inmediatamente se escuchó el sonido de un claxon. Vimos un enorme

todoterreno,unChevyTahoe,aunospocosmetrosdedistancia.Conseguimosdetenernosdegolpeyesquivarlo.Peroeldron,quevolabamuybajo,notuvotantasuerteyseestrellócontrael ladodelconductordelvehículo.Elgolpefue ensordecedor, y el choque horrible. El Tahoe se desmenuzó,convirtiéndose en un amasijo de acero.A los pocos segundos empezaron asurgirllamasdelcapódelcoche.Unamultitudseapiñóentornoallugardelaccidente,mientrasotroshuíandelfuego.LasllamasenvolvieronalinstanteelrestodelTahoe.Eldron,destrozado,estabaatrapadoenlaparteposteriordelcoche,aplastadocontralosrostrosdesfiguradosyensangrentadosdedosniñospequeños,quienes,juntoalosquedebíandesersuspadres,sentadosenlapartedelantera,ardíancomolaleñadeunachimenea,comosiloshubieranrociadocongasolina,yentonces…,¡boom!,fueronpastodelasllamas.

Megan, yo y cuatro personasmás intentamos sacar a los ocupantes delcoche, pero el calor era insoportable. Estaba claro que era demasiado tardeparapoderayudarlos.

Alolejosoímossirenasyelsonidodelascampanasquesolíanllevarlosantiguoscochesdebomberos.Mientrascontemplábamoslaescenanosdimoscuenta, horrorizados, de que había otro niño en la última fila de asientos.Tambiénestabaenllamas.

Llegó un coche del departamento de policía de San Francisco con tresagentesyacontinuaciónoímosuninsistenteeimplacablepitidoqueveníadearriba.Al cabodeunminuto, dosgigantescosdronesdescendieronhasta ellugardelaccidente; estabandotadosen subasede sendaspinzasmecánicasqueseextendieronhastaelincendio.Unodelosdronesagarróconlaspinzaslapartedelanteradeltodoterrenoyelotrorealizóunamaniobraidénticaconla parte posterior. Juntos, izaron el vehículo, incluido nuestro dron privado−unapartedeaquellahorripilanteesculturadeacero−,haciaeloscurocielo.Parecían ejecutar una extraña danza mecánica mientras el todoterreno enllamaseralevantado,cadavezamásaltura.Desdelejosparecíauntrozodecarbónvolantequeseibaconsumiendolentamente.

www.lectulandia.com-Página129

La poca gente que quedaba en el lugar del accidente se quedómirandohastaqueeltodoterrenodesapareció.Lostresagentesdepolicíalesdijeronaloscuriososquesedispersaran.

Medirigíhaciaunodelospolicías.−He visto lo que ha ocurrido, agente. En cierto modo, me he visto

envueltoenelaccidente.Déjemequele…−dije.−Porfavor,señor,abandoneestelugar.−Jacob,teloruego.Vámonos−gritóMegan.−Pero…Derepenteseoyóeseirritantesonido−bip,bip,bip−deuncamióndando

marchaatrás.Efectivamente,elsonidoproveníadedoscamiones,aunquenoestaban dandomarcha atrás, sino que avanzabanmuy despacio porMasonStreet.Cadaunodeellosparecíaelfrutodeunmatrimoniomuyprogresistaentre un camión de basura y un elegante autobús de lujo. En la partedelantera, amodode enormes espátulas, teníandospesadaspalas de acero.Recogieron los escombros −trozos de metal, equipaje quemado, una bolsatérmica de Coca-Cola− y luego los levantaron para echarlos en unoscontenedoresqueestabanfijadosenlosladosdeambosvehículos.

Todohabíaterminado.Findelahistoria.La gente se dispersó. La calle estaba limpia. Los camiones se alejaron.

Cincopersonashabíanmuertodeunaformabrutal,yaunasíeracomosinadahubieseocurrido.

−Tengolasensacióndehaberentradoysalidodeunapesadilla−ledijeaMegan.

−Creohaberlesdichoquesedispersaran−gritóunpolicíadesdelejos.Habíamosperdidoelapetito.Volvimosalhotel.Otrodron,quesustituía

alanterior,seencargódeseguirnos.−Nohantardadonadaenvolver−dijoelrecepcionista.Nolecontestamos.Una vez en la habitación, conectamos nuestros portátiles. ¿Sitios webs

locales? Nada. ¿Sitios webs nacionales? Nada. ¿AOL? ¿CNN? Nada.Encendimoslatelevisión.¿Lasnoticias?Nada.

A la mañana siguiente nos dejaron el San Francisco Chronicle en lapuertadelahabitación.¿Lasecciónlocal?Nada.

Nada.Nada.Nada.Comosielaccidentejamáshubieseocurrido.

www.lectulandia.com-Página130

CAPÍTULO39

−NOHEOÍDONADA−dijoSam.Megan, Sam y yo nos dirigíamos al aeropuerto de San Francisco. El

taxistaapenashabíatenidotiempodecerrarelmaleterocuandolepreguntéaSamsihabíaoídoalgosobreelaccidentedel todoterrenoocurrido lanocheanterior.Nosabíanada.

−Esincreíble−dije.Entonoamableperofirme,Meganmostrósudesacuerdo.−Vamos,Jacob.Fuehorrible,escierto,peronoesunanoticiadeungran

interés.Aver,nofueel11deseptiembre−dijo.MeofendióqueSamreaccionaraconunarisotadaaaquelcomentariode

mal gusto que nunca me habría esperado de Megan. Las máquinas defacturaciónexpidieronnuestrosbilletes.Miréelmíoyleí«embarquerápido».Dedujeque todos iríamosalmostradordeembarque rápido,peroalparecereraelúnicodelostresquedisfrutabadeeseprivilegio.

−¡Vaya,eresespecial!−dijoSam,soltandootrarisotada.Medirigíhacialazonadeembarquerápidodespidiéndomeenuntono−lo

reconozco−unpocopetulante.−Nosvemosenlapuerta−ledijeaMeganyasujefe.Labuenasuertepasóasermalaencuestióndecincosegundos.Encuanto

lemostrélatarjetadeembarquealguardia,mepidióquemehicieraaunladoy que lo acompañara al «mostrador». El mostrador resultó ser una mesaplegabledemuymalacalidadcolocadadelantedeunapuertademetalenlaque había un cartel que rezaba «seguridad: solo personal autorizado». Unamujerdemedianaedadvestidaconunodeesosuniformesquerecuerdanalosuniformesdelapolicíamesonrióydijo:

−¿Ha estado usted en San Francisco por negocios o por placer, señorBrandeis?

www.lectulandia.com-Página131

−Eh…,porambosmotivos.−¿Dequénegociosetrataba?−mepreguntólamujer.−TrabajoenlaTienda.Celebrabansuconvenciónanual.La mujer pulsó algunas teclas de su ordenador y, tras desplazar hacia

abajovariaspáginas,dijo:−Noapareceustedenlalistadelaconvención.HayunaseñoraBrandeis

en…−Esmimujer−dije.LevantélosojosyviaSamyaMegan,queyahabíanpasadoelcontrolde

seguridad «normal»; yo, sin embargo, estaba atascado en el «rápido».Entonces,laguardiadeseguridadseñalóaotroagente,quesosteníaunavaradetectorademetales.

−Si no le importa, señor Brandeis, ese agente le hará un controlelectrónico.

Porsupuestoqueme importaba,peronoeraelmomentodemontarunaescena.

Elcontroldeldetectordemetalesdurómenosdequincesegundos.−Todobien,señorBrandeis−dijolamujer−.Ahoradebemoscontinuarel

controlenprivado.Eseagentedeseguridadloacompañaráaunasalaquehayalotroladodeesapuerta.

−¿Cómodice?¿Meestátomandoelpelo?−dije.−No,señor,enabsoluto.Esunprocedimientohabitual,porsuseguridady

ladelrestodelagente.Esapuerta,laqueestádetrásdemí.−Pero¿porqué?−Eselprocedimiento,señor.Siquiereembarcar,leruegoquecolabore.−Pero¿porqué?−Porfavor,señor−dijolamujer.Sinembargo,elotroagenteyahabíaabiertolapuertadeseguridad.Antes

de cruzarla eché un vistazo a la zona donde había visto aMegan y a Sam.Tardéunossegundosendarconellos.Samestabahablandoporelmóvil,yMegantambién.

Elagentequemanteníalapuertaabiertahablóporprimeravez.−Estamosempezandoaperderlapaciencia,señor.Sígame,porfavor.

www.lectulandia.com-Página132

CAPÍTULO40

JADEANTE, EMPAPADO EN SUDOR y con la boca seca: ese era yo, el últimopasajeroenembarcarenelvuelo5217deUnitedAirlinesdeSanFranciscoaOmaha.

Sujetaba la tarjetadeembarqueentre losdientes, el faldónde lacamisarevoloteabacomounaminifalda sobremispantalonesy rezabaparaquenomehubieseolvidadodevolverameterelordenadorportátilenelequipajedemanodespuésdeunregistroquehabíaduradoveinteminutos.

Me acerqué corriendo amis compañeros de viaje,Megan y Sam…, enprimeraclase.Paracolmodemales,ambosestabantomandochampán.

−Creíamos que habías perdido el vuelo, amigo −dijo Sam−. Estábamospreocupados.

No fui capaz de decir si estaba realmente preocupado o si simplementeintentabaquesuvozsonarapreocupada.

−¿Quéhapasado,Jacob?−mepreguntóMegan.Probablemente pensaba que había hecho algo que había provocado mi

retraso.−Estamosapuntodedespegar,señor.Porfavor,ocupesusiento−dijouna

auxiliardevueloqueestabadetrásdemí.−Sí,señora−respondí.Supongoquemeestabaacostumbrandoaobedecerórdenes.−NoshanpasadoaMeganyamíaprimeraclase−dijoSam−.Peronos

cambiaremos los asientos. Tú te quedas aquí, con tu mujer; a mí no meimportasentarmeenturista.

Antes de que pudiera oponerme a aquel generoso gesto, Sam cogiómitarjetadeembarqueycruzó lascortinasparapasaraocuparmiasiento.MesentéalladodeMeganyambosguardamossilenciomientrasproyectabanelvídeoconlasinstruccionesdeseguridad.

www.lectulandia.com-Página133

Unos segundos después de escuchar la frase «… y esperamos quedisfrutendelvuelo»,Meganrompióelsilencio.

−Estabapreocupadaporti,Jacob−dijo−.YSamtambién.−Bueno,nocreoqueestuvierasmuypreocupada.Osvialosdoshablando

porelmóvil−dije,reaccionandocomounniñodeseisaños.−Pensamos que habías ido al baño o a comprar un sándwich o lo que

fuera.¡Oh,Jacob!−dijo,conunamiradallenadepreocupaciónyposándomeuna mano en el hombro y la otra en el brazo−. Me siento fatal. ¿Qué haocurrido?

Estabaapuntodecontárselocuandoseescuchóunavoza travésde losaltavoces.

−Les habla el comandante, Brian Heller. Antes de despegar debemosefectuarunúltimocontroldeequipajesquenodeberíarequerirmásqueunosminutos.LuegopondremosrumboalabellaOmaha,dondelatemperaturaesde…diecisietegradoscentígrados.Graciasporsupaciencia.

Casi de inmediato, una pareja de auxiliares de vuelo se acercó a miasiento.

−¿ElseñorBrandeis?−mepreguntóelhombre.−Sí,soyyo.−Creoqueestenoeselasientoquelehasidoasignado.Intuímáscomplicaciones.−Bueno,unamigomehacedidoelsuyo…−Sí−dijo lamujer−.Nohayproblema, señorBrandeis.Sinembargo, el

comandante…Hubounapausa.Entoncescontinuóelhombre.−Alcomandante legustaríaexaminar suequipajedemano, señor.¿Esta

mochilaeselúnicoequipajequehasubidoabordo?−mepreguntómientraslevantabalamochilaqueteníasobreelregazo.

−Sí, pero ¿porquénecesita el comandante…?En fin, es la primeravezquemeocurreesto.

−Porfavor,señor−dijoelauxiliar.−Por favor, Jacob, haz lo que te dicen.Estoy segura de queno es nada

−dijoMegan.Losdosauxiliaresdevuelocogieronlamochilaylallevaronalacabina

demando,cuyapuertaestabaabierta.−Voy a ver qué pasa −le dije a Megan, y empecé a desabrocharme el

cinturóndeseguridad.−Quédateaquí−dijoMegan.

www.lectulandia.com-Página134

Lodijoentonofirme.Parecíaestarincreíblementetranquila.Unosminutosdespués,elauxiliardevuelovolvióconmimochila.−Graciasporsucolaboración,señor.Todoenorden−dijo.−¿Quéestabanbuscando?−lepregunté,conundejedeimpaciencia.−Hasidounameraprecaución,señor.Gracias.¿Puedoservirleunpocode

champánounzumodenaranjareciénexprimidocuandohayamosalcanzadolavelocidaddecrucero?

−No,gracias−contesté.−Auxiliares de vuelo, prepárense para el despegue −dijo la voz del

comandanteHeller.Elaviónempezóarodarporlapistaydespegó.−Cuéntamequépasóenelcontrolrápido−dijoMegan.−TúySamlovisteis−empecé.−No,nolovimos.Nosabíamosquealgoibamal.−Vale,vale−dije−.Mesacarondelacola,mellevaronaunahabitacióny

dos tipos me registraron. Fue…, ¡olvídalo! Los detalles son más bienrepugnantes.

−¿Repugnantes?¿Quépasó?−Tuvequequedarmeenropainterior.Estabaallí,prácticamentedesnudo,

mientrasmepasabaneldetectordemetales…portodaspartes:lasorejas,elcuello,lasaxilas,laentrepierna…Aquellostiposllevabanguantesdegoma,yunodeellosmepusolamanoen…

Hiceunapausa.Poralgunarazónsentíqueestabaapuntodeecharmeallorar.

−Oh,¡olvídalo!−dije−.Elrestoyapuedesimaginártelo.−¡Oh,Diosmío!−exclamóMegan−.Eshorrible.Nomeextrañaqueestés

tanalterado.Cerré losojosy losvolví a abrir unos cincominutosmás tarde.Megan

había sacado su ordenador portátil y estaba escribiendo frenéticamente.Cuandomirépor laventanillavialmenoscuarentadronesvolando juntoalavión. Parecían una bandada de enormes pájaros negros y grisesmigrandohaciaelsurporqueseacercabaelinvierno.

−¡Joder!−exclamé.−¿Quépasa?−preguntóMegan.−Ahífuerahayunmillóndedrones.Meganmiróporlaventanilladuranteunossegundos.−¡Jacob,porfavor!Estánhaciendoentregas.

www.lectulandia.com-Página135

Guardésilenciounosinstantes.LuegomevolvíymiréaMeganalosojos,caraacara.

−Creesqueestoyloco,¿verdad?−ledije.Hubosolounabrevepausa,peroamímeparecióquehabíatranscurrido

unahora.−No.Nocreoqueestésloco.Creoqueestásagotado.−Perolosdrones…−Vamos,Jacob.Yatehedichoquesoloestánhaciendoentregas.Nohay

nadaporloquepreocuparse.

www.lectulandia.com-Página136

CAPÍTULO41

MALETAS, MALETINES de ordenadores portátiles, equipaje de mano, bolsas.Megan y yo llegamos por la noche y entramos en la cocina por la puertatrasera.EstábamosdenuevoenlaviejayqueridaNewBurg.

