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8/17/2019 Efectos sedimentarios de las inundaciones
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Efectos sedimentarios de las inundaciones
en un río fiwrtemente ant ropizado: Bijarama, Madrid
A ALoNso*yG.GsazóN*** Universidad d e La Coruña, Facultade d e Ciencias,
Campus da Zapateira, 15071 A Coruña, España.** Facultad de Ce . Geológicas, Universidad Complutense,
28040 Madrid. España.
RESUMENLas inundaciones constituyen siempre situaciones de alto stress dentro de
la dinámica natural de un río, pero si las condiciones de este han sido modi-ficadas debido a la acción antrópica, las respuestas, tanto de tipo erosivocomo sedimentario se ven aún mas alteradas y potenciadas. El río Jaramadiscurre muycerca de la ciudad de Madrid, por lo que ha sufrido unas modi-ficaciones importantes en las ditimas décadas. Estas modificaciones han dadolugar a la pérdida de caudal liquido
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fered serious changes in the last decades, reflected in loss of diseharge andload, mainily composed of gravels. River response has been both erosionaland aggradational. Erosive effects consists of channel ineision and floodplalnand bank erosion, tliis last one iii the form of slumps. Sedimentation occursas chute bars, levees, oxbow lakes, outwash and enlargement of channel barsand overbank deposition in floodplain as well as in gravel pits. Both typeexamples are described for anthropic stongly m odified reaches and comparedto river response under more natural conditions.
Key words: Floods, bank erosion, floodplain sedimentation, anthropicchanges, gravel pUs, mcandering river.
INTRODUCCION Y OBJETIVOS
El río Jarama es un afluente del Tajo, que corre de norte a sur, pasandomuy cerca de la ciudad de Madrid, por lo que ha sufrido durante décadas lafuerte presión antrópica que supone una población de cuatro millones de ha-bitantes. Generalmente se ha hecho un uso inadecuado del río, que se ha tra-ducido en modificaciones de las orillas, embalses, construcciones en la llanu-ra de imíndación, puentes e importante actividad extractiva de gravas, tantoen su llanura de inundación como en el propio cauce.
En el río Jarama, las inundaciones que corresponden aun período de re-currencia de diez afios no han tenido apenas efectos catastróficos hasta muyrecientemente, cuando las condiciones han sido muy modificadas. En Diciem-bre de 1989 cl río sufrió una crecida de esas características, y las pérdidaseconómicas fueron muy cuantiosas. Una aproximación a los efectos sedimen-tarios de esta inundación en el tramo del río que corre ala altura de la ciu-dad de Madrid, así como la influencia de las modificaciones antrópicas en ladinámica del mismo fueron estudiadas por Garzón et al (1990) y Garzón elal (1992).
La principal alteración antrópica es la pérdida de carga del río debido ala extracción intensiva de las gravas que constituyen su caudal sólido. Lasgraveras se multiplicaron en los años sesenta para la construcción de Madrid,
en un momento en que la importante emigración desde el campo provocóuna intensa demanda de nuevas viviendas. Por añadidura, no existía ningu-na planificación para las extracciones, por lo que las graveras se extienden alo largo de todo el valle, afectando tanto ala llanura de inundación como alcauce y a los afluentes.
El efecto principal de esta pérdida de carga ha sido un encajamiento ge-neral del río, que en algunos tramos sobrepasa los 3 metros. Lógicamente, losefectos sedimentarios de las inundaciones han sufrido también cambios. Elpropósito de este trabajo es analizar los efectos sedimentarios de una inunda-
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ción de recurrencia diez años, y otra posterior de menor entidad, comparan-do el comportamiento del río en condiciones naturales, con las modificadas.Se ha elegido el tramo medio del río, que comprende la sección que va desde
su entrada en la cuenca terciaria del Tajo hasta su confluencia con el llena-res, al sur de la ciudad de Madrid (Fig. 1). Las razones son que los efectos se-dimentarios de la inundación de 1989, y la menor de 1991, fueron en estetramo mas importantes que en el tramo bajo del río, las modificaciones an-trópicas son mas importnntes, y, además, no está afectado por el aporte deningún afluente importante.
