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COSTUMBRES Y TRADICIONES DE GUATEMALA Recorrido fotográfico por las tradiciones más importantes de Guatemala
miércoles, 29 de diciembre de 2010
LEYENDAS DE GUATEMALA
Guatemala es un país rico en leyendas y cuentos sobre espantos y aparecidos. Posee muchos personajes surgidos del imaginario popular que le dan
a las noches y a los caminos obscuros un especial sabor. Muchos de estos personajes son comunes para la mayoría de países latinoamericanos y otros son
producto del sincretismo cultural que se dio en esta bella nación.
Detallar cada historia, cuento o leyenda es tarea de titanes, por lo que me limitaré únicamente a hacer mención de las más conocidas.
Las leyendas viven en la tradición oral con toda la frescura que tuvieron en tiempos pasados, cuando algunos historiadores las recogieron y consignaron. Con una estructura propia, en ellas se recopilan las formas de pensamiento colectivo
de un pueblo, en este caso de la ciudad de Guatemala.
El escenario de las apariciones de espantos han sido los barrios con sus calles empedradas, los tanques y algunos callejones.
Los vecinos de la Nueva Guatemala, afirma el historiador y antropólogo Celso
Lara, comentan que se han bañado en los búcaros coloniales, han gritado a la vera de los barrancos y han hecho ruido con sus casquitos de cabra en el empedrado de
las calles antiguas.
Hoy, el Cadejo se resbala en el asfalto de sus calles, la Siguanaba no encuentra un tanque donde bañarse con su guacal de oro. El lamento de laLlorona se pierde
entre el ruido de los motores de los automóviles, la música de los radios y la violencia exportada de los televisores.
Sin embargo, en algunos barrios todavía hay quien asegura haberlos visto,
concluye el historiador y antropólogo Celso Lara.
Desde la fundación de la Nueva Guatemala de la Asunción, los vecinos aseguraban haber visto una serie de espantos. “Comentaban que se aparecía la Siguanaba,
el Cadejo y la Llorona.
Otros, en cambio, asumían que en las carretas usadas en el traslado desdeSantiago, se habían colado la Tatuana, el Tzizimite y otros muchos
aparecidos que quitaban el sueño, asegura el antropólogo Miguel Avendaño.
Estos personajes, clásicos en los países hispanoamericanos, adquieren características locales cuando los habitantes cuentan sobre ellos.
En este sentido la tradición oral juega un papel unificador cuando estas historias
son contadas de generación en generación, concluyen ambos especialistas.
EL ANIMA SOLA
El Anima Sola tiene una principal connotación que se refiere a la protección e intercesión por los amores imposibles , se le reza para que permita ingresar al
amor en el corazón de la persona que se ama.
La plegaria al Anima Sola es una de las tradiciones orales religiosas más arraigadas en Guatemala.
Este texto sagrado es musitado en voz baja para el día de Finados y de Todos los Santos, tanto en cementerios como en iglesias y beaterios del país.
Este es el altar dedicado al Anima Sola en la Iglesia de la Recolección del Centro histórico de la ciudad de Guatemala.
LAS ANIMAS BENDITAS
La base real de la leyenda de las Animas Benditas se encuentra en uno de los mundos que el catolicismo crea para la vida ultraterrenal: El Purgatorio.
De acuerdo con la idea popular, las almas que se purifican en el purgatorio
pertenecen a la categoría de espíritus que tienen que "vagar por el mundo en busca de paz, porque Dios no los deja entrar al cielo, si antes no han saldado las cuentas
que dejaron aquí en la tierra".
Al comparar todas las versiones recogidas en los viejos barrios de la ciudad de Guatemala se puede reconstruir el prototipo siguiente:
"Las ánimas benditas se presentan como espíritus blancos, buenos que protegen
de todo peligro a las personas que rezan por su redención todas las noches".
