Cantares altos - Andaluces - Rafael Alberti, Miguel Hernández

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‘Balada para los poetas andaluces de hoy’. Poesía que pertenece a “Baladas y canciones del Paraná” (1954), obra poética de Rafael Alberti en sus años de exilio en la Argentina. ‘Aceituneros’. La poesía fue publicada por Miguel Hernández en 1937, en plena guerra en España. Forma parte del libro “Viento del pueblo”. Un viaje por tierras de Andalucía. Fotografías en las ciudades de Carmona, Córdoba, Granada, Ronda y Sevilla. Arquitecturas y cantares, integración de pueblos y de culturas. Arquitectura mudéjar y cantar flamenco; ibéricos y judíos, árabes y gitanos. *Música: 1) Poetas andaluces. La poesía de Rafael Alberti en las voces de Aguaviva. 2) Andaluces de Jaén. La poesía de Miguel Hernández en la voz de Paco Ibañez. *** Balada para los poetas andaluces de hoy ¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora? ¿Qué miran los poetas andaluces de ahora? ¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora? Cantan con voz de hombre, ¿pero dónde los hombres? con ojos de hombre miran, ¿pero dónde los hombres? con pecho de hombre sienten, ¿pero dónde los hombres? Cantan, y cuando cantan parece que están solos. Miran, y cuando miran parece que están solos. Sienten, y cuando sienten parecen que están solos. ¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie? ¿Es que acaso en los montes andaluces no hay nadie? ¿Que en los mares y campos andaluces no hay nadie? ¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta? ¿Quién mire al corazón sin muros del poeta? ¿Tantas cosas han muerto que no hay más que el poeta? Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos. Mirad alto. Veréis que miran otros ojos. Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre. No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo encerrado. Su canto asciende a más profundo cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres. *** Aceituneros Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos? No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor. Unidos al agua pura y a los planetas unidos, los tres dieron la hermosura de los troncos retorcidos. Levántate, olivo cano, dijeron al pie del viento. Y el olivo alzó una mano poderosa de cimiento. Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién amamantó los olivos? Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador que se enriqueció en la herida generosa del sudor. No la del terrateniente que os sepultó en la pobreza, que os pisoteó la frente, que os redujo la cabeza. Árboles que vuestro afán consagró al centro del día eran principio de un pan que sólo el otro comía. ¡Cuántos siglos de aceituna, los pies y las manos presos, sol a sol y luna a luna, pesan sobre vuestros huesos! Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, pregunta mi alma: ¿de quién, de quién son estos olivos? Jaén, levántate brava sobre tus piedras lunares, no vayas a ser esclava con todos tus olivares. Dentro de la claridad del aceite y sus aromas, indican tu libertad la libertad de tus lomas. ***

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Cantares altos

Rafael Alberti y Miguel Hernández

Andaluces

Balada para los poetas

andaluces de hoy

Rafael Alberti

¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?

¿Qué miran los poetas

andaluces de ahora?

¿Qué sienten los poetas

andaluces de ahora?

Cantancon voz de hombre,

¿pero dónde los hombres?

con ojos de hombre miran,

¿pero dónde los hombres?

con pecho de hombre sienten,

¿pero dónde los hombres?

Cantan, y cuando cantan

parece que están solos.

Miran, y cuando miran parece

que están solos.

Sienten, y cuando sienten

parecen que están solos.

¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin

nadie?¿Es que acaso en los montes andaluces no

hay nadie?¿Que en los mares y

campos andaluces no hay nadie?

¿No habrá ya quien responda

a la voz del poeta?

¿Quién mire al corazón sin muros del

poeta?

¿Tantas cosas han

muerto que no hay más

que el poeta?

¿Pero dónde

los hombres

?

Cantad alto. Oiréis que oyen

otros oídos.

Mirad alto. Veréis que miran otros

ojos.

Latid alto. Sabréis que palpita otra

sangre.

No es más hondo el poeta en su oscuro

subsuelo

encerrado. Su canto asciende a más

profundo

cuando, abierto en el aire, ya es de

todos los hombres.

