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DANZAS TÍPICAS DE BOLIVIA
1. CONCEPTO.– La danza no obstante la forzada simbiosis de culturas ancestrales
con europea, registrada en Bolivia desde la llegada de los españoles, decenas de
pueblos precolombinos han mantenido aún vivas muchas expresiones culturales que
constituyen un valioso patrimonio de nuestro País.
Estas manifestaciones, cada una portadora de sentimientos y creencias transmitidas
por sus antecesores, son reproducidas periódicamente con nuevos aportes que se
procesan en el transcurso del tiempo, sin perder sus esquemas religiosos, ritos
telúricos, fuente de su inspiración.
2. ANTECEDENTES.– La Paz, región altiplánica de yungas y tierras cálidas, es el
espacio geográfico donde moraban etnias antiguas como los pacajes, los kanas, los
kollas, los omasuyos, los lupakas y otros, todos de habla aymara y algunos pueblos
de habla quechua en el norte, cuyos descendientes actuales reproducen danzas
precolombinas y mestizas como ser el waka thoqori, los suri – sikuri, los choqela, el
chunchu, la saya, la kullawa, grupos musicales como los qhantus y varias clases de
tropas de sikuris. Además se mencionan las danzas mestizas de los ch´utas, los
doctorcitos, los awki – awkis, los paqochos, la morenada, caporales, antawara y
otros.
Chuquisaca, está formada por serranías, valles y Chaco, donde habitaron los
charkas, los yamparas, los guaraníes, los chiriguanos u otras etnias propias de zonas
cálidas. Los descendientes actuales, que moran las serranías, reproducen danzas
típicas del lugar como la de los tarabuqueños en la fiesta del Pujllay, las de ayarachi
y la danza que corresponde a un pueblo peculiar de los potolos. Las comparsas de
cholitas que bailan la cueca, el bailecito y el salaque, corresponden al contexto
mestizo. En el Chaco las etnías tienen su propio baile en el que predomina la danza
de los chiriguanos consistente en hacer un círculo de mujeres, por varias horas,
alrededor de un árbol, o de un presa de caza.
Potosí, comprende la zona de cordilleras, de altiplanicie, de cabeceras de valle y de
grandes salares. En este espacio geográfico habitan etnías precolombinas con su
propio idioma, entre ellos los yura, los chaquíes, los lip´is, los jucumanis, los laymis,
los yamparas, los charkas y los chichas. Los descendientes actuales conservan
algunas danzas ancestrales como la de los q´aramoqos de Yura y de Caiza “D”, la
tropa de las cebolleras, con sus vestimentas de fiesta y grandes tupus de plata en el
pecho, sujetando una mantilla bordada y los q´usillus, que integran diferentes tropas
de danzantes.
Santa Cruz, es zona exclusivamente de llanos y algunas serranías. Este territorio
cálido es habitado por los chamacocos, los baures, los samucos , los chiquitanos, los
ayoreos, los guarayos y otras etnias, con sus propias danzas típicas del lugar. En este
departamento se baila el taquirari, la chovena, el carnavalito, la rondilla, todos
pertenecientes al contexto cultural mestizo. Son ritmos que se llevan a cabo en los
buris y en los saraos (fiestas colectivas), con la animación de bandas de instrumentos
metálicos, como las de Michi Ardaya, el Sapo Pinto, Pan de Arroz y otras. En estas
fiestas destaca la cambita oriental, con su tradicional tipoy, mientras los hombres
llevan siempre el sombrero de sao.
Oruro, zona más altiplánica que montañosa, donde aún viven pueblos precolombinos
como los urus, los chipayas, los uru – muratos, que han sido aymarizados en algún
período de la historia. Cada una de estas etnias conserva sus propias danzas y ritos.
Destacan los chipayas con su rito de la wilancha y sus danzas con vestimenta
extraordinaria: los varones con su atuendo llamado ira y las mujeres con su ajsu y
allmilla. El cabello de ellas van ornamentando con decenas de delgadas trencillas.