METODOLOGÍA
Se ha basado en el análisis detallado y comparativo de las fotografías aé-reas disponibles. Estas han sido: un vuelo de 1947 y otro de 1956, que hanservido para estudiar ]a situación del río en unas condiciones todavía no de-masiado alteradas, así como las características morfológicas y dinámicas (ba-rras activas, etc) y el comportamiento en las avenidas. Para esto último hasido especialmente interesante e l vuelo de 1956, que muestra claramente losefectos de una avenida reciente. Otro vuelo de 1988 muestra las intensas mo-dificaciones aíitrópicas sufridas por el río en las décadas dc los 60 a los 80.Por último, se dispuso en algunos tramos de fotos fechadas en 1990 ó 1991,que muestran los efectos de la última inundación estudiada.
Los efectos de esta inundación, siempre que fue posible, se estudiaron so-I)re el terreno. Las observaciones se realizaron alo largo de los meses siguien-tes a la inundación, cuando todavía muchas de las formas sedimentarias seconservaban relativamente bien. Se efectuaron entonces medidas directas delas formas, dimensiones, tipos de estratificación, trazado de las líneas de flu-
jo principales, etc. El mismo trabajo se llevó a cabo después de la ocurrenciade otra avenida, esta mucho menos importante, ocurrida en la primavera de1991.
Estas observaciones se complementaron con un vuelo a baja altura parareconocer los efectos sedimentarios desde el aire. Desgraciadamente, e l vuelosolo pudo realizarse sobre la zona norte del tnuno del río comprendido en el
estudio, ya que la presencia del aeropuerto de Barajas impidió la obtencióndel permiso de sobrevolar toda la zona sur.
CARACTEfflSTICAS SEDIMEN TOLÓGICAS E 1 IIDROLÚGICAS
El Jarama es uno de los principales ríos de la Comunidad de Madrid, a lacual recorre de norte a sur. Nace en el Sistema Central, entre las sierras deGtíadarrama y Somosierra, a 2000 metros de altitud y, tras un recorrido de
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Rocas ígneas y me tamór f i cas Mesozoico
m TerciarioE n
Fig. 1.—Situación del tramo e s tud iado .Fig. 1.—Location of 1 1 w studied reach .
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150 Km., desemboca en el Tajo a una cota de unos 600 metros, después dehaber recibido las aguas de cinco tributarios, el Lozoya, el Guadalix y elManzanares por su margen derecha, y los ríos Tajuña y Henares por su mar-gen izquierda.
Fue caracterizado como un río meandriforme de gravas por Arche(1983), quien estudió sus terrazas medias, y posteriormente por Garzón et al.
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miento general de río, que ha pasado a tener una sinuosidad media del tra-mo de 1,31, y se han producido numerosas codas de meandros y desplaza-mientos laterales del cauce. En resumen, a duras penas conserva restos desus antiguas características morfológicas. Todos estos cambios han sido ori-ginados por las modificaciones introducidas recientemente por e l hombre,sobre todo la extracción de gravas, que ha originado una grave pérdida decarga sólida en e l sistema.
Los datos hidrológicos del río Jarama, como los de latotalidad de los ríosde la Comunidad de Madrid, son bastante limitados. Se tienen datos elabora-dos de dos estaciones de aforo en el tramo estudiado, que muestran los cau-dales instantáneos máximos entre los años 1970 y 1986 (Fig. 2), La extrapo-lación realizada considerando los datos del siglo, yteniendo en cuenta que en1989 (19/12/89) la lámina de agua alcanzó una altura de 4,1 metros sobreel nivel de «bankfull» del río, permite asignarle un caudal de
Qmax1nstantánco =430 m3/seg.
correspondiente a un período de recurrencia de 10 años (Garzón et al.,1993). Esto coincide plenamente con los testimonios de los habitantes de lazona. La crecida de Marzo de 1991 no sobrepasó la altura de 1,4 metros so-bre el nivel de «bankfulb>.
