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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE
Facultad de Ciencias Sociales
Instituto de Sociología
¿CÓMO LAS COMUNIDADES
CONFÍAN?:
Generación de confianza hacia compañías mineras en
el Norte Grande de Chile
POR
FRANCISCO JAVIER OLIVOS RAVÉ
Tesis presentada al Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad
Católica de Chile, para optar al grado de magíster en sociología
Profesor guía:
MATÍAS A. BARGSTED
Comisión Informante
CAROLINA FLORES
MARÍA SOLEDAD ORTÚZAR
MATÍAS BARGSTED
Marzo, 2013
Santiago, Chile
© 2013, Francisco Javier Olivos Ravé
Se autoriza la reproducción total o parcial, con fines académicos, por
cualquier medio o procedimiento, incluyendo la cita bibliográfica del
documento.
Esta obra está licenciada bajo la Licencia Creative Commons
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported. Para ver una copia
de esta licencia, visita http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0
i
TABLA DE CONTENIDO
INDICE DE TABLAS ............................................................................................................. ii
INDICE DE FIGURAS ........................................................................................................... iii
RESUMEN ............................................................................................................................. iv
ABSTRACT ............................................................................................................................. v
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 1
CAPÍTULO 1: MARCO TEÓRICO ........................................................................................ 4
1.1.- Teoría de stakeholders y justicia .................................................................................. 4
1.2.- Comunidad y construcción de juicios de confiabilidad ............................................... 8
1.3.- Desempeño económico y social como antecedentes de la confianza en un esquema de
dependencia........................................................................................................................ 12
1.4.- Juicios de confianza y la moderación del lente subjetivo .......................................... 16
CAPÍTULO 2: METODOLOGÍA ......................................................................................... 22
2.1.- “Mundo de las viñetas” .............................................................................................. 22
2.2.- “Mundo Real” ............................................................................................................ 26
2.3.- El caso de Pozo Almonte ........................................................................................... 29
2.4.- Modelos ..................................................................................................................... 33
CAPÍTULO 3: RESULTADOS ............................................................................................. 37
CAPÍTULO 4: DISCUSIÓN ................................................................................................. 51
4.1.- Desempeño Social y Económico como antecedentes de confianza ........................... 51
4.2.- Racionalidad y significación del diálogo ................................................................... 54
4.3.- Complejidades del efecto lente .................................................................................. 56
4.4.- ¿El proceso de confianza como "barrera" de la injusticia? ........................................ 58
4.5.- Limitaciones y proyecciones de estudio .................................................................... 60
CONCLUSIÓN Y PREGUNTAS PARA EL DEBATE ....................................................... 62
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................... 65
ANEXOS ............................................................................................................................... 70
ii
INDICE DE TABLAS
TABLA 2.1a.- Descripción de variables independientes contenidas en la
descripción de la unidad ficticia.
25
TABLA 2.1b.- Modelo de viñeta.
25
TABLA 2.2- Análisis descriptivo de variables sociodemográficas de la muestra.
27
TABLA 2.3- Estadísticos descriptivos para variable dependiente y variables
moderadoras continuas.
28
TABLA 2.4- Distribución PIB de la región de Tarapacá por actividad económica.
32
TABLA 3.1- Análisis de regresión multinivel para las dimensiones de las viñetas
sobre el juicio de confianza en empresas mineras.
38
TABLA 3.2- Análisis de modelos multinivel para efectos interacción entre
desempeño social y desempeño económico de la compañía.
41
TABLA 3.3- Análisis de modelos multinivel para efectos interacción entre
dimensiones de benevolencia e integridad del desempeño social.
44
TABLA 3.4- Modelos multinivel para efectos interacción entre desempeño y
“efecto lente”.
48
TABLA 1 del Anexo- Intercorrelación entre dimensiones de las viñetas 72
TABLA 2 del Anexo- Comparación entre estimación de modelo con efectos fijos
y modelo multinivel 72
TABLA 3 del Anexo- Comparación de modelos con variables categóricas versus
continuas. 73
iii
INDICE DE FIGURAS
Figura 2.1- Mapas esquemáticos del distrito urbano de Pozo Almonte.
30
Figura 2.2- Vista de la planta Cala-Cala de Cosayach desde la comunidad.
31
Figura 3.1- Coeficientes de regresión e intervalos de confianza para dimensiones
de las viñetas.
39
Figura 3.2- Efectos marginales promedios de ingresos por filantropía (IC 90%). 42
Figura 3.3- Efectos marginales promedios de diálogo por competencia (IC 95%).
43
Figura 3.4- Efectos marginales promedios de hipernormas por poder subjetivo
(IC 95%).
47
Figura 3.5- Efectos marginales promedios de ingresos por similaridad (IC 95%).
49
iv
RESUMEN
La confianza ha sido destacada por la teoría de stakeholders como un atributo de las
relaciones comunitarias que hacen más improbable la ocurrencia de actos, por parte de las
empresas, que vulneren el principio de justicia. De la misma forma, la confianza es un
constructo que permite a las empresas atraer capital humano y obtener licencias sociales para
operar con legitimidad. En este contexto, esta investigación busca comprender el proceso a
través del cual las comunidades dependientes y “de lugar” generan confianza hacia
compañías extractivas. Particularmente, el efecto del desempeño social y económico de las
compañías mineras en el proceso.
Como punto de partida se toman los modelos de generación de confianza desde otros
stakeholders, que, sin embargo, no se han ampliado hacia las comunidades. Así, se recogen
los tres grandes antecedentes de la confianza hacia las empresas: la capacidad, benevolencia
e integridad, los que son parte del desempeño económico y social de una compañía.
Para lograr estos objetivos se realiza un estudio de caso en base a encuestas factoriales
aplicadas a una muestra representativa de habitantes de la comunidad de Pozo Almonte en el
norte Chile, dado que sus características particulares la convierten en una comunidad
dependiente y “de lugar”.
Los resultados muestran que todos los elementos del desempeño social de las empresas
mineras predicen el juicio de confianza de la comunidad. Sin embargo, las personas le
entregan mayor peso a la integridad de las compañías (respeto a las tradiciones y normas
legales). Por otra parte, en ausencia de benevolencia e integridad las capacidades de la
empresa (utilidades y competencias) pierden poder predictivo sobre el juicio de confianza
que los habitantes de Pozo Almonte elaboran hacia las empresas. Asimismo, se evidencia
que existen ciertas características de las personas que moderan la evaluación del desempeño
como la propensión a la confianza, sentido de pertenencia y una actitud positiva hacia el
liberalismo económico.
Por lo tanto, la confianza es construida a partir de la evaluación social y económica de las
empresas. Sin embargo, estos antecedentes se combinan de una forma particular y las
características de los individuos explicarían variaciones en la elaboración de los juicios. En
este sentido, el respeto al contrato social es el primer paso en la construcción de confianza
hacia las empresas mineras a partir de su desempeño, siendo el principal antecedente que
hace improbable la injusticia en las relaciones comunitarias.
v
ABSTRACT
The trust has been highlight to stakeholders theory like a communitarian relationship
attribute that do more unlikely acts, by companies, that infringe the fairness principle. In the
same way, the trust is a construct that allows to the companies to attract human capital and
obtain social licenses to work with legitimacy. In this context, this investigation seeks to
understand the process through which the dependent and communities “of place” generate
trust towards extractive companies. Particularly, the effects of social and economic
performance of the mining companies in the trust process.
The starting point are the models of trust generation from the others stakeholders that,
however, it did not have been widespread toward the communities. Thus, it includes,
according to literature, the three great antecedents of trust: capacity, benevolence and
integrity, which are part of the economic and social performance of a company.
To achieve this objectives was did a case study in base to factorial surveys applied to
representative sample of Pozo Almonte community population in the North of Chile, because
its features it converted in a dependent and “of place” community.
The results suggest that all the elements of economic and social performance explain the
trust judgment of community. However, the people grant more weight to the integrity of
companies (respect of traditions and national laws). Moreover, in the absence of benevolence
and integrity the capacities of mining companies (utilities and competences) lost predictive
power above trust judgments that Pozo Almonte’s habitants generate. Likewise, exist some
features of the persons that moderate the performance evaluation like the propensity trust,
sense of belonging and the positive attitude toward the economic liberalism.
Therefore, the trust is built as from the social and economic evaluation of companies.
However, these antecedents are mixed in a particular form and the habitants’ features explain
variations in the elaboration of judgments. In this sense, the respect to the social contract is
the first step in the construction of trust toward mining companies from its performance and
is the main antecedent that do unlikely the unfairness in the communitarian relationship.
1
INTRODUCCIÓN
Las economías de los países latinoamericanos han estado históricamente vinculadas a la
industria extractiva generando tanto desarrollo como conflictos. Para el caso chileno la
economía cíclicamente ha descansado sobre algún mineral como lo fue en algún momento el
oro, la plata, el salitre, hoy el cobre y en el futuro tal vez el litio. La relevancia de la minería
es tal que no es un tópico que se reduce a lo meramente económico, sino que permea la
salud, el trabajo, la educación, la cultura, el medioambiente, etc. Y obliga a que las ciencias
sociales se hagan cargo desde su punto de vista de la relación minería y sociedad.
En este sentido, la relevancia de las relaciones comunitarias para la industria extractiva, y en
especial para la minería, se hace cada vez más notoria en un escenario en donde la mirada
sobre las compañías se ha descentrado y ha obligado a tener en consideración los intereses de
los múltiples grupos, personas o instituciones afectados y que afectan a las empresas,
llamados también stakeholders.
Esta relevancia de las comunidades para las empresas se visibiliza tanto en la movilización
ciudadana que cuestiona las “licencias sociales” que permiten operar con legitimidad, como
en la atracción de capital humano, en el logro de los objetivos económicos de la compañía,
su sustentabilidad en el tiempo y la estabilidad de sus operaciones, entre otros aspectos.
Desde el otro lado de la distinción, para las comunidades las relaciones con las empresas
permiten, entre otras cosas, potenciar el desarrollo local, mayores y mejores puestos de
trabajos y la construcción colectiva de la sustentabilidad.
En esta investigación, nos focalizamos en un elemento central de las relaciones entre las
empresas y las comunidades: la confianza. Para esto se utiliza como herramienta analítica la
teoría de stakeholders. Este constructo ha sido destacado por teóricos de la teoría de
stakeholders como un atributo de las relaciones comunitarias que hace más improbable los
actos que vulnerarían, por parte de las empresas, el principio de justicia y la situación de
dependencia de algunas comunidades (Greenwood y van Buren III, 2010).
Sin embargo, no existe evidencia que muestre cuáles son los mecanismos que permiten la
construcción de confianza de las comunidades que dependen de las compañías extractivas, ni
cómo las propias características de los individuos moderan la elaboración de juicios de
confianza a partir de la evaluación del desempeño de las compañías. De la misma forma, la
importancia que la minería tiene en Chile y Latinoamérica sugiere la necesidad de
2
profundizar en la comprensión de este fenómeno y en la generación de herramientas que
permitan optimizar el trade off entre empresa y comunidad en contextos de subdesarrollo. En
este marco, esta investigación busca comprender el proceso mediante el cual las
comunidades dependientes y “de lugar” generan confianza hacia las empresas extractivas.
Como punto de partida se toman los modelos de generación de confianza desarrollados en
otros stakeholders como proveedores, trabajadores o clientes (eg. Mayer et al 1995; Gefen et
al, 2003), pero que no han sido ampliados hacia las comunidades. Así, se recogen los tres
grandes antecedentes de la confianza hacia las empresas presentes en la literatura: la
capacidad, benevolencia e integridad. Estos antecedentes son operacionalizados aquí en siete
aspectos fundamentales del desempeño económico y social de una compañía: generación de
utilidades, las competencias, la contratación, el diálogo, la filantropía, el respeto a las
micronormas y a las hipernomas. Esto no tan solo permite comprender cómo cada uno de
estos elementos inciden en una mayor o menor confianza, sino que también cómo
interactúan la dimensión social y económica del desempeño de las compañías mineras y la
moderación de ciertas características de los individuos.
Para lograr estos objetivos se realiza un estudio de caso en base a encuestas factoriales en la
comunidad de Pozo Almonte , capital de la Provincia del Tamarugal en la Primera Región de
Chile, dado que sus características particulares la convierten en una comunidad dependiente
y “de lugar” producto de su relación asimétrica y cercanía a operaciones mineras. En este
caso, Pozo Almonte se encuentra en una zona en donde operan una cantidad significativa de
compañías de distinta índole (Cerro Colorado, Cala-Cala, Collahuasi, entre otras), además,
su historia y desarrollo han estado ligados a la industria minera.
Empleamos encuestas factoriales que permiten alcanzar un elevado nivel tanto de validez
externa de un survey convencional, como de validez interna propia de un estudio
experimental. Esto último aporta en un aspecto distintivo a la mirada que hasta ahora se la ha
dado a la investigación en la generación de confianza hacia las empresas y que no se debe
agotar en la descripción y asociación entre variables. Además, las encuestas factoriales
presentan por naturaleza una estructura anidada en donde 1400 casos corresponden a viñetas
o descripciones hipotéticas de compañías mineras agrupadas con 140 clusters que
corresponden a una muestra representativa de habitantes del distrito censal de Pozo Almonte.
La evidencia sugiere que tanto el desempeño social y económico predicen el juicio de
confianza. Sin embargo, los miembros de la comunidad otorgan un mayor peso a las
3
características del desempeño social, y el desempeño económico pierde sentido en un
escenario en donde el desempeño social de las compañías mineras es débil. Asimismo, una
confianza que se construye a partir de una reputación en base a los antecedentes de respeto al
contrato social y benevolencia se transforma en un constructo efectivo que hace improbable
la injusticia hacia las comunidades dependiente y que, por lo tanto, debería ser fomentada a
través de un mayor respeto por las tradiciones de la comunidad y las normas legales
establecidas por el Estado. Esto adquiere máxima relevancia en el panorama actual de
movilización de comunidades en los más diversos rubros (energético, ganadero, minero, etc.)
y que exigen dar respuesta a preguntas como las que aquí son planteadas.
A continuación se presenta la literatura sobre construcción de confianza hacia las empresas
y el desempeño de las empresas como antecedentes de este constructo en un esquema de
dependencia. Luego, se presenta la metodología de estudio en donde se describe brevemente
el método de las encuestas factoriales, el caso de estudio y los modelos aplicados para el
análisis. Asimismo, en el cuarto capítulo da cuenta del análisis de los resultados multinivel
antecediendo, en el capítulo final, a la discusión y conclusión a la luz de lo planteado por la
teoría de stakeholders acerca de construcción de confianza y su rol en las relaciones
comunitarias.
4
CAPÍTULO 1: MARCO TEÓRICO
La industria minera es el sector de la economía más avanzado en responsabilidad social
empresarial en el país, sin embargo no existe un marco institucional suficiente en el país que
garantice compensaciones de daños a largo plazo y que resguarde la vulnerabilidad de las
comunidades cercanas a operaciones mineras. Si bien se ha avanzado en aspectos tales como,
por ejemplo, en la incorporación de un enfoque de derechos humanos en las empresas, se
recomienda en el Informe de Derechos Humanos que “el Estado considere adoptar un marco
legal para la incorporación de la responsabilidad de las empresas nacionales e
internacionales de respetar los derechos humanos consagrados en la Carta Internacional de
Derechos Humanos” (Universidad Diego Portales (UDP), 2010:447). Así, se hace
imprescindible que las ciencias sociales pongan a disposición su conocimiento para generar
más y mejores herramientas para la compatibilización de generación de valor en el mercado
y generación de valor para la sociedad civil.
En este sentido, los avances en comprender desde las ciencias sociales la relación entre
empresa y sociedad o, específicamente, entre compañías mineras y comunidades, entrega
elementos para avanzar hacia el desarrollo de empresas cada vez más socialmente
responsables y que generen valor compartido tanto en Chile como en Latinoamérica.
1.1.- Teoría de stakeholders y justicia
Nuestro punto de partida es la teoría de stakeholders, teoría proveniente de los negocios
éticos y del management y que implica la consideración del entorno de la empresa en sus
decisiones desde un punto de vista estratégico, normativo y/o político. Esta teoría ha tomado
centralidad en la literatura sobre negocios y sociedad, y es parte del vocabulario usual del
mundo empresarial.
En la definición clásica un stakeholder es “cualquier grupo o individuo que puede afectar o
es afectado por el logro de los objetivos de la firma” (Freeman, 1984:25) y esto implica
consideraciones acerca de cómo las compañías se deben relacionar con estos grupos de
interés. En este sentido, el trabajo de Phillips (1997) acerca del principio de fairness acentúa
5
un debate en torno a las obligaciones morales involucradas en la relación organización-
stakeholders dado que la teoría de Freeman, según el autor, sería insuficiente en brindar un
fundamento normativo a la consideración de los intereses múltiples en el contexto
económico. El estudio y las propuestas en esta área entregan lecciones a las compañías en el
sector minero, particularmente en la forma en que se relacionan con las comunidades, en
tanto stakeholders que afectan y son afectados por las compañías.
