Post on 29-Aug-2019
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR
Nombre: Sofía Montalvo
Fecha: 05/01/19
Asignatura: Historia Universal – Paralelo 2
Profesor: Octavio Islas
Resumen: El espejo enterrado - Carlos Fuentes
España y la monarquía estaban en una muy profunda crisis ya que, por motivos
religiosos, se tomaron medidas de expulsión a musulmanes y de adoctrinamiento a la fe
cristiana para los judíos. Estas medidas tomadas, causaron un gran impacto en la
economía de la colonia ya que, este grupo de personas que fueron expulsadas
representaban un importante aporte a su economía, pues eran recaudadores de
impuestos, contribuyentes activos, profesionales, y campesinos.
Toda esta situación por la que España estaba atravesando favoreció a que la
monarquía española apoyara el proyecto de exploración y conquista de Colón. Y no
eran únicamente la idea de conquista de Colón lo que influyó para que se dé la
expedición, sino que la visión de la renovada edad de oro que les mostró trajo una
esperanza para aumentar las arcas de los monarcas.
Todo el impacto que tuvo la expulsión de diversos grupos religiosos de España
en los exploradores que fueron junto a Colón a las nuevas tierras por descubrir tuvo
malas consecuencias en los colonizados. Ya que, como Carlos Fuentes plantea, el
problema fue que se separó la idea de “la sociedad ideal” junto con la sociedad
impuesta. Esto y la visión de aquellos que abordaron las embarcaciones hacia el nuevo
mundo, hizo que la colonización termine siendo un terrible proceso de saqueo, e
imposición de tradiciones y cultura.
Todo el proceso de colonización, como no es noticia, dejó un continente herido y
con una identidad muy frágil. Esta herida e incertidumbre en Latinoamérica se
evidencia desde cosas cómo la incertidumbre de cómo concebir a España, a sus ideales
y diversas etapas. Se ve también en grandes rasgos culturales, la religión por ejemplo,
la manera en que los españoles impusieron la suya, supuso una fragmentación entre lo
occidental y la creencia indígena, creando a su vez una especie de vergüenza por las
raíces nativas del continente.
El toro
La visión de los mediterráneos es muchas veces comparadas con las del toro, es
curioso que el español se sienta identificado con este animal ya que es uno visto como
una imagen que romantiza la violencia a este mismo animal. El toro no solo tiene su
imagen ahí, sino también se lo ve como un guardián, esto destaca Carlos Fuentes tras
una visita a Altamira. Está, por supuesto, el toro de la famosa pintura de Picasso,
Guernica. En esta pintura el toro puede simbolizar el nuevo rol cultural que este toma en
la figura representativa española.
Todos estos son respuestas del porqué el toro está ligado a la representación de
la hispanidad, y no solo eso, sino que también es una analogía del sufrimiento, del
miedo que trae consigo lo foráneo, lo desconocido. El miedo que invadió a América
Latina al ser invadido, al no tener control. Sin embargo, aún se ven más
representaciones del toro: como un elemento de sofisticación, idea que está totalmente
arraigada a la concepción de lo Español, lo occidental como superior.
La virgen
El toro es solo una de muchas imágenes que fueron insertadas en el imaginario
Latino. Una de las que más peso tiene es justamente la virgen, la mayor figura materna
y de consuelo que se trajo con la colonización. La inserción de la virgen a la cultura
indígena significa un retroceso para estos, ya que se ve una imagen de sumisión y de
castigo que venían de no terrenal y por lo tanto no eran cuestionables.
Esta visión fue creada por imágenes como mujeres sentadas en tronos, que
brindan amparo a sus seguidores. Y más que eso: la imagen de una mujer virgen y pura
elevaba los estándares morales de los seguidores y mantenía una fe viva entre ellos.
Toda esta veneración y mega acercamiento a la fe en España los posicionaba casi como
los guías hacia la verdad, su fe los situaba por encima del pueblo nativo americano. Esta
figura y estos conceptos de la virgen consoladora de los desamparados y del padre
misericordioso y perdonador de pecados se convirtieron en una manera de controlar al
pueblo, ya que, al convencer del pecado y del perdón del mismo proveían al pueblo una
sensación de culpa y por lo tanto los ponían en una posición de sumisión.
La conquista
La colonización no solo trajo consigo elementos como los ya mencionados, sino
que también trajo una forma diferente de concebirse a sí mismo y al que le rodea. Se
rompió la imagen de uno mismo como parte de una comunidad, y se implantó en la
mente de las personas el individualismo. Se da esta forma de concebirse a uno mismo a
través de los caudillos, esto logró establecer un actuar singularista.
