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FACULTAD DE INGENIERIA Y ARQUITECTURA
ESCUELA PROFESIONAL DE ARQUITECTURA
ASIGNATURA : DEFENSA NACIONAL, DESASTRES NATURALES Y
MEDIO AMBIENTE
DOCENTE : DR. JOSE CAVERO
TEMA : “EL CONFLICTO ENTRE PERÚ Y
ECUADOR”
ALUMNO : HENRRY ZAGA SILVA
LIMA – PERU
2014
“AÑO DE LA PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA RESPONSABLE Y DEL COMPROMISO CLIMÁTICO”
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INDICE
1. CARATULA 012. INDICE 023. INTRODUCCION 034. DEDICATORIA 045. PLANTEAMIENTO DEL TEMA 07
5.1. ANALISIS DEL CONFLICTO DE LA CORDILLERA DEL CONDOR 075.1.1. SECUENCIA DE LOS SUCESOS 075.1.2. ANÁLISIS DE LAS OPERACIONES MILITARES 08
5.2. DERROTA EN LAS NEGOCIACIONES 105.3. ABANDONO DEL ESTADO DEL TERRITORIO FRONTERIZO 12
6. PLAN NACIONAL DE DEFENSA CIVIL PARA DAR MEDIDAS PREVENTIVAS 136.1. SISTEMA NACIONAL DE DEFENSA CIVIL 136.2. PLANEAMIENTO DE LA DEFENSA CIVIL 14
6.2.1. PLAN DE PREVENCIÓN Y ATENCIÓN DE DESASTRES 146.2.2. PLAN DE OPERACIONES DE EMERGENCIA 156.2.3. PLAN DE CONTINGENCIA 156.2.4. PLAN DE SEGURIDAD EN DEFENSA CIVIL 15
6.3. LA IMAGEN OBJETIVO 166.4. EL PLAN NACIONAL 166.5. SISTEMA INTEGRADO DE INFORMACIÓN 17
6.5.1. ESTRATEGIAS 186.5.1.1. ESTRATEGIAS GENERALES 18
6.5.1.1.1. ESTRATEGIA 1 186.5.1.1.2. ESTRATEGIA 2 206.5.1.1.3. ESTRATEGIA 3 226.5.1.1.4. ESTRATEGIA 4 256.5.1.1.5. ESTRATEGIA 5 276.5.1.1.6. ESTRATEGIA 6 29
7. CONCLUSIONES 318. RECOMENDACIONES 359. GLOSARIO 3610. BIBLIOGRFIA 3711. ANEXOS 39
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1. INTRODUCCIÓN
Demostrando su elevada preparación, arrojo, entrega, y elevados niveles de
patriotismo en aras de la defensa de nuestra soberanía e integridad territorial,
expulsando al invasor de nuestro territorio. Tema que hace
un análisis meditado e imparcial de los hechos, resaltando que a pesar de
haber ganado en el dominio militar, no se haya sabido explotar ese éxito en el
terreno de las negociaciones quedando postergado la solución al diferendo
limítrofe al quedar pendiente la demarcación de los 78 Km, y fortalecida la
voluntad nacional ecuatoriana de ser país ribereño del amazonas.
Cabe resaltar el hecho de no haber consolidado la victoria militar en las
negociaciones para terminar definitivamente con el diferendo limítrofe, y
agregando que de no tomarse las previsiones del caso, estábamos expuestos a
enfrentar otro conflicto similar pero en condiciones geopolíticas y estratégicas
menos favorables, debido a que el Ecuador nunca renuncio a sus pretensiones
de ser país ribereño del Amazonas, y a su empecinamiento por desconocer el
protocolo de rió de Janeiro.
Asimismo se alertó oportunamente en diferentes instancias tal como se
menciona en la presente monografía, sin embargo como suele suceder en
nuestro país, no fue tomado en cuenta, a pesar de la solidez de sus
argumentos, ante esto podemos decir que si ante estos temas en donde están
de por medio los intereses nacionales nuestros gobernantes no le dan la
debida importancia, que se puede esperar en el futuro para nuestro amada
patria, si en estos momentos estuviera sucediendo algo similar como al parecer
está sucediendo.
Amigos, compañeros, compatriotas, Dios mío nosotros como “peruanos –
militares” tratamos de cumplir nuestro rol a cabalidad y no lo hacemos mal, de
eso estamos seguros a pesar de las limitaciones de conocimiento común.
Sin embargo la decisión final sobre nuestro empleo es de la política, el país
depende de ello, no está solo en nuestras manos.
Las relaciones entre Perú y Ecuador, hasta antes de la firma del Acuerdo de
Paz de 1,995, siempre se caracterizaron por su tirantez y desconfianza.
Históricamente el vecino país del norte nace a la vida republicana, tras
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la independencia del Virreinato de Nueva Granada como parte integrante del
novel país (1,822) que dio origen a la Gran Colombia y su posterior separación
de ésta en 1,830 (08 años después que el Perú), como producto de la previsión
política de Bolívar para evitar la expansión territorial de Perú, constituyéndose
pues, desde sus inicios como un "país tapón" que protegía a la nación gran
colombiana creada por el libertador venezolano.
Por aquella época, los territorios reconocidos como propios de las nuevas
naciones (Perú – Ecuador) tuvieron como base los principios de "uti posidetis",
libre determinación de los pueblos y la Real Cédula de 1,802, que refrendaba
como parte integrante de Perú los territorios que fueron suyos desde la
existencia del virreinato peruano, esto es, las provincias de Tumbes, Jaén y
Maynas.
Desde entonces, la clase política ecuatoriana, manipulada por intereses
foráneos (inicialmente Gran Bretaña y posteriormente Chile) ha concebido y
llevado a cabo una política internacional expansionista de "conquista del
espacio vital", que se ha manifestado como una constante histórica
materializada por una invasión subrepticia en territorio peruano, conflicto
armado focalizado para llamar la atención de la comunidad internacional a fin
de mantener el "status quo" obtenido y, finalmente, respaldo diplomático, con la
intención de presentar al Perú, mediante una premeditada estrategia, como el
país agresor y para desconocer la ejecutabilidad de cuanto Tratados
y Protocolos de Límites se hallan firmado entre ambos países.
De esta forma se materializaron los conflictos de 1,858 – 1,859 al que se puso
fin con la firma del Tratado de Mapasingue; el de 1,941 cuyo epílogo fue la
firma del Protocolo de Río de Janeiro; los conflictos de 1,981 (Cordillera del
Cóndor) y 1,995 (Alto Cenepa) que concluyó con la demarcación de los 78 km.
Faltantes en la frontera, la suscripción por parte de ambos gobiernos del
Acuerdo de Paz y la firma del "Tratado de Libre Navegación y Comercio en el
Amazonas".
Así pues, en los más de 150 años en que Ecuador puso en práctica esta
estrategia acuñaron en la conciencia de su pueblo la falsa creencia de que su
país realmente tenía derechos históricos y jurídicos sobre los territorios
reclamados como propios, a lo que habría que agregar el deseo de venganza
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por los continuos reveses sufridos en cuanto enfrentamiento armado se suscitó
entre ambos países por la superioridad de las FFAA peruanas. Esta situación
dio como resultado que la "salida libre y soberana del Ecuador al Amazonas"
se convirtiera en un Objetivo Nacional, que la "Voluntad Nacional" de la
población ecuatoriana sea reacia hacia todo lo que sea peruano y que las
FFAA de éste país paulatinamente adquirieran una posición protagónica en las
decisiones políticas del Estado Ecuatoriano, a tal punto que, hasta finales de la
década de los 90´s usufructuaban el 30% del canon petrolero para su empleo
directo en gastos militares.
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AGRADECIMIENTOS
“Al Docente quien nos Orienta a explorar el Patriotismo en aras de la defensa de
nuestro país y también la cultura de nuestros antepasados”
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PLANTEAMIENTO DEL TEMA
2. ANÁLISIS DEL CONFLICTO DE LA CORDILLERA DEL CÓNDOR
a. SECUENCIA DE LOS SUCESOS.
Con respecto a este conflicto, podemos afirmar que, la diferencia entre la
posición peruana y ecuatoriana, estribó en que la posición peruana se
basaba en el Protocolo y su aplicación por los Garantes, mientras que la
posición de Ecuador siempre se mantuvo unilateral y, por lo tanto, no
bastaba para invalidar un tratado de límites.
Los hechos se iniciaron el 22 de Enero, en medio de informes contradictorios
y aparentemente irreconciliables por las mutuas acusaciones de agresión
formuladas por las cancillerías de ambos países. Ecuador sostenía que un
helicóptero de la AE de Perú había violado su territorio, en tanto que el
Gobierno peruano denunciaba el ataque a una de sus aeronaves cuando
realizaba una misión de abastecimiento a PPVV a lo largo del río Comaina.
El entonces Presidente de la República, Arq. Fernando BELAUNDE TERRY,
ordenó la inspección del Río Comaina hasta sus nacientes en el lado oriental
de la Cordillera del Cóndor, comprobándose la existencia dentro del territorio
peruano de tres (03) destacamentos militares con sus respectivas
instalaciones.
Este hallazgo deslindó la verdad de los hechos al dejar al descubierto
el juego diseñado por el Gobierno de Ecuador, dirigido a confundir a la
comunidad internacional, designando con el nombre ecuatoriano de
"Paquisha" el punto de incursión más profundo en territorio peruano,
geográficamente ubicado al borde del Comaina y que, por razones obvias,
ha entrado a la historia con el nombre de "Falso Paquisha".
El Ministro de RREE de Perú, se comunicó el 26 de Enero con el Canciller
ecuatoriano, a quien pidió se investigara la posibilidad de una presencia
indebida de efectivos en la zona oriental de la Cordillera del Cóndor. La
respuesta de la cancillería ecuatoriana fue la proclamación de la nulidad del
Protocolo de Río de Janeiro y exigiendo, a la vez, el derecho a acceder
directa y libremente al Marañón y al Amazonas.
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Ante esta situación el Gobierno de Perú ordenó a su Fuerza Armada realizar
un operativo que permitiera tomar plena posesión y control del territorio
invadido por efectivos ecuatorianos. Esta operación terminó el 31 de Enero
con la ocupación de tres puestos de vigilancia detentados por tropas
ecuatorianas, y un posterior cese del fuego acordado por ambas partes.
Frente a esta coyuntura Ecuador urdió su concebida estratagema de
infiltración, conflicto focalizado y respaldo internacional, pretendiendo
aprovechar el incidente deliberadamente provocado, para que la OEA
intervenga en un asunto de fronteras definitivamente resuelto y reabrir un
debate concluido hace décadas para desconocer el Protocolo.
b. ANÁLISIS DE LAS OPERACIONES MILITARES
Las operaciones militares de desalojo de los PPVV 22, 3 y 4, fueron
sorpresivas , rápidas y violentas, tuvieron un reducido número de bajas en
ambos bandos y se caracterizaron por tener la siguiente modalidad:
Envolvimiento vertical con helicópteros artillados y armados de cohetes,
contando además con el empleo de estos como base de fuego móviles
desde el aire para neutralizar la capacidad combativa de los puestos
ecuatorianos y facilitar el ataque de la infantería aerotransportada a la
retaguardia del enemigo, lo que ocasionó que las Fuerzas Militares
ecuatorianas sufrieran el impacto de la sorpresa táctica y técnica (empleo de
los helicópteros en la selva, que a su vez posibilitaron realizar la
OPERACIÓN LIMPIEZA de los PPVV en pocas horas y minimizar el número
de bajas).
Posteriormente el 20 de Febrero, al efectuar un patrullaje de rutina a
inmediaciones del PV 4, un helicóptero peruano fue abatido por fuego desde
tierra, quebrantando Ecuador, en forma sorpresiva y desleal su compromiso
de respetar el cese al fuego, aspecto que debió ser aprovechado por el
Gobierno Peruano como pretexto para invadir el Ecuador, "tomar una
prenda territorial" para poder negociar en condiciones ventajosas y así
cumplir con el objetivo político de obligar al Ecuador a reconocer la plena
validez del Protocolo de Río de Janeiro y la demarcación total de la frontera.
Sin embargo la indecisión política, privó al Perú de ésta brillante oportunidad,
limitándose a disponer solamente el desalojo de las fuerzas ecuatorianas y
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la restitución de la línea fronteriza. Así tenemos que, como consecuencia de
éste hecho, la Fuerza Armada procedió al desalojo de los invasores y al
auxilio de los heridos mediante el envío de helicópteros armados, habiendo
ocupado entre el 20 y 21 de Febrero, dos (02) Puestos organizados por
ellos, aguas arriba del PV 4 y, el tercero, en uno de los afluentes del
Cenepa, aproximadamente a 10 Km. al sur de la guarnición peruana de
Jiménez Banda.
El día 21 la Aviación del Ejército arrasó con las instalaciones militares
ecuatorianas que aún permanecían en territorio peruano.
A continuación, el Gobierno de Perú pidió la reunión de los cuatro Garantes
del Protocolo y se opuso a la formación de una Comisión Investigadora de la
OEA como proponía el Ecuador. La reunión convocada por la OEA se llevó a
cabo el 2 de Febrero y se clausuró dos días después con la firma del acta de
la reunión de consulta, que concluyó con una resolución aprobada que
avalaba la acción de los Países Garantes en el conflicto fronterizo peruano-
ecuatoriano.
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3. DERROTA EN LAS NEGOCIACIONES
Sin embargo, debemos señalar que, el gesto humanitario de Perú de acatar el
cese al fuego, a pesar de la existencia en su territorio de numerosos puestos
ecuatorianos infiltrados, fue utilizado en su perjuicio, pues el portavoz oficial del
Gobierno ecuatoriano manifestó que "no se podía afirmar que
era suelo peruano pues no existía una línea fronteriza demarcada en la zona
del conflicto"
El 22 de Febrero, los Garantes solicitaron la "separación de fuerzas" sugiriendo
la concentración de ambos ejércitos en Alto Comaina y Mayaycu Viejo. La
propuesta era inaceptable para Perú por que no sólo significaba abandonar los
puestos reconquistados dentro de nuestro propio territorio, sino que
demostraba una actitud negociadora de trato igual al agresor y al agredido y,
sobre todo, que no expresaba una decidida inclinación de respaldo al Protocolo
por no constituir un procedimiento específico para la demarcación de la
frontera.
