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7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
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7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
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------- <
Edgar Morin
L C BEZ
BIEN PUEST
,.-
epensar la
reforma
\
Reformar el pensamiento
i
Ediciones Nueva Visin
Buenos ires
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
3/72
370.12
MOR
Morin, Edgar
La cabeza bien puesta. Repensar la reforma. Reformar
el pensamiento - 1
ed5
reimp. - Buenos Aires: Nueva
Visin,
2002.
96 p. 19x13 cm (Psicopedagoga)
Traduccin de Paula Mahler
I.S.B.N. 950-602-395-6
l.
Ttulo - 1. Reforma educativa
Ttulo del original en francs:
La }te bien faite. Repenser la rforme. Rformer la pense
Editions
du
Seuil,
mai
1999
Prohibida
su venta en Espaa
Traduccin de: Paula Mahler
Esta obra se publica
en
el marco del
Programa Ayuda
a la Edicin
Victoria Ocampo
del
Ministerio de Asuntos Extranjeros
de
Fran
cia y el Servicio
Cultural
de la
Embajada de Francia en
la
Argentina.
Toda
reproduccin
total o
parcial
de
esta
obra por
cualquier sistema
-incluyendo el fotocopiado
que no haya sido expresamente
autorizada
por el
editor constituye una
infraccin
a los
derechos
del autor y ser reprimida con penas de hasta
seis
aos
de
prisin
art.
62 de la
ley
11.723 y art.
172 del Cdigo Penal).
1999 por Ediciones Nueva Visin SAIC. Tucumn 3748, 1189) Buenos
Aires,
Repblica Argentina.
Queda hecho el depsito
que marca la ley
11.723. Impreso
en la
Argentina
Printed
in Argentina
:11
il
,;
'
1
1
1
1 1
Este
libro est dirigido a todos y a cada uno
pero podra ayudar sobre todo a los docentes
y a los
alumnos.
Me gustara que si estos
ltimos pueden
acceder a l y si
la enseanza
los aburre los desanima los agobia o los
desconsuela puedan usar mis captulos para
hacerse cargo de su
propia
educacin.
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PRLO O
Me gustara tanto seguir con
mi
educacin
puramente
humana,
pero el
saber
no nos hace mejores ni
ms
felices. Si
fusemos capaces de
comprender la
coherencia de todo
Pero acaso el comienzo el fin de
cualquier
ciencia no
estn
rodeados de oscuridad? O tengo que
usar
todas estas
facultades, estas fuerzas, esta vida, para conocer tal especie
de insecto, para
saber
clasificar tal
planta
en
la
serie de las
reinas?
KJ.E[ST,
ettre
aune amie
El camino que recorr durante los ltimos diez aos me llev
hasta este libro. Cada vez ms convencido de la necesidad de
una
reforma
del pensamiento y, por lo tanto,
de
una reforma
de la enseanza, aprovech muchas oportunidades para
pensar en este tema. Por consejo de J ack Lang, ministro de
Educacin, haba enunciado algunas notas para un Emilio
contemporneo".
Haba
pensado
en un
manual
para
escola-
res,
docentes y
ciudadanos ,
proyecto que an no abandon.
Luego, en varios coloquios y varios
honoris
causa en univer
sidades
extranjeras,
inclu en mis discursos mis ideas an en
formacin.
En el
verano
de 1977 fui llamado por Le Monde de
l ducation para ser redactor en jefe invitado" del nmero
sobre
la Universidad y ah comenc a formular mi punto de
vista.
Luego,
en
diciembre, el
ministro
Claude
Allegre
me
pidi
que presidiera
un "Consejo cientfico" dedicado a
re
flexionar sobre la reforma de contenidos en los liceos. Gra
cias al apoyo de
Didier
Dachuna-Castelle, organic jornadas
temticas
1
que me permitieron mostrar la
viabilidad
de
mis
ideas.
Pero
stas
haban
ocasionado tantas resistencias que
el
informe que
contena
mis
propuestas
desapareci
por
completo.
1
El
informe de
estas jornadas
aparecer
con el ttulo de
Relier
les
connaissances
en Seuil en 1999.
9
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Sin
embargo, mi reflexin
se
haba puesto irremediable-
mente
en marchay la continu en este
trabajo que constituye
su
culminacin.
2
Quise
partir de los problemas que considero
ms urgentes
y
ms
importantes y quise
indicar
el
camino
para
tratarlos.
Quise
partir de las finalidades
y
mostrar
cmo la ensean-
za,
primara,
secundaria, superior, poda
servir
a
estas
fina
lidades.
Quise mostrar cmo
la
solucin de los
problemas, la
sujecin a las
finalidades
deba implicar,
necesariamente,
la
reforma del pensamiento
y
de las instituciones.
Los
que no me
leyeron, y
me
juzgan segn las habladuras
del microcosmos, me atribuyen la idea bizarra de que yo pro
pondra una pocin mgica
llamada
complejidad como remed io
para
los
males
del espritu. Al contrario,
la
complejidad
para m
es
un
desafo al
que siempre me
propuse responder.
De hecho, este libro est dedicado simultneamente a la
educacin y a la enseanza. Estos dos trminos que se
solapan, tambin se diferencian.
La educacin es una palabra fuerte: Puesta en prctica
de los medios necesarios para asegurar la formacin y el
desarrollo
de un ser
humano;
esos
mismos
medios (Robert).
El trmino formacin , con sus connotaciones de moldeado
y de conformacin,
tiene
el defecto de ignorar que la misin
de
la didctica es incentivar la autodidctica
al
despertar,
provocar, favorecer
la autonoma
del
pensamiento.
La enseanza ,
arte o accin
de
transmitir a un
alumno
conocimientos
de manera que
los
comprenda
y los
asimile,
tiene un sentido ms
restrictivo,
porque es
slo cognitivo.
A decir verdad,
la palabra m1soiianza
no
me basta, pero
la
palabra
educacin implica algo de
ms
y una
carencia.
En este libro voy a deslizarmo m t r o
nm.bos
trminos, porque
estoy pensando en una onse'innzn
oducativa.
2
Les agradezco a Jean-LouiH Lo Moi:rrw y
C h r i 1 ~ t i a n o
P
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Captulo
LOS DESAFOS
Nuestra
Universidad
actual
forma en todo el
mundo una
proporcin
demasiado
grande
de especialistas
en
discipli-
nas
predeterminadas
y, por esto, artificialmente
limitadas,
en tanto que una gran parte de las actividades sociales,
como el mismo desarrollo de la ciencia, necesita hombres
capaces
tanto
de mantener un
punto
de
vista
ms amplio
como de centrarse
profundamente
en los problemas pro-
gresos nuevos que transgredan las fronteras histricas de
las disciplinas.
LICHNEROWICZ
Existe una
falta de adecuacin cada vez ms amplia,
profunda
grave entre
nuestros
saberes disociados, parcelados, compar-
timentados
entre disciplinas
y, por
otra parte,
realidades
o
problemas cada vez
ms
pluridisciplinarios,
transversales,
multidimensionales, transnacionales, globales, planetarios.
En
esta
situacin
se
vuelven
invisibles:
los conjuntos complejos,
las
interacciones retroacciones entre
partes
todo,
las
entidades multidimensionales,
los problemas esenciales.
De
hecho, la
hiperespecializacin
1
impide ver lo global
que
fragmenta en
parcelas)
lo
esencial
que disuelve).
Ahora bien, los problemas esenciales
nunca
son
fragmenta-
rios los problemas globales son cada vez
ms
esenciales.
Adems, todos los problemas particulares no pueden plan-
tearse
pensarse
correctamente si
no
es en su contexto, el
contexto
de estos
problemas debe plantearse cada vez ms
en el contexto planetario.
1
es decir,
la
especializacin que se
encierra
en ella
misma
sin
permitir su integracin en
una
problemtica
global o
en una
concepcin
de conjunto del objeto del que slo
considera un aspecto o una
parte.
13
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Al mismo tiempo,
la
parcelacin de las disciplinas hace
imposible aprehender "lo que est tejido junto es decir,
segn el sentido original del
trmino,
lo complejo.
El
desafo de la globalidad es, por lo tanto,
al
mismo
tiempo el desafo de
la
complejidad.
En
efecto, existe comple-
jidad cuando no se pueden
separar
los componentes diferen-
tes
que constituyen
un todo (como lo econmico, lo poltico,
lo sociolgico, lo psicolgico, lo afectivo, lo mitolgico) y
cuando
existe
tejido interdependiente, interactivo e nter-
retroactivo
entre
las
partes
y el todo, el todo y las partes.
Ahora bien, los desarrollos de nuestro siglo y de
nuestra era
planetaria
nos enfrentan cada vez ms y con mayor frecuen-
cia y
de
manera cada
vez
ms
ineluctable
con los desafos
de
la
complejidad.
Como
sostuvieron
Aurelio Peccei y Daisaku Ikeda:
El
enfoque reduccionista,
que
consiste
en remitirse
a una sola
serie de
factores
para solucionar
la
totalidad de
los
problemas
planteados por la
crisis
multiforme que atravesamos
actual-
mente, es
menos
una
solucin que
un
problema.