Por otro lado, el imperio español dejó en segundo plano lo mercantil y
saqueador, ya que España, habiendo obtenido el oro necesario, desvió sus recursos para
las guerras del mediterráneo que se estaban llevando a cabo contra Roma y África. Se
puede comprender el conflicto Romano-español gracias a las luchas por recursos
naturales que eran muy radicales. Sin embargo, lo que sucedió fue que terminó
conformándose una forma específica y fue la sedición la que causó cambios entre los
acuerdos de las ciudades. Todo esto ocurrió debido a que hubo un cambio de alianzas
porque Grecia abandonó, situación que puso a España contra la pared, esto obviamente
influyó en el resultado, en el establecimiento de los dominios.
Roma fue aliada de España ante las invasiones de los musulmanes a este país lo
que fortaleció aún más la conquista de 1492. Gracias a esto se establecieron nuevas
tradiciones, lo que modifico la forma de vida y de ver de los descendientes de españoles
enviados a América. Esto hace que se dirijan al nuevo mundo con una premisa clara:
repoblar y mezclar castas.
1492: El año
Antes de la caza de brujas de 1492 en España, era considerada como un espacio
multicultural en Europa, ya que daba espacio a diferentes manifestaciones religiosas.
Esta zona era un punto geográfico clave y necesario que permitía el cruce hacia
diferentes regiones que dividían a Europa con África y Asia, lo que hacía que varias
personas de diversas nacionalidades hallaran espacio aquí. La diversidad de España se
puede evidenciar en la tumba de San Fernando, ya que se perciben diferentes lenguas
que se hablaban en Iberia y España. Se manejaba el español, el hebreo y el árabe, lo que
habla de un país en donde tres religiones (cristianismo, judaísmo y el islam) convivían
juntas y se respetaban, todas tres eran manifestaciones “sagradas del libro” para el Rey
Fernando, y según él, la suya era la única nación en la que los tres dogmas convivían de
forma pacífica.
En el reinado de Alfonso X hay también la propagación de ideas de diversidad e
inclusión de distintos pueblos. Durante este periodo, “El Sabio”, como era llamado
Alfonso X, creó la biblioteca de Salamanca, la cual era la primera biblioteca del estado
y la primera universidad. La creación de estas constituye uno de los mayores logros del
rey. El Rey Alfonso constituyó también lo que sería la futura prosa de España, ya que
usaba los tres idiomas ya mencionados y los juntaba, esto fue mantenido en la cultura
por los judíos y por los musulmanes también. Todos los avances de unidad hechos
durante todo este periodo de tiempo verían su fin después de la persecución a los judíos
y musulmanes.
En 1492, gracias a las políticas del tiempo y la escasez de recursos, en el reinado
de Isabel y su esposo Fernando de Aragón, se tomaron medidas muy radicales que
marcaron la historia de España: la expulsión de judíos y musulmanes del país. Tras esto
y tras enfrentar una terrible crisis, los reyes depositaron su confianza en la habilidad de
Colón, quien emprendería un viaje que terminaría en conquista, zarpando desde el
Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492, en tres embarcaciones llamadas La Pinta, La
Niña y Santamaría.
Las medidas tomadas no solo fueron de carácter religioso, sino que como se
mencionó antes, se hicieron debido a la necesidad de aumentar el flujo del dinero y
recursos. De este modo, la política contra los judíos y más implicó también la
expropiación de las familias más acaudaladas de ese entonces, o sea los judíos, aquellos
que se negaban a entregar sus tierras serian expulsados o condenados. A pesar de las
medidas que se tomaron, los recursos recaudados fueron menores de lo que se invirtió
en esta resolución, situación que es irónica, según Carlos Fuentes. España estaba llena
de ironías ya que, según Fuentes, a pesar de que necesitó de otro pueblo (Roma) para no
colapsar en los conflictos que había tenido, se reusaba a dejar de separar de sí otros
pueblos.
Tras todo esto, en el año 1492, el fin de la edad media era casi un hecho en toda
Europa, el fin de esta era fue concebido como la revolución y la expansión de las tierras
a través de las muchas conquistas que hubo en la zona ibérica y del norte africano.
Todos estos acontecimientos establecieron una nueva posición de los países dentro del
nuevo orden mundial que se estaba formando en ese entonces en Europa.
