Post on 30-Jan-2016
description
[ BIBLIOTECA DE RECURSOS ELECTRNICOS DE HUMANIDADESE-excellence Liceus.com
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
BIBLIOTECA DE RECURSOS ELECTRNICOS DE HUMANIDADES
para red de comunicaciones Internet
REA: Cultura Clsica.
Los contenidos incluidos en el presente artculo estn sujetos a derechos de propiedad intelectual. Cualquier copia o
reproduccin en soportes papel, electrnico o cualquier otro sern perseguidos por las leyes vigentes.
Liceus, Servicios de Gestin y Comunicacin S.L.
C/ Rafael de Riego, 8- Madrid 28045
Tel. 91 527 70 26
http://www.liceus.com e-mail: Tinfo@liceus.com
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
TEMA 1
LA FLEXIN NOMINAL GRIEGA: REVISIN CRITICA.
EL SINCRETISMO
ISBN- 978-84-9822-416-0 JUAN J. MORALEJO LVAREZ
THESAURUS: declinacin, flexin nominal, sincretismo, casos, micnico, indoeuropeo, dativo, locativo, instrumental, ablativo.
OTROS ARTCULOS RELACIONADOS CON EL TEMA EN LICEUS: Morfologa griega. Tema 2: La declinacin en a y la declinacin temtica. Tema 3: La declinacin
atemtica. Tema 4: El adjetivo: declinacin; los grados de comparacin.
ESQUEMA: 1. Sincretismo: introduccin. 2. Cuadro de desinencias. 3. Posiciones tericas. 4. Datos griegos y apoyos histrico-comparados. 4.1. Singular de primera y
segunda declinacin. 4.2. Singular de tercera declinacin. 4.2.1. Dativo-locativo. 4.2.2.
Instrumental-ablativo. 4.3. Dativo-locativo-instrumental en plural. 4.3.1. Dativo-locativo
de primera y segunda declinacin. 4.3.2. Dativo-locativo atemtico. 5. La desinencia
indoeuropea *-bhi > -phi, mic. pi, Hom. . 5.1. Desinencia o sufijo? 5.2. -pi
recurso grfico? 6. Anlisis interno de textos micnicos. 7. Dativo-ablativo con
preposicin. 8. Problemas tipolgicos.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
1. SINCRETISMO: INTRODUCCIN.
El dialecto micnico ha renovado la cuestin de los sincretismos
tradicionalmente admitidos, adems de dar pie a la hiptesis de sincretismo de casos
instrumental y ablativo. Habr de prescindir de que a veces se habla de sincretismo en
un sentido descomprometido, que no hace distincin entre el sincretismo real y la
indiferenciacin formal para marcar funciones casuales diferentes.
Ser bueno empezar por presentar las formas que nos interesan. El cuadro
evita, aunque no lo parezca, prejuzgar o adelantar conclusiones y para el micnico ha
querido forzar el paralelismo entre singular y plural porque va a ser punto clave en la
discusin.
2. CUADRO DE DESINENCIAS.
1 declinacin 2 declinacin
-a- -e/o-
MICNICO ALFABTICO
MICNICO ALFABTICO
SG.
Dat. - a
Dat. o
Loc. - a -
Loc. o ,?
Inst. - a -
Inst. o -
PL. Dat. - a i
,
,
,
Dat. -o i ,
Loc. - a -i -a -pi ?
,
,
,
Loc. -o i ,
Inst. - a -pi - a ? ,
,Inst. - o, -o -pi ,
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
,
3 declinacin
MICNICO ALFABTICO
SG. Dat. - e, -i
Loc. - e, - i
Inst. -e?
PL. Dat. - si
Loc. -si, -pi?
Inst. - pi
3. POSICIONES TERICAS.
En la teora tradicional el sistema que llega a distinguir ocho formas casuales
es un punto de partida indoeuropeo y una referencia para juzgar las situaciones
histricas. En Szemernyi (1975, 327) el sistema con mayor nmero de casos entre
varios genticamente relacionados es "magebend" para el sistema a reconstruir en la
Ausgangssprache y sta es la regla implcita en la Lingstica Indoeuropea
tradicional con base en los datos del antiguo indio. Dentro de actitudes tradicionales,
pero con apertura notable a las novedades, est Risch, de cuyo trabajo de 1980
quisiera destacar su advertencia de que (pg.738) "das, was man von den
Einzelsprachen her kommend als indogermanische Nominalflexion anzusehen pflegt,
steht aber keineswegs am Anfang, ja nicht einmal am Ende der
gemeinindogermanischen Sprachentwicklung".
En algn caso las opiniones antitradicionales se manifiestan con un
desparpajo irnico que tal vez se comprenda si recordamos que todava hay que
hablar de la novedad del hetita, curioso oxmoron en todos los sentidos. Irona, y
parodia de Szemernyi, hay en Palmaitis (1981,71) con su "new look" de la flexin
indoeuropea poco conocido en el Oeste, donde "many outstanding scholars are still
operating with Brugmannian truisms not endeavouring to descend to 'provincials' and
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
to understand what has after all been written in all kinds of 'heathen' languages".
Palmaitis nos propone (74) una "desanskritization" que ya se inici con los datos
tocarios y hetitas, que dieron pie a estudios en los que (73) " 'syncretism' still keeps
existing in deep reconstructions only as a kind of generous fidelity".
De las opiniones no tradicionales creo poder resumir algunos puntos de inters,
siguiendo a Villar (1974,19-45), Adrados (1975, 327ss. y 445ss.), Fairbanks (1977,
102ss.):
1) La constitucin de la flexin nominal en absoluto puede entenderse en el sentido de que la etapa de comunidad conociese ya los ocho casos, los tres nmeros
y los tres gneros.
2) Se impone la distincin entre casos centrales y marginales: en el singular son centrales nominativo, vocativo, acusativo, genitivo y, con problemas, un quinto
caso que llamaremos dativo: la comparacin permite reconstruirles una flexin
notablemente unitaria, situada en el indoeuropeo comn.
3) Para nuestro propsito lo sobresaliente es que en singular, y menos todava
en plural y en dual, no se puede postular comunidad y antigedad para los casos
marginales: son todos ellos casos de desarrollo reciente, dialectal y, por supuesto,
muy incompleto, con lagunas segn reas dialectales y lenguas histricas, segn
temas flexivos, etc. En consecuencia, con palabras de Adrados (1989a, 37) "the
syncretism of older cases may occasionally be correct. Yet the opposite process is
infinitely more frequent: that of the progressive differentiation of same, which in the
history of Indoeuropean was carried out irregularly and in leaps and bounds in its
details according the chronology, the different languages and the stems".
Relegar el sincretismo a hecho espordico y necesitado de prueba es
considerar que los pretendidos berreste o fsiles de formas casuales perdidas son
o pudieron haber sido ms bien grmenes de lo que no lleg a ser paradigmtico.
En fin, parece que en estas nuevas perspectivas se renuncia a la comodidad
de que el Indoeuropeo Comn sea un factum claro y unitario con criterios inequvocos
para determinar lo que las lenguas histricas pierden, ganan o alteran; ahora se
prefiere la dificultad y el realismo de que ese Indoeuropeo Comn sea un fieri dinmico
que en absoluto puede contener todo lo que las lenguas histricas tienen, ni puede
indicar siempre y por principio lo que stas han o hayan podido perder. Adems
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
indoeuropeo no es solamente asterisco, sino tambin historia que todava aqu y ahora
seguimos haciendo.