A esta insuficiencia normativa de la teoría de stakeholders en un esquema organizacional
colectivo Phillips agrega el principio de fairness:
“Siempre que una persona o grupo de personas acepta voluntariamente los
beneficios de un esquema mutuamente benéfico de cooperación que requiere
sacrificio o contribución de parte de los participantes y existe la posibilidad de
free-riding, se crean obligaciones de fairness entre los participantes en el
esquema cooperativo en proporción a los beneficios aceptados” (1997: 57).1
Así, se genera una obligación y una expectativa de actuar de forma justa en la relación
cooperativa en donde las partes han invertido algún recurso. No obstante el aporte que
realiza Phillips, el argumento de Banerjee (2000) obliga a tomar una distancia crítica de lo
desarrollado hasta el momento en los aspectos normativos de la teoría de stakeholders
porque fallaría en reconocer diferentes realidades que son irreductibles a un único lente de la
teoría.
Del mismo modo, van Buren III (2001) señala que existen situaciones específicas que
implican la reformulación del principio de fairness dado que también sería insuficiente para
aportar las bases que permitan entregar soluciones a los actos de injusticia en la relación de
las organizaciones con determinados grupos de interés.
Cabe la necesidad, por lo tanto, de hacer referencia al sentido que se le entrega aquí a lo que
se entiende por “lo justo”. El principio de justicia en juego remite a la noción de justicia
como equidad de Ralws (2006). En su teoría de la justicia existen dos principios
fundamentales: primero, las personas deben tener igualdad de derechos para acceder al
1 En teoría económica un free-rider es aquel sujeto u organización que utilizan más recursos de los que
les corresponde en un sistema colectivo de cooperación o comparten menor cantidad de los costos de
producción de los que debería asumir.
6
esquema más amplio de libertades básicas iguales, y que a su vez debe ser compatible con el
derecho de los demás actores; y un segundo principio sobre la forma de resolver las
desigualdades económicas y sociales que a su vez se subdivide en otros dos principios
donde, por un lado, deben ser resueltas en beneficio de los miembros menos aventajados de
la sociedad y, por otro, los cargos y puestos deben estar abiertos para todos bajo condiciones
de igualdad de oportunidades.
La crítica de van Buren (2001) ante la irreductibilidad de la teoría nace de la respuesta que
entregan Mitchell et al (1997) a la pregunta de quiénes pueden ser considerados
stakeholders. Esto se genera a partir de una tipología que combina las características de
poder, legitimidad y urgencia, y permite a la empresa asignar prioridad a los distintos grupos
de interés. Personas, grupos o instituciones que no tengan ninguno de estos tres atributos no
son considerados como stakeholders o solo lo podrían ser en el futuro adquiriendo alguna de
estas tres características.
En esta tipología se entiende la noción de poder en base a la definición clásica de Dahl
(1957) que lo conceptualiza como una relación entre actores sociales en la cual uno de los
actores “A” puede hacer que otro actor “B” hago algo que no haría de otra forma. Por otra
parte, los autores comprenden la legitimidad a partir de la noción de Schuman que la
entiende como “la percepción o presunción generalizada de que las acciones de una entidad
son deseables, correctas o apropiadas dentro de un sistema socialmente estructurado de
normas, valores, creencias y definiciones” (citado en Mitchell et al, 1997:866). Y,
finalmente, la urgencia es definida por los autores como el grado de prontitud en el cual las
demandas de los stakeholders deben ser atendidas.
En este contexto, el elemento crítico para van Buren III (2001) es el poder, dado que existen
ciertos stakeholders que poseen la urgencia y legitimidad, pero no el poder para influir sobre
la empresa como sí ella lo puede hacer sobre ellos. De acuerdo a la tipología de Mitchell et al
(1997), estos grupos de interés son llamados stakeholders dependientes e incluyen grupos de
interés tales como residentes locales, animales, comunidades indígenas, entre otros, y deben
ser protegidos por otros grupos con mayor poder o por los valores organizacionales propios
de la compañía. Así, una situación de desequilibrio de poder, generaría una situación de
amenaza al principio de justicia a partir de la visión rawlsiana dado que podría producirse
una vulneración de los derechos básicos de aquel que no dispone de poder y un aumento de
las desigualdades económicas y sociales en detrimentos de los miembros menos aventajados
de la sociedad como lo pueden ser los stakeholders dependientes.
7
Esta situación implica nuevos desafíos éticos a la gobernanza corporativa, porque obliga,
siguiendo a van Buren III (2001), a replantear el principio de fairness. En particular la
deficiencia estaría en que la obligación de fairness se crea en un esquema colectivo de
cooperación en donde determinados stakeholders no tienen el poder para actuar como free-
riding y aumentan las probabilidades de ser perjudicados en el esquema colectivo de
cooperación.
Ahora la discusión pasa a ser cómo poder mitigar o imposibilitar el daño que las compañías
mineras le podrían causar a stakeholders con bajo poder, como lo podrían ser pequeñas
comunidades indígenas que no pueden oponerse a la construcción de una planta de
operaciones para la extracción de algún recurso natural.
En un artículo reciente Greenwood y van Buren III (2010) argumentan que esto plantea
desafíos al stakeholder en desequilibrio de poder en el manejo de su vulnerabilidad. Los
autores proponen que el acto de confiar es una solución al problema de la obligación de
fairness porque se fundamenta en una confiabilidad construida en base a la percepción del
comportamiento del depositario u objeto de la confianza, en este caso la compañía. Sin
embargo, no es la confianza en sí misma la que se transforma en solución a las
probabilidades de injusticia, sino que sus antecedentes. Esto porque la confiabilidad se
construye según Mayer et al (1995) en base a la benevolencia, integridad y capacidad. Por lo
tanto, la reputación que genera confiabilidad, construida en conductas previas de la
organización, debería indicar (aunque no garantizar) una mitigación del riesgo involucrado
en la confianza hacia la organización dado que se acompaña por el supuesto de una conducta
moralmente correcta (Greenwood y van Buren III, 2010). En un sentido similar señalan
algunos autores que la confianza reduciría la tendencia hacia el oportunismo (Singh y
Sirdeshmukh, 2000) y la posibilidad de que las empresas tomen ventaja de la otra parte
(Wicks et al, 1999; Zaher et al, 1998).
¿Cómo se construye esta confianza? ¿Cuáles serían los elementos centrales del desempeño
de una compañía para generar confianza hacia ella? Y en último término ¿qué aspectos
deben fomentarse para que se construya confianza de las comunidades hacia las empresas?
Como exponen Mayer, Schoorman y Davis (1995), la confianza es un constructo relacional
que variaría entre las personas y, por lo tanto, preguntarse sobre la construcción de juicios de
confianza en la relación entre un tipo específico de stakeholder dependiente y una empresa
entrega luces sobre la aplicabilidad de modelos generales de construcción de confianza en
organizaciones.
8
Por otra parte, evaluar si realmente la confianza se construye en la evaluación de aspectos
que permitirían reducir la probabilidad de actuar injustamente, permitirá reconocer si la
confianza constituye una herramienta para poder dar solución al desequilibrio de poder entre
las pequeñas comunidades y las compañías mineras.
1.2.- Comunidad y construcción de juicios de confiabilidad
Los estudios tanto conceptuales como empíricos de confianza en un esquema económico se
han distribuido principalmente entre aquellos referentes a las relaciones business-to-business
(e.g., Chua et al, 2008; Mayer y Davis, 1999) y los referentes a las relaciones business-to-
consumer (Sirdeshmukh et al, 2002; Gefen et al, 2003; Ganesan, 1994). Sin embargo, la
literatura sobre la confianza en la relación business-to-communities es escaza y más aún del
tipo empírico.
Siguiendo a Gefen et al (2003) entenderemos la confianza como la expectativa de que otro,
escogido para confiar, no actuará de forma oportunista tomando ventaja de la situación. En
este sentido, como señala Luhmann (1996), la confianza es la forma más efectiva de
reducción de complejidad del mundo futuro y debe comprenderse como un resultado de un
proceso que culminará en la toma de riesgo. Así, la confianza y la desconfianza deben partir
de la extrapolación de la experiencia cuya precondición es la familiaridad.
En este proceso se genera una distinción entre confianza (trust) y confiabilidad
(trustworthiness) importante para los objetivos de esta investigación. Para Blois (1999) la
confiabilidad corresponde a una cualidad desplegada por una de las partes y que engendraría
la posibilidad de atribuir confianza. Greenwood y van Bureen III (2010) argumentan que es
una virtud que se le entrega a un individuo o a un colectivo, en nuestro caso a una
organización. Por lo tanto, como se verá más adelante, el modelo de Mayer et al (1995) parte
de la evaluación de la confiabilidad compuesta de la capacidad, benevolencia e integridad y
que conduciría a la confianza.
9
De acuerdo a Caldwell y Hansen (2010) los beneficios de la confiabilidad son múltiples y
permitirían la creación de valor para la organización2. No obstante, al análisis se mantiene en
un límite intra-organizacional, soslayando los beneficios que podría generar la confiabilidad
extra-organizacional y en particular en la relación business-to-communities. Podríamos
señalar beneficios tales como la obtención de licencias para operar de las compañías, la
posibilidad de proponer metas para el bien común o una mayor y mejor atracción de capital
humano, entre otros.
Sin embargo, la relación del proceso de generación de confianza con stakeholders en
desequilibrio, como pequeñas comunidades dependientes, obliga a hacer algunas precisiones
en virtud del contexto particular en el que se desarrolla. En la teoría de stakeholders, la
pregunta de qué es y qué no es un stakeholders, también puede ser aplicada a qué es y qué no
es una comunidad. Por una parte, existen concepciones amplias en donde prácticamente
cualquier grupo humano podría ser una comunidad, como la de Arlikatti, y otros que la
definen como “un cuerpo unificado de individuos o personas viviendo en el mismo lugar
bajo las mismas leyes” (2007:384). Sin embargo, en esta concepción todo grupo humano
podría ser una comunidad. Por otra lado, la Intregative Social Contract Theory define
comunidad como “un grupo de personas autodefinido y autocircunscrito que interactúan en
el contexto de tareas compartidas, valores o metas y que son capaces de establecer normas de
conductas éticas para sí mismos” (Donaldson y Dunfee, 1994:273). Esta definición más
estrecha nos entrega una herramienta heurística que hace posible llevar a la práctica una
teoría sobre generación de confianza en comunidades dependientes.
De acuerdo a Donaldson y Dunfee (1994) las comunidades tienen la libertad de especificar el
contrato macro-social general de la sociedad en un contrato micro-social para la interacción
económica de y con la comunidad, en donde se definen normas particulares de acuerdo a sus
valores, costumbres y forma de vida, siempre y cuando no contradigan las “hipernormas” del
contrato del nivel macrosocial. En este contexto, al preguntarse sobre cómo las comunidades
dependientes construyen confianza hay que tener en consideración que generan un contrato
social específico haciendo necesario evaluar la aplicabilidad de un modelo general de
2Mayor compromiso de los trabajadores, más conductas extra-rol, relaciones interpersonales más
cercanas entre líderes y trabajadores, visión más favorables hacia las políticas de recursos humanos y
un contrato social más fuerte entre los trabajadores y la organización. De la misma forma, Fukuyama
(1996) reconoce que la confianza permitiría reducir los costos de transacción y flexibilizarían las
organizaciones, pero manteniéndose en un horizonte intra-organizacional.
10
elaboración de confianza como el de Mayer et al (1995) en una situación de dependencia de
acuerdo a la tipología de Mitchell et al (1997).
Sin embargo, para la definición del objeto de esta investigación es necesario agregar otra
conceptualización desarrollada por la teoría de stakeholder que nos permitirá definir los
límites de lo que consideraremos una comunidad. Esta hace referencia a las “comunidades de
lugar”3definidas por su proximidad geográfica a las operaciones de las empresas y una
relación face-to-face con los trabajadores, representantes o la misma marca corporativa
(Dunham et al, 2006), como lo podría ser un poblado de campesinos en las inmediaciones de
una hidroeléctrica o una ciudad cercana a una planta nuclear. Los mismos autores lo
relacionan con la tipología de Mitchell et al (1997) y explican que una “comunidad de lugar”
posee indudablemente legitimidad y que se producirían variaciones entre el grado de
urgencia y su poder dependiendo de una variedad de factores.
En cuanto a la naturaleza del concepto de confianza utilizado, existe acuerdo en la literatura
en considerar la confianza como un constructo multidimensional, principalmente por la
heterogeneidad de sus antecedentes (e.g., Clark et al, 2010; Sirdeshmukh et al, 2002; Jeffries
y Reed, 2000; Mayer et al, 1994). En este último sentido es amplia la evidencia empírica que
ha corroborado la idea de poder distinguir los antecedentes de la confianza en distintas
dimensiones: confianza basada en la institución4 (e.g., McKnight et al, 2006; Pavlou, 2002),
confianza basada en la afectividad (e.g., McAllister, 1995; Clark et al, 2010) o confianza
basada en la cognición (e.g. McAllister, 1995; Clark et al, 2010). Si bien es cierto, en el
“mundo real” es difícil reconocer un elemento puramente afectivo, puramente cognitivo o
puramente institucional, son herramientas analíticas y heurísticas útiles para comprender el
proceso de formación de juicios de confianza. Así, la distinción principal se realiza a partir
de las bases que desarrollan la confianza y que permitirían hablar de una confianza
multidimensional.
A partir del trabajo de McAllister (1995) la literatura desarrolló la distinción básica entre la
confianza con base afectiva y la confianza con base cognitiva, y su evidencia corrobora la
3 Dunham et al (2006) reconocen además de las comunidades de lugar otros tres tipos: comunidad de
interés, grupos virtuales y comunidades de práctica. La tipología se genera a partir de las
características de localización geográfica, interacción e identidad. 4 La distinción analítica entre confianza basada en la cognición y basada en la afectividad es clara y
es la más importante para esta investigación. Sin embargo, es necesario definir lo que la literatura ha
definido como confianza basada en la institución. Esta refiere, según Pavlou (2002) a la confianza que
se construye en base a los recursos estructurales o institucionales de una organización como el
monitoreo, la acreditación o la seguridad de la transacción. Esta dimensión no aplica al caso de la
industria extractiva, sino que más bien a industria del sector secundario y terciario.
11
posibilidad de distinguir ambos constructos en las relaciones interpersonales dentro de la
empresa. La literatura ha seguido utilizando esta distinción y mostrando evidencia de la
plausibilidad de trabajar con estos dos constructos analíticos de forma diferenciada (e.g.
Holste y Field, 2010; Ng y Chua, 2006; Johnson y Grayson, 2005). Sin embargo, la
conceptualización “cognición” y “afectividad” no parece ser clara y se opta en esta
investigación por la distinción entre desempeño económico (DE en las hipótesis) y
desempeño social (DS en las hipótesis) de la empresa. En donde el desempeño económico se
comprende como el desempeño de la empresa en cuanto la generación de utilidades y
competencias para el logro de los objetivos económicos. Por otro lado, el desempeño social
involucraría a las capacidades y actos de la empresa que tienen en consideración los intereses
de sus stakeholders y que va más allá de sus propios objetivos económicos. En este sentido,
tendríamos una confianza basada en el desempeño económico de la empresa y una confianza
basada en el desempeño social.
Desde otro punto de vista, el modelo de Mayer et al (1995) plantea las características
percibidas del depositario de la confianza como claramente diferenciables en benevolencia
(hacer el bien para quien confía más allá de los propios intereses), integridad (percepción de
que el depositario de confianza adhiere a los principios que el confiador considera
aceptables) y capacidad (habilidades, competencias e influencia en un dominio específico).
Para Zajonc (1980) el afecto, o lo que llamamos desempeño social, implica la consideración
de la identidad del otro, por lo tanto, sería la benevolencia o el querer hacer el bien para el
otro el elemento que reuniría la afectividad. Del mismo modo, la integridad es un elemento
que toma en consideración los principios a los que adhiere el stakeholder y que por lo tanto
también involucraría la capacidad de ir más allá del sí mismo de la empresa, entrando en el
plano de la afectividad y el desempeño social.
Asimismo, Caldwell y Hansen (2010) argumentan que tanto la integridad como la
benevolencia corresponderían a antecedentes afectivos de la confianza, a diferencia de la
capacidad que reuniría el elemento cognitivo. McAllister (1995) define los elementos
cognitivos como los construidos en base a creencias individuales sobre la fiabilidad
(reliability), desempeño y rendimiento, o lo que puede ser mejor entendido como desempeño
económico, y los afectivos como los construidos en el cuidado interpersonal reciproco y la
consideración de la identidad del otro señalado por Zajonc (1980) y que en esta investigación
se entiende como desempeño social.
12
1.3.- Desempeño económico y social como antecedentes de la confianza en un esquema
de dependencia
Además de poder identificar dos constructos diferenciables, la tradición psicosocial reconoce
una relación compleja entre los afectos y la cognición la que es resumida en Social Cognition
por Fiske y Taylor (1984). Señalan los autores que por un lado la literatura propone que el
pensamiento precede al sentimiento, de tal forma que no pueden existir respuestas afectivas
sin la mediación de la cognición.