2
Efectivamente,
la inteligencia
que no sabe hacer otra cosa
que
separar, rompe lo complejo del
mundo
en
fragmentos
disociados, fracciona los problemas, convierte lo multidi-
mensional
en
unidimensional. Atrofia las posibilidades de
comprensin y de reflexin,
eliminando tambin
las posibi-
lidades de un juicio correctivo o de una visin a
largo
plazo.
Su
insuficiencia para
tratar nuestros
problemas ms
graves
constituye
uno
de
los
problemas ms graves que enfrenta-
mos. As, cuanto ms multidimensionales se vuelven los
problemas, se es ms incapaz de pensar
su
multidimenso-
nalidad; cuanto ms progresa
la
crisis, ms progresa
la
incapacidad
para pensar la crisis;
cuanto
ms globales
se
vuelven los problemas,
menos
se
piensa
en ellos. Una inte-
ligencia
incapaz
de encarar el contexto y el complejo global
se vuelve ciega, inconsciente e
irresponsable.
2
Cri
d alarme
pour
l 21eme siecle. Dialogue entre
Daisaku
Ikeda y
Aurelio Peccei
PUF, 1986.
14
1
J
1
De esta manera, los desarrollos disciplinarios de las
ciencias no slo
aportaron las
ventajas de la divisin del
trabajo, tambin aportaron los
inconvenientes
de
la
superes-
pecializacin, del enclaustramiento y de la
fragmentacin
del saber. No
produjeron solamente
conocimiento y eluc ida-
cin, tambin produjeron ignorancia y ceguera.
En lugar
de
oponer
correctivos a
estos
desenvolvimientos,
nuestro sistema de enseanza los obedece. N os ensea desde
la escuela primaria a aislar los objetos (de su entorno), a
separar las
disciplinas (ms que
a reconocer
sus
solidarida-
des), a
desunir
los problemas, ms
que
a vincularlos e
integrarlos. Nos induce a reducir lo complejo a lo simple, es
decir, a
separar
lo que
est
unido, a descomponer y no a
recomponer, a
eliminar
todo lo que le aporta desorden o
contradicciones a nuestro entendimiento.
3
En
estas condiciones, las mentes jvenes pierden sus
aptitudes
naturales
para contextualizar los saberes y
para
integrarlos en los conjuntos a los que pertenecen.
Ahora bien, el conocimiento pertinente es el
que es
capaz
de
situar
toda
informacin en su contexto y, si es posible, en
el conjunto en el que
sta
se inscribe. Inclusive, es posible
decir
que
el conocimiento
progresa principalmente
no por
sofisticacin, formalizacin abstraccin sino por la capaci-
dad
para
contextualizar totalizar. Por ejemplo, la ciencia
econmica es la ciencia humana ms sofisticada y la ms
formalizada.
Sin
embargo,
los
economistas
son
incapaces
de
ponerse de
acuerdo en sus
predicciones, que con
frecuencia
son errneas.
Por
qu? Porque la ciencia econmica
se
aisl
3
El pensamiento que recorta y asla permite que los especialistas y
expertos
sean
muy buenos en
sus
compartimentos y que cooperen con
eficacia en sectores
de
conocimiento no complejos, especialmente en los
que se relacionan con el funcionamie nto de las
mquinas
artificiales. Pero
la lgica a la que obedecen extiende sobre la sociedad y las relaciones
humanas
las restricciones y los mecanismos
inhumanos
de la mquina
artificial y su visin determinista, mecanicista, cuantitativa y formalista,
ignora,
oculta
o
disuelve
todo lo que es subjetivo, afectivo, libre,
creador.
15
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de
las
otras dimensiones humanas y sociales
que
son insepa
rables
de
ella. Como dice Jean-Paul Fotoussi,4 hoy, muchos
disfuncionamientos proceden de una falla de la poltica
econmica: el
rechazo
a afrontar la complejidad . La cien
cia econmica es cada vez ms incapaz
de
encarar o que no
es
cuantificable, es decir, las pasiones y necesidades huma
nas. As, la economa
es
simultneamente la ciencia ms
avanzada desde
el
punto de vista
matemtico y la
ms
atrasada desde el
punto
de vista humano. Hayek lo haba
dicho: Nadie
que
sea slo
un economista
puede ser un gran
economista . Inclusive,
agregaba
que un economist que no
es ms
que
economista se convierte en alguien perjudicial y
puede
constituir un
verdadero
peligro .
Por
lo tanto, tenemos que pensar el
problema
de
la
enseanza por una
parte,
a
partir
de la
consideracin
de los
efectos cada vez ms
graves
de
la
compartimentacin de
los saberes y de
la
incapacidad
para
articularlos entre s y,
por otra parte, a partir de
la
consideracin
de que
la
aptitud
para
contextualizar
e integrares una cualidad
fundamental
del pensamiento humano que
hay
que desarrollar antes que
atrofiar.
Detrs del desafo de lo global y de lo
complejo
se
oculta
otro desafo, el de
la
expansin descontrolada del saber.
El
crecimiento
ininterrumpidode los conocimientos edifi
ca una gigantesca
torre
de Babel, en donde zumban
lenguajes discordantes. La torre
nos
domina porque
no
podemos dominar nuestros saberes. T.S. Eliot deca: Dn
de est el conocimiento que perdemos en
la
informacin?
El conocimiento es slo conocimiento
en
tanto es
organi
zacin, relacin y contextualizacin de la informacin. La
informacin constituye parcelas
de
saberes dispersos.
En
todas partes, en
las
ciencias y en los medios de comunica
cin,
estamos sumergidos
en
informacin. El especialista
de la
disciplina
ms restringida
ni
siquiera puede llegar
4
Le Dbat interdit: monnaie Europe pauvret Arla, 1995.
16
--
t
a conocer las informaciones de
su
campo. Cada vez ms,
la
gigantesca proliferacin
de conocimientos escapa al
control humano.
Adems,
como ya
hemos
dicho,
los conocimientos frag
mentarios no sirven para otra cosa
que
no sean usos
tcnicos. No llegan a
conjugarse
para
alimentar un
pen
samiento
que
pueda considerar la situacin humana, en
la
vida,
en la tierra, en
el mundo, y que
pueda afrontar los
grandes desafos de nuestro tiempo. No
logramos
inte
grar nuestros
conocimientos
para la
conducta de nuestras
vidas.
De
ah
el
sentido de la segunda
parte
de
la frase
de
Eliot: Dnde
est la sabidura
que perdemos en el
conocimiento?
Los tres desafos que
acabamos de
sealar
nos
llevan al
problema esencial de
la
organizacin del saber, que va
mos a considerar en
el
prximo
captulo. Sealemos
aqu
los desafos en cadena
que son el
resultado
de estos
tres
desafos.
EL
DESAFO CULTURAL
La cultura no slo est cortada en piezas separadas
sino
tambin rota en
dos bloques.
La gran
desunin
entre la
cultura
de las humanidades
y ]a
cultura
cientfica,
que
comenz
en
el siglo pasado y
que
se
agrav en
el nuestro,
entraa
graves consecuencias
para una
y para la otra.
La
cultura
humanista
es
una
cultura genrica
que,
via
la filo
sofa, el ensayo, la novela,
alimenta
la
inteligencia general,
enfrenta los grandes
intenogantes
humanos, estimula
la
reflexin
sobre
el saber y favorece la integracin personal de
los conocimientos. La cultura cientfica, de una naturaleza
diferente, separa los campos de conocimiento; provoca des-
17
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cubrimientos admirables, teoras geniales, pero no
una
reflexin
sobre
el destino humano y sobre el devenir de
la
ciencia. La cultura de las humanidades tiende a convertirse
en el molino privado del grano de las adquisiciones cientfi-
cas sobre el mundo y sobre
la
vida que tendra que
nutrir
sus
grandes interrogantes;
la
segunda, privada
de
reflexividad
sobre los
problemas
generales y globales, se vuelve incapaz
de pensarse a s misma y de pensar los
problemas
sociales y
humanos que plantea.
El mundo tcnico y cien fico ve slo comoornamento o lujo
esttico la cultura de las humanidades,
en tanto
que sta
favorece lo que Simon denominaba el general problem
sol-
uing es
decir,
la
inteligencia
general que
la
mente
humana
aplica a los casos particulares.
El mundo
de las humanida
des no
ve en
las ciencias
ms que un
conglomerado
de
saberes
abstractos o
amenazadores.
EL DESAFO SOCIOLGICO
El campo sometido a los tres desafos se extiende sin cesar
con el crecimiento de las caractersticas cognitivas de las
actividades econmicas, tcnicas, sociales, polticas, espe-
cialmente con los desarrollos generalizados y mltiples del
sistema neuro-cerebral artificial denominado de
manera
inapropiada informtica,
simbitico con
todas
nuestras
ac-
tividades. De
esta
manera, cada vez ms:
la informacin es
una materia
prima que el conocimien-
to debe dominar e integrar,
el conocimiento debe
ser vuelto
a
consultar
y
ser revisa
do
por
el
pensamiento,
el pensamiento es, como nunca, el capital
ms
preciado
para
el
individuo
y
para la
sociedad.