Estableciéndose “el nuevo orden mundial”, los imperios como España se
resaltaron por hazañas como la conquista de un nuevo territorio, América. La llegada al
nuevo mundo significó abrir paso a una nueva sociedad en el mundo. Esta era una
sociedad muy aparte de la que se retrata usualmente de Europa, esa sociedad
colonizadora y violenta e insensible. Aquella visión fue única ya que América, según
Fuentes, al ser un continente vacío, tras la colonización, todo fue nuevo.
Conquista, reconquista del nuevo mundo
Habían símbolos en el nuevo mundo que son propios de la cultura indígena,
entre ellos está Quetzalcóatl. La imagen de una serpiente con plumas representa al ser
humano y sus carencias, su capacidad de obrar pero hacerlo incompleto y, por otro
lado, las plumas de la serpiente representan los principios del mismo.
El Quetzalcóatl, para varios historiadores representa el sufrimiento que iba
ligado con la visión que tenia Moctezuma. La llegada al continente de seres
(embarbados) con hombres de plata, quienes vendrían montados en especímenes de
cuatro patas (caballos) era para él la llegada de los dioses. Cuando esto ocurriera seria el
cumplimiento de la profecía de la llegada de Quetzalcóatla la ciudad de Tenochtitlan.
Sin embargo la realidad fue otra, y muchos reinados de América se vieron afectados ya
que tras pensar que era el cumplimiento de la profecía muchos ejércitos se desintegraron
para que los guerreros puedan disfrutar de los últimos días en la Tierra.
Pero como no es sorpresa, estos no eran dioses, sino que fueron tachados a
través de la historia como violadores, saqueadores que invadieron una tierra que no era
suya, la hirieron y saquearon. Todo un desmadre. Lo único “rescatable” de este duro
proceso para las culturas indígenas fue La Noche Triste, en donde arrojaron a los
españoles y estos huyeron cargados de oro. A pesar de la aparente victoria de los
nativos, los colonizadores volvieron después y terminaron de dominar esta región,
llevando la victoria al lado de los europeos.
El nuevo mundo
El único imperio que fue lastimado tras la primera llegada de los españoles fue
el Incásico, allí los españoles atacaron y atacaron. Ningún soldado español murió en el
momento del ataque y por lo contrario muchos soldados incas si lo hicieron.
Huaynacapac ya había profetizado algo muy parecido, en donde llegarían
embarcaciones y muchos hombres de largas barbas traerían destrucción. Por esto, la
desgracia en el imperio inca fue mucho mayor que en otro imperio. Hubo desventura
tras desventura, desde la captura de Atahualpa, la invasión de España, la división
territorial entre Guascar y Atahualpa supuso para el imperio la caída total, siendo 1572
el año que se liquidó el imperio definitivamente. Este acto desastroso fue considerado
como un gran hito, y fue venerado entre muchos ya que los españoles vinieron a traer
conocimiento a los indígenas. Incluso se decía que las personas nativas no tenían alma,
por lo que no podían ser consideradas personas.
Para unos, como se mencionó, la conquista fue positiva y sin embargo hasta
ahora se discute si lo fue o no. Pero hay un aspecto que sin duda tuvo un impacto
negativo: la manera en que la religión se impuso al pueblo indígena. Evangelizar y
castigar a quien no acataba las imposiciones era la forma en que implantaron la religión
en el nuevo mundo. Aunque varios países como Chile y México pusieron resistencia al
adoctrinamiento, los intentos por rechazarla fracasaron. La evangelización era
inminente.
El siglo de oro
Mientras tanto, en España, Cervantes estaba revolucionando la literatura en
español. Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza representaban esa lucha entre la
utopía y la cruda realidad a la que la humanidad se enfrenta cada día. Este texto es el
pionero de lo que será la novela moderna en español. Aunque España estaba
atravesando una etapa muy inestable, El Quijote condiciona los puntos de vista que
existía en la época, esto lo hace con la extravagancia de los personajes. El libro se
convirtió en el ícono del siglo de oro español.
Posteriormente, se insertó también la cultura negra al continente con la llegada
de Africanos como esclavos, la influencia fue tal que varios autores como José Martí
vieron la necesidad de reivindicar la idiosincrasia de estas castas diferentes.