La gran fiesta citadina del carnaval realizada en la ciudad de Oruro, entre febrero y
marzo, concentra todos los grupos folklóricos de danzantes del País. Por esta razón
se la nominó Capital Folklórica de Bolivia. En primer lugar destaca la comparsa de
la diablada, con trajes extraordinarios y lujosamente bordados; en segundo lugar, el
grupo de los morenos; en tercero, el grupo de los caporales y así sucesivamente
unas 50 a 60 comparsas.
Tarija, es un valle templado con un espacio geográfico llamado Chaco, donde
todavía residen etnias precolombinas como los chiriguanos, los matacos, los
chulupis, los tobas, tomatas, los chichas y otras que han sido asimiladas por los
guaraníes. Cada una conserva sus danzas propias típicas de su zona. Las danzas
mestizas más destacadas son la rueda chapaca y las comparsas que ejecutan el
contrapunto.
Cochabamba, departamento de zonas muy calientes y húmedas, como el Chapare,
aparte de valles también tiene montañas. El departamento de Cochabamba
antiguamente fue habitado por los charkas, los yamparas, asimilados por los
aymaras y los inkas. Cada una de estas etnias tenía sus propias danzas y música. A
la fecha éstas han desaparecido.
Beni, es un departamento cálido, consistente en llanos y zonas amazónicas,
interrumpidas por pequeñas serranías, donde todavía habitan etnias precolombinas
como los sirionós, los chacobos, los chapacuras, los ese – ejas, los mojeños, los
movimas, los mores, los chimanes, los ignacianos, cada una de ellas con sus
propias danzas. En este departamento existen danzas como el chopé, él cochipiyu,
los bárbaros, el sarao, los sirionós, el achu, los chimanés. De todos estos destaca la
danza de los macheteros, o tontochis, que se lleva a cabo en San Ignacio de Moxos,
para las fiestas patronales de Pascua. Corpus Christi y Santísima Trinidad.
Pando, departamento cálido y húmedo, cuya parte de su territorio corresponde a la
zona amazónica. Aquí habitan todavía etnias precolombinas como los pacahuaras,
los araonas, los guacanaguas, los capahenis, los iñaparis, los toromonas y otras
etnias itinerantes, que se trasladan de Bolivia a Brasil y viceversa. Cada uno de estos
pueblos tienen sus propias danzas con músicas bitónicas, tritónicas y en algunos
casos pestatónicas. Generalmente bailan semidesnudos, formando un círculo de
mujeres y hombres. El número de sus miembros se ha reducido muchísimo
últimamente, debido a la transculturación.
3. CARACTERÍSTICAS.-
LA CUECA.- En los albores de la República apareció una danza peruana
llamada Zamacueca, del cual se derivó nuestra cueca boliviana y que a su vez se
proyectó hacia Chile, con el nombre de “'cueca chilena” en la Argentina, este
ritmo se estilizó con el nombre de “Zamba” y en el Perú prefirieron cambiarla
por "Marinera", debido a las diferencias con Chile, por la guerra de 1880.- En
cuanto a su origen, existen historiadores que aseguran que la "cueca" es el
resultado de la mezcla de la música nativa "Jarawi", con la “Jota” española, de
ahí, su esencia mestiza.
La cueca es un baile de parejas con pañuelos, alegre, señorial y a veces con
rasgos de galanteo.
EL BAILECITO.- Es el hermano menor de la cueca. Tiene las mismas
temáticas introducción, bailecito (dos veces), quimba y jaleo. La música,
también es el producto de la fusión española con la nativa. El bailecito lleva la
frescura de la alegría, flexibilidad y gracia y se baila con pañuelos.
En esta danza intervienen generalmente dos personas, pueden también participar
cuatro personas:"bailecito de cuatro", también llamado "Bailecito en Batalla".
El paso es diferente a la cueca. Se camina parsimoniosamente sin perder el ritmo
y se ejecutan los cambios de lugar con mas donaire y elegancia que en la cueca.
En la "Quimba" la pareja se expresa también con el zapateo, con distinto ritmo
que en la cueca.
En el jaleo, el var6n persigue a la dama y concluyen la danza en el centro con un
golpe seco. A veces el varón también termina de rodillas.
EL HUAYÑO.- Es una expresión festiva que reúne: música, danza y copla.