18
1
EL
DESAFO CVICO
El
debilitamiento de una
percepcin global conduce al debi-
litamiento del sentido de
la responsabilidad, pues
cada uno
tiende a
ser
responsable solamente de su
tarea
especializa-
da,
y tambin al debilitamiento
de la solidaridad,
pues cada
uno no percibe
ms
que su vnculo orgnico con
su
ciudad y
sus conciudadanos.
Existe
un
dficit democrtico creciente a
causa
de
la
apropiacin
de
una cantidad cada vez mayor de
proble
mas vitales
por parte de los
expertos, especialistas,
tc-
nicos.
El saber se ha vuelto cada vez
ms
esotrico slo
pueden acceder a l los especialistas) y annimo cuanti
tativo
y formalizado). Tambin el
conocimiento
tcnico
est
reservado a los expertos, cuya competencia
en un
dominio
cerrado est acompaada por una falta
de
com-
petencia cuando este dominio
se ha
vuelto parsito,
a
causa de influencias externas, o ha sido modificado por un
acontecimiento
nuevo.
En estas
condiciones, el ciudadano
pierde el
derecho
al conocimiento. Tiene
derecho a
adqui
rir un saber especializado si hace ;studios ad hoc pero
est
desposedo,
en tanto ciudadano, de
todo
punto
de
vista totalizador
y
pertinente. Si todava
es posible discu
tir en un
caf sobre
la
conduccin
del
carro del
Estado, ya
no es posible comprender
qu
desencadena
la crisis
asi
tica
y qu
impide
que
esta
crisis provoque
una
crisis
econmica
mayor
y,
adems,
los
mismos expertos
estn
profundamente
divididos
en cuanto
al diagnstico y
la
poltica econmica a seguir. Si era
posible
ir siguiendo el
desarrollo de
la
Segunda Guerra Mundial
con
banderitas
sobre
un mapa, no
es
posible
concebir los
clculos
y
simulaciones
de
las
corrtputadoras
que preparan
los
esce
narios de
las
guerras
futuras.
El arma atmica le quit
por
completo
al ciudadano
la
posibilidad de pensarla y
de
controlarla. Su
uso
est librado
a
la decisin personal
de
19
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10/72
un jefe
de Estado
sin consultar a ninguna instancia
democrtica regular.
Cuanto ms
tcnica
es
la poltica
mayor es la regresin del conocimiento democrtico
que se
produce.
La continuacin
del proceso cientfico-tcnico
actual
pro
ceso ciego
que
escapa a la conciencia y a la
voluntad
de los
mismos cientficos lleva a una fuerte regresin democrtica.
As mientras el
experto pierde
la
aptitud
para concebir lo
total y lo
fundamental
el ciudadano pierde el derecho al
conocimiento. A partir de
ese
momento el desposeimiento
del
saber
muy mal compensado por la divulgacin de los
medios
de
comunicacin plantea el
problema
histrico capi
tal
de la
necesidad
de
la
democracia
cognitiva.
Actualmente es
imposible
democratizar
un
saber enclaus
trado
y esotrico
por
naturaleza. Pero
debera
ser posible
encarar una reforma del
pensamiento
que permitiera afron
tar el
formidable
desafio
que
nos encierra
en la
siguiente
alternativa:
o bien soportamos el
bombardeo
de
innumera
bles
informaciones
que nos llegan en la catarata cotidiana a
travs de
los diarios la
radio
la televisin o
bien
confiamos
en
doctrinas que slo
retienen de
las
informaciones
lo que las
confirma
o es inteligible y rechazan como error o ilusin todo
lo que las desmiente o es incomprensible. Este problema se
plantea
no slo para el cotidiano conocimiento del
mundo
sino tambin
para
el conocimiento de todas las cosas
humanas
y
para
el propio conocimiento cientfico.
EL
DESAFO DE LOS DESAFOS
Un problema
crucial de
nuestro tiempo es
el
de
la
necesidad
de hacer frente a todos los desafos
interdependientes
que
acabamos de enumerar.
La reforma del pensamiento
permitira
el
pleno
empleo de
la inteligencia para
responder
a estos desafos y permitira
20
-
el vnculo
de
dos
culturas disociadas. Se
trata
de
una
reforma
no
programtica
sino
paradigmtica que
concierne
a
nuestra aptitud
para
organizar
el conocimiento.
Todas las
reformas concebidashasta
ahora dieron vueltas
alrededor
de
este agujero negro en
el que
se encuentra
la
necesidad profunda de nuestras
mentes
de nuestra socie
dad
de
nuestro tiempo
y
por consiguiente de
nuestra
enseanza.
No
percibieron la
existencia de este agujero
negro porque proceden
del tipo de
inteligencia
que
hay
que
reformar.
La reforma de la
enseanza
debe
conducir
a
la
reforma del
pensamiento
y la reforma del
pensamiento
debe conducir a
la reforma
de
la enseanza.
21
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
11/72
Captulo 2
L C BEZ IEN PUEST
No se le ensea a los hombres a
ser
honestos se les ensea
todo el resto.
PASCAL
La finalidad de nuestra
escuela
es
ensear
a repensar el
pensamiento,
a des-saber lo sabido a
dudar
de la
propia
duda, nico modo de
comenzar
a
creer
en algo.
JUAN
E
MAIRENA
La primera finalidad de
la
enseanza fue
formulada
por
Montaigne: vale
ms una
cabeza
bien
puesta
que una
repleta.
El significado de una cabeza
repleta
es claro: es
una
cabeza en
la
que el saber se ha acumulado, apilado
y
no
dispone
de un principio
de
seleccin de organizacin
que le
otorgue sentido.
Una cabeza bien puesta significa que mucho ms
importante
que
acumular
el
saber
es disponer
simult
neamente de:
una
aptitud general
para
plantear
analizar
problemas;
principios organizadores que
permitan
vincular
los sa
beres darles sentido.
LA APTITUD GENERAL
Recordemos
que
el pensamiento
humano
es como deca H.
Simon, un GPS
general problems setting nd soluing
En
23
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
12/72
contradiccin con
la
opinin ms
extendida actualmente,
el
desarrollo
de las aptitudes generales del pensamiento per
mite
un desarrollo
mejor
de las competencias
particulares
o
especializadas. Cuanto ms poderosa es la
inteligencia
ge-
neral, mayor es la facultad para analizar problemas especia-
les. La educacin debe favorecer la
aptitud
natural del
pensamiento
para
plantear y resolver los
problemas
y,
correlativamente,
estimular
el pleno empleo de la inteligen
cia
general.
Este pleno empleo necesita del libre ejercicio de la
facultad
ms
extendida
y ms
vivaz
de
la infancia
y de la adolescen-
cia, la curiosidad,
que
con demasiada frecuencia la instruc
cin
apaga
y que,
por
el
contrario,
habra que estimular
o
despertar
cuando
se duerme. Por lo tanto, se trata de apoyar,
aguijonear la
aptitud para interrogar y orientarla
hacia
los
problemas fundamentales
de nuestra
propia
condicin y de
nuestro tiempo.
Evidentemente, esto no puede incluirse
en un
programa,
slo puede ser
animado
por un fervor educador.
El desarrollo de la inteligencia general reqmere
que
su
ejercicio est relacionado con la d u d a ~ germen de toda
actividad crtica
que, como
indica
Juan de Mairena, permite
repensar el
pensamiento
pero tambin
implica
la duda de
la propia
duda . Debe recurrir
al ars cogitandi que
incluye
elbuen uso de la lgica, de la deduccin, de la induccin- el
arte
de
la
argumentacin
y
de
la
discusin.
Tambin
implica
esa inteligencia que
los griegos
denominaban metis,:J
con-
junto de aptitudes mentales
que combinan
el olfato, la
sagacidad, la
previsin,
la ductilidad
de
espritu, la maa, la
1
Recordemos el carcter trgico de la progresiva
extincin
de la
curiosidad a lo largo de los aos de formacin o de
su
limitacin a un
pequeo
sector
que
luego
ser
el de la especializacin del
adulto.
2
Montaigne cita a Dante: Che non m en que sape r dubbiar m'aggrada''
(no
menos
que saber dudar me agrada).
a l\1 Detienne
J.-P.
Vernant,Les Ruses de l'intelligence. La mtis des
Grecs, Flammarion, 1974, coll.
Champs ,
1986.
24
atencin
vigilante, el
sentido
de la oportunidad . En suma,
habra
que partir
de Voltaire y de
Conan
Doyle,
ms tarde
examinar el
arte
del paleontlogo o del historiador de la
prehistoria, para iniciarse en la serendipity
arte de trans
formar
los
detalles
aparentemente insignificantes en
ndi
ces
que
permitan reconstruir una historia por completo.
Como el
buen uso
de
la inteligencia general
es necesario en
todos los
campos
de la cultura
de las humanidades
y en
la
cultura cientfica y,
por supuesto, en la
vida,
en
todos
estos
campos
habra
que
subrayar el
buen pensar que de ningn
modo conduce a
convertirse
en un buen
pensante.
