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UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE BOLIVIA
FACULTAD DE TEOLOGÍA
LOS ATRIBUTOS DE DIOS
MONOGRAFÍA
PRESENTADA EN CUMPLIMIENTO PARCIAL
DE LOS REQUISITOS DE LA MATERIA DE
TTTH 0641 TEOLOGIA SISTEMÁTICA I
POR
TÉCIO ALVES DOS SANTOS
VINTO, COCHABAMBA
SEPTIEMBRE 2011
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TABLA DE CONTENIDO Capítulo
I.INTRODUCCION…………………………………………………………………..…..3 II. REALIDAD DE DIOS………………………….……………………………...…..... 4
Fuentes de conocimiento…………………….………………………….............4 Antropomorfismos...…………………………..……………………...................5 Visiones……………….………………………………….…….………...……..5
II. ATRIBUTOS DIVINOS………………………………………………….....................6
Nombres de Dios……………………………………………………………….6 Eternidad……………………………………………………………………….7 Inmutabilidad…………………………………………………………………...7 Omnipresencia…………………………………………………………….........8 Amor e ira………………………………………………………………………8 Santidad………………………………………………………………………..9
. III . EL IMPACTO DE LA FILOSOFIA…………………………………………………10
Antecedentes filosóficos………………………………………………………10 Periodo patrístico……………………………………………………………..11 Edad contemporánea………………………………………………………….12
IV. CONCLUSIÓN………………………………………………………………………...15 Apéndice BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………..………........16
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INTRODUCCIÓN
La creencia en un Dios, o un Ser Supremo siempre ha sido algo que caracterizó a las
naciones antiguas. Desde los tiempos más remotos, donde se puede llegar la arqueología
con sus pesquisas, ellas indican que estos pueblos veneraban con extrema religiosidad y
respeto, a los seres que ellas afirmaban haber creado y mantenido el planeta. Sin embargo
habían también, quienes rechazaban la existencia de un Dios o dioses, como los filósofos
griegos. El hecho es que Dios es un personaje que es fundamental en la vida del ser
humano, tanto a los que afirman no creer, cuanto aquellos que creen y deponen sus vidas en
la mano de este Ser.
El objetivo de este trabajo no es estudiar, o averiguar la existencia de Dios, sabiendo
que este es un tema que amerita profundo estudio y diversas conclusiones (hasta cierto
punto personales). El trabajo buscará en las fuentes escritas, lo que se denominará como
revelación, y buscara en las revelaciones tales como la Biblia como fuente primaria y
fundamental, y secundariamente escritos de padres de la Iglesia, escolástica entre, atributos
del Dios del cual la Biblia habla y revela, partiendo del principio encontrado en
Deuteronomio 29:29.
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CAPITULO I
REALIDAD DE DIOS
La existencia de Dioses la gran presuposición de la Teología. No hay sentido en
hablarse de conocimiento de Dios, si no se admite que Dios existe. La presuposición de la
teología cristiana es un tipo muy definido. La suposición no es apenas de que hay alguna
cosa, alguna idea o ideal, algún poder o tendencia con propósitos, a que se pueda aplicar el
nombre de Dios, sino que hay un ser personal auto-consciente, auto existente que es el
origen de todas las cosas y que trasciende la creación.
Fuentes de conocimiento
Al hablar de las fuentes para el conocimiento de Dios, se debe tener en clara, la idea
de que existen dos fuentes, o dos maneras por las cuales Dios se revela a la humanidad. Son
ellas: La Biblia y la Revelación General.
Hay una diversidad de interpretaciones de la doctrina cristiana acerca de Dios. La
diversidad de fuentes consultadas para el conocimiento de Dios constituye la razón que
explica la discrepancia de enfoques y contenidos.1
La naturaleza intelectual y moral del hombre para preservarse de la constante
deterioración, y garantizar su desarrollo y progreso, requiere una revelación de autoridad y
auxilio religioso de un Ser más elevado y más completo. Por este motivo, Dios por medio
de su Santo Espíritu, ha decido revelarse a la humanidad por medio de la Biblia. En
1Iglesia Adventista del Séptimo Día, Tratado de teología adventista del séptimo día
(Buenos Aires, Argentina: ACES, 2009), 122.
