Post on 15-Jul-2015
Rubén Cantafio
1
Créeme, es en serio, no puedo pagar el
Seguro!
Como una bola de nieve, que va creciendo y creciendo, mientras va
rodando, se nos hace cada día una realidad más aplastante el precio del
seguro. No solo por lo que viene creciendo, empujado por la asfixiante
Rubén Cantafio
2
inflación y la nefasta devaluación a la que ha sido sometido nuestro signo
monetario nacional (No busquemos culpables que este escrito no abarca
ese tema) sino porque adicionalmente todo sin excepción, lo que
adquirimos de manera habitual y no habitual ha subido exorbitantemente
de precio y por consecuencia se ha esfumado nuestra posibilidad de
comprar algunos bienes y servicios porque son sencillamente inasequibles.
Simplemente nuestra capacidad adquisitiva mermo importantemente, por
lo que, el mismo ingreso solo sirve para comprarnos bienes y servicios cada
día más básico, dejándonos esto sin la posibilidad cierta de poder pagar
nuestros seguros. Son más caros por ese mismo efecto y como no gano
más, pues debo de dedicar mi dinero a comprar bienes más básicos como
lo son comida y medicina.
Ahora bien. Esto abre un boquete en nuestro riesgo. El que nos suceda
algún accidente o enfermedad y no tener póliza de salud, mejor conocida
como HCM o que nuestro vehículo tenga un percance o se lo roben, nos
crearía una situación financiera negativa que tardaríamos mucho tiempo en
reparar. En un país donde el costo del acto médico es casi impagable,
donde son pocas las instituciones de salud que mantienen altos
estándares, donde el comprar algún vehículo es casi imposible, no solo por
su altísimo valor sino por la escasez inmensa que hay de dichos bienes,
sería una locura, simplemente y vulgarmente una locura no estar
asegurados.
Rubén Cantafio
3
Los que hemos estado en el mercado de seguros por muchísimos años
sabemos muy bien, que este ha sido un sector que siempre ha crecido ,
pero que en tiempos malos, siempre crece más, por el temor de la gente de
perder sus bienes, por el temor que ese riesgo de perderlo y no poder
recuperarlo, implica. Pero es que creo que por primera vez, ¨El no puedo
pagarlo, en serio¨ se hace presente de manera cierta y estruendosa, por lo
que pasara a ser también un problema de las aseguradoras e intermediaros
que verán una importante caída en el inventario de clientes que poseemos.
Para ninguno de los que estamos en este mercado este es un secreto y en
las últimas semanas se nos ha presentado, a mí, y estoy seguro, a muchos
de los que trabajamos este mercado de seguros, casos de amigos y
familiares que nos dices: Es en serio, no tengo plata para pagar el seguro.
Tenga en cuenta que esto es más delicado aun en el sector corporativo.
Imagínese Ud. este tema y lo delicado del mismo cuando se lo aplica a los
activos o a los trabajadores de una industria. Imagínese Ud. El nefasto
impacto en la economía que esto tiene. Pero es la realidad, nadie vende
más, todos vendemos menos y nuestros clientes tienen solo la misma
cantidad de dinero, para comprar solo artículos de primera necesidad, que
de paso, cada día cuestan más.
Particularmente, creo que esto es solo el comienzo de un doloroso camino
que seguiremos atravesando, que se incrementara más profundamente a
partir del segundo trimestre de este 2015. Es que ahora es que esto
comienza y no veo soluciones pragmáticas a esta dolorosa realidad. Si
existe alguna mejora en lo económico, solo pasaremos del no hay, a lo
Rubén Cantafio
4
encontré pero no puedo pagarlo. En consecuencia no creo sea correcto
pensar en que esta realidad no nos va alcanzar, que somos imbatibles y
que estamos a salvo de que esto no nos pase, como empresa o como
individuos.
Ahora bien, como podemos solucionar el tema? Que puedo hacer para no
perder mi seguro sobre mi salud y esos bienes que me son esenciales? Que
alternativas tengo? A que o a quien puedo acudir para que me ayude en el
tema y así conservar mi seguro, que tanta falta me hace, más aun en estos
tiempos de crisis tan marcada?
En este tema hay tres actores: Ud., su intermediario de seguros y la
Compañía aseguradora. Por lo tanto la primera recomendación es: No
asuma que el tema es suyo solo y por consecuencia, déjele saber a su
intermediario y a su empresa aseguradora que la situación no es suyo solo
y que les va a afectar también a ellos. Perder la prima y la comisión según
sea el caso, no es para nada agradable y más en estos momentos, pero
perder un cliente por no haber intentado mantenerlo y haber dado el todo
por él, es casi un PECADO ECONOMICO. Todos sabemos lo difícil de captar
un cliente, y todos sabemos que implica perderlo. Las políticas de retención
de clientes en las empresas deben ser rígidas y notorias, dirigidas a
conservar un cliente, como sea. Solo admitiría la pérdida de un cliente,
habiendo hecho todo lo que podía y tenía que hacer. Solo así podría dormir
tranquilo!
