Post on 09-Aug-2015
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 1
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA
1. INTRODUCCIÓN
Las Islas Canarias han estado siempre presentes en el ánimo de quienes, en mundo
antiguo, trataban de otear el horizonte en busca de lo ignoto, del finis terrae. En esta
búsqueda, en medio de la nebulosa de los tiempos, realidad y mito historia y leyenda se
entremezclan y confunden.
Durante cientos de años, Canarias más que una realidad, fue una intuición de los
autores clásicos; poco a poco, intuición fue haciéndose realidad.
2. LAS ISLAS CANARIAS EN LA MITOLOGÍA GRIEGA
Características de las Islas Canarias y su predisposición al mito.
Canarias es una zona proclive a ser el centro donde se ubican mitos grecolatinos. A la
hora de ver estos mitos hay que tener en cuenta la imagen del mundo que poseían los
griegos. Su primera teoría era que la tierra fuera plana, antes de esta teoría la imagen del
mundo era la que Homero propuso que defendía una tierra plana rodeada por el río Océano,
de donde todos los ríos manantiales y fuentes se nutrían. A partir de ésta se expusieron
otras como la de Anaximandro, que realizó el primer mapa terrestre que sirvió de base para
que posteriormente Hecateo (siglo VI a. C.) lo tomara como referencia, mantiene que
Océano rodea la tierra e introduce Europa y Asia. Él decía que la tierra era cilíndrica1, y en
una de sus caras viven los hombres. Para los pitagóricos la tierra era esférica, ellos decían
que el cosmos tenía que tener una determinada forma con una serie de características.
Asociaban las cosas a objetos geométricos siendo la esfera el objeto perfecto, por eso la
tierra tiene que ser esférica, razonamiento lógico. Heródoto se burlaba de la concepción
homérica. Con el paso del tiempo se dan cuenta de que el río Océano es un mar y por eso
amplían la zona terrestre.
¿Por qué se relacionan algunos mitos con las Islas Canarias? Por la propia naturaleza
del archipiélago, porque son islas montañosas situadas en los extremos del mundo2, lugares
propicios para localizar un mito. La existencia de estos mitos facilitó el descubrimiento de
1 Tres veces más larga que ancha.
2 Ya que para los helenos de la época a partir de las Canarias no había nada más sino el Océano, de ahí que los
latinos escribieran en las columnas que señalaban el final del mundo non plus ultra.
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 2
América porque los griegos ubicaban en los confines del mundo lugares paradisíacos. Hay
que tener en cuenta que con el cristianismo los mitos clásicos son sustituidos por los
bíblicos, de ahí que muchos hayan situado el jardín de Edén en América.
Para un griego el occidente era por este orden Italia, España y las Columnas de
Heracles (Estrecho de Gibraltar). Bermejo dice que la Península Ibérica, en un determinado
momento, era considerada por los griegos como el límite del mundo conocido, pero al
aplicar el conocimiento del mundo y de la navegación llegaron hasta las Canarias y de ahí
que se desplazara el límite.
La especial naturaleza de las Islas Canarias ha propiciado que sean aptas para
engendrar mitos. Todo en ellas parece estar bajo los efectos del mito; su raza aborigen, sus
montañas, su flora y fauna, incluso hasta su propio nombre. Por otro lado, prácticamente no
hay Historia de Canarias que no contenga uno o varios capítulos referidos al mundo antiguo.
En ellos es frecuente encontrarse con una serie de tópicos, repetidos una y otra vez, Sin
apoyo documental serio que suelen iniciarse con el conocimiento homérico de estas islas y
terminar con la leyenda de San Brandan y su búsqueda del ansiado Paraíso, pasando por la
referencia a los fenicios, cartagineses, griegos y romanos que, según las noticias tuvieron
contacto con ellas desde el siglo V a. C., por lo menos.
Entre estos tópicos, está una serie de temas míticos grecolatinos que no suelen faltar
en las introducciones históricas a nuestro pasado: Campos Elíseos, Islas de los
Bienaventurados, Islas Afortunadas, y Jardín de las Hespérides, Atlántida, etc. Alguno de
ellos sigue todavía con absoluta vigencia.
Cabría preguntarse por qué tantos mitos en nuestro suelo. Quienes han estudiado el
fenómeno coinciden en señalar que hay tres lugares muy propicios para situar en ellos lo
extraordinario y mítico: las islas, las montañas y los "extremos” de la Tierra.