Vale,LindsayyAlexhabíansuperado laetapaenquepodríanhabernosrecibidogritando«¡Eh!¡Mamáypapáestánencasa!»cuandoregresábamosdeunviaje.Perolomenosquehubieranpodidohacererabajarydecirhola.Sinembargo,elsaludodebienvenidafueungritodeAlexprocedentedesuhabitación.

−¿Quiéndemoniosestáahíabajo?−¡Nosotros!−gritóMegan.−Ah,hola−respondióAlex.Meacerquéalpiedelaescalera.−¿Dóndeestátuhermana?−¿Yyoquésé?−gritóAlex.Meprometíquenoibaaenfadarme.−Estoyaquíarriba−dijoLindsay.Niun«hola»,niun«bienvenidos»,solo«estoyaquíarriba».Alcuernoconlapromesadenoenfadarme.Megansereunióconmigoenelvestíbulo.−Chicos,¿nopodríaisbajarasaludar?−gritó.−Solotardounosminutos−respondióAlex.LarespuestadeLindsayfueinclusopeor:−Nopuedo.Estoyocupada.Megansacudió lacabezaysedirigióa lacocina,peroyosolomemoví

parasentarmeenelprimerpeldañodelaescalera.Intentésecarmeelsudordela cara con lasmanos, pero elmétodo no fue especialmente eficaz. Luego

www.lectulandia.com-Página137

hundímihúmedorostroenmishúmedasmanos.Volvíasentir lasganasdeecharmeallorarquehabíatenidoenelavión.

Unasensacióndeconfusión.Unaespeciedetristezamezcladaconrabia.La impaciencia de Megan. La transformación de Bette y Bud en carassonrientes. El accidente del todoterreno. Los drones sobrevolando cadapedazodecieloquehabíasobremicabeza.

Mepusedepie,subíhastaeltercerescalónygrité.−Bajadinmediatamente.¡Ahoramismo!¿Meoís?Ya.Nopodíadejardegritarnidetenerlaspalabrasquemibocaescupíacon

ferocidad.−¿Meoís?¿Estáissordos?¡Osdigoquebajéisahoramismo!Finalmente,mishijossedejaronver.Parecíanconfusos.Metemblabanlosbrazosylasmanos.Teníaunnudoenelestómago.Me

dolíanlaspiernasylacabeza.Megantambiénseacercó.−¿Quépasa,Jacob?−¿Que qué pasa? −bramé−. Pues que nuestros hijos ni siquiera son

capacesdebajarasaludarnos,esoesloquepasa.Silenciosepulcral.−¿Cuáleselproblema?−dijoAlex.Sinembargo,nomequedabanfuerzasparacontinuarconmiarrebato.−¿Quétepasa,papá?−mepreguntóLindsay.Respondícontranquilidad.−Noimporta.Seguidconloqueestuvieraishaciendo.Ambosmemiraronconrecelo.Luegosedieronlavueltayregresaronal

pisodearriba.MiréaMegan.−Tengomiedodequeestemosperdiendoanuestroshijos−dije.−Yyotengomiedodequeteestemosperdiendoati−respondióMegan.Pensaba que había acabado con toda mi rabia y mi energía, pero de

repente sentí que las estaba recobrando. Mis extremidades recuperaron latensiónyteníalacabezaapuntodeestallar.

−Megan−dije−.Voyasubirparatrabajarenellibro.−¿Yquéhaydelequipaje,lacena,loscorreoselectrónicosy…?−empezó.Lainterrumpí.−¡No!Ahora no.Déjame en paz.Voy a subir para trabajar en el libro.

Estoyfresco.Quierotrabajarahora.

www.lectulandia.com-Página138

Cogíelmaletínconelordenadorportátilyempecéasubirlasescalerasdedosendosy luegode tresen tres.Cuandomedetuve frentea lapuertadelestudio, escuché enmi cabeza el grito típico de un árbitro de béisbol: «¡Asalvoyencasa!».

www.lectulandia.com-Página139

CAPÍTULO42

ABRÍLAPUERTADELESTUDIOcontantaenergíaqueunadelasbisagrassesalió.El calor que hacía en el estudio era sofocante, pero a decir verdadme

encantaba.Megustabaquemeardieranlosojosytenerelcuerpoempapadoen sudor. Me quité la camiseta como un luchador que llega tarde a uncombateylauséparasecarmeelsudordelacara,elpeloyelcuello.

Extendíenelsuelocubiertodepolvomisnotas,garabateadasentrozosdepapelyenelreversodealgunossobres.Larabiaquesentíaenmiinteriorsehabíatransformadoenunaenergíacasiincontrolable.

Eché un rápido vistazo a las notas que tenía enmi ordenador, pasandotemasyhechosimportantesafichasqueañadíaunapilacadavezmásalta.Cuando la punta del lápiz se agotaba o se rompía, cogía otro y seguíaescribiendo.Mimanono era lo bastante rápida para seguir el ritmodemispensamientos.

Aunque no lo tenía muy claro, creo que mi plan era avanzar todo loposible antes de queMegan se presentara para decirme que lo que estabahaciendoeraunerror.Faltabanpocashorasparaempezarunanuevajornadaen la que debería cargar litros de zumo de manzana y cajas de hornosmicroondasydetijerasparapodar…

Yentoncestuveunaideaquesabíaqueeragenial.YtambiénsabíaquesiMeganhubieraestadoallínolehabríaparecidotangenial.

Empezaríaaescribirel libro.Lasnotaspodíanesperar.Deacuerdo,aúnhabíamuchoqueinvestigar,muchostemasqueexaminar,muchasfichasquearchivarencajasdezapatos,perofinalmentecomprendíelsentidodelafrase«¡Pensabaquemeibaaestallarlacabeza!».

Empecéateclear.

¿Quiéncreórealmenteelinfierno?AlgunosdicenquefueDiosyotrosquefueeldiabloenpersona.PerosialguienhapasadountiempoenNewBurg,Nebraska,nohabrátardado

www.lectulandia.com-Página140

demasiadoendescubrirquenolocrearonniDiosnieldiablo.LohizounaempresallamadalaTienda.

Seguí aporreando el teclado durantemedia hora, puede quemás.No lorecuerdo.SolomedetuvecuandooíqueMeganabríalapuertayentrabaenelestudio.

−Jacob,estoesunhorno.Conectaelaireacondicionado−dijo.−Loharé−dije.Peroseguítecleando.−¿Quéestáshaciendo?Estástecleandocomounloco−dijoMegan.−Estoyhaciendoloquetedijequeharía:trabajarennuestroproyecto.−Notienesporquéserdesagradable.Jacob,estásempapado.Pareceque

hubierasestadonadando.Mehabríagustadodecirle«¡Cállate,malditasea!Estoypensando»,pero

simplementelaignoréyseguíescribiendo.Finalmentemedetuve.Medetuvesin más. Era un coche de carreras que de repente se había quedado sincombustible.Dejécaerlacabezasobreelpechoempapado.Estabajadeando.

Meganparecíapreocupada.Mepasólamanoporlaespaldadesnudaysesentóenlasillaquehabíajuntoalamía.

−¿Teencuentrasbien?−mepreguntó.−Enciertosentido,sí−contesté.−¿Enciertosentido?¿Quésignificaeso?−Noestoyseguro.Meganabriósuordenadorportátilyyoconseguírecuperarlacompostura

y las fuerzaspara revisarmicorreoelectrónico.Mequedémirando la largalistademensajesquesehabíanacumuladodesdelaúltimavezquelohabíahechoaquellamañanaenSanFrancisco.Misojosseposarondeinmediatoenelcorreoelectrónicocuyoasuntoestabaescritoengrandesletrasmayúsculasdecolorrojo:urgenteadministraciónlatienda,sf,ca.

Loabrí.

ApreciadoJacobBrandeis:

Lamentamos comunicarle que ya no será necesaria su presencia en el centro dedistribucióndeNewBurg,Nebraska.

Sentimos informarle de ello con tan poca antelación, pero las circunstancias nos hanimpedidohacerloantes.

Siguiendonuestraactualfilosofía−Nohayproblema−,prontonospondremosencontactoconustedparainformarlesobresufuturoenlaTienda.

Elcorreoelectróniconoteníafirma.−¡Joder!−exclamé,envozbaja.

www.lectulandia.com-Página141

−¿Quépasa?−preguntóMegan.−¡Joder!−repetí.−¿Quéocurre,Jacob?−Creoqueacabodeperdermiempleo.

www.lectulandia.com-Página142

CAPÍTULO43

APARTIRDEAQUELMOMENTO,todocambió.Megan y yo seguíamos levantándonos temprano todos los días, pero

mientras ella se iba a trabajar como supervisora a la Tienda, yo subía anuestroestudioparadedicarmeallibro.

Convertí su escritura en mi trabajo, y descubrí que me encantaba. Mealimentabalarepulsiónquemeprovocabamiantiguaempresa,ysobretodoel hecho de haber sido despedido sin el más mínimo respeto. Así pues,trabajarenel libroeracasicomounadroga.Mientrasaporreabalasteclasyreordenaba constantemente las fichas, el corazónme latía a toda velocidad.Cuando llamaba a informantes que creía que podían ayudarme −antiguosempleados de la Tienda, antiguos proveedores, un juez retirado de Denverpara quien Thomas P. Owens había trabajado durante un breve período detiempo− era rápido, estaba tranquilo y solo me mostraba ligeramenteagresivo.CreíaestartrabajandoennombredeDios.Y,salvocuandoteníaqueir al bañoomordisqueabaun trozode queso comoun ratón satisfecho,mepasabaeldíasentadoantemiescritorio.

Era feliz conmi trabajo no remunerado como freelance, pero no lo eraconmifamiliaylavidaquellevabaconella.

Ningunodelostressecansabaderecordarmequeyamehabíanadvertidosobremicomportamiento.Esosí,noeranmaliciososcuandoel temasalíaacolación,perodebodecirqueseplanteabacondemasiadafrecuencia.

−¿Cuántasvecestedijequetecalmarasyquesiguieraselprograma?−medecíaMegan.

YAlextambiénmetíabaza:−Teloadvertí,papá.Teadvertíquetendríasproblemas.YMeganagregaba:

www.lectulandia.com-Página143

−Sí,inclusoloschicosloveían.Primerolosobligamosacambiardevidaaquí,enmediodelanada,ycuandomilagrosamenteconsiguieronadaptarse,cuandoinclusoestohabíaempezadoagustarles…

−Nosencanta−lacorregíaLindsay.−Cuandohabíaempezadoaencantarles−continuabaMegan−,túnofuiste

capazdeadaptarte.Tuvistequeecharlotodoaperder.Teníamosestaconversación,conalgunasvariantes,casitodaslasnoches

ysobretodolosfinesdesemana.Sidiscutía,siprotestaba,aellosnoparecíaimportarles.Esmás,discutían

en vozmás alta y conmás vehemencia que yo.El estribillo siempre era elmismo:«¿Porquénovuelvesalestudioparatrabajarentulibro?».

Enmásdeunaocasión, al principiodemi«retiro», habíapillado amishijosgrabándomeenvídeo.Estabaenelestudio,completamenteabsortoenelmanuscrito,ymedetenía, conscientedequehabíaalguienen lahabitación.EntoncesmedabalavueltayveíaaLindsayyaAlexgrabándome.

−¿Porqué?¿Porqué?−lesgritaba.Medabanrespuestasentrevagasycreíbles.−Esparaunproyectosobrenuestravidafamiliar.−Hay una actualización para este dispositivo de pantalla plana. Solo lo

estabaprobando.−Alex y yo estamos haciendo esto para un álbum en formato vídeo.

Llegaráundíaenquetúyanoestarás,yasabes.−¡Basta!−gritabayo−.Basta,porfavor.Ellosmirabanhaciaarriba, impacientes.Medecíanqueme«relajara»,y

Megansolíadecirmemásomenoslomismo.−Noestánhaciendonadamalo,porelamordeDios.Al final casi me acostumbré a ello. Evidentemente, sabía que no debía

renunciar a mi autoridad y que debía insistir en que lo dejaran. Deberíahaberlesquitadoaqueldispositivo.Deberíahabergritadomásqueellos.Sinembargo,deboadmitirqueloúnicoquemeimportabaeraellibro.

Cuantomásmecabreaba,mástrabajaba.Ygraciasaesarabiosaenergía,el libroestabaavanzandomuydeprisa.Avanzó inclusomásdeprisa cuandoempecélasegundaparte,ladelostestigosoculares,basadasobretodoenmisllamadas telefónicas, en correos electrónicos, cartas y, por supuesto, mipropiaexperiencia.

El «traslado» de Bette y Bud. La barbacoa de Bette y Bud. Laincomparecencia del fundador de la Tienda en la convención de SanFrancisco.Elcontroldeseguridadespecialdelaeropuerto.

www.lectulandia.com-Página144

Estaba lleno de energía, y comoMegan solía estar cansada debido a sutrabajo como supervisora, yo me convertí en el autor del libro a tiempocompletoyellaeneditoraatiempoparcial.

Normalmente solía trabajar en el manuscrito hasta las dos de lamadrugada. Luegome aseguraba de guardarmi trabajo en unpen drive decolorrojo.Unavezhabíaconfirmadoquesehabíaguardadotodo,sacabaelpen drive, que siempre llevaba conmigo. Así, nunca lo perdía de vista. Elarchivosellamaba2020.Algúndíaimprimiríasucontenido,algoqueenmicabezahabíatituladoLaguerradelaTienda.

Saber que elmanuscrito estaba a salvo y que avanzabame hacía sentirmás tranquilo de lo que jamás habría imaginado. No me enfadaba por lasconstantes críticas de mi familia por haber «perdido la cabeza» y por «noseguirelprograma».Nomeenfadabacuandomishijosgrababanenvídeomismomentos más rutinarios. Ni siquiera me enfadaba cuando Megan abríasigilosamentelapuertadelbañoymegrababamientrasmesecabadespuésdedarmeunaducha.

Loúnicoquerealmentemeimportabaeraellibro.

www.lectulandia.com-Página145

CAPÍTULO44

FALDA DE TERNERA con salsa agridulce de cebolla y tomate.Un auténtico ydeliciosopurédepatatas.Guisantessalteadoscontrocitosdejamón.

Deberíahabersidounacenaperfecta.−Escuchadme un momento −dije−. Si queréis que cene con vosotros,

guardadcualquierdispositivoquepuedagrabar,¿deacuerdo?−Deacuerdo−dijoLindsay.−Noteheoído,Alex−dije.−Deacuerdo−dijo.Vale,estabaenfadado,peromehabíacontestado.−¿Megan?¿Ytúqué?−¿Quieres que preste juramento? −dijo, en un tono solo ligeramente

irritado.−Sí,señora.−¿Estásloco?−medijo.−Esposible−lerespondí,sonriendo.−¡Oh,porDios!−exclamóMegan.Luegocogióaire,loexpulsóy,conun

hilo de voz, dijo−:De acuerdo. −Hizo una pausa y, de nuevo en vozmuybaja,añadió−:Sí,estásloco.

Empezamosacenar.−Noquierovino−dije−.Tengoquetrabajar.Alex le pidió a Lindsay que le pasara el «estofado» y ella lo corrigió

diciéndole que era falda de ternera. Megan les dijo que no empezaran adiscutir.