Rubén Cantafio
5
Dicho esto, la primera decisión que debe Ud. tomar es analizar su
circunstancia económica y por ende, su flujo de caja, es decir, su capacidad
de pago real. De cuánto dinero dispone para el pago de sus seguros sin que
esto afecte su capacidad adquisitiva en bienes y servicios esenciales: Luz,
agua, condominio, teléfono, cuotas de crédito, comida, colegio de sus hijos,
actividades adicionales de estos, salud, medicinas. Una vez que tenga esa
cifra, ya sabe Ud. Cuanto le queda para poder afrontar el nuevo recibo de
primas que le llego, bien sea de su vehículo, de su póliza HCM o cualquiera
que tenga contratada. Entonces sabrá realmente que puede hacer, que
puede comprar.
Teniendo este primer paso claro, llego el momento de pedirles sacrificios
tanto a su intermediario de seguros como a su aseguradora. Pídale al
intermediario que le busque la mejor alternativa posible, es decir, cuales
ofertas de empresas serias del mercado asegurador le puede encontrar que
le favorezca más que la que ya tiene contratada. Hágale que pelee por Ud.
La mejor opción posible, tanto en la empresa que ya está asegurado como
en las demás existentes en el mercado asegurador.
Una vez que tenga ese abanico de ofertas de las aseguradoras, siéntese
pausada y maduramente y pídale de nuevo, que le baje el precio, pero esta
vez la de su intermediación. El código de aranceles de comisión aprobado
habla de ARANCELES MAXIMOS, por lo que el a su propia decisión puede
bajarle el costo de su intermediación, digamos a la mitad. Lo que afectara
a la baja el precio final del seguro. Es hora de pedirle un sacrificio a su
intermediario, quien gustosamente, hará lo imposible para complacerle y
Rubén Cantafio
6
para no perderle. Recuérdele su relación, recuérdele su antigüedad como
cliente, utilice argumentos persuasivos emocionales y apele a la grave
situación económica que nos afecta a todos. Déjele saber lo importante que
es mantenerlo a Ud. Como cliente y lo importante que es que ambos logren
pasar esta situación difícil pensando en lograr una relación a largo plazo.
Como asumo que ya lo convenció, pues viene una segunda tarea, aún más
difícil. Ya sabe Ud. Cuál es la mejor tasa de seguro que le ofrecieron las
aseguradoras de primer orden del país. Piense bien cual empresa le gusta
más, por su oferta, por su servicios asociados, por su marca y por su
reconocida solvencia. Una vez tenga esto claramente definido, pídale a la
aseguradora de su elección que le de esa misma tasa pero con un
DEDUCIBLE. Un DEDUCIBLE no es más que una porción que estamos
dispuesto a aceptar en caso de que tengamos un siniestro. Este puede ser
porcentual, es decir un porcentaje del siniestro que tengamos o por monto
fijo, es decir, en caso de que tengamos un siniestro, asumiremos nosotros
ese monto y si el siniestro no superase esos porcentajes o montos que
estimamos, seremos nosotros los que con nuestro bolsillo le daremos
frente a ese siniestro que nos ocurra. Pero si el siniestro es superior,
asumiremos de nuestro bolsillo esa parte que determinamos como
DEDUCIBLE y la aseguradora asumirá la diferencia. Esto produce una
sensible reducción en el monto a pagar en la prima de nuestros seguros.
Esa suma que se ahorre en el precio del seguro, no se la gaste, será parte
del pote que debe de constituir para darle frente a ese deducible que Ud.
está estableciendo. Pero adicionalmente puede Ud. Establecer una línea de
Rubén Cantafio
7
crédito para tal evento en caso de que le ocurra. Compre Ud. Una línea de
crédito que le permita en caso de que algo le suceda, darle frente a esa
eventualidad y de paso la financia a corto o mediano plazo. Puede incluso
mantener una tarjeta de crédito sin utilizarla, para tales efectos.
La verdad es que Ud. Debería utilizar su seguro, no para darle frente a
tonterías, como coques simples o rayones, sino para el caso de un choque
fuerte o el robo de su unidad, o no para darle frente a catarros o dolores
estomacales simples, sino para enfermedades que realmente afecten su
patrimonio personal. Y es que debemos de entender y comenzar a
comprender que el seguro no es una piñata a la que le debemos de caer a
palos por cualquier cosa, sino que es una necesidad y que debemos de
cuidarlo en extremo y que sirve para protegernos de esas desviaciones
Vera como el resultado de conjugar estos tres consejos: Tasas,
intermediación y deducibles lo coloca de nuevo en la vía de estar
asegurado, adecuadamente y que puede, si así se lo propone, darle frente
a todos sus compromisos económicos.