Post on 12-Apr-2016
AMOR SOCRÁTICO
¡Ay, Cebes de mi alma!
Parece que siempre
argumentaras algo
sobre mí, en contra.
¿Por qué no te contentas
con amarme? ¿No sientes
que yo hago lo mismo
contigo a toda hora?
¡Ay, Cebes de mi vida!
Si pudiera persuadirte
como a Simias,
hasta convencerte
de que tú existes
porque yo muero,
y que yo muero
porque tú vives.
Hay almas
que la razón GRACIELA INGARAMO
no entiende. 27-11-07 / 11:00 HS.