Asimismo, un segundo punto de vista sugiere que el afecto opera independientemente de la
cognición lo que permitiría utilizarlos como constructos separados que generan como
resultado el juicio de confianza (JC en hipótesis). Por ejemplo, Chua, Ingram y Morris
(2008) en su artículo “From the head and the heart”, muestran que en las redes
profesionales la confianza basada en la cognición es predicha positivamente por los recursos
económicos, asesoramiento y orientación profesional. En contraste, la basada en la
afectividad se asocia de forma negativa con los recursos económicos. Esto indicaría que los
dos constructos podrían operar como variables ortogonalmente relacionadas.
Por otro lado, los hallazgos de McAllister (1995) referenciados más arriba muestran que la
confianza interpersonal dentro de las organizaciones puede dividirse en una confianza basada
en el afecto y una confianza basada en la cognición. Pese a esto, solo los elementos
afectivos (frecuencia de interacción y conducta ciudadana) predicen la confianza, aunque
reconoce que la ausencia de efecto de elementos cognitivos (credenciales educacionales,
desempeño, y similitud étnico-cultural) puede estar explicada por no haber incluido aspectos
reputacionales. En contraste, Gefen et al (2003) utiliza como antecedentes de la confianza el
cálculo, la disponibilidad de estructuras que aseguran la transacción, la normalidad de su
actuar y la familiaridad. El único sin un efecto significativo es la familiaridad, por lo tanto,
se elabora un juicio de confiabilidad en base a los elementos ligados al desempeño
económico e institucional.
A pesar de esto, existe abundante evidencia que muestra una relación predictiva tanto de la
percepción de los elementos cognitivos como de los afectivos del desempeño del depositario
de la confianza sobre los juicios de confiabilidad. Segovia et al (2008) muestran que la
13
capacidad y la benevolencia se asocian positivamente a la confianza de las personas en
instituciones políticas. En el contexto específico de la industria del retail y de transporte
aéreo Sirdeshmukh, Singh y Sabol (2002) concluyen que tanto la percepción de la
competencia operacional5 como la benevolencia de los empleados de primera línea se
relacionan positivamente con el juicio de confianza del consumidor. Sin embargo, al analizar
lo que ocurre sobre la percepción de competencia y benevolencia de las políticas generales
de las empresas, esta relación se vuelve más difusa, siendo predictiva la benevolencia solo en
el negocio de las aerolíneas y la competencia en el retail. De la misma forma, la evidencia de
Pivato et al (2008) indica que el desempeño social corporativo es un predictor significativo
de la confianza para los consumidores en la industria de los alimentos orgánicos.
Igualmente, si se piensa en la tipología de Mitchell et al (1997), el proceso de generación de
juicios de confianza estaría sujeto a distintos contextos en donde se conjugan el poder, la
legitimidad y la urgencia. Este esfuerzo taxonómico ha sido criticado por sus pretensiones
universalistas y la ambigüedad de la noción de “legitimidad” que estaría en manos del
discurso de quién tiene el poder de definir lo legítimo y lo no legítimo (Banerjee, 2000).
Si se entiende una comunidad dependiente y de lugar como un stakeholder con legitimidad,
urgencia, pero bajo poder, esto puede definir de distintas formas la relación entre las
empresas mineras y las comunidades adyacentes a las operaciones. Por ejemplo, Calvano
(2007) argumenta que la inequidad de poder es una fuente potencial de conflicto entre ambas
partes o para Clark et al (2010), la relación de dependencia llevaría a que la confianza
construida de la comunidad hacia la empresa adquiera características particulares en cuanto a
sus antecedentes. En Clark et al (2010) se muestra que la capacidad, la benevolencia y la
integridad efectivamente predicen el juicio de confianza. Pero, además su evidencia indica
que la benevolencia sería un predictor más importante en relaciones de alta dependencia que
en relaciones de baja dependencia. Esto se vincula estrechamente con la tercera relación
afectividad-cognición expuesta por Fiske y Taylor (1984), en donde la primera antecede a la
segunda. En este sentido, el llamado “efecto Linville” explica que a menor complejidad de la
información, existen mayores probabilidades de que las respuestas cognitivas sean producto
de la afectividad (Linville, 1982). Por lo tanto, si pensamos en una comunidad que maneja
baja información o una estructura de conocimiento poco compleja, esta podría emitir sus
juicios de confianza principalmente en base al desempeño social y no en los aspectos
5 Los antecedentes de competencia pueden ser homologables a la categoría de capacidad del modelo
de Mayer et al (1995).
14
relacionados al desempeño económico. En consecuencia, la afectividad podría provocar el
juicio como reacción cognitiva.
La evidencia es similar si realizamos una aproximación a las dimensiones de la
benevolencia, considerando manifestaciones de ella en el comportamiento de las empresas
como lo es la filantropía, la contratación de trabajadores miembros de la comunidad o el
diálogo. En un estudio de caso, Newenham-Kahindi (2010) muestra cómo una compañía
minera construye confianza con sus comunidades locales en Tanzania en base a distintos
elementos del manejo de las relaciones comunitarias. Al relacionarse esta empresa de forma
transaccional en donde la comunicación es unidireccional, se produce una confianza de
naturaleza limitada, no obstante, cuando la relación compañía-comunidad cambia hacia una
relación en base al diálogo, la participación, la “construcción de puentes” con las
comunidades y, en definitiva, la consideración de las comunidades, la confianza se fortalece
y adquiere un carácter relacional.
En el mismo sentido, Jahansoozi (2007) aporta evidencia a partir del caso de las relaciones
comunitarias de Sundre Pretoleum Operators Group en Alberta, Canadá, sobre la capacidad
del diálogo y la transparencia de las empresas de petróleo para construir y reconstruir
confianza. El argumento central es que reconstruir confianza requiere de transparencia
“como una necesaria ‘evidencia’ pública de que la organización está haciendo lo que dice
hacer” (2007:400) y por otra parte, la narrativa de los miembros de la comunidad sugiere que
la despreocupación por el desarrollo económico de la comunidad genera una insatisfacción
creciente y desconfianza hacia la compañía. Así, la benevolencia o la consideración de la
identidad del otro, manifestada por ejemplo en el diálogo con los stakeholders dependientes
como base para la transparencia y rendición de cuentas, posibilitarían la construcción de
confianza hacia las empresas de acuerdo a la evidencia.
En cuanto a las capacidades, los estudios en el área de manejo de recursos naturales y el
riesgo muestran un peso importante de la evaluación de las competencias de las instituciones
públicas y privadas en la generación de juicios de confianza (Winter et al, 2004), lo que
sugiere un efecto positivo del balance financiero de las empresas y sus competencias para el
logro de objetivos como indicadores de capacidades sobre el juicio de confianza.
Por otra parte, el esquema de dependencia se vuelve crítico a la luz del principio de fairness
ya expuesto. Según Ng y Chua (2006) la confianza generaría resultados distintos
dependiendo de si se basa en el desempeño social o en el desempeño económico producto de
15
que esta última podría reducir la cooperación dada la posibilidad de free-riding. Incluso, este
efecto es más fuerte cuando estamos ante un grupo de individuos que cree que está en frente
de un grupo con más poder que ellos. Así, un stakeholder dependiente desarrollaría su
confianza principalmente en base a elementos del desempeño social. Si esto es así, la idea de
que la confianza es una solución al desequilibrio de poder (Greenwood y van Buren, 2010;
Zaheer et al, 1998; Wicks et al, 1999) se especificaría señalando que la confianza basada en
el desempeño social es lo que permitiría una reducción de las posibilidades de oportunismo
por parte de la empresa. Bajo este argumento teórico se sugiere la siguiente hipótesis:
Hipótesis 1a: Tanto el DE como el DS son predictores significativos del JC
Hipótesis 1b: El DS será mejor predictor de los juicios de confianza que el
DE en una situación de dependencia.
En un escenario de incertidumbre, según Ng y Chua (2006), es esencial la comparación de
los recursos que posee cada parte de la relación. Por un lado, al evaluar el comportamiento y
generar expectativas sobre el actuar futuro de en quien se confía, la observación de sus
recursos y competencia será crítico, pero, por otro, la percepción del desempeño afectivo
puede moderar la expectativa que se puede tener de la utilización de esos recursos. De tal
forma que, el efecto de los recursos sobre la confianza podría ser mayor para quienes tienen
una evaluación positiva del desempeño afectivo, en comparación a que quienes no lo tienen.
Esto indicaría que los antecedentes sociales y económicos estarían interactuando entre sí:
Hipótesis 2: En presencia de un mayor desempeño social se refuerza el
efecto del desempeño económico.
Pero la interacción no tan sólo se puede producir entre las dimensiones relacionadas con el
desempeño económico y social, sino que también entre las características dentro de una
misma dimensión. Esto es de importancia a la luz del principio de fairness y la confianza
16
como herramienta para la reducción de probabilidades de abuso de la vulnerabilidad. Esto se
observa en que si la empresa sólo actúa de forma benevolente y no con integridad, las
probabilidades de injusticia aumentarían, porque la preocupación por el otro se manifestaría
en retribuciones filantrópicas, diálogo con la comunidad o dar trabajo, pero no se sustentaría
en un respeto a las normas legales. Por lo tanto, para que la confianza se transforme en una
efectiva herramienta para la obligatoriedad del principio de fairness, debe ocurrir que:
Hipótesis 3: El efecto de los elementos del desempeño social
correspondientes a la benevolencia (filantropía, diálogo e integridad) no
tienen un efecto significativo sobre el juicio de confianza si no existe
integridad (respeto a las micronormas y respeto a las hipernomas).
1.4.- Juicios de confianza y la moderación del lente subjetivo
Hasta ahora se ha discutido cómo el desempeño de las empresas constituye un antecedente
del juicio de confianza que se emite hacia ella, pero es necesario precisar ahora que esta
evaluación es indisociable de las características propias de quien elabora el juicio de
confianza. En este sentido, de acuerdo a Caldwell y Hansen (2010), la conducta de la
organización es mediatizada por los “lentes” de los individuos y generan una confiabilidad
percibida que finalmente se traduce en una decisión de confianza.
El “modelo lente” de la tradición psicosocial plantea, según Fiske y Taylor (1984), que la
percepción final de un objeto se basa en un complejo de cuatro componentes: las
características del objeto, el contexto en el cual el objeto es percibido, la forma en que se
percibe y las características de quien percibe. El mismo Modelo Integrado de Confianza
Organizacional de Mayer et al (1995) considera las disposiciones hacia la confianza de
quien confía como mediadoras entre el desempeño de la empresa y el juicio. Al respecto,
Gill et al (2005) muestran que en esquemas de alta información sobre el potencial
depositario de la confianza existe una correlación entre la disposición a confiar y la intención
de confianza en comparación a escenarios donde la información es ambigua. En este sentido,
si la comunidad dependiente dispone de información para elaborar sus juicios de confianza,
17
como en esta investigación a partir de la metodología utilizada en donde se les entrega la
información a los sujetos para que decidan, la propensión de confianza debería actuar como
moderadora entre el desempeño de la empresa y el juicio que sobre ella se emite, de tal
forma que mientras mayor sea la propensión a confiar el efecto del desempeño será mayor.
Hipótesis 4: La propensión a la confianza modera el efecto del desempeño
social y económico sobre el juicio de confianza. De tal forma que a mayor
propensión a la confianza mayor es el poder predictivo de las variables
independientes.
Esto entrega aún más fuerza al argumento de la posibilidad de especificar el modelo de
acuerdo a un esquema de cooperación particular, como la dependencia, pero que a la vez
estaría mediatizado por las actitudes y creencias de los propios individuos que elaboran los
juicios de confianza. Asimismo, el juicio que los miembros de la comunidad emiten hacia las
empresas variaría dependiendo del vínculo que ellos tienen con su comunidad. Al respecto,
la evidencia etnográfica de Walklate (1998) sugiere que la relevancia del vínculo con la
comunidad y la posición estructural que en ella tienen las personas mediatizaría ciertas
actitudes basadas en la confianza como la “seguridad ontológica”. En su argumento, la
posición del individuo explicaría para esta persona en quién podría confiar, cómo podría
confiar y cuánto podría confiar. Así, personas que son parte de la comunidad y que han
desarrollado un vínculo más estrecho con el colectivo generarán respuestas de confianza más
sólidas y perdurables que personas que no tienen esa relación con la comunidad.
Efectivamente, la evidencia de varios autores sugieren que la confianza se construye y
desarrolla en el tiempo porque el tiempo implica una mayor inversión de las partes y permite
predecir de mejor forma el comportamiento futuro (Anderson y Weitz, 1989). En contraste,
la hipótesis del efecto del tiempo en la generación de confianza no es apoyada por la
evidencia presentada por Doney y Cannon (1997) para el caso particular de la relación
empresa-proveedores. En este sentido, es importante testear el efecto del tiempo en el
proceso de construcción de confianza para el caso de la relación entre empresas y
comunidad. Al respecto, se podría pensar que personas que han logrado desarrollar un
vínculo más profundo y de pertenencia con la comunidad deberían tener mayor
18
consideración por aquellos elementos del desempeño de las empresas que benefician
directamente a los miembros del grupo, como lo serían los aspectos de benevolencia en el
desempeño social. Por lo tanto se plantea la hipótesis de que:
Hipótesis 5: Las características de benevolencia del desempeño social de la
empresa tienen un efecto positivo mayor sobre el juicio de confianza para
individuos con sentimiento de pertenencia hacia la comunidad.
Por otra parte, existe una discusión acerca de la relevancia de la similitud entre quien confía
y quien es depositario de la confianza para el proceso de formación de confianza. En efecto,
se discute para distintos stakeholders como la similitud y diferencia entre las partes de la
relación se transforma en un elemento mediador en el desarrollo de confianza y la influencia
que esta última tiene sobre conductas específicas del consumidor, del proveedor, del
trabajador, entre otros. Al respecto, la evidencia aportada por Doney y Cannon (1997)
sugiere que el proceso de generación de confianza entre empresas y proveedores es facilitado
por la similitud de intereses entre las partes. Al respecto, McAllister (1995) discute el efecto
de la similitud cultural y étnica en la construcción de juicios de confianza con base cognitiva
como él llama a los elementos del desempeño de la empresa relacionados a las competencias
y capacidades para lograr objetivos. Sin embargo, su evidencia no apoya la existencia de una
relación. Al contrario de esto, es amplia la evidencia que sustenta la llamada Salient Value
Similarity Theory (SVS), que de acuerdo a Siegrist et al (2002) plantea dos componentes
claves: primero, las personas comprenden de forma individual el significado de los valores
en una situación específica y cada situación podría tener un valor diferente. Y, segundo, las
personas realizarían una comparación de sus propios valores con los de las personas cuya
confiabilidad está siendo juzgada. La similaridad se construye en episodios secundarios en
donde entra en juego la representación que se tiene de la otra persona, el carácter y el estado
emocional (Siegrist et al, 2002). Así, estos elementos son conjugados con aquellos de la
etapa primaria que se relacionan con las acciones y el discurso del otro.
En este sentido, la evidencia aportada por los autores indicaría que mientras mayor es la
similaridad de valores entre quien juzga y quién es juzgado, la confianza también será mayor
(Siegrist et al, 2002). Sin embargo, el efecto no sólo debería ser directo sobre el juicio de
19
confianza, sino que también podría definir ciertas actitudes de las personas hacia las
compañías y mediar en la elaboración de los juicios de confianza. En el caso particular de las
organizaciones, se juzgaría la similaridad con aquellos que toman las decisiones más
importantes en las empresas y que generalmente definen la estrategia de relacionamiento
comunitario: los gerentes. Se plantea que si los individuos de la comunidad sienten un mayor
grado de similitud con los gerentes, deberían estar más abiertos a considerar el desempeño de
la empresa al momento de elaborar juicios de confianza.
Hipótesis 6: Aquellos miembros de la comunidad que tienen un mayor
grado de similaridad con los gerentes presentan un mayor efecto del
desempeño económico y desempeño social de la compañía sobre los
juicios de confianza.
Por otra parte, el rol de la ideología y la posición política, tradicionalmente asociados a los
cálculos de decisiones electorales (Dalton, 1996), puede ser extrapolado a una forma de ver
el mundo y utilizados para explicar la generación de los juicios de la opinión pública en su
más amplio sentido y de confianza en específico. La importancia de la ideología política de
los stakeholders como un lente para explicar la generación de confianza no ha sido discutida
ni trabajada empíricamente en la literatura. En sociedades con una fuerte división de clases,
los temas económicos son factores más importantes en las preferencias (Dalton, 1996) y aún
más en sociedades en estado de alto grado de polarización, en donde existen importantes
diferencias de opinión de acuerdo a una máxima teórica de acuerdo a la definición de
Dimaggio et al (1996), en este caso la ideología política.
De acuerdo a lo argumentado por Dalton (1996), los conservadores económicos en la
derecha promueven la iniciativa individual, favorecen un rol restringido del gobierno, una
mayor tolerancia a las inequidades del sistema económico y social, además de una actitud
más proclive hacia los intereses del sector relacionado a los negocios. En cambio, las
personas con tendencias más socialistas de izquierda rechazan la inequidad social y ven
favorablemente una mayor participación del gobierno como agente para dar soluciones
políticas a esta problemática.