La
enseanza
matemtica
que, evidentemente,
comprende
el clculo, ir ms all y ms ac del clculo. Tendr
que
mostrar
la
naturaleza intrnsecamente
problemtica
de
la
matemtica. El clculo es
un
instrumento del razonamiento
matemtico que
se ejerce sobre el
problem setting
y el
problem
solving
y del
que
hay
que
mostrar
la prudencia
consumida y la lgica implacable .
4
A lo largo de los
aos
de
enseanza
habra que poner
en
evidencia, progresivamente,
el dilogo del
pensamiento matemtico
con el desarrollo de
los conocimientos cientficos y,
finalmente,
los
lmites
de la
formalizacin
y de la cuantificacin.
La filosofa
tiene que contribuir eminentemente al desarro
llo
del
espritu problematizador. La
filosofa es,
ante
todo,
un
poder
de
interrogacin
y de reflexin sobre los grandes
problemas del conocimiento y de la condicin humana. Hoy,
la filosofa,
que
se agazapa en una disciplina casi encerrada
en s misma, debe renovar la
misin
que tuvo desde Arist
teles
hasta
Bergson
y
Husserl, sin por
eso abandonar las
investigaciones que desarrolla. De
esta
manera,
continuan
do con su
enseanza,
el profesor
de
filosofa tendra
que
4
Lautrmont, Chants de Maldoror, en Euures completes, Losfeld,
1971, p. 114.
25
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
13/72
hacer aportes al conocimiento reflexivo e
interrogativo
sobre
los conocimientos cientficos,
la literatura,
la poesa y, al
mismo
tiempo, nutrirse
de
las ciencias y de la literatura.
LA
ORGANIZACIN DE LOS CONOCIMIENTOS
Una
cabeza
bien puesta es una cabeza que es apta para
organizar los conocimientos y de este modo evitar una
acumulacin estril.
Todo conocimiento
constituye
al
mismo tiempo
una
tra
duccin y una reconstruccin a
partir
de
seales,
signos,
smbolos, en forma de
representaciones, ideas, teoras,
dis-
cursos.
La
organizacin de los conocimientos, que se
realiza
en funcin
de principios y
reglas
que no vamos a
examinar
aqu,
5
implica operaciones de unin (conjuncin, inclusin,
implicacin) y de separacin (diferenciacin, oposicin, se-
leccin, exclusin). El proceso
es
circular: pasa
de la
separa
cin a la unin, de la unin a la
separacin
y, ms all, del
anlisis a
la
sntesis,
de la
sntesis al anlisis. Dicho
de
otro
modo,
el
conocimiento implica al mismo tiempo separacin
y unin, anlisis y sntesis.
Nuestra
civilizacin y, por consiguiente, nuestra
ense
anza, privilegiaronla separacin en detrimento de la
unin,
el anlisis
en
detrimento de la sntesis. Unin y sntesis
quedaron subdesarrollados. Por
eso,
tanto
la
separacin
como la acumulacin sin relaciones de los conocimientos
estn
privilegiados
en
detrimento de la organizacin que
vincula los conocimientos.
Como
nuestro
modo
de
conocimiento
desune
a los objetos,
t e n e m o ~ que concebirqu los une. Como asla a los objetos de
su contexto
natural
y del conjunto del que forman parte,
constituye
una necesidad
cognitiva poner en
su
contexto un
5
Vase E. Morin,La Mthode t. :La Connaissance de la connaissan-
ce
y
t. : Les Ides. Seuil,
Points Essais
No 236
y
303.
26
conocimiento
particular
y situarlo respecto de
un
c o n j u n t ~
En efecto, la psicologa cognitiva demuestra
que
el.con?,ci-
miento
progresa
principalmente
menos
por sofisbcacwn,
formalizacin y
abstraccin
de los conocimientos particula
res
que por
la aptitud para integrar
s t ~ s
c?nocimientos en
su contexto y su conjunto total.
Por consLgwente el desarro-
llo de la
aptitud para
contextualizar y totalizar los saberes
se
convierte en un imperativo de la educacin.
El
desarrollo de la aptitud para
contextualizar
tiende a
producir el surgimiento de
un
p e n s a ~ i e : l t o e ~ o l o g i z a n . t :
en el sentido de que
sita
todo acontecimiento, m f o r m a c i ~ n
o
conocimiento en
una
relacin
inseparable
con
el
medw
-cultural
social, econmico, poltico y, por supuesto,
natu
ral-. No 'hace ms que situar un acontecimiento en su
contexto incita a
ver
cmo ste modifica al contexto o cmo
le da uda
luz diferente.
Un
pensamiento
de
este tipo se
vuelve inseparable del pensamiento de lo complejo, pues
no
h h
asta con inscribir todas las cosas y ec os en
un
marco u
horizonte . Se
trata de buscar
siempre las
relaciones
e
nter-retro-acciones
entre todo fenmeno y su contexto, las
relaciones recprocas
entre
el todo y las par,tes: cmo
u n ~
modificacin local repercute sobre e l todo y como una modi-
ficacin del todo repercute sobre las partes. Al
mismo tiem
po, se trata de reconocer la unidad dentro de lo ?iverso, lo
diverso dentro de la
unidad,
reconocer, por eJemplo, la
unidad humana a travs de
las diversidades individuales
y
culturales, las diversidades individuales y culturales a
tra
vs
de
la
unidad humana.
Finalmente,
un
pensamiento
que
vincule se b r e hacia el
contexto de los contextos, el contexto planetano.
Para seguir
este
camino el problema no reside
tanto en
abrir las fronteras entre las disciplinas sino
en
transformar
lo que genera
estas
fronteras: los principios organizadores
del conocimiento.
Pascal
ya haba formulado
el imperativo
de
enlace que hoy
se intenta introducir en
toda
enseanza, empezando por la
enseanza primaria:
27
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
14/72
Como todo es causado y
causante,
ayudado y
ayudante
mediato e inmediato y como todo se mantiene por
un
n c u l ~
n a t u r ~ l e insensible que relaciona a los
ms
alejados y a los
ms diferentes, considero imposible conocer las
partes
sin
conocer
el todo y conocer el todo sin conocer
particularmente
las partes
.. Pcnses, edicin
Brunschvicg,
II,
72).
~ r a pensar
localmente hay
que
pensar
globalmente,
de la
m1sma manera que, para pensar globalmente
hay
que saber
tambin, pensar localmente. '
Hay
un problema clave
que
permanece: cules son los
principios que
podran elucidar
las
relaciones
de reciproci
dad entre partes
y todo y reconocer el vnculo
natural
e
i ~ s e n s i b l e
que
relaciona las cosas ms alejadas y las ms
diferentes?
Cules
son los modos de pensar
que
nos
permi
tiran concebir
que
una misma cosa pueda ser causada y
causante, ayudada y ayudante, mediata e inmediata? Lo
vamos a indicar sucintamente en el captulo 8 La
reforma
del
pensamiento .
'
UN
NUEVO
ESPRITU CIENTFICO
La_ segunda revolucin cientfica del siglo xx
6
puede
contri
bmr hoy
a
formar
una
cabeza bien puesta.
Esta revolucin
'
.
que
comenzo
en vanos frentes en
los
aos
sesenta, opera
grandes desmembramientos que llevan
a
vincular
contex
tualizar .Y
totalizar
saberes hasta ahora
f r g m e ~ t r i o s
y
compartimentados
y que,
desde su aparicin, permiten arti
cular
de manera
fecunda las
disciplinas
entre
s.
Dado que el desarrollo anterior de
las
disciplinas cientfi
cas
fractur y
compartiment
cada vez ms el campo del
saber, quebr las entidades naturales sobre las que siempre
6
La primera se produjo
en
la microfsica a comienzos del siglo (vase
captulo 5).
28
se produjeron los grandes interrogantes humanos: el cos
mos, la naturaleza,
la vida
y, en ltima
instancia,
el ser
humano. Las nuevas
ciencias,
la
ecologa,
las
ciencias
de la
Tierra,
la cosmologa,
son
poli o
transdisciplinarias: su
objeto no es un sector o
una
parcela sino
un
sistema
7
complejo
que forma un
todo
organizador.
8
Operan
el
resta
blecimiento
de los conjuntos
constituidos
a
partir de interac
ciones y retroacciones, y que constituyen complejos que
se
organizan por s mismos.
Al
mismo
tiempo,
resucitan
las
entidades naturales:
el
Universo
(cosmologa),
la
Tierra
(ciencias
de
la
Tierra), la
naturaleza (ecologa), la humani
dad (a
travs
de
la
nueva
prehistoria del
proceso multimile
nario
de
hominizacin).