Para poder iniciar las conversaciones, según el planteamiento de los Garantes,
el Gobierno peruano tenía dos alternativas como condiciones básicas: La
mínima: Repliegue de las fuerzas ecuatorianas que aún quedaban infiltradas en
la vertiente oriental de la Cordillera del Cóndor. La máxima: El reconocimiento
por el Ecuador de la plena validez del Protocolo y la demarcación de los 78 km.
Se optó por la primera, derivando así, en forma incierta, a la mesa de
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negociaciones la obtención del propósito estratégico nacional, perdiéndose en
la arena política lo que se había ganado en el dominio militar
Las reuniones se llevaron a cabo en forma secreta, con la presencia de
representantes militares de los países Garantes en calidad de observadores y
se caracterizaron por la limitada capacidad de decisión de los jefes de
Delegación, por la obstinada posición ecuatoriana de no mencionar los picos de
la Cordillera del Cóndor como eje de separación de las fuerzas y por la
carencia de un acuerdo sustancial.
En tanto esto ocurría, Ecuador había montado con toda anticipación una
Estrategia Integral que abarcaba todos los campos de la actividad humana.
Desde el punto de vista psicológico desarrolló una efectiva campaña en el
frente externo e interno, manteniéndose a la iniciativa en el campo
internacional. En el frente externo, destinó ingentes presupuestos, empleó
todos los medios de comunicación disponibles y aprovechó cualquier foro
internacional para saturarlo de propaganda escrita, a fin de hacer aparecer al
Perú como el país agresor y a ellos como víctimas de las "ambiciones
expansionistas del Caín de América". En el Frente Interno se declaró al país en
EMERGENCIA NACIONAL, exaltándose el patriotismo y exacerbando el odio
hacia el Perú.
Con respecto a sus Relaciones Internacionales, Ecuador mantenía
inmejorables relaciones con Chile, a quien siempre ha considerado su "aliado
estratégico en Sudamérica", con Colombia, por el origen "gran colombiano" de
ambas naciones y con Venezuela por la condición de países exportadores de
petróleo.
Perú de acatar el cese al fuego, a pesar de la existencia en su territorio de numerosos puestos ecuatorianos
NUESTRAS TROPAS MARCHAN VICTORIOSAS Y TIWINZA ES EL SÍMBOLO DE HONOR, SE COMBATE HASTA MORIR HEROICAMENTE SIN CEDER JAMÁS ALA INVASOR
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4. ABANDONO DEL ESTADO DE TERRITORIOS FRONTERIZOS
Finalmente el gran visionario, Gral. MERCADO JARRIN aborda el tema de las
FRONTERAS y de las VINCULACIONES CON ECUADOR. Respecto al tema
fronterizo, manifiesta las preocupantes limitaciones del Perú para tener
presencia de Estado en las zonas periféricas, aspecto que se ha visto
ahondado por la existencia de la Cordillera de los Andes,
el centralismo administrativo y político del que adolece históricamente nuestra
patria y la distancia del núcleo (Lima), con respecto a las zonas fronterizas.
Ecuador por el contrario, ha minimizado este gran inconveniente, por la
posición casi central de Quito, enclavado en pleno trazo andino, las reducidas
dimensiones territoriales de éste país y la existencia del emporio petrolero de
Lago Agrio en las estribaciones occidentales de la Cordillera del Cóndor que no
sólo han posibilitado el despegue económico de la zona sino la el
desplazamiento de una importante masa humana que ha poblado la región.
Para solucionar este problema recomienda la inmediata puesta en marcha de
un Proyecto de "Fronteras Vivas" empleando el poblador oriundo de la zona y
el establecimiento de Unidades Militares de Asentamiento Rural (UMAR). Con
relación a las vinculaciones con Ecuador, añade que dentro de la relación
conflicto-cooperación que es propia de las vinculaciones internacionales,
muchos de los objetivos deberán alcanzarse empleando exclusivamente
medios pacíficos, es decir mediante una estrategia persuasiva global para
mejorar las relaciones con el Ecuador.
Helipuerto construido por tropas ecuatorianas en falsa Base SurDiciembre de 1994Foto – Sgto EP Edwin Diaz / BIS – 25Colección Francisco Gereda
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PLAN NACIONAL DE DEFENSA CIVIL PARA DAR MEDIDAS PREVENTIVAS
1.- SISTEMA NACIONAL DE DEFENSA CIVIL
El principal instrumento que el Estado tiene para la Prevención y Atención de
Desastres es el Sistema Nacional de Defensa Civil (SINADECI), creado el 28
de marzo de 1972.
El Sistema Nacional de Defensa Civil (SINADECI) fue concebido como un
conjunto organizado de entidades públicas y privadas que en razón de sus
competencias o de sus actividades tuvieran que ver con los diferentes
campos comprometidos en las tareas de prevención y atención de desastres.
Esta amplia red institucional, es regida y coordinada a nivel nacional por el
Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) y sus Direcciones Regionales
como órganos desconcentrados en el nivel nacional, así como de Comités y
Oficinas de Defensa Civil Regionales, Municipales y Oficinas Sectoriales.
Conforme a Ley, es obligatorio que en cada organismo del sector público se
ejerza la función de Defensa Civil; la jerarquía de la unidad orgánica que se
constituya depende de la complejidad, cobertura y magnitud del organismo.
El Sistema lo componen entidades del sector público y privado
comprometidas con la Defensa Civil, las cuales llevarán a cabo en forma
organizada y descentralizada, a través de los Comités Regionales, Locales e
institucionales, actividades de prevención y atención de desastres no
solamente desde el punto de vista operativo o de respuesta a emergencias,
sino también desde el punto de vista técnico, científico, administrativo y de
planificación de acuerdo con el ámbito de su competencia.
Aunque la coordinación general del Sistema y la formulación de políticas y
orientaciones es responsabilidad del Instituto Nacional de Defensa Civil
(INDECI), los niveles regionales son relativamente autónomos en la
formulación de sus planes, programas y proyectos, siempre que éstos se
inscriban en el marco de la política nacional.
El marco de políticas y la autonomía de las autoridades sectoriales, regionales
y locales es análogo a lo definido para los planes de desarrollo regionales,
provinciales y distritales, por la Ley del SINADECI.
Los Sectores participan en las acciones de Defensa Civil ejecutando obras de
prevención, obras por peligro de desastre inminente, acciones y obras de
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emergencia y rehabilitación, así como ejecutando obras y acciones en la
etapa de reconstrucción de acuerdo al ámbito de su competencia.
Se consideran obras de prevención a las que cada sector realiza dentro del
ámbito de su competencia, ante la presencia de un fenómeno natural
recurrente y potencialmente dañino. Su ejecución se realiza en períodos de
normalidad y con financiamiento de sus respectivos presupuestos.
El INDECI, además del Consejo Consultivo Central, cuenta con un Consejo
Consultivo de Relaciones Internacionales, un Consejo Consultivo Científico
Tecnológico, un Consejo Consultivo Interregional, para la coordinación de
políticas y acciones intersectoriales e institucionales que les competen.
El Sistema Nacional de Defensa Civil (SINADECI) fue instituido con entidades
del Estado ya existentes en todos los niveles y concebido para que sus
acciones se realicen en forma descentralizada.
Este sistema lleva a cabo sus actividades de gestión para la reducción de
riesgos y para la rehabilitación de áreas afectadas. Dichas actividades para la
prevención y atención de desastres se desarrollarán de acuerdo con la
orientación del Plan Nacional de Prevención y Atención de Desastres, el cual
define sobre diferentes ámbitos institucionales la formulación de estrategias,
acciones, programas, e instrumentos de gestión a nivel sectorial, regional y
local mediante la concertación interinstitucional.
2.- PLANEAMIENTO DE LA DEFENSA CIVIL
Para el Planeamiento de la Defensa Civil existen cuatro tipos de Planes:
a. PLAN DE PREVENCIÓN Y ATENCIÓN DE DESASTRES
Es un plan estratégico de largo plazo que en consideración a la Política de
Prevención y Atención de Desastres en el nivel correspondiente define los
objetivos, estrategias y programas que orientan las actividades
institucionales y/o interinstitucionales para la prevención, reducción de
riesgos, los preparativos para la reducción de emergencias y la
rehabilitación en casos de desastres, permitiendo reducir los daños,
víctimas y pérdidas que podrían ocurrir a consecuencia de un fenómeno
natural o generado por el hombre potencialmente dañino. Se emite a nivel
Nacional, Sectorial, Regional, Provincial y Distrital.
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b. PLAN DE OPERACIONES DE EMERGENCIA
Es un Plan Operativo que organiza la preparación y la respuesta a la
emergencia, considerando los riesgos del área bajo su responsabilidad y
los medios disponibles en el momento. Este plan es evaluado
periódicamente mediante simulaciones y simulacros. Se emite a nivel
Nacional, Sectorial, Regional, Provincial y Distrital.
c. PLAN DE CONTINGENCIA
Son los procedimientos específicos preestablecidos de coordinación, alerta,
movilización y respuesta ante la ocurrencia o inminencia de un evento
particular para el cual se tiene escenarios definidos. Por lo señalado, tiene
carácter opcional cuando se presuman las condiciones indicadas. Se emite
a nivel Nacional, Sectorial, Regional, Provincial y Distrital.
Para efectos de los planes de seguridad en Defensa Civil también podrá
emitirse a nivel de recintos e instalaciones Planes de Contingencia
orientados a reducir el riesgo e incrementar la seguridad de éstas.
d. PLAN DE SEGURIDAD EN DEFENSA CIVIL
Es el conjunto de acciones destinadas a organizar la seguridad, preparar,
controlar y mitigar los efectos dañinos de la ocurrencia de un fenómeno
natural o antrópico que se pueda manifestar en un recinto o instalación con
la finalidad de evitar o reducir los posibles daños a la vida humana, al
medio ambiente y al patrimonio. Deberá contener el Plan de Evacuación y
cuando corresponda el o los Planes de Contingencia necesarios.
Adicionalmente, podrá incluir los planes de protección patrimonial,
prevención de accidentes, prevención y control de incendios, entre otros,
que tengan como eje la prevención de riesgos y siniestros
SECUENCIA DE PLANEAMIENTO
PARA LA PREVENCIÓN Y ATENCIÓN DE DESASTRES (P & AD)
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3.- LA IMAGEN OBJETIVO
La Imagen Objetivo considerada para la elaboración del Plan de Prevención y
Atención de Desastres es la siguiente:
Sistema Nacional de Defensa Civil - SINADECI consolidado bajo el
liderazgo del Instituto Nacional de Defensa Civil - INDECI, e integrado a nivel
Nacional y Regional con los estándares de eficiencia más altos de la región
andina. Aumento de la cultura de prevención en la población es evidente por
la disminución de las pérdidas a consecuencia de los desastres.
Instituciones Científico Tecnológicas, especializadas en fenómenos
naturales, trabajando integradas y con el liderazgo a nivel regional.
Universidades formando profesionales y científicos especialistas, además de
promover la investigación y desarrollo tecnológico en el área de gestión de
desastres.
Obras principales de prevención ejecutadas o en proceso de ejecución.
Fondo de contingencia disponible para la atención de desastres. Planes de
desarrollo aplicando permanentemente los criterios de prevención.
4.- EL PLAN NACIONAL
El Plan Nacional de Prevención y Atención de Desastres es un plan
estratégico de largo plazo que en consideración a la Política Nacional de
Prevención y Atención de Desastres define los objetivos, estrategias y
programas que orientan las actividades institucionales y/o interinstitucionales
para la prevención, reducción de riesgos, los preparativos para la reducción
de emergencias y la rehabilitación en casos de desastres, permitiendo
disminuir o minimizar los daños, víctimas y pérdidas que podrían ocurrir a
consecuencia de un fenómeno natural o tecnológico potencialmente dañino,
mediante medidas de ingeniería, legislación, formación ciudadana,
organización, desarrollo cultural e inclusión del concepto de prevención en
todas las actividades del país, inclusive las relacionadas con las obras para el
desarrollo.
Todas las entidades, organismos públicos y privados relacionados con
la Defensa Civil elaborarán y ejecutarán su Plan de Prevención y
Atención de Desastres estando obligados a mantenerlo actualizado
en el ámbito de su competencia.
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Las Oficinas de Defensa Civil de cada entidad deberán asumir la
responsabilidad de facilitar y asegurar su debido cumplimiento.
5.- PAUTAS GENERALES
Las pautas generales que orientarán la elaboración y permanente
actualización de los Planes de Prevención y Atención de Desastres
Sectoriales, Regionales y Locales son las siguientes:
Identificación de peligros naturales y tecnológicos.
Análisis de vulnerabilidades.
Estimación de riesgos.
Incorporación de la Prevención en la Planificación y el Desarrollo.
Educación y Capacitación.
Atención de Emergencias.
Rehabilitación de Zonas Afectadas.
Fortalecimiento del Desarrollo Institucional.
Con base en las orientaciones anteriores el Plan Nacional de Prevención y
Atención de Desastres se desarrolla como instrumento de política que permite
de manera coherente y consistente que el Sistema Nacional de Defensa Civil
(SINADECI) lleve a cabo sus actividades para la prevención de desastres así
como la atención y rehabilitación en caso de presentarse éstos.
6.- SISTEMA INTEGRADO DE INFORMACIÓN
Para efectos de sistematizar el conocimiento de los peligros, vulnerabilidades
y riesgos en el territorio nacional y contar con información relativa a sistemas
de vigilancia y alerta, capacidad de respuesta y procesos de gestión
interinstitucional, el INDECI organizará un Sistema Integrado de Información,
el
cual debe mantenerse actualizado para servicio del Sistema Nacional de
Defensa Civil (SINADECI), que incluye a todas las instituciones públicas y
privadas que tienen responsabilidad en el desarrollo sostenible, para la
identificación, localización y evaluación de los peligros, áreas vulnerables y
afectadas por fenómenos naturales, necesario para la planificación y toma de
decisiones y emergencias frente a fenómenos naturales.
