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B e n e m é r i t a U n ive r s i d a d Au tó n o m a d e P u e b l a
Tarea 4
“Borrador de Ensayo”
Autor: Joel Ortuño Mora
Licenciatura: Admón. Pública y Ciencias Políticas.
Matricula: 201413675
Abril 2015
Índice
Portada
Resumen---------------------------------------------1
Introducción----------------------------------------1-2
1.Definición de pasión.------------------------2
1.1.Modelo dualístico de la pasión. -----2-3
1.1.1.Método de Vallerand.------------3-4
2.Personalidad.---------------------------------4-5
2.1.Personalidad del bailarín.-------------5-6
3.Relación de personalidad -----------------6-7
Y pasión en la danza
Conclusión------------------------------------------8-9
Referencias bibliográficas-----------------------9
ResumenLa presente investigación constituye una búsqueda introductoria sobre el binomio
Pasión-Danza en la actividad profesional del bailarín, en lo que a su dimensión
subjetiva afecta, en tanto contribuya con su desarrollo artístico. Lejos de perseguir la
definición de un binomio que permita la personificación del bailarín como un ente
inmutable, se busca la comprensión las categorías psicológicas pasión y personalidad
como atributos variables, complementarios y preminentes en el desarrollo, formación y
ejercicio del bailarín profesional.
IntroducciónEl presente trabajo tiene el objetivo de demostrar la estrecha relación entre la danza y
la psicología humana; abordar este tema sugiere el enfoque psicológico de la danza en
varios aspectos, por ejemplo: en el contexto social del bailarín, en la influencia
institucional y en el sistema de valores propios del bailarín. En esta ocasión la
preminencia será delegada al último tópico, la psicología del bailarín, es decir, las
características propias que lo constituyen, la pasión y la personalidad, restando
atención a otros agentes de influencia exógenos como lo es el ambiente social, la
cultura o los dogmas institucionales.
La pasión y la personalidad son dos conceptos enmarcados en el estudio de la
psicología, ambos son de aplicación universal; se incluyen en el presente trabajo
particularizándolos al análisis de la danza, con la intención de denotar la influencia que
ejercen sobre el bailarín, así como la evolución que logran atendiendo las diferentes el
desarrollo del intérprete. La información sobre el tema es escasa, se pretende que esta
investigación pase a formar parte de un acervo escaso y motivar así la desaparición del
estigma que pesarosamente ha caído sobre la danza como una actividad humana de
ocio.
Desde el concepto de la pasión se analizará la existencia de diferencias en el tipo de
pasión experimentada por el bailarín según factores como el tiempo que dedica a la
1h
actividad. Se utilizará el modelo dualístico de la pasión que propuso Vallerand en el
2010. La incógnita central en el análisis de la pasión es si se construye a través del
ejercicio dancístico o permanece intacta. Desde el concepto de la personalidad se
abordara la acepción que adquiere la personalidad originada de individuo al convertirse
en un profesional de la danza. La personalidad y la pasión serán revisadas como un
binomio que se construye a sí mismo para consolidar y fortalecer la actividad del
bailarín.
El trabajo pone empeño en reactivar la actividad investigativa dentro del ámbito de la
danza, evitando la tradicional recopilación histórica que contienen varias
investigaciones de esta naturaleza, por el contrario se constituye de fuentes
bibliográficas derivadas de estudios científicos, que requirieron la observación y trabajo
de campo de expertos en la materia e intérpretes profesionales. La danza debe
recuperar su fortaleza como instrumento de conocimiento, deshaciéndose de la
estigmatización y abandono teórico-científico que ha padecido.
1. Definición de pasión
La pasión se define como una fuerte inclinación de la persona hacia una actividad
considerada importante y autodefinitoria. La pasión es un concepto que ha recibido
poca atención por parte de los psicólogos. De hecho, hasta hace relativamente poco,
los únicos estudios empíricos que se habían realizado sobre el tema tenían como
objeto de estudio la pasión romántica o amorosa (Vallerand et al., 2003).
Actualmente el concepto de la pasión ha tomado mayor participación en el ámbito de
las actividades convirtiéndose en objeto de investigación empírica. La pasión
comprendida desde este enfoque se refiere a la inclusión de determinada actividad en
la vida diaria, que tanto tiempo y espacio ocupa; convirtiéndose en una actividad
autodefinitoria que pasa a formar parte de la identidad.
1.1. Modelo dualístico de la pasión.
Un modelo adecuado para entender la pasión es el modelo dualístico de la pasión
desarrollado por Vallerand et al. (2003), que distingue entre dos tipos de pasión: la
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armoniosa y la obsesiva. La pasión armoniosa es comprendida como la internalización
de determinada actividad dentro de la identidad del ser humano, con la capacidad de
distinguir que dicha actividad comienza a causar efectos nocivos; el bailarín con pasión
armoniosa tiene la fortaleza de limitar o suprimir totalmente la actividad dancística en el
momento en que perciba que la ejecución de la danza afecta intereses ajenos a ella. La
pasión armoniosa permite la realización de otras actividades, sin convertir a una sola
en el centro de la vida.