Proviene de la época del incanato. Su expresión “wayñu”, significa, "guirnalda"
o collar de frutas que se pone al cuello de personas de connotación social ó
"pasantes” de la fiesta. Se pueden advertir dos clases de huayños: el primero, que
tiene compases y ritmo equitativo en tiempo binario, y el segundo, los huayños
folklóricos que tienen divisiones defectuosas.
En la actualidad, el "huayño" es un complemento insustituible de la cueca y el
bailecito y se lo baila en todos los ámbitos sociales. Su estructura ó forma, tiene
tres frases musicales de 4, 6 y 8 compases, que se repiten varias veces y para la
conclusi6n el movimiento rítmico es acelerado.
El "huayño", es conocido también como “aire indio”, y en el Perú, está arraigado
con el nombre de "huayño". Es notable que su aire contagioso creó ritmos
parecidos como son: el khaluyo, la cacharpaya, mecapaqueña, pasacalle,
comparsa, etc.
EL TAQUIRARI.- Es una forma musical de origen tropical. En sus inicios esta
"danza-canción" se denominó “taquirirá”, que significa "flecha" o sea era el
"canto a la flecha", por ser el arma que brindaba al moxeño el sustento diario y
que al mismo tiempo le protegía de sus enemigos. Fue un instrumento útil en la
vida y la emotividad de los noxeños.
Este ritmo que refleja el gozo del vivir, viene de la legendaria región de loa
Moxos (Beni) y del territorio del norte (Pando), habiéndose extendido a Santa
Cruz y finalmente a todo el ámbito nacional. En este contexto, se debe relevar el
aporte de los eximios creadores de esta corriente musical, que de un sencillo
ritmo autóctono, elevaron a una “forma” musical distinguida. Los autores que
trabajaron en esta temática posiblemente son incontables, de los que se pueden
hacer mención de honor a:
Susano Azogue, Nicolás Menacho, Rogers Becerra, Gilberto Rojas, Godofredo
Nuñez, José Ferrufino, Emilio Gutiérrez, Jaime Del Río, y cuantos otros
maestros que plasmaron su imaginación artística en el Taquirarí.
EL CARNAVALITO.- Este ritmo alegre y vivaz, de tiempos ternarios, a
tomado su arraigo en las poblaciones orientales, particularmente en Santa
Cruz, de donde se proyectó a toda la geografía boliviana. Se desconoce la raíz de
esta versión musical, pero fácilmente se puede colegir que es un baile dejado por
los conquistadores españoles. Tiene un aire parecido al "pequeño vals", de tres
fragmentos que se repiten muchas veces. Por su exquisita melodía y su típico
sabor de la alegría pertenece al baile de la "mascarada" y del “carnaval”.
LA CHOVENA.- Corresponde al tipo de danzas autóctonas de la Chiquitanía
(Santa Cruz). Tiene un ritmo marcado, binario, de movimiento alegre y frases
cortas que se repiten constantemente. La “chovena”, se baila en dos filas de
hombres y mujeres, que tomados de la mano ingresan en paso saltado hasta
formar una rueda, levantando y bajando el brazo alternativamente. Al repetir la
música ó a una señal, los danzarines cambian de
dirección y el paso, girando de derecha a izquierda.
Avanzan con el pie derecho hacia el centro y con el mismo pie vuelven hacia
atrás. Contando dos tiempos para cada cruce del pie.
EL KHALUYO.- Es una música con representación coreográfica, y
posiblemente viene del huayño. Tiene texto ó letra que caracteriza el aire
picaresco y emocional de los danzarines, que aplican el zapateado, según el
sentir etnológico de cada pueblo. Esta forma musical es muy difundido en los
valles y, en forma particular lo estableció el maestro Humberto Iporre Salinas,
quien refleja un sentimiento apacible y alegre. Ej: "Ajtapi", de su autoría.
KACHARPAYA.- Es una forma musical con rasgos de nostalgia, que viene
desde la época pre-colonial. Se caracteriza por enunciar el fin de un
acontecimiento festivo ó "despedida".- Expone una coreografía simple,
acompañada del canto. También deriva del huayño.