Camino a la independencia
Es importante saber la relevancia de ciertos acontecimientos para entender el
estado de la conquista de los pueblos americanos. Entre esos acontecimientos está la
revolución francesa, la independencia de Norteamérica y la invasión de Napoleón a
España. Estos hechos causan conmoción no solo en Europa, que estaba atravesando
grandes cambios, sino que también trajo a América cierto ímpetu de lo que se podría
hacer para la independencia de los pueblos. Surgió la duda de cómo y qué se debería
hacer para implantar un nuevo orden en el continente. Sin embargo, a pesar de esta
‘esperanza’ que había entre la población ya brutalmente golpeada por la colonización,
habían muchas incertidumbres ¿Estaban realmente listos para establecerse como
sociedades modernas? ¿Había todos los recursos necesarios para levantarse como
querían?
Según fuentes era casi improbable que pudieran hacerlo, ya que los intereses y
las decisiones que debían tomar debían ser hechos en unidad, sin embargo la forma en la
que actuaban y pensaban eran casi incompatibles. El actuar no era tan potente ni tan
fuerte como en otras hazañas hechas en Europa por ejemplo. Casos como el de
Napoleón, que resurgió tras una expulsión. Casos así también se empezaban a ver en
América. Los jesuitas, por ejemplo, fueron expulsados del país. Varios escritos y libros
se publicaron en su contra y a favor de la expulsión de la creencia y religión católica; a
pesar de esto, ya que la religión estaba muy arraigada a la cultura latina, las acciones a
tomar fueron detenidas debido a personas de mucha influencia como altos clérigos,
militares, intelectuales o simplemente adeptos a la fe y a la educación jesuita.
Simón Bolívar y San Martín
Calificar la llegada de Cristóbal Colón como “descubrimiento” es pensar desde
la perspectiva europea y partidista. Con este “primer acercamiento”, la cultura en
América Latina fue pensada desde el triculturalismo; es decir, las cuestiones raciales
quedan apartadas y deben ser pensadas en función de lo cultural por sobre lo racista. El
discurso del triculturalismo recae sobre el hecho de que muchas personas, por más
criollas que sean, también eran negros e indios, todo esto por la influencia de las nanas
que eran de estas etnias.
La Mirada de Bolívar y San Martín se construye a través de la configuración de
un nuevo discurso reivindicatorio, que promueve la repartición justa y equitativa de las
tierras, exterminando por el caudillismo que se había apoderado de grandes extensiones
territoriales en América Latina y formando “españolizados”.
Para ello, el sueño bolivariano se formó en base a la emancipación de los
pueblos y que esta no solo signifique una liberación del yugo servil, sino sea un símbolo
de unidad y confraternidad entre todos países de Hispanoamérica – países que la corona
se había encargado de dividir. Las ideas de Bolívar se nutrieron gracias a la libertad de
los esclavos (negros), quienes ofrecieron en su lugar colaborar con la emancipación de
los rebeldes en las luchas de liberación e independencia. Como si no fuese para menos
los grupos de criollos y caudillos que empezaban a subir en el escalafón social,
asumieron posiciones neutrales en vista del temor que los ejércitos libertarios ofrecían
para la abolición de la esclavitud de los negros, solo buscaban libertades económicas.
En el cono sur, mientras tanto, las revueltas independentistas eliminaban los
tributos a la corona, optaban por una redistribución equitativa de las tierras y, a su vez,
ofrecían igualdad y educación para todos los sectores agrarios e indígenas de esa parte
del continente. Estas revueltas se originaron en 1806 después de uno de los primeros
grandes triunfos a cargo de las milicias argentinas por sobre la corona inglesa. De esta
forma la revolución argentina fue la más radical en toda Latinoamérica y que se
extendió en base a ideas de la ilustración europea. A pesar de aquello la Figuera de san
Martin no se erigió totalmente, sino hasta que el ejército argentino, se dio cuenta de que
las revoluciones independentistas no se podían consolidar si los españoles aún seguían
estableciditos y refugiados en el Perú.
La contienda de San Martín recorrió Chile y el sur de Perú, con el fin de acabar
con las pequeñas escaramuzas españolas que se posicionaban estratégicamente en el
continente debido a la cordillera de los Andes que se configuró como punto estratégico
en las contiendas. San Martin heroicamente, logro uno de sus mayores propósitos y fue
la emboscada y gran batalla de Chacabuco, en la madrugada del 12 de febrero
cruzando la cordillera de los andes lo que significó una de las mayores e heroicas
hazañas, que compartió junto a su gran aliado el comandante Bernardo O’Higgins
(chileno).
Las luchas de San Martín y Bolívar, significaron grandes batallas morales que no
solo articularon un discurso de unidad; sino que es posible pensar en una América
unida, que los pueblos que la conforman sean capaces de organizarse brillantemente,
actuando con fortaleza y determinación ante grandes obstáculos. El curioso y único
encuentro entre estas dos figuras máximas de las luchas libertarias en América latina
sucedió en 1822, en el puerto de la ciudad Guayaquil.