Rasgos físicos
Se les reconoce por los rasgos físicos siguientes: forma de personas, ataviadas con
hábito de monje, color blanco, portando cirios en las manos. Aparecen
generalmente en actitud de orar, y no es posible verles el rostro. Estos rasgos aparecieron en todas las versiones recopiladas.
Relaciones con el hombre
Según esta leyenda que corre en labios del pueblo, las ánimas benditas se
encuentran reunidas en un solo lugar, que va del purgatorio al limbo (de acuerdo a las distintas versiones).
Ambos lugares resumen la idea fundamental: un lugar impreciso sin tiempo ni
ubicación, del cual salen las ánimas el día de Todos los Santos(Primero de noviembre), a las dos de la tarde y no regresan sino hasta eldía de los Fieles
Difuntos (2 de noviembre), a las doce de la noche.
Sólo una vez al año se les concede a las ánimas esta gracia; así que ellas pueden volver al lado de sus familiares para recordarles que deben rezar por ellas".
Es decir, entonces, que por estos días las ánimas del purgatorio entran en relación con los seres humanos, apareciéndoseles en las calles de las ciudades o en las encrucijadas de los caminos. Sin embargo, esta relación que se entabla no es
dañina sino todo lo contrario: las ánimas se convierten en espíritus bienhechores de quienes rezan por ellas.
Prácticas mágicas
Como práctica mágica, en relación con las ánimas benditas del purgatorio, se aconseja a la persona a quien se le ha muerto un familiar muy cercano en el
transcurso del año, que durante los dos primeros días de noviembre, se cuide de no dejar ningún recipiente con agua en las habitaciones de la casa, "porque como
las ánimas salen en forma de palomillas o mariposas blancas, se pueden ahogar en cualquier trasto de agua.
También se recomienda que "ese mismo día uno debe poner una veladora ante el retrato de la persona muerta para que su ánima se dé cuenta que no se le ha
olvidado, mejor aún, si se puede poner unas ramitas de ciprés. A las ánimas les atrae mucho el olor del ciprés".
Variantes
En lo que respecta a la aparición temporal de las ánimas, se descubren dos variantes:
1. Que las ánimas se presenten rezando en una iglesia, y
2. Que se presenten recorriendo, a manera de procesión, las calles de la ciudad.
Tradición histórica
El tema o tipo de las ánimas benditas no es característico de la ciudad de Guatemala. Se encuentra también en el interior de la República, como lo
demuestran las proyecciones tradicionales en literatura.
La referencia más antigua que se encontró sobre ellas, corresponde aRamón Salazar, historiador de finales del siglo XIX. El autor hace mención del funeral de las ánimas, que precisamente salía a recorrer las calles de la ciudad el primero de
noviembre.
También Antonio Batres Jáuregui hace referencia de esta celebración.Roberto Paz y Paz informa que esta procesión de ánimas todavía tiene vigencia en algunas
ciudades del interior de la República, como por ejemplo, Jalapa y Cobán, para el día de Todos los Santos.
En esta población son los niños quienes piden y la población les da sin ningún
reparo: al contrario, alegremente. Ellos solicitan dulces de ocasión (ayote en miel, torrejas y otros dulces en miel), y no dinero como en la Nueva Guatemala de la
Asunción.
En Jalapa, los niños piden y ofrecen ayote en miel, que no es más que la cabecera que se les puso a los muertos un día anterior.Afirma Paz y Paz que por los años 30 del siglo XX presenció el fenómeno tradicional aquí reseñado en el municipio de
Cabañas, departamento de Zacapa.
Sin embargo, la leyenda de las ánimas benditas tiene un ancestro mucho más lejano que el siglo XIX. Casi podría asegurar que se remonta a los orígenes de la
Humanidad. No se olvide que el alma como concepto siempre ha preocupado a los hombres desde sus albores, y que además es un motivo universal, presente en
todas las especies de la tradición oral.