LA POLCA.- Es una danza surgida alrededor de 1.730, en Europa y tiene
probable origen checo. Se escribía en el compás de 2/4. Se difundió en el s.
XIX, al mismo tiempo que el Vals, y también llegó a la América, originando
bailes folklóricos en ritmo ternario, como la polca paraguaya. Sin embargo; este
ritmo llegó a Bolivia y se cultiva especialmente en el Oriente. Hubo un com-
positor que le dio popularidad y forma, con la pieza: "Las Palmeras", arreglo de
Gilberto Rojas.
CHUNTUNQUI.- Este tipo de música tiene origen chuquisaqueño, y se lo baila
en la Navidad. Es sinónimo de "villancico" y puede tener dos y tres temas, en
compás de 2/4 y 6/8. En la actualidad, este ritmo ha adquirido una estilización y
evolución de carácter romántico, con aire cadencioso. Ej:"Sin Ella", que
difunde el Conjunto KJARKAS.
LA MORENADA.- Es la danza folklórica pesada, que evoca el traslado de los
negros esclavos hasta las frías minas de Potosí, en los tiempos de la “mota”.
Tiene un ritmo cadencioso y hasta marcial, con estructura bitemática y
tritemática breve, en compás de 2 tiempos, con coreografía propia y original. En
tiempo pasado, era una danza exclusiva para hombres. En el presente se dio a
la participación de las damas - morenas.- En cuanto al disfraz, lleva un saco en
forma de "tonelete" y "pollerón" en forma de barril, con sombrero metálico
adornado con plumas de color, careta que representa al negro, botas y otros
aditamentos. La matraca, que es un “idiófono”rítmico, representa el sufrimiento
crucial de la marcha cansina al son de los grillos y cadenas.
LOS TOBAS.- Es la música de la danza selvática, que tuvo su origen en la zona
del Chaco, a orillas del río Pilcomayo. La música es monótona y ligera. Es una
danza ceremonial y guerrera, con saltos acrobáticos, rebotando y quebrando la
gravedad. Esta forma de música transformada para la banda, es transplantada
definitivamente en los antruejos festivos del Altiplano.
LA DIABLADA.- Es una música vivaz, varonil y dinámica. Está escriben
compás de 2/4 y 6/8.- Su vestimenta original y colorida, además de su pujante
coreografía impresionante, ha cobrado una jerarquía social y folklórica en
nuestro medio.
La danza diablada se origino en la época colonial, durante la explotación de
las minas en nuestro territorio, fue transplantada en el Alto Perú desde España,
se puede decir que es una síntesis de dos antiguas danzas españolas: “DANZAS
DE LOS DIABLOS” y “LOS SIETE PECADOS CAPITALES”, esto es
descritas en documentos del siglo XII.
Esta danza ceremonial representa la lucha entre el bien y el mal, entre el
Arcángel San Miguel con las siete virtudes y Lucifer acompañado por los
siete pecados capitales. Actualmente Lucifer y los diablos dirigidos por el
arcángel, triunfador del combate.
Aparecen también China Supay (o mujer demonio) y otras “figuras” como el
Cóndor y el oso. Detrás de los “diablos” se esconden conceptos y
personajes andinos, como el “Tío” diablo que vive en el interior de las
minas a quien los mineros profesaban durante todo el año en un culto
supersticioso, sobrenatural subterráneo y dueño de los metales, que pueden
proporcionar grandes riquezas o causar la muerte en los socavones. A su
vez, el cerro de la mina está esta asociado con la virgen, en cuyo homenaje
surgió la diablada. La diablada refleja sincretismo religioso a través de
formas suntuosas, coloridas y exuberantes que han ido ganando popularidad
a lo largo del tiempo. Hoy se la baila en muchas ciudades bolivianas, y es
emitida en otros países.
La danza diablada tiene su origen en Potosí en el siglo (XVII) y luego
pasa a la ciudad minera de Oruro en el siglo (XIX Y XX) donde la danza
alcanzo su esplendor, rinden culto peculiar a la virgen del Socavón.
Oruro es un departamento de Bolivia, lindante con los de La Paz, Potosí y
Cochabamba, y con la República de Chile. Su superficie es de 52.800 km2.