Este instrumento de política es fundamental para la priorización eficiente de
las actividades y proyectos de las instituciones y de los programas del Plan
Nacional de Prevención y Atención de Desastres, dado que permite el
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diagnóstico de las condiciones de riesgo y de la capacidad de respuesta
institucional para actuar en caso de desastres en el territorio nacional.
Este instrumento será el resultado del esfuerzo de las instituciones del
Sistema Nacional de Defensa Civil (SINADECI) que, de acuerdo con el ámbito
de su competencia, tienen la responsabilidad de estudiar, evaluar, investigar y
realizar actividades relacionadas con la Defensa Civil a nivel nacional.
ESTRATEGIAS
Para alcanzar los objetivos propuestos se han identificado seis estrategias
generales, las mismas que se implementarán mediante una serie de
programas y subprogramas, en los cuales se definen los sectores e
instituciones involucrados en su ejecución. A continuación se enuncian y
sustentan las estrategias generales del Plan Nacional de Prevención y
Atención de Desastres:
ESTRATEGIAS GENERALES
1. Fomentar la estimación de riesgos a consecuencia de los peligros
naturales y antrópicos.
2. Impulsar las actividades de prevención y reducción de riesgos.
3. Fomentar la incorporación del concepto de prevención en la
planificación del desarrollo.
4. Fomentar el fortalecimiento institucional.
5. Fomentar la participación comunitaria en la prevención de
desastres.
6. Optimizar la respuesta a las emergencias y desastres.
ESTRATEGIA 1
Fomentar la estimación de riesgos a consecuencia de los peligros
naturales y antrópicos
La observación, investigación y el conocimiento sobre peligros
naturales y tecnológicos constituyen la base tanto para la toma de
decisiones en la gestión de los desastres como para la incorporación
del criterio de prevención y mitigación en los procesos de planificación
para el desarrollo sostenido, por lo tanto su desarrollo debe ser una de
las prioridades del sistema en todos sus niveles.
Se debe impulsar programas de observación, investigación y
evaluación de peligros naturales y/o antrópicos por parte de las
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instituciones nacionales que por mandato de sus leyes orgánicas
efectúan estas tareas, fortaleciendo la investigación en base al
desarrollo de modelos físico-matemático y/o estadístico impulsando
igualmente el estudio de los precursores a la ocurrencia del fenómeno
principal.
Se debe elaborar mapas de peligros, identificando aquellos de origen
natural y antrópico. Además es indispensable mantener actualizado el
inventario y vulnerabilidades de los elementos bajo riesgo. Por otro
lado, se debe promover la permanente actualización de la normativa, a
nivel nacional, sobre la planificación territorial y disminución de
vulnerabilidades, entre las que se encuentra la norma sismorresistente
que debe servir como base para la expedición de reglamentos
específicos en las principales ciudades y centros poblados localizados
en las zonas de peligro sísmico intermedio y alto del país, y de acuerdo
con la información de los estudios de microzonificación sísmica.
En relación con la disponibilidad de equipamiento para las
observaciones y la investigación, vigilancia y alerta para monitorear el
comportamiento de fenómenos sísmicos, volcánicos, oceanográficos e
hidrometeorológicos y fenómenos geológicos, etc., las instituciones
responsables a cargo gestionarán ante el Estado las medidas
necesarias para su ampliación, consolidación, y promoción de nuevas
redes con la participación de las universidades y centros de
investigación de carácter nacional.
Dichas medidas, unidas al fortalecimiento de los sistemas de
comunicación y las acciones oportunas de los organismos operativos
de los Comités de Defensa Civil Regionales y Locales, permitirán
organizar a la comunidad y agilizar los procesos de evacuación
oportuna de zonas en riesgo por eventos predecibles.
La identificación de los peligros conjuntamente con el análisis de
vulnerabilidad tipificarán el escenario de riesgo de una comunidad
frente al futuro. Sin la información sobre el escenario del riesgo es muy
difícil calcular la relación entre los beneficios de las medidas de
reducción de desastres y sus costos.
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El INDECI, los Sectores, los gobiernos regionales y locales deben
propender para que las entidades públicas y privadas encargadas de la
prestación de servicios públicos, que lleven a cabo obras civiles
mayores o actividades industriales que involucren tecnologías
peligrosas, realicen análisis de vulnerabilidad y riesgo de su
infraestructura y el entorno donde se emplaza ante la ocurrencia
probable de fenómenos naturales intensos o de eventos que puedan
ocurrir a causa de sus actividades, con el finde que se tomen las
medidas de protección y se realicen los planes de contingencia
correspondientes.
Se debe optimizar la coordinación, control y supervisión de las
acciones de gestión de los recursos agua y suelo en su calidad,
cantidad y oportunidad, para su preservación y conservación, así como
establecer las medidas correctivas para su recuperación y restauración.
Es pertinente que las instituciones que conforman el Sistema Nacional
de Prevención y Control de Incendios Forestales y de Plagas
Forestales elaboren el Reglamento de dicho sistema, debiendo definir
la organización, funciones y coordinaciones, para su ordenado
funcionamiento, definiendo además la Red de Coordinación y el
Sistema para la Detección y Monitoreo de Incendios Forestales.
Las plagas de insectos también pueden ocasionar un desastre al
ecosistema. Para combatir la plaga de langostas que azotó la Costa
Norte, participaron el Ministerio de Agricultura, a través de SENASA e
INRENA, Ministerio de Defensa y otros.
ESTRATEGIA 2
Impulsar las actividades de prevención y reducción de riesgos
Las estimaciones de riesgo son elementos de juicio para la adopción
de medidas de prevención y proporcionan una base contrastada para la
planificación a largo plazo de las actividades de prevención, que son
las que aumentan la seguridad de una comunidad al colocarla sobre
bases más sólidas.
Los efectos de los peligros naturales pueden ser reducidos. El costo de
las medidas para reducir éstos varía según el peligro considerado y las
2
técnicas a utilizar pero siempre serán más baratas y efectivas que las
medidas de auxilio durante el desastre y ayuda para la reconstrucción.
Es necesario que los sectores, gobiernos regionales y gobiernos
locales se involucren en las actividades de la prevención de desastres,
esto es, ir más allá de las actividades tradicionales de preparación y
respuesta contra los impactos de los fenómenos naturales.
La reducción de desastres por definición es el conjunto de acciones
sectoriales y multidisciplinarias que comprende una amplia gama de
actividades entrelazadas en el plano nacional, regional y local.
Por eso, la integración de medidas para reducir los desastres mediante
el desarrollo de políticas, programas, estrategias y subprogramas es
esencial para reducir la vulnerabilidad de los asentamientos humanos
ante los peligros naturales y los tecnológicos. Se requiere
financiamiento y prioridades reales que muestren la preocupación de
los gobiernos regionales y locales así como de los sectores, en la
problemática de su ámbito de responsabilidad.
Los efectos de los peligros naturales pueden ser reducidos.
Naturalmente, el costo de las medidas para reducir desastres variará
según el peligro considerado y las técnicas que queramos utilizar; pero
siempre serán más baratas y efectivas que las medidas de auxilio
durante el desastre y las posteriores ayudas de reconstrucción.
Teniendo en cuenta la posibilidad que se presenten embalses en los
ríos o quebradas secas como producto de deslizamientos y aluviones,
es necesario para su desembalse o desagüe el uso profesional de
explosivos y otras técnicas de ingeniería que se desarrollan en las
instituciones pertenecientes al sector Defensa y en otros organismos
estatales y privados.
El planeamiento de reacción rápida será efectuado por el INDECI con
la participación de representantes técnicos administrativos del
MINDEF, sectores y organismos competentes definiendo para los
diferentes peligros los requerimientos de personal, material, medios de
transporte y asesoramiento técnico para la ejecución eficiente, rápida y
segura.
2
Para tal efecto, el MINDEF dispondrá se mantenga actualizado el
inventario de recursos de las Fuerzas Armadas que pueden ser
utilizados en forma inmediata y oportuna en salvaguarda de la
población que pueda resultar damnificada por eventos de esta
naturaleza.
Así mismo, desarrollará y mantendrá actualizados los planes operativos
necesarios a nivel nacional.
ESTRATEGIA 3
Fomentar la incorporación del concepto de prevención en la
planificación del desarrollo.
La prevención como criterio de planificación debe estar presente en los
procesos de toma de decisiones sobre el futuro económico y social de
las regiones, provincias y distritos.
Los instrumentos de planificación existentes (sectoriales, regionales y
locales) son fundamentales para garantizar inversiones más seguras y
beneficiosas desde el punto de vista social y económico, por esta razón
uno de los objetivos principales del Plan Nacional de Prevención y
Atención de Desastres es procurar que el esfuerzo por formular y llevar
a cabo dicho proceso sea objeto de particular atención por parte de las
distintas entidades nacionales, regionales y locales encargadas de la
prestación de servicios vitales.
Solamente mediante la incorporación del concepto de prevención en la
planificación urbana y rural, planificación sectorial y socioeconómica se
podrá conducir y mantener un desarrollo sostenible. Las autoridades
Sectoriales, Regionales y Locales competentes diseñarán medidas de
control y protección, tales como obras de ingeniería y de ordenamiento
territorial, la reglamentación del uso racional del suelo, promoviendo al
mismo tiempo la incorporación de estos componentes en la
planificación del desarrollo. Esto permitirá introducir la prevención como
un criterio de planificación en los proyectos de desarrollo que tengan
todos los sectores.
Se promoverán los incentivos necesarios para la obtención de seguros,
exoneraciones de impuestos locales, etc. que permitan reducir las
vulnerabilidades de los elementos expuestos a los peligros potenciales.
2
Se incorporarán ciertas restricciones ambientales en los proyectos de
inversión y facilitará un manejo más adecuado de la explotación de los
recursos naturales.
Como política de prevención, los Gobiernos Regionales y Locales
promoverán proyectos integrales de mejoramiento del entorno y
reubicación de viviendas localizadas en zonas de peligro los cuales
deben ser formulados en el corto plazo por las administraciones
regionales y locales.
La presentación de proyectos para acceder a recursos de financiación
debe contar con la aprobación de los entes competentes de
planificación y de concertación de proyectos del orden regional y local.
Los proyectos de atención y rehabilitación de asentamientos humanos
afectados tendrán prioridad en el período de estudio y aprobación de
recursos; con este, fin las demás entidades nacionales competentes,
que aplican o transfieren recursos a las regiones y los municipios,
diseñarán mecanismos eficientes para el tratamiento preferencial de
proyectos de rehabilitación y reconstrucción.
Para garantizar el adecuado desarrollo de los proyectos se establecerá
un sistema de monitoreo que permita conocer oportunamente los
inconvenientes presentados durante la ejecución de los proyectos a fin
de salvar las dificultades y actuar rápidamente para asegurar el menor
desfase en la programación inicial.
Lograr un desarrollo sostenible se enfrenta a tres grandes desafíos que
solamente se pueden superar con marcos normativos y estrategias
integrales: la pobreza imperante, la creciente urbanización y la agresión
del medio ambiente. Satisfacer las necesidades de las generaciones
presentes sin comprometer la satisfacción de las futuras generaciones
implica generar espacios de desarrollo que permitan una vida plena a
los más pobres que habitan zonas marginales de las ciudades.
En el país se vienen produciendo cambios acelerados,
desestabilizadores y violentos que redundan en el aumento de la
vulnerabilidad, por cuanto las decisiones apresuradas que provocan no
permiten considerar los posibles peligros a los cuales están sometidos.
Hoy más que nunca los acelerados cambios sociales han potenciado
2
esta posibilidad porque las concentraciones humanas son cada vez
menos seguras, sobre todo para los pobres.
Ante la creciente urbanización no planificada que se da en el marco de
la globalización y que hace a las ciudades de los países en desarrollo
ineficientes, hostiles y riesgosas, se propone un modelo deseable de
urbe en la que nos agradaría vivir y legar a las generaciones venideras,
segura, ordenada, saludable, atractiva, eficiente sin agredir al medio
ambiente, gobernable y competitiva.
Es indispensable la ejecución de programas de ordenamiento territorial,
estudios de microzonificación, elaboración de mapas de peligros, guías
específicas de crecimiento urbano, en función de los aportes de las
ciencias de la tierra.
La primera inquietud internacional sobre el deterioro de la calidad del
aire, las aguas y el suelo como consecuencia de la era industrial, se
inició en la década de los años 70 del siglo XX. El Programa de
Naciones Unidas “La Década Internacional para la Reducción de los
Desastres Naturales” (1990 – 1999) – DIRDN, amplió el criterio de la
contaminación ambiental y la racionalización de la explotación de los
recursos naturales en los proyectos de desarrollo. La Estrategia
Internacional para la Reducción de los Desastres –EIRD– sucesor del
DIRDN, ha planteado el fortalecimiento de políticas y estrategias
orientadas a definir actividades para el mejor control de los
contaminantes y establecer un desarrollo sostenido en beneficio de la
comunidad en general. En tal sentido es conveniente articular la política
ambiental con la prevención de desastres y aplicar las estrategias
preventivas integrales a los procesos industriales, experimentadas a
nivel internacional, tales como el PPIL (Programa para una Producción
Industrial más Limpia), APELL (Manual sobre accidentes tecnológicos
concientización y preparación para emergencias a nivel local).
ESTRATEGIA 4
Fomentar el fortalecimiento institucional
2
Se promoverá acciones de fortalecimiento del desarrollo institucional a
nivel de los sectores, los comités de Defensa Civil Regionales y
Locales de las entidades que los conforman, a través de procesos de
concertación a nivel nacional y de procesos descentralizados y
participativos con las entidades nacionales.
Estas acciones estarán dirigidas a impulsar y coordinar la elaboración y
aplicación de instrumentos de organización y gestión institucional, que
garanticen el funcionamiento y cumplimiento de los objetivos del
Sistema Nacional de Defensa Civil (SINADECI).
El fortalecimiento de la capacidad de acción de los Comités de Defensa
Civil Regional y Local para la prevención y atención de desastres es un
elemento fundamental para el éxito de los propósitos de la política del
Estado en Defensa Civil
La falta de actividad permanente de los Comités de Defensa Civil en
relación con la Defensa Civil y la ausencia de una gestión
administrativa a través de las Oficinas de Defensa Civil que permita la
continuidad y sostenibilidad de las acciones de prevención y mitigación
de desastres puede generar una pérdida de capacidad para la
realización de acciones preventivas y la respuesta adecuada en caso
de desastres.