4. DATOS GRIEGOS Y APOYOS HISTORICO-COMPARADOS 4.1. Singular de primera y segunda declinacin.
Grafas micnicas inservibles, pero desde perspectivas sincretistas es
habitual suponer que se nos oculta distincin casual incluso triple: dativo i, -i;
locativo -i, -i, instrumental -, -; estamos ante presunciones tan indemostrables
como inatacables, pero es signiflcativo que aqu estn nombres como Risch desde
(1959, p.443); Ruijgh (1967, pp.75-76) y (1979, p.79); Lejeune (1968b, p.263);
llievski (1970, p.109); Householder (1972, p.6); Ventris-Chadwick (1973, p.400);
Panagl (1976, p.89); Coleman (1987, p.119).
El singular de la flexin temtica podra ser el candidato ms aceptable a la
distincin entre un dativo i y un locativo -i/-i en el segundo milenio por sus apoyos
comparativos (indoiranio, balto-eslavo y, en medida reducida, latn). As, Fairbanks
(1977, p.126) cree que Greek may have started to split the dat.sg. into a dat.sg. and a
loc.sg. as evidenced by forms like although it did not make a regular case
inflection for the loc. singular.
Adems de un arsenal notable de g r m e n e s / f sil e s de locativo en /
, tenemos el material arcadio, cuya interpretacin por LilIo (1981) y Dubois (1988,
p.98) parece excluir que haya habido distincin de dativo y locativo en fecha antigua.
En textos chipriotas la regla grfica para deducir que tenemos dativo -, frente a
locativo con -, no deja de tener excepciones y pudiera tener rango argumental
que Masson (1983, pg.68-73) ni siquiera menciona la cuestin en les rgles
d'emploi (del silabario).
Segn Heubeck (1978, p.69), Hofmann registra en Homero dativos en -, -
cuya abreviacin mtrica se explica porque echte (vom Dichter noch gesprochene
und auch so geschriebene) Lokative auf - und verhergen. Habra que ver si esas
formas tienen significacin realmente locativa y podran ser argumento de que hubo
locativo - distinto de dativo - o si son inteligibles en el marco de un dativo-locativo
indiferenciado.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
En los temas en -- el apoyo comparativo para distinguir dativo - y locativo -
es prcticamente nulo. La documentacin en griego alfabtico no alcanza a otra cosa
que posibles influjos formales (y funcionales?) de los temas en -e/o- sobre los temas
en - en algunos dialectos, entre ellos arcadio, chipriota y beocio.
Ms adelante veremos que no parece atinado reconstruir un instrumental de
singular para primera y segunda declinacin.
4.2. Singular de tercera declinacin.
4.2.1. Dativo-Locativo.
Tenemos la concurrencia alomrfica, libre pero con huella de condicionada, de
-e= -, mayoritario, con i = - para dativo-locativo: Risch 1966 (con precisiones por
Woodard 1986) habl de diffrence dialectal y no discutiremos ahora si la diferencia
puede ser de otro tipo.
Pero para Heubeck (1978, p.70) en micnico la forma en i es locativo y la forma
en -e es de dativo. Igual opinin en Kurylowicz (1964, p.191), con oposicin expresa
de Risch (1980, p.732).
En Thumb-Scherer (1959), Vilborg (1960), Ruijgh (1967 y 1979), Lejeune
(1968b), Ilievski (1970), Moreschini-Quattordio (1971), Ventris-Chadwick (1973), Rix
(1976), Haudry (1978), Innocente (1981), Panagl (1983), Hettrich (1985), Szemernyi
(1989, p.174), etc. se admite un dativo-locativo sincrtico y primeros pasos ya
micnicos de la futura imposicin de - a costa de - relegada a un puado de
supervivencias; es el supuesto ms claro que hemos encontrado de inercia indiscutida
de la posicin tradicional.
En cambio, nuestra opcin es que hay indiferenciacin desde antiguo. Seguimos
a Fairbanks (1977, 103; cf. tambin pg. 121) que con apoyo en Kurylowicz (1964, 191
y 195), cree que the combined reconstruction of the dat. and loc. sg. would imply a
form ey/-oy/-y, where the regular morphophonemic alternation should indicate a single
case form ... , y concluye que el griego tiene un singular con cinco casos sin escisin
del dativo y locativo.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
Tambin en Villar (1981, pp.208 y 209), Adrados (1984, 288, 1989a, y 1989b,
pp.171 y 175) y Beekes (1985, p.117s.) queda claro que el griego no tuvo otra cosa
que dativo-locativo indiferenciado atendido por dos variantes de una sola desinencia.
En efecto, ya en Brugmann, Meillet, Hirt, Sturtevant, Kurylowicz, etc., *-i es
variante apofnica de *-ei. Risch (1986, p.75) nos dice que die Form des Dativs sing.
bei der athematischen Deklination mit den beiden Allomorphen -ei und -i...passt im
Grunde bestens zu dem, was man aus allgemeinen Erwgungen fr die
Grundsprache erwartet, namlich betontes *-i beim hysterodinamischen und
unbetontes *(-s)-i beim proterodynamischen Paradigma. Die Verteilung im
Mykenischen drfte also, wenigstens teilweise, den ursprnglichen Zustand besser
als in anderen Sprachen fortsetzen. Esta opinin ya est en Beekes (1985, 120) y
est repetidamente en Adrados (1984, 1988, cap.17, 1989a y 1989b).
A estas alturas de la discusin ya podemos dejar de lado otras interpretaciones
de ese alomorfismo y no podemos entrar, con Lillo (1986) y contra Risch (1956a,
382) y Dubois (1988, 110), en que los dativos arcadios del tipo ,,,
se originan en proceso sin relacin con el general de imposicin de -a costa de -
en fecha posthomrica.
4.2.2. Instrumental-Ablativo.
Es evidente que la cuestin de un instrumental-ablativo micnico no se nos
planteara si no tuviramos un plural ms claro que el singular y con -pi como dato
ms llamativo; el problema, por tanto, no se queda en la flexin atemtica, sino que
afecta tambin al singular de primera y segunda declinacin, con grafias
absolutamente inservibles.
Ahora hablamos de instrumental y ablativo e inmediatamente hablaremos del
plural: es decir, estamos ya en lo marginal de la flexin, en lo que ya no es
indoeuropeo comn y antiguo, punto de partida, sino dialectal y reciente, punto de
llegada que no todas las lenguas alcanzan, ni con los mismos medios, ni con los
mismos procesos de indiferenciacin, de escisin, de sincretismo. Unos mismos
significantes pueden servir aqu y all para significados diferentes y adems la
diversidad dialectal de significantes ser notable. Parece, pues, que entramos en
zonas en las que las posiciones tradicionalistas a ultranza introducen distorsiones no-
tables.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
El instrumental-ablativo bajo grafias -e y -pi fue propuesto por Risch (1959,
443, que no lo menciona en 1966 y 1971, pero s en 1980 y 1986) y por Ilievski (1961
y 1970, p.109). Eco positivo en Lejeune (1968b, p.263), en Panagl (1976, p.89 y 1983,
p.366), Rix (1976, p.154), Hettrich (1985) y Bartonk (1987). En Szemernyi (1989,
p.174) Der Instr. Sing. scheint auf -el-o oder -/- auszugehen; die Vokalfarbe ist jetzt
durch Myken. Erepate = besttigt. Es habitual que -e atemtico haga
suponer , - para primera y segunda declinacin.