20
Si Dalton (1996) señala que las personas utilizan su identidad política para evaluar los
estímulos políticos y guiar su conducta política, se podría decir que en un esquema de
transacciones económicas y relaciones stakeholder-organización, los sujetos utilizan esta
misma identidad política para elaborar los juicios de confiabilidad y guiar su decisión de
confianza. En este sentido, las personas proclives al liberalismo económico tendrán una
tendencia a entregar mayor peso a los elementos de capacidad de la empresa en la generación
de confianza en comparación a las personas menos proclives. Asimismo, para estas últimas,
las características de benevolencia a integridad tendrán un mayor poder predictivo que para
los sujetos de derecha y proclives al liberalismo económico, dado que representarían
elementos redistributivos, de equidad social y control al liberalismo empresarial.
Hipótesis 7a: El efecto del desempeño económico es mayor para las
personas más proclives al liberalismo económico.
Hipótesis 7b: El efecto del desempeño social es mayor para las personas
menos proclives al liberalismo.
Finalmente, la literatura no ha discutido un elemento que puede ser importante al momento
de discutir cómo los stakeholders dependientes generan confianza hacia las empresas y que
correspondería a la conciencia de poder que tienen los propios individuos miembros de la
comunidad. Un individuo que se sabe con un alto poder en términos de redes y horizonte de
posibilidades puede evaluar de forma distinta a las empresas que una persona con un bajo
poder. Es posible pensar que un alto poder subjetivo debería llevar a desestimar la integridad
de las empresas como un predictor de confianza, porque no requieren del resguardo de las
leyes para el cumplimento de expectativas dado que esa función lo cumple su poder. Por otra
parte, tampoco necesitarían de la benevolencia de las compañías para confiar, porque su
sensación de mayor poder no la hace necesaria dado que pueden obtener de forma autónoma
los recursos de la contratación y la filantropía. En este sentido se propone la hipótesis:
Hipótesis 8: Personas con un mayor poder subjetivo presentan un menor
efecto de la integridad y benevolencia sobre el juicio de confianza.
21
En resumen, este contexto teórico entrega el panorama para dar respuesta a las siguientes
preguntas de investigación:
1.- ¿Cómo los miembros de comunidades dependientes y de lugar
elaboran los juicios de confianza hacia las compañías mineras?
2.- ¿Cómo inciden los distintos aspectos del desempeño social y
económico de las compañías mineras en los juicios que sobre ellas
elaboran las comunidades?
3.- ¿Cuál es la interacción que se produce entre los elementos del
desempeño social y económico? Y en particular ¿Qué efecto tiene el
desempeño económico sobre los juicios de confianza en escenarios de
bajo desempeño social?
4.- ¿Cómo interactúan entre sí las dimensiones del desempeño social?
¿Qué efecto tienen los componentes del benevolencia en escenarios de
deficiente integridad?
5.- ¿Cómo medían las características personales de los miembros de la
comunidad en el proceso de generación de confianza hacia empresas
mineras?
A continuación se presenta la metodología utilizada para dar respuesta a los objetivos de
investigación, seguido de los resultados y su discusión.
22
CAPÍTULO 2: METODOLOGÍA
El objetivo de esta investigación es comprender cómo los miembros de una comunidad
dependiente y de lugar elaboran los juicios hacia las empresas mineras a partir de la
evaluación de su desempeño social y económico. Para lograr esto se aplica el método de
encuestas factoriales6 (Rossi y Anderson, 1984; Jasso, 2006) que permite develar la “caja
negra” de los juicios normativos, permitiéndonos reconocer cómo estos son elaborados por
las personas.
Esta metodología puede ser clasificada como experimental de acuerdo a la definición de un
diseño factorial (Shadish et al, 2002): un experimento sin grupo de control, en donde
tenemos dos o más variables independientes que son combinadas factorialmente y aplicadas
como tratamiento a cada unidad o grupo. La importancia de esto es que permitirá atribuir
causalidad entre los antecedentes del desempeño de la organización y el juicio de confianza.
En la encuesta factorial se presentan una serie de viñetas que describen una unidad ficticia,
en este caso empresas mineras hipotéticas, en términos de su desempeño, y se pregunta a los
respondientes el nivel de confianza hacia esa compañía hipotética. Las siguientes secciones
describen el diseño, recolección y análisis de los datos, además de una descripción del caso
de estudio para mostrar su importancia como modelo paradigmático para la pregunta teórica
de esta investigación.
Para medir cómo las propias características de los individuos moderan la elaboración del
juicio de confianza, se combina la encuesta factorial con preguntas convencionales de
encuesta sobre actitudes y creencias generales de los individuos.
2.1.- “Mundo de las viñetas”
El primer paso en la construcción de las viñetas, de acuerdo a Jasso (2006), es la selección de
las características que se incorporarán para describir a la unidad ficticia y corresponderían a
6 Este método es ampliamente utilizado en Estados Unidos y Alemania desde mediados de los años
80. Sin embargo, existe solo un antecedente de su aplicación en población hispanohablante de países
en subdesarrollo (Castillo, 2010).
23
las variables independientes de nuestros modelos. Estas variables son llamadas
“dimensiones” y se obtienen de la literatura de generación de confianza hacia las empresas y
las agrupamos en dos conjuntos de variables que representan, por un lado, el desempeño
económico y, por otro, el desempeño social de las compañías mineras (unidad ficticia), y
reúnen a su vez los antecedentes de la confianza propuestos por Mayer et al (1995). Las
utilidades y competencias corresponden tanto al desempeño económico como a los
antecedentes de capacidades en la terminología de Mayer et al (1995). Asimismo, la
contratación, filantropía, diálogo, respeto a las micro e hipernormas refieren al desempeño
social, y a su vez las tres primeras a antecedentes de benevolencia y las siguientes a la
integridad.
En cada viñeta, las dimensiones pueden tomar distintos valores o categorías que son
llamados “niveles”. En este caso se incluyen variables ordinales con dos, tres, cuatro y seis
niveles. Por ejemplo, la contratación varía en seis niveles que van de 15% a 90% de
contratación de trabajadores miembros de la comunidad en la compañía y el respeto a las
micronormas puede tomar los valores de un débil o fuerte respeto a las tradiciones de la
comunidad.
A partir de la evaluación de cada una de las viñetas, los sujetos deben responder la pregunta
acerca del nivel de confianza que tienen en la compañía que se describe. Esta pregunta es
llamada “rating task” y en este caso corresponde en términos estrictos a una variable ordinal
que toma valores de 1 a 7, lo que permite en términos prácticos trabajarla como una variable
continua. Se utiliza el “rating task” como la variable dependiente.
En el conjunto de tablas 1 se resume la descripción de cada una de las variables y se presenta
un modelo de viñeta presentado a los respondientes.
Una vez diseñada la viñeta (dimensiones, niveles y rating task), y siguiendo el protocolo
propuesto por Jasso (2006), es necesario seleccionar una muestra aleatoria de viñetas a partir
de las posibles combinaciones. Así, es necesario realizar un producto cartesiano de todas las
dimensiones para obtener el número posible de viñetas: 3x3x6x4x3x2x2 = 2592. El
siguiente paso es eliminar los casos lógicamente imposibles, pero que en nuestras posibles
combinaciones esto no sucede. Luego, del universo posible de viñetas se extraen
aleatoriamente 200 unidades, las que se dividen en 20 conjuntos de 10 viñetas cada uno, los
24
que son llamados “deck”. Cada uno de los individuos deberá responder aleatoriamente uno
de estos decks en su encuesta7.
Es necesario agregar que las encuestas factoriales revisten un grado importante de
complejidad, inherente a la misma complejidad de hacer frente a la evaluación y juicios que
los seres humanos realizan. En 25 años de desarrollo de investigación utilizando esta
metodología, las encuestas factoriales se han aplicado principalmente a población general,
seguido de grupos de estudiantes (Wallander, 2009). La decisión de a quién aplicar el
instrumento, además de tener bases sustantivas, plantea decisiones prácticas y
cuestionamientos a la consistencia y aplicabilidad de las encuestas factoriales en
determinados tipos de muestras. En este caso, el número de viñetas y dimensiones incluidas
en la encuesta está dada por la evidencia presentada por Sauer et al (2011), que sugiere que
en la aplicación de encuestas factoriales a población general se debe reducir las viñetas a una
cantidad cercana de 10 descripciones y 5 dimensiones para evitar problemas de consistencia
y fatiga, sobre todo en los sectores de la población de mayor edad y menor nivel
educacional. Se opta finalmente por 7 dimensiones para no obviar características que son
importantes para nuestra teoría.
7 Atzmüller y Steinar (2010) advierten que para obtener una muestra balanceada cada uno de estos
decks debe ser respondido el mismo número de veces. Es decir que, por ejemplo, tanto el deck 5 como
el deck 14 deberían ser respondidos un total de 5 veces. Sin embargo, producto de la complejidad de
la aplicación de la encuesta, los deck no fueron respondidos el mismo número de veces oscilando
entre 5 veces y 9 veces, lo que genera naturalmente un desbalance, pero que se controla con la
utilización de modelos multinivel.
25
TABLA 2.1a-Variables independientes contenidas en la descripción de la unidad ficticia.
Dimensión de
desempeño
Mayer et al
(1995)
Dimensiones
de viñeta Definición Niveles
Económico Capacidades
Utilidades Capacidad de generar
utilidades.
Bajos,
medios, altos.
Competencias Capacidad de lograr sus
objetivos económicos.
Bajas,
medianas,
altas.
Social
Benevolencia
Contratación Contratación de miembros de
la comunidad.
15%, 30%,
45%, 60%,
75% y 90%.
Filantropía Donación de recursos a obras
sociales para la comunidad.
No dona,
pocos,
bastantes,
muchos.
Diálogo Frecuencia de espacios de
comunicación entre la
empresa y la comunidad.
Nunca, a
veces,
siempre.
Integridad
Micronormas
Respeto por las normas del
contrato social establecidas
por la propia comunidad en la
forma de tradiciones y
costumbres.
Débil, fuerte.
Hipernormas
Respeto a las normas del
contrato social más amplio y
que deben ser seguidas por la
sociedad en su conjunto.
Deficiente,
sobresaliente.
TABLA 2.1b- Modelo de viñeta.
Descripción de la compañía (unidad ficticia):
La primera minera obtuvo medianos ingresos en el último año y ha sido catalogada como una
empresa con medianas capacidades para lograr sus objetivos económicos. Del total de
trabajadores contratados en el último año por la empresa un 60% corresponde a habitantes de
Pozo Almonte. La compañía siempre realiza asambleas participativas abiertas a la comunidad y
dona anualmente muchos millones de pesos a obras sociales en beneficio de la comuna. La
minera ha demostrado tener un fuerte respeto por las tradiciones de la comunidad y se la ha
catalogado como deficiente en el cumplimiento de las normas legales.
Rating Task:
¿Cuánto confía en esta empresa minera? (Valores de 1 a 7)
Para testear el posible efecto que podría producir el orden de las dimensiones en las viñetas y
el subrayado de los niveles se realizó un pretest en 30 estudiantes universitarios en la ciudad
26
de Santiago. Los resultados muestran que no existen diferencias estadísticamente
significativas entre los efectos de las dimensiones para los casos con el orden 1 y el orden 2
de las dimensiones, ni entre los niveles subrayados y sin subrayar. Esto se realizó porque no
existe evidencia empírica que evalúe los posibles sesgos que estas diferencias pueden
inducir.
2.2.- “Mundo Real”
La aplicación de la encuesta se realizó en los meses de junio y julio del 2012 en el distrito
urbano de Pozo Almonte en la primera región de Chile. Se utiliza esta comunidad como un
caso paradigmático para el problema de estudio y será descrito en profundidad en este
capítulo. En la comuna se seleccionó aleatoriamente una muestra representativa de manzanas
y viviendas dentro de las cuales se buscó a sujetos por cuotas. Se obtuvo un total de 140
respondientes, los cuales respondieron un total de 1400 viñetas.
Por la naturaleza del diseño las encuestas factoriales presentan una estructura jerárquica, en
donde las unidades de nivel 1 corresponde a cada una de las viñetas8 y los individuos a las
unidades de agrupación, posibilitando un análisis multinivel que se explicará en la sección de
modelos de este capítulo. Una vez sistematizados los datos se eliminaron los respondientes
2007 y 2027 para evitar la correlación intraclase por dejar viñetas sin responder. La base
final con la que se trabaja contiene 1380 viñetas en 138 respondientes.
En la tabla 2 se incluye una descripción de la muestra de respondientes a partir del sexo,
tramo de edad y nivel educacional.
Dado que uno de los objetivos de esta investigación es comprender cómo las características
de los individuos moderan la elaboración de juicios de confianza, se incluyen variables a
nivel de los sujetos con preguntas convencionales de encuestas.
Las hipótesis incluyen una serie de variables moderadoras y de control que representan las
características de los respondientes que elaboran los juicios de confianza: propensión a la
8 Uno de los beneficios de esta metodología es poder obtener un gran número de casos a partir de un
reducido número de aplicaciones, posibilitando una mejor inferencia estadística y abaratando los
costos del proceso de investigación.
27
confianza, similaridad, inclinación hacia el liberalismo económico, poder subjetivo, imagen
comunitaria de la industria minera y pertenencia.
La propensión a la confianza se construye a partir de una adaptación de la escala propuesta
por Mayer y Davis (1999) al contexto del caso de estudio. La escala presenta un alfa de
Cronbach de 0,53 y fue construida a partir de tres preguntas Likert de la escala original
sugeridas por el análisis de componentes principales.
TABLA 2.2- Análisis descriptivo de variables sociodemográficas de la
muestra.
Porcentaje N
Sexo Hombre 49,28% 68
Mujer 50,72% 70
Total 100% 138
Tramo de edad 18-30 42,75% 59
31-45 28,26% 39
46-60 28,99% 40
Total 100% 138
Nivel
educacional Sin educación, básica completa o
incompleta 10,14% 14
Media completa o incompleta
57,25% 79
Superior completa o incompleta
32,61% 45
Total 100% 138
La escala de Similaridad es propuesta por Siegrist et al (2000) y se adapta a la similaridad
percibida de los miembros de la comunidad hacia los gerentes de las compañías mineras. La
escala sumativa se compone de cinco preguntas de diferencial semántico (se integran las
diferencia de valores, objetivos, pensamiento, actuación y opinión) y presenta un alpha de
Cronbach de 0,61.
Se construye un índice de Liberalismo económico utilizando preguntas de la World Survey
Value adaptadas al contexto de estudio. El ítem está compuesto por seis preguntas sobre
equidad de ingreso, propiedad privada, trabajo y competencia. Si bien el alpha de Cronbach
28
presenta niveles bajos de fiabilidad (0,41), se opta por mantener la escala en su integridad
porque no presenta variaciones significativas al eliminar variables en su composición y es
necesario mantener una medición de este tipo para el análisis.
El índice de Poder subjetivo mide la percepción de capacidades y recursos. Se construye a
través de la medida propuesta por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (2004)
a partir de la integración de cinco preguntas que miden capacidades personales,
disponibilidad de recursos y redes de apoyo. El análisis de fiabilidad presenta un alpha de
Cronbach de 0,58.
Para medir la pertenencia a la comunidad se utiliza como proxy la variable dummy de haber
nacido en la primera región del país. La pregunta no se enfoca en los nacidos en Pozo
Almonte porque los partos se realizan frecuentemente en la capital regional de Tarapacá. La
variable no se presenta sesgada en la muestra siendo un 44% los nacidos en la región y un
55% los nacidos fuera de la región de Tarapacá.
TABLA 2.3- Estadísticos descriptivos para variable dependiente y variables moderadoras
continuas.
Variable Media Desviación estándar Valor mínimo Valor máximo
Confianza 3,92 1,73 1 7
Propensión a la confianza 6,07 2,10 3 15
Similaridad 17,39 8,51 5 41
Liberalismo económico 30,77 6,74 12 51
Poder subjetivo 13,03 2,24 7 18
Se incluyen como variables de control la edad, el nivel educacional y el deck respondido por
los encuestados. Tanto la edad y el nivel educacional de los encuestados buscan controlar
por el efecto que pueden producir en el procesamiento cognitivo de las viñetas. Por otro lado,
cada deck o conjunto único de diez viñetas fue respondido al menos por cinco respondientes
y dado que esto puede generar correlación intraclase, se incluye el deck respondido como
variable de control.
29
Uno de los riesgos importantes en el diseño de las encuestas factoriales es el efecto orden, en
donde el orden de las dimensiones y de las viñetas en cada deck pueden explicar los
resultados. Para evitar esto, sería necesario aleatorizar las dimensiones de cada viñeta, pero
es imposible producto de los problemas de redacción que se producirían en el texto. Por otro
lado, en la aplicación de encuestas por ordenador es posible aleatorizar el orden en que se le
presenta cada viñeta a los respondientes, sin embargo en encuestas aplicadas en papel esto no
es plausible, porque hubiese implicado para este caso generar 140 cuestionarios diferentes.