5
síntesis, el verdadero conocimiento de Dios puede obtenerse únicamente sobre la base de
la revelación bíblica. 1
Dios además de revelarse en Su palabra, también re reveló al hombre de varias
formas y de varias maneras, vale la pena destacar: la naturaleza (Sal 19, 65:6-13), también
se reveló en la consciencia humana (Ro 1:19), estas son características de la revelación
general.
Antropomorfismos
Las figuras gramaticales referentes a Dios en términos humanos son abundantes en
la Biblia. Algunos autores divergen en la idea, la cual duda si estas manifestaciones son
metafóricas, es decir, son meramente ilustraciones para enseñar una idea sobre Dios, o si
son literales en las cuales Dios realmente asume una forma antropomórfica, o sea toma la
forma humana.
El cierto es que inúmeras veces Dios se ha manifestados a sus creaturas, conforme
se nota en los respectivos textos (Éx 3:20, 6:6; Dt 4:34; Is 37: 17; 59:1; Sal 11:4; Zac
4:10).2
Visiones
La Escritura presenta visiones de Dios sobre su trono. Dos de tales visiones se
encuentran en Daniel 7 y Apocalipsis 4 y 5. Juan nos da una visión similar. Dios se
manifesto a sus siervos profetas de distintas formas, em diferentes períodos de la historia.3
1Millard J. Erickson, Christian Theology (Grand Rapids: Baker Book House, 1985),
56. 2Robert W. Jenson, Dogmática Cristã (São Leopoldo: Sinodal, 1990), 345. 3Emery H. Bancroft, Teologia Elementar (São Paulo: Editora Batista Regular,
1998), 213.
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CAPITULO II
ATRIBUTOS DIVINOS
Nombres de Dios
Con cuanto que la Biblia registre varios nombres de Dios, habla del Nombre de Dios
en el singular como, por ejemplo, en los siguientes pasajes (Ex 20:7, Sal 8:1, 48:10, 76:1,
Pv 18:10). En estos casos “el nombre” vale por toda la manifestación de Dios en su relación
con el pueblo, o simplemente por la persona, de manera que constituye el sinónimo de
Dios. Este uso se debe al hecho de que, según el pensamiento oriental, jamás un nombre era
considerado como simple vocablo, pero sí como expresión de la naturaleza por él
designada. 1
Saber el nombre de una persona era tener poder sobre ella, los nombres de los
dioses eran utilizados en los encantamientos para ejercer poder sobre ellos. Entonces, en el
sentido más general de la palabra, el nombre de Dios es su auto revelación. Es un
designativo de Él, no como Él existe en las profundidades de su Ser Divino, pero como Él
se revela especialmente en sus relaciones con el hombre. El nombre de Dios es subdividido
en muchos nombres, que expresan el multiforme Ser de Dios. Es únicamente porque Dios
se reveló en Su nombre que podemos designarlo por ese nombre de varias formas. Los
nombres de Dios no son una invención humana y derivados de las relaciones humanas y
1Augusto Hopkins Strong, Teologia Sistemática (São Paulo, Brasil: Edições Vida
Nova, 1990), 67.
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terrenales, son antropomórficos y señalan una condescendiente aproximación de Dios al
hombre. 1
Eternidad
El cristianismo siempre há entendido a Dios como eterno (Apoc 1:4). No há habido
tiempo en que Él no haya existido, aún em el principio Él siempre ha estado allí.
Cuando se investiga la Idea de eternidad en El registro bíblico, La primera idea que
se advierte es que las palabras traducidas usualmente como eternidad tienen un claro
significado temporal. 2
Inmutabilidad
Ser inmutable es ser siempre el mismo, sin experimentar ningún tipo de cambio o
mutación. No cambian ni Dios, ni sus designios. Así nos dice la Sagrada Escritura (Sal 32:
11, 101:26-7, Mal 3:6, Sant 1:17).
Dios es siempre el mismo. Dios siempre ama la virtud y siempre detesta el pecado.
Cuando perdona y ama al pecador arrepentido, es el pecador el que cambia, no Dios.
Por eso, cuando la Biblia dice, por ejemplo, que Dios se arrepintió de haber creado a los
seres humanos, o cuando habla de la ira divina, son términos que el escritor sagrado usa en
forma figurativa, se puede decir “humanizada”, que no debe tomarse en forma literal.