S Q O
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400C V ,E‘0 300a
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o1970-71 72-73 74-75 78-77 78-79 60-SI 82-83 84-85 66-87
AÑOS
Fig. 2.—Datos de aforos. caudal máximo instantáneo anual de l río Jarama en A l ge t e .F i g . 2 ,— Gaugin~ ‘Jata. Maxúnun annual d i acha rge for Wc Jaraina River lii Xlgetc
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PRINCIPALES AC TUACIONES ANTRÓPICASY CAM BIOS MORFOGENÉTICOS EN EL mo
El río «Tarama discurre muy cerca de la ciudad de Madrid, por lo quelapre-sión antrópica sobre su valle y su cauce ha sido muy importante. El hecho deque sus terrazas estén mayoritariamente formadas por gravas, y que durantelas décadas del desarrollismo español, laemigración del campo hacia la ciudadfuera tan grande, hizo que proliferaran de forma m asiva e indiscriminada lasexplotaciones de áridos dedicadas ala construcción de una ciudad en pleno de-sarrollo. Por ello, las actuaciones cii el río, tanto en la llanura de inundacióncomo en el propio cauce, han sido muchísimas durante las décadas de los 60 alos 90, y todavía continúan hoy día. Estas actuaciones son de diversos tipos,construcciones y extracciones, m alecones y vados, etc, aunque sin duda, las quemayor influencia han tenido en la dinámica del río han sido las extracciones de
gravas, realizadas tanto en la llanura de inundación como en el cauce y en losafluentes laterales que aportaban gravas y arenas al río. Esto ha supuesto unaimportante pérdida de carga en el río, que ha originado un fuerte desequilibriodinámico e iniciado un proceso acelerado de erosión y encajanilento.
1 lan sido explotadas (y todavía están siendo hoy día, aunque de formamas ralentizada, y con una cierta «p lanificación y con trol»), las gravas de lallanura de inundación —terraza baja, un nivel de gravas de potencia varia-ble, entre 0,5 y 10 metros, con una media de 4 metros. La mayor parte de lasexplotaciones se realizan a unos metros del cauce, por lo que generalmente seconstruye un dique a rtificial de echadizo para protección, que muchas veces
se aprovecha en su parte superior como camino. En ocasiones se utiliza comodique simplemente la franja de terreno no explotada que bordea la orilla. Laabundancia de gravas en la carga de fondo del río hizo que hasta hace pocotiempo se explotaran directamente también las del cauce. Esta práctica ha ce-sado, sencillamente porque —según las palabras de un gravero— «el río yano trae gravas cada año, como antes». Las gravas de los arroyos laterales yabanicos, las principales fuentes de alimentación del río, han sido también ex-plotadas. Los apodes son hoy día mínimos.
La pérdida de carga sólida del río ha desencadenado los otros efedos deimportancia: aumento de su capacidad erosiva, fuertes erosiones remontantes
aguas arriba de las extracciones y enderezamiento general del río, sobre todopor corta de meandros. El encajamiento del río es general, siendo cii algunospuntos de hasta 3,5 metros respecto a su situación en los 40.
Otras modificaciones antrópicas y sus efectos son los siguientes:Los embalses aguas arriba (Fig. 3), que restan caudal líquido en condicio-
nes normales, con lo cual se produce la disminución de la actividad del canal,con revegetación de las barras y reducción del cauce mayor del río. Estos em-balses, en el río «Tarama, no tienen un papel importante como laminadores delas avenidas.