De esta forma, es necesario reconocer que no es posible evitar en esta aproximación un
posible efecto orden.
2.3.- El caso de Pozo Almonte
Pozo Almonte es una comunidad de la primera región de Chile que se ubica a 1.072 m.s.n.m.
en las cercanías de la intersección entre la carretera Panamericana que une a los países del
hemisferio occidental del continente latinoamericano y el acceso a la capital regional. La
comunidad entrega un escenario único para estudiar la generación de juicios de confianza en
contextos de dependencia. La elección se basa tanto en criterios prácticos como teóricos.
Siguiendo la terminología de Dunham et al (2006), Pozo Almonte se transforma en una
comunidad de lugar producto de su proximidad a diversas operaciones mineras (ver imagen
2). A la salida de la ciudad se encuentra, por ejemplo, la planta Cala-Cala de la compañía
minera no metálica Cosayach y en las noches desde diversos puntos de la ciudad se observan
iluminadas las operaciones de Cerro Colorado. Por otra parte, en la aplicación de la encuesta,
las narrativas de los respondientes refieren permanentemente a la proximidad con las
operaciones de esta empresa, en particular a la forma en cómo el ruido y las partículas de las
detonaciones generan impacto sobre el poblado.
30
Figura 2.1- Mapa de Pozo Almonte.
Fuente: ArcGIS.
Por otra parte, desde sus orígenes la historia de Pozo Almonte ha estado ligada a la industria
minera. Fue creada oficialmente el 30 de diciembre de 1927, pero desde antes había ocupado
un lugar estratégico prestando servicios a las oficinas salitreras y hoy ocupa una posición
privilegiado en la conectividad de la industria minera en el norte de Chile. Si bien no existe
una historia oficial y publicada sobre la comuna, en la aplicación de instrumentos las
narrativas demuestran que el desarrollo de la comuna ha estado vinculado a los aportes de
compañías mineras. Al respecto, Juvenal (jubilado, 69 años) relata que minera La Cascada
en los años 70 construyó el primer alcantarillado, el estanque de agua potable para abastecer
a las casas y el primer estadio que hoy ha sido remodelado por la compañía minera Doña
Inés Collahuasi.
De la misma forma, Pozo Almonte se ubica en la región de Tarapacá, que es una de las zonas
del país en donde la industria del cobre tiene mayor participación en el producto interno
bruto regional. Como se observa en los datos de la tabla 4, el aporte de la minería en el
periodo presentado duplica a la industria que la secunda en aporte al producto interno bruto.
31
Asimismo, la industria minera por sí sola representa el 36% del Producto Interno Bruto de la
región.
En relación a su condición de stakeholder, el distrito de Pozo Almonte puede ser catalogado
como un stakeholder dependiente dado que, en general, los promedios de ingreso y años de
escolaridad se encuentran bajo la media nacional9. De la misma forma, no existen centros
políticos que permitan influir de forma importante en la industria del cobre mediante el
lobby, aunque no se debe dejar de reconocer, el poder potencial que significa que el poblado
se encuentre emplazado en la carretera Panamericana, lo que podría significar un mecanismo
de presión significativo si los habitantes decidieran bloquearla.
Figura 2.2- Vista de la plata Cala-Cala de Cosayach desde la comunidad.
9Según el Instituto Nacional de Estadísticas en un reporte de la Biblioteca del Congreso Nacional
(2008) se señala que los habitantes de Pozo Almonte tienen en promedio 9,5 años de escolaridad en
comparación a los 10,1 de la media nacional. El mismo reporte declara que los ingresos autónomos
($561.302) y los subsidios monetarios ($5.912) son inferiores en comparación al promedio del país
($613.206 y $7.269 respectivamente).
Fuente: Foto propia.
32
En un contexto más amplio, Chile constituye un escenario ideal para evaluar disposiciones
hacia la empresa privada porque la industria extractiva ha estado ligada históricamente a su
desarrollo. Además, posee ciertas características sociopolíticas que le dan relevancia a la
discusión sobre las actitudes de las personas hacia la empresa privada. Particularmente la
llamada Revolución Capitalista (Gárate, 2012), que significó que Chile se convirtiera en el
primer país en instaurar el modelo económico liberal, acompañado de una coyuntura política
determinada por el régimen militar de gobierno y que significó la privatización de empresas
que hasta el momento eran propiedad del “Estado empresario”. Este proceso de privatización
tuvo, según Gaete, dos objetivos políticos claros:
“Lograr tanto el apoyo de los empresarios con el objeto de afianzar el modelo
económico como el respaldo necesario para ganar el referéndum (plebiscito) de
1988. El segundo aspecto se refiere al desmantelamiento del ‘Estado
Empresario’, con el objeto de disminuir la influencia de cualquier futuro
gobierno o coalición política sobre la marcha de la economía, dejando esta
responsabilidad únicamente en manos del empresariado” (2012:312).
TABLA 2.4- Distribución PIB de la región de Tarapacá por actividad
económica.
ACTIVIDAD 2003 2004 2005 2006
Agropecuario-Silvícola 11.295 13.047 12.433 11.820
Pesca 47.243 75.402 57.261 60.113
Minería 673.527 758.507 693.369 748.110
Industria Manufacturera 137.580 151.306 158.795 162.393
Electricidad, Gas y Agua 32.496 32.540 32.040 41.411
Construcción 180.991 103.127 91.888 81.197
Comercio, Restaurantes y Hoteles 266.050 268.979 300.683 347.860
Transporte y Comunicaciones 145.748 153.284 165.389 167.443
Servicios Financieros y Empresariales1 93.856 99.154 107.801 114.430
Propiedad de Vivienda 71.910 73.940 76.549 79.199
Servicios Personales2 150.064 156.431 162.433 168.526
Administración Pública 118.168 122.063 127.193 133.883
Menos: Imputaciones bancarias -18.906 -20.259 -23.546 -24.861
Producto Interno Bruto 1.910.022 1.987.521 1.962.288 2.091.524
Fuente: Banco Central.
1Incluye Servicios financieros, seguros, arriendo de inmuebles y servicios prestados a
empresas.
2Incluye educación y salud, pública y privada y otros servicios.
33
Así, estas reformas económicas pasaron a representar la herencia del régimen militar, y
definirían las ideas pro-empresa privada o anti-empresa una vez retornada la democracia
desde marzo de 1989.
Finalmente, el distrito se concentra en un espacio físico reducido por lo que facilitó la
recolección de datos y facilita la noción de comunidad auto-contenida o autónoma.
2.4.- Modelos
El modelo de análisis de la encuesta factorial se realiza en dos niveles: nivel del individuo y
nivel de las viñetas. En este sentido, se entregan las condiciones para la utilización de
modelos multinivel ampliamente utilizados en investigaciones educacionales, en donde los
estudiantes presentan un sistema jerárquico “natural” y esto, según Hox et al (1991), por
definición también ocurre en las encuestas factoriales.
Para el caso de nuestro estudio los modelos multinivel presentan dos ecuaciones en donde,
por un lado, se modela el efecto de la viñeta en los individuos y, por otro, el efecto de las
características de los respondientes entre ellos.
Para cada miembro de la comunidad de Pozo Almonte encuestado se tiene una ecuación de
regresión particular:
34
Donde,
= juicio de confianza para viñeta j por respondente i
efecto de la característica de la viñeta j y respondente i
= coeficiente de regresión para el respondiente i
= error aleatorio,
Para,
1, …, k respondientes,
1, …, ni viñetas para respondiente i,
1, …, p variables de viñeta,
De esta forma, los juicios de confianza (respuestas) de los miembros de la comunidad son
predichas al nivel de los respondientes por el desempeño de las empresas descrito en las
características de las viñetas.
Asimismo, para cada uno de los coeficientes de regresión presentes en la ecuación (1) existe
un modelo entre los respondientes:
(1)
35
Donde,
= coeficiente de regresión para el respondiente por característica m de la viñeta y
respondente i,
= valores de las características de los respondientes por respondiente i,
= coeficiente de regresión que describe los efectos de las características de los
respondentes en ,
= error aleatorio.
La ecuación (2) puede ser incluida en el primer modelo remplazando:
[∑∑
] [∑
]
Raudenbush y Bryk (2002) advierten que este tipo de modelos no se pueden asumir como
modelos ordinary least squares (OLS), porque entre sus supuestos se exige que los errores
sean independientes, normalmente distribuidos y varianza constante.
En cuanto a la multicolinealidad, el diseño de las encuestas factoriales permite que, al menos
en el nivel 1, no exista colinealidad entre las dimensiones de las viñetas dado que han sido
generadas previamente a partir de su combinación ortogonal (ver Tabla 1 en anexo). Según
Shieh y Fouladi (2003), las consecuencias de la multicolinealidad han sido poco estudiadas
por las investigaciones sobre modelos multinivel y lo existente ha demostrado que puede (1)
provocar distorsiones en los signos de los predictores, (2) reducir la significancia de los
(2)
(3)
36
parámetros o (3) que los parámetros estimados para cada variable difieran sustancialmente.
Así, la reducción de la colinealidad ha sido destacada como una de las principales ventajas
de trabajar en el “mundo de las viñetas” (Rossi y Anderson, 1984; Sniderman y Grob, 1996;
Jasso, 2006), dado que es complejo evitarla en el “mundo real”, y que para este caso ha sido
evitada dada la combinación aleatoria de las variables independientes representadas por las
dimensiones de las viñetas.
Asimismo, uno de los riesgos más importantes en las encuestas factoriales es la correlación
interna. La mayoría de los estudios no discute (Wallander, 2009) la posibilidad de que no
exista independencia estocástica. Sin embargo, la utilización de modelos multinivel
posibilita que los errores sean aleatorios con respecto a las dimensiones de las viñetas y que
la correlación no afecte la estimación del coeficiente de regresión de las características de las
compañías hipotéticas en las viñetas10
, producto de la descomposición de la varianza no
explicada. Además de la ventaja de los modelos jerárquicos en este sentido, se procede a
utilizar el “double-check”, en donde cada deck es respondido por al menos 5 miembros de la
comunidad.
En cuanto al manejo de las variables, se opta por trabajar como modelos de variables
independientes continuas. Si bien es cierto todas las variables son categóricas, su ordinalidad
permite que su interpretación tenga sentido en términos continuos, a excepción de la
pertenencia a la comunidad que es trabajada como una variable dummy. Likelihood-ratio test
para comparar la diferencia en el ajuste de utilizar las dimensiones de las viñetas no presenta
evidencia que establezca un mejor ajuste de un modelo sobre otro, lo que posibilita utilizar
un modelo con variables continuas como equivalente (p=0,03). En tanto las medidas de
información bayesianan information criterion (BIC) y Akaike’s information criterion (AIC)
presentan evidencia que sugiere la utilización de modelos con variables continuas producto
de su mayor parsimonia en comparación al modelo de variables categóricas (ver Tabla 3 en
anexo). La principal razón de utilizar modelos que asumen variables continuas es que
facilitará la comunicación de resultados y la interpretación de los efectos interacción.
10
Otra de las estrategias recomendadas para evitar la correlación interna son los modelos de efectos
fijos, en donde cada respondiente es representado por una variable dummy en el modelo. Se puede
observar en la Tabla 2 del anexo que los resultados con esta estrategia son consistentes para los
efectos principales estimados con el modelo jerárquico multinivel.
37
CAPÍTULO 3: RESULTADOS
Como se ha expuesto, en lo que sigue se presenta la estimación de los modelos multinivel
para explicar el proceso de generación de confianza hacia las empresas mineras. LR-test en
el modelo nulo es significativo (p=179.07), a favor de la utilización de modelos multinivel
en comparación a un modelo OLS.
En el modelo 1 de la Tabla 3.1, se muestra que en conjunto las variables que refieren al
desempeño económico y social de la compañía, o dimensiones de las viñetas, corresponden
al 76% de la varianza explicada, lo que demuestra su importancia en la elaboración de los
juicios de confianza. Así, un cuarto de la varianza explicada correspondería a las
características de nivel 2 o, como se ha llamado, al “efecto lente” (ρ=0.29), que se estudiará
en profundidad más adelante como proceso moderador en la generación de confianza.
Asimismo, se observa en el modelo nulo que la comunidad de Pozo Almonte presenta en
promedio 3.9 puntos en la escala de confianza hacia las empresas mineras, lo que destaca si
lo comparamos con las mediciones a nivel nacional que tienden hacia los niveles de menor
confianza al preguntar sobre la confianza en la empresa privada (Centro de Estudios
Públicos, 2012).
Por otra parte, en el modelo 2 de la Tabla 3.1 se sugiere que todas las dimensiones del
desempeño económico y social de las compañías mineras influyen de forma positiva sobre el
juicio de confianza que las personas elaboran sobre las empresas (hipótesis 1a). Todas las
variables son estadísticamente significativas a un nivel de confianza de 99% (p<0.01),
excepto los ingresos generados por la empresa en el último año que es estadísticamente
significativo desde 95% (p<0.05) de confianza. Esta evidencia es consistente con lo
planteado por la teoría, donde los miembros de la comunidad elaborarían los juicios de
confianza teniendo en consideración tanto elementos del desempeño económico como del
desempeño social. En otras palabras, una mayor benevolencia, capacidad e integridad de las
compañías permite que las personas confíen más en ellas. Por ejemplo, si la empresa dona
mayor cantidad de dinero a obras sociales en beneficio de la comunidad, manteniendo lo
demás constante, las personas tendrían una mayor confianza (β = 0.712) hacia las empresas
mineras. De la misma forma, en el caso de las capacidades o desempeño económico, una
mayor cantidad de ingresos en el último año explica en promedio un aumento (β = 0.227) en
el juicio de confianza hacia las compañías.
38
Por otra parte, la figura 3.1 sugiere a partir de las estimaciones puntuales, que todos las
dimensiones del desempeño social tienen un efecto mayor que las dimensiones de
desempeño económico. En particular, es la contratación de trabajadores de la comunidad el
efecto que más destaca en el modelo 2 (β = 0.959), siendo mayor, con una diferencia
estadísticamente significativa, que los coeficientes de ingresos, competencia, diálogo y
micronormas, lo que habla de su importancia para la generación de juicios de confianza
hacia las compañías mineras en la comunidad estudiada. Asimismo, la filantropía (β = 0.712)
también reporta una diferencia significativa a nivel población en comparación a la
generación de ingresos (β =0.227) y competencias (β =0.275).
Como se explicó, las dimensiones de las viñetas son ortogonalmente generadas, por lo que
los efectos presentados en la tabla 3.1 son insesgados producto de que los niveles de cada
dimensión son asignados aleatoriamente.
TABLA 3.1- Análisis de regresión multinivel para
las dimensiones de las viñetas sobre el juicio de
confianza en empresas mineras.
Var. Dependiente:
Confianza
Modelo 1
(nulo) Modelo 2
Ingresos 0.227**
Competencia 0.275***
Contratación 0.959***
Filantropía 0.712***
Diálogo 0.436***
Micronormas 0.520***
Hipernormas 0.600***
Constante 3.932*** 2.371***
σ2
nivel 1: viñetas 1.51 1.36
σ2
nivel 2: individuos 0.84 0.86
Ρ 0.24 0.29
N 1380 1380
Sujetos 138 138
Nota: p<0,01***; p<0,05**; p<0,1*. No se incluyen en
el reporte las variables de control de nivel 2 (Sexo, edad,
nivel educacional y deck). Para la comparabilidad las
variables se han homologado en valores de 0 a 1. LR-
test significativo (p=240.73).
39
Los encuestas factoriales comúnmente evalúan la interacción que se produce entre las
dimensiones de las viñetas. En este caso, y desde lo planteado en la teoría de generación de
confianza desde stakeholders, se modelan en la tabla 3.2 los efectos multiplicativos que
tendrían las dimensiones social y económica del desempeño de las empresas mineras
(hipótesis 2). Es necesario recordar, que las variables independientes presentan un bajo nivel
de colinealidad dado el diseño de las encuestas factoriales, lo que permite presentar las
interacciones en un mismo modelo.
Figura 3.1- Coeficientes de regresión e intervalos de confianza para dimensiones de las viñetas.
Como fue predicho por nuestra teoría, los resultados indican que existe un efecto interacción
entre las dimensiones, sin embargo la hipótesis se especifica sólo para algunas de las
dimensiones interactuadas. Se destaca en el modelo 3 que la capacidad de la compañía en la
0.22 ( 0.03, 0.41)
0.30 ( 0.10, 0.50)
0.97 ( 0.74, 1.19)
0.72 ( 0.51, 0.94)
0.44 ( 0.24, 0.65)
0.52 ( 0.37, 0.67)
0.60 ( 0.44, 0.75)
Inte
rvalo
de
Con
fian
za 9
5%
Ingresos
Competencia
Contratación
Filantropía
Diálogo
Micronormas
Hipernormas
0 .5 1 1.5Coeficiente de regresión
40
generación de ingresos pierde todo poder predictivo del juicio de confianza cuando las
dimensiones del desempeño social toman sus valores mínimos. Para visualizarlo, se muestra
en la figura 3.2 los efectos marginales promedios de la interacción entre la dimensión de
ingresos y la filantropía. En este caso se muestra una tendencia en donde a menores
donaciones monetarias en beneficio de la comunidad, menor es el efecto del ingreso en la
generación de confianza. Si bien los coeficientes dejan de ser significativos en las categorías
extremas posiblemente por el menor número de casos, la tendencia de los datos sugiere que
esta dimensión del desempeño económico deja de ser un elemento sustantivo en la
generación de confianza hacia las compañías, si esta no tiene actitudes benevolentes hacia la
comunidad, como en este caso la filantropía.