Las variantes y versiones de la leyenda se encuentra con los mismos rasgos en todos los barrios de la ciudad de Guatemala. Aún pervive en las calles y plazas tal y
como la aprendieron y repitieron y repiten aún, los descendientes de nuestros abuelos.
En la Teología católica, el purgatorio es el lugar de limpieza y expiación donde, después de su muerte, las personas que han muerto sin pecado mortal (ofensa
directa a Dios), pero que han cometido pecados leves en su vida, tienen que limpiar esas culpas para poder alcanzar el cielo.
Debido a que todo aquél que entra en el Purgatorio terminará llegando alCielo tarde o temprano, el purgatorio no es una forma del Infierno.
Las plegarias por los muertos y las indulgencias pueden acortar la estadía de uno o
varios de los seres queridos que estén en dicho lugar.
Debe aclararse que el infierno no puede ser un lugar en sentido estricto, ya que “estar” es ocupar un lugar en el espacio y siendo incorpóreas las almas humanas,
no pueden ocupar ningún espacio.
Se trataría más bien de un estado, de una situación de infelicidad y de sufrimiento,
compartida por otros en el mismo estado, lo cual lleva la mente humana a imaginar un lugar, exigido por nuestra percepción material de la realidad.
El tipo de penas que se padecen son equivalentes a las del infierno, pero no son eternas y purifican porque la persona no está empedernida en una opción por el mal. Por eso el Purgatorio es la purificación final de los elegidos, la última etapa
de la santificación.
EL CADEJO
Un cadejo es un animal legendario de la región mesoamericana extendida entre las
zonas rurales e incluso urbanas de Centroamérica.
Se dice que es un mítico perro (o dos perros) que generalmente se le aparece a
quienes deambulan a altas horas de la noche y al cual se le atribuyen poderes
misteriosos.
También este personaje tiene su resonancia precolombina maya en un espectro bienhechor guardián de los caminos.
Las diferentes versiones de la leyenda en Centroamérica describen a un cadejo
blanco y uno negro (generalmente benigno y maligno respectivamente), o simplemente un solo cadejo negro (generalmente benigno).
La leyenda del Cadejo es el vestigio de una antigua creencia que supone que todo
humano posee un animal de compañía.
Este mítico animal es el doble del hombre, de tal manera que la enfermedad o la
muerte del primero conllevan la enfermedad o la muerte del segundo.
En la actualidad, se puede establecer comparaciones de lo anterior con el
pensamiento cristiano, que expresa que el hombre tiene un ángel guardián que lo
protege de los peligros.
La creencia supone la existencia de un animal compañero para cada hombre. Ese
animal es el Cadejo blanco.
Dicho animal acompaña al hombre en todos sus viajes solitarios por la noche; y en
la versión de dos cadejos, el blanco lo protege y lo defiende contra los malos
espíritus encarnados en el Cadejo negro, color tenebroso que simboliza la muerte,
o sea, el mal en todas sus manifestaciones.
Según las versiones de la leyenda existentes en Guatemala, el cadejo es un mítico
animal fantasmagórico que aparece a las personas. La versión más conocida de
este animal es la de forma de solo un cadejo, descrito como un extraño perro de
color negro y ojos rojos que pareciera tienen fuego.
Se cree que cuida a aquellos que se embriagan y deambulan por las noches
ayudándoles a encontrar el camino a casa o bien durmiendo cerca de ellos para
evitar les roben o dañen.
Las otras versiones refieren que este ser tiene dualidad, el negro y blanco, este
último cuida de mujeres en el mismo estado físico, sin embargo éstos son rivales y
no pierden oportunidad de agredirse, aunque se narra que se han unido para
salvaguardar a sus protegidos de otro espectro como laLlorona, la Siguanaba o de
algún maleante.
Es un espíritu que cuida el paso tambaleante de los borrachos y las mujeres.
Materializado en un animal adopta la forma de un perro lanudo, con casquitos de
cabra y ojos de fuego. Existen dos variantes: el que cuida a las mujeres es blanco y
el negro es el que cuida a los hombres que están en peligro.