La minería (plata, oro, cobre, estaño, etc.) constituye su principal fuente de
riqueza.
Oruro es capital del departamento homónimo y de la provincia de Cercado. Es
un importante centro minero con diversas manufacturas. El comercio es activo.
LA LLAMERADA.- Danza que en aymara se lo conoce con el nombre de
“qarwani”.Es decir tipo festivo religioso de origen preincaico, propia de los
criadores de camélidos (llama, alpacas, vicuñas)de la altiplanicie andina aymara.
Es muy típica en el departamento de La Paz.
Este baile está relacionado con una de las actividades más importantes de la
economía agropecuaria del altiplano: la cría de la llama.
Rememora también la domesticación de los primeros camélidos de la zona
andina: guanacos, alpacas y vicuñas. Los bailarines llevan en la cabeza una
reproducción de las antiguas monteras de cuatro puntas usadas por diferentes
grupos étnicos desde tiempos pre-hispánicos.
Esta danza recuerda las largas caravanas de llamas en las que comunidades
aymaras llevaban sal a otros pueblos para intercambiar productos.
Los danzarines, visten las tradicionales monteras y ponchillos de los llameros,
una máscara estucada donde los labios aparecen fruncidos en un silbido
inextinguible. Reglamentariamente los colores de las polleras de las mujeres no
deberían repetirse.
Sus bolsas se forraban con monedas y en los atados de la espalda van sujetas, por
fuera, cucharas , platos y vasos de plata. Para todo movimiento está siempre la
honda y la campanilla del guía.
QANTUS.- E1 departamento de La Paz es una región con múltiples expresiones
folklóricas. En sus zonas ecológicas de los valles, yungas y altiplano las
manifestaciones culturales presentan particularidades propias en la música y
danzas folklóricas. Así en los valles interandinos de Camacho, Bautista Saavedra
y Franz Tamayo, están las danzas de Qantus, Montonera, Pífanos, Chiriguano y
Chunchos. En los yungas las danzas del Loco Pallapalla, la Saya, el Tablasicu, la
Tarqueada. En el altiplano los Sikuris de Italaque, los Chatres, Mokululos, Kena
kenas, Moceñadas y otros de raíz ancestral y telúrica.
Las expresiones folklóricas de la música y la danza en este espacio ecológico de
La Paz son heredadas de las culturas prehispánicas de aymaras y quechuas. Las
prácticas sociales de la tradición, música y danza antiguamente tenían relación
con el proceso productivo agrícola, así la fiesta andina es el puente que relaciona
a la familia con la naturaleza y a la divinidad (Pachamama). La música y la
danza son como el riego para las plantas. En el tiempo de lluvia hay que tocar
música alegre, para fertilizar las plantas.
El Calendario Lunisolar Andino marca tiempos agrícolas que eran determinados
astronómicamente y conceptualizados en la Pacha (tiempo-espacio). Así las
estaciones agrícolas de cada época tienen un tipo de música y danza. El tiempo
astronómico está marcado por dos épocas grandes: jallupacha (época de lluvia) y
awtipicha (época seca) y un tiempo intermedio de invierno o juipacha. Esta
división permite observar los diferentes tiempos del proceso productivo agrícola
de siembra, barbecho, crecimiento y cosecha que el campesino aymara debe
realizar en sus comunidades.
Sin embargo, el proceso de la colonización ha modificado de alguna manera los
tiempos de producción agrícola.
LOS KULLAWAS. – Danza festiva popular entre los aymaras que ejercen el
oficio de hilanderos y tejedores. Es probable que existiese alguna relación con la
etnia kollana, que tenían la especialidad citada.
Esta danza que viene de la época del incario, representa a los hilanderos y
tejedores de la zona altiplánica, especialmente de los centros artesanales
llamados "obrajes".
En el presente, con la fuerza de la evolución, ha dado lugar a la nueva ola, con
pasos y ritmos modernos. Su música tiene una esencia parecida al "taquirarí",
interpretado con buenos instrumentistas, como el recordado Primo Aranda,
compositor y músico paceño.
Algunos tratan de relacionar el nombre con la palabra aymara
“kullaka”(hermana) esposa mítica de Wiraqocha, conocido como “kullawa”, que
se relaciona a la vez con un personaje mítico que curaba enfermedades.
