Post on 19-Jun-2015
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Resolución de Conflictos y
Liderazgo religioso
Método de Resolución de
Conflictos
Asumir la responsabilidad del acto
Hacer reflexionar
Asumir la consecuencia
Reparación simbólica
Prevención de conflictos a través de
bordes y consecuencias
El catequista, diseñador de escenarios
Roles y escenarios
La Comunicación
Un buen catequista, un buen líder
religioso
Es modelo
Representante de Dios
Diseñador de escenarios
Los tres grandes compromisos
DIBUJO, INTERPRETACIÓN,
AFICHES Y DISPOSICIÓN DEL
LUGAR
EL DIBUJO
Dibujar es una tarea contemplativa.
Por ello, al solicitar que se dibuje algo relacionado aun tema, se habrá de haber interiorizado el relato ola escena que se sugiere dibujar.
Mientras los
catequizandos dibujan
conviene recordar y
volver a interiorizar
aquello que se les pide
dibujar.
En algunas ocasiones
convendrá hacer un rato
de silencio para
“pensar” o “ver con los
ojos cerrados” lo que se va
a dibujar.
El dibujo debe ser libre.
El catequizando traza las líneas como quiere, pone los
colores que quiere. Porque está expresando su vida
interior.
Hay que descartar copiar un dibujo o estampa,
que calquen o recorten figuras.
Porque se vuelve un trabajo manual y no una
expresión de mi relación con Dios.
Los mejores instrumentos son:
Papel blanco grande (oficio por lo menos).
Crayones de colores.
En veces también se podrá utilizar cartulina
cuando lo que se dibuje se utilizará en el Aula o
Templo.
Hay que evitar el uso de la regla
(una línea trazada con regla
no es “mía”) y el borrador
(borrar lo que dibujé es
descalificarme).
El niño de 8 a 10 años – si no ha sido contrariado
- aún dibuja espontaneamente y expresa su
vivencia interior.
A veces en casa se les exige que dibujen “bien”
(líneas derechas, copiando dibujos de adultos o
reproduciendo exactamente la realidad).
Quizás por esto algún niño puede estar cohibido
al dibujar.
O si no, por alguna situación traumática, que
pueden ser pasajeras o duraderas.
Los signos de la cohibición son:
Decir que “no sé dibujar”.
Resistirse a dibujar con la hoja en forma horizontal.
Al dibujar sólo ocupa un pequeño espacio de la
hoja.
Usa solamente colores fríos
(negro, azul, marrón, verde oscuro).
Corrige contínuamente su dibujo
borrando.
Cuando nos percatamos de estas situaciones, es una
ocasión para suscitar un diálogo sobre las dificultades
que experimenta el niño y que son causa de su
cohibición.
A los padres de familia hay que pedirles que respeten la
libre expresión de sus hijos en el dibujo espontáneo, sin
exigirles perfección.
Lo importante es ayudar a interiorizar y a contemplar
lo que los chicos dibujan.
INTERPRETAR UN DIBUJO
Aunque los catequistas no somos psicólogos, sí
podemos utilizar las indicaciones de los psicólogos
para sacar interesantes observaciones sobre los
dibujos.
Los niños que dibujan con ganas y expresan su interioridad
con soltura sienten que saben dibujar, toman la hoja en
forma horizontal, ocupan toda la hoja con su dibujo y usan
colores cálidos.
Ellos hacen de su dibujo una verdadera relación con Dios.
Cuando no se ha interiorizado lo suficiente, los
catequizandos se sienten incapaces por no haber
visto con los ojos del corazón. Por lo que habrá
que dedicar tiempo a ayudarles a vivenciar la
escena o figura propuesta.
Una práctica valiosa es el solicitar a los
catequizandos que realicen el dibujo de su casa.
Es muy interesante porque responde a un
esquema hecho.
El sol simboliza al papá.
Si está cubierto con nubes hay un problema en la
relación con el papá (puede ser pasajero o duradero,
habrá que corroborarlo solicitando otro dibujo más
adelante).
El árbol simboliza a la mamá.
Su cercanía o lejanía, sus pocos o muchos frutos
simboliza el estado de la relación con la madre.
La chimenea de la casa hechando humo.
Refleja que la casa está habitada (“hay calor
hogareño”).
La puerta de la casa abierta o cerrada
Simboliza la apertura de la familia con las cosas que
ocurren afuera, o bien su corazón.
La ventana adornada con flores y cortinas.
Indica alegría que se vive en casa.
El camino que conduce a la puerta puede ser
recto y ancho o torcido y angosto, y algunas veces,
no llegar a la casa.
Indica la facilidad o la dificultad de la relación y del
diálogo en casa.
También es interesante analizar el dibujo de la
familia.
¿Quién aparece en el centro?
¿Cuál es la relación entre el padre y la madre?
¿Hasta qué punto el niño se siente querido?
¿Qué miembros de la familia son rechazados?
¿Cuál es la relación con los hermanos?
¿Qué otros personajes influyen en la familia?
Si vemos que hay problemas psicológicos serios,
no hemos de actuar como psicólogos sino
remitirlos a ayuda profesional.
En fin, hay que observar, acompañar la
observación con el diálogo y el trato con la
familia.