Tiene especial atención con los borrachos que se quedan tirados en las calles.
Pero éstos deben evitar que les lama la boca, porque si no, los perseguirá toda su
vida.
LA LLORONA
Dentro de la literatura guatemalteca se encuentra una de las leyendas más populares dentro del territorio la cual es "La Llorona" aunque es de origen
mexicano ya forma parte de las tradiciones de Guatemala.
Este personaje femenino suele aparecer por las noches y llora.
Se dice que cuando su llanto se oye cerca, es porque en realidad está lejos.
Pero cuando su grito se escucha lejano es porque está cerca.
Aparece cerca de los ríos, las pilas, los tanques y las fuentes, buscando el cadáver de su hijo al cual ahogó.
Este es un personaje legendario originario de México, muy conocido también en otros países de Hispanoamérica.
Se trata de una mujer que pierde a sus hijos y, convertida en un alma en pena, los
busca en vano, turbando con su llanto a los que la oyen.
Aunque hay muchas versiones de la historia, los hechos principales son siempre los mismos.
Características
Mujer de figura desagradable
Alta y desmelenada, de vestido largo
Rostro cadavérico
Pasa la noche llorando en los campos, aldeas, y aún en las ciudades
Siempre lleva en sus brazos un niño
Se hace referencia a este personaje acorde con la tradición oral, donde se le define como una madre soltera que decidió no tener a su hijo y por eso aborta,
acarreándole esto el castigo de escuchar permanentemente el llanto de su niño.
Este castigo la desesperó y la obligó a deambular por el mundo sin encontrar sosiego, llorando, gimiendo e indagando por el paradero de su malogrado hijo.
En la versión guatemalteca, la Llorona era una mujer que llora por haber
ahogado a su hijo, producto de una relación fuera de matrimonio con un fontanero llamado Juan De La Cruz.
Este suceso se produce en lo que hoy es el Barrio de San Sebastián y los vecinos
cuentan escuchar sus gritos provenientes del callejón de Soledad (6a avenida A y 2a calle), donde todavía funciona un tanque público.
Desde entonces, su fantasma pena y se la oye gritar diciendo la siguiente frase: "¡Ay, mi hijo!". Está condenada a vagar hasta que sea el fin de los tiempos.
Este personaje es muy conocido en todo el territorio guatemalteco ya que hace
recorridos por todas partes, sobre todo donde hay agua.
Sus lastimeros gritos asustan a cualquiera. Muchos dicen haberla visto y escuchado.
Se dice que la Llorona no puede llevarse el alma de una persona si ésta usa la ropa interior al revés. También se cuenta que cuando a la Llorona se la escucha que está
muy lejos, es todo lo contrario y cuando se escucha cerca, es porque está lejos.
Si un hombre es acechado por la Llorona se salvará si una mujer le toma de la mano, pues el espectro sólo ataca a personas solitarias. También se cuenta que si
uno escucha el grito debe tratar de moverse y no quedarse congelado por el pavor.
La persona tiene que huir antes de escuchar el tercer grito, o la Llorona se la ganará. Para evitar encontrarse con ella, o ahuyentarla, hará bien en rezar al santo
de su devoción o repetir las oraciones tradicionales católicas.
Unos imaginan a la Llorona como una mujer vestida de luto riguroso; otros la ven vestida de blanco. También se dice que el pelo suele taparle la cara.
Otro aspecto propio del espectro según la leyenda guatemalteca es que su grito
viene acompañado de un viento frío que hiela la sangre.
LA DAMA DE NEGRO
La misteriosa Dama de negro sale a darles consuelo a las víctimas que no llegan a serlo.
Sale a perdonar a los que, en su defensa, se ven en la necesidad de quitarles la vida a los asaltantes, a los secuestradores y a los violadores.
Dios le ha encomendado que lleve la luz de una vela, en señal de que ahí se ha hecho justicia.