El INDECI mantendrá una actividad permanente de fortalecimiento
institucional y de trabajo concertado, a través de las Oficinas de
Defensa Civil Sectoriales e Institucionales y los Comités de Defensa
Civil Regionales y Locales, que permita evitar que a la Defensa Civil se
le dé un tratamiento de poca importancia o que sea tratada como una
responsabilidad de carácter político y administrativo.
El INDECI tomará las acciones necesarias para impulsar y garantizar la
organización e implementación, en las Instituciones Nacionales y
Comités de Defensa Civil Regionales y Locales, de los programas y
proyectos relativos a la prevención y atención de desastres.
Teniendo en cuenta que las actividades de prevención y mitigación de
desastres no son suficientes por sí solas, es necesario conseguir un
nivel de respuesta eficiente de las entidades públicas y privadas
relacionadas con proyectos de infraestructura y de las instituciones
2
operativas de atención de emergencia como los Sectores, el Cuerpo
General de Bomberos Voluntarios, las ONG e instituciones
internacionales con sede en el país y las que se hacen presentes en
las emergencias para que participen coordinadamente en la prevención
y actúen en forma oportuna, efectiva, y coordinada e integrada al
Sistema Nacional de Defensa Civil (al que pertenecen) en el caso de
que se presenten desastres.
Se promoverá el fortalecimiento institucional a nivel técnico,
administrativo y operativo de las entidades operativas competentes
impulsando la dotación de equipos de búsqueda, rescate y
comunicaciones debiendo igualmente considerar la importancia del
fortalecimiento del PRONAA.
El Sistema Nacional de Defensa Civil debe contar con protocolos,
procedimientos y planes de contingencia para la optimización de sus
funciones, para lo cual es fundamental que las entidades operativas
(Comités de Defensa Civil Regionales y Locales) con el apoyo del
INDECI desarrollen técnicas, metodologías y diseñen ejercicios de
simulación de acuerdo con la información factible de obtener de los
sistemas de alerta. Los planes de contingencia de redes de servicio
público y atención hospitalaria deben ser de conocimiento de las
autoridades nacionales, regionales, distritales y locales, y formar parte
de la preparación de la población para la emergencia.
La disponibilidad de comunicaciones seguras antes, durante y después
de ocurrido un desastre debe ser un objetivo a alcanzar en todo los
niveles de dirección de los Comités de Defensa Civil.
Teniendo en cuenta que la reconstrucción en caso de desastre es otro
de los aspectos que implica un esfuerzo de las instituciones del Estado
y de los organismos de la sociedad, se desarrollarán procedimientos
especiales y una capacitación que garanticen, en todos los casos, la
realización de los programas de rehabilitación (recuperación temporal
de los servicios vitales) en el menor tiempo posible, con el fin de
mejorar la capacidad de las regiones afectadas para que continúen su
proceso de desarrollo.
2
Se debe impulsar la consolidación anual las actividades de prevención
a realizar a nivel nacional y establecer los mecanismos de información
que permitan a las instituciones que integran el SINADECI contar con
información sobre la ejecución y avance en las actividades de
prevención programadas.
En el aspecto financiero, se promoverá la incorporación de partidas
presupuestales en los planes de inversión de las entidades en todos los
niveles, garantizando la asignación específica de recursos anuales
para su operación, lo cual contribuirá a complementar los esfuerzos
regionales, locales, y de otras instituciones nacionales para una
atención ágil y eficaz de la población afectada por los desastres,
principalmente en el período de atención y estabilización de la
emergencia.
La participación de representantes de las organizaciones regionales,
departamentales y distritales en las etapas de planeamiento de las
actividades de prevención, apoya al fortalecimiento del sistema
ESTRATEGIA 5
Fomentar la participación comunitaria en la prevención de desastres.
Para efectos de incorporar una actitud preventiva en la cultura y una
aceptación de las acciones de prevención del Estado por parte de la
comunidad se desarrollará un proceso que permita la participación de
la sociedad (entidades nacionales de la población organizada) en la
prevención y la mitigación en estrecha coordinación con los Comités
Regionales y Locales.
Se debe apoyar a los Comités de Defensa Civil Regionales y Locales
en la preparación de la población, mediante simulacros y otras
actividades comunitarias. Así mismo, el INDECI debe suministrar
información periódica a las autoridades regionales y locales
relacionada con aspectos legales, técnicos y de motivación.
Se ha comprobado que la participación de las comunidades es un
elemento esencial para el desarrollo y la práctica de políticas para
reducir los desastres.
Las comunidades vulnerables, especialmente en los países en
desarrollo, se encuentran forzadas por las circunstancias a adoptar
2
medidas basadas en la experiencia de limitar las pérdidas que causan
los desastres. A menudo estas comunidades muestran capacidades
extraordinarias para impedir tales pérdidas.
La base fundamental para lograr incorporar la prevención de desastres
y la protección del medio ambiente en la cultura de prevención, reside
en el esfuerzo que las instituciones realicen por informar, capacitar y
educar a la comunidad. Es necesario contar con funcionarios
capacitados que tengan un claro conocimiento de sus
responsabilidades de acuerdo con el ámbito de su competencia.
El INDECI debe impulsar la capacitación institucional y promover el
desarrollo de programas de información pública y educación dirigidas a
la población, con el fin de lograr un mayor nivel de seguridad y de
calidad de vida de los ciudadanos.
Respecto a la educación formal, el Ministerio de Educación debe
continuar el programa de impulso a la adecuación curricular de la
educación básica, primaria y secundaria en las diferentes regiones del
país, asociando los temas relativos a la prevención de desastres con
los de la educación ambiental, teniendo en cuenta la identificación de
los peligros naturales y tecnológicos (antrópicos) a los cuales es
vulnerable su población.
Los Comités de Defensa Civil Regionales y Locales, con la asesoría del
INDECI, el Ministerio de Educación y demás entidades competentes
del nivel nacional, deben diseñar programas preventivos en escuelas,
colegios, centros educativos, edificaciones públicas y sitios de afluencia
masiva; y con el concurso de las ONG realizar programas
participativos, con el fin de que la sociedad adopte procesos de
prevención, mitigación y atención de desastres y los incorpore en su
vida cotidiana, particularmente aspectos de comportamiento individual
y colectivo ante eventos tales como sismos, tsunamis o maremotos,
llocllas o aluviones, inundaciones, deslizamientos, erupciones
volcánicas, entre otros.
La ciudadanía juega un papel fundamental cuando ocurre un desastre
dado que en todos los casos debe participar de manera directa en la
atención de las emergencias, la rehabilitación y la recuperación
2
después de ocurrido un evento. Adicionalmente, si las organizaciones
comunitarias reconocen los riesgos e incorporan dentro de sus
actividades acciones preventivas que contribuyan a la reducción de la
vulnerabilidad se puede lograr un desarrollo sostenido de los niveles
locales.
Por esta razón de debe promover que las comunidades adopten
procesos de prevención y mitigación de desastres y que la ciudadanía
tenga una actitud preventiva y participativa ante los eventos factibles en
cada lugar.
Las autoridades locales necesitan tomar decisiones basadas en
situaciones específicas relacionadas con la vulnerabilidad frente a
diferentes peligros. También se deben desarrollar herramientas para
evaluar el riesgo, a ser utilizadas por los encargados de planificar la
utilización territorial, tomando en consideración las experiencias
adquiridas durante la década anterior a nivel nacional y global.
ESTRATEGIA 6
Optimizar la respuesta de las emergencias y desastres.
La preparación, capacitación, educación y la organización del
SINADECI se constituyen en el eje para una respuesta efectiva en caso
de desastre. Este proceso se debe dar en dos niveles:
A nivel nacional, mediante el trabajo concertado de las entidades
científico- tecnológicas y los sectores.
A nivel local, con el apoyo a la gestión de desastre a través de
programas de educación, capacitación y preparación y acciones
articuladas con la debida orientación del INDECI.
Así mismo, se debe fomentar la inclusión en los Planes y Programas
Educativos los principios y valores que sustentan la Defensa Civil y la
educación sobre la doctrina de Defensa Civil orientada a crear una
cultura de prevención.
Mediante la capacitación de docentes, funcionarios y autoridades a
nivel nacional y local en preceptos de Defensa Civil, en la formulación y
preparación de proyectos a desarrollar con el apoyo de entidades
nacionales e internacionales considerando aspectos de mitigación,
atención, rehabilitación y reconstrucción.
3
La elaboración de Planes de Seguridad y Contingencia, ejecución de
simulacros para garantizar una respuesta oportuna, rápida y efectiva
ante una emergencia o desastre, debe constituirse en prioridad para los
Comités de Defensa Civil Regionales y Locales
La aplicación de la prevención y atención de desastres debe contribuir
al fortalecimiento del proceso de descentralización a través de las
regiones, sub-regiones y gobiernos locales para que puedan asumir
autónomamente sus responsabilidades en su ámbito, reservando a las
autoridades a nivel nacional las labores de definición de marcos de
política y coordinación de acciones.
El MINDEF como componente del SINADECI preparará y actualizará
los recursos de las Fuerzas Armadas (personal y material) para que
puedan ser utilizados en forma inmediata y oportuna en salvaguarda de
la población.
Se debe diseñar mecanismos para el tratamiento preferencial de la
rehabilitación considerando la recuperación de los servicios básicos
esenciales y líneas vitales, como parte de una respuesta adecuada
ante la emergencia.
En apoyo a la recuperación de la zona afectada se debe propender a la
realización de proyectos productivos de impacto económico y social.
La revisión y definición de criterios para el manejo de recursos
internacionales son necesarias para apoyar la rehabilitación de la zona
afectada,
5. CONCLUSIONES
A. CAMPO DIPLOMATICO
3
1. A pesar de haber sido Ecuador el agresor, tomó la iniciativa de convocar,
en sus propios términos a la Reunión de Consulta de la OEA.
2. La Resolución de la OEA se refirió a países miembros y no Garantes del
Protocolo.
3. El Comunicado de los Garantes expedido después del abatimiento del
helicóptero, señaló que los hechos se habían producido en la "vertiente
oriental", sin manifestar expresamente que era territorio peruano.
4. Los Garantes, en relación a Perú, optaron por una posición más dura que
la de los propios ecuatorianos.
5. Los Estados Garantes, no expresaron, una decidida inclinación de
respaldo al Protocolo como correspondía a su responsabilidad
internacional, adoptando las medidas para que Ecuador se avenga a la
colocación de hitos.
6. Por lo anteriormente expresado podemos advertir que nuestra diplomacia
actuó dubitativa y pusilánimemente. Cometiendo los siguientes errores:
1er ERROR
La separación de fuerzas confirmó la tesis peruana y mediante un
documento escrito quedaron registradas las coordenadas de la ubicación
de los puestos ecuatorianos, sin embargo, consideramos que, no
habiéndose llegado a un acuerdo sobre la ubicación precisa de las
fuerzas, es decir, sobre la "distancia razonable", para el Gobierno
peruano no debió ser suficiente la comprobación por "el tenor de
los documentos".
La conducta ecuatoriana hacía necesario, en aras de la paz y
del interés nacional, la comprobación in situ, porque los puestos
ecuatorianos podrían resultar, – en una actitud provocadora -
emplazados sobre la línea de fe y/o sobre las crestas militares de la
Cordillera del Cóndor y, por lo tanto, fuera de la vertiente occidental, lo
que dejaría nuestros puestos en una situación táctica desfavorable.
2do ERROR
3
La Fuerza Armada se vio comprometida en negociaciones que son
de responsabilidad de la diplomacia y en las que el país que rompió el
status quo mantenido en la zona, a pesar de haber sido militarmente
derrotado, reiteraba previamente, sin variación y con intransigencia sus
objetivos políticos (ser país ribereño del Marañón y Amazonas).
3er ERROR
Tanto los Garantes como el Ecuador, habían precisado – con la
aceptación de Perú – que el exclusivo motivo de las conversaciones
era dar eficacia al cese al fuego, negociar una "tierra de nadie", para
evitar nuevos incidentes fronterizos; esta finalidad que, tras revisar los
documentos se aprecia que no hubo entendimiento en el retiro de las
tropas, bien pudo tratar de conseguirse con el asesoramiento de la
Fuerza Armada, sin la exclusiva participación diplomática.
4to ERROR
La Fuerza Armada, iniciado un conflicto sólo interviene en la conquista
de los objetivos políticos por la disuasión o la coacción y no por el
camino de la negociación, puesto que sus efectos son
predominantemente militares. Al asumir la dirección y conducción de
las conversaciones para alcanzar una finalidad limitada y distinta a
la naturaleza de sus funciones, perdió los efectos de la disuasión y
avaló la eventualidad de no alcanzar ningún acuerdo o la obtención de
una paz precaria, quedando con ella expuesta a exponer su prestigio y
responsabilidad histórica.
5to ERROR
Al Perú le asiste el derecho de exigir que Ecuador cumpla
las obligaciones establecidas en el protocolo de Río de Janeiro. En tal
sentido se hace imprescindible la acción de la Cancillería para que
emplace a los Garantes a cumplir con su misión. Este es el objetivo
nacional que debe cumplir la diplomacia como única forma de asegurar
una paz sólida y duradera
B. CAMPO SICOLÓGICO
3
1. Las maniobras ecuatorianas en el dominio psicológico, ejecutadas con el
mayor de los cinismos, reclamaban una campaña sicológicas peruana que
haga llegar al mundo la verdad de las cosas, es decir, que el Perú jamás ha
tomado territorios que no le correspondieron, que no aspiraba a una sola
pulgada de suelo ecuatoriano, que sólo defiende la validez del Protocolo y
que, al mismo tiempo, haga conocer las provocaciones constantes y
agresiones a nuestra frontera. Igualmente, en el frente interno a pesar del
apoyo unánime demostrado al Gobierno durante el conflicto es necesario
fortalecer la moral nacional, despertar el espíritu patriótico y de sacrificio, y
afirmar la convicción de legitimidad de la lucha.