Este instrumental-ablativo ha sido rechazado o criticado por Morpurgo (1966 y
1984) y Ruijgh (1967, pp.82 y 86 y 1979, p.85); en Ventris-Chadwick (1973, p.403) es
curioso que se aplauda a Ilievski a propsito de -pi ablativo, pero no se diga nada
sobre -e; Doria (1968) discute -pi, pero no -e, cosa que hace en (1965, p.68) con
negativa a que -e pueda ser (instrumental-) ablativo; tambin actitud negativa en
Moreschini-Quattordio (1971); Coleman (1987, p.121) tampoco lo admite y ni siquiera
lo discute para -e = -ei de dativo-locativo-instrumental de singular.
Tanto en quienes admiten como en quienes niegan el instrumentalablativo
est ausente el enfoque comparativo y se atiende solamente al anlisis interno de las
tablillas.
Por otro lado nos encontramos con, por ejemplo, Fairbanks (1977, p.103):
The instr. sg. forms do not correspond with each other, so no single reasonable
reconstruction can be made for this case form, y en pp. 124 y 126 se nos dice que
en indio se crea un nuevo instrumental singular con el adverbial -/- que existe en
griego, pero sin integrarse en la flexin, pues en griego se mantiene el sistema con
cinco formas, nominativo, vocativo, acusativo, genitivo, dativo, en singular. Para
Palmaitis (1981,82) There are still less grounds for reconstructing the common lE.
paradigmatic instrumental than in the instance of dative, y, p.83, No evident relics
of the former existence of the paradigmatic instrumental may be found in Greek, y,
aunque estemos hablando de flexin temtica, estas aseveraciones parecen
ampliables a la flexin en general.
En Adrados (1989b, p.176) se niega la reconstruccin de instrumental singular
-e atemtico para indoeuropeo, se nos dice que no hay base para instrumental
singular -e, -a, -o en micnico y se considera que -e = - e -i = - son alomorfos de
un dativo-locativo-instrumental indiferenciado.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
4.3. Dativo-locativo-instrumental en plural
En el plural de las tres declinaciones tenemos grafias con cierta claridad y que
son las reanimadoras de la cuestin del sincretismo, de si hay o no distincin entre
dativo-locativo e instrumental (-ablativo).
4.3.1. Dativo-locativo de primera y segunda declinacin.
En Risch (1959, 1971, 1976, 1986; pero cf. 1956a, p.379), Kurylowicz (1964,
p.202), Lejeune (1965a, b, y 1968b; cf. Szemernyi 1966), VentrisChadwick (1973,
pp.83-85), Morpurgo (1988, p.189), etc. frente a Gallavotti (1966), Ruijgh (1967 y
1979), Doria (1968) etc., tenemos la cuestin de si bajo -a-i, -o-i (= -hi, -oihi, < ide. *-
si, *-oisi) se oculta un dativo-locativo todava distinto de un instrumental, tambin de
plural, cuya grafa -a, -o (= -ais, -ois; ide. *-ois) remediara contextualmente su oscuri-
dad, o si estamos ante algrafos y/o alomorfos de un nico dativo-locativo-
instrumental.
Bien, parece que no hay regla grfica que obligue a tomar partido por el
alografismo. Hay terceras vas, por ejemplo Adrados (1989b, p.177), que, invocando
paralelos vdicos, no ve en -a, -o un instrumental plural - -, sino temas puros a
los que la concordancia con otro tema marcado con pi Ies define su valor sintctico.
Esta solucin aparece aludida, pero no explotada, en Lazzeroni (1968, p.188), que
sigue a Pisani, pero luego da su propia sugerencia de que il caso in -o degli aggettivi
(e, forse, anche dei nomi) altro non sia se non lo strumentale singolare della II
declinazione usato anche al plurale sull'analogia del caso in -pi delle altre; en esta
sugerencia habra que empezar por preguntarse qu es, cmo es ese caso
instrumental singular, y seguir luego preguntando por qu se hace esa neutralizacin
en sistema flexivo y en sistema grfico que nada saldran ganando con ella.
En definitiva son las referencias comparadas e histricas las que mueven
nuestras opciones y el problema est en que las tablillas nos ponen el cebo de un
plural notablemente ms claro y completo que el singular, siempre dentro de la
rigurosa dieta de desinencias en que nos tienen.
Una opcin previa por un dativo-locativo-instrumental plural, indiferenciado
mejor que sincrtico, supondr tener -o-i y -o, -a-i y -a como algrafos y/o alomorfos; en
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
esta opcin podra interesar, pero no es necesaria, la revisin de que en los contextos
en cuestin -o encubra realmente un instrumental plural y las escasas formas
paralelas en -a puedan tener interpretacin como falta sintctica, tal como, frente a
Lejeune (1965b y 1968b), supone Risch (1986, 67); tambin podra ser til la revisin
que probase que esas formas en -o y en -a pueden encubrir valores de dativo o
locativo plural, con lo cual se consolidara la opcin de que -a-i-, -o-i y -a, -o son
algrafos y, por tanto, alomorfos. Por ltimo, optar por -o, -a como temas puros
ahorrara todas esas revisiones.
Una opcin previa por la distincin entre dativo-locativo e instrumental (-
ablativo) aprovechar la diferencia de grafias -a-i, -o-i frente a -a, -o y nos har ver la
coherencia con que esa diferencia se manifiesta, pero no dejar de encontrar datos
dudosos o que no encajan en el esquema. Sin embargo, lo importante es que esta
opcin tiene dificultades grandes en los rdenes comparativo y tipolgico.
Para las formas postmicnicas con -- intervoclica hay buena bibliografia (por
ejemplo, Ruijgh 1958; Schmidt 1963; Lejeune 1965b; Szemernyi 1966; Lazzeroni
1968; Lpez Eire 1972; Maca 1984; Hajnal 1987, 74ss.; etc.), que no discutir ahora,
sino que har una reflexin personal, en parte palinodia respecto de Moralejo (1984a
y 1984b).
Ya est en Schwyzer (1939, p.559), Shipp (1961, p.23) y Kiparsky (1967) la
opcin de que -s- intervoclica pudiera haberse mantenido en estas formas en otras
reas que la(s) reflejada(s) en las tablillas. As tendramos -,,,
como formas no rehechas y en oposicin a mic. -a-i; -o-i, que podran tener relacin
con las posteriores ,, surgidas por aglutinacin de -s/-si a *-i < *-hi < *-si.
A efectos de explicar el origen del dativo elico echando mano de
Wackernagel (1903), parece evidente que - () estuvo en todo el griego
prehistrico y pudo no perder su *-s-, o perderla y recuperarla antes/despus de la
fecha de las tablillas (cf. Shipp 1961, p.23, Morpurgo 1976, p.194). Otra cosa es que
la proposicin de Wackernagel sea el nico o el mejor expediente para dar razn de
, adems de que haya que fechar, situar y valorar otros hechos esenciales en
el proceso en cuestin.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
Considero factible y econmica la opcin no sincretista por un dativo-locativo-
instrumental servido ya en fecha micnica por un conjunto de alomorfos cuyo reparto
dialectal y cuya eliminacin en poca histrica no hace falta repetir aqu. En
consecuencia con todo lo que antecede, bajo el nfasis que hice (Moralejo 1984a,
p.347, 1984b) en que las restauraciones -si las hubo- de en , , y las
aglutinaciones , (?) se explican por conveniencias de orden funcional,
porque suponen la persistencia de la distincin entre dativo-locativo -,, e
instrumental (-ablativo) ,,,. Creo que, admitida la prdida general de
*-s-, para su restauracin bastara con la accin de conveniencias de orden formal, a
saber, la atraccin o presin del atemtico y de las formas antevoclicas con
obviamente conservada; en *i + -s, -si > , es evidente que la aglutinacin
remedia que el dativo-locativo-instrumental sea homofnico en singular y plural.