La pasión obsesiva se caracteriza por una sobreidentificación con la actividad
apasionante, como cuando la actividad ocupa todos los pensamientos y desborda la
identidad. Pueden aparecer afectos negativos y pensamientos obsesivos en torno a la
actividad cuando uno no la está practicando, por tanto se postula que la pasión
obsesiva conduce a una persistencia rígida en la actividad, porque con este tipo de
pasión uno es controlado por la actividad, por lo que la persistencia se produce incluso
ante situaciones que suponen elevados costes personales e interpersonales. La pasión
obsesiva sugiere la inmersión total a la actividad, sin la pertinencia a desarrollar alguna
otra.
1.1.1.Método Vallerand
El método Vallerand consiste en el estudio muestral de 120 sujetos, 88
aficionados y 32 profesionales de baile (ver Tabla 1). La edad media de
los participantes fue de 19.47 años, con una media de 6.34 años de
práctica en danza.
Se les administró un cuestionario con ítems relativos a la edad, el género,
las horas de dedicación semanal, los años de práctica y los años de
experiencia en la competición. La escala constaba de dos subescalas de
seis ítems cada una, que evaluaban la pasión armoniosa y la pasión
obsesiva. Cada ítem se puntuaba a partir de una escala Likert de 7
puntos, que oscilaba entre “Totalmente en desacuerdo” y “Totalmente de
acuerdo”. Se aceptó que si la puntuación en estos ítems era superior a
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cuatro puntos, los sujetos se consideran a sí mismos apasionados. Los
cuatro ítems están intercorrelacionados en el presente estudio.
En la Tabla 1 se muestran los resultados correspondientes al análisis
descriptivo de la muestra. Se observa que la puntuación media para los
ítems criterio de la pasión es de más de seis puntos, lo que indica que el
baile es una actividad apasionante para sus practicantes. Además, las
altas puntuaciones en la subescala de la pasión armoniosa indican que
los sujetos se identifican con el baile, lo practican de buen grado y sin
sentirse obligados a hacerlo. Las puntuaciones más bajas en la subescala
de la pasión obsesiva sugieren que la práctica de esta modalidad
depende menos de la aceptación social y que provoca pocos conflictos
con otras actividades de su vida personal.
2. Personalidad
La personalidad es una categoría de la psicología que refiere a las cualidades que
definen al individuo, la personalidad se forma en gran medida por condiciones del
contexto en el que se desarrolla el individuo, además de la influencia de múltiples
agentes como los padres y los amigos; es una categoría variable, que cambia
dependiendo las circunstancias que rodean al individuo. La edad es un factor
determinante en la construcción de la personalidad, ya que generalmente se asocian
determinados conductas y comportamientos a etapas especificas del desarrollo del
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individuo; también la profesión u oficio que desempeña el individuo tienen influencia en
el desarrollo de la personalidad, debido a que existen exigencias en las vocaciones que
generan conductas para adaptarse o adecuarse a un profesión u oficio en específico.
Por ejemplo, la rudeza se encuentra predominantemente en trabajos que implican
esfuerzos físicos pesados como la agricultura o construcción.
2.1. Personalidad del bailarín
Se recopilo la información obtenida de una investigación de campo que enfatiza la
modificación de la personalidad y expone los resultados de la indagación de la
estructura, contenidos y sentidos de la subjetividad de los bailarines de danza en el
ámbito profesional. A partir de su desarrollo, fue posible integrar un panorama general
sobre el tema, que da cuenta de la subjetividad característica de quienes pertenecen al
gremio artístico profesional mencionado.
La personalidad del bailarín tiene fuertes tendencias al perfeccionismo, dentro de la
actividad que practican, así como en su vida cotidiana; el intérprete de danza se
encuentra propenso a la frustración en su búsqueda incesante por la perfección, por lo
que adquiere en todo momento tolerancia a los errores, y mantiene templanza en la
realización de objetivos prácticamente inalcanzables, como lo es el instinto de
perfeccionismo. El bailarín profesional suele reconocer en el fracaso y el error
posibilidades de éxito, ya que interpreta las caídas como motivación para perfeccionar
el movimiento armónico de su cuerpo; manifiesta una constante autoobservación,
introspección y autoanálisis, obteniendo de estos exámenes el conocimiento de sus
debilidades para dar paso al fortalecimiento de las mismas con un fuerte trabajo
disciplinario, que generalmente está presente en todos los ámbitos de la vida del
bailarín (Altamirano, 2011). El análisis individual que realiza el bailarín le invita a crear
un fuerte sentido de independencia, en el que sólo él encuentra solución a sus
problemas dentro del aspecto de su actividad.