Cuandoestabaapuntodecomermeelprimerbocadodepurédepatatas,Lindsaymepreguntó:

−¿Cómovaellibro?−Comositeimportara−lerespondí.

www.lectulandia.com-Página146

¿Porquéhabía tantovenenoy sarcasmoenmi tonodevoz?Amenudosolía bromear con los chicos (y conMegan), provocándolos pero sinmalaintención,perotodosloslibrossobrecómoeducaraloshijosadvertíancontralairayelsarcasmo.

−Jacob−dijoMegan−.Lindsay te ha hecho una pregunta perfectamentelógica.

Peroyonopodíaparar.−Sí,túcreesqueeslógica,peroyoséquenoloes.AlexfijólosojosensuplatoyLindsaytomóunlargotragodeagua.−Milibro,milibro,milibro−dije,sacudiendolacabeza.¿Quédemoniosmeestabaocurriendo?−Quizáspasasdemasiadotiempotrabajandoentulibro,tulibro,tulibro

−dijoAlex.Lomiréconlosojosmuyabiertosyllenosderabia.−Telohemosdicho.Lostres.Dejaellibroya.Entonces,agritos,conuntonodevozirritado,Lindsaydijo:−¡Noloentiendes!Yyo,enuntonosuaveperosiniestro,lerespondí:−Oh…,enesoestáismuyequivocados…Loentiendomuybien.Entiendo

quemilibrotratasobreunapoderosaymaléficamáquina…−Nuestrolibro−mecorrigióMegan.Entoncesmecabreédeverdad.−No,Megan,esmilibro.Túytushijosnohabéishechonadasalvotratar

dedetenerme.Puesbien, tengonoticiasparavosotros: novoyadejarlo.SémuybienquelaTiendaesunamáquinamuypoderosa.Nadielosabemejorqueyo.Nadielahaestudiadotandecerca.

Melevanté,sintiéndometaninspiradocomoelreyArturodirigiéndosealoscaballerosdelaMesaRedondaycomoCristoenlaÚltimaCena.

Y,porprimeravez,medicuentadequeMeganyloschicospodíanestarenlocierto:estabaloco.

−Sí, irán a por mí. Como soldados, como los nazis, se presentarán enplenanoche.Mellevaránconellosytambiénsellevaránellibro.

No era capaz de estructurar mis pensamientos. Vomitaba las ideas amedidaquesemeocurrían.

−Sabenloqueestoyhaciendo.Losabentodo.LaTiendaesmáspoderosaquenadieyquecualquiercosa.Nadiepuedeescapardeella…,sobretodoundonnadiecomoyo.Lascámarasdevigilancia.Losdispositivosparagrabar.Los espías en el trabajo. Los espías en los hoteles de San Francisco. Los

www.lectulandia.com-Página147

drones.Los vecinos que no son realmente vecinos.Los amigos que no sonrealmenteamigos.Lafamiliaque…

Tuvequedejardehablar.Alexaúnmanteníalosojosfijosensuplato.Elvasodeaguatemblabaen

lamanodeLindsay.Meganteníalosojosllorosos.−No estoy preparado para su llegada. Nadie puede estarlo. Pero seré

fuerte. La investigación seguirá adelante. Pueden robarmemi libro. Puedenquemarlo. Pero la verdad saldrá a la luz. Los tres estáis equivocados. Mesuplicáis que lo deje. Me lo imploráis. Pero los tres estáis totalmenteequivocados. Totalmente. Lo que no entendéis es esto: «¡Lo entiendomuybien!».

www.lectulandia.com-Página148

CAPÍTULO45

−¡LARGODEMIPROPIEDAD!−grité.−Brandeis, estamos aquí para hacer cumplir un requerimiento de la

autoridad local y estatal −dijo uno de los dos hombres que golpeaban lapuertaconelpuño.

−Hedichoqueselarguendemipropiedad.Eranlastresdelatardedeunsábadofríoynublado,yelhechodequemi

familiayyoapenasnosdirigiéramoslapalabranoayudabaahacereldíamásagradable.

−Brandeis,déjenosentrarotendremosqueusarlafuerza−dijoelmismotipo.

Ambos hombres vestían trajes grises de poca calidad. Uno de ellos eraalto, blanco y rubio, y el otro era alto, negro y calvo. Los dos eraninsultantemente atractivos y alarmantemente corpulentos. Me imaginé queningunodeelloseradeNewBurg,porquenosonreían.

−Déjalesentrar,Jacob−dijoMegan−.¿Porquésiempreestásprotestandoycausandoproblemas?

Respiré profundamente y empecé a abrir la puerta. En cuanto lo hubehecho, el tipo rubio pasó la mano a través de la abertura, me empujóviolentamentehaciaelsalónymecaíalsuelo.Eltipocalvososteníaunmazoconelquedestrozóelpomodelapuerta,queasíquedaríapermanentementeabierta.

−¿Qué significa…?−intentédecir, peroel tipocalvome interrumpiódeinmediato.

−¿ElseñorJacobBrandeis?−dijo,exactamenteigualcomomeimaginabaque lo habría hecho un sargento encargado del entrenamiento en uncampamentomilitar.

Quiselevantarme.

www.lectulandia.com-Página149

−Lehepreguntadoquésignifica…−insistí.Elsiguienteenhablarfueeltiporubio.−Conteste,señor.¿EsustedJacobBrandeis?Sutonoerainclusomáshostil.−Escuchen…−dije,intentandohablarunavezmás.−¿JacobBrandeis?Conteste,señor.¡Contesteahora!Megandecidióresponderpormí.−Sí,esJacobBrandeis−dijo,convozfríayfirme.−Suordenador,Brandeis−dijoelcalvo.−No−contesté.−Entréguenossuordenador,Brandeis.−Puedequenomehayaoído.−Suordenador,Brandeis−repitióelrubio.Entonces,comohabríahechounniño,dije:−Nopuedenobligarme.Estabanervioso,y,evidentemente,mesentíacomounniñolloricadeseis

añosdelantedemifamilia.−Estáenelestudioquehayeneldesván−dijoLindsay.Aligualqueladesumadre,lavozdemihijasonótranquilaperofirme.−No pueden irrumpir así enmi casa y pretender que les entreguemis

cosas.−Síquepueden,Jacob−dijoMegan.En esemomento, el tipo rubiome agarró por los brazos y, después de

habermelevantado,melanzódenuevoalsuelodelvestíbulo.Elcalvosubiólas escaleras de tres en tres. Su compañero lo siguió de inmediato. Melevanté,dispuestoaseguirlos.

−¡Detenedapapá!−gritóMegan.Paramisorpresa,Alexhizountorpeintentodelanzarmealsuelo.Subílas

escalerasy lleguéaldesváncuandounode los intrusosestabaenrollandoelcable de alimentación alrededor de mi ordenador portátil cerrado. El otroestabaocupadorecogiendohastalaúltimahojadepapel−pedazosdesobre,foliosimpresos,fichas−quehabíaencimademiescritorio.MedicuentadequeningunodelosdostiposhabíacogidoelordenadorportátildeMegan.

www.lectulandia.com-Página150

CAPÍTULO46

−¿TIENEMÁSDISPOSITIVOSelectrónicos,Brandeis?−mepreguntóeltipocalvo.Elsudorbrillabaensucabeza.

Melimitéamirarlo.−¿Lostiene?−repitió.−Sabetanbiencomoyoloquetengo−dije.−Echaremosunvistazo−dijo.Él y su compañero sacaron una bolsa de basura de sus respectivos

maletinesyvaciaronenellasloquehabíaenlaspapelerasytambiénlastrespilas de papeles sin clasificar que aún quedaban encima de mi escritorio.Luego quitaron varios tablones sueltos del techo inclinado del desván. Loúnico que encontraron fue una capa de amianto. Evidentemente, deseé quemurieranporhaberseexpuestotandecercaaesematerialtóxico.

Entonces,eltipocalvoyelrubiovieronunarcónsincandado.Abrieronlatapa, pero solo encontraron CD antiguos (Ludacris, ¿a alguien le suena?),libros viejos de la universidad (Middlemarch, un estudio de la vida enprovincias, ¿a alguien le suena?) y algunos dibujos que habían hecho mishijos cuando eran pequeños («Papá prepara unos raviolis geniales»).Examinaronelarcónpordentroenbuscadepanelessecretos.Parecíanestarbastante cabreados por no haber encontrado nada incriminatorio. Para mí,aunquepequeña,fueunasatisfacción.

Megan, Alex y Lindsay se asomaron a la puerta. Megan sacudióligeramente la cabeza. ¿Los chicos? No lo sé, no estoy seguro. ¿Estabancomplacidos?¿Tristes?¿Pensabanqueyoerapatético?¿Estúpido?Nosabríadecirlo,ylamentoreconocerqueapenasmeimportaba.

−Laoperaciónderegistroyrequisahaterminado,Brandeis−dijoel tiporubio.

www.lectulandia.com-Página151

−¿Registro y requisa? −dije−. ¿Así es como lo llaman? Esto es unaflagrante violación de todas las leyes americanas enmateria de privacidad.Pero, sinceramente, me importa una mierda. Es exactamente lo que meesperaba.

Echéunvistazoaldesván,insólitamentedespejado.Loshombresestabanjuntoasusrespectivasbolsasdebasura.Elcalvoleyóenvozaltaloquehabíaescritoenunatarjeta:

−JacobBrandeis, la ciudad deNewBurg, en el estado deNebraska, harequisadolegítimamente,conlaaprobacióndelaoficinadelDepartamentodeJusticiadeNebraska,elobjetoolosobjetosconsideradosderelevanciaparaelgobierno.Dichomateriallepodráserdevueltoonodespuésdehabersidoexaminado a fondo. −Tras hacer una pausa, el tipo calvo siguió leyendo−:¿Hacomprendidoladeclaraciónqueacabodeleerle?

−Porsupuesto−dije−.Yustedespuedenirsealinfierno.

www.lectulandia.com-Página152

CAPÍTULO47

ERANLASCINCOENPUNTOdelamañana.Melevantésinhacerruido.Meganparecíadormirprofundamente.Emitíalevessonidosporlanariz,a

mediocaminoentreun ronquidoyuna respiraciónpesada.Abrídespacio lapuerta de la habitación y salí, cerrándola detrás de mí. Luego, apoyébrevemente la oreja en la puerta de la habitación de Alex. Roncaba de lolindo. Luego hice lo mismo en la puerta de la habitación de Lindsay. Nopodíaestartotalmentesegurodequeestuvieradormida,peropordebajodelapuerta no se colaba ninguna luz. Estaba casi convencido de que mis trescompañerosdecasaestabandurmiendo.

Subí lasescalerashastamiexpoliadoestudioysaquédelbolsillode losvaqueros el pen drive rojo. Lo conecté al ordenador portátil de Megan ytecleé:

2020LaverdaderahistoriadelaTienda

deJacobBrandeis

Pulsé la tecla «guardar», desconecté el pen drive rojo y volví aguardármeloenelbolsillodelosvaqueros.

Habíaescondidomimochiladetrásdedospilasdeejemplaresatrasadosde la revista BusinessWeek. En su interior había una muda, un cepillo dedientes, dentífrico, un bloc de notas amarillo, un frasco de pastillas para elcolesterol,unabotellapequeñadeJackDaniel’symiiPad,enelquemehabíadescargadounoscuantosclásicosdelanovelaylasdosprimerastemporadasdeHouseofCards.

Estabalistoparairme.Cerrélapuertadelestudioybajélasescaleras.Alpasarpordelantedela

puertacerradadeunodelosdormitoriosoíunsusurro.

www.lectulandia.com-Página153

−Papá,¿adóndevas?EraLindsay.−Volverépronto.Notepreocupes−ledije.Elroncosusurrodemihijamesiguióescalerasabajo.−Estásloco−dijo.Soloyopudeoírmirespuesta.−Esodicen.

www.lectulandia.com-Página154

CAPÍTULO48

DEJÉ LA MOCHILA y un paquete de seis botellas de agua en el asiento delacompañante.Contodaslascámarascolgandodelosárbolesylossemáforos,nopodíasalircorriendo,perodigamosquerocéellímitedevelocidad.

¿Adóndeme dirigía?El único destino que seme ocurría era «cualquierlugarsalvoeste».Lejosde laabsurdidaddemifamiliaydeaquellaciudad.En el fondo también esperaba huir de mí mismo…, de mi miedo y miparanoiaobsesiva.

No tardé mucho en llegar a la Interestatal 80, la carretera que va deCalifornia a Nueva Jersey. No sabía si ir hacia el oeste o hacia el este. Yentonces me acordé de la instructora de esquí que había dado clases a loschicosdosañosatrás,cuandonosfuimosdevacacionesaVail.Noshabíamoshechomuy amigos; en opinión deMegan, demasiado amigos, aunque debodecirqueeraabsolutamentefalso.Podríallamarla.Seguramenteseacordaríademí.Peroluegoentréenrazónymedicuentadequenomerecordaría.

Evidentemente,BetteyBudnoeranunaopción,yconlapenosarealidadde tener que admitir que no tenía buenos amigos al oeste delMisisipi,medirigíhaciaelestepor la I-80.Almenos teníaunamigoenunsuburbiodeChicago,yestababastanteconvencidodeque teníaunprimonefrólogoquevivíaenSanLuis.

Aunque eran poco más de las cinco de la mañana, había muchísimotráfico. Mis deducciones: camiones que llevaban cerdos y vacas a losmataderos;bidones llenosdeaceitedemaíz, laespecialidaddeNebraska,ymotivadosjóvenesquesedirigíanaocuparsuscubículosenlaTienda.

Cuantomásmealejaba,mejormesentía.Ycuantomejormesentía,másconvencido estaba de que mi libro, 2020, iba a ser un gran éxito. «Elmomentoesrealmenteperfecto»,pensé,golpeandoelvolanteconlospuñoscuandoestaballegandoalasafuerasdeLincoln.

www.lectulandia.com-Página155

AlassietedelamañanaestabaapuntodecruzarlafronteradeIowa.Fueentonces cuando seme ocurrió lo que podría llamarsemodestamente comounaideabrillante:llamaríaaAnneGutman,mieditoradeWritersPlace.Sí,noshabíajodidorechazandoellibrosobremúsicaquehabíamosescritoMegyyo,perosabíaqueAnneteníafeenmí.Ytambiénsabíaquecomprenderíaelpotencialqueteníamimanuscrito.

Sí. 2020. La expresión «destinado al éxito» seguía zumbando en micabeza.«Destinadoaléxito»,como1984,deGeorgeOrwell.Habían tenidoquetranscurrirtreintayseisañosmásparaquesupesadillaculturalsehicierarealidad.

Sinembargo,2020reflejaríalarealidadactual.

www.lectulandia.com-Página156

CAPÍTULO49

TRASSUPERARLAINICIALINCREDULIDADquelesupusoescucharmivozalotroladodelteléfono,AnneGutmandijoalgoquellevabamuchotiemposinoír:

−Tienessuerte.−Yluegoañadió−:TengounaamigaquevivealestedeDesMoines,enunpueblecitoencantadorllamadoGoosenValley.SunombreesMaggiePine,yhacecincoañosescribióunmagníficolibroilustradosobrelascolchasquetejenlosmenonitas.