4.3.2. Dativo-locativo atemtico
Cualquiera que sea su origen, -si mantiene su nota de rasgo exclusiva y
definitoriamente griego (cf. Schmidt 1963, p.9; Petrusevski 1974; Rix 1976, pp.7, 112,
134, 157; Fairbanks 1977, p.126; Dubois 1977 y 1978; Maca 1984; Szemernyi1989,
pp.174 y 196). Sin duda es dativo-locativo indiferenciado: la indiferenciacin ya
estaba en el singular, y funcional y semnticamente puede producirnos cualquier
reaccin salvo la de perplejidad. Sobra, pues, bibliografa y carece de objetivo
plantearse, con Householder (1972, 7ss.), si hubo un ide. *-bhi dativo-ablativo-
instrumental de todos los nmeros, suponer que en micnico todos los usos de dativo
plural -si pueden entenderse como locativos, y terminar en la duda de si el locativo *-si
pregriego ya era dativo-locativo-instrumental en fecha micnica. En fin, suponer (p.9)
que el protogriego todava tena un dativo-ablativo *-phos (o *-phthes) es empearse
en que la realidad se acomode al marco que consideramos cannico porque est en
tales o cuales otras lenguas. Householder (1960 y 1972) tiene un eco pasajero en
Morpurgo (1976, p.181), que nos sorprende con que it is well known that in the
athematic declension Greek replaced the original ending of the dative plural (*-bh-/-m-
?) by the ending of the locative plural; cf. tambin Ilievski (1970, p.95).
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
5. LA DESINENCIA IDE. *-bhi > -phi, mic. pi, Hom. -.
5.1. Desinencia o sufo?
Novedad micnica notable: el abanico de usos que tena el que Schulze llama
casus epicus y Coleman (1987, p.118) a notoriously maverick case se reduce y
parece inteligible dentro de los marcos de lo que entendemos por caso o forma casual
y no como un comodn prosdico, morfolgico, sintctico y estilstico, variante
kunstsprachliche de todos los casos oblicuos (cf. Rix 1976, p.159).
Creo carente de fundamento el intentar explicar las diferencias entre Homero y
Micenas por la va de suponer que frente al hom. () < ide. *-phi, en micnico
pudiramos tener -phis < ide. *-bhis, es decir, la contraposicin entre forma singular y
forma plural que podra apoyarse en, por ejemplo, lat. sg. tibi, ... , frente a pI. nobis,
uobis; arm. sg. -b; -w, pI. -bk', -wk, y formas paralelas balto-eslavas que suponen sg. *-
mi y pI. *-mis, etc. As por ejemplo Risch (1986, p.75), pero con reserva clara en favor
de un nico *-bhi; Szemernyi (1989, p.201); en Doria (1968, p.767), invocando a
Porzig, se distingue dentro del micnico -phi y -phis para explicar la diferencia de uso
singular y plural dentro de las tablillas.
La frecuencia sorprendente de mic. -phi y las reglas formales y funcionales de
su uso hacen pensar a muchos desde el primer momento que estamos ante un
autntico caso vivo, caso oblicuo que se etiqueta de instrumental plural por sus usos
mayoritarios y sus apoyos comparativos: cf. Risch (1956, p.378, 1956b, p.389, 1959,
pp.443, 1971, p.507, 1986, pp.65 y 67); Lejeune (1957, p.184); Ruijgh (1967, pp.83 y
86 y 1979, p.80); Ventris-Chadwick (1973, pp.90 y 403); Rix (pp.1976, 120, 135, 158);
Szemernyi (1989, pp. 166, 173, p.201). La lista es larga y ser bueno cortarla con
Fairbanks (1977), nada sospechoso de posturas tradicionalistas, que concluye (p.126)
que the -bhi form spread to all classes of nouns in Mycenaean Greek and for that
language may be considered a case inflection.
Que mic. -pi sea verdadera desinencia de un verdadero caso no se pone en
entredicho con recordar que en origen sea una postposicin y que resulta chocante
en el inventario indoeuropeo de desinencias nominales por su oclusiva labial; en favor
de mic. -pi como desinencia podra argumentarse que se une directamente al tema
para ser ella la nica marca de caso (y nmero?), al igual que cualquier desinencia
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
normal y a diferencia de la postposicin -de que se une a la forma ya de acusativo
para precisar su significacin lativa; frente a la postposicin adverbial ablativa -te (
), que en micnico parece limitada a nombres de lugar de tema en -eu-, hecho tal
vez fortuito pero que basta para negarle carcter de verdadera desinencia, en -pi
tenemos productividad y frecuencia sin limitaciones lxico-temticas, pues est en
toda la flexin atemtica, incluidos los temas en , y esa vitalidad hace comprensible
su propagacin ocasional a los temas en -e/-o. Tampoco es argumento en contra de
que -pi sea verdadera desinencia su polifuncionalidad aunque sta parezca tener la
limitacin de que los significados locativo y/o ablativo se acten solamente en
nombres de lugar; en todo caso la acumulacin de significados instrumental, locativo
y ablativo no es argumento contra -pi como verdadero caso indiferenciado o
sincrtico, a juzgar por paralelos como lat. dativo-ablativo-locativo-instrumental plural
rosis, dominis, consulibus, manibus, diebus.
En cambio, ya en micnico hay un dato que habla contra el carcter
paradigmtico de las formas con -pi: es mayoritariamente plural, pero hay ejemplos
ms o menos seguros o probables de singular y de dual (cf. Lejeune 1957, p.174ss.;
Doria 1968, p.765ss.; Nieto 1987, p.279ss.): es probable que tengamos en micnico
el originario ide. *-bhi anumrico (cf. Shipp 1953 y 1961, pp.29-41; Villar 1974,
p.321ss.; Hajnal 1987, p.76ss.) que tambin en Homero puede ignorar las barreras
del nmero, adems de usarse all donde el nmero es irrelevante; pero ocurre que la
documentacin micnica resulta ser mayoritariamente de nmero plural porque son
plurales los objetos inventariados (uso instrumental) y ciertos nombres de lugar (uso
locativo y/o ablativo). Me temo que esta indiferencla al nmero sea bastante para
negarle al micnico -pi su rango paradigmtico, pues parece que entra en abierta
contradiccin con lo que es la flexin griega en cuanto a no confundir o no
indiferenciar singular, plural y dual ni en la flexin nominal y pronominal ni en la
verbal, con excepcin de no tener primera de dual.