La isla es un universo cerrado donde lo mítico existe por sí mismo fuera de las leyes
habituales. Por eso no es de extrañar que un pueblo tan rico en islas como el griego
haya creado una mitología insular tan abundante y que no se encuentra en ninguna
otra zona terrestre. La isla es siempre un lugar privilegiado para el acontecer de
fenómenos naturales, para el nacimiento de situaciones humanas inusuales o para el
desarrollo de lo exótico y milagroso. Y Canarias es un conjunto de islas.
También las montañas son proclives a desarrollar en su entorno misterios y
fenómenos insólitos. La mayoría de las Islas Canarias son montañosas.
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 3
Los “finis terrae" o “extremos del mundo” son considerados siempre lugares
extraordinarios y míticos por lo que de desconocido encierran. Hasta el
descubrimiento de América en el siglo XV, Canarias era el extremo occidental del
mundo conocido.
Canarias por tanto, participa de estos tres aspectos: es terreno insular, es montañoso y
fue en su momento extremo del mundo; de ahí, pues, su predisposición al mito.
La occidentalización de los mitos griegos.
Los mitos clásicos referidos a Canarias suelen encuadrarse en lo que desde hace algún
tiempo viene llamándose “geografía mítica ", y la mayoría de mitos están relacionados con la
idea de los antiguos sobre el “locus amoenus”.
Nos interesa ceñirnos a la parte occidental de la Tierra por ser la zona en la que están
situadas nuestras islas. Como es sabido, para un griego antiguo el Occidente (Hesperia)
empezó siendo Italia, luego España y finalmente, lo exterior a las Columnas de Hércules (el
estrecho de Gibraltar), donde está situado al Archipiélago Canario. No están claras las
primeras noticias sobre la parte occidental del mundo, ya que en ellas se encuentran
íntimamente enlazadas las noticias míticas e históricas.
Los temas míticos como Campos Elíseos, Islas de los Bienaventurados y Atlántida
fueron situados por los griegos en el ámbito geográfico de la Península ibérica y su entorno
porque, en un determinado momento, constituyó para ellos el límite occidental del mundo.
Anteriormente, estos mismos mitos estuvieron situados en otras regiones del Mediterráneo,
más próximas a Grecia; pero al irse ampliando el ámbito del mundo conocido, fueron
desplazándose hacia Occidente. Ello fue debido al desarrollo de las navegaciones coloniales.
Finalmente se produce un desplazamiento hacia las Islas Atlánticas, y en concreto hacia las
islas Canarias.
3. MITOS ENTORNO A LAS ISLAS CANARIAS
Los mitos relacionados con nuestras Islas desde la Antigüedad hacen referencia a las
Columnas de Hércules, Geríon, Gorgonas, Amazonas, Campos Elíseos, Islas de los
Bienaventurados, Islas Afortunadas, Jardín de las Delicias y Jardín de las Hespérides y por
último a la Atlántida.
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 4
Columnas de Hércules (Heracles)
Según un mito Heracles tuvo que abrir el istmo que unía el norte de África con el sur
de Hispania y de aquí surgieron las llamadas columnas. Las columnas han sido designadas
como islas, terraplenes, montañas, ciudades y columnas según el autor que las tratase.
Terminaron siendo el símbolo del fin del mundo y por eso en la antigüedad fue muy popular
usar las llamadas columnas de Heracles que delimitaban el mundo, por eso había unas en
España, en la India, etc.
En una versión árabe se dice que los griegos tomaron esta idea de los fenicios ya que
ellos poseían las Columnas de Melkart3. Estrabón en el libro III de su Geografía, al hablar de
la Península Ibérica dice que eran pilares que pertenecían a un templo gaditano consagrado
a Heracles. Los que terminaban su navegación iban al templo y hacían sacrificios en honor
del héroe.
Un autor árabe del siglo X d.C., Masoudi, dice que donde se encuentra el
Mediterráneo y el Océano hay un faro de cobre y piedra en el que hay unas inscripciones y
una estatua que señala que más allá no hay nada (non plus ultra). Para Marcos Martínez esta
estatua es como la de Colón que señala el camino hacia el nuevo mundo, hacia América.
GERIÓN, GORGONAS Y AMAZONAS
GERIÓN. Era un gigante de tres cabezas y tres cuerpos hasta la cintura, ya que hacia
las piernas sólo era un cuerpo. Vivía en la isla de Eritia4, que estaba situada en el Océano,
más allá de las Columnas de Heracles, donde poseía muchos rebaños. Hesíodo hace la
primera versión de este mito.