2. En cuanto a la voluntad nacional, los gobernantes y líderes ecuatorianos han
mantenido una posición de permanente reclamo y de falseamiento de la
verdad histórica que han hecho surgir en la conciencia ecuatoriana la falacia
que el Perú cercenó la mitad de su territorio. El interés territorial amazónico
ecuatoriano se ha integrado a su conciencia nacional, convirtiéndose en
aspiración nacional que provoca reacciones emocionales y convicciones que
se traducen en el comportamiento de su pueblo y de sus líderes,
exacerbando el sentimiento nacional ecuatoriano, aglutinando multitudes y
orientándolas contra todo lo que sea peruano.
3. A pesar de la derrota militar ecuatoriana infringida por la Fuerza Armada
Peruana al recuperar los puestos de vigilancia, la mayoría de la población ve
como victorias en el campo diplomático, la firma del acuerdo del cese de
hostilidades y la Reunión de Consultas de la OEA, por que convirtieron en
noticia internacional la disputa limítrofe, presentándola como un problema no
resuelto.
El Gral. se adelanta al futuro.
Cuando manifiesta que: por lo anteriormente expuesto y por la
apreciación de que Ecuador, estimulado por los resultados adversos del
conflicto, en el futuro inmediato dará una alta prioridad a los preparativos
de la defensa nacional, a la política armamentista iniciada en el último
quinquenio es muy probable que vuelva a crear nuevos incidentes
fronterizos en el futuro.
C. CAMPO GEOPOLITICO
3
1. La falta de consistencia, crecimiento y fuerza de nuestras fronteras son
pruebas de la incapacidad del núcleo principal.
2. Los Andes contribuyen a disminuir la influencia de Lima Metropolitana sobre
la frontera Amazónica.
3. Para evitar el ensanchamiento de la "Punta de Penetración" ecuatoriana en
Chinchipe, es necesario crear en la zona de Bagua, Jaén y San Ignacio un
dinamismo económico que prevalezca sobre el área vecina circundante.
4. En la zona de la Cordillera del Cóndor y del Cenepa, con el objetivo de
afirmar la peruanidad es necesario crear fronteras vivas, para lo cual la
colonización y desarrollo deberá realizarse con los pobladores nativos de la
zona.
D. CAMPO POLÍTICO Y ESTRATEGIA
1. Ante la hipótesis de una nueva invasión ecuatoriana, la acción militar deberá
ser llevada del territorio nacional al territorio ecuatoriano, ocupando en
otro teatro de Operaciones un objetivo limitado, para dotarnos, así, de una
"prenda territorial" que garantice que el Ecuador no reitere su consabida
estratagema y abandone de una vez por todas sus descabelladas
pretensiones de ser país ribereño del Amazonas.
2. Ante esta posibilidad el Perú deberá estar preparado para obtener una
solución rápida evitando una guerra total y prolongada que, aún victoriosa,
haría difícil a cualquier gobierno peruano, traducirla en logros políticos, dada
la fragilidad de las relaciones con Chile y la imagen de país agresor que el
Ecuador nos ha creado en el ámbito internacional.
3. La estrategia militar - durante la campaña de 1,981 – cumplió con precisión
y eficiencia las orientaciones de la política. La victoria aunque aseguró la
integridad territorial, sólo produjo el status y no materializó el objetivo
máximo de la política nacional de lograr la señalización definitiva de los 78
Km. de frontera que faltaban en los que estaba pendiente la colocación de
hitos.
4. En cuanto al aspecto de cooperación, se impondrá en la región la capacidad
creadora y la fuerza espiritual que permitirá transformar la situación actual
así como la voluntad política de los gobiernos para buscar fórmulas viables
de integración solidaria.
3
RECOMENDACIONES
3
GLOSARIO:
Intergranulares.- Desmenuzar algo en granos muy pequeños.
Tangencial.- adj. De la tangente o relativo a ella, Referido a una línea o
superficie
Litigio.- Pleito, altercación en juicio.
Protocolo.- Serie ordenada de escrituras matrices y otros documentos que un
notario o escribano autoriza y custodia con ciertas formalidades.
Diferendo.- Diferencia, desacuerdo, discrepancia entre instituciones o Estados.
Arbitraje.- Resolver, de manera pacífica, un conflicto entre partes
Divergencia.- (Del lat. divergens, -entis, divergente).
1. f. Acción y efecto de divergir.
2. f. Diversidad de opiniones o pareceres.
Uti possidetis.- Se deriva de una frase en Latín más completa que decía "así
como tú lo poseías, lo seguirás conservando” se refiere a la mantención
provisional de un territorio y/o propiedades por parte de quién lo tiene hasta
finalizar el conflicto en cuestión.
Corolario.- (Del lat. corollarĭum, de corolla, coronilla).
m. Proposición que no necesita prueba particular, sino que se deduce
fácilmente de lo demostrado antes.
Acepción.- (Del lat. acceptĭo, -ōnis).
1. f. Cada uno de los significados de una palabra según los contextos en que
aparece.
2. f. desus. Aceptación (‖ aprobación).
Estipulación.- (Del lat. stipulatĭo, -ōnis).
1. f. Convenio verbal.
2. f. Der. Cada una de las disposiciones de un documento público o particular.
3. f. Der. Promesa que se hacía y aceptaba verbalmente, según las
solemnidades y fórmulas prevenidas por el derecho romano.
3
BIBLIOGRAFIA
1. Coronel Luis A. Rodríguez, La Agresión Peruana Documentada, 2nd Edition, pp. 167-168. Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1955.
2. Luis Humberto Delgado, Las Guerras del Perú. Campaña del Ecuador: Grandeza y Miseria de la Victoria, p. 79. Lima, Ed. Torres Aguirre, 1944.
3. Col. Luis A. Rodríguez, op. cit.
4. Rodríguez Asti John, Las Operaciones Navales durante el Conflicto con el Ecuador de 1941: apuntes para su historia, p. 44. Lima, Dirección de Intereses Marítimos e Información, 2008.
5. Tobar Donoso, Julio (1945). La invasión peruana y el Protocolo de Río. Editorial Ecuatoriana.
6. Galeano, Eduardo (2006). Las venas abiertas de América Latina. Editorial Siglo XXI. ISBN 968-23-2557-9.
7. Deler, Jean Paul (1987). Ecuador: Del espacio al Estado Nacional. Ed. Banco Central del Ecuador.
8. Galarza Zavala, Jaime (1972). El festín del petróleo. Ediciones Solitierra.
9. Fontaine, Guillaume (2007). «Coyuntura (sección: La política petrolera ecuatoriana, petróleo y desarrollo)». Ecuador DEBATE (70). ISSN 1012-1498.
10.Altamirano Escobar, Hernán Alonso (Instituto Geográfico Militar, Quito, 274
Carlos Malpica Faustor; Álvaro González Riesle 1991). El porqué del
debido expansionismo del Perú. (Autorizado por los Ministerios de
Relaciones Exteriores y de Educación, y por el Instituto Geográfico Militar,
y prologado por el Ministro de Defensa).
11.Rodríguez Castelo, Hernán (1995). Historia de dos vecinos Sampedro,
Francisco (Editorial DlMAXI, Quito). El espacio territorial ecuatoriano de
1830 a 1995 con la Guerra del Cenepa desatada por el Perú
12.Sampedro, Francisco (Editorial DIMAXI, Quito). Geografía Histórica
Territorial del Ecuador a 1994
13.Villacres Moscoso, Jorge W. (Guayaquil, 1981). Historia de Limites del
Estado Ecuatoriano (geografía, historia y derechos territoriales)
14.Pareja Diezcanseco, Alfredo (LIBRESA, Quito, 1992). Breve Historia del
Ecuador
3
15.Del Carmen, Leonor, Hna. De la Providencia (Colegio de la Inmaculada,
Quito, 1991). Historia de Limites del Ecuador
16.Benalcazar, Cesar Augusto (Nueva Imagen, Quito, 1992). El Ecuador y sus
fronteras
17.Jaramillo de Dávila, Victoria (EDIMPRES, Quito, 1981). Atlas Geográfico
del Ecuador
18.LIBRESA (Quito, 1995). Atlas de América y del Ecuador
19.Contreras Navas, Gilberto (Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1996). Del
Tahuantinsuyo a Tiwinza t: Por que avanzaron los peruanos en territorio
ecuatoriano?
20.Martínez Estrada, Alejandro (Centro de Publicaciones Nacionales, 1993)
Breve Resumen del Derecho Territorial Ecuatoriano
21.Abellán Z., Alberto. Historia de Limites del Ecuador - Derecho Territorial
Historia del Ecuador
22.Reyes, Oscar Efrén (Colegio Técnico Don Bosco, Quito). Breve Historia
General del Ecuador Tomos I y II
3
ANEXOS
ANEXO 1
FUERZAS PARTICIPANTES
ECUADOR
De acuerdo al testimonio del Coronel Luis Rodríguez1 las fuerzas ecuatorianas
a disposición del Comando del Ejército de Frontera en El Oro (Teniente
Coronel Octavio A. Ochoa) después de los incidentes del 5 y 6 de julio eran las
siguientes:
Fuerzas dispuestas a lo largo del río Zarumilla: 3 oficiales superiores, 33
oficiales, y 743 hombres, organizados de la siguiente manera:
Batallón "Cayambe" : 2 oficiales superiores, 22 oficiales, 490 soldados.
Batallón "Montecristi" : 1 oficial superior, 11 oficiales, 253 soldados.
Fuerzas dispuestas en las cercanías: 4 oficiales superiores, 3 oficiales ,
28 soldados, 93 voluntarios y 500 carabineros (una fuerza paramilitar del
gobierno), organizados de la siguiente manera:
En Arenillas: 2 Oficiales superiores, 3 oficiales, 14 soldados.
En Santa Rosa: 2 Oficiales superiores, 1 oficial, 18 soldados además de
los 93 voluntarios y los 500 carabineros.
Las fuerzas ecuatorianas no sumaban más de 1400 hombres. Su armamento
eran fusiles Máuser de la Primera Guerra Mundial. Carecían de ametralladoras.
PERÚ
Como un resultado de las crecientes tensiones en la frontera durante los
años 1939 y 1940, el Presidente del Perú Manuel Prado Ugarteche autorizó en
diciembre de 1940 la creación del Agrupamiento del Norte. En julio de 1941,
esta unidad estaba lista para iniciar operaciones militares.
AGRUPAMIENTO DEL NORTE
1. Comando General del Agrupamiento (Comandante General: General Eloy
G. Ureta; Jefe de Asesores: Teniente Coronel Miguel Monteza)
5º y 7º Regimiento de Caballería
6º Grupo de Artillería (8 cañones de 105 mm )
Destacamento de Tanques del Ejército (12 tanques LTP)
4
2. 1º División de Infantería Ligera (Coronel Luis Vinatea)
1º, 5º, 19º Batallón de infantería
1º Grupo de Artillería (8 cañones)
1º Compañía de ingenieros
1º Sección antiaérea
3. 8º División de Infantería Ligera (Coronel César Salazar)
20º Batallón de Infantería
8º Grupo de Artillería (8 cañones)
8º Compañía de Ingenieros
4. Destacamento Militar "Chinchipe" (Teniente Coronel Victor Rodríguez)
33º Batallón de Infantería (2 compañías de infantería ligera)
5. División de Selva del Ejército (Nororiente) (General Antonio Silva)
La fuerza total del Agrupamiento del Norte al inicio de las operaciones se
calculaban en 20.000 a 25.000 hombres.
4
ANEXO 2
DISPUTAS ENTRE PERÚ Y ECUADOR
Una vez constituido el Estado Ecuatoriano, se suscribieron diversos acuerdos y
tratados con la finalidad de trazar la frontera entre ambos países, sobre todo en la
parte amazónica. Ecuador señala la existencia del Protocolo Pedemonte-
Mosquera que, firmado en 1830 fue una continuación del Tratado Larrea-Gual.
Perú cuestiona la validez de ese tratado llegando a afirmar que nunca se firmó ya
que jamás se encontró el documento original.
Durante 1857 el Ecuador intento saldar su deuda de Independencia con sus
acreedores ingleses otorgándoles territorios peruanos en la Amazonía. En 1858,
ambos países libraron una guerra frente a las costas ecuatorianas. Una escuadra
de la Marina de Guerra del Perú, al mando del propio Mariscal Ramón
Castilla bloqueó e invadió el puerto de Guayaquil e intervino en la guerra civil que
se había desatado en Ecuador. El Mariscal Castilla decidió brindar apoyó militar y
económico al general ecuatoriano Guillermo Franco, quien había establecido un
Gobierno de Facto en Guayaquil.
De esta manera Castilla pretendió solucionar el problema territorial de una vez por
todas a favor del Perú.
Luego que el General Franco se convierte en Presidente del Ecuador, el Mariscal
Castilla lo invita a firmar en representación del Ecuador y del Perú, el Tratado de
Mapasingue, en la localidad del mismo nombre ubicada en la provincia del
Guayas, al sur del puerto de Guayaquil.
Bajo los términos de este tratado Ecuador se abstenía de seguir ofreciendo a
europeos territorios amazónicos peruanos.
Luego de firmado el tratado las fuerzas armadas peruanas abandonaron Ecuador
y regresaron al Perú.
Sin embargo a menos de dos años de la firma de este tratado, el General Franco
fue derrotado por el general Juan José Flores, al servicio del presidente Gabriel
García Moreno, y el Ecuador procedió a alegar la nulidad de este tratado, aunque
se abstuvo de seguir ofreciendo territorios amazónicos a extranjeros.
Ecuador ingresó después a una guerra civil que impidió las relaciones
diplomáticas con el resto de Latinoamérica, incluyendo al Presidente del
4
Perú Ramón Castilla, ya que no existiá un gobierno reconocido en Ecuador con el
cual tratar hasta 1860, cuando se posesiona Gabriel García Moreno.
A pesar de la reciente invasión peruana de 1858, García Moreno apoyó a Perú en
1866 durante la guerra contra España, durante la cual una escuadra española se
enfrentó a las flotas de Perú y Chile y atacó diversos puntos de la costa de estos
países. Aunque no participaran activamente en el conflicto, tanto Ecuador como
Bolivia entraron a formar parte de la alianza contra España.