Media hora después estaba sentado en una cocina de Goosen Valley,Iowa,comiendomuffinsdearándanosreciénhorneados.EnlacocinahabíaunaparadorderobleantiguoyunacoleccióndecuencosdelsigloXIX.MaggiePine teníaunrostro tandulcequecualquierpersonanormalhabríaconfiadoenellainmediatamente.Supongoquehacíatiempoqueyonoeraunapersonanormal,porquelaacogedoracocinameparecióunlugarfrío,yeldulcerostrodeMaggiemeinspiróhostilidad…,almenosamí.

CuandoMaggiesubióalpisodearribaparalavarselacaray«pasarmeuncepillo por este desastre de pelo», di una vuelta por el huerto de hierbasaromáticas que había en la parte trasera de la casa. La poca albahaca quecrecía se estabamuriendo, pero las plantas de romero eran altas y resistíanbien.Debajodeunafeayenormematadehojasverdesquemásbienparecíanmalas hierbas había una pequeña planta con un cartel que rezaba borraja(jamáshabíaoídoesenombre).

Mientras nos dirigíamos a la diminuta redacción del Goosen Register(MargaretPineerasudirectoraysuúnicareporteraajornadacompleta),minueva amiga y anfitriona me contó la «maravillosa ayuda» que le habíaprestado Anne Gutman mientras estaba «recopilando información yescribiendomilibrosobrelascolchas».

−MeinvitóairaNuevaYorkendosocasionesymealojóenunhoteldelaQuintaAvenidaconvistasaCentralPark;aunquenoeraelmejorsitiopara

www.lectulandia.com-Página157

pensarencolchasmenonitas,melasarreglé.Mientrasrecorríamoselcentrodelaciudad,mesorprendiócomprobarlo

mucho que se parecía aNewBurg. Sin embargo, aquel lugar era real, y aldecir«real»merefieroa«auténticamentereal».Enlaheladería,encimadelapuerta,habíauncartelescritoamanoquedecíacuatrosaboresgeniales.Lafachada de la biblioteca era una mezcla de ladrillos y revestimientos dealuminio.Inclusolalibrería,quesellamabaBuenosLibrosyCosasBuenas,tenía un escaparate en el que no había solo libros, sino también otrosartículos: teterasdeporcelanaconformadegato,materialescolar, tarrosdemermeladadenaranja…NewBurgqueríasercomoGoosenValley,peronolohabíaconseguido.

−¿Haysuficientesnoticiasparallenarunperiódicosemanal?−lepreguntéaMaggiemientrasnossentábamosalamesaquehabíajuntoaunaventanayellaechabaunrápidovistazoasucorreoelectrónico.

−Bueno,publicamoslonormal.Unodelosprofesoresdelpuebloseocupade las noticias dedeportes del instituto; eso le interesa a todo elmundo.Yluego tengo una empleada a tiempo parcial que se encarga de los ecos desociedad: fiestas de cumpleaños, celebraciones, noticias de la iglesia… Sinembargo,novayasapensarquesomossolounosgranjeros.Tenemosunclubdelecturaquesereúnetodoslosmeses;leemoslibrosimportantes,ynomerefiero aCincuenta sombras deGrey. Unmédico retirado publicó un granartículo sobre la asistencia a las personas mayores y la demencia senil. Ycuandoescribíuneditorialapoyandoelmatrimonioentrepersonasdelmismosexo, solo recibí dos correos electrónicos criticándome; los otros treinta ycuatrorestantesmeaplaudían.

Levantélasmanos.−Mehasconvencido.EstáclaroqueGoosenValleyeselParísdelMedio

Oeste,ynoestoysiendosarcástico.OjaláNewBurgseparecieraaunquesolofueraunpocoaestaciudad−dije.

−Mira −dijo Maggie−. Anne me hizo un escueto resumen de tusproblemas,almenosporloquepudocomprendertrasunabreveconversacióntelefónica contigo. Lo único que puedo decirte es que espero que consigasestarenpazcontigomismo.Puedesquedarteenmicasahastaqueestéslistoparairte,Jacob.Yconunpocodesuerte…

Derepente,enlacalleseoyóunruidosordomuyfuertemezcladoconelsonidodeunmotor.Mevolvíhacialaventana.

−Tranquilo−dijoMaggie−.Soloesunaentregacondron.

www.lectulandia.com-Página158

CAPÍTULO50

AQUELLA NOCHE, Maggie Pine me preparó pollo asado acompañado conglaseadodemielypurédenabosy,naturalmente,conunamazorcademaízdivinaconunatoneladadesalymantequilla.

AunqueMaggie era una pelirrojamuy guapa, ni ella ni la sabrosa cenaqueme sirviódespertaronenmíningúndeseo.Loque sí anhelabaeran losviejos tiempos de Nueva York con Megan, Alex y Lindsay sentados a lamesa.Teníamuchasganasdellamaramifamilia,peromereprimíacadavezquesentía la tentacióndehacerlo.Sabíaquecontactarconelloshabríasidounaestupidez,unaauténticaestupidez.Aldíasiguientemepondríadenuevoenmarcha.Quizásme sentiría diferente.Quizás entonces sí los llamaría, odentrodedosdías…,oelotro…,o…

LahabitacióndeinvitadosdeMaggieparecíasacadadirectamentedeunaguía de bed and breakfasts: cama con dosel cubierta con un montón decojines.El cuarto también era una especie demuseo de colchasmenonitas:una cubría las sábanas, dos estaban dobladas a los pies de la cama y otrascincoencimadeunviejobaúlquehabíadebajodelaventana.

Intenté leerun libroquecogídeunaestantería,Labuenatierra,pero loúnico que consiguió fue que me preguntará cómo era posible que en sumomentoaquellanovelahubieraganadoelpremioPulitzer.

Empecé a dar vueltas en la cama, una y otra vez.Recordé lo que solíadecirmimadre:«Sinopuedesdormir,esporquetienesmalaconciencia».Melevanté.

Cuando me acerqué a la ventana vi el perfil oscuro del «centro» deGoosenValley,unejemplodelestilogenuinamenteamericano,conmuchoscampanariosytorresdeagua.Juntoalaventanahabíaramasdeunárbolquesegún Maggie era un viejo nogal negro. Estaba empezando a salir el sol;fuera, poco a poco, la oscuridad daba paso a la luz. En el cielo levemente

www.lectulandia.com-Página159

iluminadoaúnpodíaverseelbrillodedosestrellasatravésdelasramasdelnogalnegro.

Duranteuninstante,reinólacalma.Inclusodentrodemí.

www.lectulandia.com-Página160

CAPÍTULO51

PUEDEQUEDURMIERAUNPOCO.Talvezunosminutos.Omediahora.Quizásme había adormilado, sentado en el alféizar de la ventana. Tal vez…Bah,¿qué más daba? Ahí estaba, sentado en una silla, junto a la ventana de lahabitacióndeinvitadosdeMaggiePine.Yderepenteyaeradedía.Yestabamásomenosdespierto.Peroparadespertarmedeltodonecesitabadarmeunaducha.

Mientras me dirigía al pequeño cuarto de baño que había dentro de lamismahabitaciónviunbordadoenmarcadoquecolgabade lapared.Segúnpodía leerse, lo había hecho una niña llamada Marie D. en 1822. Era unversículodelaBiblia:

Velad,pues,porquenosabéiseldíanilahoraenqueelHijodelHombrehadevenir.

Nopodíaestarmásdeacuerdo.Elbañono teníaducha,solobañera.Nuncahabíaentendidoquésentido

teníadarseunbaño.Nosoydelosquedisfrutaremojándoseenelaguaqueabsorbe tu propia suciedad.Así pues, hice todo lo posible por quitarme deencimalamugreyelsudordeldíaanteriorponiéndomederodillasfrentealgrifo de la bañera.Dejé correr el agua y agaché la cabeza para lavarme elpelo.Luegomeenjabonéporpartesymeechéaguaporencimaparaquitarmeeljabón.

Sobre la mesita que había junto a la bañera se extendían todos losproductos para darse un baño a la antigua usanza: un frasco de cristal confloressecas,unespejodemanoantiguoconunmarcodeplatagrabadoyuncepillotambiéndeplataajuego.TambiénhabíaunbotedehojalatadepolvosdetalcoYardleyconoloraliriosdelvalle.

www.lectulandia.com-Página161

Mesequéconunaenorme toallablancay luego toméunadecisiónque,tratándosedemí,considerémuyatrevida:meespolvoreéabundantementeconesepolvoconperfumedeflores.

Oíquegolpeabanlapuertadelahabitaciónporquehabíadejadoabiertaladelbaño.Unossegundosdespuésseabrió,soltandouncrujido.

−Jacob…Jacob,soyyo,Maggie.−Unmomento−grité−.Acabodedarmeunaducha…Bueno,unaducha

no…,unbaño.¿Quéocurre?Hice la pregunta con cierto nerviosismo en la voz mientras trataba de

ceñirmelatoallaconfuerzaalrededordelacintura.Antesdevolveralahabitaciónmeechéunvistazoenelviejoespejoque

colgabasobreellavabo.Debodecir−ynoesfalsamodestia−queelreflejonoera especialmente agradable: los polvos de talco habían teñido de un grisblancuzco el vello del pecho, y mis brazos y piernas eran ridículamenteesqueléticos.

−Casimepillas−ledijeaMaggie.−Disculpa.Deberíahaberesperadoaqueabrieraslapuerta.−Noimporta.Somosamigos−dije,seguramenteconunadeesassonrisas

quenormalmentesondefinidascomoavergonzadas,estúpidasoambascosasalavez.

−Tetraigounpocodecaféyunajarritadezumodenaranja−medijo.Maggie me señaló la mesa que había junto a la estrecha cama.

Evidentemente,encimadeellahabíaunabandejademaderaconunadelicadatacitaaúnhumeanteyunapequeñajarritadecristalconzumodenaranja.

−Parecescansado,Jacob−dijo.−Sí, no sé muy bien si he conseguido dormir. Cuando tienes esta

sensaciónesquehaspasadounamalanoche.Alospiesdelacamahabíaunacamiseta.Melapuse,peroentoncespensé

quealmoverlosbrazospodríahaberacabadodeslizandolatoalla.−Poraquí.Déjamequeteayude−dijoMaggie,acercándoseamí−.Eh,te

has puesto los polvos de talco de lirio. Me encantan. Me recuerdan a miabuela.

−Genial.Sí,amenudolaschicaspiensanensusabuelascuandomeven.Maggie se echó a reír yme ajustó la camiseta a los hombros.Mientras

tanto,yosujetabaelnudodelatoalla.Maggieestabapuntodetirardelacamisetacuandometocóelpechocon

lamano,haciendosaltarunanubecilladepolvoblanco.Trasapoyarlamanosobremipecho,dijo:

www.lectulandia.com-Página162

−¿Quéteparece?Duranteunosinstantesnodijenada.Yellanosemovió.FinalmentefueMaggiequienhabló.−Supongoqueno−dijo.−Bueno…−Trashacerunapausa,añadí−:Supongoqueno.Maggie se dirigió hacia la puerta de la habitación y me dijo que me

tomara el café sin prisas. Luego se iría abajo, a preparar unas tostadas. ¿Oquizás prepararía otra cosa? Podría preparar muffins de maíz. No, unastostadasestaríanbien.Enrealidad,yonuncadesayunaba.Bueno,puedequeunoscereales.MaggiesoloteníalosclásicosRiceKrispies.No.No,gracias…Entonces,derepente,saliódelahabitaciónycerrólapuertadetrásdeella.

Aunqueno solté ningún suspiro de alivio,me sentí aliviado.Y tambiénmesentítriste.

Debía tener un aspecto ridículo: la camiseta a medio poner, la toalla apuntode caerse… Intenté quitarmede encima todo el polvode lirios de suabuela.

Tenía la intención de tomarme el café, beberme el zumo de naranja ytomarmemitiempoparavestirme.

Peroesonoibaaserposible.

www.lectulandia.com-Página163

CAPÍTULO52

−¡JACOB!¡Bajaahoramismo!TardéunsegundoenreconocerlavozdeMaggie.Derepenteoíruidodesirenas.Unaslucesbrillantessecolabanatravésde

laventanadelahabitación.−¡Porfavor,Jacob!¡Dateprisa!YasíterminómitranquilamañanaenGoosenValley.Vestidosoloconla

camisetaylosboxersblancos,salídelahabitaciónybajélasescalerasdedosendos.

EnelpequeñovestíbuloviaMaggieacompañadadeunmontóndegente,alrededordedocepersonas;dosotresnohabíanpodidoentraryestabanenlacalle. Tardé tan solo unos segundos en darme cuenta de que aquello no sedebíaniaunincendioniaunaacciónpolicial.Setratabadegentealaqueyoconocía:Megan,AlexyLindsay.YrodeandoamifamiliaestabanSam,BetteyBud.¡Joder!Ytambiénestabalalíderdelosvecinos,MarieDiManno.

Los rostrosquemeresultabanfamiliaresperoa losquenoeracapazdeponernombreeranlosdelajovenparejaquenoshabía«entrevistado»enSanFrancisco, así como los de los dosmatones que se habían apropiado demiordenadorportátilydemisdocumentoshacía tan solounpardenochesenNewBurg.

−¿Quédemoniosestáocurriendoaquí?−preguntéenvozbaja,confusoyatónito.

−Estamosaquíparaayudarte−dijoMaggie.¡Oh,Diosmío!DemodoqueMaggietambiénestabaenelajo.−¿Ayudarmeconqué?−pregunté,ahoraagritos.Lindsaydiounpasoalfrenteymecogiólamano.Mehablócomosi lo

hicieraconunniñodetresañosqueacabadetirarsucucuruchodehelado.−Estoesunaintervención,papá.

www.lectulandia.com-Página164

Soltébruscamentesumano.−¡Estoesunalocura!−dije.Al parecer, mi rabia era un síntoma para que los dosmatones −el tipo

calvoyeltiporubio−dieranunpasoalfrente,preparándoseparasujetarme.Cuandosemovieron,pudeveratravésdelapuerta.UnafurgonetadeTVyotra con altavoces. Cuatro hombres y dos mujeres, dos de ellos conauricularesydosconmicrófonosdejirafa.

Estabanfilmandolaintervención.La chica que nos había entrevistado se acercó y se colocó al lado de

Lindsay.−Vamosaintentarmantenerlacalma−dijo,conunavozexageradamente

dulce−. Quizás haya un sitio donde podamos hablar con tranquilidad. ¿Esposible,señoritaPine?

−Por supuesto. Podemos ir al comedor. Lo he acondicionado para quehubieraespacioparatodos.

Fui arrastrado hasta el comedor por la multitud cuando empezó amoverse.Aellaseuniópartedelequipodefilmación.

Maggie había colocado su vieja mesa de pino contra la pared y habíadispuestolassillas−lasdelacocinayalgunasplegables−ensemicírculo.

−¡Nisiquierahepodidovestirme,joder!−grité.Meganposóunamanosobremihombroytratódequemesentaraenla

sillaqueestabaenelcentrodelsemicírculo.Entoncesmehablóporprimeravez.

−Cariño,noseastanformal.Noimportalaropaquelleves.−Por supuestoque importa−contesté, enfadado−.No importa si alguien

está loco… o si es un maldito enfermo mental. ¡Fuera de aquí! ¡Todo elmundo!