Otra historia dice que era rey de España de cuya sangre brotó el árbol geroneo, que
produce la cereza sin pipa. Cronistas de Canarias también lo ubican en las Islas, pero el
holandés Schoo ha dicho, recientemente, que su nombre significa ‘hacerse oír’ o ‘el que
ruge’ e identifica al gigante con erupciones y volcanes, de ahí que se haya identificado a
Gerión con el Teide y su árbol con el drago y la saga de Gerión hay que hacerla derivar de
Tenerife. Pero la crítica coincide en ubicarlo en las profundidades de Cádiz.
3 Melkart era un dios parecido a Heracles, patrón de Tiro con un templo en la antigua Calir (Cádiz).
4 Eritea o Eritia.
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 5
GORGONAS. Son monstruos femeninos. Hesíodo menciona tres: Esteno (la
poderosa), Euríale (la gran viajera) y Medusa (la reina). Son hijas de divinidades marinas que
vivían más allá del Océano en el límite de la noche, no lejos del país de Gerión y de las
Hespérides. Sus cabellos eran serpientes, poseían colmillos de jabalí, manos de bronce y de
sus ojos salía fuego. Diodoro Sícula en Biblioteca mítica las presenta como un pueblo
guerrero que vivía cerca del monte Atlas, que luchó contra las Amazonas y que fue vencido y
destruido por Heracles.
Es frecuente mencionar las islas de las Gorgonas frente al cabo de poniente. Plinio
dice que aquí estuvo el general Hannon cuando realizaba un viaje. Están llenas de hombres
salvajes con el cuerpo peludo llamados gorola. Algunos historiadores, como el francés Bory
de Saint las identifica con Cabo Verde. El belga Smitch las ubica en Canarias porque, según
él, en el mito se menciona a Fuerteventura.
AMAZONAS. Eran unas mujeres que mataban a los hombres, ya que sólo los
necesitaban para fecundarlas, reciben ese nombre porque se amputaban el pecho izquierdo
para sí tener un mejor tiro con el arco. Eran unas buenas jinetes y guerreras. Este tema
aparece en la Ilíada, ya que ayudaron a los troyanos. Alejandro Magno se entrevistó con su
reina. A ellas se las ubica en los límites del mundo al nordeste de África o norte de los
escitas. Se relaciona con Canarias a partir de los datos proporcionados por Diodoro Sículo y
de una leyenda celta que habla de una isla de mujeres o una isla feliz.
Campos Elíseos
Los Campos Elíseos y las Islas de los Bienaventurados aluden a un mismo concepto: al
lugar de residencia de determinados héroes y almas después de la muerte. Este es uno de
los tópicos que más relación van a tener con nuestras islas.
El Elíseo como lugar de retiro confortable en el que se suponía que gozaba de absoluta
felicidad todo aquel que lo habitase, que no llegaba la muerte y que no estaría situado ni en
el Hades ni en el Olimpo, sino en una región de la superficie de la tierra, hace su aparición en
la literatura occidental con Homero (en la Odisea).
Se ha utilizado esta expresión como morada de héroes (Menelao, Aquiles...), como
residencia de almas piadosas y justas, como "locus amoenus’ o pasaje ideal (de ahí la
conexión con nuestras islas).
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 6
En el primer texto griego en que aparecen citados, los Campos Elíseos se ubican de
forma vaga e indefinida “en el extremo de la tierra’, en medio de las aguas del Océano. Esta
vaguedad del texto homérico motivó desde el principio toda clase de elucubraciones sobre
su localización. Los principales emplazamientos en los que se situaron fueron en Grecia,
Egipto, Occidente, la Luna y en las islas atlánticas. Algunos ven en este texto no sólo las
Canarias, sino también Madeira y Porto Santo.
Islas de los Bienaventurados
Este es el otro concepto paralelo al anterior, entendido como lugar de residencia de
unos determinados héroes o almas justas. El concepto de Islas de los Bienaventurados es
uno de los temas escatológicos que más conexión han tenido con nuestro Archipiélago, ya
que la denominación de Islas Afortunadas, aún vigente, procede de él.
La primera aparición en la literatura occidental de la idea de unas”islas dichosas, felices
o afortunadas”, en las que residen héroes o almas, tiene lugar hacia la segunda mitad del
siglo VIII a. C., en “Los Trabajos y los Días” de Hesíodo. Ese pasaje está en el contexto de uno
de los mitos más conocidos en relación con el género humano: mito de las edades o mito de
la Edad de Oro.