Igualmente, entre 1879 y 1883 el Perú participó en la Guerra del Pacífico contra
Chile y no pudo atender otros asuntos diplomáticos. Se conoce que el presidente
del Ecuador en esa época, general Ignacio de Veintimilla, y su canciller, Cornelio
Vernaza, recibieron pedidos de Chile de sumarse a la guerra contra Perú, pero los
rechazaron. El pedido consistió en el envío de 3.000 soldados a la frontera con
Perú para apoyar la ofensiva chilena, que culminó con la caída de Lima. A
cambio, Chile apoyaría la postura ecuatoriana frente al problema territorial y
obligaría al Perú derrotado a respetar el Protocolo Mosquera – Pedemonte.
Ecuador, sin embargo, se declaró neutral.
En 1887, un tratado suscrito por ambas naciones estableció que el Rey de
España actuaría como árbitro. Se pensó que ese Tratado, denominado Herrera-
García, resolvería permanentemente el conflicto. Sin embargo, el Congreso de la
República del Perú señaló que ratificaría el tratado sólo luego de que se
introdujeran algunas modificaciones por cuanto lo consideraba poco favorable
para su país. Ante ello, Ecuador se retiró del proceso en protesta de las
modificaciones peruanas y el Rey se abstuvo de proponer una decisión.
En el siglo XX se ocasionaron nuevos incidentes limítrofes. El más importante de
esos fue el que se dio en el año de 1910, cuando el presidente ecuatoriano Eloy
Alfaro rechazó la pretensión peruana, que, al parecer, iba a ser concedida por el
arbitraje del Rey de España. Alfaro movilizó al país al grito de Tumbes-Marañón o
la Guerra, pero no llegó a darse el conflicto.
En 1922 hubo otra disputa referida a la firma del Tratado Salomón-Lozano entre
Perú y Colombia que resultó favorable a esta última nación. Este tratado causó
malestar tanto en Perú (donde se señala que el presidente Augusto B. Leguía lo
suscribió bajo presión de los Estados Unidos) como en Ecuador que se veía, de
4
esa forma, limitando con Perú por el este. Sin embargo, el reconocimiento
colombiano respecto a las aspiraciones territoriales del Perú señalándolas como
legítimas ayudaron a éste país.
En 1936, tras largos años de incidentes y negociaciones, se fijó una "línea
de statu quo", en calidad de frontera provisional mutuamente reconocida tomando
como base los territorios que de facto poseía cada país. Dentro de dicha línea
provisional, en la zona correspondiente al actual departamento peruano de
Amazonas, se fijaba, como frontera natural, la Cordillera del Cóndor.
4
ANEXO 3
OPERACIONES NAVALES
Como parte de las acciones
navales efectuadas durante el
conflicto, la Escuadra Peruana
participó con sus unidades
enviándolas progresivamente
hacia el norte peruano,
teniendo como misión inicial
efectuar la vigilancia en la
zona fronteriza de los Esteros en el Departamento de Tumbes mediante el empleo
de las unidades de la Flotilla de Patrulleras, las mismas que también efectuaron la
defensa de los puestos fronterizos peruanos y la expulsión de tropas infiltradas
ecuatorianas. El empleo de las unidades de la Escuadra tuvo como objetivo
asegurar el libre navegación en la zona norte del Perú. En el caso de ruptura de
hostilidades, estuvo previsto que las unidades de la Escuadra actuasen
ofensivamente, para interceptar las comunicaciones marítimas de la provincia de
El Oro con Guayaquil, mediante el bloqueo del litoral ecuatoriano. En virtud a
dicha misión, a la Escuadra se le asignó como área de operaciones, el área
marítima Paita-Golfo de Guayaquil bajo las órdenes del Comandante General de
la Escuadra, cargo desempeñado en ese entonces por el Capitán de Navío
Grimaldo Bravo Arenas; a la Flotilla de Patrulleras de Esteros, el área de los
Esteros ubicada sobre la frontera de ambos países, comprendida entre la Boca de
Capones y Noblecilla, a la que los ecuatorianos llaman isla Alto Matapalo; y, a la
Fuerza Fluvial del Amazonas, se le encargó el área fluvial fronteriza con el
Ecuador.
En el caso de la Armada del Ecuador, carecía de unidades de combate de gran
calado, estando conformada la Escuadrilla ecuatoriana por el buque escuela
"Presidente Alfaro", el cañonero "BAE Calderón" y el aviso "Atahualpa", un
pequeño barco de aprovisionamiento. Todas estas naves fueron adquiridas a
fines del siglo XIX y principios del XX, por lo que al momento del conflicto ya era
obsoletas. Además, no eran barcos de guerra sino mercantes armados. La de
mayor tonelaje era el "Presidente Alfaro", un yate de 869 toneladas, fabricado en
La Marina de Guerra del Perú desembarcando en un puerto ecuatoriano
4
Inglaterra en 1917, que carecía de blindaje. El "Calderón" había sido fabricado en
1884 en Inglaterra y sirvió como remolcador en Chile, y entró en servicio en 1886
en la Armada del Ecuador, con el nombre inadecuado de "Crucero Cotopaxi".
Desplazaba apenas 300 toneladas, con velocidad máxima de 8 nudos y dotación
de 54 hombres. El comandante del "Calderón" era el teniente de fragata Rafael
Morán Valverde. Los primeros barcos de guerra de la Armada del Ecuador se
compraron recién en 1950. Ecuador carecía de submarinos, pues los primeros se
adquirieron en 1974.
Al iniciarse en conflicto (5 de julio), sólo cuatro unidades de la Escuadra peruana
se hallaban en condición de hacerse presentes de inmediato en el Teatro de
Operaciones Norte. Estos buques eran el crucero "Coronel Bolognesi" y el
destructor "Almirante Villar", que se hallaban en el Callao y los submarinos "R-1"y
"R-2", que se hallaban en Talara desde el 9 de mayo efectuando ejercicios y
patrullajes en el litoral norte. El crucero "Almirante Grau" y el destructor "Almirante
Guise", se hallaban completando su recorrido y carena anual en la Base Naval del
Callao. Por su parte, en el puerto chileno de Valparaíso se hallaba el transporte
"Rímac", efectuando un viaje comercial, y el petrolero "Pariñas" se encontraba
realizando cabotaje en la costa peruana.
Ni bien se conocieron las noticias acerca de los incidentes en la frontera con el
Ecuador, el Jefe de Estado Mayor General de la Marina ordenó al Comandante
General de la Escuadra el 6 de julio por la noche el envío inmediato de las
unidades operativas, en virtud de lo cual se dispuso el alistamiento del destructor
"Almirante Villar" y del crucero "Coronel Bolognesi", con la misión de zarpar hacia
Zorritos, para apoyar en las operaciones militares del Agrupamiento Norte.
Consecuentemente a la orden recibida, el día 7 de julio, el "Almirante Villar" zarpó
hacia puerto Villar en Zorritos con órdenes de reabastecerse allí y esperar
órdenes, segundo luego por el "Coronel Bolognesi", que hizo lo propio pero
dirigiéndose primero al puerto de Salaverry, en donde embarcó al Batallón N°3 de
Infantería del ejército con el equipamiento respectivo, arribando a Talara dos días
después.
A la llegada del "Coronel Bolognesi" a Talara, a bordo se efectuó una reunión
entre el Capitán de Navío Bravo Arenas, Comandante General de la Escuadra y el
General de Brigada Eloy Ureta, Comandante General del Agrupamiento Norte
4
(AGRUNOR), con la finalidad de coordinar el apoyo requerido de las unidades de
la Escuadra. Luego, entre los días 10 y 13 de julio, el "Coronel Bolognesi" y el
"Almirante Villar" efectuaron el convoyado desde el Callao hacia el norte de los
transportes "Mantaro" e "Ireland" de la Compañía Peruana de Vapores, así como
al petrolero "Pariñas" (que se había incorporado a la Escuadra), buques todos que
transportaban tropas y pertrechos para el Ejército en el Norte.
Hacia el día 21, anticipando una posible acción ecuatoriana en la línea de
frontera, el Agrupamiento Norte tuvo listo planes para efectuar una
contraofensiva, la que finalmente se dio entre los días 22 y 23 de julio, en lo que
se ha conocido como la Batalla de Zarumilla. Siendo esta situación de
conocimiento del alto mando naval peruano, el 21 de julio, el jefe del Estado
Mayor General de la Marina, emitió el Plan de Campaña N°1, a ejecutarse en
caso de un recrudecimiento de las acciones, contemplándose la ejecución de las
operaciones en cinco fases a ser desarrolladas en coordinación con el ejército y la
aviación. La quinta fase, que correspondía a una escalada mayor en el conflicto,
consideraba el asedio a Guayaquil, luego de haberse desembarcado y capturado
las islas Puná, Santa Clara y haber bombardeado y desembarcado en Santa
Helena.
Luego, el día 22 de julio hallándose en Zorritos, el Comandante General de la
Escuadra recibió la Orden de Operaciones del Agrupamiento Norte N°3, en la cual
se ordenaba entre otras misiones, que las unidades de la Escuadra se
mantuviesen en aguas territoriales, listas a cortar las comunicaciones de Puerto
Bolívar con Guayaquil, interceptando el Canal de Jambelí, especificando que el
ingreso a aguas ecuatorianas se haría con orden desde AGRUNOR, en apoyo a
avance terrestre, para cortar retaguardia y reabastecimiento ecuatoriano. Al día
siguiente, el "Coronel Bolognesi" y el "Almirante Villar" efectuaron navegaciones
de exploración y patrullaje hasta Boca Capones (que era el límite de las aguas
territoriales peruanas), con el objetivo dar protección a las tropas del ejército en
sus operaciones de avance hacia el norte por el lado de mar.
Según la Armada del Ecuador, el 23 de julio, personal del aviso "Atahualpa", al
mando del alferez de fragata Víctor Naranjo Fiallo repelió el ataque de los varios
aviones peruanos, logrando el derribo de uno de ellos. Según el parte del alferez
4
Naranjo, el grumete Eleuterio Chalá logró el derribo en la zona del canal de
Jambelí.
El día 25 de julio, el destructor "Almirante Villar”, zarpó de Zorritos con la misión
de ingresar en aguas ecuatorianas y efectuar patrullaje y reconocimiento en la
zona. Fue entonces, que hallándose en inmediaciones del canal de Jambelí,
divisó al cañonero ecuatoriano "Abdón Calderón". El buque ecuatoriano, que se
hallaba en tránsito hacia Guayaquíl, ni bien reconoció al buque peruano, viró 180º
respecto a su rumbo, emprendiendo huida hacia Puerto Bolívar efectuando
disparos. El "Almirante Villar" hizo lo propio maniobrando en círculos evitando
aproximarse demasiado a la costa por el bajo fondo allí existente, y tras 21
minutos de intercambio de disparos infructuoso por ambos lados, concluyó el
incidente. Cabe señalar que este suceso, denominado indebidamente "combate"
en el Ecuador, no tuvo ningún tipo de consecuencias en el desarrollo de las
operaciones por parte de las unidades de la Escuadra Peruana y el destructor
"Almirante Villar", continuó sus operaciones ininterrumpidamente en el Teatro de
Operaciones Norte hasta el mes de octubre de ese año. En cambio, de acuerdo a
lo informado por su propio comandante, el "Abdón Calderón" sufrió graves daños
en su caldera, al forzar su huida y ocultarse tras la densa vegetación existente en
el Canal de Jambelí y estero de Santa Rosa. Cabe señalar, que nunca se ha
podido demostrar hasta la actualidad, ni documental ni materialmente con
pruebas, que el destructor peruano "Almirante Villar" haya recibido los impactos y
sufrido las averías que el Comandante ecuatoriano Morán, a cargo del "Abdón
Calderón" presumió haber logrado en su informe.4 Asimismo, se debe indicar, que
a partir del ingreso de las unidades de la Escuadra Peruana en aguas
ecuatorianas (25 de julio), ninguna nave ecuatoriana volvió a hacerse a la mar
hasta la culminación del conflicto.
En los días subsiguientes, las naves de la Escuadra continuaron con su misión: el
"Almirante Grau" y el transporte "Rímac" zarparon el 23 de julio hacia Paita y
Talara transportando a dos batallones de infantería, un regimiento de caballería,
12 tanques, ganado, munición y otros pertrechos. Los submarinos "R-3" y "R-4"
concluyeron su recorrido y carena, zarpando el 25 de julio e incorporándose a la
escuadra en Paita el día 27. Y el último buque en partir del Callao fue el destructor
4
"Almirante Guise", que luego de concluir recorrido, arribo a Zorritos el 26 de julio
por la tarde.
Una vez reunidas todas las unidades peruanas en el norte, se dispuso una
reorganización administrativa de la Escuadra mientras durasen las operaciones
por el conflicto. Mediante una orden de operaciones, el Comandante General de
la Escuadra dispuso la conformación de dos bases y un grupo de exploración con
base avanzada en Pto. Pizarro. En la base establecida en Paita, se hallaría un
grupo de exploración conformado por el submarino "R-4" y tres hidroaviones del
Cuerpo Aéreo a ser asignados para conformar el escuadrón de cooperación de la
Marina; en Zorritos a cargo de COMDRA, quedaban el "Almirante Grau", el
"Almirante Villar", el "R-3" y el "Rímac"; y en el Puerto Pizarro, a órdenes del
Comandante de la División de Submarinos, quedaron el "Coronel Bolognesi", el
"Almirante Guise" y los submarinos "R-1" y "R-2".
En preparación al avance de las tropas peruanas sobre la provincia ecuatoriana
de El Oro, las unidades de la Escuadra Peruana efectuaron varias misiones en
cercanías de la costa ecuatoriana. El 28 de julio, los submarinos "R-1" y "R-2"
efectuaron un reconocimiento en la boca del Canal de Jambelí a fin de detectar la
presencia de artillería. Al día siguiente, el "Coronel Bolognesi" y el "Almirante
Guise", durante el patrullaje frente al Canal de Jambelí, realizaron el bombardeo
sobre Punta Jambelí y Puerto Bolívar, en preparación al avance peruano sobre El
Oro. Como resultado de estas acciones, la población del puerto ecuatoriano
evacuó dicho lugar, lográndose adicionalmente la suspensión de todo el tráfico de
cabotaje hacia allí y la interrupción del transporte de tropas y abastecimientos a
las guarniciones ecuatorianas del área.