Para juzgar el status de ide. *-bhi dentro de la lengua griega puede ser
tambin de utilidad consederar que, si es cierto que el reflexivo puede analizarse
como *s-bhi y es punto de partida para (cf. Chantraine 1961, p.140; Rix 1976, p.180)
la creacin de y del tema - y su desarrollo flexivo, podramos tener ah un
indicio del valor sufijal adverbial no desinencial de *-bhi; y es de notar que - parece
estar ya en mic. pe-i = sphehi (?). Creo que beocio , s.III a.C., argivo
,s.VI. o IV a.C., homrico y tico suponen un - adverbial, no
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
desinencia casual, para ser mejor comprensibles como derivados, pues no es habitual
la derivacin a partir de una forma flexiva y manteniendo sta su desinencia. El
problema podra estar en datar el origen de estas formas y el presunto proceso de
adverbializacin o fosilizacin de -, pero tal vez no hay problema que plantearse si
optamos por tener a -, mic. -pi como un sufijo adverbial desde sus orgenes y recor-
damos que ya en Brugmann (1904, p.407) y Meillet (1937, p.298) est en entredicho
el carcter desinencial de las formas con *-bh- y *-m- que solamente en algunas
lenguas, pero no en la griega, dan base a verdaderas desinencias casuales, a formas
con rango paradigmtico (cf. Fairbanks 1977, pp. 103 y 105, pero tambin p.126;
Villar 1974, pp.321-328; Adrados 1989b, p.177ss.). Queda por aadir que la tasacin
de una forma como adverbial o como casual puede ser cualquier cosa menos fcil y
la novedad micnica de -pi es ejemplo cannico de lo que decimos.
5.2. -pi recurso grfico?
Para explicar la buena fortuna micnica de -phi se viene invocando ya desde
Shipp (1961, p.40 que) in the woefully inadequate writing system -pi would have
considerable value as indicating case with a clarity otherwise so often lacking. Segn
Bartonk (1987a, p.68) the use of -pi by the scribes might even have gone beyond
the contemporary pure 'linguistic' state of affairs, perhaps becoming a more or less
professional 'graphical' means of expressing the ... instrumental or ablative rela-
tionships, wich were made immediately distinguishable in the Linear B texts in this
way.
Que -pi sea un recurso grfico merece un anlisis pormenorizado que no
podemos hacer aqu. Habra que ver, por ejemplo, si se usa coherentemente para
locativo o para ablativo con intencin desambiguadora frente a dativo y genitivo
respectivamente; habra que preguntarse si hay contexto lingstico y extralingstico
que permita que -pi sea indistintamente locativo o ablativo. En fin, es evidente que no
se discute solamente de grafias sino que previamente se ha de optar por cmo es la
flexin nominal micnica y qu posicin y usos tiene -pi dentro de ella.
De todas formas, es muy significativo que -pi no sea el recurso esperable all
donde las grafas son ms oscuras, es decir, en singular de primera y segunda
declinacin. Que mic. -pi no parezca ser un comodn grfico de uso libre y sin reglas
formales podr hablar en favor de su status de verdadera desinencia flexiva ms que
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
de sufijo adverbial. Habra que ver si las tablillas son el estadio final y con grietas de
ese status, ya perdido en Homero, o si son el punto mximo a que lleg el proceso fa-
llido de paradigmatizacin plena de ide. *-bhi como instrumental de plural. Una vez
ms la opcin fsil / germen de forma casual.
Pero si en micnico hay un caso genitivo-ablativo y se admite que el ablativo
puede marcarse tambin con -pi, habr que concluir que -pi era un sufijo adverbial
usado por su claridad grfica y no una verdadera desinencia, pues parece anmalo
que los casos genitivo-ablativo y dativo-locativo-instrumental compartan alomorfos.
6. ANLISIS INTERNO DE TEXTOS MICNICOS.
En realidad por aqu debiera haber empezado nuestro anlisis porque, aunque
ya dijimos que es inevitable que los datos se interpreten segn opciones previas a los
textos, tambin es muy cierto que, con Householder (1972, p.19), without the
corroboration of internal analysis, projection of any Linear B item forwards or
backwards in time (whence the purported classical and Indo-European
correspondences respectively) becomes tenous at best. Con otras palabras, la
veterana verdad de que todo trabajo lingstico presupone un serio y riguroso trabajo
filolgico.
En el instrumental-ablativo propuesto por Risch e Ilievski es llamativo el
contraste de las formas de dativo-locativo en -i, -ai, -oi, -si frente a las que se suponen
de (instrumental-) ablativo en -e, -api, -pi. Pero ya en estos autores y, por supuesto,
en sus criticos (Morpurgo 1966 y 1984; Ruijgh 1967 y 1979; Doria 1968; Moreschini-
Quattordio 1971; Adrados 1989b; etc.) y tambin en sus adherentes (por ejemplo
Lejeune 1968b; Ventris-Chadwick 1973, p.403; Hettrich 1985) hay reconocimiento de
datos que no encajan en el esquema, adems de objeciones a todo l. Por ejemplo,
inclinarse por -e como instrumental-ablativo obliga a despachar como error grfico o
sintctico algn ejemplo de -i, as PY Jn 829.19 e-re-, no *e-re-e. Digamos con Luria
(1957), Gallavotti (1966), Duhoux (1968), etc. que no es buena receta ver falta donde
convenga.
La necesidad de contar con un caso 'de donde', un ablativo, en las tablillas no
es tal necesidad mientras no sea evidente por s mismo o por otros medios que el
escriba ha de anotar que algo o alguien va, viene, se paga, se cobra ... 'de' ... 'desde'
... Por otra parte, para ese uso ablativo el micnico dispona seguramente de la forma
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
casual genitivo-ablativo, de sintagmas de preposicin ablativa + caso local, (por
ejemplo pa-ro + dativo-locativo?) e incluso de -, grafia -te, sufijo curiosamente
restringido a adverbios y a temas en -eu-. Si haba tal necesidad de un uso ablativo,
poda pero no tena que estar cubierto necesariamente por -pi y, menos todava, por
el presunto instrumental en e (grafa para e breve y larga).
Hay adems acuerdo en que las formas en cuestin admiten la interpretacin
locativa, y en algn supuesto la ablativa es improcedente o muy dudosa para -pi; los
pagos o contribuciones pueden anotarse como hechos 'en', locativo, o 'desde',
ablativo. Tal vez fuera til considerar que las tablillas son apuntes con una
braquisintaxis que puede tener como ltima instancia desambiguadora una
convencin tcita de escribas y funcionarios a la que ya no tenemos acceso alguno.
Recordemos adems que, por ejemplo, donde Lejeune (1957, p.174) lee erutarapi
como probable instrumental singular, avec de rouge, otros (as Ilievski 1970, p.107)
ven un topnimo en (instrumental-)ablativo de plural: si hay discrepancias como
sta en la lectura de los textos, puede ser lbil lo que se conjeture o concluya de
ellos.
No veo, en cambio, que tenga peso en favor de -pi ablativo la observacin de
que -pi locativo resulte anmalo porque ya tenemos -a-i y -si para el uso locativo: pese
a Ilievski (1970, p.115) y a que invoque nada menos que a Meillet, el alomorfismo,
cualquiera que sea su causa y condicin, es una constante axiomtica en todo estado
de lengua viva y real.
En favor de un uso ablativo de mic. -pi podra invocarse la interpretacin
ablativa que desde Solmsen (1901) se viene dando de beocio en
cuanto supone un * comparable a tico y que Risch (1986,
p.76) admite. El problema est en determinar la antigedad de * y de su
derivado, pero sobre todo est en discutir esa interpretacin ablativa que Morpurgo
(1970, p.53) considera unlikely y supone, para y tambin para argivo
, un * with its archaic meaning of commitative and/or
instrumental.
