Post on 21-Jul-2015
Pensemos en una persona que cierra un ojo.
La acción puede ser involuntaria cuando se trata,
por ejemplo, de un tic nervioso; o voluntaria cuando
esta persona desea comunicar a otra que está de
acuerdo con ella,, que comparte su secreto o que le
gusta.
En ambos casos podemos considerar la acción con
valor de signo, pero en el primero su significado
solo puede ser descifrado por el especialista: el
emisor produjo el signo de manera involuntaria y
por tanto, no pretendía establecer la comunicación.
En cambio en el segundo el emisor, produjo el
signo precisamente para comunicarse con el
receptor.