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F i g . 3.—Principaks localidades mencionadas en e l texto y situación de las figuras.Eig. 3—Main loctilities mentioned in W c text and situation of figures
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Los malecones artificiales y obras de defensa limitan la actividad naturaldel río, constriñendo su cauce e impidiendo su migración. Se produce, así,mayor velocidad del agua y efectos erosivos mayores. El problema de desbor-damiento que tratan de combatir se traslada aguas abajo, muchas veces a zo-nas donde normalmente no se provocaría. Los vados sin desagúe y las peque-ñas represas tienen efectos similares.
Por último, las construcciones en la llanura de inundación suponen porun lado un riesgo de pérdidas en caso de crecida, por otro son obstáculos enel camino normal del flujo, por lo que se producen socavaciones amplificadasy desagfies anómalos. Todas estas actuaciones y sus efectos tienen su respues-ta en el comportamiento sedimentario del río, y, sobre todo enlos momentosde avenida, que se puede considerar situaciones críticas en la dinámica natu-ral del ño.
DINÁMICA SEDIMENTARIA DEL RIO. EFECTOS
Los cambios morfogenéticos producidos en el río han cambiado su diná-mica sedimentaria, especialmente durante las avenidas. La pérdida de caudalsólido se traduce en un aumento de la capacidad erosiva del río, y, por su par-te, la rectificación del canal, en un aumento de la velocidad de la corriente.En consecuencia, durante las crecidas se produce una destrucción masiva dediques y m alecones, y la invasión de las zonas ocupadas por el hombre. Elprincipal efecto, es, por tanto, la erosión. Esta se produjo de diversas mane-
ras, fundamentalmente por cortas de meandros, deslizamientos rotacionales,surcos en la llanura de inundación y en el cauce y erosión difusa en la llanu-ra. También hay que considerar la destrucción de obras humanas, diques ymalecones principalmente.
Las zonas de sedimentación y las formas sedimentarias también fueronmodificadas. Los principales efectos fueron la reutilización de surcos demeandro, la removilización de barras, los malecones naturales, los crevasseso lóbulos de derrame en la llanura, la sedimentación en lagos «oxbow», y, so-bre todo, la sedimentación en graveras abandonadas, que actuaron comotrampas sedimentarias.
DINÁMICA NATURAL Y DINAMICA MODiFICADA
El comportamiento dinámico del río Jarama durante las inundaciones eraclaramente distinto cuando se producía en un momento en que el río apenasestaba modificado, al momento actual, cuando el río está modificado de for-ma artificial. Así, se pueden diferenciar dos clases de comportamiento y susconsiguientes efectos sedimentarios, que podemos denominar:
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1 . En condiciones naturales. Observable solo en fotos aéreas y en L o s se-dimentos antiguos del río.
2. En condiciones claramente modificadas. Observable en medidas direc-tas y cuantificables, así como mediante las fotos aéreas recientes. Hay queconsiderar, de todas formas, que aún cuando las condiciones generales del ríoestán modificadas, algunas zonas presentan tinas condiciones bastante pare-cidas a las naturales.
Tipo 1: Comportamiento en condiciones naturales—La dinámica naturaldel río durante las avenidas se puede observar en las fotos aéreas dc 1947, ysobretodo, en la de 1956, donde se aprecia claramente en la llanura de inun-dación del río una fuerte actividad sedimentaria correspondiente a una aveni-da reciente. Sigue la tendencia natural de cualquier río meandriforme conuna llanura dc inundación estrecha, como es el caso. Así, abandona su cauce
y ocupa labanda de terreno adyacente, intentando mejorar las condiciones dcevacuación mediante un ahorro energético. Las imágenes muestran clara-mente como los desbordamientos producen fundamentalmente la corta demeandros, la reutiuización de antiguos surcos y la sedimentación de barras enlos mismos (barras de chute). Las barras son mayoritariamente de arena, se-gún se pudo ver en los cortes realizados en dichos sedimentos. Los crevassessobre la llanura de inundación aportan material fino, arenas muy finas y li-mos principalmente, con ripples linguoides y pequeñas barras. La evoluciónnatural del río
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de todavía el río discurre sobre barras de gravas mas antiguas en un claroproceso de lavado y destrucción de las mismas, mientras que en otros el en-cajamiento ha llegado al substrato rocoso, produciendo erosión del mismo,rápidos, surcos etc. Se puede dar una media de 2,5 a3 metros, con un máxi-mo en e l tramo situado justo aguas arriba de la confluencia con el ño Guada-lix, en e l meandro del Esparragueral y en la colonia Silillos, donde corta has-ta 4 metros de zócalo.