En cambio, las etimologas que se nos dan de s suponen una
significacin ablativa para este sufijo adverbial paracasual: Heubeck (1985, p.258)
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
considera un instrumental-ablativo dual de *nos 'nariz'; Risch (1986, p.76)
estima lautlich kaum haltbar la hiptesis de Heubeck y mantiene la propia (1974,
p.362), que es compartida por Meier-Brgger (1987): la raz pronominal *nos como
base y *von uns weg.
Aun admitido que -pi pueda tener uso ablativo, no hablaramos de sincretismo
de casos ablativo e instrumental, sino que, por lo que es esta forma desde orgenes
indoeuropeos, admitimos en ella polifuncionalidad sin necesidad de reconocer que en
ningn momento haya tenido rango paradigmtico dentro de la lengua griega.
7. DATIVO-ABLATIVO CON PREPOSICIN.
Si para la flexin griega parece que hay dativo-locativo-instrumental y genitivo-
ablativo indiferenciados, y parece que - no constituy realmente un caso flexivo,
tendr tambin poca defensa la concepcin sincretista del llamado dativo-ablativo con
preposicin (, , , ) en arcado-chipriota y su conexin, a efectos de
Dialektgliederung, con el uso micnico de paro + dativo-locativo, por ejemplo PY An
129, 7 paro kakeusi: tampoco hay aqu sntoma de un verdadero sincretismo de
ablativo con instrumental y del instrumental-ablativo resultante con el dativo-locativo.
Los hechos parecen ms sencillos: adems de las dificultades para admitir el
instrumental-ablativo sincrtico micnico, que dejara al micnico en dificil
apartamiento del resto del griego (Morpurgo 1988, p.100), ocurre que en chipriota y
en arcadio hay ejemplos seguros de genitivo-ablativo con o sin preposicin (cf.
Morpurgo 1964 y 1966), mientras que los de dativo-ablativo son todos ellos con
preposicin, lo cual nos permite explicarlos, junto con mic. paro + dativo-locativo, por
dos vas: con Morpurgo (1966) y Luraghi (1984) estamos ante un proceso de
descarga funcional del genitivo-ablativo en el (dativo-)locativo con preposicin y de
simplificacin de los sintagmas preposicionales con el resultado de que las
preposiciones que rigen un solo caso (, , , ) son de dativo. Esta
descarga funcional es posible porque el (dativo-)locativo es el caso local cero que
puede usarse con preposicin ablativa, que es la que da significado al sintagma
(Garca Ramn 1984, p.259; Ruijgh 1979, p.81) y esto es obviamente un arcasmo
con escaso valor probatorio de la filiation assure et exclusive que con Lejeune
(1968a, p.221) podamos ver entre micnico y arcado-chipriota; pero es un hecho que
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
podra mantener una cierta significacin a efectos de Dialektgliederung si siguiendo
y reformulando las propuestas de Householder (1960 y 1972), nos planteamos un
proceso de variation entre (genitivo-)ablativo y (dativo-) locativo con preposicin
(ablativa), proceso que en arcado-chipriota desemboca en eleccin en favor del que
llamamos dativo-ablativo.
8. PROBLEMAS TIPOLGICOS.
En 1984a, p.340, hice hincapi en que se excluye o resultara francamente
excepcional un paradigma que: 1) en su constitucin (o en el lmite de nuestras
posibilidades de rastrearla y reconstruirla) y en su continuidad ms o menos estable,
distinga y oponga en el plural ms formas casuales que en el singular; 2) sometido a
reduccin de sus formas (y/o funciones) por sincretismo o por cualquier otro proceso,
inicie, lleve a cabo y consume esa reduccin de modo que el plural distinga y oponga
ms formas casuales que el singular.
Esta opinin, que no es novedad, ha tenido ecos explcitos y positivos (por
ejemplo, Morpurgo 1988, p.98) adems de que otros hayan expresado opiniones
similares para dar ms o menos alcance a este argumento tipolgico. As, Risch
(1986, p.68) dice que doch gilt die Regel, dass im Singular mindestens so viele
Kasus wie im Plural (und Dual) unterscheiden werden, keineswegs ausnahmslos y
nos da ejemplos de excepciones, alguno dudoso (por ejemplo que tengamos en latin
N-Ac. corn y no corn), pero creo que el hecho debe considerarse a nivel de sistema
en general y no de sus elementos individuales, pues es posible y trivial, pero no
frecuente, que en algunos temas o en cierto tipo de nombres, bien por
indiferenciacin bien por sincretismo, haya paradigmas en los que el nmero singular
distinga menos formas que el plural.
Si resulta excesivo considerar tipolgica la regla en cuestin, podemos
quedarnos con que en el terreno indoeuropeo es una experiencia y una buena
orientacin o cautela: as Coleman (1987, p.116) reconoce que the imbalance
between singular and plural case morphemes is typical of lE languages. Ya hemos
visto que es habitual pretender trasladar al singular, grficamente oscuro, las
distinciones casuales que las grafas micnicas permiten reconocer en el nmero
plural, porque implcita o explcitamente se est trabajando con la regla y la
experiencia antedichas.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
Ahora quisiera aadir otra observacin que no me atrevera a poner en el
terreno de los principios, pero s en el de la experiencia de lo que es habitual o regular:
sea en orgenes o por sincretismo o por cualesquiera otras causas, debe esperarse
un cierto paralelismo o simetra en la ordenacin de los casos del plural (y dual)
respecto a los de singular, sean los de plural (y dual) tantos o sean menos que los del
singular. Por supuesto que hay excepciones, y bien conocidas, por ejemplo en antiguo
indio tenemos en singular G-Ab. pads / D. pad asimtrico respecto de plural G.
padm / D-Ab. padbhys (cf. Risch 1980, p.731 para esta asimetra). Pero me parece
poco aceptable en s misma la asimetra que, en un estudio que puede ser modelo de
opciones sncretistas, deduce Colerman (1987, p.124) para el sistema micnico:
- en los temas en -e/o-: SG.: G / Ab I D / L PL.: G Ab / I D / L
- en los dems temas: SG.: G Ab / I D L
PL.: G / Ab I / D L
Ntese que hay adems dos formas en singular frente a tres en plural, situacin que
no nos parece viable.
Estos principios o experiencias de orden tipolgico e histrico son conocidos
por las posiciones tradicionalistas y sincretistas, pero slo los aplican en el intento de
rellenar a cualquier precio el singular de los paradigmas flexivos, porque el plural
parece tener en fecha micnica una forma casual ms que en griego alfabtico.
Por nuestra parte creemos, y es nuestra conclusin, que no hay materiales
griegos suficientes y referencias comparativas bastantes para reconstruirle al griego
prehistrico y al griego micnico formas especficas de locativo e instrumental de
singular. Es dudoso que la flexin temtica haya conocido una forma propia de
locativo.
En consecuencia, en el plural de toda la flexin tenemos desde sus orgenes
tambin dativo-locativo-instrumental indiferenciado. El material micnico y alfabtico
puede entenderse cmodamente dentro de esa indiferenciacin, aunque sea llamativo
el status micnico de -pi, que no puede ser despachado fcilmente como no
paradigmtico.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
En cambio, admitir para el plural micnico un caso instrumental (con o sin
ablativo) tiene un precio para el singular que la documentacin y la comparacin no
cubren. En definitiva, entre el sistema flexivo micnico y el posterior las diferencias
llamativas son ms formales y secundarias que funcionales: el griego de las tablillas
tiene ya un singular con cinco casos, un plural con cuatro, un dual con dos.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
BIBLIOGRAFA
Indico la bbliografa que he revisado y que interesa a las formas y funciones
casuales revisadas, aunque algunos ttulos no aparezcan expresamente citados. La
paginacin de los trabajos de Lejeune y de Risch es, respectivamente, la de Mmoires
de Philologie Mycnienne y Kleine Schriften, si son trabajos recogidos en estas
compilaciones.