Cantad alto. Oiréis que oyen otros

oídos.

Miguel Hernández

Aceituneros

Andalucesde Jaén,

aceituneros altivos,

decidmeen el alma:

¿quién,quién levantó

los olivos?

No los levantó la nada,

ni el dinero, ni el señor,

sino la tierra callada,

el trabajoy el sudor.

Andaluces

de Jaén,aceituneros

altivos,decidme

en el alma: ¿quién

amamantó los olivos?

Vuestra sangre,vuestra vida,

no la del explotador

que se enriqueció

en la heridagenerosadel sudor.

¡Cuántos siglos de aceituna,

los pies y las manos presos,

sol a sol yluna a luna,pesan sobre

vuestros huesos!

Andalucesde Jaén,

aceituneros altivos,

Preguntami alma:

¿de quién,de quién son estos

olivos?

Jaén, levántate brava

sobre tus piedras lunares,

no vayas a ser esclava

con todos tus olivares.

Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.

Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.

Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.

Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar

soplando a través de sus poros y conducir sus ojos y sus

sentimientos hacia las cumbres más hermosas.

Miguel Hernández,en la dedicatoria de‘Viento del pueblo’.

Música (1):

Poetas andaluces

La poesía deRafael Albertien las voces de

Aguaviva

Música (2):

Andaluces de JaénLa poesía de

Miguel Hernándezen la voz de

Paco Ibañez

Cantares altos

Fin

“Balada para los poetas andaluces

de hoy” pertenece a“Baladas y

canciones del Paraná” (1954),obra poética de Rafael Alberti en sus años de exilio en la Argentina.

“Aceituneros” fue publicada por Miguel Hernández en 1937, en plena guerra en España.

Forma partedel libro

“Viento del pueblo”.

Fotografías de Andalucía.Carmona, Córdoba,

Granada, Ronday Sevilla.

RealizaciónHéctor Tierno

BALADA PARA LOS POETAS ANDALUCES DE HOY

¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?

¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?Cantan con voz de hombre,

¿pero dónde los hombres?con ojos de hombre miran,

¿pero dónde los hombres?con pecho de hombre sienten,

¿pero dónde los hombres?Cantan, y cuando cantan parece que están

solos.Miran, y cuando miran parece que están solos.Sienten, y cuando sienten parecen que están

solos.

¿Es que ya Andalucía se ha quedado sin nadie?¿Es que acaso en los montes andaluces no hay

nadie?¿Que en los mares y campos andaluces no hay

nadie?¿No habrá ya quien responda a la voz del poeta?

¿Quién mire al corazón sin muros del poeta?¿Tantas cosas han muerto que no hay más que

el poeta?Cantad alto. Oiréis que oyen otros oídos.Mirad alto. Veréis que miran otros ojos.

Latid alto. Sabréis que palpita otra sangre.No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo

encerrado. Su canto asciende a más profundocuando, abierto en el aire, ya es de todos los

hombres.

Andaluces de Jaén,aceituneros altivos,decidme en el alma:

¿quién,quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,ni el dinero, ni el señor,

sino la tierra callada,el trabajo y el sudor.

Unidos al agua puray a los planetas unidos,

los tres dieron la hermosura

de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,dijeron al pie del viento.Y el olivo alzó una manopoderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén,aceituneros altivos,decidme en el alma:

¿quiénamamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,

no la del explotadorque se enriqueció en la

heridagenerosa del sudor.

ACEITUNEROS

No la del terratenienteque os sepultó en la

pobreza,que os pisoteó la frente,que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afánconsagró al centro del díaeran principio de un panque sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,

los pies y las manos presos,

sol a sol y luna a luna,pesan sobre vuestros

huesos!

Andaluces de Jaén,aceituneros altivos,

pregunta mi alma: ¿de quién,

de quién son estos olivos?

Jaén, levántate bravasobre tus piedras lunares,

no vayas a ser esclavacon todos tus olivares.

Dentro de la claridaddel aceite y sus aromas,

indican tu libertadla libertad de tus lomas.