De esta manera,
todas
estas
ciencias
rompen el viejo
dogma
reduccionista de explicacin por lo elemental: consi
deran
sistemas
complejos
en
los que las
partes
y el todo
se
producen
conjuntamente
y se organizan mutuamente y, en
7
En
el ltimo medio siglo, la idea de
sistema
comenz a minar
progresivamente,
la
validez de
un conocimiento reduccionista. F o r m u l a ~
da por
von Berlanffy durante los aos
cincuenta, la
teora
general
de los
sistemas, partiendo del hecho de que la mayora de los objetos
de
la fsica,
de la astronoma, de la biologa, de la sociologa -tomos, molculas,
clulas,
organismos,
sociedades,
astros,
galaxias-
formaban
sistemas,
es
decir, conjuntos
de
partes diversas
que
constituyen un todo organizado,
se
encontr con la siguiente idea que haba sido formulada
en
el pasado: el
todo no es
ms
que el conjunto de las
partes
que lo componen. En la misma
poca, la ciberntica estableca los primeros principios sobre la
organiza
cin
de
las mquinas que
disponan de
programas
informatizados
y
dispositivos de regulaci n, cuyo conocimiento
no
poda
reducirse
al
de
sus
partes
constitutivas. Como
ya habamos
concluido,
la
organizacin
en
sistemas produce cualidades o propiedades desconocidas de las partes
concebidas aisladamente: las emergencias La Mthode, t. 1: a Nature
de la nature,
Ed. Du Seuil,
Points Essais
N 123, especialmente,pp. 101-
116). As, las propiedades del ser vivo son desconocidas a
escala
de los
constituyentes
moleculares
aislados, emergen
en
y por esta
organizacin
y
retroactan
sobre las molculas constitutivas de
esta
organizacin.
La
rutina de la ciencia
disciplinaria
era tan
fuerte
que el pensamiento
sistmico estuvo durante mucho tiempo confinado fuera de
las
ciencias
naturales y
humanas
y, hoy todava, sigue siendo marginal.
8
Como lo
indicamos en
otra parte
La Mthode, t.I
o
p. cit.,
pp. 94-106),
las
nociones
de
sistema y
de organizacin
remiten
una
a
otra.
29
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
15/72
el caso
de la
cosmologa, una complejidad
que va ms all
de
todo
sistema.
Ya
existan
ciencias multidimensionales, como la geogra
fa, que va
de la
geologa a los fenmenos econmicos y
sociales.
Existen
ciencias
que
se han vuelto poliscpicas,
como la historia, y ciencias que ya lo eran, como
la
ciencia de
las
civilizaciones (Islam, India, China). Luego aparecieron
las
nuevas
ciencias sistmicas : ecologa, ciencias de
la
Tierra,
cosmologa.
ECOLOGA
La idea de sistema se insert
y luego
se impuso
a
partir
de
la
nocin
de
ecosistema,
en
una ciencia
fundada
a fines del
siglo
pasado
pero que
tuvo un
prodigioso desarrollo a
partir
de comienzos de los aos sesenta:
la
ecologa. La nocin de
ecosistema significa que el conjunto de
las
interacciones
entre poblaciones vivas
dentro
de
una
unidad geofsica
que
puede ser
determinada
constituye
una
unidad compleja de
carcter
organizador: un ecosistema. Como
se
sabe,
la
inves
tigacin ecolgica se ampli a
partir
de los aos setenta a
la
biosfera
en
su conjunto, ya que sta es concebida como un
megasistema autorregulador que
lleva
en su seno los desa
rrollos tcnicos y econmicos propiamente
humanos
que la
perturban.
El
eclogo,
que tiene
como objeto de
estudio un
ecosistema,
debe apelar a mltiples disciplinas fsicas para concebir el
biotipo y a
las disciplinas
biolgicas (zoologa,
botnica,
microbiologa)
para considerar la
biocenosis.
Adems,
debe
convocar a
las
ciencias
humanas para considerar las interac
ciones
entre
el
mundo
humano
y
la
biosfera. De
esta manera,
disciplinas
extremadamente
diferentes
se
asocian y
traba
jan
en
conjunto en
la
ciencia ecolgica.
CIENCIAS
DE LA TIERRA
En
los aos sesenta, como consecuenc ia del descubrimiento
de
la
tectnica de las placas, las ciencias de
la Tierra
consideran al planeta como un sistema complejo que se au
toproduce y se autoorganiza. Articulan
entre
s disciplinas
30
que haban estado
separadas
como la geologa, la meteorolo
ga, la vulcanologa, la sismologa. Nos sugieren cmo la
disminucin de peso de
la extremidad continental
del
Sudes
te asitico, por efecto de
la extrema
erosin
anual
causada
por
los monzones,
puede
provocar el balanceo del
Oeste
anatolio
y
un empuje
que provoque temblores de
tierra
o
erupciones volcnicas en
Grecia
e Italia.
Como sugiere
fuertemente
Westbroek,
9
nos encaminamos
hacia una
concepcin geo-bio-fsica de
la
tieiTa
en la
que se
integran
sistmicamente las caractersticas fsicas del origen
biolgico (el oxgeno del a ire, el calcreo, etc.), en el que
la
vida
no es slo
un
producto sino un actor de
la
fsica teiTestre
El auge de las
ciencias
de
la
Tierra
y de
la
ecologa
revitaliza la
geografa, ciencia compleja por principio
ya que
recubre la
fsica terrestre,
la
biosfera y las implantaciones
humanas. Dejada al
margen
por
las
disciplinas
triunfantes,
privada de pensamiento organizador
ms
all del posibilis
mo de Vidal de
La Blanche
o del
determinismo
de Ratzell,
la
geografa que, adems, le proporcion profesionales a la
ecologa y a
las
ciencias de
la Tierra,
vuelve a
encontrar sus
perspectivas multidimensionales,
complejas y totalizado
ras.10 Desarrolla sus seudogeopolticas
11
y reasume
su
voca
cin original: como dice
Jean-Pierre
Allix, somos
necesaria
mente
mdicos clnicos Y
La
geografa se amplifica
en la
ciencia de
la
Tierra de los hombres.
CosMOLOGA
El
cosmos
haba
sido
liquidado
a comienzos de siglo
por
la
concepcin
einsteniana
del espacio-tiempo.
Su
resurreccin
comenz cuando
Hubble
mostr
la
dispersin de
las
ga
laxias, con la hiptesis del tomo primitivo de Lemaitre,
9
Peter
Westbroeck,
Vive la Terre. Physiologie d une
planete Ed. du
Seuil, 1998.
10
Vanse clacques Levy, Le Monde pour cit, debate con Alfred
Valladao,
Hachette,
1996. Michel Roux,
Gographie et complexit,
L Harmattan,
1999.
Vase Yves Lacoste, Dictionnaire degopolitique, Flammarion, 1995.
12
L espace
humain.
Une invitationa a gographie, Ed.
du
Seuil, 1996.
31
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
16/72
luego se desarroll
en
los aos sesenta, especialmente des
pus del descubrimiento,
en
1965, de
la
radiacin istropa
que proviene de todos los horizontes del Universo y que
puede interpretarse como el residuo fsil de un hecho trmi
co inicial. A
partir
de ese
momento
se
impuso la
concepcin
de un cosmos
singular
en su devenir. Para conocerlo y, sobre
todo, para concebir la formacin de ncleos, tomos y las
nter-retroacciones
internas
de los astros,
se
asocia la obser
vacin astrofsica con los resultados de las experimentacio
nes microfsicas, es decir,
la
disciplina
de
lo
infinitamente
pequeo con
la
disciplina de lo infinitamente grande. Y al
gunos cosmlogos que, a la manera de Pascal, reflexionan
sobre
la
situacin
humana
entre
estos dos infinitos,
intentan
introducir
la posibilidad de la vida y de la conciencia
en
su
idea de cosmos (principio antrpico).
De este modo, disciplinas diversas (astronoma de la
observacin, fsica, microfsica, matemtica),
ms
una re
flexin casi filosfica, se
utilizan
de
manera
reflexiva para
acceder de
la
mejor manera posible a
la
inteligibilidad
de
nuestro Universo.
Los TR SOS
Lamentablemente, la
revolucin de
la
concentracin de los
campos pluridisciplinarios dista mucho de estar
generaliza
da
y,
en
muchos sectores,
ni siquiera
comenz, especialmen
te en
lo
que
concierne
al
ser
humano, vctima
de
la
gran
desunin
entre naturaleza/cultura, animalidad/humanidad,
que sigue despedazado entre su naturaleza de ser vivo
estudiado
en
la
biologa y
su
naturaleza fsica y social
estu
diada en las ciencias humanas.
Sin
embargo,
la nueva
prehistoria, a partir de los descu
brimientos de
Olduvai
realizados por
Louis
y Mary Leakey
en
1959, nos permite realizar el
primer
vnculo que establece
un nudo
gordiano
entre
lo biolgico y lo
humano: convertida
en
una ciencia pluridisciplinaria y con mltiples puntos de
32
vista, intenta
concebir
la
hominizacin, aventura de algunos
millones de aos,
que permite
el
pasaje
del
animal al
humano y de
la
naturaleza a
la
cultura. Tiene que apelar a
la
ecologa (cambios climticos
que estimularon la hominiza
cin), a la gentica (mutaciones sucesivas desde el
australo
pitecus
hasta
el hamo sapiens , a
la anatoma
(el vnculo
entre
bipedestacin y uso de
las manos,
cuerpo erguido,
modificacin del crneo), a las neurociencias (crecimiento y
reorganizacin del cerebro), a
la
sociologa (transformacin
de una sociedad de
primates
en una sociedad
humana),
a
las
teoras de Bolk (el adulto que conserva los caracteres no
especializados del embrin y los
caracteres
psicolgicos de
la
juventud).