Los designios de Dios son estables. Si Dios hace un milagro, no es que está
cambiando sus planes, sino que Él desde siempre dispuso las leyes de la naturaleza y desde
1 Louis Berkhof, Teologia Sistemática (Michigan: William Eerdmans Publishing
Company, 1998), 89.
2Adventista del Séptimo Día, Tratado de teología, 125.
8
siempre previó las excepciones que El mismo haría. Dios es el mismo en el
Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento y en la actualidad. 1
Omnipresencia
“Omnis” viene del latín “todo”. Es así como Omnipresencia significa que Dios está
siempre presente en todas partes. Y cuando se dice que está en todas partes, no es que una
parte de Dios esté en un sitio y otra en otro: Dios está Todo El en todas partes.
Entonces, si no se puede hablar de tiempo refiriéndose a Dios, tampoco se puede hablar de
espacio, pues la presencia de Dios no tiene límites. 2
Amor e ira
Cuando se habla del amor y de la ira de Dios, son necesarios llevar en cuenta
algunas calidades o características de ellos.
No es influenciado. Decir que el amor de Dios no es influenciado significa que nada
en los amados atrajo el amor expresado por Dios. El amor de Dios es libre, espontáneo y
sin algo en los seres humanos que Lo haga amarlos (Deut 7:7,8; 2 Tim 1:9, 1 Ju 4:10,19).
Es eterno, y por Dios ser un Ser eterno, Su amor también es eterno, eso conforta a
los amados, pues no habiendo comienzo, no habrá final (Jer 31:3; Ef 1:4,5).
El amor y la ira de Dios frecuentemente andan juntos (Num 14:18; Rom 11:22; Heb
12:5) y verdaderamente La ira de Dios es una expresión de su amor. Si no hubiera La ira de
Dios, Él seria indiferente al pecado, mostraría una ausencia de m orales y aceptaría la
corrupción. Por Dios ser puro, necesariamente, Él necesita odiar lo que es impuro. Una
definición de La ira de Dios, es Su santidad contra el pecado. La propia ira de Dios testifica
1Alister E. McGrath, Teologia: Sistemática, Histórica e Filosófica (São Paulo:
Shedd, 2005), 45. 2Charles C. Ryrie, Teologia Básica (São Paulo: Editora Mundo Cristão, 2004), 77.
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a Su santidad. El amor de Dios es descripto siendo Allá de todo el entendimiento (Ef 3:19),
pero Su ira es derramada en La tribulación (Apoc 6:16). 1
Santidad
Es evidente que La santidad es el atributo fundamental de Dios. Partiendo de las
Escrituras, en la cual la santidad de Dios no solo constantemente y poderosamente atrae la
atención del hombre, declarase que es el principal del regocijo y adoración en el cielo. 2
La santidad, la justicia, y la bondad de Dios son sus atributos morales. La santidad
es el centro y la esencia de su carácter moral. La justicia es la expresión de su carácter
moral en la administración de premios y castigos a seres personales. La bondad de Dios en
este contexto no indica su carácter ético, aunque es posible usar la palabra en ese sentido.
En este contexto, el carácter ético de Dios se designa por «santidad», y la palabra «bondad»
se usa para indicar su gracia y amor hacia sus criaturas, la manifestación de su bondad en
misericordia.
1Clodovis Boff, Teoria do Método Teológico (Petrópolis: Vozes, 1998), 240.
2Wayne Grudem, Teologia Sistemática (São Paulo: Vida Nova, 1995), 147.
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CAPITULO IV
EL IMPACTO DE LA FILOSOFIA
La filosofía ha tenido un impacto muy grande en la concepción teológica, y eso no
es denotado solamente de ahora, sino que es de siglos, conforme se verá a partir de ahora.
Antecedentes filosóficos
El trasfondo intelectual para la doctrina cristiana de Dios lo proporcionó la filosofía
griega, en forma notable los sistemas platónico, aristotélico, junto con algunas influencias
estoicas. 1
Aristóteles establece dos formas de ser atendiendo al tiempo: si nos fijamos en las
características, propiedades o determinaciones que una cosa u objeto tiene en el presente,
estamos pensando en el ser en acto; ésta es la más importante forma de ser, y, a veces, la
define como la realidad del ser. Por el contrario, si nos fijamos en el futuro, en aquello que
aún no es pero a lo que apunta un ser en virtud de lo que ya es, estamos pensando en el ser
en potencia. El ser en potencia no es una pura nada, un futuro meramente imaginado, es una
forma de ser inscrita en el sujeto o cosa del cual decimos que está en potencia precisamente
en función de lo que es en acto; así, una semilla en acto es semilla y en potencia árbol, un
niño en acto es niño y en potencia hombre; y la semilla en potencia es árbol y no hombre
porque en acto es semilla y no niño. Aristóteles defenderá la primacía del acto respecto de
la potencia pues:
1Adventista del Séptimo Día, Tratado de teología, 160.