Nadiereaccionó.Nadieperdiólacalma.¿Demodoqueeraeso?Pensabanqueestaba locoyquedebían tratarme

comotal.Poruninstantepenséqueteníanrazón.Lopensémientrasmemirabalas

piernas desnudas y las sucias plantas de los pies y observaba la expresiónvacía de los rostros demis hijos. Bettemovía los labios sin emitir ningúnsonido.¿Estaríarezando?Laparejadeentrevistadoresestabatomandonotasen sus dispositivos electrónicos. Y tenía a los dos matones sentados a miderechayamiizquierda.Porsiacaso.

Sinembargo,laideadequepodíaestarlocosedesvanecióconlamismarapidez con la que había aparecido. Estaba furioso. Y puede que fuera un

www.lectulandia.com-Página165

ingenuo.Peroobviamentenoestabaloco.Derepentefuimásconscientequenuncadequeelmanuscritodebía llegaramanosdeAnneGutman.Ysabíacómohacerlo.

www.lectulandia.com-Página166

CAPÍTULO53

−ESTAMOSTODOSmuy,peroquemuypreocupadosporti,Jacob−dijoBud.−Losabesmuybien,papá−añadióAlex.Pasópordelantedesumadreydesuhermana,sequedódepiedelantede

mí y, mirándome fijamente, posó las manos sobre mis hombros.Decididamente, aquel no era el estilo de Alex. ¿Quién diablos era esemuchacho?

Mientras tanto, el técnico que sostenía la jirafa la colocaba sobrecualquiera que hablara. Los tres cámaras se movían sigilosamente por lahabitación;unodeellosgrababaatodoaquelqueintervenía,otroseocupabadelos«planosdereacción»yeltercerosededicabaexclusivamenteamí.

Bette, Lindsay y la entrevistadora de San Francisco contribuyeron a laintervención.Sacaroneltemadelcuidado,lacomprensiónylanecesidaddeayudarhasta lanáusea.Semerevolvíaelestómago, literalmente.Ylarabiameprovocabaundolorenelpecho.Puedeque lamayorde las sandeces lapronunciaraLindsay.

Después de haber lloriqueado pormi incapacidad para concentrarme enmifamilia,enmimujeryenmishijos−«lagentequeestáahíparahacertefeliz»−,memirófijamentealosojosydijo:

−Quierorecuperaramipadre.«¡Meponesenfermo!».Aunqueesoes loquehabríaqueridogritarle, lo

quehicefueponermedepieyhablarconuntonodevoznormalytranquilo:−Porfavor,¿porquénoosvaistodosymedejáisenpaz?−Yluego,con

todalafuerzademispulmones,grité−:¡Porfavor!Losdosmatonesqueestabandepieamisespaldasseacercaronunpoco

másamí,porsidebíansujetarme.De repente, mi enloquecido cerebro ya estaba en otro sitio. Necesitaba

encontrar unmodode escapar.Debía dar conuna salida.Loque unos días

www.lectulandia.com-Página167

atrásmeparecíaun libro importanteynecesariosehabíaconvertidoenunaauténtica obramaestra, un libro que se impondría almal y restablecería lalibertad antes de que fuera demasiado tarde. ¿Qué era yo, un loco más oalguienqueteníaensusmanosloqueenesenciaeraelquintoevangelio?

Noestabaseguro.Perodebíaseguirluchando.ElentrevistadordeSanFranciscoselevantóysecolocójustodelantede

mí. Habló despacio y con precisión, incluyendo una frase particularmenteirritanteensudiscurso:«¿Meentiendes,Jacob?».

Yotemblabaderabia.Teníalágrimasenlosojosylacamisetaempapadaensudor.

−Estamosaquíparaayudarte.¿Meentiendes,Jacob?Vamosallevartedevuelta a New Burg para ingresarte en una clínica de reeducación delcomportamiento donde aprenderás de nuevo las bases para vivir una vidafeliz.¿Meentiendes,Jacob?Todos…,tufamilia,tusamigos,losespecialistasdelgrupodepsicoterapiadelaTienda…,todoscreemosquedentrodecuatroocincosemanasestarásmejorytesentirásmásfuerteyfeliz.¿Meentiendes,Jacob?

Mientrashablaba,elgrupodelaintervenciónempezóarodearme.Apesarde sus dulces palabras y sus comprensivos rostros, me asustaban. Tenía laextrañasensacióndeserlavíctimadeunamultituddispuestaalincharme.

−Estaremosatulado,papá−dijoLindsay.−Tequiero,cariño−dijoMegan.−Yateadvertísobreeselibro,papá−dijoAlex.Ahora,losdosmatonesestabanaambosladosdemisilla.−Eslomejorparati,Jake−dijoBud,casienunsusurro−.Noseasterco.

Notepongasfurioso.Semecaían las lágrimas.Notésusaborsaladoen laboca.Vicómome

temblabanlasrodillasdesnudas.Sabíaqueeraunareaccióndebidaalarabiaquehabíaprovocadoaquella

descaradaintervención.Las lágrimas eran más copiosas. Me puse de pie. Los matones me

agarraronconfuerzaporloscodosylasmuñecas.−¡Basta!¡Basta,porfavor!−grité.Mesentéy,envozbaja,dijeloqueteníaquedecir.−Loentiendo.Deverdad.Osdoylasgraciasatodos.Haréloquequeráis.

www.lectulandia.com-Página168

CAPÍTULO54

FUNCIONÓ.«Vaya, si el año que viene, cuando entreguen los Óscar, aún sigo con

vida,podríandarmeuno».Bette,BudyMariederramaronlágrimasamares.Mishijosymimujermeabrazaronymedieron lasgracias.Lachicade laentrevistadeSanFranciscomedijoqueeraunbuenhombre.Eltipocalvomedijo que era sabio. Y Maggie Pine me dijo que esperaba que pudieraperdonarla.

−Mevienvueltaenlaintervenciónenelúltimomomento−añadió.−¿NuestraamigaAnneestáalcorrientedetodoesto?−lepregunté.−¡Oh,no!Sololosabeestepequeñogrupodeintervención−dijo.MaggieintercambióunasonrisacómpliceconMegan,comodosbrujasen

connivencia. El tipo rubio, que estaba a mi lado, se sumó a la enfermizasonrisa.

Maggie salió del comedor. El tipo rubio dijo que tenía que hablarconmigo.Aquelbastardo,quehabíairrumpidoenmicasaymehabíarobadomiscosas,mehablabaahoracomosifueralapersonamásdulcedelmundo.

Meganyloschicosprestaronmuchaatenciónaloquemedecía.−Entonces,esteeselplan,Jake.¿Jake?−UnodenosotrosconducirásucochehastaNewBurg.Ahoradisponemos

deloscochesconlosquehemosvenido.Unodeellosllevaráasufamiliaacasa,yusted,yoyBoladeBillar…

Enesemomentodejédeprestarleatención.¿EltipocalvosellamabaBolade Billar? ¿Cómo era posible que un tipo calvo se hiciera llamar Bola deBillar?Además,lasbolasdebillarsuelenserblancas,¿no?Yaqueltipoeranegro.Ydebíadetenerunnombredeverdad,unnombredepila…

−SeñorBrandeis,¿meestáustedescuchando?−mepreguntóeltiporubio.

www.lectulandia.com-Página169

«Señor Brandeis». Ya no me llamaba Jake. Se dirigía a mí por miapellido,igualquecuandomerobóelordenadorportátil,pusopatasarribamiestudioymearrastróaestalocura.

−Sí,porsupuesto−contesté.−Comolehedicho,usted,yoyBoladeBillarvolveremosaNewBurgen

nuestrocoche.Contaremosconunchóferyunayudante.−Quieredecirunchóferyunguardia.−No. Quiero decir un chófer y un ayudante, por si le ocurriera algo al

conductor.«Vale,Jacob,continúaactuandocomoelpacientecooperadorquequieren

queseas.Sigueasí.Compórtate.Y,lomásimportantedetodo,piensaenunaformadeescapar».

−Tenemosqueirnosya−dijoel tiporubio−.¿Hayalgoensuhabitaciónqueleresulteabsolutamentenecesario?

−¿Absolutamentenecesario? ¿Acasono se handado cuentadeque solollevolaropainterior?

−Muybien,subamosavestirnos.−¿Esquepiensanabrocharmelabragueta?Aquella salida de tono consiguió que aquel tipome pusiera en su lista

negra.−Andando−dijo.−Debes tomar un poco de café −gritó Maggie Pine, que apareció

sosteniendounabandejaenlaquehabíaunaenormecafeterayunmontóndevasitosdeplástico.

Nosacercamosalamesadelcomedor.MientrasMaggieletendíaunvasitoaltiporubio,dijo:−¿Lecheyazúcar?−No,solo−repusoeltipo.−Yotambién−dije−.Subiremosarribapararecogermiscosasyluegonos

iremos.−Meloimaginaba−dijoMaggie.Conmitonodevozmássarcástico,ledije:−Porcierto,graciasportodo.−Notieneimportancia−repuso−.Echaunvistazoalarmariodelbaño,no

vayasaolvidarnada.−Loharé.

www.lectulandia.com-Página170

CAPÍTULO55

ME PUSE LOS VAQUEROS, la camiseta de camuflaje ymis viejasNike rojas yblancas.

Eltiporubioexaminóafondoloquehabíadentrodemimochila.Lomássospechosoqueencontrófuemibotelladebourbon.

Miréatravésdelaventana.Yahabíaamanecidodeltodo,ymedicuentadequeloqueunratoantesmehabíanparecidoestrellasbrillandoatravésdelasramasdelnogalnegroeran,¡porsupuesto!,cámarasdevigilancia.

−Necesitorefrescarmeunpocolacaraymear−dije.−Sí,claro−contestóeltiporubio.Supongoquevolvíamosaseramigos−.

Perodejelapuertaabierta.Memetíenelbaño,dejélapuertaentreabiertayabríelgrifodellavabo

esperandoqueaqueltiposecreyeraqueestabameando.Abríelarmarioyloexaminédearribaabajo: toallasdeMarthaStewart,

jabónCrabtree&Evelyn,cremahidratanteCaswell-Massey…Másomenoslo que me esperaba. Lo que no me esperaba encontrar era otro pequeñoarmario de medio metro de altura en el último estante. Cuando lo abrí, lapuertaresultóserunfalsopanelquesecayóalsuelo.

−Eslameadamáslargaqueheoídoenmivida.¿Cómolohace,setomaunascuantasBudweiserantesdeacostarse?−dijoeltipodesdelahabitación.

Nosésidijoalgomás.Paraentonces,yahabíavistolaventanaquehabíadetrás del armario. Debajo del alféizar había una escalera de cuerda y unapequeñabolsaenlaquepudeleer,escritoenlápiz:

buenasuerte.maggie.Dentrodelabolsaestabanlasllavesdemicoche.

Desenrollélaescaleraybajé.

www.lectulandia.com-Página171

Tardé unos treinta segundos en llegar al suelo y otros treinta en llegarhasta el jardínde la casadeMaggie.Mearrodillé ydesenterrémipequeñopen drive rojo. Estaba envuelto en papel de aluminio, cerca de la enormeborraja.Exactamentedondelohabíaescondidolamañanaanterior.

Corrí hacia mi coche. Tenía un cuarto de depósito lleno. Arranqué elmotor.Noencendílaslucesnimeabrochéelcinturóndeseguridad.

Mientrasmealejabade lacasa, loúnicoquepudedecir,unayotravez,fue:«Diostebendiga,MaggiePine».

www.lectulandia.com-Página172

CAPÍTULO56

MIEDO.CAOS.YELINFIERNO.Nonecesariamenteenesteorden.Vale, conseguí escaparde lademencial intervención,peroaunasídebía

enfrentarme a un montón de obstáculos. Fui consciente de ellos en cuantoempecéaavanzarporelcaminodetierrayadoquinesdelacasadeMaggiePine. El auto-info −el sistema de altavoces que se ponía en marchaautomáticamente cuando la Tienda tenía alguna información que queríadifundir− se escuchó a un volumen atronador: «Un individuo sospechoso ypotencialmentepeligrosohahuido.FuevistoporúltimavezenlafronteradeIowayNebraska.SunombreesJacobBrandeis.Varónblancodecuarentaytantos años. Calza zapatos deportivos rojos y blancos. En todos losdispositivos,vallaspublicitariasycarteleselectrónicospuedenverse fotosyconsultarmásdetalles.SivenaJacobBrandeisoaalguienqueseleparezca,mandenunmensajedetextoatienda134».

Este anuncio, que se repetía cada cincominutos, fue sustituido por unacancióndeJayZqueseescuchabaalrevés.Enelcasodequetuvieraalgunadudasobreestarlocoysobrequemihuidaeraunalocura,amenosdecuatrokilómetros de distancia de la casa de Maggie Pine vi un enorme cartelelectrónicoenelqueaparecíaunhombredecuarentaytantosaños.Noteníaaspectodeserpeligroso,perosindudaalgunaeraigualitoamí:llevabaunadescuidadacamisetaybarbadedosdías.

Loprimeroquecomprendífuequesiqueríatenerunamínimaposibilidaddequemifugafueraunéxito,debíadeshacermedelcoche.Aesasalturas,eraelmayor experto en las prácticas de la Tienda, y sabía que la empresa notardaríaendifundirmásinformación:lascoordenadasdelGPS,ladescripcióndel vehículo, el número de matrícula y las señas de viejos amigos (unoscuantos)yde algunosnuevos (pocos).LaTienda sería implacable.Yo solo

www.lectulandia.com-Página173

eraunfrágilconejitoperseguidoporelequivalentepsicópatadelosmarinesdelosEstadosUnidos.

¿Quédemoniospodíahacer?¿ConduciratravésdeloscamposdemaízdeIowacomoelprotagonistagilipollasdeunamalapelículadeserieB?

Ya era un pequeño milagro que mis sucias y sudorosas manos fuerancapacesdeagarrarsealvolante.

Derepente,JayZseinterrumpiópararepetirdenuevoelprimeranuncio.IbanaporJacobBrandeis.Untipocapazdeescribirunlibroeraunaamenazatangrandecomounsecuestradorounterrorista.

Cuando la información terminó, no se escuchó ningún otro sonido. Elvelocímetrodigitalylosindicadoresdelmotorseapagaron.Elcocheseguíaavanzando,perolosfrenosnorespondíancomohubierandebidohacerlo.Nofallabandeltodo,perocasi.Porcontrolremoto,laTiendahabíadesconectadotodoloquehabíapodidodesconectar.

Sorprendentemente, después de calcular que había recorrido unos diezkilómetros, aún no había visto ningún otro coche…, sí un camión y dostractores, pero ningún utilitario. Por supuesto, deduje que la ausencia detráfico formaba parte del plan para detenerme: parecía la clase de métodoinquietantey siniestroqueemplearía laTienda.Tambiénsabíaquesoloeracuestióndetiempoquelosdronesempezaranavolarporencimademí.

Vi dos vallas y cuatro carteles electrónicos más con fotos mías, condetallesampliados.Enunadeellasinclusopodíanversemiszapatillasrojasyblancas.

Seguí conduciendo y pensando que en algún momento se me ocurriríaalguna idea brillante. Pero no: el único brillo era el de los carteles,acompañadosahoradelacontinuatransmisióndemiinformaciónatravésdelosaltavoces.