1
a
Aqu se
anuda
el
primer
vnculo
indisoluble
entre
ciencias de
la vida
y ciencias humanas.
En las ciencias cognitivas se busca otro vnculo
entre
el
cerebro, rgano biolgico,
la
mente,
entidad
antropolgica y
la
computadora, inteligencia artificial. Pero hasta ahora hay
ms
yuxtaposicin que concentracin de campos y no se produce
tanto la
bsqueda de un lenguaje comn como conflictos
entre
disciplinas que
pretenden ser
hegemnicas: neurociencias,
psicociencias, teoras de
la
informacin, ciberntica, concepcio
nes
de la
autoorganizacin a
partir
de redes, etc. Lo
ms
grave
es que
las
ciencias cognitivas, que
aglutinan
disciplinas nor
males ,
que pertenecen
a
la
ciencia clsica,
ignoran
su proble
ma
clave:
su
objeto de conocimiento tiene
la
misma
naturaleza
que su instrumento
de conocimiento. De
manera que las
ciencias cognitivas constituyen
un primer
estadio de agrega
cin
que espera
su
revolucin copernicana.
En
lo
que respecta
a
las
ciencias de
la vida
y a
las
ciencias del
hombre, la situacin
es
completamente diferente. Los prodi
giosos progresos de la biologa molecular y de
la
gentica
permiten concebir el vnculo entre fsica, qumica y biologa,
ya
que la
vida se diferencia del
mundo
fsico-qumico
por la
13
Vanse las indicaciones enLe
Paradigme
perdu, Points Essais ,
N 109.
33
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
17/72
organizacin
y no
por la materia. Pero esta
organizacin
est
concebida
de una manera
reductora
cuando
slo
se la
relacio-
na
con el
juego
ADN
ARN p r o t e n a s De
hecho,
existen
hiatos que
hasta ahora
no
han
sido
llenados entre
biologa
molecular, por una
parte, y etologa o
parasitologa por otra.
En tanto que la
biologa
molecular se esfuerza por reducir
cualquier
comportamiento
de lo
viviente
a
juegos
gentico-
qumicos,
en
otro
horizonte
de las ciencias biolgicas
se
desarroll una
visin etolgica
que revela
la complejidad de
las
estrategias no slo
animales
sino vegetales,
la
inteligen-
cia y complejidad de
las
relaciones
entre
monos superiores,
especialmente
en
los chimpancs,
la
existencia no de
hordas
sino
de verdaderas
sociedades
en
los mamferos.
En
cuanto
a
la
parasitologa, descubre
la
astucia
asombrosa
de
parsitos
que se infiltran
de
una
especie a
otra sin que este
comporta-
miento tan
complicado
pueda
ser
reducido al
azar
gentico.
De manera
que
las ciencias biolgicas
progresan en ml-
tiples
frentes,
pero
estos frentes
no
estn
coordinados
entre
s
y
llevan
a
ideas divergentes. La
confederacin biolgica
est muy
lejos. Le falta el vnculo decisivo: la
idea
de auto-
organizacin.
Por
otra parte, las
ciencias
propiamente
humanas tambin
estn compartimentadas: historia,
sociologa, economa,
psicologa, ciencias
de
lo
imaginario, mitos
y
creencias,
slo
se
comunican en algunos investigadores marginales. Sin
embargo,
la
historia tiende
a
convertirse
en
ciencia
multidi-
mensional,
que
integra en su seno
las dimensiones
econmi-
ca, antropolgica (el conjunto de
las
costumbres,
hbitos,
ritos sobre
la
vida
y
la muerte
y
vuelve
a
integrar
el
acontecimiento,
despus
de haber credo
que
haba
que
expulsarlo porque
era un epifenmeno.
La historia,
como
indica
apropiadamente
Andr Burguiere,
14
tiende
a conver-
tirse en
la
ciencia
de la
complejidad
humana.
14
Andr Burguiere, De l'histoire volutionniste 'histoire complexe
en
elier
les connaissances
Ed. du Seuil, 1999. '
34
L
IMPERATIVO
De
esta
manera,
las
grandes
concentraciones
de
campos
sufren enormes atrasos
en
los casos
en
los
que todava reina
la reduccin y la
compartimentacin. Pe ro
cosmologa, cien-
cias
de la Tierra,
ecologa,
prehistoria,
nueva
historia, per-
miten articular entre s
disciplinas
que hasta ahora estaban
desunidas.
Permiten responder, cada
una en
su terreno y a
su manera, al
imperativo
de Pascal.
Entonces, con este nuevo
espritu
cientfico, podemos
pensar
que
una
verdadera reforma
del
pensamiento se
ha
puesto en marcha, pero que todava es
muy
desigual.
Tenemos que apostar
todo a este espritu si
queremos
beneficiar la inteligencia general, la aptitud para plantear
problemas,
la posibilidad de
vincular
conocimientos. A este
nuevo
espritu
cientfico habr
que agregarle
el espritu
renovado de la cultura de las humanidades.
No olvidemos
que
la cultura de las humanidades favorece la aptitud para
abrirse a todos los grandes problemas, la aptitud para re-
flexionar,
para aprehender las
complejidades
humanas,
para meditar sobre el saber y para
integrarlo
en la vida
propia
para, correlativamente, ver
con
mayor claridad
la
conducta
y el conocimiento
de uno mismo.
De manera
que
podemos
considerar
los
caminos que
permitiran encontrar, en
las condiciones
contemporneas,
la finalidad
de
la cabeza bien puesta. Se
tratara de un
proceso continuo, a lo
largo de
los diversos niveles
de
la
enseanza, en los que
debera
movilizarse la cultura cient-
fica y
la cultura de las humanidades.
U
na
educacin
para una cabeza bien puesta, que ponga
fin
a
la desunin entre las
dos
culturas,
la
volvera
apta para
responder
a los
formidables
desafos
de
la
globalidad y
de la
complejidad
en la vida cotidiana,
social, poltica,
nacional
y
mundial.
Por
lo
tanto, es necesario que, de manera
imperativa,
restauremos
la finalidad
de la
cabeza bien puesta, en
las
condiciones de nuestro
tiempo
y con
sus
propios imperativos.
35
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
18/72
Captulo
LA CONDICIN HUMANA
Nuestro verdadero estudio
es
el
de la
condicin
humana.
RousSEAU
milio
EL APORTE DE L CULTURA CIENTFICA
El
estudio
de
la condicin
humana no
slo
proviene
de las
percepciones
de las
ciencias
humanas.
No slo se
origina en
la
reflexin filosfica
en
las descripciones
literarias. Tam-
bin surge
de
las
ciencias
naturales
renovadas
agrupadas
en los campos
de
la cosmologa las ciencias
de
la Tierra la
ecologa.
Estas
ciencias no hacen ms
que
presentarnos un
tipo
de
conocimiento
que organiza un saber
anteriormente
disperso
compartimentado.
Resucitan
el mundo la Tierra la natu-
raleza nociones que dejaron
de
provocar interrogantes
reflexiones en la historia de
nuestra
cultura
y
por esto
provocan de
una
manera
nueva
los
problemas
fundamenta-
les:
qu
es el
mundo?
qu
es nuestra Tierra?
de
dnde
venimos?
Nos permiten
insertar
situar la condicin huma-
na en el cosmos la
Tierra
la vida.
Estamos en un minsculo
planeta
satlite de un Sol
de
los
suburbios astro pigmeo
perdido entre
miles
de
millones de
estrellas
de
la Va Lctea a su vez
galaxia perifrica
en un
cosmos
en
expansin
privado
de
centro.
Somos hijos
margi-
nales
del cosmos
formados
por partculas tomos molcu-
las
del
mundo
fsico. Y no solamente somos marginales sino
37
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
19/72
que estamos casi perdidos
en el cosmos, somos casi
extran-
jeros,justamente a
causa de nuestro pensamiento
y nuestra
conciencia que permiten que consideremos esto.
As como la
vida
terrestre es
extremadamente marginal
en
el cosmos,
tambin
somos
marginales en la
vida. El
hombre apareci
de
una manera
marginal en
el mundo
animal
y su
desarrollo
lo volvi an
ms marginal.
Somos los
nicos
(aparentemente) que
entre los
seres
vivos de la tierra
poseemos
un aparato
neurocerebral hipercomplejo, los
ni-
cos que poseemos un
lenguaje
doblemente articulado que
permite
comunicarnos de individuo a individuo, los nicos
que
disponemos de conciencia.
Abrirnos
al
cosmos
es
situarnos en una aventura
descono-
cida y
quizs
seamos,
al mismo
tiempo, los nicos
que
podamos
aclararla
y los que
nos
desviemos
de
ella.
