Crónica de la Semana Santa en Omate

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8/19/2019 Crónica de la Semana Santa en Omate

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a14 l País ___El Comercio___domingo 31 de marzo del 2013

Tradicional devoción de los

altares gigantes de Omate

Omate. Para rendir homenaje aCristo es necesario subir, en al-gunos casos, 30 escalones. Enotros 35. En otros, con un pocode pena, solo 18. En Omate, un

 valle ubicado en el norte de Mo-quegua, la devoción a la cruz sepuede medir en escalones.

Es Viernes Santo y Jorge Ti-noco lleva dos días frente a sus32 escalones de fe. Sentado enuna esquina, con un vasito depisco al lado, mira cómo dece-nas de personas suben y bajandando los toques finales a un

altar de 32 escalones y más de20 metros.Para armarlo se utilizaron

más de 200 trozos de maderaque se sostienen amarrados en-tre sí. Los escalones son bancasde madera, que se cubren condos franjas de telas blanca y unade tela negra. La tela mide másde 30 metros. Luego se colocan,en cada escalón, tres cuadrosde diversas imágenes sagradas.“Parece fácil, pero no lo es”, di-ce don Jorge. No, don Jorge, noparece fácil.

LAS SANTAS POSAS

Estos altares aquí en Omate seconocen con el nombre de posas.

Son siete las posas que se armanen Semana Santa y, por cada unade ellas, hay tres personas res-ponsables de su construcción, aquienes se los conoce como po-seros. Los poseros son duranteesta conmemoración, quienesorganizan la vida de buena partede la población de Omate.

Como buen posero, don Jorgesupervisa al milímetro la cons-trucción de su posa y de la alfom-bra de flores que también se vaarmando a los pies del altar. Él ysus dos compañeros poseros co-ordinan que los materiales esténcompletos, que quienes trabajanen las posas vaya sin prisa, perosin pausa, que tengan pisco, ci-garros, agua… “Hay que tratarbien a la gente que trabaja parauno”, dice.

La tradición de levantar estasposas es tan antigua que ya nadierecuerda cuándo empezó. “Des-de que yo era pequeño y desdeque mi papá era pequeño y desdeque mi abuelo era pequeño, ya selevantaban posas”, dice don LuisTinoco con la sabiduría que lehan dado siete décadas de vida.

Don Luis es mayordomo delSeñor del Santo Sepulcro, por loque tiene a su cargo la organiza-ción de la procesión de ViernesSanto. Aquí las posas cumplen unpapel fundamental. “Cada posaes una estación en la que el San-to Sepulcro, seguido de la Virgen

Dolorosa, paran para ser home-najeados y bendecir a los respon-sables de las posas”, explica.

 Y las bendiciones se repartenpor Omate y todos sus caseríos,ya que estos se agrupan para or-ganizar el armado de este tipode altares. La posa número unoestá a cargo de los caseríos de La-

 je, Linchaypampa y Tamaña; lanúmero dos a cargo de Chichilíny Challahuayo; la tercera a car-go de Omate y el anexo Cogri; lacuarta a cargo de San Francisco,San Juan de Dios, Urinay y Mo-romoro; la quinta la hace solo el

caserío de Amata; la sexta, Qui-nistacas y la séptima, los anexosde Escobaya y Colohuachi.

LOS MISTERIOS DE LAS POSAS

Don Godofredo Ayala llegó aOmate el Jueves Santo del case-río de Tamaña. Con él llegaronMelendi Mamani, del caserío deLindaypampa y Freddy Todco,de Laje. Ellos son los tres poserosencargados de la primera posa.

Don Godofredo cuenta queantes de que hubiera carretera,la gente que vive en los anexos deOmate llegaba al pueblo cami-nando. “Ahora llegan rapidito,la carretera es lo máximo”, dice.La carretera… una trocha llenade curvas y subidas que van for-mando profundos abismos quela bordean. Aun así, para ellos esun milagro.

“Desde que mi papá era

pequeño y desde que mi

abuelo era pequeño, ya

se levantaban posas”,

dice don Luis Tinoco.