Aquelloeraunauténticoinfiernosobreruedas.Eraunfugitivo,malditasea.

www.lectulandia.com-Página174

CAPÍTULO57

PARA EXPERIMENTAR de primera mano la pútrida mezcla de miedo yabatimiento hay que visitar la estación de autobuses de la Greyhound enCarolton, Iowa. A menos de un kilómetro, una maltrecha señal rezaba:«Estación de autobuses. Viaje con Greyhound». Era el primer atisbo deesperanzadesdequehabíaescapadodela«intervención»encasadeMaggiePine.

Dejé el coche en la partede atrásdeunagasolinera abandonada, en lasafueras de la ciudad, aunque era difícil decir dónde terminaba la ciudad ydóndeempezabanlasafueras.Medirigíalaestacióndeautobusesarrastrandolos pies. Era un pequeño edificio de madera gris que parecía más bien unpequeñosalóndelviejooeste.

El interior de la estación estaba prácticamente vacío, salvo por unmuchacho flaco, rubio y bien parecido que llevaba unas gafas sinmontura.Estabasentadodetrásdeunpequeñomostrador.LeíaalgoensuiPadyestabasegurodequenomehabíavistoentrar.

Sentadaenunodelosdosbancosdemaderahabíaunarechonchamujerdemedianaedadhaciendoganchillo.Penséqueestabaesperandounautobús,aunque no llevaba ninguna maleta, ni siquiera una bolsa de mano.Simplementeestabaallí,consulabordeganchillo.

Enelotrobancohabíaunhombredeunossetentaaños.Elolorcorporalquedespedíaeraeldeunserviciodecaballerosnodemasiadolimpio.

Llamélaatencióndelmuchacho,quemuyeducadamentemepreguntó:−¿Adóndeva,señor?−Bueno…,¿cuándopasaelpróximoautobús?−Debería llegar dentro de una hora −dijo−. Pero eso depende de si el

conductorhaparadoenWalkersvillepara…,bueno…«llenareldepósito»…−¿Yadóndesedirigeeseautobús?

www.lectulandia.com-Página175

−La siguiente parada esGarrettville, luego Independence, y después vadirectoaSpringfield,Illinois−dijoelmuchacho.

−AhíesdondevivenlosSimpson−dije.Elchicosonrió.−Noeselprimeroenhaceresabroma.−Meimaginoqueno.Essoloque…Entonces habló el viejo maloliente. Aunque no gritó, su voz era lo

bastantefuertecomoparaqueelmuchachoyyopudiéramosoírlo.−Creoqueesél−dijoelhombreanadieenparticular.La mujer que estaba haciendo ganchillo no le hizo ningún caso. Una

mujer que hace ganchillo no suele estar interesada en hablar con unvagabundoquehueleameados.

−Esesetipo−dijoelviejo.Nosmirabadirectamente.Eraevidentequeestababorracho.−Señor−dijoelviejo−.¿Noesustedeltipoque…?Yasabe…esetipo.Finalmente,lamujerdijo:−¡Cierraelpico,viejoborracho!El hombre se quedó mirando el ventilador del techo, que giraba muy

lentamente. Luego pareció perder el interés. Sin embargo, yo estaba muyinteresado.

−Antesde comprar el billete paraSpringfield, ¿hay algún sitio por aquídondepuedacomprarunsándwichyunrefresco?

−¿Unrefresco?−Yasabe,unagaseosaounaCoca-Cola.−Sí.En la cuartapuerta a la izquierda estáCappy’s.Si lahan cocinado

hoy,laespaldadecerdonoestámal.−Vuelvoencincominutos−dije.Cuandomedirigíahacialapuerta,lamujerqueestabahaciendoganchillo

memiróatentamente.Elviejoestabaroncando.Fui corriendo hasta mi coche. Dejé atrás Cappy’s (me acostumbraría a

tener hambre y sed). Pasé por delante de una ferretería de la cadena TrueValue y de una barbería vacía. En diez minutos estaba de nuevo en lagasolineraabandonada.

Solohabíaunproblema.Micochehabíadesaparecido.Miré ami derecha y ami izquierda seis o siete veces, como si hubiera

olvidadodóndehabíadejadoelmalditocoche.Entoncesfuiconscientedequesolocontabaconmispiernas.Podíacaminarorendirme.Palpéelpendrive,queestabaasalvoenmibolsillo,yempecéaandar.

www.lectulandia.com-Página176

Aquelpequeñoproyectiltecnológicodeplásticodebíadeseruntalismán.Apenasllevabaandandocincominutoscuandouncamiónquepasójuntoamísedetuvo.

www.lectulandia.com-Página177

CAPÍTULO58

−DIEZDÓLARES.Silostienes,sube,sino,quédateahí.Lapropuestame lahizounadolescentedeaspectograsientoquehabría

podidoserelgemelomalodel taquillerode laestaciónde laGreyhounddeCarolton. Sus pies desnudos apenas llegaban a los pedales del camión.Llevaba el aceitoso pelo peinado hacia atrás y el piercing de ónix negro(supuse que era de ónix) de su nariz era casi tan grande como esta.Estabafumandohierba.

Meimaginoquenorespondíasuofrecimientoconlasuficienterapidez.−¿Subesotequedas,tío?Hice lo que debía hacer: subí al camión y le di dos billetes de cinco

dólaresalchico.−¿Adóndevas?−lepregunté.−Esmásimportantesaberadóndevastú−mecontestó.−MidestinofinalesNuevaYork.−Bueno,pueshoynoesprecisamentetudíadesuerte,porqueelmendase

quedaenNaperville,Illinois.−MáscercadeNuevaYorkdeloqueestoyahora−dije.Estaba decidido a parecer un tipo enrollado y no el hombre asustado,

hambriento,nerviosoyhechounamierdaqueeraenrealidad.Echéunvistazoalrelojquehabíaenelsalpicadero.−¡Joder!−exclamé−.Yaesmediodía.−Enrealidadsonlasonce−dijoelchico−.Siempreadelantounahorael

reloj.Asísiempretengoalgodeesperanza.Noacabédecomprendermuybienquéqueríadecir.Y,sinceramente,no

mehacíasaltardealegríaquemellevaraunconductorcolocadoqueparecíaunadolescentedetreceaños.

Avanzamosensilencioduranteunosminutos.

www.lectulandia.com-Página178

−¿Tienesnombre?−mepreguntóelchico.−Sí,mellamoGeorge−contesté.«¿George?¿Dedóndemesalióesenombre?».−¿Has sido alguna vez el presidente del país,George?−mepreguntó, y

entoncesseechóareíracarcajadas,comosihubieracontadounchistedelomásdivertido.

−¿Ytúcómotellamas?−Kenny.NuncahahabidounpresidentellamadoKenny.−Conestechiste

se rio inclusomásque con el anterior.Entonces añadió−:Creoque losdosdeberíamoshincarleeldienteaalgo.Abrelaguantera.

Laabrí.HabíacincopaquetesdemagdalenasHostess.−Cómetelasquequieras.Lacomidaestáincluidaenelprecio.Pásameun

paquete.Estoyintentandocontrolarlosantojos.Mientras estaba quitándoles el celofán a lasmagdalenas, por el altavoz

quehabíaenelsalpicaderoseescuchóatodovolumenunasirenayluegoelanunciosobreeltipo«potencialmentepeligroso»quesehabíadadoalafuga.La novedad era que el hombre «demediana edad, cuyo nombres es JacobBrandeis»,esposiblequeseencontraraenIowa,IllinoisoMisuri.«No»selehabía visto ni en aeropuertos ni en hoteles; la transmisión añadía, en unextrañoalardedesinceridadporpartedelaTienda,que«laubicaciónactualdelsospechosoesincierta».

Nolequitéelojodeencimaaljovenconductor,quenisiquieraechóunvistazoamispiescuandoelanuncioserefirióalaszapatillasrojasyblancas.Parecía totalmente absorto lamiendo lasmigas de lasmagdalenas y la nataartificialqueselehabíanpegadoaloslabios.

−Lasmagdalenasestánbuenas−dije.El muchachome ignoró. Estaba demasiado ocupado deslumbrando con

laslucesal«pedazodecretino»queconducíaelcochequeteníamosdelante.Mequedédormido.

www.lectulandia.com-Página179

CAPÍTULO59

CUANDOMEDESPERTÉyaeradenoche.El camión estaba estacionado junto a la carretera. Di por sentado que

seguía siendo la I-80, aunque no podía estar seguro y no había una formainmediatadeaveriguarlo.Elconductornoestaba.

Bajédelcamiónydejélapuertaabiertaparatenerunpocodeluz.Avancéunospasosendirecciónalbosqueymeé.Encuantomeabrochélabragueta,oílavozdemicompañerodeviaje.

−Eh,hemostenidolamismaidea−dijo.Sedirigíahacíamídesdeelinteriordelbosque.Penséqueelalegretono

desuvozsedebíaalenormeporroqueseestabafumando.Recorrimosjuntoslacortadistanciaquenosseparabadelcamión.

Kennymetendióuntermo.−¿Tienessed?−mepreguntó.Me moría de sed, pero de repente tuve una ridícula y nauseabunda

sensación:noqueríabeberdelmismorecipientequehabíantocadoloslabiosdeaquelgolfo.

Elgolfomeleyóelpensamiento.−No te preocupes, tío. Sé que voy hecho unos zorros, pero no tengo

ningunaenfermedad.Toméuntragoyempecéatosercasialinstante.−¿Quédemoniosesesto?−pregunté.−Tequila,zumodenaranjayamaretto.Escojonudo.−Estotal.¿Tienesalgomás?−Pero¿túquéquierespordiezpavoslanoche?¿ElputoHilton?Se echó a reír, pero nome pareció que estuviera contento. Subimos de

nuevoalcamión.

www.lectulandia.com-Página180

−¿Dóndeestamos?−pregunté,mientrasnosincorporábamosdenuevoalacarretera.

Nomecontestó,peromepasóunGPSdeaspectobarato.−Echaunvistazotúmismo−dijo.Meparecióqueaúnestabacabreadoporquenomehabíagustadosucóctel

especial.Estábamos en Joliet, no muy lejos de Naperville, el destino que había

mencionadoKenny.−¿QuéesloquevasaentregarenNaperville?−lepregunté.Nomerespondió,peroseechóareír.−¿Hedichoalgogracioso?−pregunté.−Másomenos−dijoél.−¿Algoilegal?−dije,tratandodefingirquemeparecíagenialtransportar

droga,armasoinmigrantesilegales.−Sí,algomuyilegal.−¿Comoqué?−Comotú−contestó.Yseechóareírdenuevo.

www.lectulandia.com-Página181

CAPÍTULO60

−¿DEQUÉDEMONIOSestáshablando?−lepreguntéaKenny.−Eres uno de esos tipos que cree que como parezco estúpido, soy

estúpido.Peroestástotalmenteequivocado.Intuía adónde nos conduciría aquella conversación, y habría preferido

evitarla,sobretodocuandoescuchéelsonidodelsegurocerrándoseaambosladosdelcamión.

−Sémuybienquiéneres−dijoKenny.Suvozdegolfocallejeroadoptóuntonomássuave.−Déjame que te explique lo estúpido que soy. Soy lo bastante estúpido

comoparaescucharlaradioytodaslasinformacionessobrelospolisquevantras de ti. Sé un montón de cosas. Sé que te llamas algo así como JacobBrady.Yséqueereseltipoalqueandabuscandotodoelmundo.Ytambiénséquepodréganarmeunabuenapastacuandoteentregue.

Micabezaempezóaconsiderarautomáticamente lasopcionesque tenía.Si la emprendía a golpes con Kenny, lo más probable es que acabáramoscolisionando frontalmente conotrovehículo auncuando tuvierauna remotaposibilidad de arrebatarle el volante y noquearlo. Aquello no era ningunapelículadecarretera.

Otraopcióneraintentarsalvarlasituaciónmintiendo.Decidíprobar.−Tío,soyunalbañilsintrabajoquequiereiraNuevaYorkparaverasu

novia.TeaseguroquenosoyesetalJacobBrady.Kennymesonrió.−Ya sé queno eres JacobBrady−dijo−.Tunombre es JacobBrandeis.

Soloqueríatomarteunpocoelpelo.Después de eso, habría sido un capullo si hubiera seguido tratando de

engañaraKenny.Élteníarazón.Puedequenofueraespecialmenteelocuente,peroestabaclaroquenoeraningúnestúpido.

www.lectulandia.com-Página182

−Tengo curiosidad, señor George-Jacob-BradyBrandeis −dijo−. ¿QuédiabloshashechoparacabreartantoalosdelaTienda?

Guardésilenciodurantemásdeunminuto.−¿Ybien?¿Quéhashecho?Yaestabalistopararesponderle.−Intentécontarlaverdad.Entoncesfueélquienguardósilencio.−Eresunpiradofurioso,¿no?−dijoKenny.−No quiero echarte un sermón, pero no creo que contar la verdad sea

ningunalocura.−Supongo que estoy de acuerdo, pero aun así sigo sin creerte, tío. ¿La

Tienda?Encuantotepillentevanacolgar.−Probablemente tengas razón −dije−. Me van a colgar por escribir un

libro.Metílamanoenelbolsillodelosvaqueros.Juntoalllavero,unacajade

caramelos Tic Tac y unas cuantas monedas, el diminuto pen drive −mipasado,mipresente,mifuturo−parecíaalgoinsulsoeinsignificante.

−¿Hasescritounlibro?PensabaquehabíashechoalgoasícomocargarteaalgúnpezgordodelasedecentraldeNewBurgoquetelohabíasmontadoconlamujerdeTomOwens.

−¿Estáspirado?−«¿PorquéestabaempezandoahablarcomoKenny?»−.LoúnicoquehehechoesescribirsobrelassuciasartimañasqueutilizanenlaTiendaparaintroducirseenlavidadelagente,paracontrolarloquehace,loquecompraypuedequeinclusoloquepiensa.

−Unlibro−dijoKenny,negandoconlacabeza−.Esincreíble.Pensé, quizás ingenuamente, quehabía captadoundeje de comprensión

en su voz, pero me equivocaba. Kenny siguió sacudiendo la cabeza,asombrado.

−Increíble. Es increíble, joder. ¿Quién coño querría leer un libro sobreeso? −Una pausa. Luego añadió−: En realidad, ¿quién coño querría leercualquierlibro?

www.lectulandia.com-Página183

CAPÍTULO61

FINGÍESTARDURMIENDO,comosiesofueraunplan.Fingíroncarquedamente,como si dormir y roncar también fueran parte de ese plan. Pero no teníaningún plan. Unmuchacho que no era tan estúpido como parecía seríamiperdición.¿Quiénibaadecirlo?

−Séquenoestásdormido,viejoamigo−dijoKenny−.Hayunachicaquehacelomismo:cuandonoleapetece,fingeestardurmiendoyronca.

Mirespuestafuemuysencilla.−Hijodeputa.−Ahíhayunáreadeservicio−dijoKenny−.Voyapararantesdeseguir

hastaNaperville.Mivejigayanoesloqueera.Eláreadeservicioconsistíaentrescabinastelefónicasinserviblesyunas

cuantas farolas que apenas iluminaban. Estaba desierta y resultabadeprimente.

−Escucha,estoesloquevamosahacer.Voyabajaryacerrarlaspuertas,yluegomecolocaréalladodetupuertaparaecharunameada,soloporsitedapordejarmefueradecombateylargarte,locualseríaunaestupidez.