Erosiones en la llanura de inundación. En la Llanura de inundación se pro-dujeron varias zonas de erosión difusa, dando lugar a superficies de cantos la-x~adas. En otras ocasiones se produjeron surcos de excavación, canales some-ros o surcos crosivos alargados, coincidentes con líneas de flujo aceleradas(Fig. 4). l~or último, también son abundantes los lugares donde se produje-ron hoyos sol)reexcavados de dimensiones muy variables. En casi todos loscasos se podía observar como las erosiones se habían producido por la acele-ración anómala del flujo debido a la existencia (le obstáculos que impedían laexpansión de la lámina de agua, o, en el caso de los hoyos, a la existencia deexcavaciones previas, ampliadas y profundizadas.
Erosiones en las orillas. Fundamentalmente por deslizamientos rotaciona-les originados principalmente en las orillas cóncavas de los meandros, debi-do a la fuerte aceleración de la corriente en estos lugares (Fig. 4).
Enzcius SEI)IMEN-rNRlos:
Barras de chute. Durante e l proceso de desbordamiento, el río reutilizalos antiguos surcos de las barras de punta. Las barras formadas en dichossurcos, (barras dc chute) llegan atener unas dimensiones relativamente im-portantes, de hasta 10 metros y alturas de hasta 1 metro. Sc trata general-mente de megarripples de cresta ondulada, que dan lugar abarras de arenacon estratificación cruzada de surco, En dos casos e l tamaño de grano fuémayor, de conglomerados finos y microconglomerados. En pocas ocasionesse llegan a producir delta chutes, ya tíue la disponibilidad de material no esmuy grafl(le. Un ejemplo lo constituye el meandro de Viveros, representadoen la figura 4.
Malecones. Us desbordamientos sobre las orillas cóncavas dc algunosrneand ros dieron lugar ala sedimentación de cuñas de arena de tamaño grue-so a medio, con laminación (le l)ajo ángulo inclinada hacia la llanura y quepasa lateralmente aarenas de tamaño de grano fino y limos, con ripples liii-guoides. Las dimensiones de estos malecones naturales son reducidas conpotencias máximas de hasta 25 centímetros y anchura de la cuña arenosa deunos 20 metros máximo.
Lagos de oxbow. En dos meandros se produjo el encharcamiento durantebastante tiempo de antiguos surcos de meandro abandonados y que conser-
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Campos de megarnpples O o
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de l Jarana
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vahan su forma deprimida. Se trata de los «oxbow Iakes» que se preservanaún en el meandro de Viveros (Fig. 4 > y el mas extenso del meandro de Pa-racuellos del Jarama. En ambos casos están invadidos por carrizales y du-
rante la avenida se llenaron de agua que meses después aún conservabanparcialmente. La sedimentación predominante es de fangos, por decanta-clon.