La mayoría de los elementos característicos de esta primera edad feliz de la
Humanidad los veremos transferidos al tema de las Islas de los Bienaventurados. Después de
Hesíodo son numerosísimos los autores que nos hablan de personajes que residen en estas
islas: Platón, Apolodoro, Eurípides...
Hacia el siglo V a.C. se opera en Grecia un cambio de perspectiva en relación con el
tema: tiene lugar una nueva concepción sobre la vida en el Más Allá. Se introduce como
novedad la idea de que después de muerte hay premios y castigos: éstos por transgredir las
leyes divinas, aquellos basados en la idea de la transmigración de almas y sus sucesivas
purificaciones, lo que podría llevar a vivir en unas Islas de los Bienaventurados. Ahora no se
trata de héroes vivos, sino de personas después de su muerte.
Al igual que el mito de los Campos Elíseos, el de las Islas de los Bienaventurados
desarrolla también el motivo del “locus amoenus”, como puede apreciarse en Hesiodo.
Precisamente la descripción física de estas islas, con insistencia en los aspectos
naturales será una de las notas distintivas de las Islas de los Bienaventurados frente a
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 7
Campos Elíseos. Las características de este tipo de islas son: clima de eterna primavera,
extraordinaria riqueza forestal, gran fertilidad natural, enorme riqueza animal,
superabundancia de aguas, gran cantidad de minerales, una vida sin fatigas ni trabajos,
exenta de enfermedades y de la vejez a veces con elementos extraordinarios como ríos de
leche, cosechas de pan...
Islas Afortunadas
Hay algunos autores, en especial latinos, que citan unas islas atlánticas,
geográficamente situadas frente a la actual Mauritania, o a largo de la costa occidental
africana, que con cierta probabilidad puede referirse a cualquiera de los archipiélagos
atlánticos, como las Azores, Madeira, Canarias, Salvajes o Cabo Verde. Cualquiera de ellas, y
algunas no citadas, podría corresponder a las antiguas Islas Afortunadas citadas de las
fuentes antiguas.
El primer texto antiguo, y el más importante, y que con toda seguridad habla de
nuestras islas con la denominación de Afortunadas, es el de Plinio, (Historia Natural. VI, 199-
205.)Aquí tenemos la mención de algunas de ellas, como Junonia, Pluvialia, Capraria,
Ninguaria, Canaria, Ombrios, Convallis....A partir de entonces, muchos autores citan las islas
y la característica de todos ellos es la desfiguración que van sufriendo los nombres de cada
una de las islas hasta el punto de multiplicarse en relación con la primera serie ofrecida por
Plinio.
También es necesario incluir la posibilidad de que personajes de la historia hayan
podido venir por estos parajes. En general son tres las figuras que se suponen han venido a
estos lugares:
El almirante cartaginés Hannón, que hacia el 460 a.C. habría realizado un periplo
por la costa atlántica africana.
El romano Sertorio, que quiso retirarse a un lugar donde pudiera vivir en paz,
lejos de las guerras civiles.
Las expediciones de Juba, rey de Mauritania.
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 8
Jardín de las Hespérides y Jardín de las Delicias
Se conoce con el nombre de Hespérides a las descendientes de Héspero, el lucero
vespertino, por lo que su nombre viene a significar “las Occidentales”. En la mitología griega
aparecen sobre todo como cuidadoras del famoso “Jardín de las Hespérides”. En definitiva
se trata de uno de tantos jardines míticos que podemos encontrar en la literatura antigua, y
sobre todo, el llamado Jardín de las Delicias.
Desde los poemas de Homero encontramos en Grecia una tradición ininterrumpida
referida a este tipo de jardines: hay toda una larga tradición de jardines de dioses, de
musas... en el que hay que enmarcar el Jardín de las Hespérides. Se trata de un jardín de los
dioses, muy ligado a las bodas de Zeus y Hera, donde se encuentran las manzanas de oro,
custodiadas por unas ninfas y un dragón, y donde se localiza también un árbol de la vida.
Este jardín aparece en uno de los Doce Trabajos de Hércules, a quien se le encomendó
ir a buscar las manzanas del Jardín de las Hespérides.
Asociado con este mito suele aparecer el de Atlas (hermano de Héspero) Los griegos y
romanos siempre conocieron mal la montaña africana que hoy conocernos corno Atlas. Se
suele relacionar a Atlas con Occidente.