En la danza participan hombres y mujeres, dirigidos por un personaje importante
llamado WAPHURI quien, al grito de ¡Waphur! Hace cambiar de figura en la
geografía. Como jefe, además de la careta de yeso con que cubre su rostro, carga
una enorme rueca.
EL KALLAWAYA.– Como componente del folklore boliviano, representa a
los curanderos naturistas que viven en la provincia Bautista Saavedra del
departamento de La Paz.
Se caracteriza por llevar un capacho (bolsa doble a manera de allorja que cuelga
de su hombro, en la que lleva hierbas medicinales para sus curaciones).
Modernamente agregó el paraguas que sustituye la antigua “archiwa”, símbolo
de jerarquía.
La danza de los Kallawayas trata de reflejar el difícil oficio que practicaban. La
coreografía es sumamente sencilla pero de expresión alegre. Últimamente
incluyen mujeres en el baile.
MOPERA.– Danza femenina, el nombre equivale a decir joven casadera en
idioma mojeño. El baile lo hacen descalzas. Su vestido antiguamente tejido de
algodón, se conocía con el nombre de “tipoy”. Llevan un sombrero tejido con
palmera (Saó), adornado con cintas de colores.
El cabello largo lo atan con un trenzado especial llamado jarichi. Participan
también, en una danza colectiva mixta (varones y mujeres) denominada el
“sarao”, alrededor de un mástil con cintas de colores que al final resulta el
“trenzao”.
EL EQUEQO.– Cada 24 de enero se lleva a cabo una feria de miniaturas
llamada “Alasitas” en homenaje al eqeqo.
Tiene su origen en los tiempos pre – inkas. Comparte su función altamente
motivadora con otros talismanes andinos, como los wakankis, las illas y tantos
otros que se han perdido con la conquista española. Es producto de un proceso
socio – cultural que nació como una efigie antropomorfa con una joroba en la
espalda, tal como la muestran las estatuas de piedra que se exhiben en el Museo
Nacional de Arqueología. En el tiempo de los Señoríos Qollas posiblemente fue
sometido a un proceso religioso riguroso donde juega el papel de Tunupa y que
los Kallawayas usufructuaron con mayor poder mágico denominándolo
EKAKO, como anota Ponce Sanjinés. Más tarde durante el coloniaje es
sometido a un proceso histórico donde La Paz es sitiada por fuerzas de katari,
pero la suerte o el poder mágico de este personaje mítico decide a favor de los
paceños, no era necesario exterminar a los habitantes del Chukiyapumarka
puesto que a los pocos años los españoles son derrotados definitivamente,
permitiendo la fundación de Bolivia. Actualmente su motivación principal es la
adquisición de poder económico, tener todo lo que uno necesita. En algunas
danzas actuales aparece como figura importante.
CHAYANTEÑO.– Entre los habitantes andinos, ha de ser sin duda de los
demas alegre. Pertenece al área folklórica potosina del norte de ese
departamento.
Su vestimenta consta de: sombrero de paño ornado con cintas y cordones de
muchos colores; lleva una bufanda tejida con figuras pequeñas, zoomorfas y
antropomorfas, combinadas con bandas negras o rojas horizontales.
Todos son ejecutantes de charango. Cuando bailan en grupo lo hacen en rueda,
intercalándose varones y mujeres. Su influencia abarca las provincias Bustillo,
Chayanta y Tomás Frías.
JOVEN CHIPAYA.– La etnia chipaya se halla asentada en la provincia
Atawallpa del departamento de Oruro, siendo el poblado capital Santa Ana de
Chipaya, ubicado en las cercanías del salar de Coipasa y en la margen izquierda
del río Lauca.
Su territorio es totalmente árido, en la cual producen precariamente quinua y
cañawa casi con exclusividad. Las mujeres llevan hasta 100 trenzas
ornamentadas con lauraquis (estatuillas de plata o de bronce). Los varones visten
la característica “ira”, tipo de poncho, tejido a bandas blancas y cafes o negras,
ceñida a la cintura por un cordón de lana de llama. Envuelto a su cintura lleva la
“boleadora”(cordón que termina en borlas de cuero duro que sirve para cazar
aves al vuelo).