Finalmente, previa la orden de cese de hostilidades emitida por el AGRUNOR
para hacerla efectiva el 31 de julio a 18:00 horas, la Comandancia General de la
Escuadra recibió instrucciones de efectuar la captura de Puerto Bolívar, acción
que fue cumplida por personal naval procedente del crucero "Coronel Bolognesi" y
del remolcador "Guardián Ríos", buque al que se le encargó ejecutar la misión.
Ese mismo día, en Puerto Bolívar desembarcó una sección con 20 hombres a
cargo del Teniente Segundo Jesús Polar Valdivia de la dotación del "Coronel
Bolognesi", quienes se hallaron con la novedad que Puerto Bolívar había sido
evacuado a consecuencia de los bombardeos de la Escuadra y del Cuerpo Aéreo,
4
hallando asimismo a tres paracaidistas peruanos que habían llegado previamente
allí luego de ser lanzados desde una aeronave del CAP. Los marinos peruanos
permanecerían en Puerto Bolívar hasta el 18 de agosto inclusive. Durante la
ocupación de Puerto Bolívar, la Armada nombró a un oficial naval peruano para
desempeñar las funciones de Capitán de Puerto.
Debido al total repliegue de las naves ecuatorianas hacia Guayaquil, y dado que
en el frente marítimo ya no existía ninguna amenaza, la Escuadra se fue
replegando progresivamente al Callao, el "Coronel Bolognesi" llegó al primer
puerto el 24 de agosto; el "Almirante Villar" el 1° de octubre, seguido por los
submarinos "R-3" y "R-4" el 25 del mismo mes; mientras que en diciembre
retornaron el "Almirante Guise" y los submarinos "R-1" y "R-2" los días 15, 18 y
23, respectivamente. El único buque que permaneció en Talara hasta el año
siguiente fue el "Almirante Grau", desde donde tomaría parte nuevamente con los
demás buques de la Escuadra en patrullajes de guerra en el Norte por la Segunda
Guerra Mundial
El 11 de enero de 1941, alegando que los ecuatorianos habían realizado
incursiones e incluso ocuparon territorio peruano en la provincia de Zarumilla,
el Presidente del Perú, Manuel Prado Ugarteche, ordenó la formación
del Agrupamiento Norte, una unidad militar en cargo del Teatro de operaciones
del Norte.
Una ciudad de Ecuador
siendo bombardeada
por la Fuerza Aérea del
Perú en 1941,
5
ANEXO 4
CONSECUECIAS
La declaración exacta de los puntos que forman la frontera definitiva entre ambos
países fue indicada por el Protocolo de Río de Janeiro. Sin embargo, el proceso
de demarcación no se concluyó cuando Ecuador se retiró del mismo
en 1948 argumentando inconsistencias en el protocolo respecto a los límites que
señalaba y la realidad geográfica existente. Ante ello declararon unilateralmente la
"inejecutabilidad" del Protocolo de Río y postularon la necesidad de una nueva
negociación con relación al área afectada que considere no sólo la antigua línea
de "statu quo" sino también los derechos ecuatorianos como "país amazónico" a
través de una salida soberana al Marañón-Amazonas.
Ante ello, quedaron sin
demarcar 78 km de frontera
durante más de 50 años,
causando nuevos y
continuas crisis diplomáticas
y algunas escaramuzas
entre ambos países.
Finalmente, luego de
la Guerra del Cenepa, la
demarcación se completó.
En 1960, el Presidente del Ecuador José María Velasco Ibarra declaró, antes de
tomar posesión del cargo, que el Protocolo de Río de Janeiro era nulo. Según
este mandatario, el tratado había sido firmado durante la ocupación militar
peruana y era ilegal y contrario a los demás tratados Panamericanos por haber
sido suscrito bajo presión.
Sin embargo, esta declaración causó poco impacto internacional (el tratado se
siguió considerando válido por el Perú y los demás países de la comunidad
internacional, respetuosos del orden jurídico). Analistas peruanos especularon
que el presidente José María Velasco Ibarra utilizó la tesis de la nulidad para
lograr apoyo político en su país a través una retórica nacionalista y populista.
5
No obstante, la victoria peruana de 1941 puso en evidencia entre los políticos y
militares ecuatorianos la necesidad de contar con Fuerzas Armadas profesionales
y con armamento moderno, objetivo que se convirtió en una de las pocas políticas
del Estado ecuatoriano continuada por varios Gobiernos. El desastre de 1941
puso en evidencia el descuido del Estado del Ecuador por sus Fuerzas Armadas,
que durante los cuarenta años anteriores habían tenido un activo protagonismo
político en golpes de Estado y cuartelazos, pero que no pudieron enfrentarse a la
invasión peruana. No es exagerado afirmar que, para 1941, Ecuador era el país
más indefenso de Sudamérica. Con el descubrimiento del petróleo en Ecuador en
1970, fue posible adquirir material moderno y fortalecer la capacidad profesional
de los militares, que les permitirían sostener sus posiciones por algún tiempo
durante los conflictos de Paquisha (1981) y el Cenepa (1995).
En 1981, ambos países
volvieron a enfrentarse
brevemente en el Conflicto
del Falso Paquisha. Sólo
después de la Guerra del
Cenepa en 1995 la disputa
fue resuelta finalmente. El 26
de octubre de 1998,
representantes de ambos
países firmaron un acuerdo
de paz definitivo en la ciudad de Brasilia.
5
ANEXO 5
EL CENEPA BAJO FUEGO
24 de enero: El Perú moviliza sus tropas, mientras la FAE realiza los preparativos
para alistar su flota para el inminente combate.
25 de enero: Ecuador militariza la zona de la Cordillera del Cóndor después
conocida como Base Sur, la cual era aún territorio en litigio.
26 de enero: Una patrulla del BIS (Batallón de Infantería de Selva) Nº25 del
Ejército peruano realizaba labores de construcción de un helipuerto en la zona
de la quebrada Fashin y la cabeza del río Cenepa, cuando es atacada por el
Grupo de Fuerzas Especiales Nº26 del Ejército ecuatoriano.
Un helicóptero ecuatoriano Súper Puma realizando relevo de tropas durante el
conflicto.
27 de enero: Tanto Perú como Ecuador ordenan el despliegue general de sus
tropas en la línea fronteriza y la costa del Pacífico, listos para atacar en caso de
una eventual guerra total. Durante toda la guerra se movilizaron alrededor
140 000 hombres.
28 de enero: A las 7:45 horas fuerzas peruanas lanzan su primer ataque terrestre
contra posiciones ecuatorianas en la cabecera de las aguas del Cenepa. A las
11:05, los ataques se renuevan, pero esta vez con apoyo de helicópteros
artillados peruanos que daban cobertura a las tropas terrestres. En este
combate se reporta un helicóptero peruano alcanzado por un misil tierra-
aire Igla-1E (SA-16). A las 12:05, caza-bombarderos de la FAP hacen su
primera aparición en el valle del Cenepa y se retirarían tras ser informados de
la presencia de interceptores de la FAE
29 de enero: En un patrón que se repetiría constantemente los próximos días,
fuerzas peruanas lanzarían múltiples y simultáneos ataques en toda el área, en
un esfuerzo por debilitar las posiciones ecuatorianas en Tiwinza, Cueva de los
Tayos, Base Sur y Coangos, llegando a derribar un helicóptero Mi-8TV de la
FAP, también se reporta el derribo de un segundo helicóptero por parte de
la MANPADS de Ecuador, aunque este segundo derribo no ha podido ser
confirmado. Al final del día el Perú anuncia que se capturaron 3 base
ecuatorianas, algo que el gobierno del Ecuador negó.
5
31 de enero: Después de 24 horas de calma, tropas peruanas renuevan sus
ataques contra Tiwinza, Coangos y Cueva de los Tayos. Ecuador y Perú
rechazan bilateralmente una llamada internacional para un cese al fuego
inmediato.
1 de febrero: los ataques continúan, pero esta vez con el apoyo de artillería
pesada. Aviones peruanos biplaza de ataque ligero A-37B hacen su aparición
en el campo de guerra, bombardeando posiciones ecuatorianas. Incluso la
base de Cóndor Mirador en la cumbre de la cordillera del Cóndor cae bajo el
fuego de los aviones de la FAP.
2 de febrero: Se realizan no menos de 12 ataques aire-tierra por parte de la FAP,
que ofrecía apoyo a sus tropas que trataban de tomar Cueva de los Tayos y
Base Sur.
3 de febrero: Strike masters Mk 89 y bombarderos ligeros A-37B ecuatorianos,
bajo cobertura aérea de interceptores de la FAE, hacen su primera aparición en
el campo de batalla, bombardeando posiciones peruanas.
4 de febrero: Embraer EMB-312 Tucanos de la FAP realizan una salida nocturna
bombardeando la posición enemiga de Tiwinza.
6 de febrero: La FAP hace por primera vez uso de sus bombarderos a reacción
Camberra para atacar posiciones ecuatorianas. Un Camberra se reportó como
perdido a causa de las malas condiciones meteorológicas, otras versiones
afirman que fue víctima de fuego antiaéreo.
7 de febrero: Un helicóptero Mi-25 peruano es derribado tras una sucesión de,
por lo menos, dos impactos de misiles antiaéreos Igla. Bombarderos A-37B de
la FAE, escoltados por interceptores Kfir, atacan posiciones peruanas. Uno de
los A-37B llega a ser alcanzado por la artillería antiaérea, pero consigue
retornar a su base.
9 de febrero: La actividad aérea se intensifica en ambas bandos. La FAP lleva a
cabo no menos de 16 misiones usando caza-bombarderos Sukhoi Su-22. Esta
vez la bombardera Camberra realizaba un bombardeo nocturno.
10 de febrero: La actividad aérea se intensificó en la zona de batalla. Durante la
mañana bombarderos A-37B y Sukhoi Su-22M son enviados por la FAP para
atacar posiciones ecuatorianas. Según la versión ecuatoriana, a las 12:45 salen
4 interceptores ecuatorianos (2 Mirage F.1JAs y 2 IAI Kfir C.2s) tras haber
detectado 5 aeronaves, un IAI Kfir C.2 derriba un A-37B peruano, y dos Su-
5
22 peruanos son derribados por los Mirage F.1,26 mientras que otro A-
37B peruano logra escapar de un IAI Kfir C.2 tras una gran maniobra volando a
ras de los árboles. Según la versión peruana los Sukhoi-22 peruanos fueron
derribados por artillería antiaérea; un inicial comunicado oficial de las FFAA
Ecuador, publicado el sábado 11 de febrero de 1995 en el Diario El Universo de
Guayaquil (año 74, Nº 149, Página 1), daba una versión similar a la peruana.
Se ha identificado al piloto peruano del Su-22 como el comandante FAP Víctor
Maldonado, quien logró eyectarse y muriera después de ocho días de
supervivencia en la selva.
11 de febrero: A medida que el conflicto terrestre toma fuerza, la actividad aérea
en el área se incrementa, así, aviones de ataque A-37B ecuatorianos lanzan un
ataque sobre posiciones peruanas. Un A-37B de la FAE es alcanzado por un
misil de la MANPAD peruana, pero la tripulación consigue volar de regreso a su
base.
13 de febrero: Un grupo de tanques refuerza la brigada 7 Loja ecuatoriana,
mientras que el Perú lanza fuertes ataques con cobertura aérea contra de las
posiciones ecuatorianas de Coangos y Tiwinza. Según fuentes ecuatorianas,
un helicóptero Mi-8TV y un Mi-17 peruanos fueron derribados; las fuentes
peruanas niegan esos derribos. En la noche el presidente peruano Alberto
Fujimori aparece en TV declarando la toma de Tiwinza.
14-16 de febrero: Los combates continúan a lo largo de toda el área de conflicto.
El miércoles 15 de febrero un grupo de periodistas internacionales arriba a
Tiwinza tras una invitación del ejército ecuatoriano que, con posicionadores
GPS, demuestran las coordenadas exactas de Tiwinza (3°27'57.18" Sur,
78°15'8.72" Oeste) hechas públicas a principios de febrero de 1995, buscando
desmentir, así, las declaraciones del presidente peruano Alberto Fujimori,
hechas dos días atrás públicamente.
17 de febrero: En presencia de cuatro países garantes del Protocolo de Río
(Estados Unidos de América, Brasil, Chile, Argentina), el vice-ministro
ecuatoriano de asuntos exteriores, Marcelo Fernández de Córdoba y el vice-
ministro peruano de asuntos exteriores, Eduardo Ponce, firman en Brasil la
Declaración de Paz de Itamaraty, confirmando un alto el fuego inmediato y el
establecimiento de un grupo de paz MOMEP (Military Observer Mission,
Ecuador Perú), encargado de supervisar el cumplimiento del alto el fuego, a
5
través de la puesta a cargo por parte de la MOMEP de las bases de Tiwinza y
Base Sur, y el establecimiento de los límites de una zona desmilitarizada.
Ecuador y Perú se comprometen a emprender las conversaciones en torno a
las causas pendientes de ambos países.
21 de febrero: Los primeros observadores de la MOMEP arriban a la base
ecuatoriana de Patuca, pero enfrentamientos a lo largo de todo el día impiden
que los observadores alcancen el área de conflicto. Ecuador reclama que
helicópteros peruanos sobrevuelan constantemente sobre posiciones
ecuatorianas, violando así el alto el fuego; el Perú, por su parte, denuncia un
constante acoso por parte de la artillería ecuatoriana a las posiciones
peruanas.
22 de febrero:, conocido como el "Miércoles negro", pues el ejército ecuatoriano
tuvo una cantidad de bajas superior al total de bajas acumulado desde el inicio
de la guerra, 13 muertos y 20 heridos aquel día, cantidad corroborada por el
general ecuatoriano Paco Moncayo; siempre según el mismo general Moncayo,
esa tarde y noche, tropas ecuatorianas toman represalias contra el bando
peruano utilizando armas de apoyo de fuegos; al día siguiente se habría
detectado un movimiento de evacuación de bajas por el lado peruano.30 Se
llevaban cinco días desde la Declaración de cese al fuego de Itamaraty.
