Post on 25-Jun-2015
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Según la OIT, el número de jóvenes desempleados en el mundo, marcó un récord de casi 81 millones en 2009, y el corto plazo se ve tan desalentador, que ya se empezó a hablar de una “generación perdida” (BBC, 2010)
De los 5,5 millones de jóvenes que tienen
ocupación….
Por ramas de la economía
27% Comercio, hoteles, restaurantes20% Agricultura
18%Servicios comunales, sociales y personales
13% industria manufacturera
Por posición ocupacional
45% Empleado particular
32% cuenta propia
10% trabajador familiar no remunerado
6% jornalero
4% empleado doméstico
2% empleado del gobierno
1% Patrón o empleador1% sin remuneración
Si el 75% de la población joven colombiana es una persona empleada por un particular o cuenta propia, ubicados principalmente en comercio, agricultura y servicios, entonces podemos inferir que la mayoría de la población joven trabajadora se encuentra en precariedad laboral: trabajan en sectores inestables y de baja remuneración donde se tiende a eliminar la relación laboral directa, es decir son en su mayoría trabajadores y trabajadoras informales
Datos del Dane del 2009
“vos ves aquí, trabajando en los buses, en las esquinas, los semáforos y en las calles, niños, jóvenes y personas de todas las edades. El centro es nuestra empresa. Nosotros trabajamos y nos la rebuscamos. Así no le vaya bien a todo el mundo, algo se hace.
La juventud colombiana no tiene un referente de derechos en sus representaciones sociales acerca del trabajo
Comparando
Tasa de desempleo general 12%
Tasa de desempleo juvenil 23%
Tasa de informalidad general en los últimos 10 años 58%
Tasa de informalidad juvenil en los últimos 10 años 73%
Tasa de desempleo hombre joven 18%
Tasa de desempleo mujer joven 29%
El desempleo y la precariedad laboral afectan
más a las personas menores de 26 años y principalmente
a las mujeres jóvenes
Datos del Dane del 2009
Pa’ nosotros esta es nuestra empresa, porque si a nosotros nos preguntan para dónde vamos, siempre decimos, a trabajar…Uno eso se lo aprendió a los cuchos; entonces, uno lo coge como si fuera la fábrica o la oficina de uno.
La precariedad laboral una herencia familiar …
Para el año 2010, en Colombia estaban afiliados a una organización sindical 810.193 personas, tan sólo el 4,2 de la población ocupada.
De cada 5 personas sindicalizadas, sólo 1 es menor de 26 años
Datos de la Escuela Nacional Sindical para el 2009
Según el Ministerio de protección social, para el año 2008, el 87% de la juventud trabajadora se encuentra por fuera del sistema de seguridad social en salud –contributivo o subsidiado–, pensiones y riesgos profesionales, y no tiene un contrato laboral formal
Sin trabajo formal con derechos y sin afiliación sindical, la juventud colombiana no tiene trabajo decente
Existen también, razones culturales, para explicar la baja participación
juvenil en las organizaciones sindicales
[1] Giraldo, Sol Astrid (2006). Imaginarios de los y las jóvenes trabajadoras sobre el sindicalismo. En: Cuadernos de la escuela No. 60. Ediciones Escuela Nacional Sindical
En un estudio realizado por Sol Astrid Giraldo, en el año 2006, se muestra como para jóvenes trabajadores informales, rurales e incluso trabajadores formales, el sindicalismo no tiene un lugar en sus representaciones sobre el mundo. Afirma Sol Astrid
“A veces, una vaga idea se cuela y se repite en un eco difuso y se llega a nombrar al sindicalismo como una organización que lucha (“personas, que se reúnen”. Sólo uno de los entrevistados habló de “un grupito”, dando la connotación de exclusión). Pero mientras el estrato de los entrevistados es más bajo, las mínimas referencias se pierden y estos jóvenes simplemente no reconocen la palabra, no la ubican en ningún contexto, no logran asirla a ninguna parte de su universo”[1].
¿Estos temas han de ser preocupación de la escuela, del docente y de la juventud de hoy?
Y ¿han de ser preocupación del sindicalismo magisterial?
Una primera respuesta, es afirmativa. La escuela hoy hace parte de las estrategias a través de las cuales el trabajo como derecho se desmorona, promoviendo en la formación de las nuevas generaciones la construcción de proyectos identitarios y sociales que ubican al trabajo como la máxima expresión de la capacidad de competir en un mercado libre; haciendo de la docencia, también un proyecto de competencias laborales; formando a los hombres y mujeres para una democracia restringida, que alude a la participación como instrumento garante del mundo establecido y no como posibilidad de transformación.
La legitimidad y relevancia del trabajo, los trabajadores y el sindicalismo para una sociedad más democrática
Los derechos sociales (el trabajo allí) en contra de la desigualdad, la pobreza y la exclusión
“el trabajo, los derechos laborales y sindicales como parte de la formación ciudadana de docentes,
estudiantes, padres/madres”
En este contexto, se hace pertinente volver a plantear la importancia de la ciudadanía social, que reconoce los derechos laborales, le da al trabajo un estatus de derecho , se preocupa por las condiciones de bienestar de las personas como ejercicio de inclusión y reconoce en la participación política de los trabajadores y trabajadoras una posibilidad de fortalecimiento de la democracia. En dos palabras la OIT lo ha resumido así