En el modelo 4 de la tabla 3.2 se observa un patrón similar con las interacciones entre la
capacidad de logro de objetivos económicos o competencias y las dimensiones del
desempeño social, de tal forma que el efecto de la competencia sobre la confianza pierde
significancia cuando la compañía no realiza donaciones, contrata el mínimo de trabajadores
de la comunidad, tiene un débil respeto por las tradiciones y un deficiente respeto por las
normas legales.
41
TABLA 3.2-Análisis de modelos multinivel para efectos interacción
entre desempeño social y desempeño económico de la compañía.
Var. Dependiente: Confianza Modelo 3 Modelo 4 Modelo 5
Ingresos 0.1322 0.1081** 0.1338
Competencia 0.1508*** 0.1457 0.1585
Contratación 0.2010*** 0.1303** 0.1654**
Filantropía 0.2193** 0.1750* 0.1510
Diálogo 0.2071 0.5419*** 0.5285***
Micronormas 0.6023*** 0.4611** 0.5469**
Hipernormas 0.5523*** 0.4865** 0.4009
Ingresos*Contratación -0.0087 - -0.0209
Ingresos*Filantropía 0.0107 - 0.0010
Ingresos*Diálogo 0.0072 - 0.0173
Ingresos*Micronormas -0.0445 - -0.0645
Ingresos*Hipernormas 0.0237 - 0.0582
Competencia*Contratación - 0.0322 0.0356
Competencia*Filantropía - 0.0394 0.0406
Competencia*Diálogo - -0.1660*** -0.178***
Competencia*Micronormas - 0.0292 0.0453
Competencia*Hipernormas - 0.0595 0.0434
Constante 0.649 0.6740 0.646
σ2
nivel 1: viñetas 1.36 1.36 1.36
σ2
nivel 2: individuos 0.76 0.76 0.76
Ρ 0.24 0.24 0.24
N 1380 1380 1380
Sujetos 138 138 138
p<0,01***; p<0,05**; p<0,1*
Nota: no se incluyen en el reporte las variables de control de nivel 2 (Sexo, edad,
nivel educacional y deck).
42
Figura 3.2- Efectos marginales promedios de ingresos por filantropía (IC 90%).
Sin embargo, una situación particular se evidencia con la dimensión de diálogo que presenta
un patrón de comportamiento diferente a las demás dimensiones del desempeño social. La
evidencia presentada en el modelo 3 muestra que cuando la compañía tiene bajos ingresos en
el último año, el efecto del diálogo sobre el juicio de confianza hacia la empresa no es
significativo. No obstante la interacción con el ingreso, como se muestra en el modelo 4, el
efecto positivo del diálogo con la comunidad sigue siendo significativo (β = 0,5819) cuando
la empresa tiene un bajo nivel de competencias y, al contrario, el efecto del diálogo
disminuye a medida que aumentan las competencias (β = -0,1638).
-.1
0.1
.2.3
Pre
dic
ció
n lin
ea
l
1 2 3 4Filantropía
.
43
Figura 3.3- Efectos marginales promedios de diálogo por competencia (IC 95%).
La figura 3.3 presenta los efectos marginales para el efecto diálogo interactuado con las
competencias de las compañías. El patrón representado muestra que a menor capacidad de
logro de objetivos económicos menor es el efecto del diálogo sobre la generación de juicios
de confianza.
Los resultados de la tabla 3.3 reportan la interacción entre las dimensiones referidas a la
benevolencia e integridad del desempeño social. Como se plantea en la hipótesis 7, se
esperaba que la benevolencia (filantropía, diálogo y contratación) no tuviera efecto
significativo sobre el juicio de confianza en ausencia de integridad (micronormas y
macronormas). Para el caso de la contratación (modelo 6), esta sigue siendo significativa (β
= 0,2916) cuando hay un débil respeto por las tradiciones y un deficiente respeto por las
normas legales. Sin embargo, tanto la filantropía y el diálogo presentan efectos que
respaldarían la hipótesis.
-.2
0.2
.4.6
Pre
dic
ció
n lin
ea
l
1 2 3
Competencia
Average Marginal Effects of dialogo with level(95)% CIs
44
En el modelo 7, el coeficiente de regresión para la filantropía no es significativo cuando hay
un débil respeto por las micronormas e hipernormas, situación que se replica para el diálogo
en el modelo 8. Pero, además, en el caso del diálogo hay un aumento significativo del efecto
(β = 0,1784) al interactuar con las micronormas, de tal forma que si aumenta el respeto de las
tradiciones y aumenta la frecuencia de diálogo, la comunidad aumenta la confianza en la
compañías mineras. Asimismo, el respeto a las micronormas tampoco aumentaría la
confianza en las empresas mineras en un escenario carente de diálogo con la comunidad lo
que sugiere un trade-off entre las dos dimensiones.
TABLA 3.3- Análisis de modelos multinivel para efectos interacción entre
dimensiones de benevolencia e integridad del desempeño social.
Var. Dependiente: Confianza Modelo 6 Modelo 7 Modelo 8
Ingresos 0,1049** 0,1131** 0,1103**
Competencia 0,1470*** 0,1421*** 0,1505***
Contratación 0,2916*** 0,1968*** 0,1933***
Filantropía 0,2392*** 0,2439 0,2390***
Diálogo 0,2214*** 0,2225*** -0,0055
Micronormas 0,6956*** 0,3528* 0,1494
Hipernormas 0,6617*** 0,7779*** 0,6260***
Contratación*Micronormas -0,0488 - -
Contratación*Hipernormas -0,0169 - -
Filantropía*Micronormas - 0,0618 -
Filantropía*Hipernormas - -0,0668 -
Diálogo*Micronormas - - 0,1784*
Diálogo*Hipernormas - - -0,0234
Constante 0,3473 0,6576 1,1810
σ2
nivel 1: viñetas 1.36 1.36 1.36
σ2
nivel 2: individuos 0.76 0.76 0.76
Ρ 0.24 0.24 0.24
N 1380 1380 1380
Sujetos 138 138 138
p<0,01***; p<0,05**; p<0,1*
Nota: no se incluyen en el reporte las variables de control de nivel 2 (Sexo, edad,
nivel educacional y deck).
45
La tabla 3.4 reporta los modelos lineales jerárquicos para testear las hipótesis acerca del
efecto moderador de las variables a nivel de los individuos miembros de la comunidad sobre
las dimensiones de las viñetas en la generación de juicios de confianza. Este es el principal
aporte de los modelos multinivel o modelos lineales jerárquicos en el análisis de encuestas
factoriales. Como se señaló en un comienzo, la correlación intraclase es de 0.29. Así, el 29%
de la varianza explicada del juicio de confianza hacia las compañías mineras corresponde a
las características de los habitantes de Pozo Almonte (nivel 2) y es evidencia contundente,
junto con el LR-test presentado en un comienzo, para incorporar características de los sujetos
en el análisis. Así, en concordancia con la teoría se descompuso el “efecto lente” en la
propensión a la confianza, pertenencia a la comunidad, poder subjetivo, similaridad o
inclinación hacia el liberalismo económico, permitiendo evaluar las variaciones en la
elaboración de juicios de confianza dependiente de las actitudes y creencias de los sujetos.
Para la presentación de modelos parsimoniosos la tabla reporta solo las interacciones
significativas (p>0.1) y los efectos principales.
En cuanto a la propensión a la confianza, en el modelo 9 se reporta que existe un efecto
positivo de esta (β = 0,1773) sobre la confianza en las empresas mineras cuando las
dimensiones de la viñetas están en su valor mínimo. Además, presentaría un efecto
moderador del coeficiente de filantropía, de tal forma que el aumento de la propensión a la
confianza y de la filantropía generaría un efecto negativo sobre el juicio de confianza (β = -
0,0363). Esta evidencia iría en contra de lo planteado en la hipótesis 4.
Como se muestra en el modelo 10, la variable dummy pertenencia a la comunidad no tiene
ningún efecto directo sobre la confianza en las empresas mineras cuando el desempeño de la
empresa está en su nivel mínimo, sino que sólo aparece significativa cuando interactúa con
las dimensiones sociales que refieren a la integridad de las compañías mineras. La
pertenencia a la comunidad tiene un efecto moderador tanto para el respeto a las hipernormas
como para las micronormas, pero en un sentido inverso replanteando lo propuesto en la
hipótesis 5. En el caso de las hipernormas, para quienes tienen un sentido de pertenencia más
desarrollado hacia la comunidad tendrán menor consideración por el respeto a las normas
legales que quienes no han desarrollado un sentido de pertenencia hacia la comunidad (β = -
0,3188). En cambio, pertenecer a la comunidad llevaría a otorgar un mayor peso al respeto
de las micronormas (β = 0,3783) en comparación al grupo de quienes no tienen un sentido de
pertenencia hacia la comunidad.
46
Las interacciones de las dimensiones de las viñetas con el poder subjetivo son reportadas en
el modelo 11 y presentan evidencia que permita aceptar parcialmente la hipótesis 8. En
particular, existe una interacción significativa entre el respeto a las normas legales y el poder
subjetivo, de tal forma que su efecto sobre la confianza en las empresas mineras será menor
(β = -0,0935) a medida que aumenta la sensación de poder y el respeto a las hipernormas. De
la misma forma, el efecto interacción entre ambas variables se refuerza cuando los miembros
de la comunidad carecen de consciencia de poder, dado que el efecto del respeto de las
normas (β = 1,8116), será significativamente más alto si lo comparamos con el efecto
principal de esta variable en los demás modelos en donde las hipernormas interactúan con
las características de los individuos.
La figura 3.4 refuerza la interacción entre el poder subjetivo y el respeto a las macronormas.
Como se observa, a medida que la persona se siente más poderosa el efecto del respeto a las
normas legales disminuye llegando a perder su significancia en los niveles mayores de poder
subjetivo. Asimismo, el modelo 11 sugiere que el efecto principal del poder subjetivo es
positivo (β = 0,1806), lo que significa que individuos que se sienten más poderosos
confiarían más en las compañías mineras si las demás dimensiones están en sus valores
mínimos. Por lo tanto, la evidencia sugiere que si la comunidad dependiente tiene una mayor
sensación de poder no requerirá del resguardo de las normas legales para confiar, sino que el
resguardo puede estar dado por su propia conciencia de poder.
47
Figura 3.4- Efectos marginales promedios de hipernormas por poder subjetivo (IC 95%).
El modelo 12 resume el efecto interacción para la similaridad con los gerentes de las
compañías mineras. La hipótesis 6 se acepta parcialmente producto que, el efecto de los
ingresos no es significativo cuando el individuo se siente con el menor grado de similitud
con la gerencia de las compañías. Asimismo, si los miembros de la comunidad sienten una
mayor similaridad con la gerencia y la compañía presenta mayores ingresos el último año,
existirá un efecto positivo sobre el nivel de confianza en la empresa minera (β = 0,0094).
Los efectos marginales promedios de los ingresos sobre el nivel de confianza para los
distintos niveles de similaridad son presentados en la figura 3.5. Como se observa, a medida
que los miembros de la comunidad de Pozo Almonte sienten una mayor similaridad con los
gerentes de las empresas mineras, le entregan un mayor peso a los ingresos como
antecedente de confianza, lo que podría estar explicado por una mayor confianza en que esos
ingresos sean utilizados de forma correcta. Esto se refuerza si observamos que en los
menores niveles de similaridad las estimaciones puntuales llegan a ser negativas, lo que
implica que mayores ingresos generan que los individuos confíen menos en las empresas.
-.5
0.5
11.5
Pre
dic
ció
n lin
ea
l
7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Poder subjetivo
.
48
TABLA 3.4- Modelos multinivel para efectos interacción entre desempeño y “efecto lente”.
Var. Dependiente: Confianza Modelo 9 Modelo 10 Modelo 11 Modelo 12 Modelo 13
Ingresos 0,1164** 0,1113** 0,0941* -0,0675 0.217
Competencia 0,1665*** 0,1412*** 0,1485*** 0,1761*** 0.365
Contratación 0,1962*** 0,1976*** 0,1967*** 0,2105*** 0.231**
Filantropía 0,4605*** 0,2314*** 0,2443*** 0,2357*** 0.286*
Diálogo 0,2265*** 0,2166*** 0,2174*** 0,2169*** 0.269
Micronormas 0,5188*** 0,7236*** 0,5107*** 0,4838*** 1.262***
Hipernormas 0,6232*** 0,4026*** 1,8116*** 0,6136*** 0.299
Propensión a la confianza 0,1773*** - - - -
Pertenencia a la comunidad - -0,1530 - - -
Poder subjetivo - - 0,1806*** - -
Similaridad - - - -0,0045 -
Liberalismo
- - 0.0472
Constante -0,8504 0,6760 -1,8546* 0,5080 -0.963
Filantropía*Propensión a la confianza -0,0363*** - - - -
Micronormas*Pertenencia a la
comunidad - 0,3783** - - -
Hipernormas*Pertenencia a la
comunidad - -0,3188** - - -
Hipernormas*Poder Subjetivo - - -0,0935***
- -
Ingresos*Similaridad - - - 0,0094* -
Micronormas*Liberalismo - - - - -0.0249**
σ2
nivel 1: viñetas 1.36 1.36 1.36 1.36 1.36
σ2
nivel 2: individuos 0.76 0.76 0.76 0.76 0.76
Ρ 0.24 0.24 0.24 0.24 0.24
N 1360 1360 1340 1290 1310
Sujetos 136 136 134 129 131
p<0,01***; p<0,05**; p<0,1*
Nota: no se incluyen en el reporte las variables de control de nivel 2 (Sexo, edad, nivel educacional y deck). Se
estimaron modelos para las interacciones de la propensión a la confianza, pertenencia a la comunidad y poder
subjetivo con cada una de las dimensiones de las viñetas, sin embargo solo se reportan las estadísticamente
significativas.
La interacción con la inclinación hacia el liberalismo económico se presenta en el modelo
13. En este caso, las dimensiones económicas o de capacidades de las empresas pierden su
significancia si la inclinación hacia el liberalismo económico toma su menor nivel, lo que
49
entregaría evidencia a favor de la aceptación de la hipótesis 7a. En cuanto a las dimensiones
sociales, esto sólo se produce para el diálogo y el respeto a las normas legales. Incluso, el
efecto de las micronormas en el menor nivel de inclinación hacia el liberalismo es
considerablemente mayor que en los demás modelos. Así, la confianza se construiría en
torno a la contratación, filantropía y respeto a las micronormas en el caso en que los sujetos
se consideran distantes del liberalismo económico lo que entregaría evidencia para aceptar la
hipótesis 7b. Esto es reforzado al constatar que si la inclinación hacia el liberalismo y el
respeto hacia las micronormas aumentan, el efecto sobre la confianza en las empresas
mineras será menor (β = -0.0249).
Figura 3.5- Efectos marginales promedios de ingresos por similaridad (IC 95%).
En resumen, los resultados muestran que para la comunidad de Pozo Almonte tanto el
desempeño económico como social, se transforman en componentes a considerar como
antecedentes de la confianza en compañías mineras. Es decir, que mayores capacidades,
benevolencia e integridad le otorgan méritos de confiabilidad a las compañías mineras. Sin
embargo, esta relación es más compleja cuando se observa la interacción entre estas
dimensiones, de manera que en escenarios de un desempeño social con características
-.2
0.2
.4.6
Pre
dic
ció
n lin
ea
l
0 10 20 30 40
Similaridad
Average Marginal Effects of balance with level(95)% CIs
50
negativas las características del desempeño económico no generarán mayor confianza hacia
las compañías. De esta forma, la licencia social obtenida a partir de la confianza dependerá
de la benevolencia e integridad de las empresas mineras.
Por otra parte, el diálogo como dimensión del desempeño social presenta patrones de
comportamiento particulares que la hacen un elemento central en el análisis. La frecuencia
de instancias para el diálogo interactúa con las competencias de logro de objetivos, de tal
forma que si hay altas competencias deja de ser un antecedente relevante para la confianza.
Esto es posiblemente explicado porque las competencias serían un indicador de que las
empresas “harían las cosas bien” y no sería necesario el diálogo, en cambio cuando las
empresas se presentan como poco competentes el diálogo es un antecedente significativo de
la confianza. De la misma forma, el respeto por las tradiciones propias de la comunidad
(micronormas) le entregaría sentido al diálogo, producto de que su efecto no es significativo
si las empresas mineras no respetan las normas del contrato social establecidas por la propia
comunidad en forma de tradiciones.