Lo único que se puede decir de la localización de las Hespérides es que se trata de una
de las islas del Océano Atlántico, situadas frente a la costa Occidental de África, pero de
difícil identificación, ya que pueden referirse a cualquiera de las islas de esta parte atlántica
que se conoce hoy como Macaronesia (Azores, Madeira, Canarias, Salvajes, Cabo Verde...).
Este tema junto con el de la Atlántida, es uno de los que más se han puesto en
conexión con Canarias. Los argumentos que se esgrimen son siempre los mismos:
identificación del Atlas con el Teide, equiparación de las Hespérides con unas supuestas islas,
así llamadas, en el Océano Atlántico; localización del famoso jardín en alguno de los valles
canarios, casi siempre en la Orotava; identificación de las míticas manzanas con algún fruto
de estas tierras, como los nísperos...
La Atlántida
Es un tema muy discutido y popular, ya que tiene como contenido la ancestral
aspiración de la humanidad a una tierra más feliz. Posiblemente no haya una leyenda más
misteriosa y romántica a la vez, que haya seducido la imaginación de tantas generaciones de
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 9
hombres como la Atlántida. Es una leyenda que cuenta con casi veinticuatro siglos de
existencia porque las primeras noticias de ella nos las ofrece Platón que nos habla de una
gran isla llamada Atlántida, más grande que Asia y Libia juntas, situada al otro lado de las
Columnas de Hércules, habitada por un pueblo poderoso y guerrero, que en un momento
dado invadió Europa y fue derrotado por los griegos al mando de los atenienses. Luego la isla
desapareció como consecuencia de un gran seísmo y fue tragada por el mar.
La teoría de la localización en el Atlántico ha sido sustentada con geólogos eminentes,
quienes han dado el nombre de la Atlántida a un hipotético continente que en sus tiempos
habría ocupado el Atlántico Norte del que quedarían como testigos las islas Azores, Madeira,
Canarias y Cabo Verde. Esta teoría se apoya en la naturaleza de los sedimentos paleozoicos y
en la distribución geográfica de los animales y plantas actuales y extinguidas. Han sido
también muchos historiadores canarios que han creído en una Atlántida canaria. Pero la
verdad que sólo es un mito.
Esta leyenda tiene XXIV siglo de antigüedad, ya que la primera vez que se menciona es
con Platón, ya que él hace referencia a este mito en dos obras suyas en el Timeo y Critias.
Desde que esta historia fue contada se han realizado diferentes reinterpretaciones, pero
destacan dos posturas principales; por un lado los que creen que el relato es una invención
de Platón y por lo tanto niegan su existencia; y por otro, los que creen su veracidad e
intentan resolver su enigma. Otras posturas son por ejemplo los que creen en la historicidad
del relato, es decir, una base real deformada por el paso del tiempo; o los que creen que es
una recopilación de leyendas y hechos históricos de distintos pueblos y épocas; los que la
identifican con América; o los que creen que Platón se lo inventó para exponer a la sociedad
su ciudad ideal.
Este tema despertó un gran interés en el mundo clásico ya que existen diversos
comentarios. Para Aristóteles fue una invención de Platón y para quitársela de encima tuvo
que hundirla. Para Crautor el relato era pura historia. Plinio habla de una Insula Atlantis.
Diodoro Sículo asocia a los atlantes con otros pueblos mitológicos como amazonas y
gorgonas. Plutarco en la Vida de Solón cuenta que Solón tenía la intención de escribir una
obra dedicada a contar la historia de la Atlántida y no lo hizo porque murió. En la Edad
Media también se sigue utilizando este mito.
Ha habido muchas teorías sobre la existencia de la Atlántida y cada uno de los
argumentos venía determinado por la formación del estudioso; para el geólogo, existe
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 10
porque entre África y América hay islas volcánicas que se pueden tratar de restos de un
continente hundido. Para el zoólogo existe porque la fauna de las islas son muy parecidas, y
esto es sólo explicable si todas estas islas estuvieran juntas formando un continente. Para el
botánico existe porque hay plantas muy parecidas en todas las islas que formaría los restos
del continente. Para los antropólogos y etnólogos existe ya que los guanches serían los
descendientes de los atlantes. Los filólogos recurren al parecido entre las lenguas amerindias
y europeas, por ejemplo para los aztecas y los pueblos de América del Norte atl- significa
‘agua’, de ahí que la Atlántida fuera el ‘país en medio del agua’.