Abrirnos
hacia
laphysis es relacionarnos con el
problema de
la orga-
nizacin de las
partculas,
tomos, molculas, macromolcu-
las que se encuentran dentro de las clulas de cada uno de
nosotros.
Abrirnos hacia
la
vida
es
tambin abrirnos
a
nuestras vidas: las ciencias del hombre le quitaron todo el
significado biolgico a estos trminos: ser joven, viejo, hom-
bre,
mujer, nacer,
existir, tener
padres, morir; estas pala-
bras remiten slo a categoras socioculturales. No
adquieren
sentido viviente ms que
cuando
las concebimos en nuestra
vida privada. La antropologa que enva
la
vida a
la
vida
privada es
una
antropologa privada
de vida.
La vida es
un
moho que
se
form
en
las
aguas
y
superficie
de la Tierra. N uestro planeta engendr la vida, que se
desarroll como
un
bosque
en
el
mundo
vegetal
y
animal.
Y
nosotros somos una
rama
de una rama de esta evolucin
e_ntre los
vertebrados,
los
mamferos,
los
primates,
tienen
en
nosotros
herederos, hijas,
hermanas
de las prime-
ras clulas
vivas.
Por
nacimiento,
formamos
parte de la
aventura biolgica; por la
muerte,
participamos
de
la trage-
dia csmica. El ser ms rutinario, el destino ms banal
participan
de
esta tragedia
y
de
esta
aventura.
'
Como
le
contestaba Michel Cass, en un banquete
en
el
castillo de Beychevelle, a un enlogo distinguido que le
38
preguntaba
qu vea un astrnomo en
su vaso de vino
de
Burdeos:
Veo el nacimiento del Universo ya que veo
las partculas
que
se formaron all en los primeros segundos. Veo un Sol
anterior
al
nuestro
ya que nuestros tomos de carbono se forjaron
dentro de ese
astro
que explot. Luego el carbono se uni a
otros tomos en esta especie de tacho de basura csmico cuyos
detritos, al agruparse, formaron la Tierra. Veo la composicin
de las macromolculas que se juntaron para
dar
nacimiento
a la vida. Veo las primeras clulas vivas, el desarrollo del
mundo vegetal, la domesticacin de la via
en
los pases
mediterrneos. Veo las bacanales y los festines. Veo la selec-
cin de
las
cepas,
un
cuidado
milenario
de los viedos.
Finalmente, veo el desarrollo de la tcnica moderna que hoy
permite
controlar electrnicamente la temperatura
de fer
mentacin en las cubas. Veo
toda
la historia csmica y
humana en
este
vaso de vino y, por supuesto, la
historia
especfica del vino de Burdeos.
En
nuestro interior llevamos el mundo fsico, qmm1co,
vivo y, al mismo tiempo, estamos separados de ellos
por
nuestro
pensamiento,
nuestra conciencia, nuestra
cultura.
De
esta
manera, cosmologa, ciencias de la
Tierra,
biologa,
ecologa,
permiten
situar
la
doble condicin humana,
natu-
ral y metanatural.
Conocer el
hombre
no es recortarlo del Universo sino
ubicarlo en l. Todo conocimiento, como vimos
en
el captulo
anterior, debe
contextualizar
su objeto para ser pertinente.
Quines
somos?
es
inseparable
de
Dnde
estamos?,
de
dnde venimos?, adnde vamos? Pascal
ya
nos haba si
ua-
do
correctamente
entre dos infinitos y esto fue ampliamente
confirmado
por el doble auge en el siglo xx de la microfsica
y
de
la astrofsica.
Hoy
aprendimos
nuestro
doble
arraigo
en
el cosmos fsico y en
la esfera viviente.
Por
supuesto
que nuevos descubrimientos habrn de
modificar nuestro
conocimiento pero,
por primera
vez
en la
historia,
el ser
humano puede
reconocer
la
condicin
huma-
na
en
su
arraigo
y en
su desarraigo.
39
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
20/72
En el centro de la aventura csmica, en la punta del
desarrollo prodigioso de
una rama
singular de la auto
organizacinviva, seguimos, a nuestro modo,
la
aventura de
organizac_in. Esta epopeya csmica de la organizacin,
sm cesar suJeta a las fuerzas de la desorganizacin y de la
d ~ ~ p e r s i n
es tambin
la epopeya de la conexin, que impi
dw
que
el cosmos se dispersara odesapareciera en el momen
to de
~ c e r .
Nosotros, seres vivos y, por consiguiente, huma
n o ~
hiJOS
de las aguas, de
la
Tierra y del Sol, somos
una
bnzna de
la
dispora
csmica, algunas
migajas de
la existen
cia solar,
un brote pequeo
de la existencia terrestre.
Estamos, al
mismo
tiempo,
dentro
y fuera
de la
naturale
za. Somos
seres
al
mismo tiempo
csmicos, fsicos, biolgi
cos, culturales, cerebrales, espirituales. Somos hijos del
cosmos, pero a causa
de nuestra
propia humanidad, de
nuestra u l t u ~ a de nuestro espritu, de
nuestra
conciencia,
s?mos ~ x t r a n J e r o s
en
este cosmos del
que
provenimos y
que
sigue siendo
para
nosotros secretamente ntimo. Nuestro
pensamiento, nuestra
conciencia,
que
nos
hacen
conocer el
mundo fsico, nos alejan tambin de l. El hecho de conside
rar racional
y cientficamente el Universo nos
separa
de l.
Tenemos
que
agregarle
a
nuestra ascendencia
csmica y
a nuestra constitucin fsica nuestra
implantacin
terrena.
La Tierra
se produjo y organiz
dependiendo
del Sol se
constituy como
un
complejo biofsico a
partir
del
m o m ~ n t o
en que
se
desarroll
su
biosfera. De la Tierra, efectivamente
surgi la vida, y en el
surgimiento
multiforme de la v i ~
pluricelular surgi
la animalidad
y, luego, el
desarrollo
ms
reciente
de una rama
del
mundo
animal se convirti en
humano. S o m ~ t i m o s
a la naturaleza vegetal y animal, pen
samos convertirnos en seores y amos de
la
Tierra incluso
conquistadores del cosmos. Pero dependemos
de
manera
vital
de la
biosfera
terrestre -como
empezamos a
entender
y
tenemos que
reconocer
nuestra
identidad
terrcola
muy
fsica y muy biolgica.
~ o r l o t a ~ t o podemos al mismo tiempo
integrar
y distin
gmr el
destmo
humano
dentro
del Universo y esta nueva
cultura cientfica que
permite
ofrecer un conocimiento
nue-
40
vo y capital a la cultura general, humanista,
histrica
y
filosfica que, de Montaigne a Camus, siempre
se plante
el
problema
de
la
condicin
humana.
La prehistoria se
vuelve
cada vez
ms
ciencia
fundamental
de la hominizacin.
Lleva en s
el
nudo
gordiano
animalidad/
humanidad.
Efectivamente,
el proceso de hominizacin de
seis
millones
de aos
nos permite concebir
la
emergencia
de la humanidad a partir de la
animalidad.
La hominizacin
es
una
aventura al mismo tiempo
discontinua
-aparicin de
nuevas especies: habilis, erectus, neandertalensis, sa piens y
desaparicin de
las
anteriores,
surgimiento
del
lenguaje
y de la cultura- y continua
-en
el
sentido
en que
prosigue un
proceso de
bipedestacin, de uso de las manos, de
ergui
miento del cuerpo, de cerebracin, de conservacin de
caractersticas de lajuventud (el adultoconserva los caracteres
no especial izados del embri.n
2
y los caracteres psicolgicos de
la juventud), de complejizacin social, proceso durante el cual
aparece el lenguaje propiamente humano al
mismo
tiempo
que
se
constituye la
cultura, capital de
saberes,
hechos,
creencias, mitos adquiridos y transmisibles de generacin
en generacin-. De esta manera podemos introducir en nues
tra
reflexin el problema todava enigmtico
en
parte de
la
hominizacin, pero del que se sabe, a l menos hoy, que comenz
hace varios millones de aos y que tuvo un carcter no slo
gentico sino tambin psicolgico y sociolgico para llegara ser,
a
partir
de
un determinado
estadio, cultural.
La
hominizacin
culmina en
un
nuevo comienzo: lo
humano.
Todo esto debe
contribuir
a
la
formacin de
una
conciencia
humanista
y tica de pertenencia a
la
especie humana, que
1
Australopitecus (crneo: 508 cm
3
),
amo
habilis
(680 cma
, Hamo
erectus
(800-1100
cm
3
), hombre moderno
(1200-1500 cm
3
).
2
Vanse
las indicaciones en
Le
Paradigme perdu op.
cit. sobre
las
caractersticas anatmicas y
fisiolgicas
no
especializadas
del
ser huma
no
(pp. 92-100).
41
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
21/72
slo
puede
ser
completada por
la conciencia del carcter
matricial
de la Tierra para
la vida
y de la
vida
para la
humanidad.
Todo esto debe converger tambin en el abandono del
sueo
demente de conquista del Universo y de dominio de
la
natura
leza formulado por Bacon Descartes Buffon Marx y que
anim la aventura conquistadora de la tcnica occidental.