Actualizacin = Actualizacin cientfica en Filologa Griega, ed. A. Martnez, Madrid
1984.
Atti Roma = Atti e Memorie del 1o Congresso Internazionale di Micenologia, Roma
1967.
Colloquium Cambridge = Proceedings of the Cambridge Colloquium on Mycenaean
Studies, Edd. PaImer & Chadwick, Cambridge 1966.
Adrados, F.R. (1975), Lingstica indoeuropea, Madrid.
-- (1984, [88]): La flexion nominale du grec et de l'indoeuropen III la lumire de
celle de l'anatolien, E. Benveniste aujourd'hui. Actes du Colloque International du
CNRS, Pars, pp.1-16 (= Nuevos Estudios, pp.283-298).
-- (1988): Nuevos estudios de lingstica indoeuropea, Madrid.
-- (1989a): Agglutination, Suffixation or Adaptation? For the History of In-
doeuropean Nominal Inflexion, IF 94, pp.21-44.
-- (1989b), Sincretismo de casos en micnico?, Minos 24, pp.169-187.
Bartonk, A. (1979 [84]), The Consonantal Declension in Mycenaean, Actes du VIIe
Congrs International de la FIEC (Budapest 1979), ed. J. Harmata, pp.491-497.
-- (1987a), The Vocalic/Diphtongal Stems of the 3rd. Declension in Mycenaean,
Minos 20-22, pp.61-68.
-- (1987b), The Mycenaean Case System, SPFB 32, pp.121-126.
-- (1988), The Substantives of the 1st. Declension in Mycenaean, SPFB 33, pp.21-32.
Beekes, R.S.P. (1985), The Origines of the PIE Nominal Inflection, Innsbruck.
Bile, M. (1981), Les adverbes grecs en -, Verbum 4, pp.279-292.
Brugmann, K. (1904), Abreg de Gramrnaire Compare des Iangues indo-europennes,
Pars 1905.
Chantraine, P. (1961), Morphologie historique du grec, Pars, 2e ed.
Coleman, R. (1987), Early Greek Syncretism and the Case of the Disappearing -phi,
Minos 20-22, pp.113-125.
Doria, M. (1965), Avviamento allo studio del miceneo, Roma.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
-- (1967 [1968]), Strumentali, ablativi e dativi plurali in miceneo: alcune precisazioni,
Atti Roma II, pp.764-780.
Dubois, L. (1977), Les formes du cas oblique duel dans les dialectes grecs, BSL 72,
pp.169-186.
-- (1988), Recherches sur le dielecte arcadien, Louvain-Ia-Neuve.
Duhoux, Y. (1967 [68]), La syntaxe mycnienne. propos de la notion de faute, Atti
Roma, pp.780-785.
Fairbanks, G.H. (1977), Case Inflections in Indo-Europaean, JIES 5, 2, pp.101-131.
Gallavotti, C. (1965 [1966]), Quelques remarques de morphologie, Colloquium
Cambridge, pp.180-190.
Garbrah, Kw.A. (1982), The Dative Plural of o- and a- stems in Homer. Present
Problems and Future Prospects, Glotta 60, pp.300-309.
Garcia Ramn, J.L. (1984), El micnico: 1972-1983 Actualizacin Cientfica, pp.239-
274.
Hajnal,I. (1987), Zur Sprache der ltesten kretischen Dialektinschriften, 1., IF 92,
pp.58-84.
-- (1988), Zur Sprache der ltesten kretischen Dialekt-inschriften, 2., IF 93, pp.62-87.
Hamp, E.P. (1970), Locative Singular in -ei, IF 75, pp.105-106.
-- (1981), Locatival -ou, Glotta 59, pp.159-160.
Haudry, J. (1978), La flexion des thmes en -i en attique, Etrnnes de Septentaine,
Pars, pp.95-98.
Hettrich, H. (1985), Zum Kasussynkretismus im Mykenischen, Festgabe fr K.
Hoffmann III (MSS 46), pp.111-122.
Heubeck, A. (1985), Griech. , KZ 98, pp.257-259.
Householder, F.W. (1960), pa-ro and Mycenaean Cases, Glotta 38, pp.1-10.
-- & Nagy, G. (1972), GREEK. A Survey of Recient Work, La Haya-Pars.
Ilievski, P.Hr. (1961), The Ablative, Instrumental and Locative in the Oldest Greek Texts,
Skopje.
-- (1970), Il sincretismo dei casi in miceneo ( sincretizzato lo instrumentale con il
dativo?), SMEA 12, pp.88-116.
Innocente, L. (1981), Un' isoglossa miceneo-anatolica. Il dativo singolare in -i
dei temi in consonante, RIL 115, pp.371-386.
Kiparsky, P. (1967), A Phonological Rule of Greek, Glotta 44, pp.109-134.
Kurylowicz, J. (1964), Tbe Inflectional Categorics of Indoeuropean, Heidelberg. Lazzeroni,
R. (1968), Il dativo plurale della I e della II declinazione nei dialetti greci, SSL 8,
pp.173-197.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
Lejeune, M., Mmoires de Philologie Mycnienne. Premire Srie, Pars 1958; Deuxime
Srie, Roma 1971; Troisime Srie, Roma 1972.
- - (1957), La dsinence - en mycnien, BSL 52, pp.170-201 (= Mmoires I
1958, pp.159-184).
-- (1965a), Restauration analogique de la sifflante intervocalique, BSL 60, pp.1-7 (=
Mmoires III, 1972, pp.157-162).
-- (1965b), Flexions thmatique et athmatique, BSL 60, pp.7-12 (= Mmoires III,
1972, pp.165-169).
-- (1968a), Position du Grec Mycnien, Atti Roma, pp.726-732 (= Mmoires III, 1972,
pp.217-222).
-- (1968b), L'instrumental pIuriel thmatique, RPh 42, pp.219-229 (= Mmoires III,
1972, pp.255-266).
Lillo, A. (1981), En tomo a los dativos de la declinacin temtica en - y en - del
arcadio, SPhS 5, pp.221-232.
-- (1986), The Arcadian Datives Type ,, MSS 47, pp.121-125. Lopez Eire,
A. (1972), El micnico: testimonio e incgnita, Homenaje a A. Tovar, Madrid, pp.273-
281.
Luraghi, S. (1984), Note sul sistema preposizionale dell'arcado-cipriota, Aevum 58,
pp.13-19.
Luria, S. (1957), ber die Nominaldeklination in den mykenischen Inschriften, PP 12,
pp.321-332.
Maca, L.M. (1984), Cuatro cuestiones de morfologa griega. I) Genitivo singular de
los temas en -o. II) Las formas de dativo plural. IIl) Las desinencias personales. IV) El
Infinitivo, Actualizacin cientifca, pp.300 ss.
Masson, O. (1983a), Les inscriptions Chypriotes Syllabiques, Pars.
-- (1983b), Remarques sur quelques passages de la tablette chypriote d'ldalion (ICS
217), BSL 78, pp.261-281.
Maurice, N. (1987), Existe-t-il des locatifs singuliers en -eu en grec mycnien?