Kennyhizoloquedijoqueharía.Enrealidad,apoyólaespaldacontramipuertamientrasmeaba.Luegomehizoungestoparaquebajaralaventanilla.Tambiénconungestolediaentenderquenopodía.Articuléconloslabioslaspalabras«ventanillaeléctrica»yKennyasintióconlacabeza.Sedirigióasupuerta,laabrióyseacomodóenelasientodelconductor.

−Meestabapreguntando…−dijo−.¿Tienestítuloparaeselibro?−Porsupuesto.Setitula2020.−Yalopillo.Eresuncabrónastuto,¿verdad?−Nolobastanteastuto−dije−.VoyaNapervillecontigo.−2020−repitióKenny,comosinomehubieseescuchado.

www.lectulandia.com-Página184

Hubo una larga pausa.Kenny contempló los arbustos y los árboles quehabíamásalláde las cabinas telefónicasy laspapeleras llenashasta arriba.Luegosevolvióymemiró.

−Bajadelcamión−dijo.−No.Notengoque…−Bajadelcamión−repitió.Kennyquitóelsegurodelaspuertas.−Vamos−dijoKenny,poniendoelmotordelcamiónenmarcha.Abrílapuertaymebajé.EntoncesmevolvíymiréaKenny.−2020−dijo−.Alomejormeleoeselibro.Elcamiónsealejó.

www.lectulandia.com-Página185

CAPÍTULO62

ENJOLIET,ILLINOIS,mesubíauntrendemercancías.Sí. Me subí a un tren de mercancías. De repente, me convertí en el

protagonistadeunacanciónfolk.EnestemundohipertecnológicocontroladoporlaTienda,dondeelcielo

estabacubiertodedronesydeavionessupersónicos,aúnseguíanexistiendolos trenes demercancías.Y cuando vi a un tipo saliendo de una zanja quehabíajuntoalasvíasparasubiraunenormevagónrojoenelquepodíaleersenycpennstation,decidíimitarlo.

Trasdocehoras inhalandounapestosohedoraexcrementosdecerdosysin quitarles el ojo de encima a los dos compañeros de viaje que, sin dudaalguna,mehabríanrebanadoalegrementeelpescuezopararobarmelacarteramientras me comía un sándwich de Subway con trozos de lechuga que sehabíanvueltodecolormarrónhacíatresdías,lleguéaNuevaYork.

Veinteminutosmás tarde estaba en laWest 24th Street con laDécimaAvenida. Entre una bodega y un restaurante chino había una oficina deFedEx. Tras pagar quince dólares,mi valioso pen drive se convirtió en unmaravilloso manuscrito a la antigua usanza de cuatrocientas diez páginas.Compréunacajadecartón,lometídentroylepedíalaempleadaquelaataraconuncordel.

Estabatannervioso,exhaustoyhambrientoquemeimportóunbledoquea lamujerdemedianaedadquehabíadetrásdelmostradorde laoficinadeFedExleparecieraperfectamentenormaldecirme:

−Eh,señor,¿hapensadoendarseunaducha?Esqueapesta.SalíalacalleymedirigíalaoficinadeAnneGutmanenelSoHo.Los

drones empezaron a dar vueltas en el aire.El estrés empezaba a aturdirme.AunquehabíaestadoenlaoficinadeAnneGutmanmásdetreintaveces,mecostabarecordarladirecciónexacta.

www.lectulandia.com-Página186

Estuve dando vueltas, preocupado. Habría sido ingenuo pensar que laTiendahabía renunciadoadarconmigo.En realidad,eramuyprobablequehubieraintensificadosusesfuerzos.

Paracolmodemales,fueenesoprecisoinstantecuandounamujer,desdelaacera,gritó:

−Debedeserél,JacobBrandeis,eltipoalqueestánbuscando.También fue enesepreciso instante cuandomedi cuentadeque estaba

delantedeledificioenelqueAnneGutmanteníasuoficina.Loqueocurrióacontinuaciónyalohecontado.

www.lectulandia.com-Página187

CAPÍTULO63

PASANLASHORAS,ymividasereduceaesperarlaopinióndeAnneGutmansobremimanuscrito.Laestoyesperandocomounhombreacusadodehabercometidounamasacreesperaladecisióndeljurado.Nosoycapazdepensaren otra cosa…, en las miles de personas que me están buscando o en lasconsecuenciasdemiposiblecaptura.Creoquemilibroesmuyimportante.YahoranecesitoqueAnneGutmantambiénpiensequeloes.

PeroAnnenome llama,ysoyconscientedequemividadependede lasuerte…,delabuenaydelamalasuerte.ConMaggiePinetuvebuenasuerte.AlprincipiodemiviajeconKennytuvemalasuerte,peroluego,alfinal,tuveunincreíblegolpedesuerte.

Anne me dio dos billetes de cincuenta dólares cuando abandoné sudespachoenmi apestoso estadode ansiedadyparanoia.Por si a alguien leinteresasaberquéhoteldeManhattansepuedeconseguirpormenosdeciendólares(guardandoalgoparaunsándwichdenuevedólaresydosHeineken),lediréquemealojoenunlugardelaDuodécimaAvenidallamado…,notelopierdas…,hotel.Sí,asísellama.Nohotelwestside,nilarry’shotel,nihotelbarato.No,simplementehotel,yesexactamentecomoalguienpensaríaquedebe ser un sitio llamado hotel: las paredes no solo están desconchadas ytienenmanchas de fluidos cuyo origen esmejor no plantearse, sino que esevidentequenohancambiadolassábanasylatoalladesdehacedías,opuedequesemanas.

Unaduchaayuda,aunqueelaguasoloestétempladaysolohayauntrozode jabónusado.Quita el hedor, el polvo, la grasa y el sudor. Sin embargo,nada puede quitar el miedo de que algo pueda ir mal, mezclado con laesperanzadequealfinaltodosaldrábien.

MehegastadooncedólaresdeldineroquemedioAnneGutmanenunteléfono desechable. Se lo he comprado a un tipo africano que tenía su

www.lectulandia.com-Página188

mercancía extendida en la acera. Pero sabía que el aparato funcionaría. Encuanto lo he comprado, he llamado aAnne; le he dejadomi número en elcontestadory lehedichoqueme llamara («Por favor,por favor,por favor,llámame, por el amor de Dios. Tengo la sensación de estar viviendo unahistoriadeterror.Necesitosaberquéestápasando»).

Esmedianoche.Después de haber pasado demasiado tiempo frente a latelevisión viendo a Jimmy Fallon, Seth Meyers y Charlie Rose, sigo sinnoticiasdeAnne.Nomehallamado.

Lallamounayotravez,yloúnicoqueescuchoes«SoyAnneGutman.Ahorano…».

Apagolatelevisiónymeechoenlasuciacama.Sostengoenlamanoelmóvil,comosifueraunobjetosagradoquemehubieraentregadoJesucristoenpersona.

Pocoantesdelascuatrodelamadrugada,miamigoelteléfonoyyonosacercamoshastaunabodega,esaclasedebodegaquetieneuncristalantibalasdelantedetodaslasbotellasyunmostradorantibalasdondeeldueñotecobraloquehascomprado.

«Llámame, Anne. Llámame, Anne, por el amor de Dios». Camino alritmodeestemantra.

Compro una botella pequeña de bourbon Heaven Hill y un paquete dePringlessaborbarbacoa.Yvuelvoalhotel.

«Llámame,Anne.Llámame,Anne.Llámame…».Alassietedelamañana,ningunallamada,ningunanoticiadeAnne,yano

quedanPringles…niesperanza.

www.lectulandia.com-Página189

CAPÍTULO64

¿QUÉDEMONIOSdebohacerahora?Medamiedoestarenlacalleporsialguienmeve.Decididamente,estoes

una locura. Aunque estoy convencido de que han colocado cámaras devigilanciaenmimadriguera,enrealidadnosoycapazdeencontrarninguna.Sin embargo, buscarlas −poniéndome de pie sobre la chirriante cama,arrodillándomejuntoalacómodarota−meayudaamatareltiempo.

Me acerco furtivamente hasta la oficina de Anne en el SoHo. Sus dosayudantesmedicenquelaseñoritaGutmansehaidoaHoustonporasuntosde trabajo («Le hemos pasado sus mensajes»). Cuando estoy a punto dedirigirmedenuevohaciaelascensor,unadelasmujeresdice:

−Ah,laseñoritaGutmanmedijoqueleentregaraesto.Medacuatrobilletesdecincuentadólares.Podría reunirunosahorrillos

mientrasesperoaAnneGutman.Vuelvo al hotel. Estar en esta habitación me produce una tristeza que

nadiemerece.Beberbourbonbarato,comerhamburguesasfríasyveraunascuantas fulanas en televisión peleándose en el programaTheView no es laclasedevidaquehabíaimaginado.¿Quesimesientosolo?Creoquesololosmuertosestánmássolosqueyo.Noséacienciaciertaloquesignificaestarmuerto,peroestoysegurodequeestoseleparecemucho.

EntroenunadeesascadenasdesupermercadosquehaycercadeTimesSquare.¿Walgreens?¿DuaneReade?¿cvs?Quiéndemonioslosabe.Comprocuchillasdesechables,unacajadeibuprofeno,cremadeafeitaryunatabletadechocolateHershey’sSpecialDark(tamañofamiliar).

La cajera es una chica latina de expresión dulce que no tendrámás dedieciochoaños.

−¿Cómoseencuentrahoy,señor?−dice.

www.lectulandia.com-Página190

«¿Esto es Nueva York o he chocado los tacones y estoy de vuelta enNebraska?». (Sí, ya sé que debería ser Kansas, pero mi vida está enNebraska).

−Estoybien.¿Ytú?Lachicapasalacompraporlacajaaunavelocidadincreíble.Total,11,47

dólares, y «Por supuesto que quiero donar un dólar para la Fundación deDiabetesInfantil».

Lacajerameentregavariosbilletesdedólaryalgunasmonedas.Unavezenlacalle,cuandoestoypormeterelcambioenelbolsillo,medoycuentadequeentrelosbilletesmehadadounatarjeta.Enellasolohaycincopalabrasescritas:revisesusmensajesdetexto.

Vuelvoaentrarenseguidaenla tienda.Lachicaquehabíaenlacajahadesaparecido.Mequedodelantedeunexpositordecremahidratante.

Pulso el icono de los mensajes de texto de inmediato. En esos brevessegundospiensoquepuedeserAnne,oinclusoMegan,oalgúnmatóndelaTiendao…Elmensajeeseste:

Hola,J,consultalaseccióndelibrosdelaTienda.Esgenial.

Missudorososdedossemuevenmásdeprisaquenunca.EntroenGoogle.Googlemeenvíaa lapáginade iniciode laTienda.Debajode losmalditosbanners que anuncian hornos eléctricos, Lego y bañadores de tallaextragrandepuedeleerselosiguiente:

Ellibroquetodoelmundoestabaesperando…2020

EléxitodeventasquedesvelalossecretosdelaTienda

www.lectulandia.com-Página191

CAPÍTULO65

DEVUELTAENELHOTEL,clicoenlafrasequereza:«Leermás.¡Ahora!».Enlapantallaapareceunafrasecuya tipografíasesuponeque imita laescrituraamanoquedice:«¿Quépodemoshacerhoyparamejorartuvida?».

ConozcoelnombredeusuariodeMegan(Major345Meg)ysucontraseña(LindsAlex9#9).Enpocos segundos estoy en lapágina«Libros,E-Readers,Audio».Midedoíndiceestáempapadoensudor.Metiemblanlasmanos.Mesiento como si estuviera a punto de pulsar el botón que va a provocar unaguerranuclear.

En cierto sentido, podría ser así. Esto será el principio o el fin de midemencialguerranuclearprivada.

¡Boom!¡Vamosallá!

Unavalienteinvestigaciónsobreelsitiowebmásimportanteeinfluyentedelmundo

LaTiendaentrebastidoresUnautoranónimocuentalaverdad

sobrelaempresamásfamosadelmundo2020

EntreenelincreíblemundodelaTienda>>

Lasmanosme tiemblan inclusomás cuando clico en descargar. Treintasegundos después, las palabras descarga completa aparecen en la pantalla.Voy al capítulo 1, página 7.Me dejo los ojos yme entra dolor de cabezatratandode leer ladiminuta letraqueapareceen lapantalladel cutremóvildesechable. Debo agrandar constantemente el tamaño de la letra y luegovolverareducirloparapasaralsiguientepárrafo.

Pero,enfin,¿quémásda?Estoes2020.Esincreíble.Pero¿quédescubro?Enrealidadnosetratademilibro.

www.lectulandia.com-Página192

Nosonmispalabras.Minombrenisiquieraestáenlacubierta.Joder.Noesmilibro.Yyonosoyunautor.EstefraudeesunmonumentalpanegíricodelaTienda.Es una repugnante oda a la genialidad de Thomas P. Owens. El

manuscritoinclusosiguerefiriéndoseaélcomo«nuestroamadofundador».Pasopáginasycapítulos.Daigualloquelea:todoesunabsolutocúmulo

desandeces.DicequelaTienda«hahechodeAméricaunlugarmejordondevivirporquelohaconvertidoenunlugarmejordondecomprar».

Segúnestaversión, laTiendanoestáinteresadaenobtenerbeneficiosalmenosduranteotrosquinceaños(¡yunamierda!).LaTiendalovendetodoalmejor precio delmercado, desdemedicamentos con receta a cortacéspedes,pasando por pañales y muebles artesanales Stickley (¡y una mierda!). LaTienda cree en la total discreción y la privacidad de sus clientes. «Sin laconfianzadenuestropúbliconoexistiríamos»(¡yunamierdaalcuadrado!).

Empiezo a pasar páginas como un loco. Reconozco una frase míaaproximadamente cada quince páginas. En general, suelen ser afirmacionesinofensivascomo«yestoerapartedelsueñodeThomasP.Owens».

Dejo de lado el libro y salto a una página titulada «¿Qué opinan otroslectoressobreestelibro?».Leolasvaloracionesde0a5.

HeaquíundesafíoparalaTienda.EstedebedeserellibromásodiadodeAmérica.

Un cliente escribe: «En pocas palabras: este libro apesta.Una alabanzaaburrida.Ledoyun0porqueellibroesfalso,absurdoyestúpido».

Otrodice:«Creoquealautorlehadadovergüenzaincluirsunombreenestabasura.Noloculpo».

Me tumboen laapestosacamadelhotel.Cierro losojos.Yentonces…,entoncesmeincorporoymesientocomosilahabitaciónestuvieraenllamas.

Sonrío.Lasonrisasehacecadavezmásgrandehastaconvertirseenunacarcajada.Nopuedodejardereírme.

Estoycansadoytengosueño.Yaunasí,melevantodelacama.Pateoelsueloconlospiescomouncríoalocado.¡Hafuncionado!LaTiendahapublicadolaestúpidaversiónespuriademi

libro.

www.lectulandia.com-Página193

CAPÍTULO66

−¿SABEMOSALGO?−preguntaelanciano.−Todavía no, señor −contesta la joven de semblante serio vestida con

pantalones cortos de tela marrón y botas de montaña. Lleva una mochilaOsprey y un auricular en la oreja izquierda. Es la ayudante personal delanciano,yenrarasocasionessealejamásdeunospocospasosdeél.

Elanciano−deberondarlosochentaaños−estábastanteenforma.Todala gente de su círculo se lo dice. Es alto y camina con la espalda erguida.Llevaunacortabarbablancaytieneunabundanteytupidopelogris.