Los nuevos
conocimientos
que
nos
permiten
descubrir el
lugar
de la
Tierra
en el cosmos la Tierra-sistema la
Tierra Gaia o
biosfera
la
Tierra-patria
de los humanos
no
tienen ningn
sentido si
estn
separados
entre
s.
La
Tierra
no es
la
adicin
de un planeta fsico de
una
biosfera
y de
una
humanidad. La Tierra
es una totalidad
fsica-biolgica-antropolgica
en la que la vida es una
emergencia de la
historia de
la
Tierra
y el
hombre una
emer
gencia
de la historia
de la
vida terrestre. La
relacin
del
hombre con la
naturaleza no
puede
concebirse de
manera
reductora ni
de manera desunida.
La
humanidad es una
entidad planetaria y
biosfrica. El
ser humano al mismo
tiempo
natural
y sobrenatural tiene
su
fuente en
la
naturaleza viviente
y fsica
pero emerge
y
se
distingue de
ella
por
medio de la cultura el
pensamiento
la concien
cia. Todo
esto
nos enfrenta al carcter doble y complejo
de
lo
humano: l humanidad
no
se reduce de ninguna manera
l animalidad pero sin animalidad no hay humanidad
Durante esta aventura la condicin humana se
autoprodujo
por
medio del desarrollo del utensilio la domesticacin del
fuego el
surgimiento
del
lenguaje doblemente articulado
y
finalmente
el surgimiento del mito y del imaginario .. De
manera que la nueva prehistoria se convirti en la ciencia
que
permite la resurreccin de lo humano que haba sido
eliminado
por
la
fragmentacin
de
las
disciplinas.
El
ser humano se nos aparece en su complejidad: ser al
mismo
tiempo
totalmente biolgico y totalmente
cultural.
El
4
cerebr o con el que
pensamos
la boca con la que
hablamos la
mano
con la
que
escribimos
son rganos
totalmente biolgi
cos y al mismo tiempo
totalmente
culturales. Lo ms
biolgico -el sexo el nacimiento la muerte- es tambin lo
que
est ms
embebido
de cultura. Nuestras actividades
biolgicas ms elementales: comer beber defecar estn
estrechamente
vinculadas
con
normas
prohibiciones valo
res
smbolos
mitos
ritos
es
decir lo ms
especficamente
cultural.
Nuestras
actividades
ms
culturales:
hablar
can
tar bailar amar meditar
ponen
en movimiento el cuerpo y
los rganos entre los cuales est el cerebro.
Considerando
esto hay
que
tener un concepto de
hombre
de
doble
entrada:
una
entrada
biofsica
una entrada
psico
socio-cultural y ambas
en
remisin
entre
s.
Como si fuera un punto del
holograma
llevamos dentro de
nuestra singularidad no slo toda la humanidad toda
la
vida sino tambin casi todo el cosmos incluido su misterio
que
yace sin duda en el fondo de la naturaleza humana.
stos
son
por
lo
tanto
los
regalos que
una nueva cultura
cientfica puede aportarle a la cultura humanista: la situa
cin del ser humano en el
mundo
minscula parte del todo
pero que lleva la presencia
del todo en
esta
minscula
parte.
Lo revela simultneamente
en
su condicin de perteneciente
al mundo
y de extranjero del mismo. De manera
que
iniciar
se en estas ciencias nuevas
significa
tambin iniciarse
a
travs
de
estas
ciencias en
nuestra
condicin humana.
EL APORTE DE
L S
CIENCIAS HUMANAS
Paradjicamente
actualmente las ciencias humanas
son las
que hacen
el aporte
ms
dbil
al estudio
de
la
condicin
humana
y esto sucede precisamente porque estn desuni
das fragmentadas y
compartimentadas.
Esta situacin oculta
totalmente la
relacin
individuo/especie/sociedad y oculta el
ser humano propiamente dicho. Lo propio
sucede
con la
4
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
22/72
fragmentacin de las ciencias biolgicas, que
aniquila
la
nocin de hombre.
Lvi-Strauss
pensaba que el objetivo de
las ciencias
humanas
no
era
revelar el hombre sino disolver
lo
en
sus estructuras.
En
realidad,
habra
que
considerar una
ciencia antropo
social,
reunida
nuevamente,
que enfocara la humanidad
en
su unidad antropolgica y sus diversidades individuales y
culturales.
Mientras esperamos
esta
deseable reunin
de las
ciencias
humanas, pero todava lejos de
nuestro
alcance, sera impor
tante que
la
enseanza produjera un empalme entre las
parte
que le toca
a
cada
una en la
elucidacin
de
la
condicin
humana. De esta manera,
la
psicologa
tendra
como orien
tacin el
destino
universal
y
subjetivo del
ser
humano
y
tendra
que mostrarnos que
Homo sapiens
es tambin,
indisolublemente,
omo
demens; que
omo
faber es
al
mis
mo tiempoHomo ludens;
que omo
economicus es al
mismo
tiempo omo
mitologicus;
que
Homo prosaicus es tambin
omo
poeticus.
La sociologa tendra como orientacin nues
tro destino
social, la economa nuestro destino econmico;
una enseanza
sobre los
mitos y las
religiones se orientara
hacia el destino mtico-religioso del ser
humano.
En efecto,
religiones, mitos, ideologas,
deben
ser considerados
por
su
poder e
influencia
sobre
las
mentes
humanas y
no como
superestructuras .
En
cuanto
a la contribucin de la historia al conocimiento
de la condicin
humana,
debe introducir en el
destino
al
mismo tiempo
determinado
y
aleatorio de
la humanidad.
Se
sacaran todas las consecuencias del hecho de tomar con
ciencia de que
la
historia
no obedece a procesos determinis
tas, no
est
sometida a
una
lgica tcnico-econmica ineluc
table o guiada
hacia
un progreso necesario. La historia
est
sujeta a los accidentes, perturbaciones y, a veces,
terribles
destrucciones
en masa de
poblaciones o civilizaciones. No
existen leyes histricas, sino una dialgica catica, aleato
ria e incierta entre determinacionesy fuerzas desordenadas,
y un juego a menudo rotativo entre lo econmico, lo sociol
gico, lo tcnico, lo mitolgico, lo imaginario. No existe ms el
44
progreso prometido, pueden producirse progresos pero de
ben
ser regenerados sin cesar. Ningn progreso es
una
adquisicin
para
siempre.
La
historia,
aunque por un tiempo estuvo vaciada de
la
nocin de acontecimiento de azar y de
grandes
hombres , se
enriqueci pro
fundamente.
As sucedi,
por
ejemplo
en Fran
cia, con
la
tendencia de
la
escuela de los Anales
cuya
virtud
no fue, como
ella
lo crey,
deshacerse
del acontecimiento y de
lo
contingente,
sino volverse
multidimensional
al
integrar
el
sustrato econmico y tcnico, la
vida
cotidiana, las creencias
y ritos,
las
actitudes
ante la vida
y la muerte. Recin
ahora
empieza, apenas,
a reconocer el
acontecimiento
y lo
contin
gente
que, paradjicamente, haban sido recuperados desde
haca treinta aos por la cosmologa, la fsica, la biologa.
De manera que todas
las
disciplinas, tanto las ciencias
naturales como las ciencias humanas, pueden hoy movili
zarse
para
converger en la condicin
humana.
EL APORTE DE LA CULTURA
DE LAS HUMANIDADES
El aporte de la cultura de las humanidades al estudio de la
condicin
humana
es capital. ,
En
primer trmino,
el
estudio
del
lenguaje. Este,
en su
forma ms acabada, que es la forma literaria y potica, nos
introduce directamente en
la
caracterstica ms original de
la condicin humana pues, como dijo Yves Bonnefoy, son las
palabras, con
su
poder de anticipacin,
las
que nos
distin
guen de la condicin animal . Y, subraya Bonnefoy, lo
importante
del lenguaje
est en sus
poderes y no
en
sus le-
yes de funcionanz iento. l
3
L'enseigncment de
la
posie , en Quels sauoirs enseigner
dans
les
lyces Ministerio
de
Educacin Nacional, CNDP, 1998, pp. 63-67.
45
7/26/2019 3.- Morin Edgar. La Cabeza Bien Puesta (1)
23/72
En cuanto a
la
literatura propiamente dicha F r a n ~ o i s
B
4 '
.on comprueba, con justeza, que nos ocupamos de la
literatura como
autorreflexin
del hombre en su
universali
dad, ponindola al servicio de
la
lengua
que la
vehicula, en
la que
se vuelve sometida y secundaria .
Hay
que restituirle
su
virtud
completa.
La
larga
tradicin de los ensayos, propia de
nuestra
cultura,
desde Erasmo,
Maquiavelo, Montaigne, pasando
por La
Bruyere,
La Rochefoucauld,
Diderot
y yendo a Camus
y
Bataille,
constituye una importante cantidad de
aportes
reflexivos sobre la condicin humana. Pero tambin
la
nove-
la
y
el
cine nos ofrecen lo
que las
ciencias
humanas
no
pueden
ver,
porque
ocultan o disuelven las
cara