Si alguien es asesinado víctima de un asalto, entonces una figura femenina aparece . No es un ángel, ni es un nahual.
Se aproxima al cuerpo sin vida, se inclina y la capa negra que la cubre parece flotar
y envolverla como si fuera niebla espesa.
La mujer se inclina y coloca una vela junto al cuerpo sin vida, y así como vino, se va. Con la misma sonrisa, casi imperceptible, y con la misma tranquilidad.
ESPANTO ENTIERRO
La historia de la procesión del Señor Sepultado de la iglesia de Santa Catarina está envuelta en la neblina de las leyendas y ligada a los vaivenes históricos del país.
Se dice que fue al Santo Hermano Pedro a quien -mientras rezaba en la iglesia del Calvario, en La Antigua- Jesucristo mismo se le apareció y le dijo: “Estoy cansado.
Bájame de la cruz. Quiero descansar en el Coro del Convento Las Catalinas”.
Obediente, el Santo lo desclavó y lo trasladó, arrastrándolo, por las calles empedradas. Como muestra, la imagen tiene señales de raspaduras en uno de sus talones.
Con los años fue trasladada al valle de la Ermita. Durante los gobiernos de fines del siglo XIX las procesiones fueron prohibidas y cuando vuelven a las calles, la del Señor Sepultado de la iglesia de Santa Catarina no lo hace.
Según la tradición oral, durante la madrugada del Sábado de Gloria, después que las grandes procesiones del centro habían regresado a sus iglesias, los vecinos del barrio de Santa Catarina escucharon un cortejo fúnebre poco usual, con todo y el crujido de las orquillas, las sombras de los penitentes caminando y hasta los tambores de las marchas fúnebres, que pronto se desvaneció en la penumbra.
De ahí surgió el nombre con el que se le conoce: el Espanto Entierro.
LOS NAZARENOS
DEL
BARRIO
DE
LA RECOLECCION
Todos los días a los doce de la noche, los vecinos del Barrio de La Recolección escuchan pasos de encadenados. Son penitentes fantasmas que quieren librarse de sus culpas. Cuando los han visto no sólo van encadenados sino con capuchones antiguos. Algunos se flagelan. Son animas por las cuales las viejitas dicen hay que rezar. Verlos atemoriza pero también produce pena y compasión porque a nadie le gustaría estar eternamente encadenado a sus malas acciones.
Los nazarenos del barrio de la Recolección
Sucedió unos días antes del terremoto de 1917, en el barrio de laRecolección. Todas las noches de los viernes, a eso de las doce, se escuchaban ruidos y pasos en la calle como si fuera una procesión. Los vecinos asustados comentaban que no era prudente salir, pues estos personajes eran almas en pena que buscaban llevarse a otro mortal con ellos.
Pero Luis, un joven atrevido, no quiso quedarse con la duda y se quedó a esperar al cortejo la noche que sus abuelos comentaban sobre el tema. Eran las doce de la noche cuando salió a la ventana, vio pasar un centenar de personas cubiertas con ropas oscuras, cucurucho o capirote y una vela encendida en la mano. Iban rezando, pero no se entendía lo que decían. De pronto uno de ellos se acercó a él y le entregó una candela.
El muchacho la recibió asustado y sin moverse se quedó paralizado con la vela hasta que el cortejo se perdió en la noche. A la mañana siguiente, encontró entre sus manos un fémur en lugar de la candela. Aterrado llamó a un amigo y le pidió consejo. Éste le recomendó que saliera otra vez en la noche y que devolviera el hueso al personaje que se lo dio.
Así lo hizo, pero con tan mala suerte que cuando se acercó el cortejo, el misterioso personaje en lugar de recibirle la candela lo tomo del brazo y se lo llevó con ellos. Desde entones nadie volvió a saber de Luis. Otras versiones de barrios de esta historia, refieren que algunas personas se salvaron de los penitentes cuando acudieron la noche siguiente acompañados de un niño pequeño.