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algo es potencia (por ejemplo ser hombre respecto del niño) porque es acto en
relación a algún conjunto de propiedades (por ejemplo las que le definen como
niño) ;
la potencia es potencia respecto de un futuro acto.
Platón, a través de reinterpretaciones neoplatónicas de su pensamiento, llegó a ser
una influencia importante en el pensamiento patrístico (que va a ser aclarado más adelante).
El Neoplatonismo, como tendencia filosófica, se refiere a un movimiento sincrético con
fuertes alusiones religiosas. 1
Periodo patrístico
Durante el periodo patrístico la doctrina cristiana de Dios se desarrolló bajo el
supuesto operacional de que la concepción griega neoplatónica de Dios era, en un sentido
amplio, compatible con la revelación bíblica. En este periodo o desarrollo de esta doctrina,
hubo una mezcla de paganismo con cristianismo, y eso más tarde vino a afectar de gran
forma, la manera de pensar de los Padres de la Iglesia.
Al adoptar la concepción platónico-aristotélica de un Dios eterno, inmutable,
impasible, incorpóreo, Justino y los apologistas fijaron el plan maestro de la teología
clásica. Sin embargo Justino también hablo de Dios en términos bíblicos, personales, los
cuales, según la manera en que se presentan en la Escritura, son incompatibles con las ideas
filosóficas de eternidad, inmutabilidad e impasibilidad de Dios que él había adoptado
implícitamente.
Ya Ireneo de Lyon, abordó la doctrina de Dios a partir de su preocupación
apologética contra las herejías gnósticas. Deliberadamente siguió la Escritura, mientras que
1Adventista del Séptimo Día, Tratado de teología, 160.
12
las categorías neoplatónicas desempeñaron un papel insignificante en su teología. Así,
Ireneo abordó la doctrina de Dios desde la perspectiva de sus obras antes que de su
naturaleza.
Orígenes intentó expresar la revelación bíblica sobre el Dios trinitario dentro de las
mismas categorías filosóficas neoplatónicas. Al hacerlo pasó del nivel económico-histórico,
en el cual la Escritura revela a la Deidad, al nivel inmanente, atemporal, sin espacio,
correspondiente a la naturaleza de Dios en sí mismo.
En las obras de Agustín la síntesis patrística del neoplatonismo y la Escritura
alcanzan su formulación más articulada e influyente. De acuerdo con Agustín, Dios es
atemporal, simple, inmutable, autosuficiente, impasible, omnisciente y omnipotente. 1
Edad contemporánea
Dando un salto en un gran hiato de tiempo, llegamos a la edad contemporánea. Aquí
es necesario que se sepa que el surgimiento de la tendencia anti metafísica moderna se
desarrolló desde que la Ilustración influyó significativamente en la teología cristiana.
Nuevas tendencias filosóficas llegaron a ser cada vez más críticas de la tradición platónico-
aristotélica en base a la cual se había formado la comprensión clásica de Dios y de la
teología.
Cabe destacar nombres como el de Friedrich Schleiermacher y Karl Barth. El
primero presentó una alternativa teológica al racionalismo kantiano. Frente al dogmatismo
de la iglesia intentó relacionar el romanticismo con la teología. En diálogo con Kant, negó
que fuera posible conocer a Dios por medio de la razón. El lugar para conocer a Dios era la
ética y la moral. Cuestionó la ética como el lugar para el conocimiento de la deidad.
1Adventista del Séptimo Día, Tratado de teología, 161-4.
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Para Schleiermacher, el camino al conocimiento de la deidad era el sentimiento de
total dependencia en la deidad y la intuición. En sus obras On Religion: Speeches to its
Cultured Despisers (1799) y The Christian Faith (1822), definió la religión como “el
sentimiento e intuición del universo”. Entendía el cristianismo como “el sentimiento y la
dependencia de Dios”.