LOS AFICHES
Es una de las actividades más comunes en
catequesis.
Sin embargo, la suerte que corren a veces es
lamentable: nadie los mira o quedan pegados a
las paredes, puertas o ventanas hasta que se
ponen amarillos, llenos de tierra ose caen.
Hay que partir de pensar para qué hacemos
afiches y qué destino les vamos a dar. Porque
hacer un afiche es querer comunicar algo.
Puede ser que queramos anunciar
acontecimiento:
Las primeras comuniones.
Las confirmaciones
Anunciar un mensaje que deseamos compartir
con la comunidad: el amor de Dios por nosotros,
la alegría de ser cristianos, igualdad entre los
seres humanos.
Podemos hacerlos para adornar el salón, para
recordar algún pensamiento o alguna actitud que nos
ha sido enseñada.
Además, de acuerdo a para qué deseamos el afiche,
así dependerá:
El lugar de colocación.
A quién está dirigido.
Qué queremos transmitir
Cuando los hacemos normalmente utilizamos
imágenes de revistas o internet:
Conviene no usar fotos de personajes conocidos, del
mundo artístico o mundano. Porque son demasiado
conocidos por la gente y desdicen con su actuación el
mensaje cristiano que queremos transmitir.
Hay que evitar fotos de publicidad, pues representan
muchas veces una mentalidad clasista y a veces
racista (aparecen sólo personas rubias y ricas).
El tamaño de las letras con las que se escribe el
texto.
Texto no muy largo y letras suficientemente grandes
para leerlas a cierta distancia.
Colores fuertes que no se destiñen.
No conviene utilizar un color distinto para cada letra
porque eso dificulta la lectura.
Quitarlos a tiempo.
Después de un mes un afiche es viejo y pierde
actualidad.
EL CATEQUISTA DIBUJA
Conviene que los catequistas tengan a mano un
buen marcador y/o yeso, un papelógrafo con
marcadores o un papel grande, para dibujar.
En ocasiones convendrá tener el dibujo
preparado. Y si se necesita que esté muy
bello, se podrá pedir ayuda a algún amigo
que tenga más desarrollada esta capacidad.
Conviene que el catequista dibuje delante de
los catequizandos (niños o adultos). Así el
dibujo es una verdadera prolongación del
catequista y, acompañado de su palabra,
expresa mejor el mensaje que se desea
transmitir.
Conviene que el relato vaya junto con el dibujo, a
manera que éste resulté más dinámico y
plenamente animado.
Hay catequistas que piensan que no saben
dibujar. Pero, todos pueden dibujar si se lo
proponen.
Lo que se necesita es que el dibujo sea expresión
viva de su sentimiento y de su imaginación.
El catequista no debe temer a mostrarse con
sus limitaciones. Muchos hemos sido cohibidos
con anterioridad por críticas o burlas. Pero…
… tenemos que superar humildemente estacohibición y alegrarnos en lo poco o mucho queDios nos ha dado.
Lo que hemos de dibujar en catequesis:
Las cosas creadas.
La humanidad de Jesucristo.
La Iglesia.
Lo que no debemos dibujar:
A la Trinidad.
El Alma.
En esos casos conviene usar símbolos ypresentarlos como tales.
También podemos dibujar esquemas o líneas del
tiempo que ayuden a la comprensión y retención de
lo explicado. Sobre todo con adolescentes y
adultos.
Finalmente, no hay que condicionar a los
catequizandos dibujando o presentando una imagen
de lo que se quiere que ellos dibujen.
De lo contrario, se limitaran a copiar el dibujo del
catequista o cohibir su expresión espontánea,
personal y creativa.
¡Ven a Catequesis!
DISPOSICIÓN DEL LUGAR
Primero hay que recordar que la catequesis no es una clase, sino un Encuentro.
Una cruz o un dibujo de Jesús facilita la toma de conciencia de que Jesús está presente en medio de nosotros.
También es importante tener un atril o mesita
con un mantel, para poner la Biblia iluminada
por una vela ayuda a la ambientación y hace vivir
la actualidad de la Palabra de Dios.
El catequista no tiene que refugiarse detrás de
un gran escritorio o de una mesa imponente.
Sino sentirse libre, con facilidad de movimiento y
en contacto con el grupo.
Basta con tener una silla y quizás una pequeña
mesita para poner sus libros o sus apuntes.
Es preferible que los catequizandos se sienten en
sillas comunes o en bancos no demasiado largos
Dentro del círculo no tiene que haber nada .
Todos tienen que poder verse y hablarse de
frente.
Cuando tengan que dibujar o escribir conviene
dividirlos en grupos y disponerlos alrededor de
distintas mesas que pueden estar en otro lugar.
Vale recordar:
El catequista no es maestro, Dios es “El Maestro”.
Los catequistas no estudian los temas, escuchan a
Dios.
En la Iglesia no somos individuos, formamos
comunidad.
El catequista no es autoridad, sino testigo de Dios.
Siempre prepara tu salón
antes de realizar el encuentro.
El Dibujo relaciona con Dios
Ayuda a entender a la persona
El afiche anuncia
una Buena Nueva
El dibujo prolonga al catequista.
El lugar ambienta el Encuentro con Cristo