La Semana Santa de Omate fuedeclarada Patrimonio Cultural dela Nación en el 2010. La celebra-ción empieza el viernes anterior alDomingo de Ramos, cuando llegaa Omate la imagen del Señor de lasPiedades. Esta se guarda todo el

año en el templo de la localidad deQuinistacas y baja a Omate solopara Semana Santa.

La devoción al Señor de las Pie-dades data de 1660, cuando hizo suúltima erupción el volcán Huayna-putina. Los lugareños rezaron pi-diendo que no hubiera más daños yllovió tres días, milagro que le atri-buyen al Señor de las Piedades. Laimagen de este Cristo crucifica-do llegó de España en el año 1550 yse caracteriza porque los clavos desus pies son distintos.

El Domingo de Ramos los pobla-dores salen en procesión con arcos

de flores en las manos. Jalan unaburra con cría y cargan sobre ella alSeñor de Ramos y sobre la cría ca-nastas de frutas. El Miércoles Santo,sale en procesión la Verónica, SanJuan, Cristo Doloroso y la Virgen Do-lorosa. La Verónica debe ser carga-

da solo por mujeres solteras, y SanJuan solo por hombres solteros.

Las posas que sirven de esta-ciones en Viernes Santo cambian latela negra por telas rojas el Domin-go de Resurrección. El domingo almediodía, tras el almuerzo final, losposeros presentan a sus sucesorespara los siguientes dos años, quie-nes firman un acta de compromisoantes las autoridades. Hay poserosescogidos hasta el año 2020.

Omate es una localidad muypoco difundida a los turistas, peroque sabe sorprender, sobre todoen Semana Santa.

 VIERNES SANTO. Durante la procesión del Santo Sepulcro, las posas funcionan como estaciones

para rendirle homenaje al Cristo yacente.

PROCESIONES. Durante la Semana Santa se realizan seis proce-

siones en Omate. La del Viernes Santo es la más s ignificativa.

FOTOS: GIOVANNA FERNÁNDEZ

SANTAS POSAS. En los escalones se colocan alrededor de 96 c uadros de diversas imágenes religiosas. Estas rinden homenaje al Sa nto Sepulcro .

 FERVOR EN LA SIERRA DE MOQUEGUA

En esta localidad delnorte de Moqueguase edifican estasposas de 20 metros.

La procesión delSanto Sepulcrorecorre los sieteretablos construidos.

KATHERINE SUBIRANA ABANTO 

Detalles de una tradiciónde tiempos inmemorables

PATRIMONIO CULTURALLa celebración de lasierra moqueguana

Ciudad deMoquegua

Ilo

Lloque

La Capilla

Huacaquina

AREQUIPA

MOQUEGUA

PUNO

TACNA

OcéanoPacífico

Omate

Es la noche de Viernes San-to y hace frío. Don Godofredo

 va ofreciendo pisco a su gente,para que trabajen. Las posastardan dos días en armarse y lagente que las construye necesitaestar bien alimentada y tener unresguardo para el frío.

Ciertamente, el armado delas posas no sabe de mezquinda-des. “En ellas se usa más de 200palos, que puede ser molle, euca-lipto, sauce o guarango. Cientosde metros de cuerdas, bancas,nylon…”, don Godofredo inte-

rrumpe su explicación porqueya son las 8:30 de la noche y va acomenzar la procesión. Las po-sas están listas y alumbradas, lasalfombras terminadas. El Señorse abre paso.

“¿Hasta cuándo, hijo perdi-do? ¿Hasta cuándo has de pe-car?”. La procesión que acompa-ña a la Virgen Dolorosa canta ca-da vez más fuerte esta canción,como si así, cantando fuerte, la Virgen encontrara más rápido asu hijo. No sabemos dónde per-dió a su hijo, pero Omate es unbuen lugar para encontrarlo.

 En el Sábado Santo de Ayacuchose celebra el ‘Jala Toro’, donde sesacrifica a estos animales. El histo-riador José María Vásquez señalaque la idea era donar la carne a enti-dades benéficas pero que se ha idodesvirtuando esta costumbre.

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