Junto con ello, el análisis muestra que los efectos de las características del desempeño de la
empresa son moderados por el “efecto lente”, destacando el rol que juegan las distintas
actitudes y creencias de los individuos en cada una de las dimensiones particulares:
propensión a la confianza y filantropía; el poder subjetivo y las hipernormas; pertenencia a la
comunidad e integridad; liberalismo económico y el desempeño económico; y similaridad e
ingresos.
51
CAPÍTULO 4: DISCUSIÓN
Las relaciones de las compañías mineras, y de las empresas públicas o privadas en general,
con las comunidades de más diversa naturaleza – de lugar, virtuales, de intereses, etc.- están
íntimamente vinculadas a los procesos subjetivos del ser humano, en donde construyen una
imagen de sí, del otro y del mundo. Y aquí, la confianza, en tanto proceso subjetivo, ocupa
una posición fundamental y su incorporación en la visión estratégica de las empresas y en el
desarrollo de un territorio se transforma en una necesidad.
El Informe de Desarrollo Humano 2012 del Programa de Naciones Unidas Para el
Desarrollo, plantea como un desafío incorporar en las acciones del Estado un enfoque hacia
la subjetividad de los individuos. Sin embargo, también debe ser considerado el rol que las
empresas privadas pueden y deben cumplir en la materia considerando las exigencias
normativas de su relación con distintos stakeholders bajo el principio de fairness, sobre todo
con las comunidades adyacentes y en una situación de dependencia que las hace más
vulnerables ante la ruptura del principio normativo.
En este sentido, esta investigación refuerza la idea de que la reputación que hace de una
empresa confiable puede constituirse en el sustrato de un actuar moralmente correcto por
parte de la empresa, y que haría más improbable el actuar injusto.
4.1.- Desempeño Social y Económico como antecedentes de confianza
La evidencia presentada hace posible la aplicación de los modelos generales de construcción
de confianza hacia las empresas (Mayer et al, 1995). Sin embargo, la generación de
confianza business-to-communities se diferenciaría del proceso en relaciones business-to-
business o business-to-consumer en los matices y la especificidad de la combinación entre
los antecedentes que hacen de la empresa un objeto depositario de confianza. Incluso, esta
particularidad no tan sólo se produciría para las comunidades, sino que también para cada
uno de los miembros de la comunidad a partir de la mediación de su lente subjetivo.
52
A pesar de que se logra particularizar el proceso de generación de confianza de una
comunidad en desequilibrio de poder hacia una empresa minera en un contexto específico,
la pregunta lógica que sigue es en qué medida esta especificidad puede ser replicable en
relaciones comunitarias en otros rubros de la economía como lo puede ser una empresa
forestal y comunidad indígenas, una hidroeléctrica y comunidades campesinas o, en
escenarios más urbanos, en ampliaciones del servicio de metro y comunidades aledañas de
vecinos. Si bien para esto es imprescindible profundizar e investigar en estos contextos
particulares, lo presentado sugiere que se debe reconocer la racionalidad que existe tras la
elaboración de juicios de las comunidades hacia las empresas y el sentido que tiene plantear
su desempeño económico y social como antecedentes de los procesos subjetivos implicados
en la relación con los miembros de la comunidad.
Esto va en contra de lo planteado en el “efecto Linville”, en donde si pensamos en esta
pequeña comunidad en pleno desierto de Atacama en el norte grande de Chile como un
stakeholder dependiente compuesto, debería pensarse que las respuestas cognitivas, como un
juicio, serán producto de la afectividad. Pero en contraste, lo que se muestra es que a pesar
de su situación de vulnerabilidad y la supuesta “baja complejidad”, existe un alto nivel de
racionalidad y los juicios son producto de una compleja evaluación del desempeño social y
económico de la empresa.
Asimismo, las teorías de persuasión en la literatura de procesamiento de información
proponen un modelo dual en que los individuos elaboran sus juicios a través de un proceso
deliberativo sistemático-racional o un proceso que demanda una aproximación menos
rigurosa y menor esfuerzo cognitivo (Zuckerman & Chaiken et al, 1998). En el caso de los
juicios de confianza por parte de los miembros de la comunidad, no es posible asegurar que
hay una tendencia hacia un proceso sistemático-racional y no una simple decisión que pase
por alto una evaluación compleja del desempeño de las empresas. Pero a pesar de esto, la
evidencia sí puede sugerir que hay una respuesta cognitiva de los sujetos a distintos
estímulos presentados en las encuestas que se acerca más a lo propuesto en la teoría o a lo
lógicamente interpretable que a respuestas de efecto reflejo y sin evaluación racional.
En la tipología de Meyers-Levy y Malaviya (1999), el mecanismo mediador de generación
de juicios de confianza de la comunidad se podría inscribir en las cercanías de una
“estrategia sistemática”11
dado que los resultados sugieren que existe una identificación,
11
Los autores identifican tres mecanismo de mediación entre la recepción de un mensaje y
elaboración de una respuesta. Además de la estrategia sistemática planteada, se reconoce una
53
comprensión y explicación de la información en detalle y no sólo respuestas aleatorias. Esto
es observable, por ejemplo, en cómo interactúan las distintas dimensiones del desempeño de
las empresas al explicar el juicio de confianza o la moderación que realizan las propias
creencias y actitudes de los sujetos.
La confianza, como aquí se muestra, se construye en base a un actuar moralmente correcto
en el sentido que el respeto al contrato social y un actuar con benevolencia hacia la
comunidad se transforman en el sustrato que hacen de una compañía minera confiable. La
definición de Gefen et al (2005) de la confianza como la expectativa de que el “otro”, una
empresa en este caso, actuará sin tomar ventaja de la “otra parte” adquiere sentido a partir de
la evidencia presentada. Esto se ejemplifica si pensamos en que la filantropía no se traduce
en una mayor confianza hacia las compañías si esta no respeta las tradiciones ni las normas
legales. O en el caso del desempeño económico, la generación de ingresos o las
competencias no tienen sentido como antecedentes de confianza, si no es respaldada por un
actuar positivo en cuanto a los elementos del desempeño social.
Al igual que en una amplia literatura sobre confianza en contextos económicos (Winter et al,
2004; Gefen, 2002; Davis et al, 2000; Mayer y Davis, 1999, el desempeño económico es un
antecedente que hace de la empresa una parte confiable. No obstante, los resultados indican
que en cuanto a las relaciones comunitarias, esto sólo ocurre si se respalda de un desempeño
social ya sea dando trabajo a la comunidad, dialogando con ella, con actitudes filantrópicas o
respetando el contrato social en sus distintos niveles. Así, las comunidades exigirían de una
compañía minera con los máximos niveles de generación de utilidades la retribución hacia
ellas y el respeto de sus normas.
Sin embargo, la confianza y su sustrato no aseguran en totalidad que las compañías no
puedan actuar injustamente y en desequilibrio hacia las comunidades vulnerables. En este
caso, además del riesgo inherente implicado en el acto de confiar, el elemento crítico lo
constituye la contratación de trabajadores miembros de la comunidad, que lo significa la
comunidad como el elemento del desempeño que tiene un mayor efecto sobre la confianza y
que tendría efecto aún en un escenario de débil respeto por las tradiciones propias de la
comunidad y deficiente respeto por las normas legales. Así, no se debe aceptar como
condición sine qua non para el actuar moralmente exclusivamente a este antecedente,
haciendo necesaria más y mejor regulación como resguardo. El caso emblemático, presente
estrategia heurística que implica una respuesta al mensaje en base a una simple regla y una estrategia
experiencial que refiere a las respuestas autonómicas.
54
en el mismo relato de los encuestados, es la compañía minera Cosayach y su planta Cala-
Cala adyacente a la comunidad, que posibilita una alta colocación laboral de los pozo
almontinos, pero pasa por alto normativas legales relativas a la utilización de aguas
subterráneas, pero aun así se expresa gratitud hacia la empresa y se la hace parte de la
historia de la comunidad en los relatos, lo que no asegura que esta compañía no actúe de
forma injusta12
.
4.2.- Racionalidad y significación del diálogo
Si bien es cierto, la filantropía y la contratación de trabajadores miembros de la comunidad
aparecen como los elementos del desempeño de las empresas más preponderantes en la
elaboración de juicios de confianza, sería la dimensión del diálogo la que presentara un
patrón singular que llamaría sobremanera la atención y que tendría un comportamiento
diferente al de los demás componentes. Esta relación particular del diálogo con la confianza
aporta aún más especificidad a la generación de confianza en relaciones business-to-
communities y que llamaremos la racionalidad del diálogo.
Ha sido demostrado que en Chile el bienestar subjetivo está dado, entre otros factores, por
sentirse respetado en dignidad y derechos, y el malestar social sería explicado por una
sensación de ausencia de este respeto (PNUD, 2012). Parece ser, que esta situación se
reproduce para la comunidad de Pozo Almonte, donde el diálogo aparece con sentido para
las comunidades, sólo en la medida en que va acompañado por un respeto hacia las propias
normas de la comunidad en su forma de tradiciones. El respeto se transforma en la condición
de posibilidad para que el diálogo genere confianza, sin respeto el diálogo carecería de
sentido.
Por otra parte, el diálogo y la competencia operarían como equivalentes funcionales, en el
sentido que altos niveles de competencia o lo que equivaldría a “saber hacer las cosas bien”
hacen innecesario el diálogo para la generación de confianza. Esto, porque posiblemente los
12
En octubre del 2011 la Corte Suprema condenó a la Sociedad Contractual Minera Compañía de
Salitre y Yodo Soledad (Cosayach) por la extracción ilegal de aguas subterráneas en la Provincia del
Tamarugal en la región de Tarapacá. Esta región del país es particularmente vulnerable a este tipo de
situaciones a partir de la escasez de agua en la cuenca de la Pampa del Tamarugal, en el desierto de
Atacama. Para más información leer nota de prensa del Poder Judicial (2011, 11 de noviembre).
55
miembros de la comunidad comprenderían la capacidad de lograr objetivos económicos
como un antecedentes que hace más probable la expectativa de que la empresa no actuará sin
tomar ventaja de la comunidad. En cambio, si hay bajas competencias o, en otras palabras, la
compañía “no sabe hacer las cosas”, el diálogo parecería como un antecedente importante en
la generación de confianza.
Asimismo, la complejidad del diálogo se vería en la forma particular en como interactúa con
algunas características del individuo. En esta dirección, las personas con tendencia hacia el
liberalismo desestiman la importancia del diálogo reforzando otras características. Esto
implicaría que los miembros podrían atribuir distintos sentidos al diálogo en las relaciones
que tienen sus comunidades con las empresas, por lo que la capacidad y estrategias de
diálogo deben incorporar esta pluralidad de significados.
Es imprescindible discutir en qué medida el efecto del diálogo se podría debilitar, moderar o
aumentar en sus distintas manifestaciones y niveles de participación ciudadana. En la
“escalera de participación” de Arnstein (1969) existe una oscilación entre las relaciones
basadas en el objetivo de calmar a la comunidad y las basadas en un control en las propias
manos de la comunidad y definido como el “poder ciudadano”, en este nivel el diálogo se
transformaría en un mecanismo más poderoso en la generación de vínculos entre las
compañías y las comunidades porque se sustentaría en una horizontalidad y transmisión de
poder ausente en un relación con stakeholders que dejarían de ser dependientes al poseer el
poder de la decisión. En el mismo sentido, Michael Callon (1999) discute el rol que se le da
al no-experto, en este caso la comunidad, en la toma de decisiones expertas como lo puede
ser la ubicación de una operación minera. El autor plantea tres niveles en donde el diálogo
entre las partes podría tener distintas significaciones y funciones en la relación. Por una
parte, la relación puede ser de alfabetización, por otra, de buscar hacer partícipe al no-
experto o bien, de la coproducción de decisiones. La respuesta escapa a los alcances de esta
investigación, pero sin embargo realza la necesidad de continuar profundizando en la
discusión sobre el rol y significado del diálogo en las relaciones comunitarias, como base
para el entendimiento y generación de confianza entre las partes.
56
4.3.- Complejidades del efecto lente
En la tradición sociológica se ha representado a la comunidad como un corpus homogéneo
en donde predomina la conciencia colectiva. En su recorrido por la formación del
pensamiento sociológico, Nisbet condensa la definición de solidaridad mecánica
durkhemiana, central para definir el sentido de comunidad:
“[La solidaridad mecánica] es la que ha existido a lo largo de casi toda la
historia de la sociedad humana: basada sobre la homogeneidad moral y social,
es reforzada por la disciplina de la pequeña comunidad. Dentro de este marco
domina la tradición, hay una completa ausencia de individualismo, y la justicia
se rige de manera arrolladora hacia la subordinación del individuo a la
conciencia colectiva […] todas las cuestiones relativas al pensamiento y
conducta individual son determinadas por la voluntad de la comunidad” (Nisbet,
1969:117).
No obstante, en la comprensión de las comunidades modernas que hoy exigen más y mejores
acciones de la empresa privada, es innegable la obligación de asumir su heterogeneidad sin
dar por supuesto la subordinación a la voluntad de la comunidad, y desde ese punto de
partida, plantear proyectos de desarrollo consensuados entre el Estado, la empresa privada y
los miembros de las comunidades. Y más aún, plantea desafíos de coordinación y de
representación a las mismas comunidades.
El proceso estudiado mediante el cual se genera la decisión de confianza se ha descompuesto
en 4 componentes principales: las características de las compañías mineras, el contexto de
dependencia, las descripciones de las viñetas como la forma en que se recibe la información
y las características de los propios individuos que elaboran los juicios. En este último
aspecto, decidimos profundizar y explorar en distintas características que moderarían la
generación de expectativas hacia el otro, y que demuestra la heterogeneidad al interior de las
comunidades.
Si bien, por los medios de comunicación es posible ver a las comunidades de las regiones
extremas del país movilizadas como un cuerpo, más o menos homogéneo, ante el impacto
57
ambiental de proyectos energéticos, se ha mostrado que dentro de estas comunidades existen
matices en la elaboración de sus juicios subjetivos.
En este sentido, la cercanía con aquellos que toman las decisiones en las empresas, la
orientación hacia el liberalismo económico o la conciencia de qué tan poderosos nos
sentimos, moderan el proceso de evaluación del desempeño de las compañías que se traduce
en un juicio. Estos fenómenos rechazarían la visión paternalista que ve a los miembros de las
comunidades como sujetos inactivos y poco racionales, y reafirmaría una visión que rescata
sus capacidades de decisión y autonomía.
La propensión general de los miembros de la comunidad a confiar entregaría una base de
confianza sobre la cual el peor o mejor desempeño de la empresa no generaría mayores
diferencias, porque las sujetos ya tendrían un juicio positivo de confianza per se. Para las
personas altamente confiadas, que las empresas den más o menos dinero en obras sociales no
los llevará a confiar más o menos en las compañías, en cambio los más escépticos estarán
llanos a las exigencias de accountability para decidir si confiar o no confiar o, en otras
palabras, son más sensibles al desempeño de las empresas.
Asimismo, la ideología política llevaría a que algunos sujetos desestimen ciertos elementos
del desempeño sobre otros para confiar. En este caso, aquellos miembros de la comunidad
que tienden hacia posiciones más liberales en su forma de ver el sistema económico,
consideran en menor medida el respeto a las tradiciones, y los menos liberales desestiman el
desempeño económico y el diálogo. La desconsideración del diálogo está tal vez explicada
porque no se precisa el nivel de decisión que está puesto en juego en la participación
ciudadana de esta naturaleza. Entonces, de una mano, el efecto del desempeño económico
sería consistente con una actitud más proclive hacia los intereses del sector de negocios y,
por otra, la desestimación de las tradiciones de los más liberales y del diálogo por los menos
proclives al liberalismo lo sería con la promoción de la iniciativa individual, ambos
principios que representan, según Dalton (1996), la mirada de la derecha sobre la economía.
De igual manera, el efecto de la similitud percibida con los gerentes de las empresas mineras
en la consideración del desempeño económico como un antecedente de la confianza lleva a
que la empatía y la cercanía con la comunidad sean elementos claves cuando se quiere
pensar en la generación de valor, en la obtención de licencias sociales y en el desarrollo del
territorio. Para que el éxito económico de las compañías sea visto con buenos ojos, los
miembros de las comunidades deben sentir similitudes con los gerentes de las compañías.
58
Finalmente, pareciera contradictorio que dentro de una pequeña comunidad dependiente
existen personas con una alta conciencia de poder, pero que sin embargo, reafirma la
heterogeneidad de creencias, valores y formas de estar en el mundo dentro de una comunidad
autocontenida y con sus contrato microsocial particular. A pesar de poseer una sensación
subjetiva de alto poder, esto se puede transformar en un arma de doble filo porque, como
sugieren los resultados, llevaría a desestimar el respeto a las normas legales como
antecedente de confianza, en este caso serían ellos mismos los responsables de garantir el
actuar moralmente correcto y no las leyes, o bien, este estaría dado por la benevolencia,
porque se resguardan de las faltas a la integridad a partir de su poder subjetivamente
mentado.