EL INKA.– Nombre distintivo del monarca. Desde el punto de vista religioso
era, también, figura principal en los actos ceremoniales y en las fiestas, las que
en muchos casos tenían que presidir. De esa tradición han quedado rasgos
folklóricos entre los cuales se incluye el canto y la danza.
El Inti Raymi, el Q´apaj Raymi, son sin duda festivales que, como varias otras,
concentraban las actividades de los habitantes de los cuatro suyus.
MAMA QOYA.– Era la esposa del Inka, del gobernante del imperio del
Tawantinsuyo. Iba siempre acompañada por princesas (ñustas). También la
acompañaban las llamadas “ajllakuna”(escogidas), pertenecientes a la nobleza y
destinadas al servicio religioso en los templos y santuarios.
Mama Qoya, lleva una vestimenta consistente en la pollera, blusa y capa, en
cuya confección predominan adornos dorados (el oro sólo tenía valor
ceremonial). Los elementos de ornato en su vestido, por otra parte recuerdan al
dios sol. En su cabeza lleva una corona dorada similar a la del monarca, su
esposo.
SURI SIKURI.- Esta danza dc los Suri Sikuris es propia de las comunidades
andinas de los Mollos, Aymaras y Lipis. En e1 departamento de La Paz se las
baila en las provincias de Camacho, Ingavi y Pacajes. La nominación de Suri
Sikuri tiene un doble origen, viene de la fauna andina: la avestruz andina y del
Sikuri, aerófono andino. Es una danza ceremonial de la caza del avestruz.
Se trata de una danza de cacería de ñandús que las hacían tocando sikus y
agitando los liwi liwis o boleadoras andinas. Esta danza se las interpretaba en
ceremonias matrimoniales, construcción de casas. Los bailarines llevan una
coraza de cuero de tigre y un penacho de plumas de suris.
El conjunto está formado por Suris, cada uno lleva una quena y un tambor
llamado wanqara. En la cabeza tienen grandes tocados de plumas de suri
(avestruz) blancas o negras cuyo diámetro alcanza a veces los dos metros.
QUENA QUENA.- La danza de Kena Kena es una expresión de las
comunidades aymaras del departamento de La Paz. Es una de las mas antiguas y
tiene orígenes prehispánicos. Con el nombre de Kena Kena se conocen varias
formas de representación. Tenemos la variedad de Ayateños, Amarete, Chuma,
Tiawanaku, Patakamaya y zonas lacústres del Titicaca Es esta danza es muy
vistosos en su presentación, lleva unas Kawas o ponchos de jaguar, llevan el
adorno de plumas: las llak'as, los espejillos y las chakanas.
Los disfraces de Kena Kena son también variados. Una de ellas es bailada cli
Tiwanaku y la otra en Walata Grande del Depto. de La Paz. Este último baile
tiene la carácteristica de que los bailarines llevan a la espalda grandes capas de
plumas de guacamayo que se conoce con el nombre de llak'a, posible
reminicencia de las llakota, las capas ceremoniales que en tiempos prehispánicos
portaban los Mallkus o Jilakatas.
En la fiesta del Gran Poder se presenta esta danza aymara de los Kena Kenas
como una forma de reproducir y difundir la identidad aymara en las ciudad de La
Paz.
DOCTORCITOS.- Esta danza popular urbana es una sátira a la sociedad
oligárquica, a los wayralevas y sobre todo a los profesionales abogados. Esta
danza fue creada en la ciudad de La Paz, en la época moderna y hace alusión a
los muchos problemas que provocaban debido al mal manejo de la cosa pública
y de los abundantes pleitos que suscitaban entre litigantes. La danza muestra a
individuos con sombrero (bombín) y traje negro de levita; el personaje muestra
actitudes y conducta ridículamente amaneradas.
La danza es estrictamente varonil. El vestuario que utilizan es un frac completo,
sombrero bombín, anteojos, bigotes postizos, camisa de fiesta, corbata, un saco
con levas, guantes blancos. Actualmente, a la danza se han incorporado las
mujeres, formando un grupo bien compacto en la danza, la raz6n es que la
profesión de ya no es exclusiva de los hombres, sino también de la mujer.