El autodominio es una característica presente en los bailarines, debido a que la
naturaleza de la profesión impone un sinfín de adversidades que el bailarín enfrenta
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individualmente, por lo que forman un carácter fuerte, aparentemente, manteniéndolo
constantemente gracias a la pasión desbordada que les produce el baile (Oberst, 2011)
Los bailarines activos se suponen como un gremio superior, sustentando las
capacidades físicas estéticas y la destreza que tienen con relación a otros; pero la
suposición anterior está determinada por la práctica de la actividad en plenitud, en
cambio los bailarines, que han dejado de lado la actividad por aspectos físicos o edad
no mencionan la superioridad que sienten los bailarines activos, aunque si resaltan las
cualidades de su gremio en tonalidades menos vanidosas.
Los bailarines asumen rasgos individualistas debido a que su proceso formativo
depende únicamente de su cuerpo como herramienta, es un proceso largo continuo
que sucede en solitario, que poco a poco les enseña a valerse de sí mismos y a pensar
que poco podrán hacer los ajenos a él por su mejora. La danza es una actividad
altamente competitiva dónde se exponen obras altamente estéticas visualmente, es en
este ambiente donde el bailarín profesional se desenvuelve cotidianamente, tratando
de mejorar en relación a la que muestran sus compañeros, pero primordialmente a
mejorarse a sí mismo para iniciar a participar en actividades competitivas.
3. Relación personalidad y pasión en la danza
La pasión y la personalidad están relacionadas íntimamente; son variables
dependientes, que se construyen a sí mismas simultáneamente en la vida de los
bailarines. La pasión es el principal impulsor del bailarín a iniciar una vida profesional
inmersa totalmente en la danza; durante toda la etapa formativa del bailarín el gran
aliciente para no desistir ante las dificultades de la educación dancística será la pasión;
A diferencia de otras profesiones, la danza está expuesta a un gran cantidad de
connotaciones peyorativas, el bailarín está dispuesto a enfrentarlas únicamente con la
templanza que le ofrece su pasión; las jornadas de práctica, ensayos, la paciencia ante
los errores, las lesiones, son algunos de los incidentes frecuentes en la vida del
danzante (María Febles Elejalde, 2002). La personalidad del bailarín se va
construyendo desde el momento que inicia su proceso formativo impulsado inicialmente
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por la pasión desbordada; poco después la superación de los obstáculos a los que
hace frente, fortalecerán su carácter, templanza, disciplina, autodominio y demás
aptitudes, que además de vincularse con la complejidad de su actividad, se arraigan a
la personalidad del individuo, hasta el punto de aplicarlas en cada ámbito en el que se
desempeñen.
Generalmente los interpretes de danza califican su arte como una experiencia y
actividad maravillosa, lo que sugiere la fuerte influencia que tiene sobre sí mismos,
para convertirlos en profesionales que canalizan extensas jornadas de practica y
ensayo buscando perfeccionar algo que aman, más que un medio de subsistencia. La
pasión es el hilo conductor para que tenga lugar la modificación o construcción de la
personalidad del bailarín.
Conclusión
La pasión y la personalidad, ambas categorías psicológicas, confluyen en el ámbito de
la danza como dos conceptos que se construyen mutuamente; se puede creer que la
pasión permanece como una fuerza incontenible y la personalidad se forma
únicamente de la internalización de valores más inmediatos; pero no es así, la pasión
contribuye a la formación de una personalidad adecuada para la actividad dancística;
La inclinación casi autodefinitoria por la danza se apropia de los valores del individuo
para concientizar su actividad. El bailarín consigue una personalidad basta en aptitudes
capaces de sortear las adversidades tradicionales de la profesión, que sólo permite la
pasión por dicha actividad.
Es posible entonces estimar que la continuación y ampliación de la tarea identificatoria
de los recursos psicológicos indispensables para el despliegue efectivo en el ámbito
estudiado, pueda encaminarse hacia la confirmación, precisión y operacionalización de
los mismos; comprendiendo la aplicación de métodos, técnicas e instrumentos diversos
y más potentes como pueden ser el estudio de casos, la observación participante y la
entrevista a profundidad a un número aumentado de bailarines. De modo que la
investigación llevada a cabo, y las que de ella se deriven, pueden convertirse en una
fuente importante de información útil para el conocimiento de la especialidad, el
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perfeccionamiento de su enseñanza y el mejoramiento de la actividad profesional de
quienes la cultivan.
BibliografíaAltamirano, M. E. (1 de Junio de 2011). Estudio de la subjetividad de los bailarines de danza clásica en
sus etapas formativa, profesional y de retiro. Revista Intercontinental de Psicología y Educación, 14(1), 169-188.
María Febles Elejalde. (2002). DE LA PSICOLOGIA A LA DANZA. Revista cubana psicología, 19(1), 28-35.
Oberst, A. C. (2011). Aspectos psicológicos del baile. Revista de Psicologia, Ciències de l’Educació i de l’Esport, 341 350.
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