La religión no podía ser estudiada correctamente ni por la filosofía racionalista de la
Ilustración, ni por los dogmas eclesiásticos. El sentimiento y la intuición eran los mejores
caminos para relacionarse con la deidad. En su obra Soliloquios planteaba que “tantas veces
como vuelvo mi mirada hacia adentro de mi ser más íntimo estoy en el campo de la
eternidad”. Por lo tanto, la experiencia piadosa y mística de los creyentes es lugar de
reflexión teológica.
Para Schleiermacher Dios era una realidad suprapersonal y trascendente.
Cuestionaba el dogma de la trinidad. Negaba la interpretación de la muerte de Jesús como
un sustituto por el ser humano. Entendía el pecado como un debilitamiento individual y
colectivo de los seres humanos. Él negaba que el pecado sea un accidente o mera falta
superficial y afirma que el pecado es un desorden profundo de la "naturaleza humana", una
incapacidad total para hacer el bien que sólo puede ser curada mediante la religión, una
anormalidad y deformación de la que surge todo mal. Así también afirma que el pecado no
solo es individual, sino que tiene un carácter social o colectivo "en cada uno la obra de
todos, y en todos la obra de cada uno".
De acuerdo con Barth por sí mismo el hombre nada puede saber o decir repecto a
Dios. Solo se puede hablar verdaderamente de Dios en el que Él ha transmitido. Solamente
lo que Dios reveló de sí mismo puede ser conocido y comunicado por el ser humano. La
14
persona que pretende hablar de Dios a partir de sus sentimientos y razonamiento, en verdad
está hablando de un ídolo. El verdadero Dios es “Totalmente Otro” en relación al ser
humano – en todo lo que piensa, siente, desea, comprende y elabora.
15
CONCLUSIÓN
La Biblia cuenta la historia de amor más grande que existe en el mundo. Cuenta la
historia de amor de un Dios que creó a la humanidad, un Dios eterno, inmutable, que todo
lo sabe, un Dios que proveyó a la humanidad la solución para el pecado, y que para eso
vino a la Tierra a morir por sus creaturas para que estas tuvieran una esperanza de
salvación.
Cuenta la historia de personas que en medio a tantos milagros, a tantas
manifestaciones de los atributos divinos eligieron no aceptar, no creer y no entregarse a ese
Dios, y por eso tendrán como su pago final, la muerte. En el libro de Hechos, San Pablo
describiendo de forma magistral a Dios, dice: “aunque ciertamente no está lejos de cada
uno de nosotros.” (Hch 17:27).
Los griegos creían en un Dios desconocido, que había creado al mundo, pero lo
había dejado, un Dios inmanente. Los cristianos creen en un Dios inmanente, sí, pero
también un Dios trascendente, que creó al hombre, pero que vive también con los hombres
y tiene el deseo de salvarlo, y es este Dios que el mundo necesita conocer. Quizás muchos
hasta tengan bastante información a Su respecto, pero pocos lo conocen de verdad, pocos
pueden testificar que Él es su verdadero Dios, amigo y Salvador. ¿Por qué el mundo no
experimenta conocer a este Dios hoy? Si lo hace, verá que Él es tan real que casi da para
tocarlo.
16
BIBLIOGRAFÍA
Bancroft, Emery H. Teologia Elementar. São Paulo: Editora Batista Regular, 1998. Berkhof, Louis. Teologia Sistemática. Michigan: William Eerdmans Publishing Company, 1998. Boff, Clodovis. Teoria do Método Teológico. Petrópolis: Vozes, 1998. Día, Iglesia Adventista del Séptimo. Tratado de teología adventista del séptimo día. Buenos Aires, Argentina: ACES, 2009. Erickson, Millard J. Christian Theology. Grand Rapids: Baker Book House, 1985. Grudem, Wayne. Teologia Sistemática. São Paulo: Vida Nova, 1995. Jenson, Robert W. Dogmática Cristã. São Leopoldo: Sinodal, 1990. McGrath, Al ister E. Teologia: Sistemática, Histórica e Filosófica. São Paulo: Shedd, 2005. Ryrie, Charles C. Teologia Básica. São Paulo: Editora Mundo Cristão, 2004. Strong, Augusto Hopkins. Teologia Sistemática. São Paulo, Brasil: Edições Vida Nova, 1990.