Muchas veces como figura de la danza se lleva a una mujer con los ojos
vendados y cogiendo la mano derecha la balanza de la justicia.
ANTAWARA.- La danza de los Antawaras es una creacion cultural moderna,
pero que parte de la raíz aymara - quechua. Es la presencia de la fuerza cósmica
andina. El nombre hace referencia a las primeras horas del amanecer.
Antawarawara se traduce como la flor de estrellas del amanecer. Esta danza es
una estilización de las danzas aymaras. Su existencia no tiene más de dos
décadas y se bailan sobre todo en las fiestas urbanas. El creador de la danza es el
coreógrafo Fernando Gómez, miembro del ballet Katuschia.
Su vestimenta es una estilización del jaqi (persona) aymara: poncho, sombrero
de oveja, lluchu, camisa de lana, pantalón y abarcas.
Las mujeres visten al estilo de las imillas o tawaqos (mujeres jóvenes aymaras):
sombrero, blusa, pollera bordada y abarcas.
WAKATOKORIS. - En este baile están representados los toros llegados a
América después de la conquista. Los bailarines llevan sujeta a la cintura, una
reproducción de este animal, realizada en cuero seco. Las mujeres visten varias
polleras (a veces hasta 25) superpuestas y una toca en la cabeza. Otras "figuras"
de esta danza son el matador que parodia a los toreros españoles y numerosos
kusillos, monos bufones aymaras. Los "toros" son conducidos por los kaisillos,
grandes estandartes de plumas multicolores. La danza es acompañada por
músicos que tocan instrumentos nativos y llevan tocados de plumas en la cabeza.
TINKU.- El tinku o encuentro es una fiesta prehispánica andina donde se
realizaban los combates rituales entre los ayllus de Alasaya (arriba) y Masaya
(abajo). Entre los aymaras hay los encuentros entre ayllus o entre linajes llamado
ch'axwasiña, Ludovico Bertonio en su diccionano señala que Chahuasiña es un
"juego bárbaro, que se sacuden unos a otros los mozos divididos en bandos, y se
lastiman muy bien y en cada pueblo tienen día señalado para esto..."
"Tinkutha. Encontrarse los ejércitos o bandos contrarios en la guerra, o en los
juegos venir a la batalla, comenzar a pelea y cosas semejantes".
En el qechua Tinkuy es el verbo encontrarse, pero tiene variantes como Tinkuña,
caer, también hace referencia a combatir con alguien o Tinkunacama, que quiere
decir, hasta volvernos a encontrar. Estos combates rituales entre los comunarios
de los ayllus del norte Potosí se organizaban en espacios religiosos sagrado;
actualmente se realizan en las markas o centros urbanos donde se construyeron
las iglesias coloniales católicas. Estos centros urbanos son pueblos más o menos
urbanizados, creados por las ordenanzas de Toledo como Macha, Aymaya,
Pocoata, Chayanta, Torotoro. Estos pueblos desde tiempos coloniales son
escenarios culturales donde los campesinos de todos los ayllus van a cumplir el
ritual del encuentro o Tinku.
Los combates entre los campesinos son muy violentos los que miran de afuera
pueden creer que son actos salvajes y primitivos que se realizan en el mundo
andino. La dualidad simbólica en el mundo andino va relacionada con la lucha
por defender los linderos territoriales entre los ayllus. Este enfrentamiento entre
ayllus datan de épocas prehispánicas y se a hondo en el coloniaje. Conocida es la
lucha entre, los ayllus Laymes y Jukumanis, entre los Chullpas y Kakachacas.
4. CONCLUSIÓN.– Las danzas de Bolivia son un gran esquema de tradiciones
culturales y ceremonias que algunas en la actualidad se han modificado en varias
formas.
Nuestras danzas son las culturas más grandes en nuestro País Bolivia ya que en cada
departamento existe una diferente danza según su ámbito geográfico, la cual cada
una de estas danzas nos proporciona alegría, carisma y sobre todo estas danzas hace
sobresalir a nuestro País Bolivia.