Desbordamientos
En la llanura de inundación. Los desbordamientos se produjeron gene-ralmente por la rotura de malecones artificiales construidos en la zona aguasabajo de las orillas cóncavas del meandro, irrumpiendo en la antigua barra
de meandro y ocupando la estrecha franja de llanura de inundación que bor-dea al río. Esto provocó erosiones y acumulaciones sedimentarias que se ma-nifestaron sobre todo en superficies extensas de ripples linguoides, y en al-gunas barras arenosas con megarripples lunados. En ocasiones, la energía dela corriente fue capaz de transportar gravas hasta la llanura de inundacióndel río, donde se formaron barras de poco espesor pero bien delimitadas,con imbricación de los cantos. En el Meandro de Viveros (Fig. 4>, el río rom-pió un malecón artificial bajo, y se desbordó dando lugar a extensos camposde acumulación de finos, limos con ripples y arcillas en las zonas mas próxi-mas a la rotura. Sin embargo, siguiendo las lineas de flujo de la corriente ensu camino de retorno al cauce, se produjeron en la llanura excavaciones di-fusas y en surcos que dieron lugar a la formación de campos de megarrippleslunados de arenas con extensiones de hasta 50 metros y con alturas mediasde 30 cms.
En las gaveras excavadas en la llanura. Los efectos sedimentarios duran-te la inundación fueron importantes en las zonas excavadas próximas al cau-ce, es decir en las múltiples graveras quejalonan las márgenes del río, sepa-radas de él muchas veces por malecones de echadizo. Estas depresiones ac-tuaron como grandes trampas sedimentarias, se rompieron los malecones ensu caso y la mayor parte de la carga de fondo del río movilizada por la ave-nida se introdujo en ellas.
En estas depresiones se formaron barras de gravas con forma de lóbulo despillover de grandes dimensiones, entre 50 y 110 metros de longitud y 1 me-tro de altura, y con imbricaciones; campos de barras de arenas, con dimen-siones de hasta 100 metros de anchura por 150 de longitud. Los megarrip-píes que forman las barras son linguoides, con alturas comprendidas entre0,4 y 1 metro.
En la figura 5 se expone un ejemplo (Arroyo de la Vega), donde existeuna gravera de forma alargada, y donde los efectos sedimentarios fueronimportantes. En este caso no existe malecón artificial sobreelevado sobre la
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Fig. 5.—El tramo d e la desembocadura del Arroyo de la V eg ~ : í al Sur de Alcobeudas. Aspedo en1947 y en 1988, co n la situación d e la g r a v e r a excavada.Fig. 5—Aro.>yo de la V e g a inuuth
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Fig. 6.—Detalle de las bar ras movilizadas en la g r a v e r a de losFig. 6.—Detail o f the enlarged bars in f igui-e 5.
do del río, pero sí se constata que las modificaciones principales fueron laerosión parcial de las mismas y su lavado, con desaparición de los clastos demenor tamaño, y concentración paulatina de los mayores, y la importantereordenación de dichos cantos mediante la imbricación casi completa de losmismos. Además, en algunas de las barras centrales y laterales del río, así como en las de puntas se han podido ver ocasionalmente indicios claros de se-dimentación y recrecimiento. Fundamentalmente se puede apreciar en reía-non ala vegetación que las cubría, que fué sepultada por gravas o arenas. Enla confluencia con elrío Guadalix se formaron grandes barras en el cauce del«Tarama, barras centrales y laterales de gravas.
Otros efectos. Durante la crecida el río tendió arecuperar al máximo suscondiciones naturales, reconstruyendo su morfodinámica primitiva. En la fi-gura 7 se ha representado un ejemplo de este tipo; representa un tramo delrío en la zona de Silillos, en el que se reconstruyó una barra que había sidoactiva hasta el año 1956. El esquema muestra cuatro etapas en la evolución
nueva barraA cantos ,mbricadoe O
—-
.3«2c.— -CoS~.~Z>ec s C z~ j ~ 2c ~ >
antigua barm suhumada
r e c u a d r o s de la figura 5 .