28 de febrero: En los días siguientes las escaramuzas continúan. Sólo la presión
de los garantes, básicamente EE.UU., logró que ambos bandos respetaran el
cese del fuego y se estableciera una zona desmilitarizada. De esta manera se
firma en Montevideo la declaración de “Reiteración del compromiso a proceder
a un inmediato y efectivo cese el fuego”. Si bien incidentes menores se dan a lo
largo de los siguientes meses, la Guerra del Cenepa ha terminado oficialmente.
5
ANEXO 6DIFICULTADES EN LA DEMARCACIÓN FRONTERIZA
Para llevar a cumplimiento la demarcación de la frontera según las instrucciones
del Protocolo de Río, ambos países formaron comisiones mixtas demarcadoras,
que comenzaron la labor de colocación de los hitos fronterizos a mediados de
1942.
Pronto, sin embargo, quedó demostrado que la labor de demarcación en sí misma
se prestaba para malentendidos y encerraba ya el germen de posteriores
conflictos. Las divergencias de pareceres entre las comisiones sobre la
interpretación de las instrucciones fijadas por el Protocolo tenían dos causas
fundamentales: en primer lugar, ambas naciones interpretaban de manera distinta
accidentes geográficos claros y definidos, un ejemplo de lo cual fue la definición
del cauce del RÍO ZARUMILLA. En segundo lugar, y esto referente a la
delimitación de la frontera en la región amazónica, la falta de conocimiento
detallado en 1942 acerca de la geografía de grandes áreas de dicha región había
obligado a los firmantes del Protocolo a utilizar fórmulas generales y poco
específicas, tales como "nacientes del río X" o divortium aquarum (divorcio o
separador de aguas), las que naturalmente podían prestarse para diversas
interpretaciones, de acuerdo a los intereses de cada país.
Ecuador y Perú veían con distintos ojos la aparición de dichos impasses. Para
Perú, las protestas y reclamos ecuatorianos no eran sino una maniobra de dicho
país para desconocer el Protocolo de Río y perennizar un conflicto que debía
haber quedado superado definitivamente. Para Ecuador, en cambio, las
interpretaciones peruanas eran vistas como el intento del vecino del sur por trazar
los límites interpretando el Protocolo de acuerdo a sus conveniencias,
aprovechando para ello de su posición de país más poderoso, y amagando con
hacer uso de la fuerza en caso de ser necesario. Así, el Protocolo de Río, lejos de
terminar con la vieja disputa entre ambas naciones, inauguraba un nuevo período
de tensiones ecuatoriano-peruanas, caracterizado fundamentalmente por la
desconfianza y el resentimiento, sentimientos que enraizaron más en Ecuador
que en Perú, país que intentaba cerrar un frente de potenciales conflictos para
concentrarse en el peligro que se consideraba como más inmediato para su
seguridad nacional, las diferencias y tensiones con la República de Chile .
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ANEXO 7
ACTA DE BRASILIA
Observadores de los países garantes del Protocolo de Río de Janeiro se
desplazan hasta la zona del conflicto. El 2 de marzo, tras cinco semanas en
enfrentamientos y escaramuzas, terminan los combates. Hay numerosos heridos
y muertos por ambos lados. Durante el proceso de negociación, ambas partes
ceden terreno, dejando a un lado sus posiciones extremas; el Ecuador reconoce
la “parcialidad” de la inejecutabilidad del protocolo de Río y por consiguiente
reconoce la autoridad del susodicho. El Perú, por su parte, reconoce por primera
vez la existencia de una disputa y la necesidad de una revisión de los impases del
protocolo de Río.
Los impases existentes se pueden resumir en cuatro puntos:
Inejecutabilidad parcial del Protocolo de Río de Janeiro por la inexistencia del
divisor de aguas entre los ríos Zamora y Santiago. Acceso libre y soberano
ecuatoriano al Marañón - Amazonas.
Problemas de demarcación:
a) Sector Cucumaza Bumbuisa y el Yaupi Santiago.
b) Sector Lagartococha-Güepí.
Problemas que generan los cortes de los ríos por las líneas geodésicas.
Problema en el río Napo, Sector Yasuní-Aguarico.
Canal del Zarumilla.
Tras una casi fallida ronda de negociaciones, la diplomacia condujo al acuerdo de
Brasilia, el 24 de octubre de 1998, firmado por el presidente peruano Alberto
Fujimori y su colega ecuatoriano Jamil Mahuad. Los países garantes (Argentina,
Brasil, Chile y Estados Unidos de América) resolvieron que las altas cumbres de
la cordillera del Cóndor y la región de Tiwinza, de 20 Km², pertenece al Perú, se
concede al Ecuador 1 km² de Tiwinza como propiedad privada bajo la legislación
privada del Perú, con la excepción de que esta propiedad nunca podrá ser
expropiada del Ecuador, se la usará para realizar actos conmemorativos y no
militares. A todo aquel que nazca en Tiwinza se le considerará peruano. El Perú
deberá garantizar el derecho perpetuo de libre navegación por el río Amazonas y
sus afluentes septentrionales, establecido en el Protocolo de Paz, Amistad y
Límites de Río de Janeiro del 29 de enero de 1942, habiendo recibido, además,
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un permiso por 50 años para establecer dos embarcaderos comerciales, cada uno
de 150 hectáreas, y libres de impuestos. Estos embarcaderos serán
administrados por las empresas que designe el Ecuador, pero tendrán que ser
registradas bajo la legislación peruana. Un parque binacional ecológico, aún por
implementar, sería la representación de la paz entre ambos países hermanos.
También se establecieron los nuevos hitos en el sector de Lagartococha – Güeppi
y en Cusumasa – Bumbuiza y Yaupi-Santiago en la cordillera de los andes, hitos
que fueron causa de controversia visto que el Perú cede 42 km² al Ecuador, algo
visto como una decisión que obedece a razones políticas más que técnicas por
parte de la comisión demarcadora. Quedando la base Teniente Ortiz en el
Ecuador y el Puesto Pachacútec en el Perú.
En mayo de 1999, de forma conjunta, finalmente se colocó el último hito, de 30 en
total, 23 de ellos en el tramo de 78 km de frontera no demarcada en la Cordillera
del Cóndor.
SUCESOS POSTERIORES
Tras el cese de hostilidades, la reanudación del conflicto era una posibilidad a
tener en cuenta. Esto aceleró las gestiones para adquirir nuevo armamento. Por el
lado ecuatoriano, en 1996 se adquirieron 4 aviones Kfir C.2 y también se
empezaron las negociaciones para la adquisición de 8 Kfir C.10, negociaciones
que fueron vetadas por el gobierno de los Estados Unidos para evitar una
escalada armamentista en la región. Mientras que por parte del Perú, el 6 y 13 de
mayo de 1996 se suscribe el contrato para la adquisición de aeronaves MiG-
29 y Sukhoi-25 respectivamente, compradas de segunda mano a Bielorrusia.
En 1998 Perú denunció que Ecuador habría estado infiltrando elementos militares
en la zona del Cenepa, entre fines de julio y mediados de agosto de 1998, lo que
obligó a la MOMEP, a restablecer una zona de control y vigilancia. Con lo cual se
volvió a una situación de tensión que amenazó con desatar una nueva guerra
entre ambos países. Como respuesta del Gobierno peruano, se emite el Decreto
de Urgencia Nº 032-98 el 14 de julio de 1998, en el que se autoriza al Ministerio
de Defensa la adquisición de tres aeronaves MIG-29SE a la Federación Rusa por
medio de la Cía. ROSVOOROUZHEINE, por la suma de 126’293.000 dólares
estadounidenses.
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El ex-ministro peruano de defensa ex-general César Saucedo Sánchez declaró en
2002, ante una comisión de investigación fiscalizadora del congreso peruano:
Este decreto de urgencia lo firmé responsablemente, ya que, como Ministro de
Defensa y militar conocía las serias limitaciones de nuestras Fuerzas Armadas,
luego del conflicto con el Ecuador en 1995, que no sólo revisó la gravedad de
haber costado la pérdida de valiosas vidas de nuestros soldados, sino que
adicionalmente fue destruido parte de nuestro material bélico como, por ejemplo,
9 aviones y helicópteros de la Fuerza Aérea y de nuestro Ejército, lo que nos puso
en situación de verdadero peligro y clara desventaja ante Ecuador, afectando
peligrosamente nuestra soberanía e integridad territorial.
Cabe aclarar que estas declaraciones fueron hechas en el marco de una
acusación hacia el ex-ministro Saucedo en la que buscó justificar su
responsabilidad y que, además, la cartera de defensa la tomó en julio de 1997, y
no en 1995, cuando sucedió el Conflicto del Cenepa.
Hechos similares sucedieron en el Ecuador, en el que el general y ex-ministro de
defensa José Gallardo fue enjuiciado por haber cometido actos de corrupción en
la compra de fusiles en mal estado para el Ejército Ecuatoriano durante el
Conflicto del Cenepa.
En el Ecuador, la propaganda montada produjo un sentimiento de reivindicación
de sus Fuerzas Armadas, la posición peruana considera que intentaron esconder
resultados similares en 1941 y1981.
Según el General ecuatoriano Paco Moncayo:
"En un país carente de conciencia nacional desde su misma fundación en 1830, y
rasgado por el intenso regionalismo y la rivalidad entre las ciudades de Quito -
ciudad capital-, y Guayaquil, -núcleo económico de la nación-, el anti peruanismo
pasó a convertirse en el único polo de atracción capaz de unir a todos los
ecuatorianos. Aunque en el Perú nunca llegó quizá a enraizar un sentimiento
generalizado de anti ecuatorianismo -a excepción hecha de Iquitos y las regiones
nororientales colindantes con el Ecuador, paradójicamente los mismos territorios
sobre los que el Ecuador insistía en reclamar como suyos".
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En el Perú, los resultados de las negociaciones que se definieron con el Acta de
Brasilia, hallaron encontrados sentimientos en la población, pero se obtuvo un
consenso a través del parlamento peruano, que finiquitó una salida, que se
entiende como definitiva, a un largo conflicto.
La comunidad regional saludó con beneplácito el fin de un problema regional.
Mientras, la diplomacia peruana de la época catalogó como un triunfo peruano el
resultado de las negociaciones, pues logró el cierre definitivo de su frontera con
el Ecuador mediante el Protocolo de Río de Janeiro.
CONTROVERSIAS
En la actualidad aún existe duda y controversia sobre el balance militar de la
guerra; ambos lados aseguran ser los vencedores del conflicto, cabe citar algunas
declaraciones:
El general Paco Moncayo, ex jefe de las fuerzas ecuatorianas durante la
Guerra del Cenepa: su disconformidad con el resultado de las negociaciones:
Que la paz que se obtuvo fue "con los tanques peruanos amenazándonos.
Una paz impuesta por la fuerza; una paz en la cual nosotros concedimos
todo y no recibimos nada". En la negociación "Perú ganó todo y Ecuador
perdió todo".
La reacción de la cúpula militar ecuatoriana al recibir la decisión de los países
garantes:
"QUITO.- Mientras en el salón Amarillo del Palacio de Gobierno los civiles
recibieron con aplausos y cantando el himno nacional la decisión de los
garantes, los militares mantuvieron otra actitud: tristeza, dolor, rabia, ira y
resignación, reflejaban sus rostros.
Cáceres Velásquez, ex-diputado del congreso de la República del Perú:
Encuentro en este tratado que hay una cesión permanente de 37 kilómetros
cuadrados a nuestros vecinos del Ecuador, luego de haber escuchado la
exposición del señor Torres y Torres Lara; de ahí recojo lo concerniente al
kilómetro que estamos cediendo en Tiwinza. ¿Podrían los rusos ceder un
kilómetro en Stalingrado, los franceses un kilómetro en Verdún? ¿Podrían
los chilenos habernos dejado el Morro de Arica, señores congresistas? Yo
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creo que no. Nosotros estamos haciendo justamente eso con Tiwinza,
contribuyendo a que se incentive la adicción del Ecuador por nuestra
Amazonía. De otro lado, estamos comprometiendo grandes recursos del
Perú en favor del desarrollo del Ecuador.
ANÁLISIS DE LA GUERRA INFORMATIVA ENTRE MEDIOS PERUANOS Y
ECUATORIANOS DURANTE LA GUERRA DEL CENEPA
María Fernanda Burneo (ecuatoriana) en "Prensa y Nacionalismo:
Representaciones en la Guerra del Cenepa en febrero de 1995 - Análisis de
Discurso":
"el caso de estudio aquí analizado se ubica específicamente en febrero de
1995, durante la invasión a la base de Tiwinza en la zona de conflicto del Alto
Cenepa. En este mes se registró un alza en los ataques peruanos a dicha
zona en lo que se llamó también una guerra mediática, pues los medios tanto
ecuatorianos como peruanos jugaron un rol sumamente importante en la
emisión de las noticias sobre la posesión de las bases".
La Revista Caretas Nº1349 (semanario político peruano) del año 1995:
"Mientras Ecuador utilizaba a fondo la "transparencia informativa", en el Perú
no hubo facilidades para la prensa extranjera durante toda la primera semana.
El resultado fue un desbalance que se hizo notorio en la cobertura de la Tv.
Tanto CNN como TV Española ubicaron a sus corresponsales del lado
ecuatoriano. La semana pasada el noticiario CNN en español puso a su
conductor Jorge Gestoso en el frente de batalla al lado de tropas ecuatorianas
en imágenes emotivas.
La condición de Perú como país agresor se hace más creíble, ante la opinión
pública internacional, debido a otros dos factores. El primero consiste en que
la inferioridad bélica de Ecuador le hace desaconsejable tomar la iniciativa
militar. El segundo es que, pese a las evidencias que están a la vista, en el
Perú se insista cerradamente y no sólo desde el gobierno en que no hay
problema territorial pendiente porque el Protocolo de Rio resolvió
definitivamente el asunto. Finalmente, ha contribuido a que se pierda la
primera batalla una imagen internacional de Alberto Fujimori, que no es de
simpatía".