Lalies 5, Pars, pp.65-74.
-- (1988), Analogie et flexion nominale en grec mycnien: le datif-Iocatif-pluriel des
thmes en -n, Minos 23, pp.117-147.
-- (1989), Analogie et flexion en grec mycnien II: les noms en -(t}er-, Minos 24,
pp.145-169.
Meier-Brgger, M. (1987), Zu griech. , MSS 48, pp.179-186.
Meillet, A. (1937), Introduction a ltude comparative des langues indoeuropennes, 8a
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
ed., Pars (Reimpr. Alabama 1964).
Moralejo, J.J. (1984a), Dativo de plural en griego antiguo, ATHLON (Homenaje F.
Rodrguez Adrados), Madrid, pp.339-364.
-- (1984b), Notas al dativo elico, Apophoreta Philologica M. Fernndez Galiano
(ECls 87), pp.61-66.
Moreschini-Quattordio, A. (1971), Il sincretismo dei casi in miceneo e nell'arcado-
cipriota, SSL 11, pp.69-88.
Morpurgo-Davies, A. (1960), Il genitivo miceneo e il sincretismo dei casi, RAL 8, 15,
pp.33-61.
-- (1964), SEG XI, 1112 e il sincretismo dei casi in Arcado-Cipriota, PP 19, pp.346-
354.
-- (1966), An Instrumental Ablative in Mycenaean?, Colloquium Cambridge, pp.191-
202.
-- (1970), Epigraphical -, Glotta 47, pp.46-54. .
-- (1976), The - datives, Aeolic -- and the Lesbian Poets, Studies Palmer,
Innsbruck, pp.181-197.
-- (1988), Mycenaean and Greek Language, pp.75-125 de Morpurgo, A. et Duhoux,
Y., Linear B: A 1984 Survey, Louvain-la-Neuve.
Nieto Hemndez, P. (1987), Un problema de la lengua homrica: la desinencia - ,
EM 55, pp.273-306.
Palmaitis, M.L. (1981), The New Look of Indo-European Declension (Thematic
Stems), IF 86, pp.71-95.
Panagl, O. (1976), Die mykenische Sprache, cap.VIII, pp.78-100 de Hiller & Panagl,
Die frh-griechischen Texte aus mykenischer Zeit, Darmstadt.
-- (1983), Zum Synkretismus von Dativ und Locativ Singular des s-Stmme im
Mykenischen, Res Mycenaeae, Gottinga, pp.367-373.
Perpillou, J.L. (1978), Autour du locatif des thmes en -i, BSL 73, pp.293-299.
Petrusevski, M.D. (1974), La dsinence - du locatif-datif pluriel et le syncrtisme
des cas en grec, Mlanges G. Daux, Pars, pp.309-313.
Ringe, D.A. (1977), The Accent of Adverbs in -: A Historical Analysis, Glotta 55,
pp.64-79.
Risch, E. (1956a), La position du dialecte mycnien, Coll. Gif, pp.167-172 (= Kleine
Schriften, pp.377-382).
-- (1956b), Caractres et position du dialecte mycnien, Coll. Gif, pp.249-263 (=
Kleine Schriften, pp.383-397).
-- (1959), Frhgeschichte der griechischen Sprache, MH 16, 4, pp.215-227 (=
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
Kleine Schriften, pp.438-450).
-- (1966), Les diffrences dialectales dans le mycnien, Colloquium Cambridge,
pp.150-157 (=Kleine Schriften, pp.451-458).
-- (1971), Die griechische Sprachwissenschaft nach der Entzifferung der myke-
nischen Schrift, Festschrift A. Scherer, pp.107-117 (=Kleine Schriften, pp.499-509).
-- (1974), Wortbildung der homerischen Sprache, 2a ed., Berln-Nueva York.
-- (1976), Il miceneo nella storia della lingua greca, QUCC 23, pp.7-28 (=Kleine
Schriften, pp.527-548).
-- (1980), Betrachtungen zur indogermanischen Nominalflexion, Festschrift H.
Seiler, pp.259-267 (=Kleine Schriften, pp.730-738).
-- (1981), Kleine Schriften, (Edd. Etter & Looser), Berln-Nueva York.
-- (1986), Die mykenische Nominalflexion als Problem der indogermanischen und
griechischen Sprachwissenschaft, Sprache 32, pp.63-73.
Rix, H. (1976), Historische Grammatik des Griechischen. Laut- und Formenlehre,
Darmstadt.
Rizzi, E. (1985), Note sul sincretismo dei casi nel greco antico, SILTA 14, pp.85-
106.
Ruijgh, C.J. (1958), Les Datifs pluriels dans les dialectes grecs et la position du
mycnien, Mn11, pp.97-116.
-- (1967), tudes sur la grammaire et le vocabulaire du grec mycnien, Amsterdam.
-- (1979), La morphologie du grec, SMEA 20, pp.68-89.
Santiago lvarez, R.A. (1973), Mycenaean Locatives in -e-u, Minos 14, pp. 110-
122.
-- (1987), Nombres en - y nombres en , en micnico. Contribucin al
estudio del origen del sufijo , Barcelona.
Schmidt, K-H. (1963), Dativ und Instrumental im Plural, Glotta 41, pp.1-10.
Schwyzer, E. (1939), Griechische Grammatik, Munich.
Shipp, G.P. (1953), Studies in the Language of Homer, Amsterdam (Reimpr. 1966).
-- (1961), Essays in Mycenaean and Homeric Greek, Melbourne.
Solmsen, F. (1901) , RhM N.F.56, pp.475-477.
Szemernyi, O. (1966), The Development of the -o-/-a- Stems in the Light of the
Mycenaean Evidence, Colloquium Cambridge, pp.217-225.
-- (1973 [1975]), Rekonstruktion in der idg. Flexion. Prinzipien und Probleme,
Flexion und Wortbildung. Akten der V. Fachtagung der indogermanischen Gesellschaft
(Regensburg 9-14 sept. 1973), Wiesbaden, pp.325-345.
-- (1989), Einfhrung in die vergleichende Sprachwissenschaft, 3a ed., Darmstadt.
Juan J. Moralejo lvarez La flexin nominal griega: Revisin crtica. El sincretismo
2009, E-EXCELLENCE WWW.LICEUS.COM
Thumb, A. & Scherer, A. (1959), Handbuch der griechischen Dialekte, II, Heidelberg,
2a ed.
Ventris, M. & Chadwick, J. (1973), Documents in Mycenaean Greek, 2a ed.,
Cambridge.
Vilborg, E. (1960), A Tentative Grammar of Mycenaean Greek, Gteborg. Villar, F.
(1974), Orgenes de la flexin nominal indoeuropea, Madrid.
-- (1981), Dativo y locativo en el singular de la flexin nominal indoeuropea,
Salamanca.
-- (1985), El Dativo temtico indoeuropeo, Symbolae L. Mitxelena septuagenario
oblata, ed. J.L. Melena, Vitoria, pp.31-48.
Wackernagel, J. (1903), Zur griechischen Nominalflexion, 2: Der Dativ Pluralis auf -
, IF 14, pp.373-375 (= Kleine Schriften, pp.967-969).
Wathelet, P. (1962), Mycnien et grec d'Homre, I: le datif en -i, AC 31, pp.5-14.
Woodard, R.D. (1986), Dialectal Differences at Knossos, Kadmos 25, 1, pp.49-74.