Anoche, el anciano llegó a Flagstaff en un avión privado. EstamañanaestáhaciendosenderismoporlascolinasquehaycercadeSupai,enelParqueNacional del Gran Cañón del Colorado. Sin embargo, no está solo. En suséquito figuran su ayudante personal; dos guías de montaña; el hijo delanciano,decincuentaaños,ylamujerdelanciano,detreintaytres.Tambiénloacompañanuncocinero (en realidad,unchefespecializadoennutrición),unasistentetécnicoysumédicodecabecera.

−LlamaaNewBurg.Quierosaberquéestápasando−diceelanciano.Sutono es firme pero no desagradable. Está tan acostumbrado a ser rico y aejercer el poder que no tiene ninguna necesidad de ser hosco−. ¡Ahora!−añade,conseveridad.

−Noesnecesario,señor.Nosestánllamandodesdeallí−dicelaayudante.Mientras la chicapulsa varias teclas para aceptar la llamada, el anciano

contempla lasmontañas que haymás arriba y a su alrededor. La paleta decolores−azul,marrón, amarilloycoral− loaturdecon subelleza.Comodecostumbre,piensa:«Soyunhombreafortunado».Nadiepodríadiscutírselo.

−Contestarépersonalmentealallamada−lediceelancianoasuayudante.Lachicalepasaelauricularyéllosostienecercadelaoreja.−¿Quéocurre?−diceelanciano.

www.lectulandia.com-Página194

−Sehaterminado.Muchoruidoypocasnueces.Asuntozanjado.−¡Ah!−exclamaelanciano,yluegoañade−:Nohasidoniungranitode

arena.Solounlibro.Unestúpidoe-book.−Mientrasledevuelveelauricular,elancianolediceasuayudante−:¿Teloimaginas?Solounlibro.

ThomasP.Owensseechaareírycontemplalasmontañas.Esdueñodemiles de hectáreas de estas tierras. Una oleada de calor recorre todo sucuerpo.Elamadofundadorseríeconmásganas.Loscoloresdelasmontañassehacenmásintensos.

Suguapaesposa le acaricia el hombro.Sumédicono lequita el ojodeencima.Suayudantepersonalvuelveacolocarseelauricularenlaoreja.Suchefempiezaasacarelalmuerzo.

Elancianoposeeunagranextensióndeestatierra.Nosoloelterrenoenelqueahoraseencuentra,sinootrosqueestánmásallá,ymuchomásallá…

Surisaseapagay,convozfirme,afableyfeliz,dice:−Nisiquieraungranitodearena.Unlibro.Setratasolodeunlibro.Elancianotomaunlargotragodeaguadelabotellaquelehatendidosu

bonitayjovenesposa.−Meapetececaminarunpocoantesdecomer−diceelanciano.Nadie seatrevea llevarle la contraria.Algunos se limpianelpolvoyel

sudordelacarayotrosbebenunpocodeagua.Estánpreparadosparairse.−Cuando regrese estará todo listo, señor −dice el chef especializado en

nutrición.−Perfecto−respondeelanciano−.Enmarcha,pues.Yentonces…−Unmomento, señor −dice la ayudante personal−. Parece que tenemos

otrallamada.

www.lectulandia.com-Página195

CAPÍTULO67

−¿ESTÁSLISTA,Anne?−Puesclaro.Lacuestión,¿loestástú,Jacob?−Llevoprácticamentetodamividasoñandoconundíacomoeste.Nosencontramosenunapequeñahabitación juntoaunaenormesalade

conferenciasdeWoosterStreet,enelSoHo.Anneyyoestamosapuntodedar −no puedo creer lo afortunado que soy al poder decirlouna rueda deprensa.

Lanoticiasehadifundido:laTiendahapublicadounaversióntotalmentefalseada de 2020. La versión auténtica −un libro valiente, incendiario yescandaloso−estarádisponibleapartirdemañana.

EnelamplioespaciodeWoosterStreetsehareunidounruidosogrupodebloguerosydeperiodistasde formatopapelydigital.GentedelWallStreetJournal, deVulture.com,BuzzFeed,YouTube,Salon, Slate y de casi todoslossitioswebycanalesdecabledetodoelpaís.

Elúnicomedioquenosehapresentadoalaconvocatoriaes,obviamente,laTienda.

Un relaciones públicas mantiene abierta la puerta de nuestra sala deespera.«Damasycaballeros,prepárenseparaalucinarencolores».

Nos colocamos frente a las cámaras. La multitud se acerca al estrado,dondeposamosanteunmontóndemicrófonos.

Tras esperar unosminutos a que la prensa se calme, empiezo a hablar.Paramisorpresa,estoytranquilo.Mitonodevozesfirmeyseguro.

−Buenosdías.SoyJacobBrandeis.Hago una pausa.No hay aplausos. Soy idiota. Estoy ante la prensa, no

anteelpúblico.Sigohablando.−Sabemosporquéestamosaquí.Vosotrossabéisporquéestamosaquí…

www.lectulandia.com-Página196

¿Porquésigointerrumpiéndome?Evidentemente,estagentesabeporquéestánaquí.

−Apartirdemañanaestarádisponiblelaversiónauténtica,integralyrealde 2020. La gente que quiera saber la verdad sobre la Tienda puedeencontrarla en un nuevo sitio web llamado VerdadEscrita.com. Podrádescargarse dentro de veinticuatro horas. Pero si no podéis esperarveinticuatro horas, también estará disponible en cualquier libreríaindependientedelpaísqueaúnnohayasidodevoradaporlaTienda.Ysiesnecesario,estaréenlapartetraseradeuncamiónenTimesSquarevendiendoejemplaresatodoaquelquequieraleerellibro.

Algunasrisas.Ymássilencio.−Séquetenéismuchaspreguntas…De repente, un montón de manos levantadas y gritos de «Señor

Brandeis»…«Jacob»…«SeñorBrandeis»…Levanto las manos y hablo con voz fuerte frente al micrófono. La

reverberaciónretumbaportodalasala.−Estaréencantadodecontaroscon tododetallecómohemosconseguido

llegarhastaaquí,perodeberáserenotraocasión.Sinembargo,sípuedodarosuna respuesta general ahoramismo: he contado conpersonas excepcionales(amigos, familiares) que han sido cómplices secretos del plan desde elprincipio. Todos nos comportamos de manera que la Tienda creyera queestábamos escribiendo cierta clase de libro, aunque en realidad estábamosescribiendoelqueahorasevaapublicar.

»Misfantásticoshijos,LindsayyAlex,grababancontinuamentevídeosdemimaravillosaesposa,Megan,ydemídiscutiendoacaloradamentesobremiproyecto, y luego los mandaban a la Tienda. Así pues, la Tienda estabaconvencidadequeloschicoscolaboraban,aunqueloquehacíanenrealidaderaverificarquelaTiendanosgrababaconsuspropiascámarasdevigilancia.Lo único que la Tienda no sabía era que todo consistía en una granrepresentación, una farsa minuciosamente planeada y… una interpretaciónrealmente impactante. La Tienda se creyó la historia que le vendimos: unpadredemente estabaescribiendoun libro,y su esposay sushijos eran tanfielesalaTiendaque…bueno,yamehabéisentendido.

»En cuanto al resto de la gente que nos ha ayudado en el proyecto…,aparecenenellibro.BastacondecirqueMeganyyoreclutamosaalgunosdenuestros vecinos (Marie, Bud y Bette) para que formaran parte del plan.Incluso el supuestamente despreciable jefe deMegan tenía algunos asuntos

www.lectulandia.com-Página197

pendientesconladireccióndelaTienda,demodoquetambiéncolaboróenelmontaje.

»No tardarémucho en abandonar el estrado. Soy escritor, no actor. Sinembargo, síquiero referirmeadospersonas increíblesquehanestadoentrebastidores, dosmujeres que se han esforzado tanto como yo para que estelibroseaunarealidad.

»Sí, yohe escrito el libro, el libro real, el auténtico2020, peronadadetodoestohabríasidoposiblesinel inquebrantableapoyoy laextraordinariaastuciadelaeditoramásimportanteyhonestadelmundo,AnneGutman.

ExtiendolamanoizquierdahaciaatrásyAnneseacercaalosmicrófonos.Sutonodevozesdecididoyfuerte.Comosolíadecirmimadre,«bastaconescucharlaparasaberqueesinteligente».

−Jacob Brandeis ha escrito un brillante libro de investigación encondiciones básicamente bélicas. Yo he sido un canal, una fan, unaciudadana.Mesientoorgullosadehaberparticipadoenesteproyecto.

Anneyyonosdamosunabrazoy−¡oh,mierda,losojossemellenandelágrimas!−lasustituyoanteelmicrófono.

−Yo…Yo…aveceshe sidomuyarrogante…yodiosoconella,y aunasí, ella nunca se ha rendido… Hace diecinueve años… hice la mejorelección.OspresentoaMegan.

Seacercaalestrado.Estápreciosa.Estiloneoyorquinodelacabezaalospies:pantalonesdevestir negros,blusanegray elpelopeinadohacia atrás,recogido con un pañuelo blanco. Mientras nos besamos −puedo decirsinceramente que es un beso apasionado−, Alex y Lindsay se acercan anosotros.

−Osquiero−lesdigounayotravezalostres.Losabrazotanfuertequepiensoquepuedohacerqueexploten.

−¡Bien!−gritaAlex−.¡Abrazofamiliar!Creo que ninguno de los cuatro quiere que este abrazo termine.Megan

inclinalacabezahaciaatrásymemirafijamentealosojos.Luegodice:−Soloqueríadecirteunacosa.−¿Qué?Laslágrimasresbalanporsusmejillas.−Relájateydisfruta.

www.lectulandia.com-Página198

QUINCEMESESDESPUÉS

www.lectulandia.com-Página199

CAPÍTULO68

CUANDO EMPECÉ A ESCRIBIR 2020 me sentía tan impelido por la rabia y lasuperioridadmoralqueno teníani ideadecuáleramiobjetivomásalládedenunciarlapolíticaylosprocedimientosdelaTienda.

Sí,enocasiones,mientrasestabaescribiendoenmiestudiodeNewBurg,fantaseaba de vez en cuando con la idea de que la Tienda se derrumbaba.Pero,evidentemente,sabíaqueesonuncaibaaocurrir,ytambiénsabía(ymepreocupaba)quelavidademilesdepersonasdependíadelaTienda,ynosoloeconómicamente.

Asípues,despuésdelapublicacióndellibro,laTiendanodesapareciódelafazdela tierra.AunquehacontinuadojugandounimportantepapelenlaeconomíadelosEstadosUnidos,hallevadoacabounmonumentaltrabajodeautorreforma.Nomecabeningunadudadequedichareformasehizoatodaprisa para evitar que la impusieran los gobiernos federal y estatal. Pero sellevóacabo.

Los dispositivos de escucha, de vigilancia y de grabación de imágenesdesaparecieron de las calles, las tiendas y los restaurantes y, lo que esmásimportante,delosdomiciliosparticulares.

¿Eso consiguió que las cosas fueran perfectas? Por supuesto que no.Siemprehabráalguienquetratarádesacarprovechoacualquierprecio(sí,telodigoati,ThomasP.Owens).Pero,sindudaalguna,lascosasmejoraron.

BetteyBudregresaronaNewBurg,yamenudonosmandamosmensajesdetextoycorreoselectrónicos.Ensuopinión,«laciudadestáigual,perolasensación esdiferente.Parece…mejorymás tranquila.Lagentenomiraasusespaldasatodashoras.Veremosquéocurre».

Sí.Escuantopodemoshacer.Verquéocurre.¿YlafamiliaBrandeis?Bueno,lociertoesqueellibrononoshahecho

ricos,pero,comosolíadecirmimadre,yanoestamosconelaguaalcuello.

www.lectulandia.com-Página200

Megan y yo recibimos muchos y jugosos encargos para trabajar comofreelances, a los que nos dedicamos con devoción. El periodismo deinvestigaciónformabapartedenuestroADN.Sinembargo,hastaahoranohasurgidoningúntematanimportantenipolémicocomolaTienda.Nocreoquenuncaaparezcanadaqueselepuedacomparar.

Regresamos a Nueva York, pero no a nuestro antiguo barrio. Ahoravivimos en el SoHo.Esmás práctico que elDistritoFinanciero y estámáscercade laoficinadeAnneGutman,conquienquedoparacomer todos losjuevesenBalthazar(siemprepagaella).

Alexestudiaenelinstituto.Esmuybueno…jugandoaltenisyalfútbolyenelclubdevídeo.Lostutoresparaelexamendeingresoalauniversidadyaestánhaciendocola.

El jueves pasado,Megan y yo llevamos a Lindsay aConnecticut.Alexnosacompañó (a regañadientes)paracargarcon lomáspesado.Lindsayhaempezado a estudiar en la UniversidadWesleyan. Quiere especializarse eninglésysehamatriculadoenperiodismocomoasignaturasecundaria.

El viaje hasta la universidad por la Ruta 66 fue una pesadilla: rayos,truenosycharcosprofundoscomolagos.Aldejar lascajas, lasmaletasyelmaldito baúl deLindsay en su habitación estábamos tan empapados que nisiquieranosmolestamosenabrirlosparaguascuandovolvimosalcocheparadespedirnos.

−Eh,tía,nuncahabíamosestadotanlejoselunodelotro−ledijoAlexasuhermana.

Nosabrazamos.Yluegonosabrazamosdenuevo.−Senosdanmuybienlosabrazosfamiliares−dijoMegan.−Estaestuopinión−dijoAlex,aunquenoseseparódelgrupo.−Vaya, parecemos cuatro actores en el dramático final de una película

francesa−dije.−Llueve tanto que ni siquiera estoy segura de si estoy llorando −dijo

Lindsay.Las lágrimas de Megan y las mías, en cambio, eran imposibles de

disimular.−En mi humilde opinión, este tiempo me parece absolutamente

maravilloso−dije.−Estástotalmenteloco,papá−dijoAlex.−No,tengorazón−dije−.Fíjate.Nohayniunsolodronenelcielo.

www.lectulandia.com-Página201

JAMESPATTERSONnacióenNewburgh,NuevaYork,en1947.EstudioenelManhattanCollageparagraduarseenlaUniversidaddeVanderbilt,fijandosu residencia en Florida. Después de trabajar en diversos proyectosmercantilesocomerciales,sededicaenteramentealaliteraturaconindudableacierto. Es indiscutiblemente el autor de thriller más vendido en todo elmundo. Tiene una extensa obra a sus espaldas y ha recibido diversosgalardones: el Edgar, el BCA Mystery Guild’s Thriller of the Year y elInternationalThrillerof theYearAward,ademásdelThrillerMasterAwardconcedidoporlaInternationalThrillerWriters.Ademáshaescritootrotipodegéneros,incluidonovelasrománticas.

LaseriedeAlexCross,delaquesehanvendidomásdesesentamillonesdeejemplaresentodoelmundo,hadadolugaraadaptacionescinematográficascomo El coleccionista de amantes, o La hora de la araña, con MorganFreeman en el papel de Cross. Su otra serie más famosa, El Club de lasMujerescontraelCrimenhasidollevadoalapequeñapantallaporlacadenadetelevisiónnorteamericanaABC.

FundóelJamesPattersonPageTurnerAwards,colaborandoconaportacioneseconómicasmuy sustanciosaspara el fomentode la lecturay el amor a loslibros.

www.lectulandia.com-Página202