Hay dos tipos de atlantes:
Pueblo que vive en las faldas del Atlas. No son cultos, no ricos, ni civilizados.
Pueblo mítico de Platón. Diodoro Sículo dice que fue el primer pueblo al que
se enfrentaron las Amazonas siendo derrotadas. Era el país-cuna de los dioses.
San Borondón
Se ha defendido que tanto en la literatura griega como en la latina hay tres paraísos:
paraíso pasado, edad de oro; paraíso futuro, el más allá, el mundo mejor, la utopía; y el
paraíso presente, situado en el Atlántico asociado con el final del mundo. También, en otras
culturas, hay referencia de otros paraísos paraíso del Génesis; al de los hindúes5; al de los
budistas6; en China, la Isla de los Inmortales; para la cultura Azteca, Taplayán, etc. El paraíso
se ha intentado ubicar en tres zonas distintas: al este en el Génesis, al oeste para los griegos
y en el cielo, influencia de la teoría de que el cielo es un duplicado de la tierra. También se ha
intentado ver la relación del paraíso con las Islas Canarias a partir de un texto de Isidoro de
Sevilla donde relaciona las Canarias con el paraíso. Juan Regulo lo ha argumentado por la
aparición del drago en el cuadro del Bosco El jardín de las delicias. Pero la relación más
estrecha es la de la Isla de San Borondón, que parte de una leyenda celta sobre el monje San
Brandán7, autor de un inrama o libro de viaje titulado Vita sancti Brendani o Navigatio sancti
Brendani, donde narra su viaje en busca del paraíso.
La leyenda posee tres versiones. La más clásica cuenta que el monje irlandés Brandán
recibe la visita de san Barinto que le habla sobre el paraíso terrenal que ha visitado. Es por
5 Bandana.
6 Tierra de la felicidad.
7 Brandán o Brendán o Brendana > Borondón.
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 11
esto por lo que el monje sale en su busca acompañado de catorce monjes. Después de
cuarenta años llega a una isla, la Isla de las Delicias, tras haber atravesado por otras islas
como la de los carneros, la de los pájaros,... En esta isla pasa siete años y luego se vuelve a su
monasterio. No se menciona la isla de San Brandán pero posteriormente sí, tanto que llega a
aparecer en los mapas hasta 1492. Muchos testigos han visto esta isla, que sólo se puede ver
con una serie de condiciones atmosféricas, en Canarias e incluso se han dibujado mapas de
ella. Se han hecho diversas expediciones siendo la última en 1721. De esta isla destaca su
carácter flotante8, el tema de isla-ballena (San Brandán arriba a una isla para repostar que se
hunde al encender el fuego de las fogatas. Este es un tema del folclore tradicional muy
importante en la India, la isla-pez, que se traga a los hombres pero la narración continúa
dentro del animal. Estas leyendas fueron muy conocidas en la Edad Media y en el ámbito del
Islam, ya que aparece en el cuento de Simbad el marino y en Las mil y unas noches) y la
naturaleza fantasmagórica que siempre motivó problema y controversia, ya que es un
espejismo lo que hace ver la isla, un caso parecido ocurre en Japón. El nombre que el monje
da a las islas que se va encontrando por el camino ha sido motivo para identificarlas con las
Canarias9, por ejemplo la isla de los pájaros con Gran Canaria, la isla de los bosques con la
Gomera, la isla de los frutos color rojo con La Palma, la isla pedregosa e infernal con
Tenerife10, la de los montes escarpados con Lanzarote,...
La segunda variante es muy parecida a la primera sólo se diferencia de ésta porque el
protagonista no es un monje irlandés sino gaélico y quien revela que existe la isla es un
ángel.
La tercera versión es sajona, en este caso San Brandán está leyendo un libro que
cuenta cosas fantásticas y por ese motivo lo quema, por eso es castigado por Dios que le
manda a realizar su propio libro escribiendo sus vivencias fantásticas personales.
Pero esta no es la única isla mística insertada en el folklore canario ya que también se
encuentra la Isla de la Manteca en la Gomera.
8 El tema no es una invención ya que para los griegos Delos fue errante, flotante hasta que Apolo la hizo cede de
su templo. 9 Teoría de Correa Calderón.
10 No hay que olvidar que Tenerife significa ‘Tierra de fuego’.
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 12
TEXTOS SOBRE CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 13
Literatura latina
CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA 14