Este encuentro, significo la disuasión de ideas y conceptos entre los máximos
referentes de las luchas por la independencia en el continente, donde se intercambiaron
ideas sobre los poderes de gobernación; si debían ser los militares o el ejecutivo quien
gobierne entre otros… Pero, en realidad, nuestra primera necesidad como continente (y
en la que ambos coincidieron) fue en fortalecer la sociedad civil, donde el pluralismo y
las actividades intelectuales, políticas y económicas, sirvan de base para levantar un
sistema que permita dar una identidad y dignidad a los pueblos de América.
El dar visibilidad a los diversos grupos que antes no tenían nada de voz y nada
de voto en la sociedad, de realzar aquellas identidades que eran desconocidas, solo sería
malo ya que estas solo serían vistas como una amenaza y un obstáculo para el progreso
de los de altos rangos. Aquellos burgueses que lo que hacían era considerar a estas
castas como inferiores, incluso etiquetarlos como salvajes y sin formación ni educación
alguna, para de esta forma desacreditar a grupos rebeldes y tachar como “si actuaran sin
verdaderas razones y sin sentido”
Pero, la máxima interrogante para Fuentes parte desde “el amanecer
independista”, donde al parecer nacen más dudas que certezas; ¿qué hacer? ¿Cuándo
está una nación realmente lista? O si lo está… ¿Cómo debe actuar?
México
En el norte del continente, en México, se dio uno de los acontecimientos más
importantes en la historia de Latinoamérica: la revolución mexicana. Se dividió en dos
etapas, “la primera la encabezaron los jefes guerrilleros populares, Pancho Villa en el
norte y Emiliano Zapata en el sur; sus metas eran la justicia social basada en el gobierno
local. La segunda revolución fue dirigida por los profesionistas, intelectuales, rancheros
y mercaderes de la clase media emergente; su visión era la de un México moderno,
democrático y progresista, pero gobernado desde el centro por un fuerte Estado
nacional” (Fuentes, 1992, p. 139). Ambas etapas son cruciales para que se dé el proceso
exitosamente.
Porfirio Díaz, quien era presidente de 1876 a 1910, protagonizó junto a otros el
proceso de revolución en México. Para él este lema “orden y progreso” de los
estándares del liberalismo latinoamericano no incluían la democracia ni la justicia
social, por lo que ciertos sectores de la sociedad se verían afectados. Al inicio la
postura de Díaz atrajo inversión extranjera en ferrocarriles, petróleos y más,
beneficiando la clase media que se levantaba en ese entones. A pesar de ello, la forma
de vida de los campesinos se vería afectada no muy positivamente ya que por reformas
sus haciendas y tierras se les iban a ser quitadas y ellos pasarían a ser esclavos de
latifundios. Los latifundios iban a representar para este grupo de personas (los
campesinos) una deuda que estaba condenados a pagar ellos y sus herederos por
décadas.
El descontento son la situación del obrero y el campesino iba en aumento y este
vio su punto máximo en la rebelión de los obreros industriales y de los anteriores
trabajadores agrarios. Estas dos manifestaciones golpearon al gobierno de Díaz, el que
tiempo después perdió también el apoyo de los grupos medios que antes sacaron ventaja
de él. El distanciamiento de estas clases sociales un poco mayores se dio gracias a que
las ganancias de las producción se la llevaban las compañías extranjeras. Así; “La
represión, la falta de oportunidades, la susceptibilidad ante las crisis internacionales,
viejas exigencias respecto a la tierra y nuevas exigencias respecto al poder” (p. 140)
unieron a un pueblo que al inicio se encontraba muy distanciado y lo hicieron con el fin
de todos buscar su beneficio como pueblo.
Tras un tiempo Porfirio Díaz declaró que México estaba listo para una
democracia, lo que hizo que la idea se propagara por todo el país en escritos y más
personas tomaran la posición de mover al gobierno a manejarse en una verdadera
democracia. Del sur llegó Emiliano Zapata, quien protestaría por las injusticias y
heridas de su pueblo. Al mismo tiempo en el norte del país, Pancho Villa iba ganando
fama, reuniendo ejércitos de vaqueros, artesanos y más con el propósito de luchar y
revelarse contra la dictadura. Tiempo después, cuando Díaz fue expulsado del país,
Madero, quien estaba en el centro del asunto, asumió el poder.