Estas reflexiones sobre las complejidades del “efecto lente” iluminan un conjunto de
problemáticas contingentes en la agenda pública nacional. Un ejemplo de aquello, fueron las
demandas ciudadanas de los habitantes de Freirina en el año 2012 por el cierre de la planta
faenadora de cerdos de Agrosuper en el Valle del Huasco, que daban a entender que la
comunidad era capaz de movilizarse exigiendo como causa común el término de las
operaciones. Sin embargo, tras la decisión del cierre y consecuente cesantía de un importante
número de personas, fueron los mismos miembros de la comunidad que perdieron sus
puestos de trabajo los que alzaron la voz por una solución a esta nueva problemática
(Medina, diciembre 2012). Por lo tanto, las políticas de gobernanza corporativa y de gestión
del territorio deben incorporar una mirada abierta hacia la pluralidad de interés de los
miembros de la comunidad, los relacionadores comunitarios no tan solo tienen que estar
abiertos a escuchar, sino que a escuchar a todos.
4.4.- ¿El proceso de confianza como "barrera" de la injusticia?
El continnuum de confianza se ha reconocido como una herramienta para hacer más
improbable la ruptura del principio de fairness por parte de las compañías, tanto por la
confianza en sí misma (Singh y Sirdeshmukh, 2000; Wicks et al, 1999; Zaher et al, 1998)
como por la reputación que genera confiabilidad y se respalda en una reputación construida
en un supuesto de actuar moralmente correcto (Greenwood y van Buren III, 2010).
59
Para el caso de la comunidad estudiada, la reputación o los antecedentes de la confianza
pueden asegurar que las empresas no actúen en perjuicio del más desventajado, en este caso
el stakeholder dependiente. La confianza se construye con integridad y con benevolencia, y
el éxito económico tiene sentido sí y sólo sí hay un desempeño social en esta dirección, que
involucre un respeto por las tradiciones y las leyes del país, además de un retribución a
través de la filantropía, la contratación y el diálogo. En resumen, estos antecedentes que
implican un actuar justo son condiciones sine qua non para que exista confianza, lo que
podría implicar o no que esta por sí misma genere presiones para el respeto del principio de
fairness.
Sin embargo, es necesario discutir dos situaciones críticas. Primero, la contratación de mano
de obra por parte de la comunidad podría ser un antecedente que hace de una empresa
confiable en ausencia de respeto al contrato social y deficiente desempeño económico. Esto
llevaría, y como lo demuestra el caso citado de Cosayach, a que las empresas pueden actuar
de forma injusta, e incluso puede transformarse en un incentivo perverso para un desempeño
que vulnere a las comunidades y lleve a las compañías a actuar con oportunismo. Por lo
tanto, es obligación de las comunidades ejercer su derecho de elaborar juicios subjetivos a
partir de una evaluación más amplia y que considere antecedentes que constituyan barreras a
la injusticia o, sino, radicalizan su situación de vulnerabilidad producto de la dependencia y
el desequilibrio de poder.
Segundo, es posible discutir que estos hallazgos sean comprendidos como un recurso de
información para que las empresas elaboren estrategias comunicacionales que “hagan
creer” que se cumplen estos requerimientos para la confianza. Es necesario reconocer, que
efectivamente existe el riesgo de un discurso de actuar moralmente sin sustento en la
realidad. Sin embargo, actualmente, y de forma creciente, la sociedad civil tiene más y
mejores herramientas para exigir el cumplimiento de compromisos y de la dimensión
discursiva. Asimismo, se ha demostrado un alto grado de racionalidad en los miembros de la
comunidad y este mismo recurso hace improbable que estas comunidades puedan ser
engañadas, pensar en las comunidades como un conjunto de sujetos irracionales y
susceptibles de ser engañados, es perpetuar la mirada paternalista que ha predominado en el
relacionamiento comunitario. Finalmente, hoy por hoy elementos objetivos del desempeño
social y económico no pueden ser “mentidos” producto que la información y las estructuras
cada vez se hacen más transparentes.
60
4.5.- Limitaciones y proyecciones de estudio
La elección de un caso sobre otro, de un método particular e innovador y el diseño de
investigación en general permiten iluminar el objeto de estudio desde un punto de vista
particular, desde el que no ha sido estudiado en la literatura de confianza desde stakeholders.
Sin embargo, también deja claroscuros que se detallan a continuación y que generan
preguntas para futuras investigaciones.
Una de las limitantes principales, lo constituye el hecho de la no replicabilidad de estos
resultados a otros escenarios de relación asimétrica entre comunidades y empresas. Si bien,
entrega ideas de cómo una comunidad dependiente genera confianza hacia las empresas, esto
no puede ser generalizado a otros sectores económicos, contextos culturales o tipos de
comunidades. Esto entrega lineamientos para plantearse preguntas similares en otros
contextos.
Por otra parte, la naturaleza de las encuestas, cuestión que las encuestas factoriales también
comparten, es que exime en cierta medida de la presión social en la generación de juicios.
Por ejemplo, en la encuesta un sujeto tiene mayor libertad para rechazar las actitudes
filantrópicas, libertad que podría ser menor en un espacio de deliberación colectivo abierto a
la sanción pública. De esta forma, no es posible recrear mediante este experimento el
proceso colectivo de negociación.
Asimismo, las encuestas factoriales intentan ser una forma de acercar los experimentos a la
realidad y darle una mayor validez externa. Si bien es un avance, aún deja de ser posible el
que un juicio emitido en la encuesta sea el mismo que si el sujeto se viera enfrentado a una
situación “real” de, por ejemplo, alta contratación, alta filantropía y deficiente respeto a las
normas legales.
De la misma forma, no fue posible por cuestiones de factibilidad aleatorizar el orden de las
viñetas en los distintos decks. Ni realizar lo mismo con el orden de las frases que componían
las viñetas. Esto, que fue probado en las versiones de prueba, inevitablemente podría haber
introducido sesgos a la investigación.
Por otro lado, las viñetas obligaron a seleccionar un número reducido de dimensiones del
desempeño de las empresas dejando de lado otros aspectos que pueden ser relevantes para la
generación de confianza. Como lo puede ser la contratación de mano de obra femenina,
61
diferenciación de empresas públicas o privadas y el respeto al medioambiente. Sobre todo
estas últimas pueden parecer importantes en el contexto estudiado, sin embargo, este
contexto es sólo un campo de estudio de la generación de confianza para stakeholders
dependientes a partir de la capacidad, benevolencia e integridad de las empresas y es
complejo poder incorporar estas categorías en esas dimensiones analíticas. Asimismo, al
utilizar la distinción desempeño económico y desempeño social estamos privilegiando dos
pilares de la sustentabilidad, desestimando el desempeño medioambiental para guardar,
como se dijo, consistencia teórica con los modelos de confianza de stakeholders hacia
empresas. E incluso, independientemente de incluir o no variables como el medioambiente,
no se altera la conclusión sugerida de la racionalidad de las comunidades dependientes.
Esta misma limitación abre el camino para una de las principales proyecciones de este
estudio que correspondería a cuestionar otros elementos del desempeño de las empresas en la
generación de juicios de confianza. De igual forma, profundizar en las mismas dimensiones
que fueron incluidas y que le evidencia presentada sugiere considerarlas como antecedentes
de la confianza. El caso más intrigando y que levanta más preguntas de investigación es el
diálogo.
62
CONCLUSIÓN Y PREGUNTAS PARA EL DEBATE
Uno de los lugares comunes más reiterados en temáticas asociadas al desarrollo es el desafío
de armonizar desarrollo económico con desarrollo social. Desde ese mismo punto de vista,
hemos mostrado cómo las compañías mineras pueden generar una sinergia entre su éxito
económico y su rol social para gatillar ciertos estados subjetivos de los miembros de la
comunidad. En ese proceso, no tan sólo existe un beneficio directo para las comunidades,
sino que también para las empresas. El potenciamiento de ciertas capacidades de las
pequeñas comunidades lleva a una generación de valor compartido que se traduce para las
compañías en licencias sociales para operar, mayor atracción de capital humano y, en
definitiva, una mejor relación con sus stakeholders.
El proceso de generación de confianza ha sido el foco en esta investigación y la comprensión
de cómo interactúan los componentes del desempeño de las compañías entre sí y con las
características de los sujetos, el principal aporte de esta investigación. Sin embargo, en lo
sustantivo, la evidencia presentada sugiere que las pequeñas comunidades que abundan en el
norte grande de nuestro país están lejos de ser comunidades irreflexivas y con incapacidad de
elaborar juicios, sino que por el contrario se ha mostrado que sus juicios responden a los
distintos escenarios presentados en las encuestas factoriales. Y que, incluso, estos
mecanismos de elaboración de juicios no son contraintuitivos y tienen sentido a la luz de la
teoría.
Cabe mencionar, que junto con asumir esta racionalidad de las comunidades, no es posible
pensar en un ideal de sociedad con las empresas al margen, siendo que ellas, y los individuos
que la constituyen, son el motor del desarrollo económico y agentes activos que pueden
contribuir al desarrollo social. Tampoco es obligatorio pensar que su incorporación deba
necesariamente implicar una estatización, sino que la iniciativa individual debe ser mejor
orientada hacia la generación de externalidades positivas hacia la sociedad y comprender
que, por otra parte, los beneficios de la sociedad no tan solo están en esas externalidades,
sino que empresas más “sanas” y exitosas también benefician a la sociedad a través de sus
trabajadores, de sus proveedores y de inversión. Pero para aquello, es imprescindible que las
mismas empresas consideren que ese éxito económico no es sólo mérito de la organización,
sino que es gracias a la red de stakeholders que en torno y gracias a ella se entreteje, lo que
exige que actúe con equidad y justicia.
63
La obligación también es de las comunidades compuestas por sujetos racionales con
capacidades para elaborar un juicio crítico sobre las compañías. Pero esa racionalidad debe
saber expresarse en un discurso público, en participación ciudadana y en una apertura al
diálogo. Es el deber de las comunidades el ejercer accountability y tratar de pensar en que
existen soluciones a un escenario que las sitúa una relación de dependencia con las
compañías mineras. Las redes entre comunidades o de comunidades con stakeholders más
poderosos es una estrategia, pero exige participación ciudadana y representación.
La confianza puede ser el mecanismo sobre el cual se pueden armonizar los intereses
privados de las compañías con los intereses del territorio en su conjunto. Pero esta confianza
debe descansar sobre pilares sólidos como lo son la benevolencia, la integridad y las
capacidades, y estos a su vez deben estar en un justo equilibrio para darle estabilidad al
constructo que están sosteniendo y que en último término contribuye a disminuir las
probabilidades de las que las empresas con mayor poder perjudiquen a las comunidades
vulnerables.
Por su parte, el Estado puede contribuir en la exigencia del cumplimiento de ciertos aspectos
del desempeño de las compañías. Sobre todo con la exigencia del cumplimiento de las
normas legales y de un mejor marco regulatorio. Hoy no existe una Ley de Responsabilidad
Social Empresarial ni organismos públicos destinados al tema como los hay en Dinamarca o
Inglaterra. Asimismo, el Estado puede transformarse en mediador en el diálogo o contribuir
a que pequeñas comunidades como Pozo Almonte tengan mayor cercanía al poder político
para equilibrar la balanza a su favor.
Finalmente, los miembros de la sociedad civil también debemos ser garantes de las acciones
que permitan armonizar el éxito de las empresas con el desarrollo de las comunidades.
Nosotros como multistakeholders presentes en los centros de producción de conocimientos,
ciudadanos de grandes centros urbanos y miembros activos de comunidades virtuales
podemos y debemos ejercer un rol más activo ante el escenario actual de relaciones
comunitarias, porque nosotros de una u otra forma también somos comunidad.
En este sentido, esta investigación ha sido un intento de contribuir en un aspecto particular a
la armonización entre intereses de las empresas y el bienestar de las comunidades:
comprender cómo los miembros de las comunidades confían en las empresas. Si las
empresas buscan construir una relación con las comunidades en base a la confianza, esta
debe constituirse tanto en su desempeño económico como social. De esta forma, la
64
reputación que genera confianza, será el elemento central que permitirá la generación de
valor compartido en base a la equidad y a un actuar en torno a lo éticamente correcto.
65
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70
ANEXOS
A.- MEDICIONES
A.1.- Propensión a la confianza.
Muy en desacuerdo En desacuerdo Ni de acuerdo ni en
desacuerdo
De acuerdo Muy de acuerdo
1 2 3 4 5
Se puede creer que la mayoría de las personas harán lo que ellos dicen que van a hacer.
Uno debe ser cauteloso con los extraños.
Debo estar alerta, o si no sería probable que una persona se aproveche de mí.
La mayoría de los vendedores son honestos al describir sus productos.
La mayoría de los vendedores no cobran excesivamente a personas que son ignorantes en su
rubro.
Las personas responden las encuestas de opinión honestamente.
La mayoría de las personas adultas son competentes en su trabajo.
A.2.- Similaridad con gerentes.
Quienes toman las decisiones más importantes en las empresas mineras son los gerentes.
Algunas veces se escucha o se lee sobre ellos sin conocerlos. Sin embargo, uno tiene una
imagen de ellos. Indique en los siguientes pares de palabras opuestas que tan similar o
diferente se siente usted en comparación a los gerentes de las empresas mineras.
Compartimos los
mismos valores 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Tenemos
distintos valores
Perseguimos
distintos objetivos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Perseguimos los
mismos
objetivos
Actúa como yo lo
haría 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Actúa distinto a
como yo lo
haría
Piensa como yo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Piensa distinto
a mí
71
Opina distinto a mí 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Opina igual a
mí
A.3.- Poder Subjetivo
Mucho Algo Poco Nada
1 2 3 4
Pensando en que hoy en día la educación es muy importante, ¿siente que el nivel y tipo de
estudios que usted tiene le permiten elegir libremente lo que quiere hacer?
Muy probable Algo probable Poco probable Nada probable
1 2 3 4
¿Cuán probable es que su ingreso o el ingreso total de su familia les permita a ustedes hacer
realidad los proyectos que se han planteado?
¿Cuán probable sería para usted obtener crédito en alguna institución como banco o
financiera?
¿Cuán probable es que encontrara alguna personas fuera de su hogar que le prestara dinero?
A.4.- Actitud Hacia el Liberalismo
Nuestros ingresos deberían
ser más equitativos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Necesitamos mayores
diferencias como incentivo
para el esfuerzo individual
Debería aumentar la
propiedad privada de
negocios e industria
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
El gobierno debería
incrementar la propiedad de
negocios e industrias
El gobierno debería ser más
responsable en que cada uno
sea provisto de las cosas
necesarias para vivir
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Las personas deberían ser
más responsables en
proveerse de las cosas
necesarias por ellos mismos
La competencia es buena.
Ayuda a las personas a
trabajar duro y a desarrollar
nuevas ideas
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
La competencia es mala.
Hace sacar lo peor de las
personas.
En el largo plazo, el trabajo
duro brinda un mejor vivir 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
El trabajo duro
generalmente no brinda
éxito- esto es más bien un
72
asunto de suerte
La gente solo puede hacerse
rica a las expensas de otro 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
La riqueza puede crecer
porque hay suficiente para
todos
B.- CORRELACIONES ENTRE DIMENSIONES DE LAS VIÑETAS.
TABLA 1- Intercorrelación entre dimensiones de las viñetas
Ingresos Competencia Contratación Filantropía Diálogo Micronormas Macronormas
Ingreso 1.00
Competencias 0.10 1.00
Contratación 0.03 -0.08 1.00
Filantropía 0.09 0.08 -0.04 1.00
Diálogo 0.18 0.07 0.02 0.07 1.00
Micronormas 0.02 0.01 0.06 -0.07 0.03 1.00
Macronormas -0.11 -0.01 -0.01 0.07 0.08 -0.03 1.00
C.- MODELO CON EFECTOS FIJOS VERSUS MODELO MULTINIVEL
TABLA 2- Comparación entre estimación de
modelo con efectos fijos y modelo multinivel
Var. Dependiente:
Confianza
Modelo 1a Modelo1b
Efectos Fijos Multinivel
Ingresos 0.220** 0.227**
(0.0974) (0.0967)
Competencia 0.299*** 0.279***
(0.103) (0.101)
Contratación 0.965*** 0.956***
(0.114) (0.113)
Filantropía 0.724*** 0.713***
(0.108) (0.107)
Diálogo 0.445*** 0.434***
(0.105) (0.103)
Micronormas 0.520*** 0.516***
(0.0781) (0.0770)
Macronormas 0.598*** 0.601***
(0.0787) (0.0777)
Constante 2.010*** 2.033***
(0.124) (0.144)
N 1,380 1,380
73
Sujetos - 138
R-squared 0.443 -
Nota: Errores estándar entre paréntesis, *** p<0.01,
** p<0.05, * p<0.1
D.- MEDIDAS DE INFORMACIÓN DE MODELO CON VARIABLES CONTINUAS
VERSUS CATEGÓRICAS.
TABLA 3- Comparación de modelos con variables categóricas versus continuas.
Likelihood Ratio Test Prob > chi2 0.0334
Continua anidada en Categórica
Modelo Modelo
Variables
Categóricas
Variables
Continuas
AIC 5035.154 5021.582
BIC 5260.037 5094.799