Post on 07-Dec-2015
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Sebastiao Mendonça Ferreira: El Juicio Político de DilmaPerú 21- 22-09-2015
En todo país civilizado hay dos necesidades fundamentales: que el Poder Legislativo
represente al pueblo, es decir, que la elección no sea falsificada, y que el pueblo
influya efectivamente sobre sus representantes. Citando a Rui Barbosa, el Dr. Hélio
Bicudo, jurista eminente y fundador del PT, y la Dr. Janaina Paschoal presentan a la
Cámara de Diputados de Brasil un pedido de impeachment (juicio por incapacidad
moral) a la presidenta Dilma Rousseff.
El pedido se basa en la decisión del Tribunal Superior Electoral (TSE) de reabrir la
investigación sobre las cuentas de la campaña presidencial del PT. También se apoya
en la opinión de la Contraloría de la República (Tribunal de Contas da Uniao, TCU) de
que Dilma ha distorsionado las cuentas nacionales para engañar a la población en las
recientes elecciones y ocultar la gravedad de la crisis a los inversionistas.
Según el documento, la presidenta era muy allegada a Paulo Roberto Costa, una
figura central en el escándalo del Petrolão, y, siendo entonces presidenta del
directorio de Petrobras, ella tiene responsabilidad directa en la compra fraudulenta de
la Refinería de Pasadena.
El documento también acusa al ex presidente Luis Ignacio Lula de tráfico de
influencias a favor de la empresa Odebrecht en varios contratos internacionales, de
mantenerse en el poder por medio de su influencia sobre Dilma Rousseff, y de haber
recibido cerca de US$10 millones de empresas contratistas con la justificación de dar
charlas en otros países.
Los acusadores listan una variedad de personas muy próximas a Dilma que resultaron
siendo participantes centrales del escándalo de Lava Jato, y afirman que esa
proximidad no era coincidencia, sino un indicio serio de que la presidenta era parte de
un esquema de corrupción cuyo propósito era y es eternizar la presencia del PT en el
poder.
En la presentación del documento estuvieron congresistas de la oposición y líderes de
los movimientos políticos que realizaron las recientes marchas multitudinarias. Con
este acto formal, el 17 de setiembre se ha iniciado el proceso político del juicio de
Dilma Rousseff.
Juan Claudio Lechín: La caída de Rousseff Perú 21-20-09-2015
Ante las muchas manifestaciones que piden la dimisión de Dilma Rousseff por el
escándalo de Petrobras, veintiséis movimientos sociales han salido a defenderla,
enarbolando una consigna que vale la pena mirar: “contra el golpe”, sugiriendo una
posible conjura civil-militar. Nada indica esta posibilidad pero lanzada en la calle,
como al descuido, se vuelve sumamente operativa. La frase “golpe de Estado” detona
automáticamente sentimientos contrarios, moviliza memorias de las dictaduras y
encamina la búsqueda de culpables hacia lados totalmente distintos.
Una vez que la consigna se siembre como posibilidad en los medios de comunicación,
los propagandistas del régimen podrán convertirla en hecho verdadero, en la
explicación conspirativa detrás de las protestas contra Rousseff. O sea, este recurso
tiene la capacidad de invertir el escenario mediático. Nada movilizaría más a lo
políticamente correcto que Rousseff fuera víctima de un complot militar. Recordemos
que, alegando “golpe de Estado”, se demonizó la orden legal dictada por la Corte
Suprema de Honduras para sacar a Zelaya. Ecos del mismo trino, en su discurso de
anteayer, Cristina Fernández de Kirchner comparó las protestas contra Rousseff con
las realizadas contra Salvador Allende; preludio del golpe de Estado de 1973, en
Chile. “Tienen la marca de una agencia de un país del norte que suele intervenir en la
política de América del Sur”, dijo refiriéndose a la CIA, otro fantasma.
El bloque político del socialismo del siglo XXI empieza a reverberar la muletilla del
golpe de Estado para encubrir, esta vez, el escandaloso caso de corrupción de
Petrobras y evitar la caída de Rousseff, que para muchos es inminente.