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Fig. 7—Tramo de Silillos. Evolución de l río desde 1 947 hasta 1989 . Reconstrucción de las con-d i c i ones naturales po r la ave n ida.Fig. 7.—Silillos reach . Four s tages in the evo]ution of river (s ince 1 947 to 1989> . The naturalcondifiuns were r e c o v e r e d after flooding in 1 9 8 9 , and artificial wall des t royed.
de este tramo del río, el adosamiento de la barra ala orilla oriental, separa-da por un canal secundario que ocupa el lugar del antiguo cauce activo. Enel 88, la construcción de un dique de echadizo
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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
El río «Tarama ha experimentado en las tres últimas décadas una fuertetransformación, pasando de su primitiva morfología de río meandriforme desinuosidad media con carga de fondo gruesa, a río redo, encajado, con ten-dencia a desarrollar barras centrales y laterales. El motivo ha sido la altera-ción de sus variables hidrológicas independientes, Ql (caudal líquido) y Qs(caudal sólido). Las causas son antrópicas. La «metam orfosis» del río, utili-zando una expresión de Schumm, continúa hoy día, y si cabe de forma acele-rada.
La pérdida de Ql ha sido debida principalmente ala construcción de em-balses en sus afluentes, lo que ha rebajado las crecidas medias, aunque no laspunta. Las consecuencias han sido la revegetación del cauce por inactividadde las barras y la pérdida de su capacidad de desagile. Por tanto, en el casode crecidas importantes, la capacidad de evacuación del río es menor, y losefectos mas catastróficos.
La pérdida de Qs ha sido debida ala intensa actividad extractiva de susgravas y arenas. Las consecuencias inmediatas afectan a las crecidas mediasdel río, con disminución de su evolución natural. Las consecuencias en elcaso de crecidas punta son mucho mas importantes, ya que el río, con todosu poder destructivo, sin una carga sólida que disipe la energía, tiene unagran capacidad erosiva y por tanto tiende aún mas al encajamiento. La situa-ción de desequilibrio que experimenta el río en las crecidas punta, con pocacarga sólida, se incrementa por el hecho de que su tendencia a la rectificaciónhace aumentar la velocidad de la corriente, sin curvas donde se frene, y todoesto se manifiesta en una masiva destrucción de malecones y diques. La exis-tencia de numerosas zonas deprimidas a lo largo del río, debidas agraverasabandonadas, constituye, paradójicamente, una medida de prevención deefectos aún mas catastróficos, ya que los principales efectos sedimentarios seproducen en esas «trampas», que son el equivalente a backswamps de dimen-siones gigantescas.
En cuanto alas respuestas sedimentarias de un río de estas características,se puede concluir que son de dos tipos:
- Formas originadas en zonas donde el río está poco modificado, que
son fundamentalmente las mismas que daría el río en condiciones naturales,y que se traducen sobre todo en cortas de meandros, reorganización de ba-rras y sedimentación de finos en la llanura de inundación. La principal dife-rencia se refiere al hecho de que la carga sólida disponible es menor, por loque el retrabajamiento de formas anteriores es manifiesto.
2. Formas originadas en zonas donde las modificaciones han sido muyimportantes. En este caso, los efectos sedimentarios se encuentran amplifica-dos, con rotura de m alecones, surcos erosivos, desarrollo de crevasses congrandes formas sedimentarias arenosas en la llanura de inundación y, en el
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caso de rellenos de zonas extractivas, grandes campos de megarripples, degravas y de arenas, con formas de hasta 10 metros por 1 metro de altura.
La comparación entre las situaciones normales y las modificadas muestraque los efectos sedimentarios de un río se encuentran amplificados en el casoen que este se encuentre muy modificado. El río tiende a intentar recuperarun comportamiento normal, meandriforme en este caso, aunque se encuentreconstreñido en un canal mas recto y cerrado por m alecones. Los rompe y seexpande el flujo. El retorno al cauce es, debido precisamente ala existenciade malecones, difícil, y los efectos catastróficos, se multiplican.
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Manuscrito recibido: 29 de junio 1995 A’Ianuscrito aceptado: 6 marzo 1996