El gobierno de Madero, sin embargo, no se manejó conforme a las luchas
ideales que lo habían llevado al poder en primer lugar. Aunque al pueblo se le dio
libertad de prensa, Poder Ejecutivo, un Congreso independiente, libertad ciudadana para
organizar y enlistarse en diferentes partidos políticos y más “libertades”, no era
suficiente, ya que se olvidó la lucha del pueblo y se mantuvo el orden opresor de antes.
“La vieja burocracia permaneció en su puesto, las haciendas no fueron tocadas, los
campesinos no recobraron sus tierras y el ejército de la dictadura siguió en pie, listo para
reprimir a quienes quisieron cambiar el estado de cosas” (p. 141).
Habiendo visto la contradicción que existió entre Madero y lo que se suponía
eran sus ideales, Zapata lo señala como un traidor y continúa su lucha. Poco después,
Madero fue asesinado por Huerta, un traidor militar aliado con el embajador
norteamericano quien tenía sus propios intereses. Huerta huyó del país y Villa y Zapata
lucharon por sus ideales, hasta que finalmente el 1914 Huerta fue derrotado y los
ejércitos revolucionarios se prepararon para entrar a la ciudad de México.
Los campesinos partidarios del zapatismo, mostraron que una cultura agraria
podía adquirir una organización civil y económica humana y funcional, sobre bases
locales. Ellos demostraron que los mexicanos podían gobernarse a sí mismos en
cuestión de democracia, esto era algo que atemorizaba mucho al gobierno
estadounidense. El zapatismo podía resolver los problemas conforme se presentaban, la
revolución nacional en cambio tenía como deber centralizar las energías del país.
La nueva Latinoamérica
Según los pueblos latinos iban avanzando, el capitalismo hacia que la verdadera
finalidad de los pueblos colonizados (revalorizar el indigenismo y la identidad que se
había perdido) se vea cada vez más borrosa. Fuentes, tras destacar que somos un
continente que se ha dejado fragmentar por buscar saciar una necesidad política y no
una cultural, señala que es justamente esa fragmentación lo que nos llevara a la condena
como sociedad.
Tras ese capitalismo masivo que consumió al continente se quedaron escondidos
los rostros del pueblo latinoamericano. El campesino ya no era más que un peón para el
hacendado, se convirtió en un recolector, en un sujeto más de la producción y su rol se
tornó a irse a la ciudad a producir más. Todos estos fenómenos que se Vivian en
América Latina son nada más que el olvido de ideales de grandes pensadores como
Bolívar, San Martín, José Martí.
El haber sido devorados por este capitalismo os ha llevado ahora a otro tipo de
conquista, una conquista indirecta. El constante anhelo latinoamericano de pertenecer a
un sistema de flujo de dinero ha hecho que regrese a ver a Estados Unidos, la gran
potencia. Con una influencia increíble en la cosmovisión de la cultura latina, estados
unidos lo que pretende es conectar al mundo, una manera de control, en cierto punto.
Toda esta mezcla y el deseo de identificarnos con una cultura extranjera, ha hecho que
perdamos de vista la verdadera cultura que provee una identidad propia al latino.
El siglo XXI para Latinoamérica se moldea a través de un discurso caracterizado
por un supuesto ya mencionado “sueño americano” y una desfigurada conciencia de
clase. El nuevo orden se supone una anulación total de la reflexión y la autocrítica, que
termina siendo totalmente influenciada por un discurso superficial e impuesto por los
que son ahora grandes imperios. La identidad se convierte en algo así como una sombra
que está pero no está clara y es manipulable según bajo que luz la coloques.
El espejo desenterrado
El efecto que Carlos Fuentes trabaja durante todo el texto responde a
significaciones ya conocidas, como son la globalización del capitalismo. Misma que
desconfigura los procesos históricos sociales de los pueblos, y los reemplaza por moldes
ajenos y simplistas. Y, quinientos años después de Colón, la pregunta de si realmente
hay que celebrar algo, resurge. Habría que seguir recurriendo a la pregunta de cómo fue
descubierta América, o cómo y desde que perspectiva debe ser ésta concebida. Los
problemas siguen siendo los mismos, ¿detrás de que cultura nos esconderemos en
nuestra búsqueda de identidad? ¿Estamos listos, como individuo y como comunidad,
para desenterrar el espejo?
Bibliografía
Carlos, F. (1992). El espejo enterrado. Colección Tierra Firme, Fondo de Cultura
Económica, México.